AGROEMPRESARIO FILIBERTO CADENA PAYÁN

Originario de la Ciudad de Delicias, Chihuahua, proviene de una familia de 11 hermanos, hecho que caracteriza la calidez y solidaridad como parte de su vida. Estudió en la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo, donde al concluir sus estudios, fue invitado a trabajar en el Fondo de Garantía del Banco de México, con esta oportunidad y el apoyo de su hermano Mario Cadena, comenzó su carrera.

Filiberto Cadena: En esa etapa de arranque, emprendimos rentando tierras de cultivo y poco a poco fuimos creciendo en la producción de alimentos, fue a partir de ahí que iniciamos en los negocios también producto de la agricultura para solventar nuestra propia necesidad de insumos agrícolas. Posteriormente, nos extendimos a las zonas de Ruiz Cortines y

Santa Rosa, a mediados de los 70’s conformamos los negocios: Distribuidora Agrícola de Sinaloa (DASSA) de tractores e implementos agrícolas y Quimagro de productos agroquímicos. Fue así que, fundamos nuestras primeras dos empresas y fue el inicio de nuestra carrera en los agronegocios. Gracias a este desarrollo personal, como socios, equipo y familia, fue que tomamos la desición de separar nuestras empresas y negocios hace ya más de diez años. Mi hermano Mario se quedó con los negocios de DASSA, así como la constructora en la que desarrollamos varios proyectos como el fraccionamiento Las Delicias, La Herradura y el actual Club Casa Blanca, además de una zona industrial.

“Me vine al pacífico, con la idea de trabajar en Los Mochis, donde mi hermano Mario Cadena, trabajaba en una empresa para la agricultura, pero me enviaron primero a Hermosillo, un año después tomé una decisión clave en mi vida: renunciar a mi trabajo para poder vivir en Los Mochis y junto con mi hermano, dedicarme a la agricultura en el Valle del Carrizo; ahí empezamos a sembrar trigo, soya y papa”.

En 1999 habíamos adquirido la agencia automotríz Volkswagen, empresa que además de Quimagro, pasaron a ser administradas por mí; a partir de esta independencia económica desarrollé mis negocios y fundé nuevas empresas como: Ferticadena en la zona industrial; la agencia automotríz creció hacia Sonora, como FICA “Filiberto Cadena Motors” con sucursales en Navojoa y Ciudad Obregón.

Continué trabajando en la agricultura, haciendo producir la tierra en el Valle del Carrizo y El Fuerte. Fundé Grupo FICA, donde agrupé todas las empresas y negocios que actualmente desarrollo.

Reconozco y agradezco, el apoyo que he tenido de la Asociación de Agricultores del Río Fuerte Sur, en donde me he formado como socio y agricultor de estos Valles; además, he tenido la oportunidad de ser consejero de esta Asociación en múltiples generaciones de Consejos Directivos, así como en la Asociación de Pequeños Propietarios Rurales, APRNES. Fui tesorero en CAADES con Luis Cárdenas Fonseca y con Rolando Zubía Rivera.

Durante más de 30 años, fui presidente de la Sección Especializada de Productores de Papa y de la CONPAPA; porque éramos un grupo muy pequeño de productores de este alimento, tuve la oportunidad de convertirme en proveedor de la marca Sabritas, desde hace más de 40 años para grupo PEPSICO, la empresa vino al norte de Sinaloa en la búsqueda de proveedores de papa, en donde fuimos apoyados y beneficiados los pequeños productores de papa. Actualmente, sigo produciendo papa y maíz en los Valles del Carrizo y del Fuerte.

Al día de hoy, soy socio y consejero en COREREPE y fundador de pastas y aceites COREREPE y Molinos Mochis.

He sido afortunado de pertenecer a todos estos grupos, gracias a la formación y a la proyección que obtuve formando parte como socio de la Asociación de Agricultores del Río Fuerte Sur, la cual creo que, es la Asociación Agrícola más importante del país; considero que es un Organismo ejemplo a nivel nacional por todos los servicios que ofrece y un gran referente como gestor económico y político a favor de la agricultura.

Ante una eventual problemática presentada durante el presente ciclo por la situación climatológica, así como de virosis y originen de la semilla, el frijol inicia los primeros cortes en esta zona norte de Sinaloa, así lo informó el presidente de la AARFS Ing. César Enrique Galaviz Lugo. “Es innegable que, en este ciclo agrícola las condiciones en comparación al ciclo anterior, no son las mismas, ya que es evidente la diferencia en el vigor de la planta por múltiples factores, los cuales deben de ser analizados y atendidos por las autoridades competentes, es importante señalar que de los principales factores para el éxito en la producción de frijol es la siembra de semilla certificada avalada por el SNICS, ya que el agricultor de hoy, no puede darse el lujo nuevamente de tropezarse ante estas situaciones que, repercuten directamente en la producción y por añadidura en el ingreso del productor de frijol”, indicó César Galaviz.

También hizo referencia el líder agrícola que, la esperanza ante una disminución de producción para este ciclo agrícola radica en la evidente disminución de los inventarios, donde se estima que la producción del ciclo anterior ronda en las 10 mil toneladas las cuales, iniciando cosecha podrían consumirse en el mercado, dando pie a iniciar el ciclo con un mínimo de “stock”, generando con ello, un mayor impulso a los precios de la nueva cosecha.

“Nos queda poco frijol del ciclo anterior, por tal motivo, es importante que el productor esté plenamente enterado de esta situación y no malbarate sus cosechas, estamos ante una inusual superficie sembrada del ciclo 2022-2023 de apenas 35 mil hectáreas de frijol, en las cuales, por las condiciones atípicas presentadas, se pronostican bajos rendimientos, por consiguiente, deberíamos de tener buenos niveles de liquidación en la presente cosecha”, indicó Galaviz Lugo.

Cabe señalar que, la semana pasada, los representantes de las Asociaciones de Agricultores del Estado de Sinaloa, se reunieron con el Gobernador Rubén Rocha Moya en donde el mandatario estatal se comprometió con los productores sinaloenses a aplicar el programa de apoyo con los 60 días de almacenaje, situación que abona a los productores a no precipitarse a vender sus cosechas en un mercado de bajos precios.

“En la AARFS estamos listos para recibir las cosechas de frijol de la región; contamos con un excelente servicio de cribado en el cual se están utilizando las bandas magnéticas que abonan a una mejor calidad en el producto final y una disminución significativa en las mermas, algo que beneficia de manera directa al agricultor… nuevamente, hago el llamado a los productores a no desesperarse y no malbaratar sus cosechas”, finalizó César Galaviz.