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Julio de la Iglesia
JULIO DE LA IGLESIA «El líder valiente escucha más que controla»
una entrevista de yolanda arenas lavara, vicepresidenta aecop levante
Julio de la Iglesia fue uno de los ponentes más aclamados en nuestro último congreso. Además de TEDAX es Coach y como podemos encontrar en su Web (www.gestiondelmiedo.com) ayuda a desarrollar herramientas de superación personal y profesional para conseguir objetivos y no sucumbir al miedo.
Julio, ¿qué es el miedo y por qué te interesa tanto?
“Es una emoción provocada por la percepción de un peligro, real o imaginario, presente o futuro”.
Esto es algo que nos diferencia del resto de las especies. Tememos cosas o situaciones que no han ocurrido y que seguramente nunca se produzcan.
Y es que somos la única especie capaz de sobrevivir en todos los ecosistemas, pero también somos la única que utiliza su gran capacidad creativa e imaginativa para sentir miedo sin motivo y estresarse sin control.
Si hemos llegado hasta aquí, es porque hemos sobrevivido ha todas las pruebas que nos ha puesto la vida y lo hemos hecho en muchas ocasiones con miedo, para no perder la vida. En ocasiones jugarse la vida es la única forma de salvarla. Por eso para mí es la emoción más importante. Porque la supervivencia es el principio de nuestra existencia.
¿Cómo lo utilizas en tu profesión?
El miedo me acompaña siempre, pero lo llevo al lado, para que me avise de los peligros, pero no le dejo que tome el control. Es un consejero, como mi intuición o mi formación. Yo conozco el miedo, pero mi deber y mi pasión me hacen ser valiente.
En el análisis de situaciones críticas o de alto riesgo. Yo cambio la palabra miedo por falta de conocimiento. Y empiezo a recabar y a contrastar toda la información. Para analizar la realidad tal y como es, no como era, o como me gustaría a mí que fuese.
Porque cuando tenemos miedo, en realidad lo que tenemos, son muchas preguntas sin contestar.
En una ocasión le preguntaron a Albert Einstein ¿Qué haría si tuviese solo 1 hora para salvar el mundo? Y él contesto: dedicaría 55 minutos a definir bien cuál es el problema y 5 a salvarlo.
Si queremos superar a nuestra competencia o fidelizar a nuestros clientes tenemos que conocerlos en profundidad.
El 80% de los nuevos productos fracasan, porque ofrecen una solución, a un problema que los clientes no tienen
¿Opinas que es ventajoso sentir miedo?
Sí, todas las emociones tienen una función. Si el miedo nos ha acompañado de una manera tan constante en nuestra evolución es porque es necesario. Está claro que su principal función es mantenernos con vida, pero en ocasiones ese celo nos paraliza en cuestiones nada peligrosas. ¿Y si lo utilizáramos como una palanca, para esforzarnos más, ser mejores y tratar de no fallar? El
miedo a fracasar puede ser un gran motivador. Estar donde no quieres, te impulsa hacia dónde quieres.
Tenemos que pensar que tener miedo es inevitable, pero superarlo un decisión. ¿Cuántos queremos tener más seguridad en nuestra vida y a la vez progresar? Todos.
Porque el progreso es la clave de la satisfacción personal y del éxito profesional. El cambio es inevitable, es una constante en el Universo,pero progresar significa avanzar, esforzarse, aprender a hacer cosas nuevas. Y ahí es donde aparece el miedo, el miedo a fracasar. ¿Pero sabes qué está detrás del miedo? Nuestro aprendizaje, nuestra superación personal y éxito profesional.
Es el poder transformador del miedo. Cuando lo superamos nos convertimos en la persona que habíamos soñado con ser.
¿Cuáles dirías que son los
«Somos la única especie capaz de sentir miedo sin motivo y estresarse sin control»
síntomas de una organización liderada desde el miedo?
Según la revista Harvard Business, el mayor obstáculo para la innovación y los modelos de negocio, son el miedo y la incertidumbre.
