CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y ESTUDIOS AVANZADOS DE VERACRUZ
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN Sede: Álamo Temapache, Ver.
COMPILACIÓN DE INVESTIGACIONES ASIGNATURA: SEMINARIO DE TESIS II
CATEDRÁTICA: DRA. GUILLERMINA RODRÍGUEZ ROSAS
IMPORTANCIA DE LA LECTO-ESCRITURA EN LA OBTENCIÓN DE APRENDIZAJES SIGNIFICATIVOS: UNA GARANTÍA EN LA EDUCACIÓN POR COMPETENCIAS Raúl Arrieta Ochoa Desde que me inicié en la docencia he tenido diversas experiencias y aprendizajes que me han ido formando poco a poco “como un mentor de la educación”, y sin lugar a dudas, puedo decir que hasta el último día que esté frente a un grupo daré lo mejor de mí a mis alumnos, porque yo creo que la función del docente y su desempeño jamás podrá ser reemplazada por algo o alguien que no sea otra persona con la misma intención de enseñar y compartir aprendizajes y experiencias a sus discípulos. Hoy vemos que en nuestro país, como en otros, la tecnología es fundamental y necesaria en la constitución y el desarrollo de la educación; sin embargo, a pesar de que los avances técnico-científicos se han dado a pasos agigantados y ya contemos con tecnologías de información y de comunicación (Tics), la presencia del docente frente al grupo, no sólo es necesaria, sino que además urgente en muchos casos. Si enfocamos la parte medular de la educación desde la enseñanza básica hasta la enseñanza media superior, los dos ejes en los que se circunscriben todas las áreas de aprendizaje resultan ser la de habilidad numérica y la de habilidad verbal. De la habilidad verbal, el propósito es ser competente tanto en la expresión oral como en la escrita; pero esto no es algo novedoso, el problema de la lectoescritura data desde siglos atrás, así como hemos sabido que los problemas para leer y escribir han sido los temas de mayor preocupación para los padres de familia y de maestros desde hace ya varias generaciones, también sabemos que la escritura ha sido toda una forma de expresión artística en hombres y mujeres a lo largo de la humanidad y cómo han ejercido un gran dominio sobre ella. Ante esta disyuntiva, estaríamos generando ya un primer punto de reflexión y nos preguntaríamos: ¿acaso el proceso mental de transformar las letras en un arte es más fácil que el proceso de comprensión de una lectura? Posiblemente los enfoques o las percepciones entorno a la pregunta sean distintos en cada una de las personas, lo más probable es que haya quienes digan que una sea más fácil o difícil que la otra; la verdad es que ambas forman parte de un proceso mental complementario y cíclicamente perfecto, pues quien practica el arte de la escritura
es porque domina muy bien el hábito de la lectura (aunque también hay quienes son más hábiles o diestros en un área que en la otra), ambas partes van de la mano, no se les puede separar. Entonces, dentro de la habilidad verbal, habrá quienes tengan más potencialidad en la escritura y habrá otros que la tengan más en la lectura –o que simplemente prefieran más a una y no a la otra-, pero para quienes están en el dominio de ambas, entonces la habilidad verbal y su competencia de calidad lingüística serán excelentes. Antes de referir un poco más acerca de los métodos y técnicas para la comprensión de la lectura quiero agregar que dentro del proceso E-A, un aspecto que no puede faltar – como la sal para la comida-, es darle al alumno la confianza y la seguridad de que la clase será como una forma de diálogo en donde la finalidad será adquirir un aprovechamiento, un aprendizaje, una enseñanza –esto por supuesto también repercute cuando realizamos actividades de lectura y de escritura-; el propósito de mi propuesta es llegar a los aprendizajes significativos, entonces quiero hacer énfasis de aquellos
momentos y
