REVISTA DE EDUCACIÓN
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Qué opinan de: Evaluación
Calendario escolar 2017
Niñas que no irán a la escuela
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AÑO 3 # 6. Febrero de 2017. Mar del Plata.
“Hay que reinventar la educación en la Argentina”
Los padres en la escuela: ¿suman o restan? En los últimos tiempos los padres nos hemos convertido en una rara fauna en relación a la escuela de nuestros hijos, asumiendo diversas conductas. Quienes hacemos Aula Abierta nos propusimos -a modo de juego-, ponerle nombre a los padres según el vínculo que establecen con la institución educativa. Aquí pasamos a contarles nuestra clasificación: a) padres insatisfechos con la enseñanza que le brinda la escuela.b) padres demandantes con la institución y con los docentes. c) padres quejosos.d) padres ausentes. e) padres omnipresentes. f) padres negadores.g) padres watsapeadores. h) padres huidizos. i) padres adolescentes.j) padres “sindicalistas” de sus hijos. k) padres docentes/psicólogos. l) padres culposos y deudores de sus propios padres. ll) padres enamorados del proyecto educativo.m) padres desencantados del proyecto (antes enamorados del mismo). n) padres con la cuota al día(y lo hacen saber). ñ) padres que corren y siempre llegan tarde. o) padres de la puerta. p) padres analizados y progres. q) padres modernos (con chupines y jean rotos). r) padres que estacionan en doble fila. s) padres al fin! Como verán, somos muchos los padres que podemos entrar en más de una categoría. Más allá del sentido del humor que intentamos compartir, sabemos que no es una tarea sencilla criar un hijo y, en este territorio, la educación termina siendo un tema donde se ponen en juego los sentimientos, las convicciones y las ideologías (mensajes que heredamos de nuestros padres, mandatos sociales) que provocan que el vínculo con la escuela sea de una complejidad propia para el análisis. Muchas veces, cuando los padres no reflexionamos sobre nuestras frustraciones y no aceptamos nuestro dolor -por lo general, referido al paso del tiempo-, proyectamos en ese vínculo “hijo-escuela”. ¿Qué podemos hacer por los hijos? Acompañarlos. ¿Cómo? Escuchándolos, siendo lo suficientemente maduros para discriminar lo que corresponde a la escuela y lo que corresponde a la familia. Aprendamos a ser tolerantes con los tiempos y deseos de cada hijo. Aprendamos a ser tolerantes con la idea de que no somos los únicos protagonistas en la historia que ellos están construyendo. En definitiva, aprendamos (nosotros también tenemos que seguir aprendiendo) a ser tolerantes con el devenir de los hijos. Y pensemos a la escuela como un texto que el chico debe transformar en el futuro con voz propia. Lo que se hereda se transforma. Es lo mejor que podemos hacer siempre en el nombre de lo que se hereda. Por otra parte, el papel transformador hace que algo siempre se conserve. La escuela deja un legado. Ese legado se legitima en la línea de tiempo, cuando ese alumno se transforma en ciudadano de una comunidad.
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Editor: Pablo Kersner. Diseño Gráfico: Pamela Piñero. Impresión: Gráfica Tucumán. Comercial: Gisela Aiello. 223 5770393. aulaabierta1@gmail.com. Foto de tapa: Agencia DyN. Propietario: Aula Abierta. Registro de Marca N° 2794737. Registro de Propiedad Intelectual en trámite. N° Edición: 6/Febrero de 2017. Las opiniones vertidas en las notas son de autoría y responsabilidad de quienes las formulan. Permitida su reproducción citando la fuente.
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Sor Innovación, Montserrat del Pozo
“Hay que ayudar a los alumnos a ser empáticos” Montserrat del Pozo dice que “se ha de educar para la vida y que la educación ha de ayudar al crecimiento de toda la persona, para que sea capaz de hacer el bien”. La pedagoga internacional Montserrat del Pozo tiene más de 35 años de experiencia en la docencia y en la dirección de centros educativos, gran parte de ellos en el Colegio Montserrat de Barcelona, durante los cuales se ha dedicado a impulsar el cambio y la innovación. Licenciada en Filosofía y Letras, ha completado sus estudios en Estados Unidos, Suecia e Italia. Del Pozo es, además, ponente habitual en congresos, cursos y conferencias. En este marco visitó la Argentina el año pasado, y ante un auditorio de 700 referentes de la educación de todo el país, habló en el 5º Congreso Nacional “Educando en la Era digital”, organizado por Santillana Compartir. -Usted es ejemplo de que se puede innovar en educación, ¿Cómo se hace y por qué hay tantos prejuicios para hacerlo?, le preguntó Aula Abierta -El miedo hace que a veces actuemos con prejuicio. Debemos perderle el temor a las nuevas teorías, darle más espacio a nuestras propias convicciones. La sociedad avanza, los niños viven de manera diferente a la nuestra, comprenden el mundo con otra mirada, hay que adaptarse a ello, para tener mayor efectividad. -En su colegio se trabaja en el aprendizaje cooperativo, ¿cómo es esto? -Puesto que se aprende desde la vida y para la vida, para favorecer el desarrollo de la creatividad hay que ofrecer al alumno la oportunidad real de poder detectar, encontrar problemas, planteárselos y buscar soluciones válidas y sostenibles.
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A No olvidemos que la inteligencia es "la capacidad de resolver problemas o de crear productos que sean valiosos en una o más culturas”, según Howard Gardner. Se trata de conseguir que los alumnos sean verdaderos “problems finders” y sean capaces de poner sus conocimientos al servicio de los demás para mejorar el mundo. Para ello me parece eficaz el pensamiento de diseño “Design thinking” que se desarrolla en cinco fases, definidas por cinco verbos: empatizar, definir, idear, prototipar y dar feedback. Ayudar a los alumnos a ser empáticos es facilitarles la habilidad de observar y comprender el mundo desde la visión de
El 11 de mayo de 2011, el psicólogo Howard Gardner, creador de la teoría de las inteligencias múltiples, recogió en Oviedo el Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales. Le acompañaba la madre Montserrat del Pozo, directora del colegio Montserrrat de Vallvidrera, centro que el profesor de la Universidad de Harvard había visitado esa misma mañana. ¿Qué hacía un hombre así en un sitio como ese? Conocer de primera mano los frutos que su trabajo había dado: el centro implantó a mediados de los noventa un método educativo basado en sus teorías. otros, una actitud muy necesaria que van a necesitar toda su vida. Cuando a partir de lo observado el alumno es capaz de detectar problemas, definirlos y buscar cooperativamente las posibles soluciones para llegar a prototipar una y someterla al criterio y valoración de los demás para poder mejorarla, no cabe duda de que se
le está favoreciendo la creatividad real. El trabajo cooperativo tal como lo conciben los Hnos. Johnson and Johnson es un buen medio. -¿Cómo es un día de clases en el Montserrat? -El niño llega al colegio, propone su propio programa y lo que el maestro realiza es un acompañamiento sobre esa curricula diseñada por el chico. Cada día, ese chico realizará un avance y un descubrimiento sobre ese plan, es la misma experiencia la que termina generando nuestra posibilidad de evaluación. Eso resta el carácter de “obligatorio” al aprendizaje, de hecho, hay familias que creen que es raro que su hijo venga con ganas al colegio, pero ese debe ser el objetivo.
rentes escolares lo confirma. Estamos cada vez más interesados en conocer lo último para educar a los niños del futuro. No cabe duda de que las tecnologías son buenos instrumentos que facilitan una educación personalizada, sabemos bien que no hay dos alumnos iguales, por tanto no aprenden de la misma manera ni al mismo ritmo, la tecnología facilita a cada alumno trabajar de acuerdo a sus necesidades y permite al maestro hacer un seguimiento individual a cada alumno, de acuerdo a sus objetivos, intereses, ritmos y capacidades. Sin olvidar que la sola tecnología no lo consigue por sí misma, es imprescindible el maestro que como buen guía, orientador acompañe a cada alumno en su aprendizaje personalizado.
