1 minute read

Recursos e inspiraciones

Parásitos

Sin duda, es la película más aclamada del año, de hecho, se convirtió en la primera de Corea del Sur en ganar la Palma de Oro y consiguió cuatro Óscars, entre ellos a mejor película.

En ella, su director Bong Joonho juega con el drama, el suspense y el humor negro. Arranca con dos familias que se encuentran, una rica, la otra muy pobre. En el caso de los Ki-taek, todos sus miembros están en paro y se interesan bastante por el tren de vida de la riquísima familia Park. Entonces, uno de los hijos de la familia pobre consigue que le recomienden para dar clases particulares de inglés en casa de los Park. Así arranca un engranaje sin control, del que nadie consigue realmente salir indemne.

Sus relaciones nos enseñan las diferencias sociales y evidencian problemas más específicos, como el clasismo. En cualquier caso, las reflexiones que deja entrever sobre la pobreza y la riqueza adquieren un tono universal.

En algo más de dos horas, los enredos se suceden y el desenlace es bastante impredecible para el público. Hay humor, ternura pero también sangre y devastación. Muchos dicen que es una película extraña, rara, pero siempre en el buen sentido de la palabra.

Es de ese tipo de películas que consiguen engancharnos de principio a fin, tardando muy poco en conseguirlo. Además, mantiene nuestra atención hasta un final absolutamente arrollador, lleno de emociones, cuya trama es tan rápida que se puede decir que no se detiene ni un segundo.

La crítica dice de ella que es extraordinaria por “ la naturaleza endiabladamente cómica y política de su propuesta.” Del director destacan su “deslumbrante talento para doblegar a placer sus historias, fabricando incontables variaciones en torno a sus tesis, creando una hilarante y monstruosa parábola social.”

Para saber más, indudablemente estamos obligados a verla.

This article is from: