Revista Radiografía Política No. 12

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Radiografía política

eDemocracy: La (in)gobernanza de bits Políticas Públicas: La toma de decisiones en un contexto de racionalidades múltiples Por una teoría del sistema político mexicano: Easton y Luhmann El país de las últimas cosas: El desarrollo del caos Paul Auster, Anagrama, 1994.

Entrevista

Febrero 2014

Dr. en Ciencias Sociales Roberto Armando Mejía

amecip.org.mx/radiografia


Contenido EN DEBATE eDemocracy: La (in)gobernanza de bits Por: Francisco Javier Serrano González

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Políticas Públicas: La toma de decisiones en un contexto de racionalidades múltiples Por: Betsabe Ivette Morán Alcántara

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ASÍ LO ESCRIBIÓ El país de las últimas cosas: El desarrollo del caos Paul Auster - Anagrama, 1994 Por: Paola Gabriela Espinosa Cruz

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Por una teoría del sistema político mexicano: Easton y Luhmann Por: María Guadalupe Solano Olvera

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LA VENTANA Foto: Janim Marcela Escobar Paniagua Recomendación literaria

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INTERVIÚ Entrevista realizada al Doctor en Ciencias Sociales Roberto Armando Mejía Fonseca, UAM-X Por: Juan Enrique Hernández Carmona

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Nota al editor La Revista Estudiantil AMECIP: Radiografía Política es una publicación mensual, en formato electrónico, vinculado a temas de interés especializados en el análisis político y social del ambiente juvenil en México. Su objetivo es promover la participación de los jóvenes mexicanos en la esfera pública, a través de los Comités Juveniles AMECIP, lograr la integración de una red juvenil nacional que impulse la cooperación y la formación de profesionistas más competitivos y activos en su entorno. La Revista Radiografía Política es un trabajo colectivo que integra una gran diversidad de temas (enfocados a ciencias políticas o ciencias afines); en esta primera edición el eje temático es: “La Ciencia Política frente a la juventud mexicana”, ofreciendo a los jóvenes una ventana de entretenimiento e identidad. Radiografía Política esté enfocada a la población juvenil ávida de conocimiento, interacción, cooperación e identidad, intenta convertirse en un medio de expresión de los jóvenes, en el cual se compartan experiencias y al mismo tiempo es un espacio de retroalimentación con la participación de los Comités Juveniles en cada entidad federativa.

Comité Estudiantil AMECIP Asuntos Editoriales


Revista Radiografía Política© Número 12, Febrero de 2014 Toluca, México

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Junta directiva de asuntos editoriales AMECIP José Manuel Luque Rojas Presidente de la Junta Nacional Directiva Francisco Serrano González Secretario de Estudiantes de Pregrado y Postgrado Elizabeth Valdez Alvarez Subsecretaria de Asuntos Editoriales Comités Estudiantiles AMECIP

Sinaloa Rocío Soto Sección: “Eventos” Estado de México Diana Estefanía Valdez Carolina Díaz Sección “Así lo escribió” Jalisco Diego Carrillo Hidalgo Elena Soto Chapa Sección “Interviú” Nuevo León Ana Gabriela Farías Calderón Sección “En debate” Querétaro María Guadalupe Solano Sección: “La ventana” Puebla Alan Ruíz Distrito Federal Francisco Hernández Edición y diseño Eliezer Maya


En debate eDemocracy: La (in)gobernanza de bits El presente ensayo tiene como finalidad construir un marco conceptual explicativo, que permita al lector identificar la influencia de las redes sociales y la democracia electrónica sobre la gobernanza en un plano de globalización. La hipótesis central, sostiene que a mayor penetración y socialización del Internet en los estados locales, mayor será la búsqueda civil de identidades contrapuestas que generan ingobernabilidad. La metodología a seguir es el análisis conceptual. Introducción: América Latina como el resto del mundo está atravesando un proceso ingobernanza localregional a partir de la aparición de nuevas formas de interacción y organización de la sociedad civil. Esto como muchos otros fenómenos sociales, lleva impresa una serie de variables causales que los origina, sin embargo, este estudio se centra específicamente en aquellos eventos sociales cuyo medio fueron las redes en Internet y que repercuten en la dinámica de gobierno (gobernanza). Es decir, la persistencia de la transdisciplinariedad se hará con base a dos variables de globalización: ciberactivismo transnacional e identidad de las causas glocales, una variable socio-tecnológica: la organización de las redes sociales en Internet, y una variable nacional: gobernanza. En esta configuración causal la organización de las redes sociales en Internet (RSI) es una condición necesaria más no suficiente para amasar los conflictos, que sumándolas al ciberactivismo transnacional (Ct) con las identidades de las causas glocales (ICG) derivan en problemas de gobernanza (-I) para los países: RSI + (Ct ^ICG) = -I En lo respectivo al análisis conceptual, se desarrolla en apartados siguientes una descripción por separado de los conceptos clave: redes sociales, eDemocracy y gobernanza; para en un apartado final analizar su impacto en la variable dependiente; para finalmente configurar una posible hipótesis de estudio.

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Governanza y Democracia electrónica La configuración de las esferas de participación social dentro de los planos de acción humana, cambia con base a periodos históricos y recursos de dominación con los que cuentan los actores. Varias concepciones interfieren con dichas transformaciones. Así de Smith (1776) a Pérez (1986) la revolución social dentro de las estructuras se dan a partir de la evolución de la tecnología. Los recursos técnicos con los que cuentan los individuos para generar riqueza y bienestar, vienen a recomponer las formas de organización y cooperación entre las otras dos esferas de acción humana (la social y la política). También a partir del marco normativo donde se desempeñan se produce cambio: Las instituciones como las reglas formales e informales del juego limitan la acción individual, minimizando el costo de transacción en la información y reduciendo la zona de incertidumbre (North, 1993). Y con base a los recursos culturales y de saber disponibles. En esa tesitura, existen básicamente tres esferas de acción humana distinguidas por el medio y poder por el cual se ejercen: económica (mercado/dinero), política (Estado/violencia) y esfera social (sociedad civil/saber) (Wallerstein, 2005; Bobbio, 1996). Y dos tableros de juego: Local-nacional e Internacional-digital. La división los tableros se hace con base a la presencia de poder hegemónico o su ausencia (anarquía). Así entonces, el tablero local-nacional delimitado y circunscrito a una hegemonía estatal se jugará con reglas básicas y diferentes a las del tablero anárquico: la imposición del orden y la presencia de un poder coactivo estatal encargado hacer cumplir las normas localmente erigidas (Arrigi & et al, 1999; Wallerstein, 2005). En esta descripción básica donde se han desagregado las esferas y tableros de acción humana o individual, hace falta definir también los roles de los jugadores. Sin embargo, aquí los roles son infinitos a partir de las configuraciones estructurales (tablero y esfera) y recursos individuales (racionalidad y saber) con los que el actor se desempeña. Aquí el actor tiene la habilidad de brincar de un tablero a otro, migrando información, recursos, conocimiento e influencias que le permitan la supervivencia y alcanzar sus objetivos en cualquiera de las esferas de desempeño todo esto como efecto de la globalización que le empodera a partir del aumento de flujos de información, identidades, ideologías en una compresión del espacio y tiempo (Arrigi & et al, 1999; Gallaher, 2009; Stiglitz, 2002).


En esta configuración multidimensional donde el individuo juega un rol activo (ciudadanía) en espacios glocales, apoyado de tecnologías que facilitan la comunicación con otros similares alrededor del mundo y como efecto de los tableros anárquicos tanto internacionales como digitales, la democracia electrónica configura un nueva organización de la sociedad civil para la toma de decisiones y como consecuencia de esto, una generación nueva de demandas a las cuales debe enfrentar el régimen. Esta institucionalización del juego ciberanárquico, viene a ser la cara oculta de la política mundial y la globalización. Para iniciar el terreno descriptivo y analítico conceptual, es necesario identificar el punto de cruce donde la democracia electrónica y la gobernanza se encuentran. Aquí la secuencia lógica exige ir de un concepto más sólido a uno cuya emergencia y consolidación están aún en discusión. Ir de la democracia a la gobernanza. El concepto “democracia” ha ido evolucionando paulatinamente a lo largo de la historia, y su estudio conceptual obliga al investigador a situarse en un periodo histórico determinado. Los valores y configuración institucional de la democracia ateniense son muy diferentes a la democracia procedimental del siglo XX (Mair & Katz, 1997; Tovar, 2009). De ahí la necesidad de identificar un concepto mínimo y uno compuesto sobre la democracia. En su concepción mínima: La democracia es el conjunto de reglas procedimentales para la toma de decisiones colectivas, donde se incorpora el mayor número de participantes (Bobbio, 2001). Tales procedimientos mínimos, para considerar a un régimen como democrático son tres: elecciones periódicas con dos o más competidores, un conjunto de derechos (libertades) políticas y la presencia de sufragio universal (Sartori, 1991; Tovar, 2009; Bobbio, 2001; Dahl, 2009). Sin embargo, la democracia no sólo son elecciones (aunque no puede ser menos que eso) y esto se deriva a que tales procedimientos y concepción ha tenido ciertas variaciones a partir de la incorporación y aparición de nuevos agentes, medios y funciones del aparato estatal. Es decir, aquella elasticidad conceptual ayuda a incluir variaciones no antitéticas que amplían el concepto a acciones gubernamentales concretas y que responden actualmente a las configuraciones ideales y de la sociedad en este concepto nomotética. Así entonces se agregan niveles de libertad, igualdad, responsividad, estado de derecho, rendición de cuentas horizontal y vertical, y participación social como un concepto ampliado de democracia (Morlino, 2012).