-¿Cómo vivieron los docentes los cambios? ¿Y los padres? -Al principio a los que más les ha costado es a los docentes, luego, aquellos que aceptaron apostar por el cambio, han resultado muy felices. Transformar el curriculum y la metodología ha derivado forzosamente en un cambio de la evaluacióny ese no ha sido un tema sencillo. -En estos tiempos que muchos cuestionan la evaluación en la escuela, ¿Qué piensa usted? ¿Debe seguir vigente? - Para nosotros, por la importancia que tiene el proceso en todo aprendizaje, la evaluación es constante y debe partir de la observación directa y documentada de cada alumno por parte de todos los profesores, y ha de contar también con la autoevaluación del propio alumno. Es muy interesante la evaluación entre iguales. -Un cambio en la educación tradicional, tal cual la viven hoy la mayoría de los países, ¿está gestándose? - Creo fervientemente que sí, de hecho, que en este auditorio convocado por Santillana Compartir hayan 700 refe-
Sor Innovación, Montserrat del Pozo
Pedagoga. 30 años de trayectoria. Pionera en aplicar en España la Teoría de las Inteligencias Múltiples en la Educación, busca trabajar las capacidades individuales de cada alumno en una educación personalizada. También los educa en el pensamiento crítico y creativo, en la resolución de problemas y toma de decisiones, para hacerlos capaces de realizar planteamientos lógicos, de generar y comprender expresiones musicales y artísticas, y de generar sus propias ideas. Ha llevado este proyecto educativo a Latinoamérica y Africa, y ha recibido el Premio de Innovación Educativa en el 2010 y en el 2014. Creadora de Think1.TV, una televisión educativa y Cultural de acceso universal por internet. Con Escuelas Católicas ha liderado el proyecto formativo “profesores para el cambio y la innovación”.
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A Ya está vigente la legislación
Arrestos y multas para quienes agredan a docentes
La medida, que fue consensuada con amplios sectores, establece una reforma al Código de Faltas provincial mediante la cual se imponen penas para quienes agredan física o verbalmente a docentes,auxiliares o porteros de establecimientos públicos o privados. Aquellas personas que agravien o agredan a docentes en el territorio de la provincia de Buenos Aires serán sancionados con arrestos de 5 a 30 días o multas, de acuerdo con la ley aprobada por la Cámara de Diputados, y promovida por la Dirección General de Cultura y Educación, que introduce una modificación al Código de Faltas. En ese sentido, el Ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, aseguró que uno de los objetivos más importantes de la gestión es provocar un cambio cultural para “volver a jerarquizar la educación” y resaltó: “Queremos que los docentes se sientan protegidos”. La iniciativa surgió ante el incremento, en los últimos años, de episodios de violencia sufridos por trabajadores de la educación. Por esta razón, la cartera educativa, elevó en julio último un proyecto de Ley a la Legislatura bonaerense, que ya contaba
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con media sanción del Senado de la Provincia. La medida, que fue consensuada con amplios sectores, establece una reforma al Código de Faltas provincial, mediante la cual se imponen penas para quienes agredan física o verbalmente a docentes, auxiliares o porteros de establecimientos públicos o privados. Además, contempla una multa entre el 50 y el 100 por ciento del haber mensual del Oficial Sub-ayudante del Agrupamiento Comando de la policía de la Provincia de Buenos Aires o el que en el futuro lo reemplace. Por otra parte, si en el caso de que esos hechos sucedan ante la presencia de alumnos las sanciones se duplican, llegando a 60 días de arresto. “Sabemos que esto no es la solución pero con este tipo de medidas el Estado apunta a empezar a generar un cambio cultural y volver a rejerarquizar la educación y la
labor del docente”, expresó Finocchiaro. Entre las acciones sancionadas se encuentran el hostigamiento, maltrato, menosprecio, perturbación emocional e intelectual, insultos y actos de violencia física contra todos los trabajadores de la educación. Además, incluye castigos para quienes arrojen elementos “de cualquier naturaleza” contra un trabajador o contra “un bien de utilidad educativa”, y también para aquellos que ingresen sin autorización a una escuela y no se retiren “a requerimiento del personal”. “Hace mucho tiempo que hay un discurso que tendió a desjerarquizar su rol y la importancia del docente para la sociedad. En la Provincia, tenemos muy buenos docentes que enseñan en condiciones muy difíciles y a pesar de todo enseñan, educan y contienen a nuestros alumnos”, resaltó el titular de la cartera educativa.
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Evaluación: un dilema latente
Por Marta Rango Profesora de inglés
Y así nos encontramos a principio de año, en muchos casos con aulas con más de 40 alumnos a los que conocer, tratar de transmitirles algún conocimiento, y finalmente EVALUAR!!! y la pregunta vuelve a ser: ¿Qué y cómo? Recuerdo haber leído que en la época del imperio romano, la enseñanza se impartía individualmente. Eso tenía sus pros y su contras: se perdería seguramente la posibilidad de enriquecerse con los pares pero también se avanzaría con los tiempos de cada uno, tal vez con los intereses individuales y hasta el techo de cada uno.
La evaluación me parece que es tal vez una de las claves del sistema educativo. Cada cierre de trimestre o mesa de examen el dilema reaparece más explícito. Porque en realidad, lo que yo al menos trato de hacer desde el minuto cero, es ir construyendo una idea del desempeño de cada alumno en el aula, desde sus preguntas, sus respuestas, sus intervenciones o sus evaluaciones orales o escritas ya pautadas. Tengo además con cada uno de ellos una breve entrevista para que el estudiante tenga la oportunidad de expresarse sin la presión de sus pares mirando o escuchándolo, aunque esto implique a veces un riesgo de desbande en el aula. También es una ocasión para repreguntar sobre errores que ellos puedan corregir y justificar o no, dándome mayor información a la hora de evaluar contenidos o procesos de asociación y deducción válidos. Por otra parte, después de una lucha inútil contra el uso en clase del celular, pensé que habilitarlo como diccionario, por ejemplo, o como dispositivo de búsqueda de información podría ser una buena opción. Y así fue. Pero también hay que asumir que no todos y no siempre le habrán dado ese uso. Y la idea es para mí monitorear pero no convertirme en un control policíaco. Claro que como regla pautamos no usarlos en las evaluaciones, aunque repito, no siempre es posible tener la certeza de que esto se cumpla. Siempre hubo y habrá seguramente alumnos más astutos o más arriesgados que logren copiarse sin ser descubiertos.
