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LA OTRA

REVISTA DE ARTES ESCÉNICAS CUATRIMESTRAL Y DE DISTRIBUCIÓN GRATUITA AÑO 4 - N° 10 | ABRIL DE 2014 - ENTRE RÍOS

BUTACA

Perfiles. biografías del teatro latinoamericano

Discursos del ITI

10 Equipo Director Guillermo Meresman Editora Mónica Borgogno Redactores Romina Arapeiz Tochy Eymann Raúl Dayub Nora Llados Colaboraciones Marcelo Bertuccio Graciela Frega Ricardo Dubatti Karina Mondaca Manuel Geanoni FIPT Crespo Archivo TEC Diseño Alfredo Alarcón Contacto guillermomeresman@hotmail.com borgogno_monica@ hotmail.com En la web labutacaotra.blogspot.com

LA OTRA BUTACA y La Otra Butaca

LA OTRA

BUTACA

Editorial En este número cubrimos dos importantes eventos, de distintas dimensiones y características. Uno es el Santiago a mil, que nos llevó tiempo y kilómetros, pero valió la pena y nos obligó a una cobertura especial que intenta dar cuenta en síntesis, de la magnitud y calidad de su suceder. Este festival chileno que se despliega durante 17 días de enero, reunió espectáculos de distintas búsquedas, de casi veinte naciones y a un nutrido grupo de programadores, periodistas y funcionarios de cultura de todo el mundo. Compartimos con ellos, y ahora con ustedes, imágenes y textos inolvidables, que guardaremos de esta gran experiencia continental.

Después del evento trasandino, estuvimos aquí cerca, en Crespo, donde vimos varias obras y pudimos intercambiar pareceres con muchos de los teatristas participantes. En una apretada crónica, dejamos algunas de nuestras impresiones de este festival.

En este número 10, en la misma línea de rescate de palabras, gestos, documentos y obras que solemos hacer, iniciamos la difusión de discursos brindados por grandes maestros de la literatura o las artes escénicas, a instancias del Instituto Internacional de Teatro (Unesco) que en distintas oportunidades los invitó a saludar a la propia comunidad teatral global.

En nuestra sección dedicada a Biografías del teatro latinoamericano, la querida investigadora cordobesa Graciela Frega se ocupa de la figura de su coterránea María Escudero, la primera creadora de gran ascendencia en nuestro país como en el Ecuador, a la que ofrecemos las páginas centrales en merecido homenaje.

Asimismo, invitamos a Marcelo Bertuccio, alterando nuestro tradicional federalismo, a que nos cuente desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en Los qué, cuáles son sus intereses culturales recientes, y a Ricardo Dubatti, que nos facilitó un balance del reciente Festival Novísima Dramaturgia Argentina, llevado a cabo en la capital.

Además, como en todos los números, la bibliografía y la actualidad más destacada del panorama teatral local, nacional y, en menor medida, transnacional.

Nos reencontramos en agosto, con una publicación que sin proponérselo ya es record en la comarca, y tiene forma de puente entre nosotros, ustedes y la historia teatral regional. Mientras tanto, seguiremos viendo teatro, comentando y colaborando con los artistas de la zona desde nuestro blog.

LA OTRA BUTACA no se responsabiliza de la opinión de las firmas.

Registro de la Propiedad Intelectual en trámite.

El contenido de La Otra Butaca puede ser reproducido en tanto se mencione su fuente.

La revista LA OTRA BUTACA cuenta con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro y el acompañamiento de la Universidad Autónoma de Entre Ríos.

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Ilustrando la tapa

El Teatro-Estudio Casacuberta y aquel sueño moderno A instancias de una convocatoria que buscaba ampliar los horizontes del teatro en Paraná o enriquecer la escena local, Héctor Santángelo (1909- 1976) inició en 1948 uno de los proyectos creadores grupales más perdurables de las artes escénicas del pasado siglo en el país: El Teatro Estudio Casacuberta. Si bien la entidad se agota aproximadamente a los quince años, con una especie de récord vernáculo de 20 puestas en escena, innumerable cantidad de giras y novedades para el teatro regional, su ascendencia sobre nuestra historia ha adquirido ya visos de leyenda.

La diversidad de repertorio y su modernidad, coqueteando con algunas vanguardias mundiales en búsqueda del estilo propio, en las experimentaciones de los “pequeños teatros” (Ch. Dullin), fueron algunas de las características del teatro de Santángelo. Otro aspecto que lo singularizó, fue su sistema de producción, como a otros grupos independientes de Buenos Aires y otras ciudades. Áreas entonces desatendidas o

poco desarrolladas por los cuadros y conjuntos filodramáticos precedentes, fueron eficazmente puestas en juego por este hombre que se se desempeñó como empresario-administrador del Teatro 3 de Febrero de la capital provincial y también como periodista. Héctor Santángelo, cabe agregar, había experimentado el periodismo desde 1931 en medios como Democracia, El tiempo, La acción y El Diario, y casi todo lo que había aprendido como es-

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pectador, lo había adquirido en ese Teatro Municipal desde 1933.

Ese año, por unos meses, funge como director del espacio oficial, y vuelve a conducirlo entre 1935 y 1939, y desde 1955, en simultaneidad con un segundo momento grupal.

De abril del ‘54, en que estrena la segunda pieza de Juan Carlos Ghiano La casa de los Montoya, data la primera entrevista que le hicieran en el semanario Expansión y la última está en El día, el

3 de marzo de 1976.

Los años anteriores a que el Teatro- Estudio Casacuberta irrumpiera en el panorama escénico de la ciudad, fueron años de agrupamientos en torno a las ideas fundantes de las nuevas estéticas. El movimiento de teatros independientes en el país, fue el emergente de muchas de esas inquietudes y anhelos, y en nuestra región, se coció al caldo del Teatro del Pueblo, y luego del Fray Mocho y de La máscara.

Santángelo sumó al grupo, y en definitiva al frente estéticoideológico de pertenencia, a numerosos artistas de distintas disciplinas, cuyos nombres quedaron grabados en recientes artículos de estudio, notas y en imágenes.

Allí estaban Juan David Leveroni, el otrora actor y director filodramático y desde 1912 maquinista del Teatro Municipal; Silvia Basualdo, que provenía de Buenos Aires donde se había formado en estudios regulares de teatro; un precoz Juan Fiorito y el mencionado Ghiano, de Nogoyá, entre muchos otros jóvenes valores que

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1 soñaban profesionalizarse y ansiaban rumbos nuevos para el arte o el teatro contemporáneos. Juan Carlos Magistrelli, que ya había debutado como actor, fue otro de los señeros intérpretes que contribuyó con una nueva visión plástica de lo escénico, materializada en originales escenografías, hasta que se alejó del grupo a fines de los años ‘50.

Artistas. Desde 1952, el TEC incorporó a la mujer de Héctor Santángelo, Esmeralda Rolland, que nutriría al grupo de ideas y lucidas actuaciones hasta principios de la década siguiente. Esta mujer supo conjugar espectáculos unipersonales, poesía y performance; pero ya desde la fundación grupal se sumó otro integrante de la familia: Mimí Santángelo, hija de ambos fue quien integró repartos pero también quien aportó al teatro para niños local.

Críticas, notas, programas y cuantioso material fotográfico correspondiente a toda su trayectoria, dan cuenta de todo aquel tránsito que otorgaría al TEC, perfil único en el teatro de su época, en la que la televisión daba sus primeros pasos y empezaba a deslumbrar a varios. Sistemas primitivos para cambios sutiles de iluminación y una novedad tras otra en los planos sonoros, serían

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características de la época.

