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LA OTRA

BUTACA

AÑO 5 - N° 15 | DICIEMBRE DE 2015 - ENTRE RÍOS REVISTA DE ARTES ESCÉNICAS CUATRIMESTRAL Y DE DISTRIBUCIÓN GRATUITA

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Actualid

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Notas

Argentinos en Santa Fe

Perfiles.biografías del teatro latinoamericano

El circuito en Paraná

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LA OTRA

BUTACA

Editorial Equipo Dirección Guillermo Meresman Edición Mónica Borgogno Redactores Romina Arapeiz Raúl Dayub Tochy Eymann Nora Llados Colaboradores Lila Monti Julián Villarraza (Fotos Circuito INT) Jorge Ricci (Argentino de Artes Escénicas) Raúl Perrier (Fotos Selectivo) Diseño Alfredo Alarcón Contacto guillermomeresman@hotmail.com borgogno_monica@ hotmail.com En la web labutacaotra.blogspot.com

LA OTRA BUTACA y La Otra Butaca

En los últimos días de octubre asistimos al Seminario Iberoamericano de Dramaturgia Creativa que se dictó de manera gratuita en el Centro Cultural Kirchner, en Buenos Aires. Lo queremos decir con todas las letras, sobre todo en este último número de 2015, puesto que ha sido un año signado, recalentado acaso, por cada una de las instancias electorales, y más aún de cara a un ballottage histórico para Argentina.

Como gestores de una revista dedicada a la menos mimada y no obstante, la más antigua de todas las artes y también, como ávidos consumidores de música, danza, teatro, cine, murga, clown, títeres, circo, poesía, fotografía, celebramos la inversión en semejante edificio para un centro cultural, así como su apertura a artistas de las provincias del país. Mauricio Kartún, coordinador del seminario mencionado, al cierre hizo referencia a las críticas que hablan de la “desmesura” de este renovado espacio y simplemente lo contrastó con las 40.000 personas que en tan sólo una noche, pasan por ahí.

En este último tiempo en el que armamos la presente edición, la política lo invadió todo. Unos y otros discutimos, sin fanatismos, para decidir con más o menos convencimiento, lo mejor para el futuro de este país. Cada cual tuvo sus razones para elegir a un candidato u otro…o abstenerse.

Seguir apostando a la cultura, a la ciencia, a la educación, a las nuevas tecnologías, para construir entre todos un país menos violento y más respetuoso de las diferencias, más inclusivo y lúcido, cada vez un poco más, será parte de nuestra tarea por delante, esas serán nuestras insistencias venideras. Y si los gobernantes no son autocríticos, seremos nosotros quienes así lo exijamos. Empecemos a tejer duro y parejo una trama en la que podamos hallar trabajo y cobijo; no dejemos que lo conquistado se esfume; aprendamos a trabajar con el otro, lo más difícil pero también, lo más saludable.

Con estos anhelos, alzaremos la copa en el próximo fin de año. En 2016 arrancaremos el sexto período de esta publicación hecha a pulmón, con no menores acompañamientos institucionales, un pequeño grupo de amigos colaboradores y una multitud de lectores desperdigados por el mundo.

Prueba de esto, son las más de 10.000 entradas a nuestro blog, pero también los siete mil ejemplares repartidos en mano, a teatristas de todos los lares.

En esta la última edición anual, dedicamos la tapa a la gran maestra del teatro iberoamericano, cuyo nombre lleva la Escuela Municipal de Arte Dramático de Montevideo, Margarita Xirgu.

En nuestra sección Perfiles. biografías del teatro latinoamericano, homenajeamos por primera vez a un famoso mexicano, de justo reconocimiento continental; y difundimos así mismo la voz de dos nuevos maestros convocados por el Instituto Internacional del Teatro, a manifestarse por éste y por la paz universal.

En Los qué, Lila Monti nos cuenta sus lecturas, su música o películas favoritas. Esta payasa porteña, se suma a la lista de amigos, integrada por José Luis Arce, Alejandro Finzi, Carlos María Alsina, José Luis Valenzuela, Aldo Pricco, Jorge Accame, Rody Bertol, Patricia Suárez, Gonzalo Marull, Marcelo Bertuccio, Javier Lúquez Toledo, Sandra Franzen, Mariano Tenconi Blanco y Víctor Arrojo, que compartieron sus gustos y nos ayudaron en este lustro transcurrido.

Estuvimos en el Circuito realizado pocos meses atrás en la capital entrerriana, y les contamos algunas impresiones; y cruzamos el charco para poder hacer una apretada crónica desde Santa Fe, de su valioso Festival, que este 2015 tuvo una interesante programación, como miles de espectadores pudieron comprobarlo.

No faltarán en este resumen, la mención a publicaciones recién aparecidas que ocupan tradicionalmente nuestras contratapas, y a algunas importantes noticias de actualidad, que siempre dan cuenta de la movilidad de los espacios teatrales y sus creadores.

Entonces, pues, vayan para todos ustedes, nuestro más sincero gracias y ¡salud!

LA OTRA BUTACA no se responsabiliza de la opinión de las firmas.

Registro de la Propiedad Intelectual en trámite.

El contenido de La Otra Butaca puede ser reproducido en tanto se mencione su fuente.

La revista LA OTRA BUTACA cuenta con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro y el acompañamiento de la Universidad Autónoma de Entre Ríos.

Ilustrando

la tapa H

istoriar obras y espectáculos, espacios y artistas, significa pensar en las relaciones sociales que traen consigo. Es sabido, el tiempo determina a los creadores, las puestas, su público, la crítica; por lo tanto el teatro resulta siempre diferente y rara vez es ajeno a su pasado o tradición.

Asimismo, el teatro del siglo pasado y de éste, dialogará con la música, la plástica y las demás artes, aunque no se lo hubiera previsto.

En ese sentido, dentro de estudios sobre el vínculo de nuestras artes escénicas con el teatro griego, a la gran actriz catalana Margarita Xirgu le debiera corresponder un capítulo de referencia, como modelo interpretativo de nuestras actrices, y merced a sus incontables giras y residencias por diversas ciudades y Repúblicas de nuestra Latinoamérica.

Nacida tres años antes que Camila Quiroga, en 1888, pero de mucho más larga vida – y acaso ascendencia sobre sus contemporáneos, su deceso se produce en 1969-, la Xirgu pareció nacida para la escena, y entre los muchos éxitos de su relumbrante carrera, en numerosos países, protagonizaría –desde 1912 ó 1914- la Electra de Hugo von Hofmannsthal, traducida del alemán por Eduardo Marquína y Joaquín Pena, y publicada por Excelsior, sin fecha de imprenta, en talleres tipolitográficos de Barcelona. La Unión Editorial Hispano-Americana, con sede en Buenos Aires y Barcelona, puso el nombre de Excelsior en tapa, siendo este el mismo nombre que el del periódico azteca que en 1936, realizó la elogiosa crítica a la representación de la compañía profesional de la actriz española, durante muchos años con dirección de Rivas Cherif, lo que nos hace suponer de una misma pertenencia económica en la incipiente industria cultural de entonces.