Si bien en este seguimiento conceptual aún no se vislumbra una relación analítica entre democracia, gobernanza y democracia electrónica, se debe a que esta configuración en estrictu sensu corresponde a una configuración de la democracia como régimen de gobierno. Ahora es necesario ver la otra cara de la moneda, la democracia desde los gobernados. A partir de la aparición de la sociedad civil como agente interviniente en la configuración de las políticas públicas, en la toma de decisiones colectivas fuera de las arenas electorales y nacionales, y como principal motor creador de capital social y desarrollo comunitario transnacional. En este despliegue, los ojos pasaron del mercado que predominaba como institución solucionadora de problemas (hasta la caída del modelo neoliberal), a la esfera de la sociedad civil como promesa naciente.

Aquí la horinzontalización de la política fue un factor determinante para la estabilidad y preservación del régimen. Si bien en los procesos de gobernabilidad en América Latina y el mundo a partir de 1960 hasta 1998 fueron una constante de negociación-inclusión de la esfera económica en las instituciones gubernamentales, ya sea construyendo regímenes burocráticos-autoritarios o regímenes neoliberales. La sociedad fue testigo de que ni el gobierno en sus años de alta burocratización y sustitución de importaciones, ni el mercado bajo la supervisión de los organismos internacionales del consenso de Washington y desregulación económica, lograron dar la respuesta a las demandas sociales, lo que trajo descontento, cambio, inestabilidad política y la aparición de un tercer actor que hasta el momento se había estado canalizando por los canales de la oferta y la demanda del mercado o por las vías del corporativismo dentro de las instituciones estatales y partidarias, la sociedad civil. (O'donnell, 1998; Williamson, 1990; Vilas, 2011). Este tercer actor que se adaptó automáticamente a un modelo deliberativo de la democracia, empezó a exigir espacios de participación horizontales o de la democracia robusta como los plebiscitos, referéndums e iniciativa popular. La sociedad civil se empezó a agrupar sin fines ya no en el mercado, ni el Estado, sino más bien en la “esfera pública”.

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La esfera pública, alude al lugar donde confluyen los ciudadanos para deliberar y supervisar la acción Estatal, es el ambiente social y cultural en el que se ha establecido la disputa políticoideológica en nuestro tiempo, donde los particulares a quienes anteriormente se les han reconocido las libertades básicas de expresión, asociación e imprenta, dejan de lado sus asuntos como la profesión y el negocio para confluir en una esfera por encima de lo particular y convertirse en ciudadanos, abogan por un debate informado, el uso público de la razón y la búsqueda imparcial de la verdad. Se envuelven en un espiral dialéctico para dar soluciones colectivas a problemas colectivos (Fernández, 2003; Habermas, 1988). Dicho espacio y campo de batalla de la sociedad civil, coloca los cimientos para una nueva forma de concebir a la democracia, rompiendo con diversos esquemas establecidos y removiendo las “concepciones fijas” para dar paso a la política como un proceso de aprendizaje público, donde las soluciones se van dando en base al desarrollo del mismo, emergiendo de los ciudadanos organizados una discusión ascendente para la construcción de la acción comunicativa, de la verdad, la voluntad y de la racionalidad colectiva. De dicho pluralismo y modelo de comunicación, surge un nuevo modelo democrático, la democracia deliberativa (Held, 2007). Tal modelo de democracia deliberativa cuando es articulado por medio de las redes sociales en Internet adquiere una connotación diferente, se vuelve eDemocracy. Tal articulación se desarrolla en el apartado siguiente de redes sociales en Internet como la nueva esfera pública y mecanismo de democracia electrónica. Continuando con el análisis conceptual, se pone en la palestra el término de Gobernanza. Este anglicismo, representa un rompecabezas académico al no existir un acuerdo académico sobre su significado, traducción, y empleo en la explicación de fenómenos sociales. Sin embargo para efectos del presente ensayo se tomarán en cuenta dos conceptos clave de la gobernanza: A. Gobernanza como acuerdo entre organizaciones interestatales para la generación del orden (Kirchner & Dominguez, 2011); y B., Gobernanza como legitimidad en las acciones gubernamentales y acciones emprendidas por el gobierno (Mayorga & Córdoba 2007). Aquí es donde el eje democracia electrónica y gobernanza se encuentran: en la legitimidad de las acciones gubernamentales y en el mantenimiento del orden civil. La gobernanza dentro de su definición contempla amenazas de seguridad derivadas de la incapacidad de los gobiernos locales para controlar el territorio debido a la pérdida involuntaria de soberanía.

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Lo anterior en un clima de globalización incesante que exige reconfiguraciones a la esencia misma del concepto Estado (Kirchner & Dominguez, 2011; Stiglitz, J. 2006). Tales amenazas de seguridad se migran a los espacios nacionales a partir dos fenómenos de la democracia electrónica: 1. Swarming digital en las redes sociales: Este fenómeno se da como recurso técnico de la facilidad del individuo de obtener y construir información de manera horizontal y variada, que muchas veces contrapone las fuentes oficiales y gubernamentales de información.

2. Ciberactivismo transnacional: El reclutamiento de activistas transnacionales que atraigan los problemas globales como los derechos humanos y el medio ambiente son tendencias impositivas para la gobernabilidad. Ellos exigen vis a vis por vías de la participación política informal la incorporación de las agendas globales a las locales y viceversa. Estas dos variables derivadas de la democracia electrónica que van en detrimento de la gobernanza, son el foco hipotético para la consolidación de agencias Internacionales. La información en el ciberespacio prácticamente fluye en tiempo real, la facilidad con la que una persona puede redistribuirla y organizar a sus pares por medio de una estructura organizacional sin cabeza parecida a un panal o banco de peces es sustancial. De la misma forma la facilidad con la que las identidades nacionales se diluyen a partir de culturas alternativas a las cuales pueden acceder los ciudadanos. Conclusiones 1. El ciudadano hoy en día adquiere un nuevo empoderamiento a partir de su relación con la sociedad civil en internet, los efectos de la globalización con la reducción en los costes de transacción, la compresión del espacio-tiempo y el constante flujo de ideologías, valores e identidades. 2. La sociedad civil en Internet ha hecho de este medio la nueva esfera pública de deliberación. 3. El término democracia electrónica es una adaptación del modelo deliberativo a las esferas de la organización de la sociedad civil en Internet.medio.


4. La gobernanza entendida como orden y legitimidad en las acciones gubernamentales, se ve perjudicada por los flujos alternativos de información deliberados en los medios en Internet (la globalización digital). 5. El ciberactivismo transnacional viene a reconfigurar el orden de las demandas sociales incluyendo no sólo temas de la agenda nacional sino internacional que vienen a a generar ingobernabilidad. 6. El entendimiento de la organización de las Redes Sociales en Internet es fundamental para entender los nuevos movimientos sociales articulados desde ese medio. Francisco Javier Serrano González Universidad Autónoma de Baja California paco.serrano05@gmail.com

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En debate Políticas Públicas: La toma de decisiones en un contexto de racionalidades múltiples “Cuando se pregunta uno: ¿Por qué algunas naciones son ricas mientras otras son pobres?, la idea clave es que las naciones producen dentro de sus fronteras no aquello que la dotación de recursos permite, sino aquello que las instituciones y las políticas públicas permiten” M. Olson. Introducción México al igual que la mayoría de los países en América Latina, ha experimentado en los últimos años cambios significativos en el régimen político, trascendiendo de un sistema autoritario a uno donde hay cabida a la alternancia, y la pluralidad. Desde 1929 y hasta principios de los 80´s el país mantenía un sistema unipartidista. Sin embargo los cambios económicos de 1980 a 1990 trajeron insatisfacción con el partido gobernante y dieron oportunidad a los partidos de oposición y organizaciones cívicas. Estos grupos fueron capaces de forzar al régimen a institucionalizar procedimientos para elecciones más justas y equitativas que permitieron derrocar al partido en el poder. El cambio se produjo primero en el terreno local y después se extendió al ámbito nacional. (Joseph Tulchin y Andrew Selee; 2003). Así pues existen tres momentos importantes en la transición democrática en México, el primero se sitúa en 1977 con una serie de reformas electorales que permitieron la apertura política. El segundo sucede en el año 2000 con la alternancia política, lo cual para Joseph Tulchin y Andrew Selee (2003), representa el surgimiento de nuevas instituciones y organizaciones democráticas. Sin embargo es en los años 90´s cuando comienzan a generarse las primeras alternancias en los gobiernos municipales, por tanto comenzaron a generarse “Nuevas formas de gobernar”, aspecto que vale la pena analizar para comprender la implementación de estrategias provenientes de la iniciativa privada en los gobiernos municipales, y ¿Por qué analizar el actuar de los gobiernos municipales?, bueno en primera instancia porque es desde este momento (los años 90´s) cuando se mira a los municipios como alternativa para generar el desarrollo, promoviendo un gobierno más cercano a los ciudadanos, además hoy día esta idea sigue siendo impulsada en escenarios que parecen difíciles de resarcir, hoy la inseguridad, la corrupción, la falta de recursos, las deudas exorbitantes, y la desconfianza por parte de los individuos son factores comunes en los municipios del país. ¿Puede institucionalizarse la participación ciudadana en condiciones como estas?, de ser así ¿Cómo conseguirlo?, y finalmente, ¿Puede la participación ciudadana formar parte de una nueva forma de gobernar y lograr cambios institucionales permanentes? Partiendo de estas preguntas y con la intención de plantear los alcances de la participación ciudadana en el ámbito local

