El Candil. Sociedad Antroposófica en Valencia
Num.5—Invierno 2014
Carta Abierta EDITORIAL
Sumario: La salutogénesis y Trimembración. Dr. Juan Camilo Botero. Conferencia de S.O. Prokofieff Teraputicum San Rafael. Egocentrismo y Sociedad. Antonio Martínez Alcalá.
El otoño se recoge en la sinfonía silenciosa de un atardecer dorado. El invierno trae oscuridad al día y la noche más profunda se instala en el corazón de los hombres. Los artificios de “levs” no iluminan más que fantasmas de la realidad. La Navidad transmutada en su aspecto más grosero ya no es portadora de luz a los mundos. Tan sólo pálidos fulgores de humeantes vapores sin sustancia se desvanecen en un sumidero de escarcha. Ante tanta pasividad e inacción. . . Ante tanta falta de fraternidad y de empatía con el otro. . . Ante tanta ausencia de amor. . . Encendamos “el candil” de nuestros corazones y acojamos, con manos extendidas de humildes siervos con voluntad activa, a los habitantes de esa llama que se acercan iluminando espacios vacíos, sombras y huecos. . . Que muestran en su interior de fuego bosques que forjó el herrero. . . Alientos pulidos en la superficie de un espejo... Equipo de redacción
Espíritu Libre. Alberto Llorca.
Ilustraciones de: Miguel A. San Valentín. Joaquín Aguado Díaz.
Equipo de Redacción: Miguel A. Sanvalentín. Lola Pérez Bodi. Antonio M. Alcalá. Manuel Pardo. Consuelo Abad. Alberto Llorca.
A en azules. Miguel Angel San Valentín Maestroarena.
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El Candil.
La SOCIEDAD ANTROPOSOFICA GENERAL (SAG) quiere ser la impulsora en el mundo de la actividad creativa del individuo y de las distintas iniciativas cuyo objetivo es el verdadero conocimiento Científico Espiritual. El impulso de la SAG no es "convencer" ni tampoco "refutar" con contenido intelectual a otras ciencias o pensamientos filosóficos, sino ofrecer libremente un contenido basado en la Investigación Espiritual como complemento esencial a las ciencias y las artes actuales, para la correcta comprensión del Ser Humano y del Mundo. Descubrir la necesidad de un nuevo impulso en la ciencia, el arte y la vida social es esencial como requisito para el reconocimiento de la labor de la Sociedad Antroposófica General. Este nuevo impulso del alma, que ve la necesidad de transformar lo que le ofrece la ciencia "convencional" en un conocimiento verdadero, busca superar la incoherencia que supone separar el conocimiento científico de lo que es específicamente humano: la intuición moral. La intuición es la experiencia consciente, a un nivel puramente espiritual, de un contenido espiritual puro. Para formar a los individuos en el método de investigación espiritual se constituyó en el Goetheanum la Escuela Superior Libre para la Ciencia del Espíritu. Esta escuela superior quiere ser la fuente de renovación de la vida científica, artística y social. Incorpora y coordina en secciones los impulsos individuales o de iniciativas en los distintos campos de investigación: Pedagogía, Terapias, Medicina, Agricultura, Ciencias Físicas, Ciencias Sociales… La aplicación de esta investigación espiritual en las artes y las ciencias es uno de los objetivos de la Sociedad Antroposófica General. En España se constituye como organización nacional la Sociedad Antroposófica en España, a la cual pertenece la Rama Micael de Valencia.
Rama Micael. Sociedad Antroposófica en Valencia. Gran Vía Ramón y Cajal 16 pta1 VLC 46007 Teléfono: (0034) 644 515 624 e-mail: info@antroposofiaVLC.es Web: www.antroposofiaVLC.es
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Sociedad Antroposófica General. Goetheanum. Postfach CH-4143 Dornach 1 Tel. +41 61 706 42 42 Fax. +41 61 706 43 14 Web: www.goetheanum.org e-mail: sekretariat@goetheanum.ch.
Calle La Paz. Valencia.—M. A. San Valentín M.
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La Salutogénesis y Trimembración. Dr. Juan Camilo Botero Antes de llegar al problema que nos ocupa, como parte integrante de la labor de deshumanización puesta en marcha por los intereses que en estos momentos dominan el mundo, debemos hablar de cómo –entre otras disciplinas- la medicina está intentando desvirtuar la imagen del hombre. La tecnología médica está, de forma sistemática, desde los últimos decenios tratando de intervenir de forma decisiva y distorsionadora en la naturaleza específicamente humana; el primer paso consistió en romper con el sentido humanizado de la relación médico paciente. El segundo la tecnificación progresiva y protocolizada del acto medico y próximamente con la introducción de la biocomputación, la genómica y la robótica. ¿Y esto en esencia es malo? Quizás no lo fuera tanto, hay que andar con los tiempos y nunca negar el progreso, si esta actitud no escondiera eliminar la individualidad típicamente humana, para ser sustituida por la noción de singularidad, la cual sólo reconoce el individuo en tanto patrimonio genético particularizado. El hombre sólo puede ser considerado como tal cuando en su concepto de individualidad se incluye su pensamiento y su autoconciencia, mientras que el concepto de singularidad, sólo alcanza hasta nuestra corporalidad física y perceptible como expresión de nuestro mapa genético. El hombre es creado por sus genes. De esta manera aquello que nos separa del mundo animal es obviado y, en consecuencia, pasamos a la categoría zoológica donde el ser humano queda desprovisto de sus señas de identidad: su espiritualidad. Su biografía, como expresión de su individualidad que protagoniza su devenir, es parte importante de los procesos que le acompañan de salud o enfermedad a lo largo de la vida, ya no es tenida en cuenta a la hora de valorar y entender el sentido de sus procesos patógenos.. Por ello no se tienen en cuenta el hecho de que cada ser humano es único y que, tanto la salud
como la enfermedad, se manifiesta de forma individual y requiere su consideración lejos de la protocolización. La medicina debe de dar un giro copernicano en su evolución. La curación debe de llegar desde el conocimiento evolutivo del hombre y no desde la estadística que proporciona el hombrepromedio. Si todos estos avances no son gestionados desde el conocimiento y desde la responsabilidad que de él emana, las consecuencias puede ser catastróficas, no sólo para el hombre, también para toda la naturaleza. Sin esta visión, los avances tecnológicos de la ciencia sólo contribuirán a desvirtuar y modificar la imagen arquetípica del hombre. Las implantaciones de neurochips, los nano motores circulantes por nuestro ADN, la monitorización permanente tele-remotamente controlados. . . son y serán –todavía más en el futurocoartadores de la libertad no sólo en el plano molecular, también en el ético y moral.
