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frente de las actividades al aire libre al menos un sábado por mes, e invite a otras familias para que se sumen.
Atmósfera de la iglesia: Mantener a los jóvenes activamente involucrados en la vida de la iglesia comienza con la atmósfera de la iglesia. ¿Muestra su iglesia, bondad, aceptación y amor, absteniéndose de criticar a todo el que pasa por sus puertas? Esos elementos de carácter y personalidad de la iglesia no son negociables si usted quiere que los jóvenes asistan a la iglesia.
En nuestra propia investigación, descubrimos que las iglesias piensan que son más amables y acogedoras de lo que realmente son. Cuando las iglesias solicitan asesoramiento para evaluar cuán efectivas son en alcanzar a las visitas, se elige a personas de los vecindarios circundantes para que asistan en forma anónima y completen una encuesta sobre su experiencia como visitas.11 En la mayoría de los casos, estas visitas clasifican a las iglesias como menos amistosas y acogedoras que lo que creen serlo según sus líderes.
Una de las razones más comunes por las que los jóvenes dicen que dejaron la iglesia: «Los miembros de la iglesia parecían críticos e hipócritas».12 Los jóvenes necesitan un ambiente ausente de crítica y seguro, donde puedan explorar sus creencias.
Una iglesia saludable, lista para crecer, se mostrará abierta a preguntas. Si sus adolescentes o jóvenes están cuestionando el centro y el contenido de su fe, no salgan corriendo asustados. Estudien juntos, analicen abiertamente esa crisis de fe, admitan sus dudas, y caminen con ellos en su travesía espiritual. Para que los jóvenes varones sigan involucrados con la iglesia, es necesario que exista una cultura de gracia y autenticidad.
CONCLUSIÓN
¿Quiere ver a más jóvenes involucrados en su congregación local? Cambie la cultura de su iglesia, desarrolle un programa de mentoría y cree ministerios significativos.
Matías, nuestro solitario amigo del comienzo del artículo, es ahora pastor. A pesar de las luchas de ser un joven soltero en la iglesia, siguió conectado gracias a Joel, que fue su mentor cuando él era adolescente. Joel aún lo llama periódicamente para hablar de su relación con Dios y otros temas. Dado que Joel invirtió en una amista a largo plazo, Matías sabe que su vida es valiosa y que sus resultados espirituales son importantes para otra persona.
Hay esperanza y una solución para llenar los asientos donde faltan los jóvenes. Dios le dará la inspiración y energía necesarias para comenzar esas iniciativas en su propia iglesia. Puede parecer que invertir en los jóvenes demande mucho trabajo, y es probable que pasen años antes de que se vean crecimientos significativos, pero los resultados bien valen el esfuerzo. Dedique tiempo en oración mientras piensa cómo alcanzar a más jóvenes varones para Cristo.
1 David Pullinger, «Where Are All the Men?», Single Friendly Church, 24 de marzo de 2017, consultado el 22 de julio de 2020, https://www. singlefriendlychurch.com/what-do-you-say-when/awhere-are-allthe-mena. 2 Esta estadística representa el porcentaje promedio de asistentes semanales periódicos en muchas iglesias adventistas locales. Entrevistamos a más de sesenta pastores, jóvenes, líderes de Asociaciones y Uniones, y miembros de iglesia de diversas culturas y lenguas del mundo. Personas de las Divisiones Norteamericana, Intereuropea, Transeuropea, Sudamericana, de África Meridional y Océano Índico, Interamericana, y de Asia-Pacífico Sur. 3 Centro de Investigación Pew, «The Gender Gap in Religion Around the World», 22 de marzo de 2016, https://www.pewforum. org/2016/03/22/the-gender-gap-in-religion-around-the-world/#fn-25285-2, consultado el 24 de febrero de 2021. 4 Travis Mitchell, «Theories Explaining Gender Differences in Religion», Pew Research Center, 22 de marzo de 2016, https://www.pewforum. org/2016/03/22/theories-explaining-gender-differences-in-religion/, consultado el 24 de febrero de 2021. 5 Cada individuo es único, y muchos miembros de iglesia no encajan en los estereotipos de vida de que pueden disfrutar los varones o las mujeres. Pero el énfasis, en este caso, analizó a los jóvenes que sienten que no pueden expresar plenamente su masculinidad en el ambiente de la iglesia. 6 Tim Alford, «What Every Christian Needs to Know About Generation Z», Premier Christianity, Octubre 2019, https://www.premierchristianity. com/Past-Issues/2019/October-2019/What-every-Christian-needs-toknow-about-Generation-Z, consultado el 24 de febrero de 2021. 7 S. Joseph Kidder, «Mentoring: A Way of Life», Ministry, Marzo 2017, https://www.ministrymagazine.org/archive/2017/03/Mentoring-Away-of-life, consultado el 24 de febrero de 2021. 8 Kara Powell, Jake Mulder y Brad M. Griffin, Growing Young (Grand Rapids: Baker Books, 2016), pp. 50-87. 9 Una entrevista con Steve Case el 7 de octubre de 2020, confirmó que el mismo principio se aplica a la Iglesia Adventista. La investigación adventista, como por ejemplo ValueGenesis en 1990, 2000 y 2010 ha confirmado los mismos hallazgos. 10 Todas las actividades al aire libre tienen que ser aprobadas por la junta de iglesia correspondiente por cuestiones de responsabilidad y seguros. 11 Este trabajo fue llevado a cabo por el doctor Joseph Kidder como parte de una asesoría a su iglesia. 12 Aaron Earls, «8 Reasons Young Adults Leave Your Church (And 8 Reasons They Stay)», Facts & Trends, 23 de enero de 2019, https:// factsandtrends.net/2019/01/23/8-reasons-young-adults-leave-yourchurch-and-8-reasons-they-stay/, consultado el 24 de febrero de 2021.