La preocupación “histórica” de Santángelo, no sólo se vio confirmada en esa serie de acciones, y en actos literarios –al respecto se puede consultar La Otra Butaca número 5, donde rescatamos un inédito suyo. También está presente en esa documentación celosamente prevista: fotos de lecturas colectivas, fotos con amigos, fotos de ensayos previos a estrenos, fotos de funciones especiales, fotos de los estragos que una tormenta veraniega en el Parque Urquiza provocó en la escenografía de La zapatera prodigiosa, (reproducidas en El Diario en el 2007), fotos de gira, fotos en la sala propia, fotos con públicos, autores y con técnicos, fotos armadas como retratos antiguos. Y programas de todos los tamaños y formas, originales ediciones, afiches y volantes. Notas, artículos, algunas grabaciones para LT 14 de unitarios teatrales y entrevistas que han dado testimonio.

En esos restos puede intuirse su verdadera evolución, en los distintos documentos de las puestas en escena o textos espectaculares, y pueden imaginarse las evoluciones personales de los miembros o distintos integrantes.

Una escuela, sí, de intérpretes y teatristas, y también de espectadores, (casi veinte mil en 1954), eso quiso ser.

Eran vocacionales para distinguirse del teatro comercial, aun-

Fotos

1. Única imagen existente de un momento de La casa de los Montoya, primera tragicomedia inédita de Juan Carlos Ghiano.

2. El Teatro-Estudio Casacuberta a principios de los años ’50, posando en el escenario del Teatro 3 de Febrero junto a los maquinistas de la principal sala de la provincia.

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que habían adoptado de los años anteriores, algunas cosas de sus prácticas sociales, como fugaces pertenencias o vínculos con clubes urbanos, al comienzo de su trayectoria, como los precedentes cuadros o conjuntos filodramáticos.

Cifras. Como Isidoro Rossi y

otros creadores, formulan una tradición y la amplían, entre la Cultura y lo Popular, entre el Teatro y la Literatura y la Plástica y la Música, entre lo Clásico y lo Contemporáneo.

“Teatro íntimo”, “psicologista”, “farsesco”, “simbolista”, “expresionista”, “filosófico”, “realista”…

Dos docenas de obras, seguro que más de 30 integrantes de repartos totales, más de 10 escenarios pisados en Entre Ríos, miles de espectadores en distintas ciudades y décadas. Dramas, comedias, tragicomedias y farsas que acaso ya estén en el imaginario colectivo.

Autores de acá, de allá y de acullá, y anónimos; espectáculos en “circular”, y en distintos tipos de variantes espaciales; temporadas largas y temporadas cortas, estivales.

Teatro de clase media, teatro

3. Las de barranco, obra de 1955 4. Héctor Santángelo a comienzos de 1960 5. Ensayo de Delito en la isla de las cabras, de Ugo Betti, exitosamente representada desde 1954, con dirección de Héctor Santángelo.

6. Las Farsas francesas anónimas fueron

para pensar y divertirse, para participar e involucrarse; para transformar y consolidar. Un teatro para la ciudad, una nueva sala, por unos años, hasta con la biblioteca Isidoro Rossi, que en parte integran el reservorio bibliográfico de la Biblioteca Teatral que funciona en el Centro Cultural Juan L. Ortíz. Y un prematuro final, a comienzos de la década del ‘60 cuando ya para Santángelo se tornó incompatible la asunción de funciones públicas para la provincia, y la labor creativa al frente del grupo. El malentendido, de Albert Camus, fue su último trabajo como director, entre 1961 y 1963, y lo estrenó en las provincias de Santa Fe y Chaco, introduciendo el intertexto existencialista en el teatro representado en la región.

En fin, un legado que fue no sólo estético, sino también ideológico o político, podría decirse.

Entre la Democracia y el Golpe del 76, un antimilitarista Héctor Santángelo militó en el radicalismo y aportó nuevas maneras de entender – y disfrutar- al teatro local. Consecuente renovador, puede estimarse su trabajo como forjador de una nueva etapa que pronto desandarían las artes escénicas en la provincia toda.

representadas para todos los públicos, en circular, además de publicadas en pequeño formato en Paraná.

Tapa. Héctor Santángelo, Esmeralda Rolland, el autor victoriense Gaspar Benavento y otros amigos, en el estreno de 1962 de Títeres del mundo nuestro, en la sala propia del TeatroEstudio Casacuberta de Paraná.

Cobertura trasandina

Una vidriera para el teatro

latinoamericano

Guillermo Meresman Mónica Borgogno

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resentamos un teatro contemporáneo, que se atreve”, dijo a modo de síntesis Carmen Romero, directora desde el principio y más aún, del Festival Internacional de Teatro Santiago a mil, que desde hace 21 años se hace en Chile. “Surgió para cantarle a la libertad y para decirnos a nosotros mismos que era posible vivir un sueño. Teníamos ganas de inventarnos una manera de vivir y trabajar que no fuera dependiendo del Estado o de una empresa privada”, explicó.

Y así fue como creció y hoy es uno de los más prestigiosos del continente. Este año en particular, presentó una programación que en 17 días y en distintos puntos del alargado país, ofreció unos 67 espectáculos de 860 artistas provenientes de 19 países, además de una intensa agenda con 390 actividades como Tocatas Mil, talleres y encuentros dentro del Laboratorio Escénico y una renovada Semana de programadores de todo el mundo denominada Platea 14 que tuvo lugar del 13 al 18 de enero.

Poner en valor las artes escénicas del país anfitrión pero también el teatro que se hace en Latinoamérica, fue parte de la impronta que ha guiado la conformación de la grilla de obras pensadas para la degustación de prensa invitada y programadores.

Los seminarios Ciudad y Cultura, con la participación de destacados invitados, fueron otras instancias de diálogos e intercambios fructíferos que suma-

das a los espectáculos, hizo que nuestra revista hiciera honor al nombre del evento y anduviera “a mil”, de un lugar a otro, transitando las calles de la hospitalaria Santiago.

Localía. No son pocos los grupos y elencos chilenos que, resultados de un comité curador, formaron parte del eje del Festival en este enero de 2014. Y de éstos cosecharon rotundos elogios Sobre la cuerda floja, una obra que toma temas como la infancia, la vejez, la ausencia y el amor y los convierte en delicia visual y sonora. La pieza, de Mike Kenny con dirección de Teatro Milagros brinda un delicioso y fino manejo de muñecos y voces bien trabajadas que imprimen no sólo verosimilitud a los personajes sino que crean climas y una cercanía increíble y conmovedora.

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Historia de amor, última de las producciones de la trilogía de Teatrocinema, también estuvo entre las producciones aplaudidas. Desde una apuesta a lo interdisciplinario, una combinación de cine-comics y teatro en justas dosis, se dio este juego escenográfico poco visto y una historia que queda en la retina junto a Bernardita Montero y Julián Marras, los dos sólidos intérpretes de una historia oscura -basada en la novela homónima del francés Régis Jauffret-, bajo dirección de Juan Carlos Zagal.

Una obra quizás más típica de la tradición y los rumbos del teatro chileno, fue La grabación, de Rafael Gumucio, una trama de historia, política y sociedad a la que la dupla de Delfina Guzmán y Elisa Zulueta dotó de emoción. Estos temas también fueron frecuentados en títulos como Escuela, Chef y Yo maté a Pinochet, que se ofrecieron en distintas salas de la ciudad.

En tanto Otelo, constituyó una esperada puesta en la que actores, marionetas y objetos dieron nueva vida al clásico adaptado, interpretado y dirigido por Jaime Lorca, Teresita Iacobelli y Christián Ortega. A su turno Zoo, de Manuela Infante, acercó una puesta carga-

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da de humor y provocación, en una de las salas del Centro Cultural Mapocho, una vieja estación de tren recuperada para la cultura a mediados de la década del ’90.

Legión nacional. Argentina estuvo presente en el FITAM 2014 con cuatro distinguidos trabajos. Cineastas, de Mariano Pensotti, Futuro, de Mayra Bonard, Babooshka, canciones de mujer, de Carlos Casella, y Emilia, de Timbre 4, todas elogiadas por críticos y programadores extranjeros presentes.