canicista del mundo introducida en el siglo XIX nos ha conducido a una visión instrumental y numérica del mundo. En este caldo de cultivo se cuece el hombre-máquina. En el cual se han desarrollado las ciencias relacionadas con el ser humano: Psicología, Medicina y Biología. En 1917, Rudolf Steiner da contenido a la Triformación como método para superar el dualismo y sus consecuencias éticas en la ciencia y en la vida social. La Triformación aporta la capacidad de entender las dinámicas que configuran el mundo orgánico; partiendo del Todo hacia las partes, se profundiza y se amplifica el conocimiento sin perder la vinculación con el Todo. En la triformación existen dos elementos polares dinámicamente opuestos que se resuelven y pueden convivir en una misma entidad gracias a un tercer elemento que los armoniza y modula.
El hombre no puede ser entendido más que de una manera macrocósmica. Sólo en ese contexto se pueden entender las relaciones entre pensamiento, sentimiento y voluntad y, desde ahí entender y profundizar en las correspondencias dinámicas e interactivas que deben de darse entre Hombre, Naturaleza y Cosmos. Es el penúltimo paso hacia la disgregación de lo humano en la nanoscópica mirada de la tecnología, donde sólo es fiable aquello cuantificable, medible y manipulable tecnológicamente.
DE LA DUALIDAD A LA TRI-UNIDAD El dualismo filosófico que arrastramos desde el siglo XVII ha potenciado la radical división del ser humano en mente y cuerpo, conciencia e inconsciencia, espíritu y materia. Esta radicalización ha dificultado la comprensión dinámica de esas relaciones. La especialización del saber junto a la visión me-
La dualidad entre tesis y antítesis busca el equilibrio en la síntesis. En la síntesis brota la antítesis y así de nuevo circularmente. La síntesis no es superación , es dualidad latente. La triformación está presente en la naturaleza entera. En el reino vegetal podemos observar la polaridad entre la flor y la raíz. Ambas entrarían en una dinámica destructiva, si no fuese por el elemento mediador de la hoja. La flor tiene tendencia hacia lo esférico,
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mos advertir la polaridad entre la cabeza, con su tendencia esférica y las extremidades, con su tendencia lineal. Mientras en la región del medio, surge el tórax como elemento mediador rítmico, que contiene lo lineal en las costillas planas y lo esférico en la configuración espacial del tórax.
la expansión y la disolución en: aromas, polen, color, sutilidad. La raíz es lineal y angular, tiende a la contracción y se caracteriza por la concentración de sustancias y la absorción de agua. Entre ambas aparece la hoja que alterna lo esférico con lo lineal, que se expresa en el ritmo entre la concentración y la expansión, inhalando oxígeno y exhalando gas carbónico. De esta manera podemos considerar la planta como la expresión visible de la interacción de fuerzas polares en equilibrio. Así que el mundo de los organismos vivientes se expresa en una polaridad que se compensa en la existencia de un elemento rítmico mediador. Esta misma característica se da en los animales: cabeza, metabolismo movimiento y la zona compensadora del medio. Desde el Trylobite hasta en los animales más evolucionados se reproduce esta organización triformada. En el mundo orgánico como generalidad se dan las polaridades entre: interior-exterior; centrípeto-centrífugo; luzoscuridad; cósmico-terrestre; gravedadlevedad. Situaciones que aunque se presentan como antípodas, pueden coexistir gracias a la acción mediadora del ritmo que aparece en la zona media, la cual modula y atempera haciendo compatibles a las fuerzas polares. Siguiendo este patrón si observamos atentamente al ser humano, se percibe su organización trimembrada. Pode-
La Forma y la Función están íntimamente relacionadas. En la organización cefálica reside el pensar, en la rítmica el sentir y en el metabolismo la voluntad. El ser humano se plasma en el pensar, sentir y voluntad. La dualidad mente-cuerpo, o alma y cuerpo, queda trascendida. Y aunque en la actualidad se insista de forma unilateral en el pensar, en realidad los tres matices tienen la misma importancia dentro de la estructura y desarrollo del ser humano. En la cabeza la tendencia es centrífuga, desde afuera hacia adentro. En ella siempre existe una tendencia hacia el estatismo y la inmovilidad. Su tendencia, por lo tanto, es a puntualizar – “punto de vista”-. En esta zona la predisposición que prevalece, comparable a las plantas, es la radicular. Fuerzas con abundancia de forma, líneas y ángulos. La neurona es la resultante de estas fuerzas dinámicas; sin embargo su vida es frágil, son poco vitales y su capacidad reproductiva es escasa si la comparamos con otras células del organismo. En el sistema del metabólico-motor se expresa el polo opuesto. Aquí lo que predomina es el movimiento, las formas esféricas de los órganos y el colorido de la bilis y de las vísceras. Se asemeja a la parte floral de la planta, en donde también se alojan los sistemas reproductivos. La dinámica es centrífuga, va del centro hacia la periferia y tiende hacia el infinito lejano, o bien hacia la disolución total de la materia. Si el polo cefálico es estructurador, el polo metabólico es disolvente. Por el primero nos materializamos y por el segundo nos desmaterializamos. El polo rítmico permite la coexistencia de ambas tendencias radicalmente opuestas, creando una dinámica oscilante en el tiempo, típicamente rítmica. La vida se expresa en el ritmo y en él se mantiene la vida. En la interacción de dos po-
