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THE HARSH REALITY OF TRAUMA

CYNTHIA GUARDADO’S POETRY QUESTIONS THE MEANING OF A HOMELAND AS SHE NAVIGATES THE U.S. AND EL SALVADOR.

LA POESÍA DE CYNTHIA GUARDADO CUESTIONA EL SIGNIFICADO DE PATRIA, MIENTRAS LA VIDA DEL PERSONAJE PASA ENTRE ESTADOS UNIDOS Y EL SALVADOR.

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By | Por: ANDREA RODÉS | AL DÍA News Writer

As a kid, Cynthia Guardado doesn’t recall saying she would become a writer or a college teacher. “As many kids did when we learned about the president of the United States, I used to say that I wanted to be president”, she joked in a recent interview with AL DÍA.

The daughter of a couple of immigrants who escaped from El Salvador in the late eighties, Guardado grew up in Los Angeles, California, and became the first generation in her family to receive a higher education and become an educator and writer. Two professions that as a kid she never considered as a career for herself, “mostly because I never saw anyone who was like me in these positions”, she said.

However, things turned different and Guardado is nowadays an associate professor of English at Fullerton College, California, and the author of two poetry books. Her latest one, Cenizas (University of Arizona Press, 2022), finalist for the National Poetry Series 2019, offers an arrest- ing portrait of a Salvadoran family whose lives have been shaped by the upheavals of global politics. The speaker of these poems —the daughter of Salvadoran immigrants, like herself— questions the meaning of homeland as she navigates life in the United States while remaining tethered to El Salvador by the long shadows cast by personal and public history.

“I think, honestly, that poetry found me. Even though I was writing poetry after I took an introduction to poetry at University of California Santa Cruz, I wasn’t fully connected to it, I didn’t really allow myself to open to it”, she explained. Suddenly, about a year after she graduated from college, Guardado experienced the loss:

“My aunt, an alcoholic, died in the house and suddenly my only way to process what happened was to write. I started writing, and different traumas from my family about alcoholism, my grandfather included, started to surface. That was the beginning of the journey, the

De niña, Cynthia Guardado no recuerda haber dicho que quería ser escritora o profesora de universidad. "Igual que muchos otros niños cuando se enteran de quién es el presidente de Estados Unidos, yo decía que quería ser presidenta", bromea en una entrevista con AL DÍA.

Hija de un matrimonio de inmigrantes que huyeron de El Salvador a finales de los ochenta, Guardado creció en Los Ángeles (California) y se convirtió en la primera generación de su familia en recibir educación superior y hacerse educadora y escritora. Son dos profesiones que de niña nunca consideró como una carrera para sí misma, "sobre todo porque nunca vi a nadie que fuera como yo en esos puestos", dice.

Sin embargo, las cosas fueron de otro modo y hoy Guardado es profesora asociada de Lengua Inglesa en el Fullerton College y, también en California. Además, es autora de dos libros de poesía. El más reciente, Cenizas (University of Arizona Press, 2022), finalista de la National Poe- try Series en 2019, ofrece un retrato fascinante de una familia salvadoreña cuyas vidas se han visto marcadas por las convulsiones de la política mundial. La protagonista de estos poemas -hija de inmigrantes salvadoreños, como ella- se pregunta por el significado de la patria mientras navega por la vida en Estados Unidos sin dejar de estar atada a El Salvador por las largas sombras proyectadas, tanto por su historia personal como la pública.

"Creo, sinceramente, que la poesía me encontró a mí. Aunque ya escribía poesía cuando después de un curso de introducción a la poesía en la Universidad de California Santa Cruz, no me sentía conectada a ella, no me permitía abrirme a la poesía", explica. De repente, aproximadamente un año después de graduarse en la universidad, Guardado experimentó el sentimiento de pérdida de un ser querido, y solo supo encontrar refugio en la escritura.

"Mi tía, alcohólica, murió en casa y mi única forma de procesar lo sucedido era escribir. Empecé a escribir y empezaron point when I started writing about family and considering writing as an option for my future”, she explained.