En especial, la obra de Claudio Tolcachir, protagonizada por un reparto de nivel integrado por Elena Boggan, Carlos Portaluppi, Adriana Ferrer, Francisco Lumerman y Gabo Correa, supo emocionar a varias plateas colmadas de la sala 2 del Teatro de la Universidad Católica con una historia que tiene a lo ominoso como eje argumental, leit motiv de su proyecto creador.

Continental. A esta cita con la escena

latinoamericana tampoco faltaron obras de Perú, Uruguay, Brasil y Bolivia. Precisamente en un panel referido al modo de crear y producir en este continente, se subrayó el esmero puesto en esta edición, por mostrar y propiciar la gira de espectáculos de por acá,

Políticas culturales

El mote con huesillo es un refresco popular de Chile –con granos de trigo y trozos de durazno- que se lo toma en la calle pero también en ceremonias como la que abrió el encuentro Platea 14, dentro del XXI Festival de Teatro Santiago a mil, acaso para que los programadores de más de 180 países puedan adentrarse en la cultura trasandina.

Así, quienes están detrás de grandes festivales que se hacen en el mundo, como el de Edimburgo, Los Ángeles, Fortaleza o Curitiva, París, Valdivia, Barcelona, se empaparon de la vida chilena y su teatro. Y al revés, los anfitriones y el resto de los invitados pudieron conocer de cerca y discutir detalles sobre criterios de evaluación y calidad de espectáculos, formas de comunicación de distintos festivales, aspectos ligados a innovación, infraestructura, modelos de gestión.

De este modo, “la búsqueda de socios estratégicos” y el privilegio de obras de calidad emergieron como parte del secreto del gran Festival de Edimburgo, según contó Faith Liddell y Kath Mainland, dos de las responsables de estos festivales de Escocia, quienes mostraron los resultados de un sistemático estudio que hacen desde hace nueve años, para medir el impacto econó-

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así como la voluntad de exponer la integración y diversidad a la vez, del teatro de la región.

Uruguay, por caso, deslumbró con Bienvenido a casa, una propuesta creada por Roberto Suárez. La obra que consta de dos episodios que se ven en días consecutivos o sucesivos, tuvo todo los méritos que la crítica de Montevideo y Buenos Aires habían resaltado, luego de su temporada en el país oriental y su presentación en el FIBA. Originalidad, excelentes actuaciones y potencia global. Para no hablar de un texto espléndido y una notable mico, social y cultural en la vida de esta ciudad. “El 60 % de nuestra población va al Festival”, deslizó una de ellas. La alianza con los periodistas no es un capítulo menor, pues los gestores de Edimburgo saben que “los medios hace rato dejaron de enviar periodistas para cubrir este tipo de eventos” por eso en la última edición sumaron a 30 viajeros que tienen blog para que generen sus materiales comunicacionales, sus crónicas del festival y “fue una experiencia interesante porque surgieron coberturas con diversos puntos de vista”, señalaron las programadoras ante una pregunta de La Otra Butaca.

“Hemos generado empleo para medio millón de personas y sabemos que el 75 % de la población piensa que con el Festival, ha aumentado su calidad de vida”, añadieron.

La contundencia de las cifras, tanto de inversión como de trascendencia en la calidad de vida de la gente, de generación de empleo y atracción de turistas, dimensiona la importancia que cobra la organización de estas semanas en las que la belleza del teatro inunda

dirección. A través del juego, la representación y una creatividad arrolladora muy consustanciada con la escena, el elenco integrado por Soledad Pelayo, Gustavo Suárez, Mariano Prince, Chiara Hourcade, Rafael Soliwoda, Óscar Pernas, Mario Rodríguez y Sergio Gorfain, brindó otro de los picos en jerarquía de un festival cada año más convocante, más grande y necesario.

Inspirada por películas de culto de David Lynch como El hombre elefante, según lo declaró a la prensa su director, la propuesta

salas y plazas y llega a todos para sacudir sus emociones y quedar en su memoria. Esta rigurosa sistematización de datos y acciones, no es una práctica habitual. No obstante el resto de los gestores admitió su relevancia y la necesidad de empezar a implementar estos estudios científicos para, entre otras cosas, dar cuenta de los fondos públicos o privados y conquistar nuevos inversores y público.

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es una reflexión aguda sobre/del teatro contemporáneo. Una máquina efectiva que inevitablemente genera ternura, risa y tensión como cualquier tragicomedia, pero en base a recursos simples y honestos. Un espectáculo complejo, al que se le augura larga vida en festivales internacionales y memorias personales de los pocos espectadores que comparten la experiencia. Pues la obra así repartida, siembra intriga entre uno y otro episodio, con un humor ácido que hace remover de su butaca hasta al espectador más avezado.

Una ciudad intervenida. Entre los es-

pectáculos y performances internacionales que ocuparon distintos espacios de la capital chilena, estuvo el arribo de la nave francesa Aeroflorale II, comandada por FD, que divirtió e hizo pensar frente a la famosa Casa de la Moneda. El grupo La Machine presentó La expedición vegetal, una construcción de 15

metros de altura que llegó con la misión de estudiar la potencialidad eléctrica de las plantas del sur. La llamativa estructura tripulada por 11 científicos intrigó a los paseantes y suscitó los más jocosos y profundos comentarios de los ocasionales espectadores, que durante una hora aprendían e imaginaban sobre el mundo de las plantas. Ocurrentes, los miembros de la compañía francesa, se llevaron el amor y la gratitud del público, aunque sin aplausos por su liminalidad escénica en el centro simbólico del país. Por caso, uno de sus tripulantes, el meteorólogo a bordo Stéphane Chivot, ofrecía escuchar el sonido que emiten por ejemplo, las carnívoras. Más de un incrédulo –o no- se puso los auriculares y escuchó desaforados gemidos de hambre, que no eran más que una “transcripción analó-

gica”, según explicó.

Otro acierto de la programación, fue el cierre del FITAM con la compañía del Teatre de la Ville, que en el hermoso Teatro de los Carabineros, ofreció por primera vez para Latinoamérica, su contundente versión de Rinoceronte, de Eugène Ionesco, esa trama urdida en un pueblo o ciudad cualquiera, donde los habitantes se convierten inexorablemente en peligrosos animales a pesar de su aparente inocencia, y cercan al protagonista Berenguer. Este clásico del teatro del siglo XX que renovó la dramaturgia universal y se publicó por primera vez en castellano en 1962, se mostró aquí en un gran despliegue visual y emocional, bajo dirección de Emmanuel Demarcy-Mota.

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Fotos

1 y 2. Rinoceronte tuvo varias funciones a sala llena, con un numeroso elenco de excepción.

Luego de presentarse en el Teatro de los Carabineros, se disfrutaría en Buenos Aires. (foto de Jean

tica hipótesis de un mundo mejor, para todas las cámaras.

4. Historia de amor combina animación y teatro, literatura y escena, con buen resultado.

Louis Fernández)

3. La expedición vegetal, jugó con su poé-

5. Sobre la cuerda floja ofrece una triste historia que merece verse y vivirse.

6. Otelo de la compañía Viajeinmóvil, colectivo multidisciplinario dedicado al estudio y creación del teatro ligado a la materia. (foto de Rafael Arenas) 7. Emilia, la obra escrita y dirigida por Claudio Tolcachir, fue muy bien recibida en Chile. (foto de

Gustavo Pascaner)

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Perfiles

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Biografías del teatro latinoamericano

María Escudero Córdoba, 1926 – Quito, 2005 Opción y pasión por la libertad creativa

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aría Escudero es uno de los grandes referentes del campo cultural latinoamericano contemporáneo.Su personalidad apasionada, su creatividad sin límites, la fuerza de sus ideas y su capacidad para dar relacionándose, han dejado huellas profundas en todos los espacios y los cuerpos que atravesó en su andar de artista, intelectual y maestra.

