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MEJORA CONTINUA APLICADA A LA AGRICULTURA

El agricultor vive el reto constante de lograr en cada ciclo agrícola mayores márgenes de utilidad en sus ingresos y más productividad en sus cultivos, aunque muchos, esto lo saben hasta el momento de la entrega y venta de sus cosechas para conocer su nivel de productividad. Esto sucede cuando no se tiene un sistema y no se miden o controlan los costos operativos, los procesos productivos y no se lleva una adecuada planeación a lo largo de todas las etapas del cultivo.

Existe una gran variedad de factores que pueden afectar la rentabilidad para el agricultor, entre ellos y el más vulnerable es el comportamiento en los precios en el mercado, la política pública en materia de apoyos para el sector, el incremento de los precios de producción, así como otros factores externos que no están en nuestro control; para algunos agricultores estos son su principal preocupación, para otros es el financiamiento de avío, para otros más es el acceso a insumos o el maquilado de sus cultivos. Lo importante es que, independientemente de la situación, el agricultor pequeño, mediano y grande siempre tendrá retos y dificultades de proporciones distintas, pero igual de importantes.

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Atender las inquietudes y problemáticas que se viven todos los años puede reducirse significativamente si aplicamos la Mejora Continua de forma adecuada en función del tipo de agricultor que seamos, la cantidad de hectáreas en posesión o bajo renta, los implementos agrícolas propios o el nivel de infraestructura, es decir, hay que analizar cada situación de forma particular. El principio básico para incrementar la rentabilidad está en el ahorro y optimización de costos, principalmente sobre aquellos aspectos que sí están dentro de nuestro control; no podemos garantizar los mejores precios de los granos comerciales, pero sí podemos organizar y planear nuestros procesos internos para obtener mejores rendimientos. Por ejemplo, una técnica de Mejora Continua para el ahorro de costos es la denominada “Finanzas Inteligentes” (SMART Finances), o dicho de otra forma, son las finanzas con objetivos específicos, medibles, alcanzables, realistas y con resultados en el tiempo.

Esta herramienta nos ayuda a interpretar la toma de decisiones en resultados financieros, permitiéndonos medir el impacto en ahorro de costos de determinados objetivos que el agricultor se plantee durante su ciclo agrícola.

Los conceptos básicos de las Finanzas Inteligentes son:

• Salud Financiera: Basado en la maximización de ganancias mediante la reducción de desperdicios por cualquiera de sus vértices (Defectos, Habilidades, Implementos Agrícolas/Activos, Sobreproducción, Sobreproceso, Capital de Trabajo, Inventarios, etc.).

• Salud de Mercado: Basado en la competitividad, implica cumplir con el cliente final y entidades externas (comprador industrial, organismos intermediarios, costos de coberturas y seguros).

Si ponemos en perspectiva el costo promedio de producción por hectárea de maíz en Sinaloa se encuentra entre los $55,645 pesos, de los cuales alrededor del 68% se deriva en las labores de fertilización, labores de siembra y gastos diversos, entonces establecer objetivos con anticipación y organización de parte del agricultor previo al inicio del ciclo agrícola es esencial para la optimización de sus costos, tomando en consideración los siguientes aspectos:

Al disminuir nuestros costos aumentará nuestra rentabilidad independientemente de la fluctuación de los precios de los granos en el mercado. Por ello, es clave aprender ciclo a ciclo de nuestros desaciertos y aprovechar las oportunidades que nos permitan aprender a tomar mejores decisiones y cómo actuar ante adversidades externas.

Planear las actividades primordiales con suficiente antelación.

Tomar mejores decisiones de financiamiento con el conocimiento de las tasas e intereses, en balance con el manejo adecuado de capital propio.

Dicho de otra forma, si nos preparamos y capacitamos para obtener un plan de financiamiento y en consecuencia optar por mejores alternativas de inversión, podremos anticipar con aproximación los resultados en términos de costos y márgenes de utilidad aplicando la Mejora Continua en nuestros recursos disponibles.

Invertir inteligentemente en infraestructura e implementos agrícolas, sin excederse de su capacidad de pago.

◆ Implementar medidas sustentables para el aprovechamiento productivo por hectárea, evitar caer en sobrerenta si esto incurre, es un mayor riesgo para el margen rentable.

Las imágenes son sólo de carácter ilustrativo y no dependen forzosamente del artículo.

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