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se retoma la hipótesis de Peter Ward que manifiesta la postura de que hacia 1990 la política clientelar estaba siendo desplazada por una manera de gobernar más tecnócrata en el ámbito municipal y los tres partidos políticos se encontraban reconstruyendo la naturaleza y alcance de su partidismo, aunque en diferente medida. En ese sentido Ward considera dos variables: la racionalidad técnica y las relaciones partido-gobierno. Por racionalidad técnica se entiende la predisposición de los funcionarios gubernamentales para tomar decisiones de acuerdo con criterios técnicos y no partidarios. La segunda variable mide hasta dónde influyen los dirigentes del partido para que el gobierno electo designe a los funcionarios que ellos proponen (Ward, 1998, 103). En ese sentido resulta necesario señalar que, de acuerdo a Arellano que, las organizaciones gubernamentales (o públicas), son criaturas sociales y humanas, que como sociedad, hemos llenado de expectativas y que comprendemos poco (2010). Lo cual da cabida a plantear una serie de preguntas que permitirán dar cuerpo al presente texto; en un primer momento se plantea lo siguiente; ¿Cómo articular una toma de decisiones y generar consensos dónde existen racionalidades múltiples?, ¿Cómo toma decisiones el gobierno cuando estas se encuentran sujetas a una agenda global y a una dinámica de mercado capitalista? Y finalmente, ¿Cómo entender la gestión gubernamental en contextos cambiantes? Para ello es necesario entablar tal como menciona Cabrero (2000) cuatro dimensiones de análisis, en un primer momento el régimen político, los modelos de gestión, los referentes institucionales, y finalmente las tradiciones culturales y simbólicas. Así, es intención del presente trabajo entablar los alcances de una relación sistema político, y políticas públicas, prestando atención a un aspecto importante: La participación ciudadana, ¿Cómo impulsarla?, ¿Cómo solidificarla?, siguiendo el argumento de Cabrero (2000), cuando señala que; lo público de las políticas está muy lejos de significar exclusividad estatal, significando sobre todo, el encuentro de la racionalidad estatal con la voluntad social. Además debe subrayarse el hecho de que los problemas públicos, lejos de ser exógenos y previamente sustituidos, son un conjunto de ideas, valores y percepciones empaquetados y presentados como susceptibles de atención gubernamental (Casar,2010) lo cual de manera insoslayable influye en la determinación de la agenda. Cambio Institucional y Políticas Públicas Tradicionalmente Easton ha defino al sistema político como “Las interacciones por medio de las cuales se asignan autoritariamente valores a una sociedad.” Por su parte Almond reconoce en el sistema político tres elementos: la estructura política, que es la serie de valores interrelacionados, la cultura política, que incluye las creencias de los hombres sobre su sistema político, los sentimientos, juicios y opiniones sobre los objetos políticos es decir, la ideología, los actores políticos que realizan los roles asignados por la estructura política. En una visión abstracta se reconocen en el sistema político tres elementos importantes para su funcionamiento, en primer lugar se habla de los “imputs” denominados también como las demandas y apoyos que la propia sociedad pide, los “outputs” traducidos como las decisiones políticas del gobierno, y finalmente se reconoce la existencia del proceso de retroalimentación denominado también como “feddback”, que consiste principalmente en el cómo la sociedad percibe y acepta o no las decisiones políticas y con base en ello generar nuevas demandas. Para los fines de este trabajo, se retoma la postura de Almond, debido a los elementos que reconoce en el sistema político, escenarios todos para poder hablar de participación ciudadana. Así pues en lo que

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respecta al sistema político mexicano, puede a partir de esto marcarse una estrecha relación entre el éste y las políticas públicas con todo el proceso que éstas implican, debe reconocerse que las características del sistema mexicano le han impedido sobre todo en esta área de la administración ser eficiente, debido precisamente al pasado paternalista del Estado, hoy México lucha por legitimarse en la arena de las políticas públicas, institucionalizando una serie de conceptos como participación ciudadana por ejemplo, a fin de legitimarse como un gobierno que actúa de mano con la población en todos sus sectores y grupos vulnerables, hoy los tres ámbitos gubernamentales han decidido cambiar sus líneas de acción, aunque muchas veces solo en la etiqueta, hoy se incluyen en los planes de desarrollo estatal y local términos como, “gobierno solidario”, en las campañas políticas además se ha optado por incluir a la población en proceso de aparente comunicación entre la población y quien aspira a un cargo público, con eslóganes como “Escuchar para gobernar”, al mismo tiempo se ha decidido enfatizar la relación entre los tres ámbitos. Insistiendo en la homologación de políticas, lo que lejos de desembocar en desarrollo se traduce en rezago social y marginación. Además debe reconocerse que lo anterior es producto del proceso que ha atravesado el sistema político. Los elementos y conflictos que ha sufrido el país desde 1920, han dejado grandes secuelas en lo administrativo y lo político, dichos elementos se enlistan a continuación, el presidencialismo, el sistema de partido (hegemonía priísta), el corporativismo social y la organización del Estado como el único facultado para la solución de conflictos sociales; (Estado paternalista). Y, pese a que el presidencialismo es un concepto clave para hablar del sistema político mexicano, hoy la figura del presidente no resulta tan sólida como en la hegemonía priísta, hoy es más fuerte la participación del congreso y también más enfatizada la participación de actores no gubernamentales en la definición de la agenda. De ahí la importancia del análisis y estudio de las políticas públicas, entendidas como: “Cursos de acción tendentes a la solución de problemas públicos, definidos a partir de la interacción de diversos sujetos sociales, en medio de una situación de complejidad social y de relaciones de poder, que pretenden utilizar de manera más eficiente los recursos públicos y tomar decisiones a través de mecanismos democráticos, con la participación de la sociedad.” La interacción de la sociedad y el gobierno, en la toma de decisiones manifiesta una apertura en el campo de acción de las políticas públicas, considerando ámbitos sociales, culturares, laborales, ambientales, así como aspectos de salud, educación, seguridad pública entre otros. Sin embargo el campo de acción es todavía poco entendido, y recientemente en el periodo de alternancia se implementó la denominada Oficina de la Presidencia para las Políticas Públicas, anteriormente en la década de los 90´ comenzaron a modificarse, a crearse formas de participación que incluían a la denominada sociedad civil, modificando también el léxico de los administradores, tornándolo a nociones política pública. Lo anterior comienza a ser visible, con una mayor participación de la sociedad civil, y una intención de fortalecer la participación del mercado, comenzando una descentralización de las acciones gubernamentales fortaleciendo las relaciones entre el gobierno, el mercado y la sociedad civil. Además comienzan a gestarse nuevos actores no gubernamentales, ejemplo de ello es Filantropía. Además se ha intensificado la implementación de prácticas de la administración privada, en un intento de fortalecer la administración pública con argot y prácticas de la nueva gestión pública; se ha insistido en fortalecer las redes sociales y la participación, además de mirar políticas que han funcionado en Latinoamérica y el resto del mundo. En este intento, México ha utilizado procesos como el benchmarking para la formulación de políticas en materia de salud, y seguridad pública, copiando modelos funcionales en países como Colombia y Chile, sin embargo las prácticas de este proceso se han quedado a medias en diversos sentidos, el procedimiento del Benchmarking, supondría un proceso continuo de actividades realizado por la administración, que genere valores en cada toma de decisiones, lo cual se traduciría en una herramienta que procure la calidad en la administración así mismo de la mejora de procesos. Sin embargo, México ha dejado dicho proceso a medias puesto que al ver la funcionalidad de estas políticas ha decidido implementarlas sin hacer el debido análisis, es decir, no se ha preguntado si México tiene las mismas condiciones de estos países. Además no se debe dejar de lado el proceso de planeación estratégica que ha guiado la toma de decisiones en el país, decisiones que muchas de las veces resultan reactivas. Planteado de esta forma los decisores políticos en América Latina enfrentan un reto significativo, cruzar la línea de la irracionalidad, para poder actuar de manera efectiva en sus contextos, económico, social inclusive cultural, puesto que en terrenos tan multiculturales, la implementación de las políticas públicas muchas veces se torna complicada. Pues como lo expresa Giovana Valenti (2008) , la racionalidad adecuada para que pueda operar una política pública radica en gran medida en la delineación de incentivos adecuados que induzcan a la gente a realizar acciones óptimas y eficientes que pueden repercutir en el espacio público, así como restringir las acciones indeseadas de los encargados públicos.