detalles (entre muchos) que han dejado en mí un aprendizaje significativo. Hay tantas cosas importantes e interesantes que podría compartir en lo que ha sido el proceso de E-A en todo lo que va de mi carrera profesional como docente; en mis clases de Taller de lectura y redacción, Literatura y Filosofía –y en algún momento Etimologías Grecolatinas del Español-, se han dado tantas cosas que la verdad para mí han sido muy agradables porque se puede comentar mucho de lo que es la vida humanística. Algo que he aprendido, incluso que considero como la clave principal para que exista un buen ambiente de aprendizaje es brindarles confianza a los educandos porque de aquí surge todo para que las clases sean realmente efectivas. Una de las partes importantes de la educación es el desarrollo integral en los alumnos, y a mí me gusta enseñarles cosas que les sirvan en la vida, como mis experiencias para que ellos no cometan errores y puedan tener mejores opciones en el transcurrir de su existencia. A continuación compartiré sólo tres anécdotas que tuvieron que ver con ejercicios de lectura y redacción en las materias ya mencionadas; en una ocasión, un alumno de tercer semestre estaba haciendo su comentario en la clase de Literatura I acerca de un
texto que hablaba sobre educación sexual, después de su comentario me cuestionó si eran válidas las relaciones sexuales, le comenté que dentro del matrimonio las relaciones sexuales sí eran válidas y que eso era diferente a la fornicación juvenil que sí son prohibidas; el tema central del texto era acerca de la sexualidad, pero la parte que se comentó fue sobre las áreas erógenas tanto del hombre como de la mujer, en eso, otro joven que decía ser un experto conocedor del tema comentó que la lectura había sido muy interesante, pero la barbaridad más grande fue que este muchacho –quien obviamente no leyó bien-, entendió que el hombre tenía el glande en el interior del recto, ¿qué cosas no? En otra clase de Taller de lectura y redacción, después que los alumnos realizaron la lectura acerca de los elementos morfológicos de las palabras, les empecé a hablar sobre los derivativos, en concreto de los que significan “conjunto o colección” como al, ar, aje, etc., yo les daba ejemplos como “cafetal”, “palmar”, “frijolar”, etc., todos con sus respectivos significados, y entonces para saber si ya me habían entendido, y más que nada, para determinar si habían leído bien el texto acerca de un tema tan sencillo, se me ocurrió hacer la primera pregunta a manera de ejemplo y les dije: “¿cómo se le llama al lugar donde hay sembradíos de maíz?”, esperando la respuesta lógica, un alumno muy seguro de sí mismo me contestó: “pues milpa profe”, ante tal respuesta, todos nos reímos, porque aunque era verdad lo que decía, la palabra maizal nunca la oímos. Una vez, en Filosofía, después de haber leído un texto acerca del método, se me ocurrió hacerles un pequeño examen, y para ello, había que relacionar el tema con el procedimiento de cómo hacer un huevo frito o “estrellado”, pocos alumnos proyectaron un buen conocimiento de cómo preparar el huevo, pero lo que advertí, fue que la mayoría de las chicas con una edad de diecisiete a dieciocho años, todavía no sabían cómo preparar un buen huevo frito, ¿cómo la ven?, y nada más para que reflexionemos al respecto, una de ellas nos platicaba que en una ocasión se dispuso a tener todo lo necesario para preparar sus huevos fritos, lavó el sartén, sacó el aceite, encendió el fuego, acercó la sal, y justo cuando ya tenía que freír los huevos, se dio cuenta de que no había ninguno (moraleja: si van a preparar huevos, primero fíjense si hay). En estos casos, lo único que me interesa es mostrar las deficiencias que tienen los alumnos en los ejercicios
y actividades de lectura y redacción, por lo que, estoy convencido que para el buen funcionamiento y aprovechamiento de ejercicios de lecto-escritura, tanto los trabajos colaborativos como los individuales sí son efectivos siempre y cuando se promuevan ambientes de trabajo adecuados con métodos y técnicas didácticas que permitan una buena comprensión lecto-escritora, y para ello, el docente es quien debe generar estos ambientes de aprendizaje para asegurar el éxito dentro del aula; entonces, ¿por qué son importantes los ambientes de aprendizaje en el momento de aplicar técnicas y métodos de lecto-escritura?, para Taller de lectura y redacción, cualquier espacio disponible para leer y redactar es suficiente, siempre y cuando esté en condiciones adecuadas, puede ser en lugares abiertos o cerrados; sin embargo, aunque el contexto casi siempre es el áulico, para mí lo ideal sería tener un taller especial para la asignatura, un área