INFRAESTRUCTURA PUCP
EL PLAN MAESTRO DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA El campus de nuestra universidad tiene planificado crecer sosteniblemente hasta el 2030, y los próximos proyectos de infraestructura ya comienzan a desarrollarse. La Universidad Católica ha tenido muchos cambios importantes en la infraestructura de su campus desde el inicio del siglo XXI hasta la actualidad, en la que la modernización y la implementación de tecnologías en el diseño urbanístico para una educación 2.0 incidieron en la expansión de nuevas edificaciones. José Kanematsu Hazama, ingeniero civil y encargado principal de la Dirección de Infraestructura de la PUCP, ha ideado desde el 2014, junto a
Panorámica del campus universitario PUCP. Fuente: Puntoedu.
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un equipo de profesionales de su área, el Plan Maestro 2030 de desarrollo urbano del campus de Pando. “La PUCP tiene un Plan Maestro que va alineado al plan estratégico que nos da las directivas de cómo desarrollar urbanísticamente el espacio que se posee. Es básicamente un libro de directrices y sugerencias para destacar una óptima infraestructura y proporcionar espacios ecoamigables y autosostenibles que vayan a la vanguardia con respecto a las edificaciones
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Para la elaboración del Plan Maestro, se activo un plan de trabajo en conjunto con todas las unidades y Facultades de la universidad.
que guardan relación con el medio ambiente”, explica. Este plan se preparó exhaustivamente durante un año y medio bajo su dirección, y tiene proyectado ejecutarse a finales de 2019. Según los lineamientos establecidos, sostiene qué espacios deberían expandirse y qué espacios demolerse, cómo debería ser el paisajismo, cuál es el tipo de edificio que se estima, cuáles son las directivas de la urbanización, cómo manejar el drenaje de aguas, medidas ante las lluvias, la altura óptima de los edificios y más. “Es un plan maestro que nos orienta de forma ordenada el crecimiento de la universidad”, sostiene el Ing. Kanematsu. Para la elaboración del Plan Maestro, la Dirección de Infraestructura de la PUCP activó un plan de trabajo en conjunto con todas las unidades y Facultades de la universidad, actores del plan estratégico, para recopilar y cuantificar información basada en opiniones, sugerencias, perspectivas, mirada y visiones que posean sobre la proyección a futuro del campus. “Recogimos de todas las Facultades, unidades operativas, administrativas y educativas sus necesidades con el entorno. En pocas palabras, un Plan Maestro es un proyecto de mucho diálogo y participación de los estudiantes, los profesores y los administrativos. Nos involucra a todos”, señala Kanematsu. Además de los requerimientos del entorno interno de la
universidad, el Plan Maestro de la universidad se complementó con los planes maestro a 30 y 40 años de las Municipalidades de Lima, San Miguel y Pueblo Libre. “Nosotros no sabemos cómo va a crecer Lima de aquí a 10, 20 años o 30 años, ni cómo se van a componer las principales avenidas que conectan a la universidad. Nuestro Plan Maestro incluye salidas, estado del tránsito, el tráfico de Lima y localizar de dónde proviene nuestra principal población”, comenta. Un importante socio estratégico en la elaboración del Plan Maestro fue el reconocido estudio de arquitectura estadounidense Sasaki Associates, especialistas en el diseño y desarrollo de proyectos de espacio rural urbano y sostenible a nivel mundial. Esta firma internacional tiene más de 50 años de experiencia trabajando con más de 600 campus de todo el mundo. Entre las principales universidades del orbe que desarrollaron su Plan Maestro con este destacado estudio están la Universidad de Yale, Harvard, Boston, Philadelphia, Singapur, el Tecnológico de Monterrey y la Universidad de los Andes de Chile. “Ellos hicieron el plan de desarrollo de las Olimpiadas de Beijín. Además, tienen presencia en Europa y Asia”, agrega.
Nuevo edificio de Ciencias Sociales. Fuente: Dirección Infraestructura.
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Uno de los nuevos proyectos es la implementación de la nueva Facultad de Gastronomía en el campus pando con financiamiento externo y será ubicado a lado del comedor central. José Kanematsu Hazama-Director de Infraestructura
El establecimiento de criterios básicos de flexibilidad y adaptabilidad de los lineamientos estratégicos del Plan Maestro elaborados bajo la asesoría de la firma Sasaki propone soluciones a las posibles necesidades de expansión del campus universitario en etapas de cada 5 años, en materia de sostenibilidad y eficiencia energética en las nuevas edificaciones. “Nuestro plan tiene hasta el 2030 y es totalmente flexible. Nos recomiendan que todos los edificios en los primeros pisos sean permeables y traslúcidos para que el campus pueda trasladarse de un lado a otro y que posean espacios colaborativos para reuniones de trabajo. Algunos puntos adicionales, siguiendo los lineamientos de las universidades de vanguardia, consisten en cuidar el medio ambiente, el patrimonio arqueológico y realizar construcciones con materiales reciclados”, revela.