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Uno de los mayores retos es democratiza la participación ciudadana, de esta forma, en la medida que una política pública sea generada a través de una consulta e interacción con la población beneficiaria, se podrá promover más fácilmente el desarrollo político de esta última pues la política pública le devuelve al gobierno su razón de ser, convirtiéndolo en un legítimo instrumento público al servicio de la colectividad. Cabe decir que la reivindicación del gobierno favorece una reorientación hacia los resultados más que hacia los procesos. Tal es el caso de la Política de Seguridad extraída precisamente de las experiencias que tuvieron Colombia y Chile, países que decidieron formular una política integral e incluyente de todos los actores de su sistema político, fortaleciendo y de alguna forma privilegiando el hacer de sus municipios, y es que en términos de políticas públicas, existe el argumento de que los esfuerzos conjuntos para la reducción del crimen funcionan mejor utilizando la percepción pública. (Rogerson y Cristmann, 2007). Esto debe ser considerado no sólo en las construcción de escenarios administrativos sino también electorales, puesto que en la lógica del Rational Choice, un ciudadano que se sienta identificado con algún partido por lo que éste le ofrece (en este caso todo lo que le ofrece en materia de seguridad pública) votará con la firme idea de que su voto servirá para satisfaces sus necesidades y demandas. Si bien el tema de la relación entre seguridad y comportamiento electoral todavía no cuenta con un amplia literatura lo cierto es que la creciente ola de violencia que vive el país hace necesario definir qué tan fuerte es la relación entre factores como estos (violencia y miedo al crimen) en la toma de decisiones. Para de esta forma trabajar en el mejoramiento de la relación entre política y administración pública. Desarrollando así nuevos modelos de programas y políticas públicas, que generen un clima de confianza y una firme identidad entre el ciudadano y sus representantes en el ámbito municipal en este sentido Rogerson y Cristmann (2007) hablan también de las acciones realizadas en Reino Unido por medio de los programas de renovación comunitaria (NDC),considerando que las principales estrategias utilizadas son, de menos a más: Participación activa en la vigilancia por parte de la comunidad, videovigilancia, mecanismos de seguridad en las viviendas, alumbrado público, mayor presencia de la policía y programas para los jóvenes. En este sentido, se considera esta relación gobierno local- ciudadano, trascendente en el sentido de que la participación de la comunidad en los programas de seguridad pública sugiere una implementación sistemática en el ámbito vecinal (Vilalta Perdomo 2010) que con el Acuerdo Nacional Por la Seguridad la Justicia y la legalidad pretende: La participación activa de la comunidad en la creación y fortalecimiento de mecanismos de monitoreo y evaluación de las autoridades para erradicar la corrupción y aumentar la eficiencia y reconocimiento social. De cumplirse lo anterior se puede mejorar el impacto de las políticas de seguridad en muchas vertientes, siendo una de ellas mejorar el trabajo de la policía local, así como mejorar su imagen y por ende evitar que la ciudadanía en su necesidad de sentirse protegidos recurran a sus propias estrategias de protección, al mismo tiempo provocaría una mayor identificación con las autoridades. Así se maximizaría la función social de los partidos (Downs 1993) como un subproducto de motivaciones privadas) y de ser medible el bienestar social se hablaría también de una maximización del mismo. De esta forma se habla de un fortalecimiento en dos sentidos, el político y el administrativo, hoy una de las alternativas para México es mirar sí, a la nueva institucionalización de prácticas pero de una forma racional, es decir no “hacer por hacer”, si bien hoy la participación de la sociedad civil es más fuerte todavía existen grandes rezagos, debido precisamente a la verticalidad de la toma de decisiones, y donde pese a los esfuerzos realizados, la implementación de la agenda sigue estando marcada por el mismo gobierno, ¿Hasta dónde el gobierno puede decir cuál es un problema y cuál no?, hoy el tercer sector debe verse fortalecido por medios de comunicación comprometidos con el sentido de informar, así mismo deben fortalecerse las redes políticas entendidas como patrones estables de relaciones sociales, es decir círculos de confianza, entre actores interdependientes que, toman parte de las problemáticas que les aquejan sobre todo en un ámbito cercano a ellos, sus colonias y municipios principalmente, además de guardar como ya se señaló anteriormente un proceso político, las redes políticas sin duda pueden considerarse como el máximo intento de analizar e intervenir en el contexto y el proceso de la formulación de las políticas. Al mismo tiempo deben mirarse los subsistemas donde estas se desarrollan, recordando que un subsistema es entendido por Freeman (1965) como un patrón de interacciones, o bien actores involucrados en la toma de decisiones de la política pública. Además de Freeman un concepto que me parece importante subrayar es el desarrollado por Ripley y Franklin (1987) quienes en lugar de hablar de subsistemas hablan de subgobiernos, que de acuerdo a ellos, estos son un grupo de individuos que toman la mayor parte de las decisiones en un área determinada de la política, en ese sentido podría señalarse una analogía entre el concepto de subgobierno de Ripley y Franklin, debido a que su modelo consistía en miembros de Congreso

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y/o el Senado, empleados del Congreso, una gran cantidad del servicio civil y representantes de grupos de interés especiales. Ello los llevo a enfatizar en el hecho de que este grupo tomaban decisiones de manera rutinaria, y al hacer de esto un proceso común lleva a los sujetos a estar bien informados sobre el contenido y el proceso de la toma de decisiones, de tal forma que podían trabajar de manera eficiente por largos periodos, ello habla de una continuidad en la agenda, caso contrario al de México donde el cambio de legislatura implica por ejemplo el cambio de agenda y la inserción de nuevas ideas y metodologías. La dinámica de estos subgobiernos es la siguiente, los participantes del subgobierno en sí mismos están en desacuerdo fundamentalmente en algunos puntos; el presidente u otros altos funcionarios administrativos y miembros del Congreso intervienen y movilizan recursos para alcanzar cambios; los nuevos temas de políticas atraen la atención de los miembros externos, y estos temas son llevados al subgobierno por los miembros externos, o por los miembros sí mismos. En ese sentido es clara la apertura que debe de existir para que la toma de decisiones sea una “forma de vida” donde se distribuyan responsabilidades y las relaciones sean un tanto horizontales. Además debe prestarse atención a la evaluación de la política, pero también a la evaluación en una fase de planeación, puesto que muchas de las carencias de las políticas se presentan no en la implementación, si no en la formulación, como ya se ha venido mencionando deben fijarse objetivos claros, y además alcanzables, así mismo se debe reforzar este proceso, para no seguir homologando las prácticas sin tener resultados. Hoy México debe repensar sus prácticas y procesos, no seguir enfatizando solamente en el uso del argot de las políticas públicas, antes bien debe orientar sus objetivos hacia la formulación de políticas integrales, que le permitan conocer lo que el ciudadano desea, y permitirle participar más allá del voto, de otra forma se estaría cayendo en las mismas promesas sin cumplir. La apertura de la agenda es sin duda un tema pendiente, deben fortalecerse los canales de comunicación y trabajar en la capacitación constante así como en la modernización de los conocimientos de la política pública, abandonar la idea de que se sabe todo respecto a ella, buscar lejos de los privilegios de la política ese concepto abstracto que Downs denomina bienestar social. Finalmente se considera al modelo prospectivo de política pública, como un objeto viable que permite conjugar el análisis de las políticas públicas desde diversos enfoques y que se mueve con versatilidad frente a escenarios complejos conformados de actores con múltiples racionalidades, bajo cuatro supuestos: 1) El reconocimiento del disenso como derecho de los ciudadanos por expresar y defender lo que a su interés y racionalidad convenga, desde perspectivas y entornos de racionalidad tan rica y variada como los individuos organizados en sociedad. 2) La gestión gubernamental pública opera en el universo de la certidumbre, derivación fundamental de una racionalidad técnica usualmente de orden y secuencia lineal, pero orientada también a generar certeza y confianza en los ciudadanos respecto a la capacidad del gobierno y la administración pública de materializar el bien común, con recursos generalmente limitados, para enfrentar la múltiples demandas que se originan en la sociedad. 3) Sí bien todo lo que hace el gobierno tiene un eminente carácter público, (…) no constituye el único espacio público, dado que es el imaginario colectivo que llamamos sociedad (…) es hacia donde regresa el quehacer público. Se renueva el carácter ciudadano y por ende público, a la acción coordinada del gobierno, administración pública y sociedad posibilitan el establecimiento de contenciones a la distorsión que la competencia desigual genera en su sentido más oligárquico. Es la sociedad la que constituye e instituye a los ciudadanos y es la conciencia siempre presente de los otros en nuestra cotidianeidad lo que nos torna en seres esencialmente públicos, condición inherente a la naturaleza eminentemente política de los individuos organizados en sociedad (Ramirez, s.f.) Betsabe Ivette Morán Alcántara Universidad Autónoma del Estado de México