audiovisual que tuviera sus propios materiales bibliográficos y hemerográficos para que fuera más práctico y se diera lo que verdaderamente es un taller, ya que esto se convertiría en un real escenario donde existan y se desarrollen condiciones favorables de aprendizaje. De igual forma se fomentarían una serie de capacidades, competencias y habilidades donde se daría un aprendizaje mediante un proceso activo y colaborativo; esto propiciaría un ambiente dinámico donde los estudiantes podrían participar en forma libre y en un marco de confianza, que sin lugar a dudas para ellos sería agradable. Creo que la suma del ingenio estudiantil y la experiencia del docente harían una buena fórmula para convertir los procesos de comprensión lecto-escritora en procesos educativos más eficientes; se cambiarían los enfoques y niveles de pensamiento, mejorándolos y perfeccionándolos, estableciendo una comunidad de aprendizaje ejemplar;
los estudiantes, a su vez
propiciarían el feedback y la autoconducción de aprendizajes, la creación de relaciones de solidaridad, comprensión y apoyo mutuo, en pocas palabras el ambiente de aprendizaje sería perfecto, porque la clave para que las técnicas y métodos de estudio, así como las de comprensión textual, sean más efectivas, no está meramente en el procedimiento, sino en la parte motivacional que emprende el docente en sus ambientes de aprendizaje; por ende, crear un ambiente de aprendizaje es trascendental para la formación del educando, y sobre todo, para que las técnicas y los métodos que se vayan a aplicar alcancen sus
objetivos. Aunque mi perspectiva didáctica se enfoca en la importancia de la lectoescritura para un aprendizaje significativo del estudiante, no sólo los métodos y las técnicas de comprensión lecto-escritora son el eje fundamental para garantizar el proceso; he venido mencionando que los ambientes de aprendizaje y los “climas” de confianza son todavía más trascendentes en el aprovechamiento del alumno porque a partir de aquí es como ellos centran su atención, y esto ha sido el principal factor que la mayoría de los docentes no han percibido; por esto, los maestros se quejan de que los alumnos “no entienden” las técnicas de lectura ni los métodos porque no han podido generar antes un buen ambiente de trabajo colaborativo que garantice el aprendizaje. Mediante los ambientes de aprendizaje, todo docente puede garantizar un mejor aprovechamiento en los estudiantes y sobretodo propicia un marco de confianza agradable para el trabajo en el espacio donde desarrollen sus actividades, de lo contrario, se encontrará con muchas situaciones desfavorables que impedirán el logro satisfactorio de los objetivos. El ambiente de aprendizaje representa las condiciones del espacio físico en donde se desarrollan actividades de aprendizaje y además se incluyen las relaciones interpersonales entre los individuos que intervienen; de acuerdo con lo anterior, el ambiente de aprendizaje contempla tanto las condiciones materiales que favorecen un aprendizaje significativo y las relaciones socio-afectivas de cada individuo que tiene nexo con el aprendizaje procedimental. A esto se viene a sumar lo que también denominamos como “clima de aprendizaje” el cual se refiere básicamente a la relación que existe de manera interpersonal entre los docentes y los estudiantes. El clima de aprendizaje es fundamental debido a que define lo que anteriormente mencionaba como el marco de confianza que nos permite asegurar el aprovechamiento del alumno. En este sentido el docente debe considerar las normas institucionales, la comunicación con las autoridades del plantel, el apoyo de dichas autoridades, la participación de los padres de familia y en general todos los factores que influyen en la satisfacción de los que intervienen en el proceso; por lo mismo, esto confirma que los roles del docente son diversos y trascendentales, ya que él prácticamente se convierte en el núcleo generador de aprendizaje y es el único responsable (finalmente así lo dicen todos, sea para bien o para mal) de que se den bien
