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ENTREVISTA

DR. MARTÍN ANDRADE MUÑOZ

LA EVOLUCIÓN DE LA VIVIENDA DEBE ABORDARSE DESDE DISTINTOS ÁNGULOS

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“Con respecto a la infraestructura la red telefónica dejó de ser una prioridad, ahora es inalámbrica, y hasta el internet ya no requiere grandes instalaciones y aparecieron otras como la instalación del televisor de pared.”

a evolución del diseño arquitectónico en general en Aguascalientes en los últimos treinta años puede abordarse desde distintos ángulos: Por ejemplo, el programa de la vivienda se ha transformado ya que se tenía el concepto de vida familiar en torno a la zona de comida y luego fue cambiando en torno al televisor y actualmente se ha individualizado por el uso del internet.

En lo tecnológico la vivienda también ha sufrido diversos cambios, hace treinta años no se pensaba en el ahorro de energía, ni de agua, ni el destino de la basura era algo que se tuviera como prioridad. Los sistemas constructivos y los materiales tradicionales se fueron volviendo más industrializados; el cimiento de piedra casi se abandonó, algunos prefabricados se pusieron a la orden y recientemente la loza acero se puso de moda. Con respecto a la infraestructura la red telefónica dejó de ser una prioridad, ahora es inalámbrica, y hasta el internet ya no requiere grandes instalaciones y aparecieron otras como la instalación del televisor de pared.

Con relación al gusto por la vivienda sí ha habido grandes cambios, hace treinta años las viviendas con techos de dos aguas eran la moda, ahora están prácticamente en

desuso. Lugo paso al diseño posmoderno que se abandonó por el regreso del gusto “moderno” y los prototipos de la vivienda de los años sesenta vuelven a ponerse comercialmente de moda. Ahora existe mayor conciencia del diseño y mayor aprecio por el arquitecto.

Desde luego el aspecto económico y el incremento en las comunicaciones han provocado un cambio obligado en la vivienda, en sus dimensiones, en sus materiales, y en su diseño.

Sin embargo, el detonante más importante ha sido el concepto de la seguridad, los “cotos cerrados” de las últimas dos décadas se han convertido en el modelo indispensable para vivir. Esto conlleva hacia un estilo de vida colectiva con derechos y obligaciones. Y por supuesto eso impacta en el diseño, ya que las áreas comunes que ofrecen estos fraccionamientos modifican el programa individual de la vivienda.

Por otro lado, el concepto de sustentabilidad ha ido penetrando poco a poco en la demanda de vivienda, por un lado, el costo de la energía, pero por otro las campañas de concientización al respecto. Algo se ha progresado sin embargo una vivienda para que sea sustentable debería generar por sí misma más allá de la energía otras acciones como la optimización del agua y el rehúso de los desechos. El asoleamiento y la ventilación siguen siendo una premisa obligada de la arquitectura. Y en otro aspecto la contaminación visual urbana. La tendencia va en ese sentido.

Un precepto obligado y tradicional de la arquitectura es su integración al entorno, tenemos grandes ejemplos, campestres y urbanos. La arquitectura debe ser respetuosa de su entorno, pero no necesariamente ser mimética, depende de varios factores el decidir la pertinencia de responder por contraste a su entorno. Un edificio público del género que sea debe distinguirse de su entorno dependiendo de su jerarquía, mientras que uno doméstico no necesariamente; aunque si no agrede a nadie también puede hacerlo.

La vivienda como toda la arquitectura del futuro deberá indudablemente ser flexible, el mundo cambiante que vivimos debe ofrecer la posibilidad de cambio constante y permanente, aparentemente la planta libre enunciada hace cien años aún es un ideal; algunos principios de Le Corbusier siguen vigentes como el derecho al sol, la terraza jardín, los pies derechos y sobre todo la ya mencionad planta libre. Otro aspecto seguramente será la prefabricación, el sistema artesanal de construir que todavía tenemos evidentemente va de salida.

Sin embargo, la tendencia mundial es vivir en edificios verticales, entre otras cosas para optimizar el suelo y la infraestructura urbana, así que la vivienda unifamiliar tampoco será la solución de futuro. En Aguascalientes comienza la oferta de pequeños edificios de apartamentos, pero carecen de áreas verdes y equipamiento urbano, y pronto quien ofrezca mejores áreas comunes será el más exitoso. La lotificación para vivienda unifamiliar ha inhibido el desarrollo de grandes construcciones en México producto de una laxa legislación. La arquitectura como todo está sujeta a las modas, la influencia exterior es muy atractiva pero inconveniente, adaptar modelos de otros climas y otras culturas nos garantiza fracasos. La tendencia actual lamentablemente es repetir los modelos de la modernidad sesentera y eso es síntoma de crisis. Urgen nuevas propuestas no solo formales sino sustantivas que garanticen soluciones más permanentes. La arquitectura como bien patrimonial tiende a un desgaste del gusto solo por motivos comerciales, y eso es muy grave para un país pobre como el nuestro.

Seguramente, las clases altas y medias lo han resentido poco, pero las clases populares han sufrido el hacinamiento en los días que

“La tendencia actual lamentablemente es repetir los modelos de la modernidad sesentera y eso es síntoma de crisis. Urgen nuevas propuestas no solo formales sino sustantivas que garanticen soluciones más permanentes.”

“Un precepto obligado y tradicional de la arquitectura es su integración al entorno, tenemos grandes ejemplos, campestres y urbanos.”

se han confinado, los niños y sus padres padecen por la falta de espacios, no solo de socialización sino de su propio desarrollo físico. La escuela en casa, como el trabajo en casa obligaron la transformación del programa arquitectónico de la vivienda, adaptándolo en condiciones infrahumanas. La pandemia nos ha conciencia de la necesidad de una vivienda más digna y mayor que la que tenemos.

Definitivamente habrá cambios ocasionados por esta crisis de salud, aunque no necesariamente serán permanentes, seguramente vendrán otras necesidades y estos cambios requerirán otros, de ahí la necesidad de construcciones flexibles que permitan una actualización constante sin tanta complejidad. Pronto en el supermercado se conseguirán paneles con instalaciones incluidas, que nos permitan crear, ampliar o reducir espacios en nuestra casa y nuestra construcción contará con los elementos necesarios que estos prefabricados requieran.

El arquitecto es responsable de su profesión y no depende de él tomar todas las decisiones que faciliten o no el desarrollo social. Por eso no debemos comprometer su quehacer con otras complejas razones que intervienen en el tema de la sustentabilidad y en el desarrollo social. Al arquitecto le corresponde dar respuestas a ellas, pero dentro de los parámetros que el contexto le permita. Una vez delimitados sí le corresponde aportar soluciones efectivas para ello. Una aportación importante del arquitecto en los desarrollos habitacionales será en el equipamiento de éstos, que se convertirán en el gancho para su venta.

La coordinación entre los diversos actores que intervienen en la vivienda será la solución del futuro, autoridades, académicos promotores inmobiliarios y sobre todo los usuarios serán los artífices de una nueva normalidad.

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