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Bibliografía: · Arellano Gault David “El enfoque organizacional en la política y la gestión públicas” Entendiendo las organizaciones gubernamentales. · Arellano Gault David “Gestión pública: Fuentes analíticas, críticas pertinentes y advertencias sobre su uso” · Bracho Teresa “Políticas basadas en evidencia: La política pública como acción informada y objeto de investigación” P.p. 291-319 · Casar María Amparo/ Maldonado Claudia “Formación de la Agenda y procesos de toma de decisiones: Una aproximación desde la ciencia política” P.p207-235 · Méndez Ramírez José Juan/ Becerril Sánchez Teresa “Planeación estratégica: Técnica aplicada en la administración pública” Quivera año/ vol. 7 Número 002 UAEM Toluca México P.p. 160-178 · León y Ramírez Juan Carlos, Garduño Barrera Federico, y Gutiérrez Cortés Mauricio, “Modelo prospectivo de política pública” en Ciudadanía, democracia y políticas públicas, México FCPyS, 2006 . · Chávez Morelos, M R y Figueroa Reyes, A (2008): “La evaluación como estrategia de la gerencia pública”. XIII Congreso Internacional del CLAD sobre Reforma del Estado y de la Administración Pública”. Buenos Aires, Argentina, 4-7 nov. 2008. · Estudios de referencia: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Honduras, México,Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay. Feinstein, O (2008). “Institucionalización de la evaluación en Iberoamérica: Desafíos y oportunidades.” XIII Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública. Buenos Aires, Argentina 4-7 nov. 2008. · Morín, E. (2004) “¿Podemos reformar la administración pública?” IX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del estado y la Administración Pública, Madrid, 2-5 nov, 2004 · Ospina Bozzi, S (2000) “Evaluación de la gestión pública: conceptos y aplicaciones en el caso latinoamericano”. V Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Santo Domingo, Rep. Dominicada, 24-27 Oct, 2000. Subirats, J. (2003) ¿Qué gestión pública para qué sociedad? Una mirada prospectiva sobre el ejercicio de la Gestión en las sociedades europeas actuales”. Instituto de Gobierno y Políticas Públicas UAB. Disponible en la red: Biblioteca Virtual sobre Gestión Pública TOP, 2003.

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Universidad de Salamanca

Foro Internacional Mujeres, PolĂ­tica, democracia Rompiendo los techos de cristal en AmĂŠrica latina

23 al 28 de marzo de 2014

+ Info: alacip.com


Así lo escribió

El país de las últimas cosas: El desarrollo del caos Paul Auster - Anagrama, 1994 La novela “El país de las últimas cosas” de Paul Auster ofrece al público lector una alegoría de una sociedad completamente fatalista y corrompida. Corrompida desde su macro estructura, hasta cada individuo que forma parte constituyente de ella. En el transcurso de la lectura se podrá presentar algún sentimiento de angustia, inquietud y vacío existencial que posiblemente acabará al concluir la última página de tan excelente libro, pues en la ficción, el autor lleva a sus últimas consecuencias la sociedad actual. Anna, la protagonista, comienza la búsqueda de su hermano en un país desolado por la pobreza, muerte e incertidumbre. Sin embargo, para el lector que ha incursionado en el mundo de la sociología clásica (Marx, Durkheim, Weber, Simmel, Parsons, etc.) la sensación que se experimenta es aún peor, pues hay una cierta propensión a no sólo observar la situación crítica de una sociedad común, infectada por la avaricia y el cinismo humano, donde se ha perdido todo núcleo de integridad y rectitud, sino, además, a relacionarla con la realidad y la cotidianidad de la sociedad a la que pertenecemos. La tesis que sostengo a lo largo de este ensayo es que la ficción de la novela (o dígase el contexto social imaginario y fantasioso que se nos presenta en esta historia) no está del todo distanciada del mundo real. Pero, ¿En una sociedad tan deteriorada, enfermiza e inclusive concibiéndola tan irreal y novelesca como la que nos describe la protagonista Anna Blume, se apreciarán rasgos o conceptos del pensamiento sociológico de los clásicos? ¿Es válido analizar una sociedad vista como imaginaria, equiparable a una atmósfera postmoderna, basándonos en teorías modernas? El término de la postmodernidad que introduzco, viene de la definición de Ritzer como “un mundo superficial que carece de profundidad, es un mundo de simulación; un mundo carente de afecto y emoción, una pérdida de sentido del lugar de uno mismo en la historia, es difícil distinguir entre pasado, presente y futuro” Dicha definición la retomo debido al parecido que tiene con la sociedad que presenta Auster a través del personaje protagónico: “Cuando vives en la ciudad aprendes a no dar nada por sentado...Nada perdura, ya ves,ni siquiera los pensamientos en tu interior…” “En nuestras mentes reina la confusión; todo cambia a nuestro alrededor, cada día se produce un nuevo cataclismo y las viejas creencias se transforman en aire y vacío…”

Con esta comparación, el lector de éste ensayo pensará que busco desentenderme de todos los grandes teóricos sociales de la modernidad, pues no corresponderían, según los postmodernos, al análisis de una sociedad postmoderna. Sin embargo, eso sería poco congruente y coherente de acuerdo a la idea que quiero desarrollar: la afirmación de que la sociedad que nos presenta Paul Auster no está tan distante del mundo real que apreciamos día a día. Esto lo he de corroborar analizando la sociedad de la novela con conceptos claros y objetivos de algunas teorías sociales que han sido fruto del estudio de sociedades reales y concretas. La ciudad, el entorno físico cultural en el que tiene lugar el nudo de nuestra historia, es un sitio en el que se presenta una laxitud patológica moral. Lo cual para Emile Durkheim es atroz porque la sociedad misma no es capaz de frenar el deseo insaciable del corazón de los humanos. La consecuencia y efecto que éste cataclismo engendra es la anomia, entendida como la incapacidad de la sociedad de ser un poder que regule los sentimientos y actividad de los individuos. Esta anomia, según la teoría del suicidio de Durkheim, deriva en el suicidio anómico, “cuya probabilidad aumenta cuando dejan de actuar las fuerzas reguladoras de la sociedad.” El caso está presente en la novela cuando se narra la cantidad de sujetos cuyo fin era la muerte: Los corredores, una secta que corría por las calles a la máxima velocidad posible con el objetivo de forzar tanto al cuerpo que muriera de agotamiento; las muertes solitarias, donde la gente se subía a los lugares más altos con el fin de saltar; las clínicas de eutanasia, que ofrecían distintos procedimientos para morir, según lo que se pagara; los clubes de asesinatos, donde, si el miedo era un factor que no le permitía asesinarse a uno por su propia cuenta, se le asignaba un asesino a la persona que lo contratara. Todo esto debido a la ineficiencia de la sociedad de otorgar reglas y herramientas que le permitan al individuo realizarse. Sin embargo, nos encontramos con un círculo social que, pese a una falta de moralidad y por ende, de salud moral en la sociedad, sigue siendo capaz de crear representaciones colectivas, es decir, esas creencias y símbolos que la reflejan. La idea y el sentimiento común de desesperanza, de abatimiento, la utilización de un “lenguaje fantástico” es lo que a la vez le da cohesión a la sociedad, aunque el orden social haya sido perjudicado.