los opuestos, surge un tercero: la vida, la cual está en el justo medio, como la virtud. Permite la contracción del polo cefálico hasta cierto punto y alterna rítmicamente con la tendencia opuesta, proveniente del sistema metabólico, esto es la expansión. El ritmo entre contracción y expansión configura la dinámica de este tercer sistema. ¿Más cómo funciona esto en medicina? La triformación es un principio configurador tanto del mundo microscópico del ser humano como el macroscópico. Permite recorrer todo el mundo orgánico y la comprensión de sus dinámicas. Explica a la vez la forma y la función de los seres vivientes. Permite hilar y tejer el conocimiento desde lo ínfimo hasta el infinito. En medicina permite entender la fisiología y dar base a la patología, que se resuelve en un nuevo paradigma terapéutico. Del polo cefálico parte la tendencia patológica de la esclerosis, como una acentuación de sus dinámicas básicas. Del polo metabólico surge la tendencia inflamatoria, como expresión del calor y de la disolución de la forma, como una exageración de la fisiología. La intervención permanente del sistema rítmico, sana continuamente estas tendencias patológicas y mantiene el orden fisiológico. El sistema rítmico, entonces es el generado de la salud, es salutogenético. Su debilitamiento permite que la tendencia esclerótica o la inflamatoria establezcan e impongan sus dinámicas. La enfermedad es, primero la pérdida de la salud, el fracaso del sistema rítmico en su intención de mantener limitadas las tendencias polares de la cabeza y del metabolismo. La explicación microscópica y molecular de la enfermedad, es una parte del entendimiento de la enfermedad, pero no permite comprender las dinámicas y tendencias, solo constata los resultados. Comparativamente, es como ver que las teclas del piano se mueven pero sin escuchar la música, ni relacionarlas con la melodía. Sobre esta visión se diseñan tratamientos que actúan puntualmente en el blanco molecular detectado como
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La Salutogénesis y Trimembración. Dr. Juan Camilo Botero anómalo sin saber acerca del origen del problema. Se actúa sobre las consecuencias desde una mirada altamente especializada y centrada en la parte de la parte, cada vez más lejana de la totalidad. Las tendencias a la enfermedad, provienen del polo cefálico y metabólico, mientras que de las tendencias curativas se responsabiliza el sistema rítmico.
dos polos se reducen compensatoriamente, comportándose siempre como una entidad integrada, es decir, como un organismo. No solamente como la suma de partes inertes ensambladas concepción mecánica de la naturaleza-. Si relacionamos el hombre con el vegetal tenemos una planta invertida.
Desde esta visión se puede plantear una medicina de la salud, capaz de potenciarla dando pautas higiénicopreventivas, y no solo emplearse para suprimir los síntomas de la enfermedad cuando ya ha fracasado el sistema rítmico. En este nuevo escenario surge entonces el paradigma salutogenético, como nuevo modelo médico. Con estos breves ejemplos del principio de triformación aplicado al Hombre, podemos observar la existencia de principios formativos comunes en el mundo orgánico. Encontramos los principios formativos comunes en el polo cefálico con el polo radicular, el polo metabólico con la flor y en el polo fo-
liar con el sistema rítmico. La variación de estos principios a lo largo de la evolución de las especies, permiten encontrar un tema común a la infinita variación de formas en la naturaleza. Con la triformación encontramos la unidad dentro de la multiplicidad. Es un principio organizador en el mundo orgánico. Permite establecer los elementos comunes entre los diferentes niveles del reino vegetal, a diferencia del pensar analítico que establece clasificaciones y taxonomías basadas en las diferencias. Así las plantas se especializan o acentúan el principio foliar, otras el floral y otras especies recrean el polo radicular en múltiples variaciones y motivos vegetales. Cuando en la planta uno de los polos se incrementa o intensifica, los otros
rial. En el mundo orgánico se produce una continuidad entre el interior de la Función y el exterior de la Forma. En la Naturaleza encontramos coherencia, unidad, intencionalidad y sabiduría. El principio de la Triformación nos permite encontrar el hilo conductor que teje en el mundo orgánico. Es el instrumento que nos permite trascender el obstáculo epistemológico del principio de la dualidad inaugurado desde Galileo y vigente en el ideario científico hasta nuestros días. • Dr. Juan Camilo Botero. Es médico oncólogo y trabaja en la Clínica Dr. Botters, Sabina Canymeras,14; S. Cugat del Valles. Barcelona
Esta fenomenología de similitudes permite establecer líneas de observación en las formas del mundo orgánico. Es también la base para establecer relaciones fisiológicas y terapéuticas entre el
hombre y la planta. Tenemos así que la raíz de la Valeriana tiene un efecto sedante sobre el sistema nervioso. La Digital, con su importante organización foliar, es una maestra y pedagoga del ritmo, de esta planta se han obtenido durante décadas medicamentos para la actividad rítmica del corazón. La Digoxina fue un importante medicamento antia-arrítmico en cardiología. La flor del Árnica actúa como un potente antiinflamatorio, dominando las tendencias exaltadas del polo metabólico. Estas observaciones no son solo una analogía superficial de la forma, sino que en la función o fisiología de la planta, se puede rastrear el principio formativo hasta la fase molecular. Hay una relación entre el principio activo que produce la planta y su apariencia fenoménica que se revela a nuestra observación senso-
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CANTAD
¡Cantad! ¡oh, Dioses! de vuestras desdichadas criaturas, la profunda tristeza y el justo clamor que de ellos mana, como si de una bramante fuente se tratara. ¡Cantad! ¡oh, Dioses! la oda grandiosa que al Cosmos anonade con su Divina magnificencia, y así se dignifique el terrible sufrimiento de los que llamáis hijos…, digna obra de vuestro Sagrado Arte. De ellos habéis hecho pasto de demonios y obscuros intrigantes, para que de su angustiosa lucha, surja, ¡al fin! el radiante esplendor de vuestra bien acabada joya, vuestro ignoto objetivo. Como al desdichado Titánida, a la piedra fría habéis encadenado a estos delicados suspiros que, de vuestro Alto Espíritu, han nacido. Y a los ¡Hijos de Dios! Los Príncipes del Universo, en patéticos esclavos habéis tornado. Como los mitológicos hermanos, un hermoso regalo recibimos, de manos de una mujer que no era Sofía, sino el maligno muñeco disfrazado.