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Hasta acá, creo que no dije nada nuevo. El punto para mi es que los docentes nos formamos, en general, para el alumno ideal, ese que "quiere" aprender o, al menos, que tiene una familia que lo contienen y se ocupa de él y su desempeño. Pero la realidad, salvo en colegios muy codiciados donde los alumnos hasta se preparar para ingresar, nos muestra todo el tiempo otra cosa. Y la realidad aniquila muchas veces todos los objetivos, contenidos y estrategias pedagógicas con las que llegamos a enseñar. Yo trabajé muchos años en nivel primario, y en esa misma escuela a la que fue mi hijo, con varias compañeras que habían sido sus maestras, pudimos ver con gran frustración en la mayoría de las casos, cómo cada vez lo social y lo familiar corría del foco a lo pedagógico. Y ahí aparecían los dilemas:: "este alumno/a llegó a su techo, y no podemos esperar más", o " con dos padres presos o que lo abandonaron, cómo podemos pretender que el chico tenga concentración o capacidad de estudio si apenas puede venir a la escuela". Después de enormes esfuerzos y planificaciones para que el alumno "compense o alcance" los objetivos que no logró en el último año de la primaria, ya muy pasado de edad, una inspectora dice: "Sabe leer y escribir? Si es así, que egrese de la primaria". En cuanto al secundario, con casos parecidos se le suma la adolescencia, con su propia problemática, cada vez más "heavy"
Por supuesto que, así como nos formamos para tener al alumno ideal, tampoco los alumnos tienen siempre al profesor ideal quien, por razones varias, no sabe, no quiere, o no puede dar calidad educativa. Y para cerrar, es cierto que la nota es una herramienta de poder e incluso de especulación ya que más allá de haber agotado todas las instancias posibles (al menos para cada quien), si el alumno no hizo nada o casi nada, merece ser aprobado (o al menos no aplazado) para no "perderlo" como total con la posibilidad aún latente de promover la materia o la nota, debe reflejar realmente el esfuerzo y el compromiso (?) Claramente debajo de esta cuestión subyacen manejos e intereses que van más allá de la escuela misma, para mostrar o pretender demostrar los índices que algunos gobiernos necesitan para justificar sus políticas educativas. Escribir y reflexionar tanto para seguir teniendo más preguntas que respuestas parece ser mi conclusión, aunque siga pensando que el desafío sigue en pie. N de la R: Si querés darnos tu opinión o vivencia sobre lo que ocurre en tu trabajo como educador/a, escribinos a aulabierta1@gmail.com.
T Especial para Revista Aula Abierta
¿Por qué es cada vez más difícil la relación entre escuelas y familias? Por Mariano Narodowski
Es evidente un cambio cultural en las relaciones entre las generaciones más viejas y las más jóvenes, y la idea de adulto responsable, comprometido y sacrificado que está en franca retirada. En los últimos años ha crecido un clamor global por parte de los educadores: las familias se sublevan, se quejan, no atienden las indicaciones de los docentes, le dan la razón a sus hijos antes que a la escuela, no se interesan mucho por la actividad escolar, amenazan a los maestros y hasta llegan a la violencia física, como lo muestran muy seguido los medios de comunicación. Este es un fenómeno occidental y que, con diferente magnitud y con distintas características, se da en muchos países aún a pesar de las divergencias políticas, económicas, culturales y religiosas. Una parte de esta cuestión ya la analicé en mi libro “Un mundo sin adultos”: es evidente un cambio cultural en las relaciones entre las generaciones más viejas y las generaciones más jóvenes y la idea de adulto responsable, comprometido y sacrificado está en franca retirada a favor de adultos
que crecientemente se liberan de sus antiguas obligaciones parentales. Pero otra parte del problema tiene que ver con la escuela y los docentes: la situación actual de la institución escolar moderna no es la misma que hace siglos cuando la escuela naciera y se hiciera útil a la sociedad. Y un gran error de los educadores es pretender creer que lo que antes sucedía era lo “natural”, lo “normal” o el deber ser de las escuelas, sin comprender que profundas transformaciones tecnológicas, pero especialmente en las relaciones sociales, han puesto en crisis a las viejas certezas pedagógicas Voy a sintetizar cinco explicaciones sobre las dificultades en la alianza escuela familia ofreciendo, en la última de ellas, algunas vías para pensar la prospectiva del problema de una manera creativa y útil al trabajo de los educadores:
1. La relación entre escuelas y familias no es “natural” La existencia de la escuela obligatoria generó un problema social de envergadura: ingentes masas de niños deberían desplazarse todos los días desde sus hogares familiares hasta las escuelas. Un cambio enorme en la ingeniería social que se produjo a lo largo de todo el siglo XIX e inicios del XX y que, lejos de ser natural, generó muchos conflictos. Los padres no querían a sus hijos en las escuelas porque restaban brazos para la producción, porque la educación que recibirían no era la adecuada, porque la organización de la escuela le recordaba a la organización de los ejércitos y suponían que se trataba de otra leva compulsiva o porque –simplemente- no creían oportuno que un extraño educase a sus hijos.
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está bien si las familias están satisfechas, conformes y se evita así todo conflicto. Conflicto que, como vimos, nadie predice cómo se resuelve Y esto no sólo ocurre en escuelas privadas: escuelas públicas gratuitas que atienden a sectores muy pobres también acogen el modelo clientelar, al igual que los funcionarios políticos, asustados como están de no saber cómo enfrentar apremios irresolubles
5. La nostalgia no es la solución. El clientelismo tampoco ¿Qué hacer? No sé. No soy un intelectual que dé consejos y sospecho de ellos. Pero sé que dos de los escenarios típicos no ayudan mucho.
Ante un auditorio repleto el 28 de octubre pasado Aula Abierta junto a la Fundación Osde y el Colegio CADS, organizaron una charla que contó con la presencia de Mariano Nadorowski. "Familia, escuela y medios frente a la desaparición de la autoridades de los mayores" fue el tema del encuentro que reunió a más de un centenar de personas que se acercaron al evento con entrada libre y gratuita. Gracias a los que sumaron a la propuesta y próximamente les daremos a conocer las propuestas para este 2017 que incluye una charla en mayo del neurocirujano Roberto Rosler.
Sólo después de mucho tiempo, la escuela obligatoria pasó a ser un “derecho” y los padres aceptaron establecer una alianza entre la escuela y las familias.
fácilmente disponible en redes y pantallas e incluso se lo puede obtener más puro y actualizado afuera que adentro de la escuela.
2. La alianza entre la escuela y la familia implicaba obligaciones
Segundo, porque la autoridad docente que trasmitía ser la única fuente de conocimiento hoy está pulverizada en relaciones desjerarquizadas.
Esta alianza se sostenía en base a dos condiciones. Por un lado, las escuelas debían desarrollar una enseñanza que fuese superadora de esa que los niños conseguían en el hogar. Con profesionales especializados –los maestros- la educación escolar debería ser mucho mejor que la educación hogareña. Por otro lado, frente a cualquier situación de conflicto, este se dirimía a favor de la escuela: es decir, que frente a un desajuste entre las directivas docentes y las de las familias o entre la cultura escolar y la cultura familiar o popular, el conflicto debía resolverse a favor de maestros y escuelas.