Los años cincuenta marcaron los inicios de María en dos etapas de aprendizaje y de vinculación con la actividad teatral. La primera transcurrió en Buenos Aires, donde trabajó como actriz y comenzó a formarse en la dirección escénica con figuras del movimiento independiente como Juan Carlos Gené, Roberto Durán y Onofre Lovero. Durante la segunda, su etapa europea, profundizó sus conocimientos sobre el arte del mimo con Marcel Marceau, representó a la Argentina en el Festival Mundial de Bruselas 1958 con Acto sin palabras de Samuel Beckett, trabajó en España como actriz cómica de la Compañía Eslava y ejerció las más diversas tareas para mantener el vivir cotidiano y la vocación de viajera que no abandonaría nunca.

Tras su regreso a Córdoba, en 1962, María multiplicó sus campos de acción. Se desempeñó como asesora artística de Canal 10, Televisora Universidad de Córdoba, donde dirigió el Ciclo “El show del siglo” (1963) y “Córdoba, primer año” (1964), un teleteatro diario con guión de su autoría del que participó un nutrido elenco de actores locales.

Simultáneamente, fue trazando un camino productivo en el ámbito de la música a través de la composición y del canto. En sus primeros espectáculos -­Canciones justificadas; Canciones de Adentroafuera- y en los temas que integraron sus discos Cantar nomás, Canto dimensión y De cuerpo entero, abordó temáticas sociales

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que la aproximaron, en ideales y objetivos, al movimiento de Canto Popular que se desarrolló en Córdoba durante los sesentasetenta. Con la misma actitud comprometida se posicionó en un lugar destacado de los circuitos independiente y universitario del campo teatral. La labor docente que realizó en este último, a partir de su incorporación al Departamento de Arte Escénico de la Escuela de Artes (1965), marcó uno de los hitos fundamentales de su propia historia y de la historia institucional. Fue allí, en la cátedra de Práctica Escénica I, donde empezó a explorar con sus alumnos las técnicas de investigación e improvisación que le permitieron cimentar una metodología de creación grupal. Motivada por esas experiencias en 1969 presentó, con otros docentes, un proyecto de innovación pedagógica que fue rechazado porque –en su opinión– “el trabajo colectivo desmembraba la concepción huma-

nista e individualista del trabajo artístico” imperante en la Escuela(1).La defensa de su método, que continuó en el aula mediante la producción de trabajos internos entre los que se destacó El ritual del hombre, fue uno de los factores determinantes de su fractura con la Universidad. El deseo de transformación de las estructuras institucionales que impulsaba sus ideas y sus acciones era una utopía peligrosa para la instancia políticamente convulsionada que se vivía tras el “Cordobazo”, y eso le valió la expulsión.

Voz innovadora. María siguió integrada al circuito independiente cordobés, convirtiéndose en uno de sus principales exponentes a partir de la fundación del Libre Teatro Libre (1970). Este grupo, formado por los estudiantes que habían sido el motor de la tarea colectiva en la Escuela de Artes –y que la abandonaron para seguirla– la acompañó durante

cinco años, embarcándose en una experiencia de investigación que le hizo consolidar progresivamente su metodología de trabajo. Con ellos produjo un conjunto de obras que, por su variedad estilística y por su disposición al cambio permanente, los colocó al margen de lo establecido mediante la búsqueda constante de nuevas temáticas y de nuevos medios expresivos. En sus primeros espectáculos (Un arco iris entre dos tormentas, Antaño y hogaño, Tomo y ombligo, Viajando con los LTL) y en otros posteriores, como De cuerpo entero y Algo por el estilo, exploraron el humor con una vitalidad desprejuiciada, sin esquematismos y abierta al juego ingenioso a través de la articulación de teatro, música y cine. El cruce de lenguajes fue también un recurso privilegiado para la creación de Glup, zas, pum, crach y La mayonesa se bate en retirada, obras para niños en las que explayaron humorística y libremente su

La foto de tapa de María Escudero es del periódico “La voz del interior”.

espíritu lúdico. El asesinato de X (1970), Contratanto (1972) y El fin del camino (1974) se inscriben en la línea del teatro documental, señalando sucesivos avances en las técnicas y las ideas que sustentaron los principios metodológicos e ideológicos de su proyecto de creación colectiva.

Otras culturas. Durante el recorrido que compartió con los LTL, María se lanzó “hacia una experiencia teatral latinoamericana” que para ella significó “la gran opción y el gran conocimiento”: la posibilidad de encontrarse con otras culturas, con otros públicos y con teatristas que estaban siguiendo caminos similares a los suyos. En 1971 viajaron a Chile, Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador, donde presentaron El asesinato de X ante mineros, comunidades indígenas, obreros y estudiantes, que los iniciaron en la práctica del debate.

El aprendizaje adquirido, maduró en los procesos creativos posteriores que fortalecieron una dramaturgia combativa, plenamente comprometida con la lucha de clases y los propósitos de transformación social que impulsaron al teatro político de los setenta. En sintonía con otros grupos del continente (el Escambray, el Teatro Experimental de Cali, La Candelaria) María consideró a la “creación colectiva como la respuesta latinoamericana al teatro del mundo”, respuesta que no sólo estableció una ruptura de las convenciones escénicas tradicionales sino que también ofreció un ejemplo superador de las jerarquías (autor, director) y de los

modos de comunicación direccionados desde un texto acabado hacia un espectador pasivo. A la vez que impulsó la socialización del grupo y la interacción con los sujetos sociales involucrados en las problemáticas escogidas para llevar al escenario, María/LTL se empeñó en buscar un lenguaje que les permitiera expresar su percepción de la realidad, adecuándolo a la misma para no poner trabas a la recepción. Así lo expresó, al referirse a la experiencia de Contratanto en el Festival de Manizales: “No se puede comunicar contenidos revolucionarios si no lo son también las formas que les sirven de vehículos y la elaboración de ese lenguaje tiene que estar en estrecho contacto con el público al que se dirige” (Revista Primer Acto 161, 1973). De allí su persistencia en el análisis crítico e ideológicamente coherente que aplicaron para descubrir las contradicciones del devenir histórico y aplicarlo a la construcción de textos no conclusos, siempre abiertos a la reescritura con los aportes del público.

Bajo sospecha. El accionar

de María en el campo teatral cordobés –que también abarcó el dictado de cursos, la dirección de actores y la colaboración con grupos como La Chispa– fue interrumpido por el golpe militar de 1976.

Sabiendo que se encontraba bajo sospecha, decidió radicarse en Ecuador donde permaneció hasta el final de sus días.

Ecuador le permitió retomar el vínculo institucional con la docencia, primero en la Escuela de Teatro de la Universidad Central de

Quito y, posteriormente, en la Escuela Internacional de Teatro para América Latina y el Caribe. En el ámbito de la producción escénica trabajó de manera intensa y apasionada: escribió obras dramáticas (La Fanesca, Bandaís, El hombre vestido de blanco), fundó con Susana Pautasso el Grupo Saltamontes, participó en proyectos de creación colectiva con agrupaciones de tendencia popular, dirigió espectáculos de grupos como Malayerba, El Tinglado y La Trinchera y, entre otras actividades, colaboró en la organización del Festival Internacional de Teatro de Manta.

Siempre comprometida con las causas populares, impulsó la fundación de la Corporación Promoción de la Mujer desde de la cual ejerció una militancia activa en el marco de proyectos comunitarios orientados hacia la protección de los derechos femeninos.