los conectores para obtener una buena educación integral; entonces, el docente debe ser un facilitador cuya responsabilidad deberá circunscribirse en el desarrollo de habilidades cognitivas como las de comprensión lecto-escritora. Como apuntaba anteriormente, la finalidad de mi ponencia no es sólo referirme a las técnicas y a los métodos de estudio –incluso tampoco a los ambientes de aprendizaje-, sino al logro de aprendizajes significativos, y creo que ésta es la parte central que todo docente debe procurar en los procesos de comprensión de la lecto-escritura, ya que de aquí se va a lograr lo que hoy se pretende en los distintos niveles de los centros educativos: la educación por competencias. Ahora bien, ¿será que hasta aquí los propósitos acerca de la comprensión lecto-escritora hayan llegado?, ¿alcanzar el logro de mejores niveles de cognición es la meta?, o ¿quizá todavía haya más que se pueda obtener con el desarrollo de los niveles de comprensión ya mencionados?, ¿cómo puedo favorecer el proceso de cambio en la educación media superior? Primeramente, creo que como docente debo ser el inmediato en interesarme por acudir a todos los medios, métodos y técnicas que conforman el contexto educativo y que tienen que ver con las competencias, habilidades y destrezas que se pretenden integrar en el proceso de enseñanza-aprendizaje; definitivamente que los docentes debemos ser los primeros en promover los nuevos enfoques que buscan obtener mejores resultados en la educación media superior, si no nos ponemos la bandera de esta renovación metodológica, los educandos menos lograrán comprender hacia dónde se están dirigiendo en estos contextos de una educación realmente integradora e innovadora de funciones pedagógicas que van sujetas y de acuerdo a las situaciones temporales de este mundo tan complejo del cual somos parte y del cual no podríamos aislarnos. Nosotros sí podemos favorecer y ser parte importante de este cambio de enfoque educativo que intenta convertirse en una eficiencia para el cumplimiento de un acontecer y vivir cotidiano, y si fundamentamos nuestras hipótesis y nuestras teorías (en este caso, refiriéndome a los procesos de comprensión de la lecto-escritura) con experiencias que nos ha otorgado todo este “devenir docente”, por lo tanto sí podremos mejorar no sólo nuestra cultura, sino
que además podremos transformar nuestra sociedad y ofrecerles a las futuras generaciones una mejor calidad de vida. Ahora entonces, ¿cómo podría un aprendizaje significativo surgir tan sólo de una lectura procedimental y llegar a la constitución de individuos competentes para enfrentar una vida que nos exige cada día más? Comúnmente se ha oído que “el que no oye consejo no llega a viejo”, una frase muy usada en nuestro contexto social que sin lugar a dudas, encierra un gran mensaje, una gran enseñanza; como docentes sabemos que el propósito de nuestra práctica es el de poder dejar a nuestros alumnos un aprendizaje, traducido como un aprendizaje significativo. La importancia del aprendizaje significativo es clave dentro del contexto educativo ya que consigue promover el desarrollo personal de los alumnos; el AS marca un patrón de individualidad que hace único a un estudiante de otro, en otras palabras, cada alumno decide su propio patrón de aprendizaje, el cual lo definirá dentro de su contexto socioeducativo; a más de esto, el AS tiende a generar un gran valor heurístico y encierra una enorme potencialidad como instrumento de análisis y de reflexión, trae como resultado la tendencia al proceso de construcción de significados, y que para el área específica de Taller de lectura y redacción es muy importante y trascendente; en términos piagetianos, podríamos decir que construimos significados integrando o asimilando el nuevo material de aprendizaje a los esquemas que ya poseemos de comprensión de la realidad. Lo que presta un significado al material de aprendizaje es precisamente su asimilación, su inserción en estos esquemas previos; de este modo el aprendizaje se considera potencialmente significativo desde el punto de vista psicológico. Sin embargo, el potencial significativo lógico y psicológico del contenido de aprendizaje va a trascender sólo si el alumno adopta una actitud favorable para aprender significativamente. El AS se reconoce cuando un aprendizaje tiene un elevado valor funcional, es decir, un aprendizaje útil que podrá ser empleado con relativa facilidad para generar nuevos significados. El concepto de AS supone un cambio de perspectiva radical en la manera de entender el proceso de enseñanza; esto es, la construcción de significados que lleva a cabo el alumno a partir de la enseñanza es el elemento mediador susceptible de explicar los resultados de aprendizaje finalmente obtenidos; todo parece