The fact that she was writing about the family and El Salvador was something that made her parents happy. “My family has always been very supportive of my decision to follow an education, regardless of what path I took (she holds an MFA from California State University)”, she added. Their support, Guardado added, comes from the fact that back in El Salvador his father was only able to get a 4th grade education and her mother only completed high school. “She always wanted to go to university, but it was not possible due to the poverty they lived in El Salvador”, the poetess recalled.

Guardado crafted the poems in Cenizas over a ten-year period, often traveling to El Salvador for research and to conduct interviews. The Salvadoran Civil War haunts the pages of this collection as it unflinchingly explores war, its aftermath, and the bittersweet legacies that are passed down from one generation to the next. The poems mourn those who were lost and honor the strength of the speaker’s ancestors. “All my people have been born from the ashes of volcanoes”, she writes, invoking a family lineage that has endured the atrocities committed against them. Even so, El Salvador keeps pulling the speaker back —and despite warnings of danger, she still manages to find beauty among the ruins.

The Need To Be Critical

On her Instagram, Guardado defines herself as a “Salvadoreña/EE.UU queer, poet, consultant and professor”, and doesn’t hide her strong social justice activism.

“Lately, I’ve been feeling really hopeful about my job and the work of dismantling institutional racism. I know I shouldn’t call it too soon, but I have a good feeling about this semester”, she posted recently under a portrait of herself at her Fullerton College office.

“I don’t shy away from writing critical work about US society, about the US government or the Salvadoran government. I think it’s necessary to be critical and to bring awareness about these issues, even if many people don’t want to hear about them”, she added. Guardado also makes sure these issues are brought to the class and her students are engaged and have models of activism “that may inspire them to speak out about issues they see in society or in their lives”, she stated.z a aflorar diferentes traumas de mi familia relacionados con el alcoholismo, incluido mi abuelo. Ese fue el comienzo del viaje, el momento en que empecé a escribir sobre la familia y a considerar la escritura como una opción para mi futuro", comenta.

El hecho de que escribiera sobre la familia y El Salvador era algo que les gustaba mucho a sus padres, que siempre la han apoyado en su decisión de seguir estudiando (tiene un máster en Bellas Artes por la Universidad Estatal de California). Su apoyo incondicional, según Guardado, se debe a que en El Salvador su padre sólo pudo cursar 4º de primaria y su madre sólo terminó la secundaria. "Mi madre siempre quiso ir a la universidad, pero no le fue posible debido a la pobreza en la que vivían en El Salvador", recordó la poetisa.

Guardado escribió los poemas de Cenizas a lo largo de diez años, viajando a menudo a El Salvador para investigar y realizar entrevistas. La guerra civil salvadoreña recorre las páginas de este poemario, que explora sin vacilaciones la guerra, sus secuelas y el agridulce legado que se transmite de una generación a otra. Los poemas lloran a los que se perdieron y honran la fuerza de los antepasados de la autora.

"Todo mi pueblo ha nacido de las cenizas de los volcanes", escribe, invocando un linaje familiar que ha soportado las atrocidades cometidas contra ellos. Aun así, El Salvador sigue atrayendo a la autora y, a pesar de las advertencias de peligro, se las arregla para encontrar la belleza entre las ruinas.

La Necesidad De Ser Cr Tico

En su Instagram, Guardado se define como "Salvadoreña/EE.UU Queer, poeta, consultora y profesora" y no oculta su fuerte activismo por la justicia social.

"Últimamente me siento muy esperanzada con mi trabajo y con la labor de desmantelar el racismo institucional. Sé que no debería llamarlo demasiado pronto, pero tengo un buen presentimiento sobre este semestre", publicó recientemente bajo una divertida foto en su despacho en Fullerton College.

"En mis escritos no rehuyo a ser crítica con la sociedad estadounidense, con el gobierno de Estados Unidos o el de El Salvador. Creo que es necesario ser crítica y concienciar sobre estos temas, aunque mucha gente no quiera oír hablar de ellos", explica.

Guardado también procura que todos estos temas se discutan en sus clases y que sus alumnos se impliquen y tengan modelos de activismo "que puedan inspirarles a hablar sobre problemas que ven en la sociedad o en sus vidas", añade.z

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