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“Pero cuando la fe desaparece, cuando comprendes que ni siquiera te queda la esperanza de recuperar la esperanza, entonces tiendes a llenar los espacios vacios con sueños, pequeñas fantasías y cuentos infantiles que te ayuden a sobrevivir” “¡Tantos de nosotros nos hemos convertido otra vez en niños!” Frente a una sociedad tan dañada, la persona con tendencias “durkhemianas” buscará reformar a la sociedad a través de los individuos; no esperará un gran cambio, vale la pena decir, pero probablemente tratará de atenuar las contradicciones con algo que simbolice un significado común y represente una efervescencia colectiva, de tal manera que se recupere ese orden social. Otra concepción de la sociología moderna presente en la sociedad supuestamente fantástica que observamos en la novela es la del teórico Max Weber. En ésta ciudad, pese a lo muy anómala que nos parezca, seguía persistiendo ese actuar en comunidad que nos explica Weber: los individuos, como sea, seguían siendo partícipes de esa comunidad, con base en expectativas de sus coparticipantes, es decir, cada uno actuaba de acuerdo a la acción del otro. El hecho de que existieran ladrones, tramposos, asesinos, avaros, los puestos de comestibles ilegales, las clínicas de eutanasia, los falsos propietarios, entre otros, requería el hecho de que otros cumplieran o actuaran de un modo esperado. El sociólogo Georg Simmel aborda de manera más literal el tema de la ciudad en uno de sus ensayos y por la semejanza que existe entre su análisis y lo que observamos durante la lectura, puede parecer que el autor de la novela se inspiró un poco en la exposición que hace el teórico acerca de las ciudades, donde para él, como consecuencia de la división del trabajo existente en esos lugares, las personas no se ven como personas, sino como objetos o cosas, que son pasajeras e intercambiables. En la novela se ejemplifica muy bien, pues, llevado éste fenómeno a su punto máximo, vemos que incluso los cadáveres eran objeto de ganancia y producción, ya que estaba estrictamente penado el entierro de los difuntos porque existía una institución especial (los centros de transformación) para seguir explotando hasta la más ínfima parte del ser humano. Asimismo se contaba con la presencia de los ropavejeros que solían despojar de todas sus pertenencias a los muertos que se encontraban en la calle, quitándoles toda cosa que poseyera un valor, incluso era válido arrancarles los dientes si estos eran de oro o plata.

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“Si el diente de tu marido puede alimentarte durante un mes, ¿quién puede culparte por quitárselo? Este tipo de actitud resulta aberrante, ya lo sé, pero aquí, si uno quiere sobrevivir, debe aprender a dejar a un lado los principios” Todo esto genera la crisis presente a lo largo de la novela en los habitantes de la ciudad que, además, son prisioneros de ese entorno, lo que haría que retomáramos las ideas de Weber, acerca de la “jaula de hierro” representado en la novela en un modo figurativo por las fronteras, el muro marítimo y la muralla de Fiddler que impedían la salida de la ciudad. Resulta curioso que en una sociedad que denominaríamos poco funcional debido a los problemas que la protagonista de la novela nos narra, observáramos también la presencia de los principios de la teoría de la acción social de Talcott Parsons que presenta Roscoe Hinkle.Algunos de estos son: 1) Las actividades sociales de los hombres se derivan de la conciencia de sí mismos (como sujetos) y de otros, y de las situaciones externas (como objetos) 2) Como sujetos, los hombres actúan para alcanzar sus intenciones, propósitos, ambiciones, fines, objetivos o metas (subjetivos) 3) Utilizan los medios, las técnicas, los procedimientos, los métodos y los instrumentos adecuados. 4) Sus cursos de acción están limitados por condiciones o circunstancias inalterables. Aunque de una manera insana, los integrantes de la ciudad eran, en cierta medida, conscientes de sí mismos y de otros, evidentemente no en un sentido altruista, pero la conciencia de la pertenencia a una comunidad era clara, por lo mismo que hemos anteriormente mencionado con Weber: hay una dirección de las acciones, dirigidas o teniendo en cuenta la acción de los otros. Es también claro y evidente que los hombres actuaban para alcanzar sus objetivos: robar para comer, matar para comer, etc. Utilizaban los medios adecuados referentes a los fines que se propusieran, generalmente, el fin de todos era la supervivencia. Se convertían en recogedores de basura o buscadores de objetos con el fin de obtener un poco de comida “Lo más importante es sobrevivir. Si pretendes seguir adelante, debes buscarte una forma de ganar dinero…” Además, no se puede negar que los habitantes de la ciudad, con todo el desorden social que experimentaban, seguían viéndose limitados y restringidos en sus actos por los límites que fijaban las estructuras sociales. Resulta sumamente curioso, puesto que seguía existiendo la figura del Estado con un rol mínimo, pero nadie se atrevía a sustituirlo, pese a estar caduco en sus funciones ya que éstas estaban reducidas a los cadáveres y excrementos. Aún así continuaba siendo competente para esas específicas y particulares funciones porque estaba hasta cierto punto, organizado y en términos de Parsons, cumplía con la funcionalidad.


Todo mi argumento, que quedó desglosado en los párrafos anteriores, me llevan a creer que ciertamente la reseña de este libro en la que se nos presente una sociedad ficticia y fantasiosa, como desarrollo de la mente creativa de un autor que deliberada o indeliberadamente ha generado confusión en los lectores, no viene siendo más que la sociedad actual llevada al punto máximo del caos, es decir, una prospectiva de lo que el capitalismo tecnócrata ha sido gestor. He aquí se nos presenta una sociedad que es muy parecida a la nuestra: homogeneizada, apagada, con poca intensidad social en sus acciones y que como consecuencia no es capaz de apoderarse de las instituciones que no sólo le resultan inútiles para el fin que fueron creadas, sino que coaccionan e imponen modelos al individuo de manera tal que pierda totalmente su identidad, que se empobrezca a tal grado que no sea capaz ni siquiera de tener fuerzas para vivir y distraído en esa supervivencia, llega hasta perder el sentido común. En la sociedad de la novela, el único motor que les obliga a seguir día a día son necesidades biológicas y orgánicas tan simples como comer, comer en un sentido totalmente “dessocializado”, como trágicamente lo relata Ana en su propia persona. “Lo cierto es que si no fuera por el hambre ya no sería capaz de seguir...” “Resulta evidente que la comida es un asunto complicado y que a menos que uno aprenda a aceptar lo que se le ofrece, no se sentirá en paz consigo mismo” Atemoriza, desconcierta, preocupa y ocupa la idea que no estemos muy lejos de llegar a tal punto; que repentinamente, seamos nosotros mismos los protagonistas de El país de las últimas cosas, pues quizá

sólo basta con agudizar un poco más las contradicciones de la sociedad mexicana y desarrollar el caos del cual somos espectadores de primera fila, pero aún teniendo toda la posibilidad de pasar de ser simples espectadores a actores constantes e incidir en nuestra realidad. Porque el caos, además de su naturaleza catastrófica, también establece las condiciones para generar la semilla que dé fruto a una nueva sociedad. Quizá sea ésta la razón por la que el autor de la novela presenta el desenlace de la misma como algo incierto, con un resquicio de esperanza y una posibilidad de un cambio de rumbo. “Todo es posible, y eso es prácticamente lo mismo que nada, casi como nacer en un mundo que nunca ha existido…”

Paola Gabriela Espinosa Cruz UNIVERSIDAD AUTÓMOMA METROPOLITANA UNIDAD XOCHIMILCO

Bibliografía: Auster, Paul, El país de las últimas cosas, Ed. Planeta Mexicana, México, 2012. Durkheim, Emile, “El suicidio anómico” en El suicidio, Losada, Buenos Aires, 2004 Rizter, George, Teoría sociológica clásica, 6 ed., Mc Graw Hill, México, 2012 R i z t e r, G e o r g e , Te o r í a s o c i o l ó g i c a moderna, 5 ed., Mc Graw Hill, México, 2002.

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Así lo escribió Por una teoría del sistema político mexicano: Easton y Luhmann

relevantes, es decir, son “el conjunto de los actores que antevienen en el proceso político más amplio, desde la formulación de demandas hasta la toma de decisiones, pasando por su trasformación” ( Torres, 2000, p.p 684); el tercer elemento es la estructura de autoridad, la cual se refiere a la los titulares que detentan el poder, y por tanto las tomas de decisiones. A decir verdad el orden en que sean tomados para su análisis no es relevante, pero sí el equilibrio que logren hacer conjuntamente para garantizar una legitimidad, y por tanto una estabilidad política. Para el funcionamiento del sistema político, David Easton propone el siguiente esquema:

Hablar de un tema en la ciencia política como una generalidad puede resultar una gran controversia, ya que existen diferentes enfoques teóricos que explica, a su modo la realidad. El reto entonces, de un politólogo es comprender la teoría para hacer frente a al contexto en que se encuentre. El sistema político, por su parte es una realidad para cada contexto que se analice, y DEMANDAS va a cambiar en la CAJA NEGRA medida en qué tan democrático o no sean (Inputs) RETROALIMENTACIÓN las instituciones que lo APOYOS (feedback) conformen. El politólogo norteamericano David Easton, dio a conocer en 1968 en México su libro “Política Moderna” en el cual propone que para analizar a la ciencia política es necesario tomar como objeto de estudio al sistema político, éste lo define como: “distribución autorizada de valores dentro de relaciones de poder particulares” (Torres, 2000, p. 682) Como valores él entiende, todo aquello que la comunidad política desea. Sin embargo para analizar el sistema político es necesario enunciar qué se entiende por sistema, y posteriormente los elementos generales que lo conforman, que a su modo comparten la mayoría de los politólogos al estudiar al sistema político. Por un lado, Niklas Luhman propone un marco teórico en el que analiza a la sociedad como un todo, es decir como un sistema social, que es explicado desde su Teoría general de sistemas sociales: “La teoría general de los sistemas estará orientada por la teoría general de sistemas: con esto justificamos el empleo del concepto “sistema”. La teoría de sistemas sociales, por su parte, tendrá pretensiones universales, de aquí que hablemos de “lo general”. Esto quiere decir: cada contacto social será aprehendido como sistema hasta alcanzar a la sociedad como el conjunto de todos los contactos sociales posibles” (Giletta, 2007, p. 220) Por otro lado, el primer elemento que conforma el sistema político es régimen el cual está constituido por una serie de valores, relaciones e instituciones que determinan las reglas del juego democrático; el segundo componente es la comunidad política en la que se encuentran los actores políticamente

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PRODUCTOS (Outputs) Decisiones políticas

Las demandas de la sociedad son introducidas a la caja negra, la cual las trasforma en decisiones, estás deben ser más positivas al número de demandas negativas, y para lograr adaptarse al ambiente, el sistema político deberá darles solución a las demandas y exigencias de una manera eficaz y eficiente, lo que le permitirá gozar de una retroalimentación positiva. Estás demandas con son la clave de análisis político, como lo menciona David Torres: “el contenido de la caja negra es la parte más interesante de descubrir ya que en ella tiene lugar, precisamente, el proceso de trasformación de las demandas den decisiones y políticas públicas que constituyen una de las claves del análisis político” (Torres, 2000, p.p 683). Estas demandas podrían ser aterrizadas al contexto social y político que vive actualmente el sistema político mexicano, ya que se ha preocupado por atender demandas estratégicas y no prioritarias de la sociedad.