El regalo abrimos confiados, también todos los males, de él, se derramaron. Tan solo, la impasible esperanza, quedó dentro y a todo – hueraresponde…, sí, sí, sí… y nunca cambia. Esos males con su peso inconmensurable e infamante, en lugar de dicha y esplendor, con más sufrimiento, las espaldas de los que a vosotros todo lo deben, cargaron. ¡Cantad! ¡Oh, Dioses! la épica alabanza, a estos que, privados de los frutos de su dignísimo linaje, el camino de hielo y fuego -casi desnudoshasta el fin de los tiempos recorren. ¡Canta tú, sobre todos! Insólito Esplendor, Sol de la tierra y Luminaria del Cosmos, Esperanza Magnifica del Universo. ¡Canta tú! ¡cántanos! para que no perezcamos en el transito, para que podamos, con la gloria del vencedor en la batalla, devolver lo que salió de aquella caja convertido en deslumbrante joya, a tus Manos Salvadoras. ¡Cantad!
Miguel A. S. V. M.
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Conferencia de S.O. Prokofieff Apuntes de la conferencia impartida en el Terapeuticum San Rafael de Buenos Aires, Argentina, el 23 de mayo del 2005. Fuente: Ed. Dorothea www.editorialdorothea.com
Hoy día es necesario combatir al mal cuando se nos presente. El primer paso hacia la meta está dado en reconocer el mal como tal. Las fuerzas del mal de ningún modo son fuerzas abstractas. El mal se halla enraizado en el mundo espiritual donde se encuentran entidades tanto buenas como malas. R. Steiner habla de cuatro clases de entidades de ese tipo. Tres de ellas, a las cuales también pertenece el hombre, se encuentran en la evolución cosmica. La otra clase sobrepasa este nivel. Ciertas entidades no llegan a evolucionar con la especie, cuando quieren adelantarse ya no les es posible y es así como comienzan a producir situaciones nefastas para quienes sí quieren seguir evolucionando, es como si tiraran de las fuerzas del bien para que éstas no pudieran avanzar. Teniendo en cuenta 3 estados cósmicos anteriores del presente hacia atrás veremos a la antigua Luna (entidades luciféricas), al antiguo Sol (entidades arimánicas) y al antiguo Saturno (entidades azúricas). Hoy actúan como fuerzas que están al servicio del mal (impedimentos, contratiempos). El retraso de dichas entidades hoy también puede ser caracterizado numéricamente. Cada entidad que sí cumplió su ciclo puede ser caracterizada con el número 7. Quienes no alcanzaron esta plenitud, pueden ser caracterizadas con el número 6. Como son 3 tipos de seres, los podemos caracterizar con el número 3 veces 6 o sea 666. En el Apocalipsis es utilizado este número para caracterizar a un tipo específico de entidad: Animal del submundo, sube desde las profundidades, con lo cual se denota que no pertenece a la especie humana. Esta entidad actúa utilizando a las 3 anteriores, por ello 666. Traductores hebreos alquimistas han traducido su nombre como Zorat el Demonio del Sol, el cual también es descripto por R.Steiner. Esta entidad combate a Cristo no al hombre. Como Cristo se unió a la
humanidad en el Gólgota, Zorat no lucha en contra de la humanidad sino que se vale de las otras tres entidades 666. Es por ello que esta cifra tiene un significado especial. Después del Gólgota esta cifra apareció tres veces. La primera vez en el siglo VII (año 666), la segunda vez en siglo XIV (año 1332 y la 3° vez al finalizar el siglo XX (año 1998). Las dos primeras veces han sido caracterizadas por R. Steiner y ha dado indicaciones respecto de la vez que volviera a suceder. En el año 1998 no aconteció nada en particular, pero hay que tomar la época, unos 30 años antes y después más o menos. Toda la estrategia del mal ha cambiado. Esto queda bien expuesto a la luz de cómo se aglutinaba y expresaba el mal en épocas anteriores (Bolcheviquismo en Rusia, Nazismo en Alemania). La estrategia en estos casos se valía de toda una artillería que se ponía en movimiento al unísono desde el Estado, la Policía, el Ejército, la ideología aplicada como pseudoreligión, etc. Había toda una estrategia que utilizaba una enorme organización a fin de dirigir las acciones humanas hacia el mal. En el último 1/3 del siglo XX podemos observar cómo el mal ha cambiado de estrategia. Ya no utiliza al estado, a los servicios de inteligencia, etc. Sino que sin contratiempos está tratando de acercarse directamente al yo humano. Hoy ¿es más fuerte el mal?, en ese caso hay una gran chance también para el bien, para que se fortalezca. El mal solamente puede pensar mal, pero no sobre el bien. Cuando el mal ataca al yo individual, existe la posibilidad de decirle que no. Si al mal le llega un no del individuo humano, el mal queda afuera. Como el mal es indefenso ante el no del individuo humano, busca otros caminos. Como no puede atacar al yo, intenta destruir las envolturas del humano también llamados cuerpos Físico, Astral y Etereo.