En la portada del libro, la representación femenina “enciende” con una antorcha y vestuario adecuado, las siete letras de ELEKTRA. En una vieja biblioteca de Paraná se haya una edición del volumen que viene ilustrado con una fotografía de la intensa Xirgu en su interior. Es una imagen que pertenece a la serie de cuatro fotografías que le sacaron a Margarita, en el personaje de la heroína griega, pero que curiosamente, es la más neutra o estilizada de la serie de fotos sepias, que debían acompañar la difusión del espectáculo. Difundimos acá las otras tres fotografías que se conocen de la maestra, cuyo nombre recuerdan salas, escuelas y espectadores de las dos Américas y de España.

La tragedia clásica, matizada en la escuela romántica del autor austriaco y los jóvenes traductores españoles, a comienzos del siglo XX, aparece aquí, consideramos, más enunciada y definitiva en los gestos del atormentado personaje interpretado por la gran Margarita Xirgu.

En tapa: Escultura “Bailarines” (yeso patinado, 1966), de Israel Hoffman.

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Seminario

Claves para una escritura creativa Bajo la coordinación general de Mauricio Kartún, tuvo lugar el Seminario Iberoamericano de Dramaturgia Creativa, que se dictó en tres intensas jornadas en el Centro Cultural Kirchner, entre el 30 de octubre y el 1 de noviembre pasado. Al encuentro asistió un total de 500 participantes. La Otra Butaca estuvo ahí y ahora compartimos fragmentos de lo escuchado en algunas de las conferencias.

Spregelburd desarrolló su teoría sobre la catástrofe.

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a creatividad es un cruce de marcos de referencias que no estaban destinados a estar juntos”. Con esa definición abrió su exposición denominada “Ensayar para la catástrofe”, el reconocido actor y dramaturgo Rafael Spregelburd. También dijo que ser creativo consiste en cierta “habilidad para la explicitación de los matices” y para ilustrarlo mejor hizo alusión a la vida como espectáculo, que parece regirnos: “Para actuar de verdad, uno tiene mucha competencia, en la vida cotidiana, en nuestro país, en nuestro modo de ser”.

En su desarrollo distinguió la existencia de las comedias, las tragedias y agregó la noción de “catástrofe”. Luego se dedicó a desandar su hipótesis, de manera sorprendente, magistral.

En la tragedia, el relato es lineal, en cambio en la catástrofe es fractal; en la primera todo avanza hacia un final mientras que en la se-

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gunda el final no tiene mayor jerarquía que las partes, puntualizó Spregelburd. Las cosas avanzan hacia su peor destino en una tragedia y hay causa-efecto, pero en una catástrofe, no hay destino, es difícil determinar qué es lo mejor y la causalidad es muy compleja; en los trágicos la fábula tiende a ser moralizante y en la mirada catastrófica la fábula se despliega y ocurre, precisó el dramaturgo. Ahora por qué la causalidad de la catástrofe es compleja.

Porque puede “haber múltiples causas para un solo efecto, ningún efecto para causas evidentes o bien ninguna causa para efectos evidentes”, añadió no sin ejemplificar con pasajes de sus piezas o de otros autores.

“Creo en la erudición, venga de donde venga (…) Me divierte la complejidad y espero que a la gente le divierta lo mismo”, son dos frases que soltó este maestro de la escritura y quedaron como citas, sueltas en el cuadernito de apuntes y que al repasarlos, por alguna extraña razón, sobresalían junto con otros tantos

conceptos con el que disfrutó apabullándonos, enseñándonos sus repensadas teorías que meticulosamente demostró, vinculaban ciencia y teatro. Lo suyo fue un despliegue erudito, en el que no faltó humor, claro.

Otra de las memorables conferenciasclases, fue la del uruguayo Gabriel Calderón.

Como bien anticipaba el título de su charla “Escribir leyendo - Lo que aprendí de la dramaturgia leyendo teatro”, este autor y director repasó diversas lecturas que resultaron fundacionales para su crear. “Sabía de teatro, de actuación, pero no sobre escritura. Gané premios con mis textos pero siempre creía que había un malentendido… siempre tuve desconfianza en la escritura y la vi como una plataforma que corrigen los actores. Los errores y el conocimiento de ellos, son importantes”, comenzó.

De su recorrido como lector se fueron desprendiendo sus propios aprendizajes, conclusiones o metodologías a la hora de escribir.

Mencionó desde El zapallo que se hizo cos-

La lectura del otro

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a creación tiene necesariamente un diálogo con los muertos, con los fantasmas del pasado”, definió a su turno, Alejandro Tantanián, para más adelante ejemplificar: “La tradición de hablar con los muertos en el teatro alemán está muy presente, por caso en Brecht. Para “meterse en el bosque de los textos, para dialogar con los muertos es necesario estar en igualdad de condiciones, informarse sobre el otro”, añadió. Ahí trajo a colación las célebres sesiones de espiritismo de Víctor Hugo con personajes como Molière, Dante, Lutero, Platón, entre otros…

En tanto Kartún en su conferencia, compartió su método de escritura y sin vueltas, dio tres pasos clave: errar, escribir, corregir: “Errar es vagar, por lo tanto no tiene connotación negativa, y es fundamental para la creación”. Asimismo sugirió “no terminar una escena pero sí pasarla (primera corrección) y hacer lectura en voz alta (segunda corrección).

Andando el carro se acomodan los melones… es preciso hacer relecturas activas, creativas”.

Su apología del error, fue más que clara y la matizó con anécdotas de sus procesos creativos ya sea en su exitosa y última producción “Terrenal” o “Salomé de chacra”. “A error técnico, solución poética: hay que volverlo código”, sintetizó este querido director y dramaturgo.

mos, de Macedonio Fernández, el aporte del brasileño Nelson Rodríguez o del francés Bernard-Marie Koltés. De este último leyó un fragmento de La vuelta al desierto, para ejemplificar el agotamiento de un concepto, acaso también como posible método que despunte una escritura.

Más adelante Calderón parafraseó a Thomas Bernard, cuando propuso llevar todo el asco a la obra y no, la mitad.

Asimismo, propuso empezar a entrenarse en el espectador de hoy, en un espectador interrumpido. La novela luminosa de Levrero, fue otro de los textos citados como una de sus lecturas reveladoras al igual que Harold Pinter o Luiggi Pirandello, autores que “le asignan poder a la palabra pero poder para la acción. Los personajes de Pinter, por caso, dicen, piensan y hacen no necesariamente en relación entre sí.

Por ejemplo, un personaje dice “qué sed” pero hay un vaso de agua y no toma”.

Para cerrar, eligió un texto de su coterráneo Felisberto Hernández, en el que el autor cuenta la génesis de sus cuentos. “…A pesar de la

Ricardo Monti, ante un auditorio repleto.

Tantanián disertó sobre “El bosque de los textos”.

