OPINIÓN
El modelo educativo universitario y el liderazgo de la PUCP
U
na de las características más singulares de la Pontificia Universidad Católica del Perú es su modelo educativo, compuesto por estudios generales (2 años), pre grado (3 años), maestría (2 años) y doctorado (3/4 años) y caracterizado por la formación integral, la alta exigencia académica y su estrecha relación con las necesidades del país y de la región. Nuestro modelo se ha ido conformando a lo largo de cincuenta años, para resolver problemas y para lograr ciertos objetivos: 1. Enfrentar el ingreso de estudiantes que vienen insuficientemente preparados del sistema educativo peruano. 2. Formar a las personas de una manera integral con una base amplia de conocimientos, con principios éticos y dotándolos de ciertas competencias necesarias para enfrentar el mundo actual. 3. Ofrecer una formación y educación con estándares internacionales, condición para integrarse a la sociedad y la búsqueda de trabajo en un mundo globalizado. Los estudios generales, introducidos hace casi 50 años, por el Rector Padre Felipe McGregor, constituyen la piedra fundamental de nuestro modelo, pues permite que los alumnos que vienen de los colegios, en general con 16/17 años, puedan compensar el déficit formativo que da una secundaria de sólo cinco años. Paralelamente, estos estudios les permiten madurar como personas y, en el camino, incorporar en su formación pensamiento crítico, apertura de espíritu, ética ciudadana, además, les permite confirmar su vocación o también cambiarla. Los estudios generales son recordados por nuestros egresados como los dos años que marcaron su formación. Cuando los estudiantes pasan a estudiar su carrera, por fin se encuentran con los temas sobre
los cuales quieren especializarse y profesionalizarse. La PUCP ofrece 51 carreras de pregrado. Todas tienen programas de estudio con los mayores estándares académicos, lo que hace que sus egresados les sea muy fácil encontrar empleo al egresar y, sobre todo, ser cotizados por su calidad. Hace tres décadas que la PUCP decidió impulsar los estudios de posgrado, hoy tenemos más de cien maestrías y diplomaturas de especialización y 16 doctorados, todos con niveles internacionales y muy conectados a los pregrados y a institutos y laboratorios donde se investiga y con muchos programas de intercambio académico y de formación, con más de 200 universidades del exterior. La fórmula más importante para lograr que este modelo haya podido tener los resultados que nos son reconocidos es muy simple: tener buenos alumnos y buenos profesores. Esto sólo es posible por medio de la selección, pues para ingresar a cualquiera de los niveles educativos de la PUCP se pasa por pruebas de admisión y, los profesores, concursan en base a méritos académicos, para entrar a la docencia y para lograr promociones. La calidad es fundamental y sólo se puede lograr a través de mecanismos de selección. Obviamente, nada de esto sería posible si la PUCP no hubiera desarrollado un modelo de gestión y de financiamiento, también único para una universidad privada sin fines de lucro, que es el soporte material de su modelo educativo. Es este el modelo de universidad que nos ha hecho líder de la educación universitaria en el Perú y que es reconocido en todos los rankings internacionales y nacionales.
Efraín Gonzáles de Olarte Vicerrector Académico
8 BRÚJULA