El demonio intenta destruir al ser humano atacando su cuerpo astral mediante todas las formas existentes de violencia irracional (vease los niños que matan a otros niños: un estudio estadísitico ha demostrado que un niño de 10 años en América ha visto miles de horas de televisión las cuales contienen un alto porcentaje de violencia). Las fuerzas soráticas intentan atacar el cuerpo etéreo del humano mediante la perversión sexual. Vease aquí la vida nocturna de las grandes ciudades, la cantidad de dinero que mueve la industria del sexo y que esta industria no para en el ser humano adulto sino que además, involucra vidas humanas de niños. El cuerpo físico está siendo atacado por las fuerzas del mal en forma de droga. En el mundo se mueve más dinero mediante la comercialización de la droga que en la industria petrolera o automotriz. Con estas estrategias, el mal pretende destruir los cuerpos astral (violencia), etéreo (sexo), físico (drogas) haciendo imposible la vida humana en la Tierra. Si el yo se niega a colaborar con el mal, éste intenta sacarlo de sus envolturas, logrando así seres que parecen humanos pero que ya no lo son, pues lo que hace a lo humano ya no existe. Organizadas, estas fuerzas de seres en envolturas humanas, generan situaciones de las cuales el terrorismo como ejemplo, es sólo el principio de atrocidades y desequilibrios impensables para un corazón humano. Imagen de la que habló R. Steiner cuando interpreta a San Juan cuando dice que desde el abismo Zorat sube con una multitud de langostas con rostros humanos pero con garras como de leones con las que destruye todo cuanto encuentra a su paso. R.Steiner interpreta los rostros humanos y el poder como de leones, como seres que dentro de sus envolturas están llenos de seres demoníacos. Vivimos en una era de evolución del yo, y donde no actúa un yo consciente, allí obran los demonios. A medida que aumenta la evolución del yo, en la misma medida se activan los demonios. R.Steiner representó dos caminos en una escultura que puede ser vista en el Goetheanum. El motivo principal es
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Cristo como ejemplo para la humanidad, manteniendo el equilibrio de las fuerzas humanas reales, en caso de no lograrlo aparece la figura secundaria. Lucifer viene desde arriba, Ahriman desde abajo, y ellos desean encontrarse en el centro. Lucifer viene desde el pensamiento, Ahriman desde los genitales y ambos quieren ocupar el espacio del centro, el corazón del hombre que es el lugar asignado a Cristo, en este espacio sólo puede obrar Cristo. Cristo ha sido ejemplo para la humanidad, el ser humano debe tratar con todo su ser de encontrar el equilibrio a fin de encontrarse con Cristo.
El pensar, el setir y el obrar son fuerzas espirituales que se proyectan en el espacio. El pensar se ha equilibrado (Luzifer desde la izquierda, Ariman desde la derecha), de lo cual resulta nuestra libertad en el pensar. Hemos adquirido esta libertad, pero sin embargo, el pensar está muerto, no tiene esencia, es sombrío. Veámoslo ante un ejemplo: vemos un paisaje especialmente bello, en todo su color, calor, aroma, cuando tratamos de imaginarlo, sólo tenemos una sombra de lo que realmente hemos visto. Como el pensar es sombra, es nuestro y podemos utilizarlo libremente. En el sentir, Luzifer presiona desde el frente y Ariman desde atrás, pero Luzifer sólo llega hasta el esternón y Ariman sólo llega hasta la espina dorsal, con lo cual queda un espacio, en este espacio pueden actuar nuestras buenas energías. En la percepción nos podemos dar cuenta que el sentir no está muerto. El obrar o actuar. Luzifer actúa desde arriba y Ariman desde abajo pero sólo llegan hasta el diafragma, también aquí queda espacio. Notaremos que la voluntad es algo que también está vivo, no está muerto. La figura que aquí surge tiene dos dimensiones ya que en el pensar no tenemos espacio. Surge un cuadrado, falta la dimensión del pensar. Cuando el ser humano fue creado, era un cubo, el pensar estaba vivo. Hemos perdido el vivo pensar y en su lugar adquirimos libertad.
Lucifer viene desde el pensamiento (arriba), Ahriman desde abajo y desean encontrarse en el centro, desean conquistar el corazón humano. Esa área en la cual sólo puede obrar Cristo. Concretamente esto se traduce del siguiente modo: Seres espirituales actúan en el camino del hombre, en los tres espacios terrenales, en tres dimensiones y se expresan en tres fuerzas: el pensar, el sentir y el actuar. El pensar actúa desde la izquierda y desde la derecha, el sentir desde adelante y atrás y el obrar desde arriba y desde abajo.
