PLACERES ENTORNOS TEMIBLE DEPREDADOR MARINO QUE SE MULTIPLICA EN AGUAS MEXICANAS.
ALBERTO TAPIA LANDEROS altapialanderos@gmail.com
EL CALAMAR DE HUMBOLDT
N
o me refiero al calamar gigante que vive en las profundidades oceánicas y libra batallas a muerte con el cachalote o ballena dentada de esperma. Tampoco a los pequeños calamares tan populares en la cocina mediterránea, también usados como carnada viva o congelada en la pesca deportiva. Ignoro si estos “calamarcitos” que en la cocina china de sirven fritos y enteros sean crías del calamar de Humboldt. Me refiero a la especie que científicamente se le conoce como Dosidicus gigas, un calamar muy grande, de hasta 2.5 metros y 45 kilos de peso, que originalmente vivía en el Golfo de California pero con el Cambio Climático y calentamiento oceánico se ha propagado hasta Alaska en el norte, y Chile en el sur.
MAPA
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SUPLEMENTO |
| CRONICA | DICIEMBRE 2018
RAMÓN FÉLIX LANDEROS
La información científica dice que su hábitat original fue la Corriente de Humboldt, de ahí su nombre, pero que se está propagando a todos los mares del Planeta Tierra. Esto significa dos cosas: que su rica carne marina será abundante en el futuro y, segundo, que al ser un tremendo depredador, muchas especies marinas podrán estar amenazadas. El calamar de Humboldt llega a congregar hasta 1,200 individuos y cazan como jauría los lobos. Y no sólo a presas marinas sino también atacan al hombre con sus enormes y sólidos picos de perico y sus ventosas con púas que no dejan escapar nada. El mapa de Naturista registra con puntos rojos los sitios en dónde este calamar ha sido capturado en aguas mexicanas. Agregamos el punto azul en donde mi hijo Daniel, familiares, amigos y Yo mismo hemos pescado calamares de Humboldt, particularmente embarcados desde San Quintín, B.C. Primero comí el bistec (lonja) de calamar de Humboldt en Ensenada, B.C., preparado casi como si fuera de abulón. Ahora lo ofrecen muchos restaurantes del Estado cocinado de distintas maneras. Cuando uno de ellos se prende de su anzuelo, no pelea como un pez, sólo se siente una carga pesada resistiéndose a salir del agua. Su pesca no es muy deportiva y es siempre sorpresiva y hay que tener cuidado al subirlo a bordo no sólo por su tinta, sino por su pico y tentáculos. En Bahía de los Ángeles conocí a un empresario que compraba calamar y cabeza de camarón en volumen. En Tijuana tenía una procesadora en donde los molía, agregaba un sazonador chino, empanizaba y hacía “fishsticks”. Luego los etiquetaba y vendía a grandes mercados en California. No hay duda que este organismo será uno de los beneficiados por el Cambio Climático. La cuestión es si nosotros los humanos saldremos también beneficiados del encuentro entre Homo VS Dosidicus.
DANIEL TAPIA
YO MISMO INVESTIGADOR AMBIENTAL INDEPENDIENTE FOTOGRAFÍA: ALBERTO TAPIA LANDEROS