estudiantil y administrativa crecerá ostensiblemente. El comienzo fue la construcción del Tinkuy, una moderna edificación de reunión y esparcimiento de estudiantes y profesores. “Este fue el resultado del primer concurso arquitectónico que nosotros realizamos a nivel de los profesores de arquitectura y quizá el edificio con mejor aceptación dentro del campus. Su propio nombre nos lo dice: Tinkuy significa punto de encuentro, y la arquitectura se basa en que no tiene puertas. Aquello produce que puedas entrar y salir por donde quieras, que la gente se encuentre, converse y haga trabajos colaborativos. Además, se incorporaron espacios para que profesores y alumnos puedan interactuar de manera recurrente”, señala el ingeniero Kanematsu..
A partir del 2011, la universidad emprendió una serie de construcciones emblemáticas para mostrar un renovado campus con miras al centenario de nuestra casa de estudios. Además, teniendo en cuenta las carreras impartidas, la apertura de nuevas titulaciones y cursos de posgrado, y la estimación del número de estudiantes para los próximos años, la población
Asimismo, el Aulario (antiguo pabellón de Ingeniería) y la hemeroteca fueron edificados con la misma mirada anterior. Con 8 pisos, tres sótanos de estacionamientos, el Aulario contiene aulas de primera generación en su interior. “Tienen toda la tecnología posible para llevar conferencias en simultáneo y elementos de orden automatizado como la luz, sonido, certifi-
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Aulario de Ingeniería
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ra y el tontódromo; es la tendencia de transparencia, como la catalogan los arquitectos. El edificio ha sido diseñado para que los espacios vacíos y libres conjuguen alternados y formen una especie de tubería o chimenea que propicia que el aire circule, evitando el tema del aire acondicionado. Ahora bien, ni las oficinas ni las áreas libres tienen aire acondicionado, solo los 20 cubículos personalizados”, describe.
Nuevos proyectos
Futura especialidad de Gastronomía, hotelería y Turismo. Fuente: Punto Edu.
cados led, aisladores y deslizadores sísmicos”, asegura Kanematsu. Sin ser una construcción aislada, el aulario tiene la peculiaridad de seguir uniendo al campus por su propia forma y ubicación. “Puedes recorrerlo en auto en forma circular. Además, se rescató conjuntamente con varias huacas el muro prehispánico, lo que da una mirada hermosa en la explanada de arquitectura. La idea era tener lo antiguo y moderno en un mismo sitio, dando el ejemplo en lo que respecta a la preservación del patrimonio cultural de la universidad”, manifiesta.
Uno de los nuevos proyectos que tiene la universidad es la implementación de la nueva Facultad de Gastronomía en el campus de Pando con financiamiento externo, que estará ubicada en la parte lateral trasera del comedor central. Según Kanematsu, esta nueva edificación va a “coexistir con el Comedor Central a través de los servicios”. Su funcionamiento está proyectado para el próximo año y será “un edificio de 4 pisos, de 4mil m2 y tendrá como socio estratégico a Gastón Acurio.” Gracias a un convenio entre la Municipalidad de Santa María del Mar y la Universidad Católica, en un área de 25 hectáreas se tiene plani-
Facultad de Ciencias Sociales La moderna edificación de la Facultad de Ciencias Sociales, nombrada por el rector como Edificio Centenario, es una unidad pública de uso universitario, es decir, destinado a la docencia, investigación y transferencia de tecnología en el ámbito de la educación superior, y busca ser considerado referente a nivel regional como modelo de sostenibilidad y eficiencia energética. “El primer piso es un área de tránsito en la cual puedes pasar entre Arquitectu-
Aulario de Ingeniería. Fuente: Punto Edu.
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ficado construir una unidad nexo para dar soporte en temas de gastronomía y temas rurales. Además, en el mismo lugar, se está gestionando la creación de un gran parque tecnológico de 42 hectáreas, pero para ello, según Kanematsu, se está buscando la participación de grandes empresas como Samsung, Lenovo y Apple, de manera que estas “puedan invertir conjuntamente con la universidad y hacer de empresas incubadoras en unión con la parte educativa. En las fechas del plan maestro estará listo para finales del 2019”.