En ese cuadrado que nos hemos figurado debería surgir el cubo, pero ¿cómo? Para llenar el espacio circunscripto es necesario que espiritualicemos nuestro pensar. Revivir nuestro pensar mediante su espiritualización y llenar el espacio del centro (del corazón) con pensamientos vivos. El pensar es el único elemento con el que contamos para ampliar y llenar este espacio. ¿Qué es este espacio? es un espacio al cual el mal no tiene acceso, podemos decir que no, somos nosotros quienes lo dejamos entrar o no. Es un espacio que puede ser asignado a Cristo. Es el espacio en el que me puedo encontrar con Cristo, el mayor recurso, el mayor ayudador del hombre. Cuando necesita-
mos esta ayuda a fin de que seamos lo suficientemente fuertes como para resistir a las fuerzas arimánicas y soráticas, la tendremos desde ese espacio interno que hemos acondicionado para Cristo. Debemos tener ese espacio siempre libre de otros pensamientos, deseos, cavilaciones. Hoy día esto es muy muy importante, a fin de que Cristo pueda ingresar en ese espacio. Las fuerzas del bien esperan de nuestra colaboración para poder actuar. Las fuerzas del mal se infiltran sin pedir permiso, si uno quiere o no quiere, ellas irrumpen, y se sirven para ello de tentaciones. Si no ponemos nuestra voluntad pensaríamos que se trata de situaciones que vienen de los mundos superiores. Son situaciones de las que se valen los ángeles caídos para tentar en el sentir y en el obrar y no hay forma de descubrirlo si no estamos atentos. Las fuerzas ahrimánicas actúan desde atrás, desde el subconsciente, no las vemos. Si las fuerzas ahrimánicas toman posesión del ser, estas se apoderan del sentir y generan obsesión, o personas que se las ve fuera de su centro (verführt). Aparecen conflictos en los que no es posible discernir sobre el bien y el mal. Quien no quiera construir el espacio interno para Cristo no podrá resolver los conflictos externos que se le planteen ya que no ha resuelto sus conflictos internos.•
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Acuarela. Joaquín Aguado Díaz
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Egocentrismo y Sociedad Antonio Martínez Alcalá Estamos presos de pies y manos del individualismo egocéntrico liberal. De ello y de la economía libre de mercado cada vez más tecnificada que esclaviza ya sin paliativos al trabajador. Hasta ahora, no sé desde este infausto momento en adelante, se hablaba de convenios. Nunca los he entendido ya que un acuerdo sólo puede ser libre cuando los interlocutores hablan en igualdad de condiciones, si no es así –y este caso nunca se ha dado- el obrero siempre está condenado a venderse, si no a cualquier precio si a aquél que estaba dentro de la franja estimada por el capitalista. No de aquella que sería la justa y de acuerdo a derecho. Creo que es el momento de empezar a preguntarnos cosas. La primera sería: ¿Para qué hay unos supuestos derechos, incluso refrendados en una constitución, si no está en la intención –incluso de aquellos que los promovieron- el cumplirlos? El sistema ya ha demostrado amplia-
mente su bancarrota. Su déficit, ya insuperable, es que no ha sabido acabar con el hambre en el mundo. Y en lugar de subsanarlo lo extiende cada vez más, incluso en áreas tradicionalmente libres de su mordedura. El pensamiento de cualquier elemento socialmente activo debe de ser garantizar el bienestar de todos, independientemente de la raza o religión a la que pertenezcan. Y esto entendido no como limosna, sino como fin. No se trata de paliar con dádivas, siempre interesadas, las deficiencias del sistema, sino de eliminar desde la educación y preparación la pobreza en sí misma. Dotando de preparación adecuada, trabajos dignos y remuneraciones justas a todos los hombres y mujeres del planeta. Recursos hay para ello. El problema se hace roca cuando el beneficio es unidireccional y los excesos en las ganancias, la corrupción y el descontrol al que llega la economía sujeta a una especulación sin
freno nos conducen a los fosos de las crisis. El problema se hace acero, nosotros no hemos creado las complicaciones sin embargo somos sus paganos, cuando el egocéntrico capitalista, pensando sólo en sí mismo, la causa producida por su interés sin freno la coloca sobre las espaldas de los trabajadores. Ha confundido de manera interesada el paso decisivo que supuso la Revolución Industrial. Este escalón determinante en la evolución que debía de introducir el altruismo en las relaciones laborales se malversó. Cuando la industria, en lugar de colocarse al servicio de los hombres, situó a estos al servicio de los que dominaban los procesos industriales. En este contexto el rico burgués puso su mirada en las riquezas mientras la desviaba de la miseria que su actuación creaba en su entorno. La fraternidad general dejó de ser un objetivo para convertirse en un enemigo a combatir.
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N u m .5 — In vi ern o 2 0 1 4 Página 11 Egocentrismo y Sociedad. Antonio Martínez Alcalá
De una vez por todas las clases dirigentes, generalmente cultas y con principios religiosos, deben de entender que la pobreza a la que conduce sus acciones en el mundo es una inmoralidad. Nos han introducido en categorías económicas. En ellas el trabajador es otra variable económica más. Y con ella se puede ampliar o disminuir la ganancia explotando o no al obrero. Se optó desde el primer momento, precisamente la clase que mantuvo sus creencias, porque primara el beneficio sobre la equidad. Por eso si tiene que haber despertar; si queremos abrir los ojos y mirar el futuro con esperanza: “la actuación ética no puede separarse de la social”. Sólo con la confluencia de las dos se hace transitable el camino. Si al hombre no se le proporcionan condiciones favorables se hunde en la incultura. La realidad es el resultado de las condiciones económicas imperantes. Y a menos conocimiento más docilidad. ¿Cuál si no es el motivo de todas las medidas retrogradas que se están tomando en educación, sanidad, conquistas sociales. . .? El capitalista vive una situación de elevación sobre los sustratos obreros que los coloca en una nube, donde una existencia sin penurias los introduce en un ámbito anímico ajeno a la tierra real. En él han perdido el instinto social y se han convertido en una realidad extraña al mundo existente, donde el sufrimiento ajeno es una variable no contemplada. Que se oscurece en su afán sin fronteras de obtener para sí de lo bueno lo mejor. El fruto verdadero de esta postura es el egoísta intento de lograr el máximo de felicidad individual. El otro no es más que aquél desheredado de la fortuna que puede hacerla posible. En este contexto la vida se hace imposible. Sólo muerte y desolación pueden ser sus consecuencias. No olvidemos que esta forma de actuar ha conducido a dos guerras mundiales e infinidad, se ha perdido la cuenta, de enfrentamientos locales. Si se pudieran juntar todas esas muertes inútiles, el dolor y el sufrimiento causado quizás podríamos redimirnos. Si se pudiera mostrar a esos despóticos personajes es posible que su corazón bañado en dolor abriera una puerta a la esperanza. Pero no nos hagamos ilusiones. Nada podemos esperar del exterior. Debe-