Por eso, frente a un conflicto entre la escuela y la familia ya nadie atina a saber cómo se va a resolver, qué lógica va a preponderar, quién va a prevalecer.
Las familias, en esta alianza, eran un sujeto pasivo que se ajustaba a las regulaciones escolares.
3. No es fácil resistir hoy las dos condiciones de la alianza Primero, porque la vieja alianza escuela familia reinaba omnipotente en épocas en que las escuelas eran la única fuente del conocimiento, el lugar monopólico de distribución de saber. Hoy, el saber está
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El nostálgico, que pretende volver a la vieja alianza es estúpido e ineficaz. Estúpido porque no podemos aceptar ahora que la escuela de hace un siglo fuera la que queríamos, sólo para concentrar autoridad. Ineficaz, porque la vuelta atrás no existe, no da ningún resultado: no es posible volver a cambiar lo que ya cambió. El clientelista, que decidió anular el pensamiento y adaptarse al cliente tiene, lamentablemente, más chances de éxito, pero a un costo muy alto: diluirse en demandas cambiantes y aguachentas que te van transformando en un mero mediador entre los saberes y los alumnos. Ser educador, en cambio, es ser un otro claro y distinto con algo diferente para plantear, con algo diverso para mostrar. Y eso, seguro, no está exento de conflictos Cómo capearlos en el siglo XXI, es el gran desafío de los docentes de ahora.
No es que la autoridad docente haya desaparecido. Se ha transformado. Ha pasado de una autoridad de “origen” que estaba dada por el lugar de saber que ocupaba a una autoridad de “ejercicio”: los docentes tenemos que salir a demostrar la vigencia de nuestra actividad.
4. La alianza escuela familia no desaparece, se invierte En la medida que se necesite del flujo de niños de los hogares a las escuelas, la alianza escuela familia es indispensable. Pero ha tendido a invertir su sentido: ya no es la familia la que se adapta a la escuela sino las escuelas las que crecientemente se ajustan a las demandas de las familias. Por eso, el criterio que paulatina aunque inconfesablemente adoptan las escuelas es la “satisfacción del cliente”: todo
Mariano Nadorowsky Profesor de la Universidad Torcuato Di Tella Miembro de #PansophiaProject
Es un académico, docente, pedagogo e investigador argentino dedicado al campo de la pedagogía y las políticas educativas. Se lo conoce muy especialmente por su libro Infancia y Poder,1 en el que traza una historia de los discursos pedagógicos en la modernidad, y que se ha constituido en un texto insoslayable en el mundo de la pedagogía, aunque es autor de muchos otros libros, artículos en revistas científicas y de divulgación y de artículos de opinión en periódicos y revistas.
T Análisis de la crisis que atraviesa la escuela como institución
“Los padres se han convertido en sindicalistas de sus propios hijos” Por Olga San Martín (*)
“Se ha roto el pacto generacional; los padres y los profesores ya no trabajan juntos en la educación de los jóvenes” A Massimo Recalcati (Milán, 1959) se le considera en Italia una especie de rock star del psicoanálisis. Ensayista mediático y profesor en varias universidades, se dedica a analizar los males de la hipermodernidad. En La hora de clase, que acaba de publicar Anagrama, reflexiona sobre el papel de la educación en una sociedad en la que se ha diluido la autoridad paterna y, por extensión, la del profesor. A diferencia de lo que ocurría en la generación del 68, los jóvenes ya no tienen que rebelarse contra sus progenitores -ni matar, como Edipo, al padre- porque los tienen a su lado, convertidos en compañeros de juegos. «El maestro está cada vez más solo y humillado», sostiene Recalcati, que reivindica la figura del docente que despierta en el alumno la pasión por el conocimiento. -¿En qué se diferencia el maestro actual del de generaciones anteriores? -El hecho novedoso es que se ha roto el pacto generacional y esto ha incidido en el discurso educativo. Los padres y los profesores ya no trabajan juntos en la educación de los jóvenes. Los padres más bien son los aliados de los hijos contra los profesores. Es un cambio inaudito: los padres, en vez de apoyar el trabajo de los profesores, se han convertido en sindicalistas de sus propios hijos. Para Freud existía un vínculo espiritual entre padres y docentes. Hoy, este vínculo se ha des-
hecho. Cuando un profesor asume la responsabilidad de suspender a un alumno o iniciar un procedimiento disciplinario, las familias lo miran con sospecha. Se preguntan: ¿No estará abusando de su posición de poder? ¿No estará infravalorando la calidad de nuestro hijo? -¿Qué opina de la huelga contra los deberes que han promovido en España varias asociaciones de padres?
-Es el signo de esa ruptura: reivindicar la libertad de los hijos significa negar la función educativa de la escuela. Es un viento anti-institucional que atraviesa nuestro tiempo. Descalificar la escuela es descalificar la dimensión colectiva de la vida. El niño es el rey de la familia; todo debe ser sometido a sus exigencias. Es una metamorfosis antropológica; ya no es el hijo el que tiene que hacer cuentas con la realidad, sino que es la realidad la que tiene que plasmarse según el capricho del hijo.
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-¿Cómo puede el profesor, cuando está sistemáticamente cuestionado, incentivar las ganas de aprender de sus estudiantes?
"El aprendizaje no es Twitter"
-Hay una profunda soledad del profesor. Ya no son los estudiantes los que esperan en fila a ser triturados por el sistema, como contaba The Wall de Pink Floyd. ¡Ahora son los profesores los que son consumidos por el dispositivo escolástico! La única forma de resistir es no perder el deseo por lo que se enseña. Y hacer equipo con otros profesores, para sentirse menos solo.
-¿Hay aprendizaje sin esfuerzo?
-España tendrá otra ley educativa. La Lomce apenas habla de los docentes. ¿Ayudaría para darles más reconocimiento que la nueva norma contemplara incentivos económicos para los mejores maestros? -En Italia la humillación económica y social de los profesores ha llegado al límite en el ventenio berlusconiano. El ministro de Economía ha dicho que la cultura no se come. Un país que no tiene sentido del futuro, que no piensa a largo plazo, no invierte en su escuela ni en sus profesores. Invertir en la escuela es invertir en el futuro. -En su libro dice que los estudiantes de hoy quieren ser autónomos, pero la «crisis estructural del sistema capitalista» les provoca «una dependencia sintomática». Antes era más fácil porque, si estudiaban y se esforzaban, era muy probable que prosperaran en la vida. Ahora esa premisa ya no sirve. -La cultura es la única vacuna que puede salvar la vida de nuestros hijos frente al riesgo de la disipación y la violencia. Lo decía Pasolini al inicio de los 70: es el vacío de cultura el que genera el deseo de la muerte. La droga, el alcohol, la violencia, la dependencia de internet, el aislamiento, la anorexia... son manifestaciones de este vacío. Ésta debería ser la primera función preventiva de la escuela: donde hay cultura hay deseo de vida y no de muerte.