Perdón y encuentro. En su andar por los caminos de la cultura y el teatro promoviendo el ejercicio del arte en libertad, María obtuvo el reconocimiento de instituciones como Casa de las Américas y Casa de la Cultura Ecuatoriana. Pero, sin lugar a dudas, el reconocimiento de mayor peso simbólico lo recibió en 1999 cuando la Universidad Nacional de Córdoba la nombró Doctora honoris causa y, en un acto público sin precedentes, le pidió perdón. La profesora expulsada treinta años atrás y que, para esa

ocasión, fue declarada “Visitante ilustre de Córdoba”, aceptó con humildad los homenajes y se dispuso a la alegría del reencuentro con sus discípulos-compañeros que tuvo lugar durante el Festival “Libre Teatro Libre, María Escudero y la Creación Colectiva”.

María pasó sus últimos años en Ecuador, que volvió a distinguirla otorgándole el Premio María Espejo (2004) por su trayectoria artística y por su indeclinable compromiso político en el campo de la cultura. “El teatro es mi vida desde que despierto… hasta que vuelvo a despertar”, dijo en esa oportunidad, reafirmando esa pasión que fue su forma de existencia. El 5 de abril de 2005 murió en Quito. Sus cenizas fueron repartidas entre los Andes ecuatorianos y la Ciudad Universitaria de Córdoba, donde permanecen a los pies de un lapacho ubicado frente al Teatrino que hoy lleva su nombre. Allí sigue resonando su palabra de maestra: “Nuestra tarea es constructiva, quiere hacer pensar, ayudar a ver la propia imagen, la verdadera, para que se corrija y mejore, para que superemos nuestros miedos y contradicciones, para intentar, juntos, un nuevo ángulo de visión y, aunque más no sea en algunos casos, comprender que podemos optar, elegir, decidir” Graciela Frega (UNC)

Todas las citas pertenecen a entrevistas publicadas por los diarios Córdoba y La Voz del Interior en la década del setenta.

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Visibilizar a los

nuevos teatristas La fiera

(foto gentileza de Lucas Coiro)

Las casas íntimas

(Foto gentileza de Luisina Jacinto)

Piedra sentada, pata corrida

(foto gentileza de Agustín Suárez Pumar)

Ricardo Dubatti

H

ay una nueva generación de teatristas, menores de 33 años, nacidos en la década del ochenta, a finales de la dictadura o ya en democracia.

Con gran creatividad están cambiando el teatro nacional en todo el país. El Festival Novísima Dramaturgia Argentina, cuya primera edición duró seis semanas (terminó el pasado 21 de marzo) y se realizará anualmente los veranos, nació con el objetivo de visibilizar esa generación que practica y entiende el teatro desde miradas y saberes nuevos.

Organizado por becarios del Área de Investigaciones en Ciencias del Artes (AICA) del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, en la sede del CCC (Corrientes 1543), en su primera edición el Festival convocó a 18 drama-

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turgos, 6 espectáculos, 4 mesas de discusión y presentó 2 antologías con obras de jóvenes creadores nacidos entre 1981 y 1990 en distintos lugares del país: Azul, Buenos Aires, Mar del Plata.

Los espectáculos fueron Pollerapantalón de Lucas Lagré, Niña con cara de jirafa de Natalia Carmen Casielles, Piedra sentada, pata corrida de Nacho Bartolone, La fiera de Mariano Tenconi Blanco, Potencialmente Haydée de Patricio Ruiz y Las casas íntimas de Eugenia Pérez Tomas, todos dirigidos por los mismos autores. Las seis obras fueron reunidas en la antología Nuevas dramaturgias argentinas, publicada por EDIUNS (Editorial de la Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca, 2014). Intervinieron además los dramaturgos Diego

Faturos, Andrés Gallina, Sofía Guggiari, Sebastián Kirszner, Agostina Luz López, Francisco Lumerman y Sol Rodríguez Seoane, quienes junto a la mencionada Casielles presentaron otros ocho textos publicados en la antología Off! Novísima dramaturgia argentina (InterZona, 2013). En una mesa redonda se cruzaron los dramaturgos-directores Nacho Ciatti, Ramiro Guggiari, Lucía Panno, Pablo Quiroga e Ignacio Sánchez Mestre. Hubo otra mesa con investigadores y críticos de AICA y CONICET, también muy jóvenes: Paula Ansaldo, María Fukelman, Ignacio González, Ezequiel Obregón, Federico Picasso, Laura Rauch, Paula Sabatés, Eugenio Schcolnicov, Jimena Trombetta.

Gran cantidad de público acompañó a los espectáculos y las mesas. Las valiosas intervenciones fueron registradas y serán publicadas en los próximos números digitales de Palos y Piedras (La Revista del CCC en Línea, www.centrocultural.coop).

El Festival Novísima

Dramaturgia Argentina busca generar resonancias, multiplicar el público, mostrar nuevas propuestas y formas de pensar el teatro y el arte. Percibir la diversidad que caracteriza el teatro actual. Ese es uno de nuestros puntos de partida: el hacer teatral como una forma de pensamiento. Por eso el Festival propone ver los espectáculos y también aproximarse al pensamiento de los artistas y de aquellos que estuvieron en los procesos de creación. ¿Por qué seguir haciendo teatro independiente hoy? ¿Cómo se relaciona el teatro con las nuevas tecnologías? ¿Cómo está presente la experiencia histórica de los últimos años en las poéticas? ¿Cómo se relacionan los más jóvenes con los “padres” teatrales, con los maestros, con el teatro del mundo? ¿Cómo se hace teatro en la democracia? ¿En qué se parecen y en qué se diferencian los jóvenes de los setenta y los actuales? Las respuestas registradas son de gran riqueza conceptual y transversalmente proponen una lectura política, social, cultural, económica del país. Ya comenzamos a organizar el segundo Festival, que tendrá lugar en febrero-marzo 2015. Se sumarán creadores nacidos en los años noventa con obras, libros y mesas de discusión renovados.

Los qué M

de

arcelo Bertuccio es dramaturgo, actor, director teatral y pedagogo.

Muchas de sus obras han sido publicadas, estrenadas, premiadas y estudiadas en diversos países de Latinoamérica y Europa. Entre lo último de su producción, cabe mencionar Conventa (un cruce de niveles de realidad a modo de comedia costumbrista), El Propósito Colectivo (una peculiar versión de Macbeth de Shakespeare, que denuncia el vacío de contenido de gran parte del teatro actual), y Chau chau (el desafío de permanecer en una realidad incierta o escapar de ella en busca de una certeza irreal). Como actor, acaba de estrenar Zona de humo, de su discípula Verónica McLoughlin, en el Teatro del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires.

Qué leo

Desde los nueve años de edad leo todo el teatro que cae en mis manos. Además, llevo adelante la lectura regular de materiales dramáticos en proceso, por mi trabajo pedagógico. Me gusta mucho leer biografías; aprecio enormemente la de Chejov de Troyat, la de Nijinski de su viuda, las de Enrique Discépolo de Sergio Pujol y de Norberto Galasso y de Tania, la de Leónidas Barletta, fundador del teatro independiente, de Raúl Larra, la autobiografía de Isadora Duncan, La linterna mágica de Bergman, los diarios de Kafka, de Gombrowicz, de Joe Orton. En cuanto a la narrativa, prefiero siempre la de escritores hispanoparlantes: Mujica Lainez, Reinaldo Arenas, Leopoldo Marechal, Roberto Arlt; o las grandes traducciones, como las de Borges de Orlando de Virginia Woolf o Las palmeras salvajes de Faulkner.