mos de buscar en nuestra interioridad. Todo lo que hay fuera está viciado y en decadencia. Por eso desde el pensar y la consciencia es necesario encontrar la comprensión del mundo y los caminos que pueden darnos soluciones verdaderas. No paraísos ficticios. No puede haber remedios sin un conocimiento cabal de la vida. Necesitamos una comprensión clara, profunda y concreta de las fuerzas que actúan en el mundo. Sin este conocimiento. Todo anhelo. Toda búsqueda. Es una utopía. La nueva sociedad sólo se puede construir desde el conocimiento. No es válido cualquier reformador social que sólo desde su buena voluntad quiera resolver el problema. Así como existen leyes naturales, también las hay sociales. Cualquiera que quiera intervenir en lo social debe saberlo. La vida práctica necesita de este conocimiento, ya que sólo desde él se puede actuar con éxito en la sociedad. Este capacidad para ser consecuente debe de anegar todos los aspectos de la vida. Sin estos fundamentos políticos, sindicalistas o reformadores sociales no son más que mascaradas que ayudan a la confusión. Casi todo lo que hoy se está produciendo en el mundo en esta línea contribuye al caos existente. No es suficiente con conocer las causas para buscar los remedios, nada en lo social aparece como consecuencia de ellas mismas. En un montón de piedras está la posibilidad latente de construir una casa, pero sin los conocimientos necesarios ésta es imposible. Exactamente lo mismo ocurre en lo social, sin el saber de las leyes que lo hagan viable es inútil cualquier otro intento. El trabajador debe de conocer estas fuerzas actuantes, para crecer con estas aptitudes sociales e introducirse desde ellas en todos los ámbitos prácticos de la vida. El yo egoísta que sólo busca la felicidad individual, y ahí estamos todos, debe desaparecer. Lo importante es la evolución que libere a todos los seres humanos y esto sólo puede lograrse colocando todas nuestras fuerzas al servicio de los demás (ten en cuenta que en este juego tu eres siempre el uno y el otro). Porque no se trata de introducir dogma o filosofías en el mundo, sino vida. Que lo que hagamos se integre en lo social como vida. La evolución sólo puede dirigirse hacia el trabajo libre. Hemos pasado de aquel griego o ro-
mano, siervo de la gleba o esclavo que trabajaba para su amo bajo el peso de la ley, al trabajo bajo la coerción del salario. Mientras no se separe trabajo y salario nunca se podrá estructurar de una forma correcta el funcionamiento de una fábrica y por ende del contexto social. Mientras el pago sea por el trabajo humano y no por las necesidades del trabajador, el egoísmo estará siempre presente en toda organización social que obvie esta primera premisa. Adam Smith sostenía que una comunidad humana prospera en la medida que el individuo consigue para sí la mayor parte del producto de su trabajo. Nada más lejos de la realidad. Todo lo que nos aflige es consecuencia de este egoísmo. La sociedad sólo prosperará cuando el hombre done a los demás todo el producto de su trabajo (tener en cuenta, una vez más, que siempre en estos casos soy el que doy, pero también el que recibo de los otros). Es en este espacio donde el hombre puede hacerse consciente no solo de sí mismo, sino también del ambiente que le rodea. De esta manera puede unirse a él y convertirse junto con los otros en eslabones irremplazables de la evolución positiva de la humanidad. • NOTICIAS.
Por tercer año consecutivo tenemos el placer de presentaros la nueva Agenda -calendario de inspiración antroposófica 2014. El contenido de nuestra agenda gira alrededor de un eje central, que este año es la práctica de la meditación y la incorporación en nuestra vida cotidiana de los ejercicios preliminares en el sendero meditativo de Rudolf Steiner. Además, esta vez hemos trabajado para que la agenda tuviera en cuenta la polaridad entre los hemisferios norte y sur terrestres. http://www.paudedamasc.com
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El Candil.
Angel Coronario. Miguel Angel San ValentĂn Maestroarena.
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Espíritu Libre. Alberto Llorca. Como libro de trabajo para nuestros encuentros en la Rama Micael de Valencia nos propusimos para este año 2013 una obra fundamental de Rudolf Steiner: La Filosofía de la Libertad. Siempre surgen nuevas comprensiones en cada re-lectura y cada vez me conmueve e inspira provocando en mí un sentimiento de agradecimiento hacia la obra de Rudolf Steiner. Porque el contenido de este libro no se agota en él, sino que fluye vivo en cada alma que lo hace presente, expresando nueva vida, inspirando nuevos hechos. Es lo que tiene realizar un “acto libre”, que no se agota en el propio acto, sino que tiene vida propia… que se expresa allí donde un alma lo vivifica. Normalmente ningún acto se agota en sí mismo, sino que se perpetúa en el tiempo y en el espacio. Nadie más beberá del mismo vaso que sin querer rompo mientras friego. El acto de “romper el vaso” por simple y cerrado en sí mismo que parezca, crea una realidad distinta a la que existiría cuando ése vaso seguía intacto. Poca o ninguna consciencia queda en nosotros de la nueva realidad creada; se nos escapa de la consciencia las consecuencias de nuestros actos. Un acto libre también modifica el espacio y el tiempo, pero no lo determina desde fuera, sino que lo dota de significado creativo sostenido por mi amor hacia la acción. Un acto individual puede ser libre o no. Espera, espera… ¿qué significa realizar un “acto libre”? La Coca-cola nos inunda de “actos libres” en sus anuncios, cuando no son anuncios de una marca de coche o de alguna bebida alcohólica. Los publicistas saben captar muy bien la profunda aspiración del ser humano hacia la libertad para reorientarla y llevarla al consumismo. Lo primero que deja claro Rudolf Steiner es que todo acto que no esté penetrado por la consciencia no puede ser libre. Un acto ciego por la ira, un acto automático o repetitivo, un acto reflejo o reactivo, un acto puramente instintivo… todos estos actos no pueden con-
siderarse libres. Pero tampoco podemos afirmar que todo acto permeado por la consciencia sea libre… veamos con más detalle esto.
mos descubrir el mundo, pero el mundo quedaría indescifrable si no pudiéramos permear nuestras percepciones con el pensar.