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-No. El aprendizaje no es Twitter. Exige el largo tiempo del pensamiento. En el estudio se necesita constancia, dedicación, empeño. Y, sin embargo, la belleza del estudio consiste en la experiencia de la constante apertura a nuevos mundos. Se da una emoción en el aprender. El buen profesor no considera al alumno como una cabeza vacía que hay que llenar, sino como un fuego que hay que encender. -¿Cuál es el sentido de la verdad en un mundo en el que un hombre que miente llega a presidente de EEUU? -La línea Berlusconi-Trump es sintomática de la declinación perversa del poder en la edad hipermoderna. En la perversión ya no hay ideales, razones, impulso colectivo, valores... La única forma posible de la ley es la ausencia de la ley. Trump puede mentir sin pudor porque, al no tener ninguna relación con la realidad, no tiene sentido de culpa frente a sus propias mentiras. -Explica en su libro que la crisis de la escuela ha coincidido con la crisis de la palabra. -Hoy todo el mundo habla demasiado. Pero pocos asumen las consecuencias de sus palabras. La palabra circula vaciada de su significado. La cultura restituye dignidad a la palabra, custodia su secreto y su fuerza. -¿Qué consecuencia va a tener la pérdida de las Humanidades en la escuela? -Uno de los síntomas más evidentes de la escuela contemporánea es que ha subordinado la propia lengua y sus raíces humanísticas al lenguaje economicista empresarial. El mito de la producción y del rendimiento proyecta su sombra sobre nuestra escuela. ¿No debería ser precisa-
nés cu pón te Con es te !! to escuen 20 % de d
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mente la escuela la que permita un tiempo improductivo que sea fecundo? ¿No es el colegio el lugar donde se puede dedicar toda una tarde a estudiar y leer juntos una poesía, donde el tiempo se emancipe de la pesadilla de la productividad? -¿Para qué sirve aprender de memoria? -Yo pensaba, cuando era joven e indisciplinado, que no servía para nada. En cambio, Daniel Pennac subraya un aspecto de la memorización que yo había descuidado. Se trata de sumergir a nuestros hijos en el gran río del lenguaje. Es una experiencia de recuperación de nuestra procedencia. Por eso siempre escucho, con una mezcla de envidia y admiración, a amigos que en nuestras fiestas recitan poesías que aprendieron de memoria siendo niños... -¿Qué explicación psicoanalítica encuentra en el hecho de que usted, al igual que Pennac, fuera un mal estudiante y, en cambio, se haya convertido con los años en un ferviente defensor de la importancia de la escuela? -Generalmente, los psicoanalistas se ocupan de causas perdidas porque lo han sido ellos previamente. Saben, por lo tanto, bastante bien qué significa ser una causa perdida. Sólo por este motivo pueden ayudar a las personas que se han perdido a volver a empezar. Gran parte de nuestra vida está determinada por los encuentros que tenemos. Yo he tenido algunos malos encuentros al inicio de mi vida. Pero también buenos encuentros. Aquellos que han sabido dejar huella realmente. ¿No es acaso éste el significado más precioso de enseñar, dejar huella en quien aprende?
(*) Por Olga San Martín @olgarsanmartin fuente: diario El Mundo de España
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El desarrollismo y la cultura nacional Por Gustavo Mumare (*)
El concepto y la dinámica específica de la cultura son cuestiones centrales en el pensamiento y la propuesta política del desarrollismo. Adscribimos a una concepción objetiva de la generación de la cultura, vinculándola a la sociedad y a la historia. Consideramos que cada época y cada pueblo crea, inevitablemente, sus formas culturales sumándolas a la corriente universal y sirviéndose de lo que otros pueblos y otras épocas aportaran. Así, la identidad de cada sociedad establece las diferencias, y esa diversidad es fundamental para asegurar la riqueza del conjunto. El concepto de cultura del desarrollismo no es otro que el formulado por las ciencias sociales luego de una larga decantación, hasta plantearse la búsqueda de una unidad conceptual que permitiese conectar y hacer comprensibles todas las manifestaciones del genio humano. La cultura es acción del hombre sobre la naturaleza y sobre sí mismo, modificándose y modificando su contexto, con los
instrumentos de que dispone, en un ámbito y un medio histórico y geográficamente situado. Pero ese proceso creador y transformador en un contexto histórico de carácter nacional, debe obtener del fenómeno, conclusiones y guías, tanto para la acción política en general, como también para ser creativos a la hora de planear la orientaciones educativas.
Es factible integrar la perspectiva cultural a las estrategias de desarrollo que ejecutan las demás reparticiones del Estado. Por ejemplo, el Ministerio de Vivienda debiera considerar no sólo las diferentes condiciones climáticas sino que las costumbres y tradiciones de la gente de las regiones de todo el país cuando construye.-
Este rasgo distintivo es algo que todas las generaciones necesitan para no perder el rumbo respecto de la preservación de su propia personalidad y de su “ser-enel-mundo”. Ese carácter unitario e integrador del proceso cultural, donde todos los aportes contribuyen a tejer una trama compleja en la que, en definitiva, nos reconocemos.
En fin, en esta línea son muchas las medidas que permitirían instalar la cultura como un elemento transversal a las políticas públicas. Cultura y educación, enmarcada en un plan maestro de desarrollo, es la clave para generar el capital humano capaz de producir la competitividad sistémica que pueda sustentar, de manera tangible, el bienestar y el desarrollo que anhelamos los argentinos.
Este ideario nos proponía una noción de desarrollo integral ligada a la libertad de las personas y no solo al crecimiento económico. Al mismo tiempo ampliamos los márgenes de la palabra cultura. Más allá de la tradicional concepción de arte y patrimonio, se le debía entender como “modos de vivir juntos”.
Sin duda, son muchos otros los aspectos que será preciso revisar para encaminarnos hacia un nuevo modo de concebir las políticas culturales y educadoras, pero es necesario instalar primero el debate y este año de elecciones puede ser un buen momento para hacerlo. (*) Contador. Presidente MID Mar del Plata
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Padres: ¿dentro o fuera de la escuela? El especialista en educación León Trahtemberg, propone “establecer políticas y normas claras para que haya una comunicación fluida y oportuna entre padres y escuela,…”. Los padres, por otro lado, deberían dejar en los docentes y equipos de conducción la tarea educativa y acompañar/apoyar a los docentes de sus hijos porque cuentan con la formación pedagógica necesaria para llevar adelante el proceso de enseñanza-aprendizaje. No puede haber una convivencia saludable entre alumnos si no la hay entre los padres y el colegio. Por lo tanto, el trabajo conjunto y en equipo es el que debería imponerse para reforzar la alianza “escuela-familia” tan cuestionada en estos tiempos.
En los tiempos que corren, las instituciones escolares incluyen a los padres de sus alumnos conformando las distintas “comunidades educativas”. Es posible que pocos sepan que desde el momento fundacional de la escuela los padres estaban incluidos en el reglamento de la misma con especificaciones concretas. La autoridad máxima en el proceso de enseñanza era el maestro, que tenía potestad sobre el niño, a tal punto que los castigos corporales y correctivos eran totalmente aceptados.
El problema actual radica en que es cuestionada la autoridad adulta que conlleva a una crisis de legitimidad cultural. Antaño, los cambios sociales eran mucho más lentos o espaciados entre sí; lo que permitía que al menos un par de generaciones adultas tengan “los mismos valores culturales” dentro de un cierto paradigma. No olvidemos que la escuela en las últimas décadas ha sufrido cuestionamientos desde la formación profesional, cambios en el sistema, luchas laborales y salariales que la ubicaron en un “jaque mate” social.