S. Joseph Kidder es profesor de ministerio cristiano en el Seminario Teológico Adventista en Berrien Springs, Míchigan, Estados Unidos. Natalie Dorland es pastora en la Asociación de Washington en los Estados Unidos.
Voces jóvenes
Es hora de pelar unas papas
He tenido un día de lo más agotador « hoy en el trabajo. Por favor, pela cinco papas para que las pueda cocinar esta noche», fueron las palabras de mi esposa, con un suspiro, al entrar por la puerta y dirigirse directamente al dormitorio. Mascullé algo mientras cerraba las cortinas, notando apenas los imponentes tonos anaranjados del atardecer sobre el horizonte de Nairobi. ¿No sabe acaso que estoy trabajando en la computadora? ¿Por qué me interrumpe? ¡Yo también estoy cansado de un día agotador de trabajo! ¿No puede servirme acaso a mí? No tengo ganas de servirle esta noche a ella.
En ese momento supe que había llegado a una bifurcación, y que podía escoger entre dos caminos. Podía mostrar resentimiento y quejarme diciendo que, como recién casado y con un trabajo de tiempo completo, no había anticipado pasar ese anochecer en la cocina. ¿De eso se trataba el matrimonio? Por otra parte, podía tragarme mi «orgullo masculino» e ir a la cocina a ocuparme con alegría de las cinco papas. Después de todo, solo me alejaría unos minutos de la computadora.
Fue entonces que escuché la pequeña y dulce voz que me hablaba al corazón, recordándome algunos pasajes que había leído en mis momentos devocionales unos días antes.
«Pues un hombre que ama a su esposa en realidad demuestra que se ama a sí mismo […]. Por eso les repito: cada hombre debe amar [del griego, agape, en referencia al amor incondicional] a su esposa como se ama a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido» (Efe. 5:28-33, NTV).*
«El amor es paciente y bondadoso […]. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita» (1 Cor. 13:4, 5, NTV).
De pronto experimenté un sentimiento de culpa y le pedí perdón al Señor por albergar esos pensamientos egoístas. La voz del Espíritu Santo era totalmente clara sobre lo que tenía que hacer.
Tienes que amarla [agape].
No era una sugerencia. No era una opción abierta a negociaciones; no incluía ningún arreglo o condición. Ese amor incondicional era una orden de Dios mismo, dado que él requería que reflejara su misma naturaleza. Y ese amor de Cristo, que el Señor esperaba que le demostrara a mi esposa, no tenía nada que ver con lo que sintiera en ese momento. Después de todo, ¿no me levanto a trabajar cada lunes, sienta ganas o no? De igual manera, Cristo no demostró su amor por mí solo cuando lo sentía. En efecto, lo hizo cuando menos merecíamos su amor, «siendo aún pecadores» (Rom. 5:8).
Esa noche, me senté a comer unas papas deliciosas que mi esposa me sirvió con un destello en los ojos. «Gracias por pelar las papas», me dijo con un dejo de respeto mientras yo disfrutaba la comida que tenía delante. Mi amor hacia ella se vio correspondido por el respeto que me demostró: ¡exactamente lo que había deseado, refunfuñando, cuando me había pedido un favor! Esa sensación de respeto me hizo amarla aún más, como lo señaló Pablo en su exhortación de Efesios 5:28-33. En ese momento quería correr a pelar más papas, y hacer cualquier otra cosa que mi esposa necesitara.
Jesús nos dijo que nuestra marca identificatoria ante el mundo como seguidores suyos es que nos amemos unos a otros, de la misma manera en que él nos ha amado (véase Juan 13:34, 35; 15:12). Ese amor trasciende la capacidad humana, sea que recibamos algo a cambio o no. ¿De quiénes son las papas que Dios te pide hoy que peles?
*Las citas que dicen NTV pertenecen a LaSanta Biblia,Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.
Frederick Kimani es un médico consultor en Nairobi, Kenia.