Es necesario que sean atendidas de acuerdo al contexto en el que han emergido, sin embargo, no se trata de hacer cambios institucionales o reglamentarios que no logren tocar el problema de trasfondo. Para el caso más particular, la violencia.


Referencias bibliográficas: · Torres Mejía, David, (2000). “Sistema político”, en; Baca Olamendi, Léxico de la política. México, FCE, CONACYT. FLACSO. · Cristiano Javier, Giletta Matías, Von Sprencher Roberto (2007). “Teorías sociológicas: introducción a los contemporáneos”. Buenos Aires. Ed. Brujas. María Guadalupe Solano Olvera Universidad Autónoma de Querétaro

AMECIP CEA Puebla-BUAP

AMECIP CEA DF-UAM-I

AMECIP CEA OAXACA

COMITÉS ESTUDIANTILES AMECIP

AMECIP CEA Estado de México

Es una demanda que siempre ha sido introducida a la caja negra, y a la cual, en el momento, no se le está dando una respuesta adecuada, lo que provoca en primer lugar, que las instituciones dejen de tener legitimidad ante la sociedad, y en segundo una inestabilidad. Esto tiene como consecuencia, una retroalimentación negativaque está dañando a todo el sistema político, a sus subsistemas que lo conforman, y a su vez otros sistemas como lo son el económico, social y cultural con los que tiene una estrecha relación: “El económico que se ocupa de la producción de los bienes y su distribución de acuerdo con referentes de mercado; el social es el ámbito donde se dirimen las cuestiones que atañen a la desigualdad y a las diferencias entre los distintos grupos que encontramos en la sociedad; finalmente el cultural es el espacio donde se producen las explicaciones sobre la sociedad, los valores que la sustentan, sus costumbres y tradiciones, las ideas sobre lo que es y lo que debería ser”. ( Torres, 2000, p.p 682) Aunado a esto, en el sistema económico se verá afectado si se toma en cuenta que las ciudades que sufren los índices más altos de violencia, son las principales exportadoras nacionales e internacionales de alimentos de la canasta básica. Así el aporte de Luhmann y Easton, se ve reflejado de manera diferente en cada sistema político. Ambos teóricos representan a la teoría de sistemas, el primero al analizar al sistema político como un sistema que presenta la suma de sus partes, el segundo como la distribución de valores que se dan dentro de las relaciones de poder. Sean cual fuera el enfoque que el politólogo deseé utilizar, no debe olvidar que analizar al sistema político, implica tomar en cuenta una serie de factores tanto internos como externos que permiten tener una visión más completa, y por ende más objetiva de la realidad.


La ventana

El instante en el que la inocencia se refleja en la simplicidad de una sonrisa, y se trasmite un sentimiento genuino de la pureza del alma.

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Janim Marcela Escobar Paniagua - Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco


Interviú Entrevista realizada al Doctor en Ciencias Sociales Roberto Armando Mejía Fonseca, UAM-X Es muy común confundir la ciudadanía con la sociedad civil ¿Cuál piensa que sea la distinción entre estas? La sociedad civil es una definición normativa de los 3 componentes del estado, no hay estado sí, no hay sociedad civil, pero esta puede manifestar características impropias de la ciudadanía, puedes tener sociedad civil que no alcance a ser ciudadanía por un bajo nivel educativo, un bajo nivel de participación ciudadana, ¿Quién integraría la sociedad civil? Todos los individuos que no tienen afiliación partidista y que no tiene cargos importantes en el aparato de gobierno, la sociedad civil seria simplemente el observador de las prácticas gubernamentales, lastimosamente, porque tendría que ser el auditor de dichas prácticas. El ejemplo más claro es el presupuesto de Porto alegre Brasil, donde ya llego el dinero a manos del ciudadano. En Porto alegre los ciudadanos deciden qué hacer con el dinero y el presidente municipal se los da y ellos con dinero en mano generan obra pública al final del año, obviamente comprueban gastos, eso es ciudadanía. Están casi llegando a auditar las cosas, una especie de contraloría social que también es otro mecanismo de participación ciudadana, suena casi utópico que los ciudadanos observemos las cuentas federales, casi utópico en países subdesarrollados. La sociedad civil es pasiva, la ciudadanía en su estricto apego a la definición tendría que ser activa y exigir sus derechos en dos formas, a nivel colectivo y a nivel individual.

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¿Qué modelos contempla para definir ciudadanía? El problema es contemplar los modelos para definir democracia. El clásico de Almond y Verba en los años 50´s llamado The civic culture, definió variables en el concepto de ciudadanía a partir de una investigación rigurosa entre cuatro países con características distintas. Sabemos que México en ese sentido fue calificado como una ciudadanía de cultura parroquial, que atiende únicamente a las decisiones verticales de una cúspide elitista que no toma en cuenta las opiniones de los individuos del Estado, y digo individuos del Estado para disociar individuo de ciudadano. Hace 20 años hubo una revisión del libro se llamó -The civic culture revisited-, donde ajustaron los resultados a las realidades que demostraba la década de los 80´s. Después tenemos -Ciudadanía y clase social- de Marshall que es un texto escrito en los 50´s y que también es un texto revisitado en los años 90´s por Tom Bottomore. Esos son dos modelos importantes en la actualidad, pero lo más importante es que están revisitados, porque tienen una visión que se ajusta por lo menos a los años 80´s y 90´s, que está próximo a lo que sucede en la actualidad, entonces en ese sentido tenemos nociones más cercanas de las que nos podrían dar los textos clásicos, porque las condiciones han cambiado, obviamente el mundo se transformó radicalmente con la caída de la Unión Soviética y con el triunfo mundial del capitalismo sobre otras alternativas posibles de organización socio política y económica. 25Yo en estos momentos estoy manejando el concepto de ciudadanía y estoy tratando de rescatar a los autores que lo critican. Lorenzo Meyer acaba de publicar un libro que lleva por título -En busca del ciudadano- ¿Qué significa esto? Que el ciudadano está perdido en el análisis político de la actualidad en países en vía de desarrollo ¿Dónde está el ciudadano? Está detrás de un proceso mediático de falta de información por parte de diversos actores del estado mexicano.

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Sí Lorenzo Meyer puede afirmar que el ciudadano mexicano está perdido; es porque primero hay que definir las características que precisaran al ciudadano y estas las encontramos yendo atrás en el tiempo en la revolución francesa, un ciudadano es una persona organizada con capacidad de asociación, con información relevante, con conocimiento de las políticas y de los actores políticos y de sus intervenciones en términos de la relación aparato de gobierno – sociedad civil, que es la relación fundamental en el estado que se conforma por el territorio. O´Donnell por ejemplo, critica la relativa transición democrática latinoamericana de los regímenes de dictaduras militares, entonces el momento de la caída de las dictaduras es el momento de la devolución del poder al pueblo entendido este como una sociedad civil informada y organizada, pero descubre niveles en los distintos países latinoamericanos. Uruguay es clasificado como una ciudadanía de alta intensidad ¿Cuáles son las características de la ciudadanía de alta intensidad? Obviamente la participación ciudadana en los asuntos de la administración de lo público, este es uno de los temas que me está llamando la atención y que hago mucho énfasis, lo público es el interés de la sociedad civil y no exclusivamente del aparato de gobierno, el aparato de gobierno ha monopolizado la administración de lo público, no ha permitido dada la transición democrática que la ciudadanía tome decisiones importantes , la ciudadanía se limita en los modelos democráticos más atrasados de América latina (como el mexicano o centroamericanos) a tomar la exclusiva decisión de votar por representantes electos por los partidos políticos y no de representantes electos por la ciudadanía. Para O´Donnell la ciudadanía mexicana es de baja intensidad, porque no tiene poder de las decisiones de la operación de lo público.