En esta “alianza escuela-familia” el acuerdo sobre la educación no tenía ambigüedades: los padres debían reforzar lo que la escuela decía y hacía.
Lo cierto es que, a pesar de la complejidad social que vivimos, los padres intervienen de diferentes formas en las instituciones escolares. Y está muy bien que así sea!.
Pero, ha corrido mucha agua bajo el puente y hoy ciertos interrogantes aparecen para generar debate: Cómo se involucran los padres en la educación de sus hijos? Y hasta qué punto condicionan el proceso de enseñanza-aprendizaje?.
Considero que los equipos directivos deben trabajar en conjunto con los padres para brindar lo mejor a los chicos. La confianza y la comunicación son los pilares esenciales en esta tarea.
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El respeto de los espacios de comunicación, acuerdos de convivencia y la responsabilidad en los roles asignados, harán posible que la escuela no se convierta en un espacio caótico; todo lo contrario: el trabajo conjunto mejora y fortalece la educación de nuestros niños.
Andrea Pontano. Lic. En Educación, Prof. en Ciencias de la Educación, Especializada en Nuevas Tecnologías y Pedagogía de las Diferencias. Docente en los niveles Medio y Superior, Asesora en equipos de conducción.
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Forjando nuevos vínculos entre la frontera y la complementariedad… Por Lic. Gabriela Laura Gervasio (*)
La relación escuela - familia constituye una problemática a poner bajo la lupa para entender cómo cobra sentido hoy, de acuerdo a los paradigmas educativos vigentes. Las prácticas que caracterizan este vínculo se utilizan asociadas a la manera en que se fueron construyendo a través del tiempo. Las Instituciones educativas hoy tienen un propósito distinto al fundacional y al que se fue constituyendo a lo largo del tiempo. Es posible que muchas de las prácticas que se encuentran instaladas se hayan originado bajo otros paradigmas y por lo tanto den lugar a un tipo de vínculo estanco que genera prácticas cristalizadas y rígidas. Así mismo la institución familiar ha ido modificando su configuración y esto requiere repensar la modalidad de vinculación con ellas y también las expectativas recíprocas entre las instituciones mencionadas. De esta manera, ambas problemáticas se retroalimentan y se enlazan y merecen ser atendidas con el fin de que la comunicación escuela-familia se encuentre al servicio del diálogo para lograr la construcción de un vínculo que propicie la inserción social de los niños y sus familias. La relación familia – escuela data de los inicios de la escolaridad obligatoria impuesta desde los Estados Nacionales. Hasta ese momento la educación de los hijos estaba exclusivamente en manos de la familia y ahora era el Estado el que obligaba a las familias a compartir esa responsabilidad con una nueva institución con el fin de uniformar las normas y valores nacionales, difundirlos y hacerlos extensivos a su vez a las familias a través de sus hijos. Esta institución homogeneizadora por excelencia y mandato
fundacional debía garantizar así futuros ciudadanos que fueran funcionales a la sociedad industrial. Este vínculo fue polémico desde su inicio a pesar de que ahora lo tomemos como natural y corriente, aunque no deje de estar rodeado de polémicas, tensiones y conflictos. ¿Cómo renovar el sentido de este vínculo en la escuela de hoy? Una escuela que ahora, debe garantizar la inclusión, la calidad y la justicia educativa. ¿Es posible pensar este vínculo libre de conflictos para que pase a ser un vínculo de sostén para nuestro objetivo común: la educación de los niños y adolescentes?
El vínculo familia-escuela fue polémico desde su inicio a pesar de que ahora lo tomemos como natural, aunque no deje de estar rodeado de polémicas, tensiones y conflictos. En sus inicios, la escuela era un lugar sagrado, que permanecía incuestionable y por lo tanto inalterable a través de los años. François Dubet, plantea que en sus orígenes la escuela como toda institución de la modernidad, se caracteriza por “un conjunto de valores y principios sagrados” …”esta escuela afirma el carácter “sagrado”, no negociable de un cierto número de valores planteados como a priori, los de la Razón, los de la nación, los del progreso y la ciencia (Dubet, 2007, p 44) Siguiendo las ideas de Dubet, Fernando Onetto plantea que con el tiempo la es-
cuela y demás instituciones modernas han entrado en un proceso de desacralización “que no se puede separar de la desacralización del mundo en general”… “Un ejemplo cotidiano de la desacralización de la escuela es la entrada abrupta de la familias. Un padre que entra a la escuela y golpea a la maestra no lo considera una profanación” (Onetto, 2016) Sin recurrir a casos tan extremos como el anterior, todos los días tenemos ejemplos de situaciones que evidencian este proceso de irrupción de las familias en la escuela: cuando ponen en discusión la autoridad docente, la manera de enseñar y de resolver las cuestiones escolares. Así mismo la escuela rompe las fronteras necesarias con la familia cuando realizan juicios apresurados sobre los problemas familiares de los alumnos adjudicándolos a determinados formatos familiares o cuestionando las diversas maneras de ser madre o padre. Aquí es donde es necesario trazar esta frontera que adelantaba como necesaria. Esta necesidad se basa en que ambas instituciones (familia y escuela) están en crisis pero a pesar de eso deben conservar su rol que es claramente diferente. La familia es una primera socialización que procura la trasmisión de valores propios que hacen de su hijo una persona única y especial para que luego la escuela le enseñe nuevos saberes que la sociedad considera valiosos y también a convivir con otros, a respetarlos, a descubrir las diferencias y valorarlas, a constituirse en sujeto de derecho a partir del desarrollo habilidades en una socialización ampliada dentro de una comunidad democrática, e definitiva a ser uno con otros y entre otros.
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Incorporar nuevos conceptos y categorías para superar todo tipo de prejuicio respecto a las configuraciones familiares, sus roles y los modos institucionales de comunicación con ellas. Analizar críticamente las prácticas de comunicación que circulan en las propias instituciones educativas, a la luz del paradigma vigente y bibliografía actualizada. Diseñar nuevas instancias, instrumentos y prácticas comunicacionales y resignificar las existentes de manera que sean acordes a estos paradigmas. Promover la reflexión sobre las prácticas institucionales como una actividad que favorece la comprensión y la mejora del funcionamiento institucional en pos de cumplir su propósito educativo. Cada institución debe conservar su rol y a su vez trabajar en conjunto de manera complementaria y constructiva por el bien de la educación de los niños y adolescentes. Desde esta perspectiva tampoco ayuda que la familia proteja y defienda a su hijo ante la institución ya que ella en sí misma no debería constituir una amenaza, por el contrario, la escuela es una oportunidad interesante para encontrarse con desafíos para el pensamiento y la socialización. Para construir esta relación de complementariedad, es la escuela la que debe tomar la iniciativa para establecer canales de diálogo con las familias. Éstas poseen diversas trayectorias por instituciones educativas y poseen modos de comunicación que presentan resabios estereotipados de su propia experiencia como alumnos. Por eso la manera en que la escuela y la familia van a comunicarse entre sí, en un sentido de ida y vuelta, debe ser un tema de debate para generar acuerdos hacia el interior de la comunidad educativa tomando como referencias las normativas y políticas educativas jurisdiccionales para resignificar este vínculo dentro del Proyecto Educativo Institucional. La comunicación con las familias y la comunidad debe ser el eje del contrato pedagógico. La corresponsabilidad existente entre ambas instituciones y el contrato pedagógico son los conceptos fundantes del vínculo pedagógico. De esta manera la provocación cultural que imponen las instituciones educativas trae aparejada como consecuencia la necesidad de explicitar los modos de abordaje para la construcción colectiva de un “nosotros”. En estos espacios de debate para la generación de acuerdos sobre la vinculación familia-escuela se debe propiciar la ex-
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plicitación de expectativas recíprocas y el reconocimiento de la complejidad del vínculo, conflictos y sus tensiones. A modo de cierre, aquí va una serie de aspectos para abordar desde la gestión hacia el interior de la institución y a través del trabajo en equipo con los docentes como primer paso para reflexionar sobre la manera de entablar ese vínculo con las familias,: Cómo es y cómo se explicita la práctica evaluativa institucional. Los modos de decir, de hacer y de participar en la cuestión pública. El lugar de la comunicación en la institución. Los modos e instancias de participación de las familias en las experiencias educativas de sus hij@s. La explicitación de expectativas educativas y la participación familiar en la evaluación del proyecto. El diseño de formas de comunicación democráticas situadas y adecuadas a la diversidad de los destinatarios, para propiciar la “actitud relacional” y garantizar la participación real de todos los actores que conforman la comunidad educativa Identificar los cambios en las funciones y propósitos de las instituciones educativas del nivel y de las familias para elaborar criterios de análisis de las prácticas comunicacionales que median su vínculo. Reflexionar sobre las propias prácticas comunicativas para identificar los paradigmas que entran en juego y los obstáculos que se les presentan en la construcción del vínculo escuela-familia. Comprender la complejidad de dicho vínculo (caracterizado por las tensiones, desencuentros y conflictos cotidianos entre escuelas y familias) como esperable en la función de provocación cultural que debe afrontar la institución.
Lic. Gabriela Laura Gervasio Gabriela Gervasio es Profesora para la Enseñanza Primaria, Licenciada en Educación con Mención en Gestión de las Instituciones Educativas por la Universidad Nacional de Quilmes. Experta Universitaria en Entornos Virtuales de Aprendizaje por la OEI. Ha obtenido en FLACSO el Diploma Superior de Posgrado en Constructivismo y Educación, el Diploma Superior de Posgrado en Enseñanza de las Ciencias y el Curso Superior de Posgrado en la Enseñanza de las Ciencias Sociales y Actualización Disciplinar. Es docente desde hace 24 años, se desempeña como Facilitadora de EDUCERE desde su creación en 1998, es Directora del Colegio Ayres del Cerro de Tandil, Nivel Primario desde su fundación en 2006 y se ha desempeñado como Capacitadora de los Equipos Técnicos Regionales de la Pcia de Buenos Aires, en los CIIEs de la Región 20 y del PNFP. Actualmente es colaboradora del Proyecto de Investigación “Las Políticas de Formación Continua y las Trayectorias de los Profesores” a cargo de la Dra Lea Vezub de la Universidad de Moreno. Dicta cursos, talleres, charlas y seminarios sobre Innovación, Evaluación y Gestión educativa, Educación y TICs, Educar en la diversidad, Aprendizaje Cooperativo, entre otras temáticas.
gabygervasio@hotmail.com
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A Todo lo que hay que saber
Calendario escolar 2017
Las actividades comenzarán el 6 de marzo para alumnos de primario, mientras que los de niveles superiores lo harán una semana más tarde. Las vacaciones de invierno irán desde el 17 al 28 de julio y el ciclo lectivo finalizará el 20 de diciembre. El ciclo lectivo 2017 en la provincia de Buenos Aires comenzará el 6 de marzo y finalizará el 20 de diciembre, según el cronograma que dispuso la Dirección General de Cultura y Educación provincial. Asimismo, precisaron que los secundarios comenzarán las clases el 13 de marzo y finalizarán el 7 de diciembre. Además, el cronograma, que se desarrollará bajo el lema “Memoria, paz y soberanía a 35 años de la guerra de Malvinas”, determinó que entre el 17 y el 28 de julio será el receso de invierno.
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A través de la Resolución 915, que establece el período escolar, el de vacaciones y otras fechas destacadas, el Director General de Cultura y Educación bonaerense, determinó el calendario escolar 2017 para estudiantes de nivel inicial, primario, secundario y terciario. Los jardines de infantes y las escuelas primarias de la provincia de Buenos Aires recibirán a sus alumnos el lunes 6 de marzo y tendrán sus puertas abiertas hasta el 20 de diciembre. En tanto los secundarios darán el puntapié inicial el 13 de marzo y finalizarán el ciclo lectivo el 7 del último mes del año. En cumplimiento de la facultad que le confiere la Ley Provincial de Educación 13.688, el ministro de Educación bonaerense Alejandro Finocchiaro firmó la reso-
lución que así lo determina y que además incorpora un protocolo para los actos de imposición de nombre a establecimientos educativos pertenecientes a la Dirección de Escuelas. Según el documento rubricado por el funcionario, el cronograma se desarrollará bajo el lema “Memoria, Paz y Soberanía, a 35 años de la Guerra de Malvinas”, y en el se determina que entre el 17 y el 28 de julio se lleven a cabo las vacaciones de invierno. Cabe resaltar que la escuelas de Educación Especial, las de Artística, Educación Física y Pedagógica iniciarán las clases el 6 de marzo. Mientras que, las entidades terciarias y superiores abrirán sus puertas el 13 de ese mes.
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Diálogo con Facundo Manes, neurólogo
“Hay que reinventar la educación en la Argentina”
Facundo Manes repite una y otra vez que la educación hay que reinventarla. En ese proceso cree que los docentes juegan un rol importante, como sin dudas también lo hacen las autoridades y políticos. “Hay en Argentina y el mundo un gran debate sobre cómo reinventar la educación. La educación basada en transmisión de información ya no sirve”, asegura Manes en diálogo con Aula Abierta. Oriundo de Arroyo Dulce, cerca de Salto, Manes realizó sus estudios primarios y secundarios en la escuela pública de esa localidad. Posteriormente se trasladó a Buenos Aires a estudiar Medicina en la UBA. "Mis viajes por el país tienen que ver también con devolverle a la gente lo que me dio gracias a pagar sus impuestos y que yo pueda estudiar", dice el neurólogo. -¿Cómo fue su trayectoria escolar? -En Arroyo Dulce que es un pueblo de 2000 habitantes, satélite de Salto, empecé el jardín y después hice la Primaria y Secundaria en la escuela pública de Salto. Cuando terminé fui a estudiar a Buenos Aires, a la UBA, y después me fui a Estados Unidos, me recibí de médico, hice la residencia de neurología, y me fui 3 años a Inglaterra. Mi educación fue pública y cuando me preguntan por qué un neurólogo o científico recorre el país hablando
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del cerebro, las neurociencias y la educación, digo que primero soy producto de los argentinos que pagaron los impuestos, de la educación pública y tengo que devolverle a mi país el conocimiento. También mis investigaciones actuales y muchos de los laboratorios donde trabajo son financiados por los argentinos, por eso es para mí una obligación comunicar esto. Pero a mí también me transformó la educación y mi rol, -¿Cómo es eso? -En el último libro "El cerebro argentino" lo planteamos con Mateo Niro. Allí se refleja esta idea de que en cierta manera yo pude cumplir mis sueños profesionales, mi rol ahora es que un chico como yo a los 17 años vea un país que le permita concretar sus sueños. Yo no se si en la Argentina era tan fácil como lo era antes la movilidad social por la educación, y eso
tenemos que preservarlo. Mi tarea no es mostrar un ejemplo en términos narcisísticos. Permanenteme me acuerdo cuando me sentía un excluido y quería pertenecer a la ciencia o la medicina, y la única herramienta que tenía era estudiar. Pero yo veía el futuro y pensaba cuando era chico que si estudiaba mucho y trabajaba, me iba a ir bien. Y no se si un chico hoy piensa eso porque un 30% de ellos en Argentina cree que el ascenso social de este país es por la corrupción y el acomodo. Yo quiero tratar de ayudar con mi granito de arena a un clima de época que un chico de 16 años sepa que con el estudio y el trabajo, la ética y la moral, y el largo plazo, pueda crecer en su vida. -¿Cuáles son las carreras del futuro? -Si alguien quiere más trabajo en el futuro tiene que estudiar matemática, biología, física, ingenieros, biotecnología, biome-
E dicina, esas son las carreras que van a requerir más demanda en el futuro. Van a tener más chances de trabajar con estas carreras.