Lola Arias junto a Jorge Dubatti.

vigilancia constante y rigurosa de la conciencia, ésta también me es desconocida. En un momento dado pienso que en un rincón de mí nacerá una planta. La empiezo a acechar creyendo que en ese rincón se ha producido algo raro, pero que podría tener porvenir artístico.

Sería feliz si esta idea no fracasara del todo.

Sin embargo, debo esperar un tiempo ignorado: no sé cómo hacer germinar la planta, ni cómo favorecer, ni cuidar su crecimiento; sólo presiento o deseo que tenga hojas de poesía; o algo que se transforme en poesía si la miran ciertos ojos. Debo cuidar que no ocupe mucho espacio, que no pretenda ser bella o intensa, sino que sea la planta que ella misma esté destinada a ser, y ayudarla a que lo sea. Al mismo tiempo ella crecerá de acuerdo a un contem-

plador al que no hará mucho caso si él quiere sugerirle demasiadas intenciones o grandezas.

Si es una planta dueña de sí misma tendrá una poesía natural, desconocida por ella misma”…

La propuesta de formación se completó con las exposiciones de Alejandro Tantanián titulada “El bosque de los textos”, “El arte de escribir teatro” de Ricardo Monti, “Historias robadas” de Lola Arias, “El poder de la dramaturgia” de Benjamín Gallemiri (Chile) y “Estrategias y límites del monólogo” de Yolanda Pallín (España) y “Corregir creando, Crear corrigiendo” de Mauricio Kartun.

Todas las clases fueron coordinadas por el investigador Jorge Dubatti, quien se encargó de hacer las primeras preguntas y luego alentó y dio lugar a las inquietudes de los presentes.

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Un festival muy Argentino Cuando llega noviembre, en la agenda aparece la cita con el “Argentino de Santa Fe”. Un festival con más de una década de existencia, que sabe reunir a lo mejor del teatro y la danza del país y es iniciativa de una universidad pública, la del Litoral.

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l Argentino de Artes Escénicas, que transcurrió del 7 al 14 de noviembre, tuvo como en anteriores ediciones, un importante marco de público que esta vez colmó las salas del Teatro Municipal 1º de Mayo, del Foro Cultural y del Centro Cultural Provincial de la vecina Santa Fe. En diálogo con La Otra Butaca, Jorge Ricci, uno de los principales referentes de este festival organizado por la Secretaría de Cultura de la Universidad Nacional del Litoral, con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro, recordó que desde el año pasado se decidió fusionar el Argentino de Danza con el de Teatro para “así dar lugar a un festival abierto a distintos disciplinas, lo cual lo torna más variado y ecléctico. Eso es bueno porque los públicos son diferentes y la idea es responder a todas las expectativas”.

En efecto, la programación de este 2015 renovó aciertos anteriores y congregó a una variada oferta de artistas argentinos, considerados entre los más talentosos de sus generaciones. Así fue que la apertura fue destinada a la versión escénica de Boquitas pintadas, de Manuel Puig, con la esmerada dirección del entrerriano radicado en Buenos Aires, Juan Parodi.

La Comedia de la UNL se lució a través de las interpretaciones, llenas de glamour, humor y soledad, de Jaquelina Abrigo, Carolina Cano,

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Nidia Casis, Stella Curi, Maximiliano Jenkins, Selma López, Florencia Minen, Daniel Quiroñez y Lucas Ranzani, y de una dirección integral con más de un acierto. A la homogeneidad de un buen elenco, se suma Parodi con solvencia, y logra revelar las contradicciones de los personajes con gran conocimiento del autor, su obra y los ritmos y matices que requiere la escena, en un desafío que se agradeció en la pequeña sala Maggi del Foro.

A su término, muchos espectadores y críticos –que antes acompañaron la presentación del libro Teatro Anaurático de Federico Irazábal, corrieron a la sala Mayor del Teatro a disfrutar de Babooshka, creación de Carlos Casella (Buenos Aires), trabajo en el que el histriónico cantante y actor interpreta distintas canciones “de mujer”.

Al despliegue del cantante y actor protagónico, se suma el certero acompañamiento de los músicos Jaquí Barra, Pedro Onetto, Nicolás Raimone y Alejandro Terán, responsable de los arreglos y dirección musical.

Otra de las obras aplaudidas a rabiar, fue la de Constanza muere, original creación de Ariel Farace, interpretada por Analía Couceyro, Matías Vértiz y Florencia Sgandurra.

La obra parte de un texto más que interesante y conmovedor. Así lo demostró una platea que, al final, cuando Constanza muere llega a su fin, (si es que en verdad realmente llega

a él), aplaudió de pie. La muerte, la Parca, y alguien como una Niña onettiana, ronda la vida agraciada de Constanza, como ya el título de Farace anticipa, con tanta poesía y tanta actuación de la menuda Couceyro. Luego, la anécdota argumental es apenas un trampolín a salvajes contrapuntos.

La actriz reaparece en esta pieza escrita como para ella, pues aquí compone a una anciana enternecedora y fatal, haciendo gala de gran cantidad de recursos, por debajo de una sensibilidad exquisita, eludiendo todo realismo como demanda la investigación bartisiana encarada por Farace, sin duda uno de los teatristas jóvenes más destacados de su generación. Tal vez en diálogo con otros textos y autores, o con la tradición expresionista del mejor teatro nacional, como en otros espectáculos de los últimos años, algo nuevo, precioso y original parece revelarse en esta puesta.

Es de esas puestas que genera una risa que moviliza ideas en el que mira. Ideas sobre la muerte, la vida, ese “todo” que la actriz repite de manera inagotable, casi infinita y que luego se contrasta con la “nada, nada, nada” y completa más sentido aún. Un “todo” y “nada”, como bisagra de todo lo demás.

Un equipo técnico impecable (responsable del vestuario, la escenografía y la iluminación), y un elenco que no le va a la zaga a Couceyro, ofrecieron uno de los picos emocionales de esta edición, que acaso haya sido una de las mejores de los últimos años, en escenarios de la región.

La programación continuó con Crol, de Verónica Schneck y otros espectáculos que como éste, hemos disfrutado y mencionado en

Palabras de gestor

“La proyección de un festival de estas características, está dada por la continuidad y la presencia de un público que siempre responde. Hay crecimiento año a año y tal vez más adelante tengamos que pensar en extender la duración y poner más días”, confió Ricci.

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3 ediciones anteriores de esta revista: Tiempos de paz, llegada de Mendoza; la perturbadora Viejo, solo y puto, de Sergio Boris, al regreso de una exitosa gira europea; La mujer puerca, conmovedora creación de Santiago Loza y Lisandro Rodríguez, con Valeria Lois en un monólogo inolvidable; al igual que Boy Scout de Dennis Smith.

De Córdoba Ser o no ser Hamlet, con dirección de Eugenia Hadandoniou, generó algunas polémicas por sus provocativas elecciones; Irma, de Neuquén, protagonizada por una aplaudida Mariela Roa, emocionó con la interpretación de una mujer chaqueña y sus fotos, su amiga Olga que no quiere salir en sus fotos, la sequía del pago, el camino de todos los días y la presentación de la presentación de su muestra de fotos; en fin, su “historia mínima” y única, tan conmovedora.