Las empresas donde su gestión se basa en el miedo, eliminan de un plumazo el orgullo de pertenencia, la fidelidad a la marca y la satisfacción en el trabajo.
Actúan para que quien ostenta el poder, no se enfade. Antiguamente se tenía la idea de que “quien tiene la información tiene el poder” y así es. Pero ¿qué ganas ocultando la información a tus empleados, a tu equipo? Ganas en incertidumbre. Quien tiene la información y la comparte es quien ejerce el poder.
Estas empresas son endogámicas, se resisten a los cambios y tienen una jerarquía basada en el puesto y no en el talento. Están plagadas de Jefes y escasea de lideres. No escuchan a sus empleados y solo buscan un enriquecimiento feroz.
Por otro lado el utilizar el miedo como herramienta de control y presión genera comportamientos inseguros que impiden desarrollar el talento y la creatividad de las personas.
Saber gestionar emociones nutritivas y transmitir seguridad y confianza en los equipos debería ser la principal labor de un líder valiente. Sin ese sustrato, es difícil que crezcan equipos comprometidos y eficaces.
En un escenario en el que el miedo ha tomado el control , ¿qué riesgos corremos?
Las organizaciones que no asumen riesgos no crecen. No conozco el nacimiento de ningún servicio o producto, que no haya estado exento de riesgo.
Y si hablamos de personas, el miedo es la emoción perfecta para ser infeliz, intolerante e ineficaz. El miedo crea personas irresponsables. El miedo y la inseguridad, al final, nos llevan a relacionarnos de una manera tóxica.
Si queremos equipos entusiastas y motivados debemos propiciar entornos de seguridad y flexibilidad, donde se permita el error para perfeccionar el resultado. No se puede perfeccionar el resultado, sin la experiencia.
El foco no está en no cometer errores. El punto de mira, está en hacer las cosas bien, en dar lo mejor de nosotros en lo mínimo que hagamos. Ese es el camino para obtener un resultado realmente excepcional y transcendente.
Lo importante es aprender de los errores. Un error es útil si haces cuatro cosas con él: identificarlo, admitirlo, aprender de él y olvidarlo.
Los pasos que no nos atrevemos a dar, también dejan una huella en la cuenta de resultados. Sin empoderar a los agentes de campo, a los comerciales, a las personas de nuestro equipo, es difícil que decidan arriesgarse, que ganen, innoven, vendan o negocien con éxito.
Recomendaciones para pasar a un estado más ágil y fluido desde la confianza.
Lo primero cuando tengas miedo, ten cuidado a quien pides consejo. Recíbelo solo de aquellos que lo hayan superado.
Animo a que se programen “reuniones de progreso”, donde se anime a los empleados y directivos a expresar lo que les gusta y disgusta de la gestión y los procesos y que terminen con propuestas consensuadas de cambio.
Implicar al personal es una de las mejores formas de crear compromiso, responsabilidad y reducir el absentismo y la rotación.
Un Líder Valiente dedica más tiempo a escuchar, acompañar y estimular a su equipo que a controlarlos.
Su gestión se apoya en 6 pilares: la formación, la resiliencia, la auto-exigencia, el compromiso, el coraje y el ejemplo sin Formación, no hay mejora continua, sin Resiliencia no aprendemos de los errores. sin Auto-exigencia no hay progreso,
Sin Compromiso no hay equipo, sin Coraje no hay decisiones valientes y
Sin Ejemplo hay jefes, pero no líderes.
Como decía Einstein “Dar ejemplo es la única forma de influir”
Que el miedo no nos impida desplegar todo nuestro potencial como personas para influir en nuestras organizaciones.
Sin miedo al éxito. Quitémonos los complejos. Aceptemos quienes somos. Lo que somos, tiene un valor si lo mostramos en toda su grandeza. Diferenciarse es el primer paso para hacernos visibles. Como decía Guy Kawasaki: o eres diferente o eres barato.
El camino del miedo al éxito, exige pasar a la acción con coraje y determinación aunque tengamos miedo. El miedo es de valientes.