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La guerra de las encuestas
from Edición No. 26
by COMPOLITIK
Una guerra basada en percepciones
No ha iniciado oficialmente la campaña electoral en Guatemala y los partidos políticos se esfuerzan por posicionarse en la mente de los electores, buscando por diferentes medios ganar las preferencias de la contienda que se avecina, sin importar recurrir, en algunos casos, a empresas que realizan encuestas de dudosa procedencia.
Para posicionarse, algunos han intensificado su presencia en vallas publicitarias, e incursionan en redes sociales, medios televisivos y radiales en donde se les otorga un espacio relativamente largo que ronda alrededor de 1 minuto o más, principalmente a los que tienen mejor top of mind. (Nivel de recordación).
Desde diciembre del año anterior, algunas estrategias implementadas por los asesores de partidos, buscan orientar la preferencia del elector mediante la difusión de supuestos índices de aprobación, basados en encuestas o sondeos realizados por empresas inexistentes o de renombre que al final aclaran no ser responsables de las mismas.
Dentro de los componentes que dan credibilidad a las encuestas y sondeos cabe mencionar la ficha técnica, selec- ción y tamaño de muestra, índice de tolerancia al error y desviación estándar de los análisis.
Un ejemplo de ello es que varias encuestas han tomado como base llamadas a celulares, pero existen varias preguntas al respecto que no son aclaradas ¿son de la provincia/ interior o de la capital? Número de rechazo de llamadas, edades, género y un sinfín de elementos que pueden darnos una idea de cómo realizaron las muestra respectivas y así, darle validez a las mismas.
Estos estudios son compartidos, en su mayoría, por WhatsApp, que se viralizan y llega a miles de personas que toman por verdadero los resultados de los mismos. Las que más se comparten son de candidaturas presidenciales y de la alcaldía municipal de la ciudad de Guatemala.
Hay que aclarar que las encuestas son radiografías del momento y nunca deben considerarse como un reflejo del futuro, cualquier coyuntura puede cambiar los resultados del mismo.
En el momento en que termina de recabar la última encuesta y en el momento que se procesan los datos, podrían perder validez.
Los ciudadanos tienen la percepción que les quieren tomar el pelo cuando ven a ciertos candidatos de un día para otro, con un margen muy alto de aprobación y en otra encuesta aparecen bajos o ni siquiera son mencionados.
Los partidos políticos parten de sus propias encuestas, sea elaborada de forma profesional o no y son usadas como parte de los elementos estratégicos ya que los resultados de las mismas sirven para ir corrigiendo el rumbo de su propia estrategia.
Habrá que esperar a las encuestadoras serias, de renombre, que sean publicadas en algún medio de comunicación o que presenten la metodología con que se elaboraron.
Cuando eso suceda, sabremos realmente el índice de aprobación de los diferentes partidos que han presentado binomio presidencial o candidatos a alcaldía municipal.