Esta edición se coronó con dos obras bien distintas. Una de ellas, Povnia, protagonizada por Lila Monti que, en clave de clown invita a seguir a su tierno personaje por las odiseas que propone el después de una guerra, con un país, vínculos e idioma que ya no existen, y a pesar de ello, siempre dispuesta a recomponerse.

La otra, La Wagner, de Pablo Rottemberg, dio el cierre a un intenso despliegue de gestión, y ofreció, como lo había hecho este año en el Festival de Teatro de Rafaela, un espectáculo

visceral de danza-teatro.

Además de estas variadas y jerarquizadas propuestas, y de las rosarinas Macchina Napoli del conocido grupo El Rayo Misterioso y de Cinco, con dirección de Marcelo Díaz y Alejandra Anselmo, el festival hizo lugar a la intervención coreográfica ECO el lugar en que acontece…, con dirección de Yanina Bileisis.

También al último trabajo de la destacada directora y bailarina cordobesa Cecilia Argüello Rena titulado De cómo estar con otros y también de Córdoba, y del lenguaje de la danza contemporánea, El señuelo…en el umbral de la noche, de Cristina Gómez Comino, tuvieron su presencia en las noches festivaleras de Santa Fe.

Fotos En tapa: Con la adaptación de Boquitas pintadas de Manuel Puig y Juan Parodi, abrió el prestigioso festival santafecino.

1. Un instante de Viejo, solo y puto, dirigida por Sergio Boris.

2. Constanza muere, de Ariel Farace.

3. Una conmovedora Valeria Lois en La mujer puerca.

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Perfiles

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Biografías del teatro latinoamericano

Emilio Carballido F

(Córdoba, Veracruz, 22 de mayo de 1925 - Xalapa, Veracruz, 1

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l homenajeado en este número, inició sus estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero al descubrir el teatro de Xavier Villaurrutia comenzó a asistir a la Facultad de Filosofía y Letras en donde concluyó una maestría en Letras especializada en Arte Dramático y Letras Inglesas. Fue discípulo de Rodolfo Usigli, Xavier Villaurrutia y Celestino Gorostiza.

Como subdirector de la Escuela de Teatro de la Universidad Veracruzana y director y profesor de la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), impartió cursos especiales de teatro en colegios y universidades de Estados Unidos, del Caribe, Centroamérica y Sudamérica, donde obtuvo premios y menciones especiales.

Carballido también dirigió desde 1975 la célebre revista Tramoya que continúa editándose hasta la actualidad. Tras su muerte, Héctor Herrera tuvo la misión de seguir y dirigir este emprendimiento editorial, considerado semillero de

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grandes dramaturgos mexicanos. En una entrevista, Herrera destacó la longevidad que conquistó esta revista pionera –en 2015 cumplió 40 años de existencia- y señaló que esta labor de Carballido no fue sólo “por los jóvenes sino también por el rescate de autores olvidados y por dar a conocer otras dramaturgias de otros idiomas, de acercarnos el teatro de Grecia, de Bulgaria, de Yugoslavia, de Serbia o de los autores rusos”.

Emilio Carballido fue reconocido como un gran impulsor de actividades artísticas y culturales, condujo varios talleres donde se formaron nuevos dramaturgos y colaboró con la Universidad Veracruzana -la cual lo nombró Doctor Honoris Causa-, El Colegio de Bachilleres, la Universidad Autónoma Metropolitana, y el Instituto Nacional de Bellas Artes, donde fue director de la Escuela de Arte Teatral.

Además, se lo distinguió como Artista Emérito del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.

Escritor y guionista Autor de una extensa obra literaria, este enorme creador mexicano publicó tomos de cuentos, nueve novelas, antologías de teatro joven de México y de teatro infantil y Le Théâtre Mexicain, así como escribió cerca de cien obras teatrales totales, guiones para cine y televisión, y fue director de escena, con obras propias y ajenas.

Perteneció al grupo de artistas conocido como Generación de la década de 1950, con compañeros como Sergio Magaña, Jorge Ibargüengoitia, Luisa Josefina Hernández, Rosario Castellanos, Jaime Sabines y Sergio Galindo, entre otros.

Se dio a conocer como dramaturgo con la obra Rosalba y los llaveros, estrenada en el Palacio de Bellas Artes en 1950, con dirección de Salvador Novo; luego le siguieron éxitos teatrales como Un pequeño día de ira (1961), ¡Silencio Pollos pelones, ya les van a echar su

maíz! (1963), Te juro Juana que tengo ganas (1965), Yo también hablo de la rosa (1965), Acapulco los lunes (1969), Las cartas de Mozart (1974), Rosa de dos aromas (1986), entre otras.

Algunas de sus obras fueron llevadas al cine: Rosalba y los llaveros en 1954, Felicidad en 1956, Las visitaciones del diablo (novela) en 1967, La danza que sueña la tortuga en 1975, El Censo en 1977, Orinoco en 1984, Rosa de dos aromas en 1989.

El mismo Carballido comenzó a escribir guiones cinematográficos en 1957 (La torre de marfil, en colaboración con Luisa Josefina Hernández). En su haber, acumuló más de 50 películas, incluyendo su colaboración en el filme Nazarín de Luis Buñuel, film que ganara el Premio Internacional en el Festival Internacional de Cine de Cannes, en 1959.

Sus obras se presentaron en países como España, Alemania, Francia, Bélgica, Israel, Colombia, Venezuela, Cuba, México. Este hombre del teatro colaboró en numerosas publicaciones y escribió también un libreto de ópera en un acto, Misa de seis puesta en música por Carlos Jiménez Mabarak, estrenada en 1965.

Irónico Su prolífica producción tiene como denominador común una técnica discursiva que conjuga ironía, tensión dramática y una profunda reflexión acerca de las instituciones sociales, por ello se suele decir que “la verdad y la realidad constituyen el principal referente en los textos dramáticos de Emilio Carballido”.

A lo largo de su vasta trayectoria recibió un sinnúmero de premios y reconocimientos, entre los que se encuentran sendas becas conferidas por el Instituto Rockefeller y por el Centro Mexicano de Escritores; el Premio Casa de las Américas — otorgado por Un pequeño día de ira—, el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Literatura, en 1996; dos premios Ariel en 1972 —por el argumento y por el guión del largometraje El águila descalza, dirigido por Alfonso Arau—, el Ariel de Oro por su trayectoria en el ámbito cinematográfico. En el año 2000, Felipe Galván publicó su pieza Zorros chinos, en la antología Diálogos Dramatúrgicos México-Argentina editada en Puebla, en la que el gran autor abre el volumen que comparte con los argentinos Cossa, Gambaro, Rovner, Kartún y Escofet, y algunos otros compatriotas suyos. En el 2002 –año en que recibió el Premio Nacional de Dramaturgia “Juan Ruiz de Alarcón”- ingresó en la Academia de las Artes y fue reconocido como Artista Emérito del Sistema Nacional de Creadores.