Cambios -El modelo actual educativa, ¿se merece un cambio? -En el mundo hay que cambiar la educación porque cuando éramos chicos nosotros el docente transmitía información. En Arroyo Dulce mi docente se paraba frente al aula y decía "San Martín cruzó Los Andes" y yo lo aprendía y eso me daba respeto, admiración, motivación. Hoy la información está disponible, un chico de 12 años que tiene un smatphone con acceso a internet tiene más información disponible que el presidente de los EEUU cuando decidió conquistar la Luna. La información está y seguramente estará más disponible cada vez más. El rol del docente no es transmitir información hoy. Cómo los chicos procesan esa información disponible, cómo generan nueva información con lo que ya tienen, cómo trabajan en equipo, cómo comunican. Para eso hay que reinventarla la educación porque
el rol del docente hoy, además de todo eso, es inspirar, motivar y ser un ejemplo. El cerebro humano básicamente aprende cuando algo nos motiva, nos inspira y nos parece un ejemplo. Hay en el mundo, no sólo en Argentina, un gran debate sobre cómo reiventar la educación porque hasta ahora tenemos una educación basada en la transmisión de información, con la que ya contamos. -Eso de reiventar la educación, ¿cree que también implicaría pensar en abandonar el concepto de aula y de alumnos mirándose las nucas? - Sí, eso era de la educación en serie, donde los chicos aprendían en serie. ¿Cuál es el rol de la educación hoy? Buscar los talentos de los alumnos y potenciarlos, pero masivamente muchas veces eso no se puede hacer. Hoy la tecnología también puede ayudar a que el docente divida en grupo ayudado por tecnología a los chicos, de acuerdo a sus habilidades. Pero la tecnología nunca va a reemplazar al docente porque el factor humano es clave para aprender. El docente seguirá siendo un factor importante, pero hay que reinventarlo.
Facundo Manes Neurólogo Facundo Manes es un neurólogo y neurocientífico argentino. Vivió su infancia y adolescencia en Arroyo Dulce y Salto, en la provincia de Buenos Aires. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, donde se graduó en 1992 y, luego, en la Universidad de Cambridge, Inglaterra. Es rector de la Universidad Favaloro. Creó y dirige actualmente INECO (Instituto de Neurología Cognitiva) y el Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro. Ambos centros son considerados hoy instituciones de vanguardia que lideran el campo de las neurociencias en América Latina, convirtiéndose en centros de referencia internacional para la investigación en neurociencias cognitivas y neuropsiquiatría.
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Aprender en tiempor revueltos. Juan Ignacio Pozo. Editorial Alianza Cada vez dedicamos más tiempo y más recursos a aprender y a enseñar. Pero los resultados son sin duda desalentadores. Sin necesidad de leer estudios internacionales, profesores y alumnos, padres y madres, viven a diario la frustración de no aprender o de no lograr que otros aprendan, sea en contextos escolares, sociales, personales o laborales. Debemos repensar nuestras creencias y prácticas tradicionales a la luz de las nuevas ciencias del aprendizaje, que ofrecen una perspectiva diferente de cómo aprender y ayudar a otros a hacerlo, tanto en las aulas como en las empresas, la familia u otros contextos informales. Frente a quienes creen en una vuelta a los viejos hábitos, a la autoridad y la «cultura del esfuerzo», este libro propone avanzar hacia nuevas prácticas de aprendizaje basadas en la experiencia y la reflexión personal, que permitan recuperar la emoción de aprender.
El aprendizaje pleno. David Perkins. Editorial Paidós. “Jugar el juego completo.” Con esta metáfora potente, de gran creatividad, y una narrativa atractiva y amena, David Perkins presenta en este libro un enfoque sólido e innovador para desarrollar e implementar estrategias pedagógicas significativas que permitan hacer de las escuelas ámbitos interesantes y productivos para estudiantes y docentes. A partir de múltiples ejemplos y analogías extraídos de situaciones reales, el autor resume años de observaciones, reflexiones e investigaciones, a fin de exponer con perspicacia y sabiduría cómo la enseñanza puede ser organizada, en todas las asignaturas y niveles educativos, de acuerdo con siete principios fundamentales: jugar el juego completo; hacer que participar en él valga la pena; trabajar sobre sus aspectos difíciles; jugar de visitante; descubrir el juego oculto; aprender del equipo; aprender el juego del aprendizaje. “David Perkins es uno de los grandes docentes de nuestro tiempo. En esta obra caracterizada por una profunda reflexión, el lector puede aprender cómo Perkins logra sus metas educativas y también a lograr las propias.” Con estas palabras, Howard Gardner se refiere a este libro, de lectura imprescindible para todos aquellos interesados en comprender el aprendizaje en toda su complejidad.
La construcción de la justicia educativa. Cecilia Veleda, Axel Rivas y Florencia Mezzadra. (Unicef) Cada día la política educativa aplica concepciones implícitas o explícitas de justicia. Cada decisión, desde las más estructurales hasta aquellas que parecen automáticas o neutras, implica modalidades de distribución de recursos y de valoración de los sujetos y grupos sociales. Este libro se propone hacer más conscientes esas decisiones, planteando criterios para un modelo de justicia educativa centrado en el contexto de la Argentina actual. La publicación, dirigida a los agentes públicos de la educación, desde los ministros hasta los docentes, presenta orientaciones para enfrentar de manera estructural las desigualdades educativas en la Argentina. El libro propone un nuevo paradigma de justicia educativa, que plantea la necesidad de conjugar la redistribución de las condiciones materiales del aprendizaje y el acceso a los saberes fundamentales, con la revisión de los esquemas institucionales de reconocimiento de los distintos sectores sociales.
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Cómo estamos en... El número de niñas que nunca irá a la escuela duplicará al de niños
Fuente: Atlas en línea de la UNESCO sobre la desigualdad de género en la educación -
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