Libro completo disponible en http://docs.com/WL8I


¿Usted de qué forma concibe a la ciudadanía desde un punto de vista formalista? La ciudadanía normativa es una especie de objetividad inalcanzable, el Instituto Federal Electoral ha tratado de generar ciudadanía en los últimos 23 años y su trabajo ha sido sumamente timorato, sumamente simplista, quiere asignar o definir a la ciudadanía como el derecho a las elecciones limpias y la promoción de la cultura cívica, esto refiere exclusivamente a la convivencia y a la tolerancia.

¿Piensa que la ciudadanía en México esta inducida? No, yo pienso que en México no existe ciudadanía. La ciudadanía mexicana tendría que verse manifestado no en las calles sino en las instancias formales relacionadas con la administración de lo público. La ciudadanía tendría que estar defendiendo sus derechos frente al aparato de gobierno, en primera instancia la ciudadanía debería estar informada sobre sus derechos civiles y políticos, y yo dudo mucho que eso suceda. Tú puedes comparar el tiraje de periódicos de Argentina con el de México y la diferencia es abismal, ¿Por qué es esto? Porque obviamente hay consumo y si hay consumo hay lectura y si hay lectura hay información y con la información tenemos ciudadanía. Entonces tenemos estos datos que nos refieren a unos individuos sujetos a las normas del estado, más no a ciudadanos.

La sociedad civil mexicana se organiza esporádicamente y se desorganiza sistemáticamente, la desorganización de una sociedad civil mexicana es inmediata, el caso de Javier Sicilia, la desestructuración de su movimiento es inmediata, no dura meses, no alcanza a durar un año. El contra peso del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional que tiene congelado 15 años; el terremoto del 85 ¿Genero solidaridad ciudadana? ¿Es el terremoto del 85 una de las múltiples causas por las cuales la sociedad civil votara en el 88 por Cuauhtémoc Cárdenas y no por Carlos Salinas de Gortari? Puede ser, pero que pasa, a través de unas elecciones que no son limpias, Salinas toma el poder y la población se desconcentra, vuelve a perderse a desactivarse la sociedad civil, y Cuauhtémoc Cárdenas hace marchas y convoca a la sociedad a fundar un partido nuevo que realmente sea democrático, lo logra pero después el partido pierde las buenas intenciones sobre democracia y participación ciudadana porque se alinea a la fórmula de los mismos partidos políticos, en el 2006 vuelve a pasar lo mismo con Andrés Manuel López Obrador, él convoca a millones de personas en el centro de la ciudad y seis meses después nadie estaba defendiendo sus derechos o ideales y cuales eran estos, que había existido un fraude electoral, a los 6 meses están desactivados, segregados esos intentos de ciudadanos mexicanos. Ahora, el IFE es muy poco sensible con la transición democrática, este instituto no te invita a los asuntos de la administración de lo público, no nos invita a exigir referéndum, plebiscito, revocación de mandato, segunda vuelta en elecciones, asamblea ciudadana, consejo vecinal, presupuesto participativo, al IFE no le importan esas cuestiones, el IFE tiene una normativa comunicacional exclusivamente dedicada a la cultura cívica y la cultura cívica es el comportamiento individual regular que el estado desea y eso desde mi punto de vista no es ciudadanía.

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¿Cómo es que transcurre México a la categoría formalista de una ciudadanía? En primer lugar a través de la gestión local, las posibilidades de un verdadero ciudadano en el país se dan más en el ámbito local que en el ámbito federal esto tiene que ver con la cooperación descentralizada, con los observatorios de la participación ciudadana, con la hermandad de ciudades de la Unión Europea y América Latina, este proceso de los europeos cuando se encontraban viviendo en un estado de bienestar, tenían tiempo de voltear a América Latina y tratar de ayudarlos, entonces hubo varios proyectos de cooperación internacional entre ciudades, no entre gobiernos federales, hubo más de cien mil convenios entre estas ciudades para generar desarrollo, ellos lo que proponían eran sus experiencias exitosas. 27¿Qué pasa en México? Se está legislando a favor de la ciudadanía a nivel local, no a nivel federal, a que se puede atribuir esto, a que a partir de la creación del Instituto Federal Electoral y del triunfo del PAN en aquella elección de 1989 en baja california que fue la primera vez que un partido que no era el PRI gano un estado, a partir de ese momento ha existido una transformación democrática interna y localista en la república mexicana, eso genero una competencia electoral bastante fuerte para mantener cotos de poder, tanto PAN,PRI, PRD generaron cotos de poder que tenían que defender a toda costa y ¿Cuál fue su estrategia? Recurrir al regreso de la confianza en la ciudadanía y en sus instituciones. En este sentido los estados están ofreciendo mecanismos de participación ciudadana. Existen más de 15 mecanismos de participación ciudadana, están desarrollados en países como Uruguay, Argentina, Chile, Costa rica y Venezuela.

Venezuela es un caso particular porque en la constitución federal de 1999 existen los mecanismos de participación ciudadana. En México lo que pasa es que las localidades tienen que hacerlo, los congresos estatales compiten con otros para ganar presupuesto, para ganar confiabilidad y para ganar legitimidad democrática. El DF tiene ya legislados más 10 mecanismos de participación ciudadana como: asamblea ciudadana, revocación de mandato, referéndum, plebiscito, consulta popular, iniciativa popular, etc. El único estado que lo iguala de manera muy interesante es uno de los estados más pobres del país es el estado de Guerrero, de ahí la lista se distribuye hacia abajo numéricamente, entonces que está construyendo la ciudadanía en México, la competencia electoral local.Juan E. Hernández CarmonaPero tenemos que ver positivamente la creación de estos mecanismos, si bien están sumamente pervertidos, es un inicio, yo no podría generar un discurso negativo sobre los mecanismos de participación ciudadana y decir que son simulaciones, porque yo lo que quiero es defender la generación pronta de una ciudadanía mexicana estable y digna. E insisto, es una lástima que el gobierno federal no esté interesado y los estados lo estén por la competencia electoral, para ganar más votos y que lastima que existan solo dos estados con dos mecanismos de participación ciudadana. Juan Enrique Hernández Carmona Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo

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LA REVISTA ESTUDIANTIL DE LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE CIENCIAS POLÍTICAS

CONVOCA A LOS ESTUDIANTES, ACADÉMICOS O INVESTIGADORES A PRESENTAR COLABORACIONES PARA PUBLICARSE EN LA REVISTA ESTUDIANTIL RADIOGRAFÍA POLÍTICA. La Revista Estudiantil AMECIP: Radiografía Política es una publicación mensual, en formato electrónico, vinculado a temas de interés especializados en análisis político y social del ambiente juvenil en México. Las colaboraciones se dividirán en las siguientes categorías: Colaboraciones tipo artículo, ensayo o reportaje: cuyo objetivo sea explorar sucesos importantes o coyunturales a nivel nacional o internacional sobre asuntos enfocados a la ciencia política o ciencias a fines.

Requisitos 1) Sólo se publicaran trabajos inéditos y originales. 2) Las colaboraciones serán sometidas a dictamen por parte de la Comisión Editorial de la Revista Radiografía Política. 3) Los trabajos que hayan sido aceptados y que por razones editoriales no alcancen a publicarse en el número progresivo de la revista, se reservaran para el siguiente.

Colaboraciones tipo artículo: producto del análisis de autores o textos clásicos de las ciencias políticas y/o ciencias afines, desde una perspectiva juvenil, haciendo una comparación con los aconteceres actuales.

4) Las contribuciones deberán ser entregadas con una hoja anexa en la cual se indique: a. Nombre completo b. Institución a la que pertenece c. Correo electrónico

Colaboraciones tipo entrevistas: resultado de conversaciones con especialistas en temas de ciencia política o ciencias hermanas sobre temas de actualidad.

5) Todas las colaboraciones se entregarán en versión electrónica con las siguientes características:

Colaboraciones libres: poemas, fotografías y reseñas en la línea de ciencias políticas y/o ciencias afines.

a. Letra Calibri 11 puntos b. Interlineado de 1.5 c. Título de la colaboración en Calibri 12 puntos d. Para las 2 primeras categorías que marca la presente convocatoria los artículos, ensayos o reportajes tendrán una extensión mínima de 5 cuartillas y máxima de 8.

Las colaboraciones deberán ser entregadas a la Coordinación de Asuntos Editoriales de los Comités Juveniles AMECIP, con atención a Elizabeth Valdez, editora responsable, señalando que desean ser publicados en la Revista. Para ello ponemos a su disposición los siguientes correos electrónicos: aeditorialescj@gmail.com / evaldzalvarez13@gmail.com

ATENTAMENTE:

Comité Estudiantil AMECIP Asuntos Editoriales Coordinadora Nacional Elizabeth Valdez Alvarez

6) Las colaboraciones deberán contener referencias bibliográficas según sea el caso y citas en formato HARVARD.


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