En 2005, cuando celebraba sus 80 años con el

Fentanes, tras la tramoya

11 de febrero de 2008)

estreno de la obra Lula y Perla (más la justicia), tuvo una recaída en su salud. Tres años después falleció en la ciudad de Xalapa. Sus restos fueron depositados en el Mausoleo de los Veracruzanos Ilustres, en homenaje a sus aportes en el arte dramático como en la difusión y promoción de la cultura. La sala principal del Teatro del Estado de Veracruz lleva el nombre de Emilio Carballido. Asimismo, todos los años se lleva adelante un Festival en homenaje al gran dramaturgo.

Hombre querido Sabina Berman, explicó a modo de despedida de su amigo y colega, cómo es que una persona como él pudo llegar a construir semejante trayectoria. Es que Carballido tenía un secreto: “En un día le cabían dos. En las horas diurnas andaba por el mundo construyendo y difundiendo el teatro, el propio y el ajeno: daba talleres, dirigía obras, presidía la revista de textos dramáticos más importante en idioma español –Tramoya, que él mismo fundó–, compilaba las mejores antologías de dramaturgia mexicana, viajaba a congresos y a los ensayos finales de sus obras, así fueran en Chihuahua o en Cartagena. Además, o más bien habría que decir: sobre todo, escribía. Cuento, ensayo, noveleta, novela y teatro. Sobre todo teatro. “¿A qué horas escribe, maestro?”: se lo pregunté una tarde en la sala de su casa.

Carballido rascaba con la diestra la cabeza de una gata blanca ap-

tamente llamada Marilyn, y el muy ladino achicó los ojos y dijo que no me lo iba a decir”.

Por otra parte, le resultaba fácil la escritura y Berman lo ilustró del siguiente modo: “En un vuelo de Sudamérica a México, Carballido escribió Rosa de dos aromas, la primera obra feminista mexicana, qué curioso: escrita por un hombre, y que permaneció en México en cartelera seis años en su primer montaje, y luego cuatro años en su segundo montaje y fue representada en más de siete países”.

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10º Circuito Nacional de Teatro

La sanadora costumbre de la representación El universo de la pintura y las acrobacias así como el clown y el circo, fueron parte de las propuestas destacadas que se vieron en Paraná en el mes de septiembre, como siempre acompañadas de un importante marco de público.

Guillermo Meresman Mónica Borgogno

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fines de septiembre, la capital provincial fue sede nuevamente del Circuito, uno de los programas más ambiciosos del INT a través del cual producciones nacionales e internacionales giran por diferentes localidades del país. En esta ocasión, este Festival internacional de las artes escénicas, de carácter anual, se prodigó en 38 ciudades de Argentina y permitió a nueve espectáculos extranjeros y 48 nacionales, movilizar a más de 350 artistas totales, por escenarios que van de Jujuy a Tierra del Fuego.

Durante cuatro días, Entre Ríos recibió en las dos salas del Centro Cultural y de Convenciones de La Vieja Usina, a los artistas y miles de espectadores que asistieron a las funciones.

Las obras llegaron provenientes de Francia, Canadá, Rosario, Mar del Plata y Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y fueron un muestrario de distintos géneros contemporáneos y bien diversos.

Marie-Louise fue una de las obras programadas, una creación inspirada en obras destacadas de la historia de la pintura, que gracias a los talentos concertados de Florence Caillon, Xavier Demerliac, Flora Loyau y sus intérpretes Victoria Belén Martínez, Sébastien Jolly, Arnaud Jamón, Marion Soyer y Guillaume Varin, entre otros colaboradores técnicos, se lució en dos funciones repletas que el público agradeció de pie. Se trata de un trabajo afinado de circo- danza que recurre a proyecciones e imágenes universales, para instalar climas oníricos o atmósferas pesadillescas. La entrega de los bailarines

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y actores, se impuso a las pequeñas dificultades técnicas de una puesta compleja.

Entre los espectáculos más esperados estuvo la rosarina Naturaleza rota, de Gustavo y José Guirado. Y no defraudó al público que llenó la sala “Verónica Kuttel”. Es una obra de clown que ha sido invitada a numerosos festivales, y que con recursos simples logra divertir, emocionar y hacer reflexionar sobre diferentes tópicos humanos.

Acompañado por un equipo integrado por Julián David, Marcel Arsanto, Ramiro Sorriquieta, María Teresita Di Marco y Nahuel Pisani, José Guirado ofreció gran entrega sobre el escenario, hizo participar al público con una historia que ya se preanuncia en su título, con gracia y ductilidad gestual. Con pequeños latiguillos –“…perá un cachito”-, y un vínculo fuerte con los asistentes a sus desgracias, el anónimo personaje conduce durante una hora a una verdadera aventura emocional. Es de esas piezas que hacen reír y pensar tanto, en lo que uno y el otro tiene o no tiene, le sobra o le falta.

Respecto a las expectativas, no ocurrió lo mismo con Cadena de montaje, de Suzanne Lebeau y la compañía canadiense dirigida por Alexandre Brunet.

Si bien la propuesta tiene el

Fotos Tapa: Naturaleza rota, de José y Gustavo Guirado 1. Un momento de MarieLouise, de Francia, recreando

mérito de plantear aspectos de la cruda realidad mexicana referida a los derechos humanos, el monólogo resulta extremadamente narrativo, interpretado por una monocorde Marcela Lorena Pizarro, que sólo en algunos momentos parece comprometida con el planteo propuesto. En nuestro criterio, la dirección no logró hacer pie con un material tan trágico, como poderoso y candente, pues el espectáculo denuncia una demasiado larga saga de asesinatos de mujeres, en la zona de frontera de Ciudad Juárez, pero con un estatismo sígnico, moroso ritmo y poca teatralidad, difícil de digerir. El tema elegido generó una clara consternación así como su puesta.

Los otros dos espectáculos que tuvieron bue-

imágenes de la historia del arte.

2. La obra de Canadá, Cadena de montaje, propició debates y repartió las opiniones del público.

na aceptación, fueron Barlovento, una creación colectiva de circo-teatro dirigida por Alan Darling, con actuaciones de Ana Manera, Federico Galván, Juan Ignacio Rey y Martín Umerez y música de Juan Sardi, que con difíciles acrobacias contaron una historia de mares, vientos y viajes; y Cóctel de cocottes, del grupo porteño Las amaro, que a través de la música, recreó tiempos de pretéritos brillos y melodías de una Orquesta de Señoritas muy especial.

El Circuito en Paraná, valga la redundancia, no circuló este año por muchas salas, y ni siquiera pasó por el Teatro 3 de Febrero. En ese sentido, en comparación con anteriores ediciones y en una evaluación descarnada y más que apretada, esta vuelta pareció dejar gusto a poco.