indicar que el alumno construye significaciones al mismo tiempo que atribuye un sentido a lo que aprende, no depende sólo de los conocimientos previos que posea, sino que también interviene el sentido que atribuye al material de aprendizaje y el sentido que le da a éste y a la propia actividad de aprendizaje; para esto, la motivación será importante y deberá ser generada por el profesor, ya que a través de ella el docente hará una presentación interesante de las tareas, y en consecuencia, el alumno atribuirá un sentido a lo que hace, y así podrá llegar a la construcción de un aprendizaje significativo. En otras palabras, se pretende que los alumnos estén constantemente en contacto con los contenidos de aprendizaje y con el profesor; el alumno es el responsable último del aprendizaje, en la medida que construye su conocimiento, atribuyendo sentido y significado a los contenidos de la enseñanza, pero es el profesor, el que determina con su actuación, con su enseñanza, que las actividades en las que participe el alumno posibiliten un mayor o menor grado de amplitud y profundidad de los significados construidos, y sobre todo, el que asume la responsabilidad de orientar esta construcción en una determinada dirección; por ejemplo, los procesos de enseñanza-aprendizaje que hoy realizo (particularmente en actividades de la lecto-escritura), trato que mis alumnos sean más reflexivos y analíticos, para ello recurro a una serie de textos de carácter literario, informativo y científicos que permitan al educando hacer una serie de aplicaciones que conlleven a una aprehensión de contenidos, fundamentada en una comprensión apoyada por técnicas y métodos de lectura apropiados, según los propósitos y diseños de evaluación que pretendamos según los conocimientos, habilidades y actitudes deseados en los diseños curriculares. En materias como TLR y Literatura, los niveles de comprensión son muy importantes, y sobretodo, hacer una medición de habilidades cognitivas es lo que se pretende obtener, para ello, no sólo la comprensión de contenidos es determinante, sino la producción cognitiva que los alumnos puedan realizar, esto es lo que podría traducirse en una buena valoración del aprendizaje –y esto, prácticamente determina el propósito de una buena redacción, que es la segunda parte del proceso después de la lectura-, para ello recurriríamos a diversas evaluaciones, considerando las básicas que se sujetan a un diagnóstico, a una evaluación formativa y a una sumativa. Cuando tenemos
alumnos que adquieren un espíritu crítico o reflexivo o que son capaces de formular hipótesis entonces es cuando podemos advertir que el funcionamiento del proceso enseñanza-aprendizaje está rindiendo frutos; el alumno no sólo se prepara para hacer diseños simples como realizar y emitir conceptos en una línea meramente declarativa, él realmente empieza a manifestar una actitud distinta en donde el análisis y la reflexión forman parte de su formación en el contexto educativo. Con esto, los objetivos curriculares expresados como verbos o acciones en los educandos, finalmente se ven reflejados en una práctica diaria que hacen del estudiante un alumno de éxito; particularmente en mi materia de Taller de lectura y redacción, la aplicación de procesos es fundamental y necesaria tanto para procesos de lectura como de procesos para la escritura. Finalmente, ¿los procesos de comprensión lecto-escritora traducen los aprendizajes significativos en niveles de competencia estudiantil? Hablar de las competencias en cuanto a resultados en los alumnos es de total trascendencia para la vida de ellos, por lo que, sería imposible no referir lo fructífero que son las competencias para los educandos en su vida diaria, no sólo en el ámbito escolar sino en todo lo respecta en el contexto social. La importancia de las competencias se manifiesta en los alumnos como una actitud en la que van adquiriendo un desarrollo de participación colaborativa y de aplicación dentro de lo que es el proceso de enseñanza-aprendizaje; las competencias les permiten a los alumnos adquirir prácticas educativas que los capacita para una formación de desarrollo personal que los transfiere a una autosuficiencia en sus quehaceres cotidianos en todos los contextos de vida humana; lo importante de todo esto es la adquisición de formación personal integral que nos da la confianza de tener mejores generaciones y una sociedad más eficiente en un futuro más que inmediato, en contraparte a una vida en donde el ser humano cada día va teniendo momentos más difíciles para subsistir en este mundo tan complejo y tan dañado debido a las situaciones naturales y biológicas de las que todos dependemos necesaria y obligatoriamente. Creo que la función del docente en la promoción de las competencias es trascendental para la formación integral del educando, hacer a un lado viejas prácticas tradicionales que no
conducen a nada bueno dentro del proceso enseñanza-aprendizaje es algo que ya se debe estar haciéndose; situaciones en las que hasta los orgullos personales e ideologías negativas de enseñanza a la “usanza antigua” todavía se aplican, manteniendo un alejamiento, no sólo interpersonal, sino de una realidad por lograr los objetivos específicos o metas planeadas a través de las competencias. En el mundo de hoy, los jóvenes y adolescentes se saturan de información multimedia y creen que todo debe ser divertido, aunque no ofrezcan resultados donde se aplique métodos cognitivos que sean la traducción de competencias aplicadas, y ésta es la única ventaja que podríamos tener sobre ellos, ya que en verdad nos rebasan con habilidades cibernéticas, aunque no revestidas de técnica, sino más bien de una aplicación recreativa, sólo se sujetan a aplicaciones preestablecidas que rayan en lo superfluo; en otras palabras, los educandos no están teniendo una habilidad cognitiva que los prepare o los ayude a resolver otros tipos de problemas a los que se enfrentan cada día, que para nosotros parecen sencillos, por ejemplo, si necesitan un trabajo y les piden la redacción de una solicitud de empleo, ellos no tienen idea de cómo hacerla y prefieren llenar formatos de pregunta y respuesta simple; sin embargo las cosas no son tan sencillas y más bien son diversas porque en la vida diaria y en la práctica social son otras cosas las que en realidad les exigen a ellos, pero definitivamente no saben resolverlas. Por esto mismo, es necesario fomentar a mayor velocidad las competencias en los alumnos de nivel medio superior porque sólo aquellos que tengan las mejores habilidades y competencias podrán salir avante. Los desarrollos de competencias, entonces, adquieren matices de permeabilidad cognitiva que realmente podemos considerar como aplicadas; es aquí donde prácticamente empieza el buen funcionamiento de un entendimiento que circula en términos de calidad cognitiva. Las competencias aplicadas y adquiridas dentro del contexto enseñanza-aprendizaje ofrecen resultados óptimos tanto en situaciones de enfoque teórico como práctico; en un buen accionar de estos modelos didácticos, podríamos hablar de una interrelación de competencias más segura y con garantías de que el proceso educativo se está llevando a cabo en los mejores términos, y como el principal propósito en la educación es el aprendizaje (siempre que se haya ejercido una
buena enseñanza), entonces tendríamos la seguridad de que en un futuro inmediato habría personas capacitadas y habilitadas para tener un buen desarrollo y funcionamiento dentro de un contexto aún mayor como el de la sociedad, en donde se tendrá que enfrentar el ser humano a un mundo realmente competitivo, donde sólo los mejores y con mayores estrategias de defensa cognitiva podrán emerger a una superficie que está sujeta a luchas sociales de supervivencia. No perdamos de vista la inclusión de modelos didácticos dentro del proceso E-A, sólo así tendríamos la seguridad de que estamos transfiriendo habilidades y competencias necesarias, ¿no cree usted?
CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y ESTUDIOS AVANZADOS DE VERACRUZ
PLANTEL
CENTRO VERACRUZANO DE INVESTIGACIÓN Y POSGRADO