En la primera parte del libro “la Ciencia de la Libertad” Rudolf Steiner expone de forma detallada los elementos que intervienen en nuestra consciencia. Estos son: La Percepción, el Concepto y la Representación. Esta tripartición de la conciencia puede entenderse con el símil de Cuerpo, Alma y Espíritu. La percepción del mundo se produce porque nuestro cuerpo forma parte del cuerpo del mundo con el que interactúa. Nuestra Representación lleva el sello característico de nuestra alma, de nuestra experiencia y de la forma en que tenemos de ver el mundo, y el concepto sólo puede ser captado porque accedemos al mundo unificado y armonioso del espíritu, donde la percepción adquiere visos de realidad. La rosa que a mí me gusta, no es más que la representación de la rosa que un día percibí y que se marchitó, y que busco en todas las demás rosas que encuentro en mi camino, porque conozco el concepto de “rosa” que las diferencia de cualquier otra flor.
Para realizar esto, creamos en nuestro interior un vacío que es llenado por el espíritu “colmado de ideas” que se manifiesta en el concepto. Y esto lo realizamos en el primer comprender, en la primera y luminosa experiencia de comprensión. La vivencia en nuestro ser de esta experiencia queda alojada en nuestro interior como REPRESENTACIÓN.
Y aquí entro en la maravillosa pero a la vez inquietante imagen que Rudolf Steiner expresa en el capítulo 5 entre proceso universal y el pensar individual. La percepción de la rosa y su captación por medio del pensar se realiza en la periferia donde el ser humano se encuentra con respecto del centro del devenir cósmico universal. Durante la vigilia nos encontramos en la periferia sometida al tiempo y al espacio, donde somos seres entre otros seres. Durante el sueño nos integramos al proceso universal en su devenir unificado, donde perdemos la consciencia de ser. Durante la vigilia, por medio de la percepción, determinamos los conceptos que pertenecen al proceso universal unificado y armonioso; los determinamos por medio de la percepción consciente (la percepción permeada por el pensar) que cobra vida propia del ser del alma en la representación. Sin la capacidad de percepción no podría-
Y aquí está la clave para diferenciar un acto consciente libre de otro no libre: El ser humano conserva en la vida de su alma todo el conjunto de representaciones que ha formado en el tiempo y el espacio a lo largo de su biografía. Este conjunto de representaciones forman junto con nuestro carácter (organización caracterológica), nuestra personalidad. Si el motivo para actuar se obtiene de una representación, nunca puede ser libre dicho acto, siempre estará sometido a los férreos límites espacio temporales que dieron forma a ésa representación. Así que un “acto libre” consciente no puede fundamentarse en una representación. Para la realización de un acto libre debemos abandonar el mundo de lo conocido para explorar las inéditas fuentes del conocer. Y no nos queda otro remedio que utilizar para ello la “imaginación”. Pero no una imaginación fantasiosa, sino una “imaginación moral”. Podemos comprender lo que se entiende por “imaginación moral” si comprendemos las diferencias esenciales con la “representación”. La representación está sometida a los límites espacio / temporales de la percepción, y a las peculiaridades de mi organización perceptiva que me vienen dadas desde afuera. Sin embargo, la verdadera imaginación moral debe sustentarse en sí misma por las fuerzas de mi voluntad (deben ser incesantemente queridas por mí). La representación queda determinada por mi capacidad intuitiva que
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El Candil.
Acuarela. Joaquín Aguado Díaz
N u m .5 — In vi ern o 2 0 1 4 Página 15 Espíritu Libre.
une un concepto determinado a una determinada percepción (no podemos percibir lo que no comprendemos); para la imaginación, yo mismo he de crear las determinaciones conceptuales que sustenten la imaginación. Por eso se le adjetiva como moral, porque soy yo mismo, el que con mis propias fuerzas, sustento la determinación conceptual de l a im a g in ac i ón. Esta “autodeterminación por el pensar” se diferencia de la auto-percepción tal y como Rudolf Steiner lo explica en el capítulo 5. La auto-percepción se obtiene como resultado de realizar un “acto no libre”, un acto realizado bajo los límites espacio – temporales que nos ubica, nos sitúa y nos referencia ante el mundo. La auto-determinación sitúa el centro del ser individual en armonía con el acontecer universal, y no crea una imagen separada del yo, sino que se experimenta en la creación siempre nueva de lo eternamente verdadero, bello y
bueno. Y se convierte así en un acto de libertad. De nada le sirve a la rosa que percibimos con nuestros órganos sensorios nuestra capacidad de autodeterminación, pues ella encuentra el fundamento de su ser en la esencia arquetípica a la que pertenecen las rosas, pero el mundo no está completo sin la percepción del “Espíritu Libre” que sólo el ser humano es capaz de encarnar en sí, y bajo esa perspectiva, el mundo al que pertenece la rosa y que percibimos no quedará completo si el ser humano no es capaz de realizar en sí la libertad.
Es uno de los sentimientos más elevados por los que siempre agradeceré a Rudolf Steiner el amor vertido sobre su obra. Amor que sólo puede encontrar su fundamento en el hecho crucial de la transición de los tiempos. Y remito al lector en este punto al libro que lo aclara extensamente, escrito por Sergei O. Prokofieff y titulado “Antroposofía y filosofía de la libertad” editado por la editorial Argentina “Antroposófica”.•
Se dice que el libro de Filosofía de la Libertad sólo pudo ser escrito por alguien capaz de dar cabida en sí a dicho Espíritu Libre, y que por eso dicho libro no se agota en sí mismo en el acto de ser escrito, sino que obtiene vida desde el centro armónico del universo creativo fuente y fundamento de la vida toda. Iniciativas.
Isabel Más Paños. Médico y arte-terapeuta. Valencia.
Tel. 96 336 71 14 lirio_rosa56@yahoo.es
Juan Antonio Martínez Candel Consuelo Abad. Psicóloga. Trabajo Biográfico. Consejera en educación infantil y de adolescentes.
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Puedes consultar las actividades actualizadas en la página web: www.antroposofiaVLC.es La publicación de la revista “EL CANDIL” está producida enteramente por la Rama Micael de Valencia, perteneciente a la Sociedad Antroposófica en España. No tiene fines comerciales y por tanto su distribución es gratuita.