Sí, como siempre, las 5 entradas a precios muy populares, las invitaciones a numerosas instituciones del medio, el infrecuente paisaje de largas colas para disfrutar de las artes escénicas, contrarrestan parte de lo objetable. Confiamos en que la organización de los próximos festivales de este tipo, se abra a nuevas voces y espacios y aspiramos que se puedan seguir pensando cosas de la cultura y también del alma y el acaecer de la vida por estos lares.

3. Las mujeres de Cóctel de cocotte en plena actuación.

4. Barlovento ofreció un espectáculo de destrezas que cautivó a los más chicos y grandes.

5. Naturaleza rota divirtió e hizo pensar. Las mágicas imágenes que generaba Guirado, recrean lo loco, lo diferente, el distinto.

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Los qué de

gentileza juana ghersa

LA OTRA BUTACA

L

ila Monti es una payasa argentina, intérprete, directora. Desde el 2001, imparte talleres en diversos festivales y teatros de Argentina, Brasil y Europa. Participó de espectáculos como: Povnia, Cancionero Rojo, Salir lastimado (post), Noches Payasas, Clowns No Perecederos. Actualmente está radicada en la ciudad de Chascomús y entre sus proyectos para el 2016 figura una próxima gira –entre marzo y abril- por Alemania, Austria y Holanda, así como nuevas funciones del espectáculo “Los Malos”, dúo de música y teatro que tiene hace varios años junto a Agustín Flores Muñoz, esta vez con posible dirección de Gustavo Tarrío. También prepara un nuevo ciclo de su espectáculo Povnia (dirigido por Cristina Martí y Guillermo Angelelli) que en octubre último se vio en Santa Fe, y nuevos talleres semanales e intensivos para payasos, durante todo el año.

Qué leo

Casi todo lo que leo, veo y escucho está signado por una cualidad: abarca un espectro de lo más variado e inconexo. Al lado de los siete libros de huerta orgánica y tres de alimentación saludable, el libro de Doña Petrona. Al lado de Katherine Mansfield, John Irving. Al lado de John Kennedy Tool, Clarice Lispector. Al lado de la colección completa de Harry Potter, los dos tomos de la obra completa de William Shakespeare.

En mi época más claramente lectora leía de todo. Varios libros en simultáneo, y a pocos los terminaba. Iba saltando de uno al otro y casi siempre prefería los libros de cuentos.

La propia Mansfield, Carver, Chejov, Mann, Nabokov, Murakami, Cortázar, son de los que más rápido me vienen a la cabeza. Tengo la facilidad de leer o ver libros y películas por segunda vez sin recordarlos, aunque me hayan encantado. Y, de alguna manera, volver a lo que me gustó en cierto momento, siempre me da sensación de hogar. Leí dos veces El mundo según Garp de Irving, dos veces Rayuela de Cortázar, varias veces los cuentos completos de Thomas Mann. Cuando era pre-adolescente ví Footloose 15 veces (creo que estaba enamorada de Kevin Bacon). Y de grande repetí varias veces Little Miss Sunshine, Disparos sobre Brodway, Delicatessen, Mi nombre es Sam y muchas (muchas) otras.

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Qué veo

El cine fue fundamental en algún momento de mi vida. Extraño eso. Aunque ahora ver películas está enormemente facilitado, por alguna razón, no lo estoy haciendo. (La maternidad cambia un poco las cosas, je…) En su momento, Fellini fue uno de esos amores poderosos. Amarcord, 8 ½, La Strada (Giulietta Massina, la grande…), La dolce vita. Cuando empecé a ser payasa, reví y redescubrí y redisfruté Chaplin. Todo Chaplin. Y todo Keaton.

Y Niní Marshall. Y La fiesta inolvidable, de Blake Edwards. Y todo Monty Python (grupo británico de humoristas), incluso lo realizado por sus integrantes en solitario como Las aventuras del Barón Munchausen, realizada por Terry Gilliam.

Ahora, que soy madre, agradezco tan infinitamente la existencia de Hayao Miyazaki y los maravillosos y geniales mundos de Totoro, Ponyo y Chihiro…

El teatro fue un lugar natural de chiquita.

Pero para nombrar sólo algunas de las cosas que me hicieron ser la persona que hoy soy arriba y abajo del escenario, tengo que empezar por Asterión de Guillermo Angelelli, seguir por Esperes de La Pista 4, Mendiolaza de

Krapp, Batato Barea -él mismo- en todo lo que hiciere, Gambas Gauchas de las Gambas al Ajillo, Les éphémerès de Arianne Mnouchkine, y todos los espectáculos de payasas geniales como Gardi Hutter, Nola Rae, Laura Herts, Hillary Chaplain, Pepa Plana, que me hicieron sentir y creer que el camino era por ahí.

Qué escucho

Mi carpeta de Música es la peor de las muestras de mi caos de selección interno. Es imposible clasificar, ordenar, incluso comprender. Todo está ahí, para ser buscado en el momento en el que necesito escucharlo. Porque con la música me pasa así: es una cuestión de necesidad. Hay días en que no cabe otra cosa que Glenn Gould tocando Mozart. Hay días en que me muero si no tengo a mano mi selección de Stevie Wonder. Hay días que sólo puedo ser una chica Aspen y canto como loca, a los gritos, cualquier hit ochentoso del que ni siquiera me sé la letra. Hay días en que Chico César es el marco ideal. Y otros donde sólo soporto escuchar cantar a Björk, o a Ute Lemper, o a Mina, o a Ella Fitgerald, o a Chet Baker. Amo cantar, y escuchar cantar a gente que no podría vivir o haber vivido sin cantar, me produce muchísimo deleite.

Palabra de maestros.

El teatro, medio humano por definición Grandes artistas pensaron en el teatro y su valor en contextos en los que los medios de comunicación parecían invadirlo todo o en climas de guerra y posguerra, para apostar a un lenguaje portador de verdad, capaz de cuestionar el orden existente o contribuir a la paz social. El Instituto Internacional del Teatro, a lo largo de su historia convocó a distintos creadores. Hoy, los discursos de Luchino Visconti y Richard Burton.

T

engo la impresión de que a raíz de un profundo proceso de evolución ha nacido en el teatro una exigencia de verdad y de absoluto que puede elevarlo al valor de testigo, a un nivel comparable al de las grandes épocas. De hecho, si pienso en la historia del teatro de este siglo en el mundo entero, encuentro que más allá de las teorías, de las poéticas, del desarrollo tecnológico, lo que le ha ocurrido al teatro es esto: en un primer momento pareció enfrentar su desaparición ante el ataque masivo de los medios de comunicación de masas: luego, habiéndose cuestionado sobre su realidad y su verdad, terminó por reencontrarse a sí mismo.

Ha emergido de su eclipse para redescubrir su identidad real, que es la de ser el lugar en el cual se confrontan los valores y relaciones humanas.