Siempre vuelvo a los cuentos de Chejov, de Cortázar, de Borges, y a la poesía de García Lorca, de Machado, de José Hernández, de Raúl González Tuñón, de Pablo Neruda, de César Vallejo, de Oliverio Girondo, de María Elena Walsh. No me queda mucho espacio para la literatura más contemporánea, porque creo, como André Gide, que no hemos aún leído ni comprendido cabalmente lo que se ha escrito hasta ahora, y que mientras no lo hagamos seguiremos repitiendo patrones cristalizados, en la vida y en el arte. Ya no leo teorías estéticas ni disquisiciones filosóficas, exceptuando el pensamiento más antiguo: la filosofía hermética y la griega; pero sí, muy cada tanto, vuelvo a alguna historieta de infancia, como Mafalda, si hablamos de pensamiento complejo, o Locuras de Isidoro,

LA OTRA BUTACA

una simpleza que me lleva a la infancia; a cuando, leyéndola mientras comía a la vuelta del secundario, me imaginaba una película o un programa de televisión cuyos cortes comerciales eran las páginas que anunciaban cursos por correspondencia.

Qué veo

En mi casa veo todo el cine que puedo.

También revisito la filmografía completa de Bergman, de Pasolini, de Greenaway, de von Trier, de Tarantino, de Favio, de Sorín, y además navego en YouTube: entrevistas, comedias musicales, fragmentos de obras, rarezas. Al cine voy poco, porque poco de lo que se estrena me interesa, resultado de grandes decepciones repetidas; los estrenos, salvo que por alguna razón me interesen especialmente, prefiero verlos en mi casa, así puedo poner pausa o abandonar si me resulta demasiado insoportable. Por lo demás, el olor a pochoclo, el ruido de masticación masiva, los comentarios en voz alta, los pies en los respaldos y el hacinamiento, me distraen y me deprimen. Del teatro comercial me interesan solo los musicales, porque desde hace unos años hay alguna gente bastante preparada, aunque la decepción tan temida sucede muy a menudo. A lo que se llama tontamente “teatro comercial de arte”, y no es más que negocio y engaño intelectual, asisto solo cuando me invitan y es muy difícil que lo pase bien. A los teatros oficiales voy más que nada por cuestiones afectivas, porque fui asiduo espectador de esas salas en mi infancia y adolescencia, y cuando estrené en el San Martín, por ejemplo, sentí que se cumplía un sueño personal, aunque profesionalmente haya sido un desastre; es como la milanesa,

que, aunque quiero abandonar la carne por completo, aún me tienta en su evocación de la cocina materna. El teatro pseudoindependiente no me moviliza demasiado, salvo muy pocas excepciones, porque se encuentra en una transición para mí poco interesante, casi medieval. Disfruto mucho de las expresiones marginales, las que no encuentran lugar en los órganos de difusión, las de verdad independientes, las que generan los artistas que morirían si no hicieran eso que hacen, sin importarme tanto sus atributos como la urgencia y la honestidad que las generan.

Qué escucho

No suelo escuchar música en mi casa. Lo hice ininterrumpidamente desde muy chico hasta hace unos años; creo que se operó en mí una especie de saturación. Para protegerme de los ruidos y los gritos, lo hago generalmente en la calle. Prefiero aquella música que inaugura, no la que repite fórmulas usadas hasta el cansancio: Björk, Rufus Wainwright, Antony and The Johnsons. Durante mucho tiempo escuché todo el tango que pude, y privilegio a los cantantes que dicen: Ligia y Alfredo Piro, la primera época de Nacha Guevara. En este momento, lo que más disfruto es la palabra: desde grabaciones radiales de Fernando Peña o Niní Marshall, monólogos de Enrique Pinti (o de viejos humoristas como Gila, José Marrone, Dringue Farías), José María Vilches (El bululú, Donde madura el limonero), poesía (Alfredo Alcón sobre todo, Ernesto Bianco, Inda Ledesma, Milagros de la Vega, y hasta Berta Singerman y su declamación bizarra). Antes me gustaba mucho la radio en general; hoy, poblada de violencia, ruido e irresponsabilidad, soy muy selectivo.

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Al rescate de

palabras maestras E

l Instituto Internacional del Teatro (ITI), organismo no gubernamental asociado formalmente con la Unesco, se apresta a cumplir en junio sus 66 años de historia, siempre en defensa y promoción de las artes escénicas bajo la premisa de que “el teatro puede ofrecer una perspectiva diferente sobre el mundo” y que los artistas están al servicio del intercambio cultural y

el entendimiento de las naciones”, como resaltó el director alemán Manfred Beilharz, quien en distintas oportunidades ejerció la presidencia del Instituto.

En su largo recorrido, el ITI solicitó los discursos proferidos en cada Día Internacional del Teatro, por grandes personalidades de la historia de las artes escénicas de todo el mundo, que así se convirtieron en piezas

¿

Cuántos de nosotros en estos años, al enfrentarnos aunque sólo haya sido alguna vez, con el temor real de la destrucción, hemos sido capaces de tener el mismo discernimiento de Shakespeare y decir con él que el error y la culpa no están en las estrellas sino en nosotros mismos?

Por eso necesitamos un teatro; porque el teatro, más que cualquier otra cosa, sitúa al hombre en el centro del mundo. Tenemos necesidad de un punto de venturosa calma en medio de la tormenta; de un lugar desde el cual podamos dar testimonio de esta vieja lucha del hombre contra Dios en el cumplimiento de su destino.

únicas aunque no muy conocidas. La delegación mexicana del organismo, reunió todos esos saludos en un CD y lo facilitó para que a través de este medio y en sucesivas ediciones, los lectores puedan encontrarse con las palabras de Ariane Mnouchkine, Peter Brooke y Miguel Angel Asturias, entre otros.

Adelantamos aquí cuatro de esos discursos que regalan conceptos y poesía.

Miller nació en 1915 y se convirtió en uno de los dramaturgos norteamericanos más notables de la posguerra, con títulos como Todos eran mis hijos, La muerte de un viajante, El crisol y Panorama desde el puente.

Artur Miller, Discurso de 1963

S Barrault nació en LeVisenet en 1910 y murió en París en 1994. Célebre actor, mimo y director, en 1947 fundó con su esposa la Compañía RenauldBarrault. En 1959 asumió la dirección estatal del Théâtre de France.

i, como bien lo observa Sir Laurence Olivier, es imposible situar políticamente la posición de Shakespeare, es que éste, como verdadero hombre de teatro, ha sabido, incluso en asuntos políticos, quedar como testigo de su tiempo. El objetivo final del teatro es la Justicia. Sobre la escena, asesinos, víctimas, el ataque y la defensa, combaten en la desmesura de sus pasiones. Cada espectador es un jurado, y es la vida, fuerte y equilibrada, la que preside a ese vasto arreglo de cuentas y hace surgir la inteligencia, la comprensión y la salud. El poder esencial de teatro es poner de lado todo lo que separa a los hombres: diferencias de raza, de educación, religiosas o políticas de lenguaje, etc.; en cambio, da valor a todo lo que los hombres tienen en común: la risa y las lágrimas, la alegría y la tristeza, la felicidad y la angustia, en una palabra, lo que es dominio del corazón.

El teatro hace aparecer el corazón común de todos los hombres; por esto es el más efectivo vehículo de paz.

Jean-Louis Barrault, Discurso de 1964

“Sobre la escena, asesinos, víctimas, el ataque y la defensa, combaten en la desmesura de sus pasiones. Cada espectador es un jurado, y es la vida, fuerte y equilibrada, la que preside a ese vasto arreglo de cuentas y hace surgir la inteligencia, la comprensión y la salud”.

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“Más allá de las palabras, la potencia sensual de Brecht, de Claudel, del teatro del Lejano Oriente o de Shakespeare, se reencuentran, golpean y penetran el pecho de todos los hombres”.

C

Sir Laurence Olivier, Dircurso de 1964

Dramaturga francesa de ascendencia ruso-inglesa. Ferviente Crítica social e intelectual comprometida. Autora de la novela-biográfica Molière, llevada al cine y nominada al Oscar. Su trayectoria profesional en el mundo del teatro está íntimamente ligada, desde sus comienzos, a la compañía francesa Théâtre du Soleil, de la que ella fue fundadora en 1964.