Moderno centro de convenciones La universidad tiene muchos soportes educativos dispersos por Lima, Trujillo y Cuzco. Algunos de ellos son el Centro Cultural, Plaza Francia e Instituto Riva Agüero. Al lado de los cruces de la avenida Camino Real y la calle Esquilache, se está empezando un nuevo proyecto: un moderno centro de convenciones que incluirá oficinas de primera y aulas para clases de posgrado. “Para este proyecto, tenemos como socio estratégico a la Municipalidad de San Isidro. La edificación tendrá un teatro que albergará entre 500 y 600 personas, y empresas que busquen posicionar sus oficinas operativas. El otro socio estratégico es Centrum, que dictará cursos de posgrado y extensión. Alrededor de San Isidro no hay infraestructura como esta, y nuestra idea es que la ciudad interactúe con la cultura”, expresa el Ing. Kanematsu.
Ampliación de Plaza San Miguel Desde que se empezó la ampliación del Centro Comercial Plaza San Miguel, las modificaciones a su estructura la han remodelado completamente. Uno de los grandes proyectos que está impulsando la Dirección de Infraestructura de la PUCP, señala Kanematsu, es unir a la universidad con Plaza para la creación de un ‘smart-
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Remodelado Centro Comercial Plaza San Miguel. Fuente: Punto Edu.
city’. “Hemos tenido algunos acercamientos con la Municipalidad de San Miguel, en materia de soporte tecnológico, para que la ciudad funcione mejor e implemente el uso de mallas de internet para hacerla más segura y tecnológica”. Además, en el quinto piso del centro comercial se está gestionando un proyecto de innovación, es decir, “aulas que alberguen start up, networking, de las cuales las mismas empresas puedan incubar proyectos allí en paralelo con apertura de talleres y especializaciones”, puntualiza.
Edificios Antiguos Por antigüedad, un edificio cumple su ciclo a los 60 años, y los primeros en cumplirlo en nuestra universidad fueron los de la Facultad de Ingeniería, por lo que urgen renovarse. “Para el 2030 tenemos proyectado reducir las áreas verdes en un 5%. Sin embargo, no nos vamos a ver tugurizados ni vamos a sentir que convivimos en una urbe de edificaciones”, finaliza el Ing. Kanematsu.
GRUPO DEIMOS
GRUPO DEIMOS:
DETRÁS DEL TELÓN DEL ÉXITO
Celebración del grupo de estudiantes tras la obtención del título de su categoría. Fuente: Grupo Deimos
A pesar del sinnúmero de adversidades, un grupo de estudiantes de la PUCP logró triunfar en un concurso de la NASA en EE.UU. Helen Jara y Francisco Meléndez, estudiantes de Diseño Industrial y Geografía de la PUCP y pilotos del vehículo mecánico todoterreno Rover, están a escasos segundos de ingresar al circuito de simulación planetaria de Marte del Space&Rocket Center, Alabama, donde, des-
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pués de un intenso entrenamiento de un año entero de resistencia y fuerza con Deportes PUCP, deberán conducir el prototipo que diseñaron por un suelo rocoso y lleno de cráteres similares a la superficie del planeta rojo. “Alto ahí, ustedes no pueden concursar”, les
dice uno de los organizadores en el punto de partida a los jóvenes concursantes peruanos. Sorprendidos y anonadados por estar a punto de quedar descalificados del concurso que persiguieron insistentemente por más de un año, solo atinan a preguntar por qué. “No traen los implementos de seguridad para el brazo y necesitan cubrirse”, les responden categóricamente. En cuestión de segundos, voltean y conectan miradas de señal de ayuda con el resto del equipo que corre inmediatamente ante el peculiar llamado. Al llegar, se toparon con la sorpresa de que nadie trajo consigo alguna prenda para cubrir el brazo o un manga larga, ya que ese viernes 13 de abril un sol radiante envolvió a toda la ciudad de Huntsville, lugar donde se desarrollaba el evento. “Rápido, corten la sábana roja con la que tapamos el Rover”, exclamó Ruth Manzanares, docente y coordinadora del proyecto desde el 2017. Sin dudarlo, y a base de manotazos al tampoco traer tijera, cortaron trozos de sábana y las colocaron con cinta adhesiva en los brazos de los tripulantes. La atónita mirada de los jueces y la acción repentina de los concursantes del grupo Deimos quedo registrada en una cámara de la NASA mientras realizaba la transmisión en vivo vía Facebook. Sus amigos en Perú, que seguían la competencia por esta red social, intentaban ayudar mediante mensajes en el video. Al terminar el cometido, el coordinador permite que el vehículo realice todo el recorrido y se consagre campeón en la categoría Jesco Von Puttkamer International Team Award del concurso de la NASA.
Implementación del vehículo mecánico Rover. Foto: Grupo Deimos
Hasta dos semanas antes del viaje del equipo rumbo a EE.UU., el vehículo no funcionaba eficientemente. Solo en pistas lozanas el vehículo podía completar un recorrido completo.