Las mismas debilidades del teatro –su fragilidad, su irreversibilidad, esa particularidad de la representación teatral de no ser nunca igual a sí misma, el riesgo del deterioro al que está expuesta después del estreno, y que me enfurece y me produce tal angustia y, por contraste, me hace soñar con alivio en la final e inmutable versión fílmica-, todas estas debilidades, precisamente, han terminado por reconfirmar al teatro (y en esto estoy de acuerdo con Camus) como el medio humano por definición.

Porque si registra y expresa los cambios y el aspecto provisorio del hombre en su vida y su comportamiento cotidiano, el teatro, al mismo tiempo, estimula en él su aspiración a superarse. Por una parte, el teatro muestra nuestra vida en lo que ella

“¡Hey! ¿Quién me oye?”

tiene de más profunLuchino Visconti do, peligroso, trágiDiscurso ofrecido en 1973 co y misterioso; por Director italiano (1906-1976) de otra, destila su esencine, ópera, teatro y ballet. Destacado cia y da una repremilitante izquierdista, participó en el sentación siempre nueva del mito y la movimiento de resistencia antifascista y leyenda del hombre en varias campañas comunistas durante mediante un esfuerla posguerra. Neorrealista, creó una zo siempre nuevo, a amplia filmografía. Entre sus más través de la particidestacadas realizaciones pación, con el fin de se encuentra El gatopardo, aprehender el sentido de la existencia. de 1963.

Hoy, los otros vez la salvación; en todo caso la certeza de que medios de masas con los que el teatro solía, erróneamente, pensar que existe una relación esencial e irreductible entre los tenía que competir, se han hecho cargo en gran hombres- a la espera, también, de una misteriosa medida de todo lo que es entretenimiento, pasa- trascendencia.

Es por esta razón que en el teatro –que se ha tiempo, evasión. El teatro ha permanecido libre de todo esto y ha parecido, empobrecerse. No es convertido, como dijo alguien, en una catacumbaasí; por el contrario, se ha enriquecido, ha tomado el hombre desciende al encuentro consigo mismo fuerzas. Aligerado de sus tareas menores, el teatro, y con su propio destino, al poner a prueba sus como siempre he pensado que debía hacerlo, ha creencias y sus emociones en un juego que tiene comenzado nuevamente a abordar los grandes te- el doble poder de la realidad y la imaginación.

El teatro, que parecía marginado, ha retornado mas de importancia vital.

Porque, si el descubrimiento y la descripción al centro de la experiencia colectiva. Es por ello de lo exótico, maravilloso, múltiple o sociológi- que el hecho de entrar hoy en día a un teatro se co pertenece de ahora en adelante a otras artes y ha convertido en un acto “diferente”; significa una técnicas, he aquí lo que pertenece al teatro: todo escogencia, presupone una esperanza racional de aquello que significa estar vivos en día, juntos en claridad y de absoluto. Y este retorno a la fuente el encuentro y a la espera de un evento esencial o colectiva de las emociones y la verdad constituye de una esperanza –una esperanza terapéutica, tal un acto de humildad y de amor.

Saroyan. Una simple frase que explica el porqué na simple frase, que es el título de una obra de la existencia del teatro. El teatro es creado por de teatro estadounidense escrita por William aquellos de nosotros que en todo el mundo no podemos refrenar el impulso de Richard Burton decir ¡Hola!

Discurso pronunciado en 197 4 La pieza de Saroyan es Renombrado actor británico (1925acerca de una 1984), nacido en Gales. Recibió siete nominaciones al Premio Óscar de la conversación entre un hombre Academia de las Ciencias y Artes encarcelado y Cinematográficas. Fue además un una mujer libre.

Al igual que esa excelente actor teatral. conversación, el teatro es un proceso

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encarcelado por el tiempo que le habla a la gente del exterior. No importa cuán vanguardista, extraño o familiar sea un evento teatral, tiene una corta vida en sí mismo. Reyes y obreros, coroneles y tenderos, pueden ver juntos una pieza teatral porque habla a todos ellos por un corto tiempo.

El teatro es ese momento en nuestras vidas en el cual nosotros, los artistas, estamos a cargo de la verdad. Es la verdad cubierta con una brillante capa o una barba falsa.

Soy actor. Los actores se ponen sus máscaras al servicio de esta verdad escondida. A través del mundo, sea en una película para 50 millones de personas, o en una obra de teatro para 50, todo el arte y oficio del teatro sirven a un solo propósito: “¡Hey! ¿Quién me oye?”.

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Actualidad La Moringa El pasado 4 de diciembre se inauguró la carpa de circo denominada La Moringa, ubicada en la zona del Ferrocarril (Racedo 250 bis) de la ciudad de Paraná.

Con una capacidad para 300 personas, el lugar cuenta con gradas, escenario e infraestructura técnica de iluminación y sonido. Con la puesta en marcha de La Moringa, administrada por la Asociación Civil Teatro del Bardo, nace un nuevo espacio destinado al desarrollo y puesta en escena de las artes escénicas.

Distintos artistas ya pasaron por este escenario. A mediados de diciembre, Juan Penas actuó y divirtió con su propuesta.

El emprendimiento, cabe resaltar, cuenta con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro que en 2013 otorgó un subsidio para la realización de esta carpa.

Jornadas de AINCRIT La Asociación Argentina de Investigación y Crítica Teatral invita a participar de las VIII Jornadas Nacionales y III Jornadas Latinoamericanas de Investigación y Crítica Teatral, que se desarrollarán en la Ciudad de Buenos Aires entre el 4 y el 7 de mayo de 2016.

Este año las Jornadas se organizarán en torno a un eje problemático que busca ser disparador de productivos cruces: Los procesos emancipatorios en la escena teatral, tomando como punto de partida el Bicentenario de la Declaración de la Independencia en Argentina, pero proponiendo un enfoque amplio, tanto en términos conceptuales como territoriales, que permita abordar múltiples temáticas y experiencias artísticas.

Con esta iniciativa, la AINCRIT busca participar de los debates que atraviesan nuestras sociedades respecto de las tensiones y sentidos que se articulan en torno de estas celebraciones, que comenzaron hace algunos años y continuarán en los años por venir a lo largo del territorio latinoamericano, dirigiendo la mirada

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hacia la historia pasada, y a la vez proyectando las preguntas de esa historia hacia el presente y hacia la arena específica del campo teatral.

Se recibirán propuestas para distintos tipos de actividades: mesas de trabajo, foros, presentaciones editoriales, talleres y otros. Las mismas deberán enviarse exclusivamente a través del formulario de inscripción hasta el 15 de febrero.

La fecha de entrega de los trabajos completos y resúmenes extendidos será el 25 de abril.

Para más información escribir a jornadas@ aincrit.org o bien consultar el blog http://jornadas2016.blogspot.com.ar/

Nuevo director del INT El reconocido actor y gestor cultural (Secretaría de Cultura de Rafaela) Marcelo Allasino, fue recientemente designado por el Ministerio de Cultura de la Nación, para estar al frente del Instituto Nacional del Teatro (INT), organismo encargado de la promoción y la difusión de la actividad en todo el país.