Laurence Olivier nació en Dorkin en 1907 y murió en Steyning, Inglaterra, en 1989. Fue un actor y director británico catalogado por algunos críticos como el más grande actor del siglo XX. Trabajó a lo largo de su vida en 120 obras teatrales, 60 películas y 15 series de televisión.

¡SOCORRO! ¡Teatro, ayúdame!

Duermo, despiértame.

Estoy perdido en la oscuridad, guíame, al menos hacia la luz de una bujía.

Tengo pereza, avergüénzame.

Estoy fatigado, levántame.

Siento indiferente, golpéame.

Sigo indiferente, rómpeme la cara.

Tengo miedo, dame coraje.

Soy ignorante, edúcame.

Soy monstruosa, humanízame.

Soy pretencioso, hazme morir de risa.

Soy cínica, desconciértame.

Soy estúpido, transfórmame.

Soy mala, castígame.

Soy dominante y cruel, combáteme.

Soy pedante, búrlate de mí.

Soy vulgar, cultívame.

Estoy enmudecida, desátame.

Ya no sueño, trátame de cobarde o de imbécil.

He olvidado, lanza sobre mí la Memoria.

Me siento vieja y sosegada, haz que salte la Infancia.

Soy pesado, dame la música.

Estoy triste, ve a buscar la Alegría.

Estoy sorda, haz aullar al Dolor como una tempestad.

Estoy agitado, haz que se eleve la Sabiduría. Soy débil, ilumina la Amistad.

Soy ciego, convoca a todas las Luces.

Estoy sometida a la Fealdad, haz entrar a la Belleza que conquista.

He sido reclutado por el Odio, otórgame todas las fuerzas del Amor.

Ariane Mnouchkine, Discurso de 2005

Referencia Las traducciones de los textos son de Gilberto Pinto.

En la foto de tapa de la revista se ve a Laurence Olivier en Hamlet.

uando las diferentes formas de teatro pasan las fronteras, sólo la idea que encierra la palabra sufre un eclipse momentáneo, pero la palabra mágica. Más allá de las palabras, la potencia sensual de Brecht, de Claudel, del teatro del Lejano Oriente o de Shakespeare, se reencuentran, golpean y penetran el pecho de todos los hombres.

Nosotros nos sentimos muy felices de que Shakespeare se haya transformado en propiedad del mundo en general, que sea regularmente reclamado como el antepasado legítimo de cualquier nuevo movimiento en el teatro (constato que El Rey Lear ha sido considerado últimamente como el predecesor de Samuel Beckett). Nos sentimos también felices de que haya sido saludado por los hombres de todas las naciones y de todas las creencias como uno de los suyos y que ninguna de ellas, examinando el conjunto de sus obras, lo haya calificado jamás de reaccionario inflexible. El hombre que ha escrito Enrique V ha escrito también Troilo y Crésida, el hombre que ha escrito Romeo y Julieta ha escrito igualmente Medida por Medida. En 400 años, nuestro Shakespeare ha sido de todos, por adopción.

Desde el punto de vista del teatro –y más que nunca con motivo de su aniversario-, es nuestro mayor artículo de exportación. Ningún otro jamás nos ha costado menos pena, ni producido más orgullo.

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Actualidad Nuevo Encuentro

En la ciudad de Chajarí, del 2 al 4 de mayo venidero, se llevará a cabo el segundo Encuentro Provincial de Teatro Independiente, con grupos de distintas ciudades de la provincia. Así mismo, se llevarán a cabo diferentes talleres y actividades, relacionadas con el desarrollo de las artes escénicas locales. Las más de diez funciones se realizarán en el Auditorio Municipal, el predio de la ex Estación del Ferrocarril y la Plaza Libertad y serán gratuitas. El evento cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura y Comunicación del Gobierno de Entre Ríos y la comuna local y es organizado por el grupo Teatro Chajá.

Cuadrenial de Praga

La Cuadrenial de Diseño y Espacio Escénico de Praga 2015 expondrá más de 500 trabajos y contará con un espacio compartido para artistas y públicos de todo el mundo. Conferencias, talleres y actuaciones que sólo acontecerán durante los diez días que van del 18 al 28 de junio en la República Checa, en el mayor acontecimiento internacional dedicado a la escenografía y el espacio teatral, que se repite cada cuatro años.

Interesados en obtener mayor información, pueden hacerlo en www.pq.cz

Congreso El conocido grupo de estudios de la Universidad de Buenos Aires, dedicará su edición XXIII, a desarrollarse del 4 al 8 de agosto próximo, al mítico espectáculo Postales Argentinas y el teatro de Ricardo Bartís.

Quienes deseen recabar mayor información pueden hacerlo al (011) 43347512- 43431196 (int 119), de 15 a 19 hs, o bien en 25 de mayo 221 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Para parar la oreja El programa de radio Dionisio, que celebra sus 24 años de vida, se emite en la FM

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Kuttel, junto a Pablo Médici.

Pesar

Al cierre de la presente edición, más precisamente el 26 de marzo, llegó la noticia del fallecimiento de la bailarina y coreógrafa Verónica Kuttel, docente de la Escuela de Música, Danza y Teatro Prof. Constancio Carminio (Uader), de Paraná. La comunidad teatral local, colegas y alumnos, despidieron no sin emoción los restos de esta joven mujer que contagió sus ganas de bailar tango, por todo el mundo.

88.7 La Tribu todos los lunes de 21 a 22 bajo la conducción de Héctor Oliboni. La emisión acaba de inaugurar el ciclo Hablando con los nuestros, donde entrevistan a referentes de la escena nacional. La Tribu, cabe recordar, tiene su página web, por lo que puede escucharse desde todas partes en fmlatribu.com/

Un verano golondrina Así como llegó, se fue veloz el estío. Y

De la AINCRIT

La Asociación Argentina de Investigación y Crítica Teatral (AINCRIT) invita a participar de las VI Jornadas Nacionales y I Jornadas Latinoamericanas de Investigación y Crítica Teatral,que se desarrollarán entre el 7 y el 10 de mayo próximo en la Feria del Libro y el Centro Cultural de la Cooperación, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El objetivo principal de las Jornadas es propiciar un espacio de encuentro y reflexión para artistas, críticos, investigadores, docentes y estudiantes vinculados a la actividad teatral. Por consultas, escribir a jornadas@aincrit.org

con él, definiciones políticas que venían demoradas. En la capital provincial, el teatrista Rubén Clavenzani asumió como Secretario de Cultura de la Municipalidad de Paraná, luego de haberse desempeñado en la Dirección del Teatro 3 de Febrero y haber estrenado en 2013 su espectáculo Aquel tiempo de ayer. El actor y director oriundo de Santa Fe, hace muchos años radicado en Paraná, acompañó durante el verano algunas funciones de obras para todo público en diversos escenarios y prometió una agenda movida para el resto del año.

Crespo

Lugar de encuentros y distinciones D entro de campos teatrales que no se caracterizan por legitimar y valorar el trabajo de sus artistas, se llevó a cabo del 20 al 26 de enero pasado en Crespo, la 9na. edición de la Fiesta Popular e Internacional de Teatro. A la cita asistieron artistas y docentes de Argentina, México, Venezuela, Italia y Uruguay.

La delegación mexicana fue la más numerosa. De Puebla y Chetumal se ofrecieron La casa de los deseos, una propuesta de teatro para ciegos dirigida por Pablo Moreno Viveros, el unipersonal Pataki, obra ritual interpretada por Anabel Luna y Sánchez, el agente gente, una creación colectiva comandada por Moisés Cabrera.