El origen del proyecto Deimos data de una idea de un curso que se llevó el 2016-2 en la Facultad de Arte y Diseño. Básicamente, como proyecto final, consistía en el diseño y construcción de un vehículo que pueda funcionar en Marte. Al terminar el curso, la idea seguía intacta y llega la invitación para participar en el concurso del 2017, pero por destiempo con los procesos no se consigue la inscripción. Carlos Terranova, uno de los miembros fundadores,
Durante el concurso en EE.UU. Foto: Grupo Deimos.
Foto: Grupo Deimos.
La noche antes de la competencia, al no contar con los recursos necesarios, el equipo se regresó caminando desde el Space Camp hasta su lugar de concentración. Pesaje del vehículo mecánico. Foto: Grupo Deimos.
planificó el crecimiento del grupo y los objetivos del proyecto con miras a su participación de abril de este año. En ese lapso de tiempo se sumaron Solmar Martínez, Valeria Bernaola y Piero Rodríguez, de Diseño Industrial; Carlos García y Muriel Castillo de Comunicaciones; y Elvis Bello de Senati. Los nuevos integrantes, de diversas disciplinas académicas, comenzaron a disponer todos sus esfuerzos para lograr la inscripción en el próximo concurso internacional. “Al inicio Deimos era solo el nombre del vehículo, pero en el verano todos comenzaron a venir a la PUCP a trabajar como proyecto”, señala Helen Jara. Hasta dos semanas antes del viaje del equipo rumbo a EE.UU., Rover no funcionaba eficientemente. Solo en pistas lozanas el vehículo podía completar un recorrido completo, pero en otro tipo de terreno sufría desperfectos en su infraestructura: la cadena se salía, las piezas se destornillaban o la palanca del timón se desprendía. Una serie de enredos que propiciaron jornadas de amanecidas en los talleres de artes soldando y ajustando tuercas. “Reservábamos el taller por esas fechas intentando probar el vehículo y si algo no salía bien, nos volvíamos a amanecer, en realidad uno no sabía cuándo iba acabar”, precisa Valeria Bernaola. Una semana antes solo Manzanares y Bello tenían sus pasajes y los costos de su estadía financiados, sin embargo, el resto debía buscársela por algún lado. “El último domingo estuvimos planeando nuestro horario de la semana para ir a buscar empresas que nos costeen los pasajes, y era bastante irreal pensar que íbamos a conseguir en cuatro días todos los pasajes”, afirma Solmar Martínez. Después de recibir varias rotundas negativas y tocar muchas puertas, PromPerú, Cosapi y Latam asumieron el cargo de los viajes del resto del equipo. Antes de abordar el avión que los llevé a USA, la sala de control de equipaje casi les hace perder el vuelo al no considerar las piezas del Rover como partes de un vehículo mecánico. Ni el
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argumento de la participación en el concurso internacional convenció a los encargados. En USA las cosas tampoco fueron fáciles. Desde el principio tuvieron que lidiar con problemas logísticos y de hospedaje. Piero, quién viajó sin un hospedaje fijo, se filtró al hotel donde se hospedaba el resto del equipo. La noche antes de la competencia, al no contar con los recursos necesarios, el equipo se regresó caminando desde el Space Camp hasta su lugar de concentración. “Todos teníamos hambre y no había ninguna tienda abierta, encima cada uno cargaba las piezas del Rover”, recuerda Helen. “A mi me pareció un infierno el tener que caminar más de dos horas sobre pasto. Al día siguiente teníamos que participar a las 7:00 am y todos teníamos las piernas reventadas y sin cenar nada”, describe Piero. Es que la única comida segura que tenían era el desayuno del hotel, lo único contemplado en su plan de estadía. Si hay alguien a quién recuerdan nítidamente por su gran ayuda y aporte al triunfo de Dei-
mos es a Brayan, un estadounidense hospedado en el mismo hotel, quien al igual que los peruanos, pasaron por una serie de percances durante su participación. “El día de la competencia, Brayan nos ayudó llevando a Rover al concurso”, destaca Valeria. Sin desayunar muy bien, pero con las ganas innatas de demostrar el funcionamiento de su vehículo, el grupo partió muy temprano al Space Camp el día del concurso. Al llegar, quedaron sorprendidos por toda la infraestructura desplegada por las otras universidades, quienes eran asiduos participantes de ediciones anteriores. “Uno de los equipos había construido una especie de Iron Man y pensamos que era complicado superarlos”, precisa Ruth sobre el día de la competencia. Sin embargo, en medio de la adversidad y las circunstancias desfavorables, se mantuvieron firmes en su propósito de superar las 4 pruebas del concurso y conseguir el premio en la categoría que disputó. “Ahora Deimos se convertirá en un curso interdisciplinario en la que se preparan y dictarán talleres, seminarios, investigación a los estudiantes”, enfatiza Jara. Grupo Deimos con la bandera peruana. Foto: Grupo Deimos
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