| ENTORNOS |
La Cabrilla Pinta de Arena
Esta especie (Paralabrax maculatofasciatus), no tiene un nombre generalizado en México. En inglés se llama "spotted sand bass”, algo así como “lobina de la arena con puntos”, y para mayor confusión, su nombre oficial en español es “cabrilla de roca”. En mi libro “Pandión, el arte de pescar” (SEP, 2006), propongo llamarla cabrilla “pintarrayada”. Y a pesar de tanto calificativo, se le encuentra lo mismo en fondos rocosos que arenosos. Lo importante de este pez es que abunda y es fácil de pescar con caña y carrete y, es casi siempre la primera especie que captura el pescador novato de playa del alto Golfo de California.
Desde luego que también se puede pescar desde un bote, aunque no gusta de vivir en lo profundo. Lo mismo ataca trozos de carnada que señuelos. Hemos pescado muchas con plásticos, pluma blanca y cualquier curricán de agua dulce para lobina. Tiene el potencial para llegar a medir medio metro y pesar 3 kilos, pero lo común son ejemplares de 25 a 30 centímetros y aquellas de 20 centímetros o menos, hay que regresarlas vivas al agua a que maduren y se reproduzcan. En una ocasión en la Rada Portuaria de San Felipe, B.C., Mario Quintana (QPD) y Yo pescamos algunas con este criterio. Las que conservamos dieron un filete para taco por cada lado, que por cierto han sido los “tacofish” más sabrosos que he comido.
“En el alto Golfo de California, es el pez más común entre los pescadores novatos, pero también uno de los más sabrosos.
ESCRÍBELE Alberto Tapia Landeros Investigador ambiental independiente. Cuéntale altapialanderos@gmail.com FOTOS alberto Tapia
Punta Willard
La Pintarrayada
En la playa rocosa de Punta Willard, extremo sur de la Bahía de San Luis Gonzaga, pescamos esta cabrilla para comer y divertirnos por muchos años, utilizando equipo “lobinero” como aparece en la foto. Los peces de mar jalan más fuerte que los de agua dulce cuando son del mismo tamaño, así es que una “cabrillita” de 25 centímetros emociona a cualquier pescador. Desafortunadamente, hemos visto a pescadores playeros al sur de San Felipe sacarlas de todo tamaño y lo que es peor, dejarlas tiradas en la arena, lo cual es reprobable y no corresponde a un deportista. También hemos visto a personas intentado pescarlas con chinchorro, práctica que no ayuda a su conservación. Algunos pescadores las descaman y fríen enteras. Yo prefiero desprender sus filetes sin espinas y para un aprovechamiento óptimo, hacer caldo con el resto del cuerpo. Esta “pintarrayada” también aparece en la costa pacífica pero con menor incidencia. En el alto Golfo de California es la reina de la playa. La próxima vez que visite su hábitat, anímese a probar suerte con su equipo “lobinero”, no se arrepentirá.
Desde un Bote
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| FEBRERO 2019 |
San Felipe