También pudieron verse, provenientes de Paraná, Biribirloque de la Compañía Teastral y, aplaudida de pie al finalizar, la lograda versión de Criaturas de Adelach dirigida por Juanqui Izaguirre que se llevó los premios a Mejor dirección y Mejor obra del evento, y había sido considerada la mejor obra entrerriana de la temporada 2013 en el selectivo del INT. Como Dios manda, de Caracas, con Milagros Durán y Orlando Alfonzo, que plantea en tono de comedia un debate actual en la propia Venezuela sobre la igualdad de género, y Marta

y Martita, de Buenos Aires, interpretadas por Mariana Rivarola y Paola Terenzio, dirigidas por Walter Velázquez, le pusieron swing y humor a la sala del Teatro Municipal de la ciudad.

En la Plaza Sarmiento se destacó la actuación de Dario Marodin, de Veneto (Italia), quien deleitó al público con las historias macabras que protagonizó junto a sus títeres. Por su parte, Octavio Iacona y Ramiro Priero, de San Fernando, Buenos Aires, entretuvieron con humor y malabares a más de cien personas que se sumaron a sus llamadas. Proveniente del mismo lugar del conurbano porteño, la actriz Clara Hecker encarnó un silencioso Desencuentro, función reservada para el cierre del encuentro en la sala céntrica que se vio con

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Fotos

1. El artista italiano ofreció una de miedos en la Plaza Sarmiento de Crespo.

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su capacidad colmada.

Entre las propuestas más interesantes de una programación que este año se mostró desigual, sobresalió Animales sueltos, la producción de teatro musical infantil llegada de Mendoza, con dirección de Hugo Yañez, que también pudo verse en Concepción del Uruguay, Gualeguaychú y la ciudad capital de Entre Ríos en la gira provincial del grupo y que se alzó con diversas distinciones. En esta pieza los jóvenes y dúctiles Florencia Ríos, Lucero Pannesi, María Belén Moretti y Hernán Iguacel, divirtieron y aleccionaron en un colorido y rítmico espectáculo sobre la epidemia de accidentes en el tránsito vial de las ciudades del país, y propusieron vivir y trasladarse con cautela.

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2. De gira por Entre Ríos, el joven elenco de Animales sueltos llegó de lejos y encantó al público que llenó la sala municipal.

3. En Biribirloque, los espectadores más bajitos disfrutaron las actuaciones de Paula Righelato y Ezequiel Caridad.

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Publicaciones recibidas Color local

Con hermosos dibujos de tapa creados por Lucas Mercado, Santiago Marcos dio a conocer recientemente su segundo libro de textos dramáticos y borradores, reunidos bajo el sugestivo nombre de En el borde, en una edición de autor que cuenta con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro. Con prólogo del colega santafesino Julio Beltzer, el teatrista paranaense presenta en este caso, piezas de humor aceptando con el subtítulo, esbozos o intentos de una ya considerable producción dramatúrgica.

Era de madera el bandido y Los de afuera, son los textos primeros, que dan lugar luego a otras dos piezas próximas a lo narrativo. Cerca del cine, pero también de géneros desplazados como el cómix, el autor nutre al teatro de la provincia de diálogos rápidos y de una contemporaneidad no siempre asumida por los propios escritores. Una amplia franja de teatristas, ajenos a problemáticas de liminalidades, seguramente disfrutará página a página de la ocurrente voz de uno de los jóvenes creadores locales más activo de los últimos años.

Artez y Off

La renombrada revista dirigida por Carlos Gil, sigue saliendo desde España a pesar de los cachetazos de una crisis interminable, con su acostumbrada información de festivales y artistas, y una calidad de diseño e imágenes excepcionales. En el número penúltimo, que circuló en Santiago de Chile, la publicación -ahora bimestral y también digital-, hace espacio particular al Feten y a otros eventos internacionales, cubiertos por numerosos cronistas.

Reseñas de libros recién aparecidos, artículos de colaboradores como Jorge Dubatti, María Chatziemmanouil y Javier Villán, y entrevistas a realizadores de la madre Patria, forman parte de los contenidos de su número 195.

También fue distribuida en la semana de programadores de Chile, el número 89 de Off, una guía de teatro producida y editada por Celso Curi y Wesley Kawaai desde hace 9 años en Río de Janeiro, que tiene su más antigua versión en San Pablo, donde lleva casi veinte años promoviendo al teatro local. De pequeño formato y distribución gratuita, la guía de la capital mundial del carnaval dedica su tapa a Eva Wilma y Renato Borghi en la obra Azul resplendor, de Eduardo Adrianzén, y contiene noticias actualizadas mes a mes de la cartelera de ambas ciudades de Brasil. La publicación puede consultarse en www.guiaoff.com.br. En su último número se resalta la cantidad de espectáculos gratuitos, de grandes directores como Mariano Pensotti (Argentina), Roberto Suá-

rez (Uruguay), Romeo Castelucci (Italia) incluidos en la programación de la 1ª Mostra Internacional de Teatro, del 8 al 16 de marzo en San Pablo.

Bueno y breve

“Son muy pocas las publicaciones que dejan constancia escrita de las poéticas personales en un momento de producción teatral que llega a superar los 6.000 estrenos anuales en todo el país”, dice Juan Ignacio Crespo en el prólogo de 4000 caracteres, el último volumen de los Cuadernos del Picadero que edita el Instituto Nacional del Teatro. La publicación reúne textos dramáticos cuyo límite no exceda la propia extensión que le da nombre, una experiencia surgida originalmente, de la falta de espacio gráfico y que se le ocurrió a quienes hacen la revista Llegás a Buenos Aires.

La consigna era más que desafiante pero autores consagrados, premiados y muy jóvenes de lo más creativos, lo hicieron e innovaron en ideas, tramas y estructura dramatúrgica. Todos se animaron por igual a la premisa y así pueden leerse Pluscuamperfecto de Dominguita de Rubén Sabadini, China de Gonzalo Martínez, Apólogo de Do-Min Choi de Agustín Mendilaharzu, S/T de Gael Policano Rossi, El hombre del perramus verde de Alfredo Staffolani, Estreno de Mariano Tenconi Blanco, Un día antes de la muerte de Olmedo de Pablo Iglesias, La platea de Mariana Chaud, entre otros tantos.

“La cuestión del formato responde, levemente quizás a que hoy los pensamientos más intempestivos van de la ocurrencia al teclado y del teclado a la red. Todo se comenta en forma hiperveloz. Hiperreal... Lo pienso, me agrada, lo posteo. Claro que el éxito de la publicación depende de la sagacidad del escriba: breve pero claro, sintético, efectivo”, comenta Crespo. Causticidad, sagacidad, osadía, riesgo, poesía, metalenguaje “pero todos podrían ser el posteo de un estado interior”, intenso, agregamos. Dramaturgia breve pero intensa y conmovedora, entonces, ideal para dejarse atrapar en estos tiempos veloces que parecen escaparle a la lectura.

Desde Inteatro

La copiosa producción editorial del INT empezó a circular y se agradece, por acercar a la comunidad teatral distintos materiales pertenecientes a sus diferentes Colecciones, que abarcan diversos aspectos del arte escénico en su conjunto.

De los últimos meses se destacan los tomos Teatro/ 12 y /13, relativos a los concursos nacionales anuales que contienen textos dramáticos como los del mendocino Oscar Navarro Correa, Alejandro Ocón y Ariel Barchilón, y en el segundo caso, de Laura Gutman e Ignacio Apolo, María Rosa Pfeiffer, Juan Carlos Olivera, Raúl Novau, Pablo Longo y Aníbal Albornoz Ávila, entre otros reconocidos autores argentinos. En ambos casos, las piezas, que fueron evaluadas por prestigiosos jurados, constituyen una buena demostración de la vitalidad de la literatura dramática y el teatro profundo del país. Ahora, al alcance de la mano de los teatristas, en todas las Delegaciones de las provincias.