Su nombre abre una etapa de renovación

que buscará superar la crítica situación que venía atravesando el organismo, y así profundizar su carácter plural y federal.

Allasino asume la dirección del INT con el objetivo de convertir el instituto en un ente enérgico que permita articular planes de trabajo a corto, mediano y largo plazo en todo el territorio nacional y a la vez, brindar el respeto y la consideración que se merecen los grandes referentes de la escena. A fin de encarar un plan participativo, democrático, diverso y federal, la nueva gestión buscará alimentar el diálogo con todos los sectores, un aspecto que será fundamental para cumplir su objetivo: potenciar el teatro nacional, sin duda, una de las disciplinas más destacadas de identidad cultural argentina.

Según se lee en la web institucional, de aquí en más se procurará afianzar la formación de los públicos. Asimismo, entre las prioridades de la nueva gestión, también se encuentra una revisión de las dinámicas de selección de los jurados además de la innovación en la gestión del organismo, pues se buscará mejorar los procesos administrativos con el objetivo de brindar transparencia y eficacia en la rendición de planes, subsidios y becas.

Actualidad Resultados del provincial A lo largo de ocho días, Paraná fue epicentro de las artes escénicas entrerrianas. El jurado -integrado por Raúl Dayub, Jimena Lis González y Horacio Fernando Martínez-, eligió a la obra Cuentos de papel, del grupo Los Tinguiritas de Concordia, para representar a la provincia en la próxima Fiesta Nacional del Teatro.

Organizado por el Instituto Nacional del Teatro, el certamen se desarrolló del 10 al 17 de noviembre y contó con la participación de elencos provenientes de distintas localidades de la provincia. Así mismo, resolvió invitar al Encuentro Regional del Teatro Centro Litoral a los espectáculos Milonga Bardera (Grupo Teatro del Bardo, Paraná), Padre Pedro (Grupo Sinergia Teatral, Gualeguaychú) y Un hueco, de Juan Pablo Gómez con dirección de Lito Senkman (Paraná).

Además, otorgó las siguientes menciones debido al número de obras presentadas, su nivel y su amplia diversidad, destacando los siguientes rubros: LABOR ACTORAL: Cynthia Cieri y Florencia Castro; Carolina Rodríguez; Gustavo Bendersky; Juan Gibert; Toño López; Raúl Eusebi y Juan Carlos Gallego; Emiliano Farías; Nadia Grandón; Silvia Salomone y Jorge Velozo.

DESARROLLO DE RECURSOS PLÁSTICOS VISUALES: La luna y el otro, grupo Patatas XL (Paraná); El ángel del niño del bosque encantado que voló sobre el océano porque te amaba, grupo Sinergia Teatral y Mujer con caja de herramientas. Biodrama en objetos de la Compañía Ladran Sancho de Gualeguaychú.

TRATAMIENTO DEL ESPACIO ESCÉNICO: He nacido para verte sonreír, del grupo Salida de Emergencia (Gualeguay); Un Hueco y La luna y el otro, del grupo Patatas XL. En esta edición se implementó nuevamente el Premio del Público. En este caso, la obra elegida fue Ilusiones y mareas (Grupo Patatas Patas, Paraná).

Milonga Bardera, dirigida por Nadia Grandón (Paraná).

Padre Pedro (Gualeguaychú).

Cuentos de papel (Concordia).

En Un hueco, de Juan Pablo Gómez, Lito Senkman conduce a los actores Juan Carlos Gallego, Pedro Peralta y Raúl Eusebi hacia la comedia.

Adiós a Tato Pavlovsky

El cuatro de octubre pasado en Buenos Aires, falleció Eduardo Tato Pavlovsky, otro de los grandes maestros del teatro latinoamericano que tuvimos el gusto de conocer. Actor, director y autor, teórico y psicodramatista, Pavlovsky será recordado por una obra y un talento especial, siendo uno

de los nombres del teatro argentino más reconocido en el extranjero y en nuestro propio medio.

Su dramaturgia fue conocida desde principios de la década del ‘70 por teatristas de Entre Ríos, y algunas de sus piezas fueron representadas en numerosos escenarios de la provincia. Por su texto Asuntos pendientes, que reseñamos en La Otra Butaca 12, recibió post mortem el primer premio nacional de textos dramáticos este año.

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Publicaciones recibidas Resultados nacionales Teatro/ 15 es la antología que reúne los textos ganadores del Concurso Nacional de Obras de Teatro 2012, convocado por el INT, y en el que se presentaron casi cuatrocientos textos dramáticos de autores de toda la República.

El jurado distinguió los premios y menciones, que en este caso van de inquietantes registros heterodoxos –como es el caso de Enfermos de lo mismo, de Laura Córdoba, que se llevó el primer lugar en el orden de méritos-, hasta la breve y no menos intensa Cristiano muerto, de Ana Laura Izurieta.

La mayoría de los autores pertenecen a las nuevas generaciones de dramaturgos, o a los escritores de la generación “intermedia”, reconocidos ya en otros certámenes y con otras producciones, en sus caracteres de dramaturgos, actores o directores.

Otra cosa está acaso revelada en la presente edición de Inteatro: la de una representación “federal”, ya que si bien varios de los seis escritores que contiene la publicación, aparecen como residentes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en realidad son teatristas originarios de provincias, y que producen en las distintas regiones del país.

La autora del segundo premio (Plantas de interior) fue María Sol Rodríguez Seoane, -sí de CABA-, igual que la merecedora del tercer premio, Giuliana Kiersz, por Isabel I. Pues las menciones recayeron sobre el sanjuanino- mendocino Manuel García Migan – Tus excesos y mi corazón atrapado en la noche-; y en el cordobés Santiago Loza – Un gesto común.

Un libro indispensable La Obra periodística de Francisco “Paco” Urondo (n. 1930), apareció en el mercado hace poco más de un año, e igual a los tomos anteriores del gran escritor santafesino, suscitó el interés que se refleja en la cantidad de ediciones que Adriana Hidalgo ha realizado mes tras mes de sus Obra poética, su novela Los pasos previos y también su volumen de Todos los cuentos. Al cuidado de Osvaldo Aguirre, este grueso volumen de casi seiscientas páginas, reviste especial atracción para investigadores y estudiosos de las convulsionadas dos décadas que recogen estas crónicas, entrevistas y perfiles, incluso del quehacer teatral, de entre 1952 y 1972.

Muy pronto aparecerá en la Biblioteca Urondo, su Teatro completo, que contiene los cinco textos dramáticos publicados a mediados de los ‘80 en La Habana. De estos, Muchas felicidades, fue representado entre nosotros en escenarios de la región muy poco tiempo después de haberse editado, por uno de los grupos del Taller de teatro que coordinó Raúl Kreig en la Alianza Francesa de Paraná.

Todos los textos de quien fuera Secretario de Cultura de la provincia vecina se leen con suma atención, (algunos a más de sesenta años de escritos y publicados), como testimonio de una personalidad descollante y de la época agitada del final del primer gobierno peronista, hasta su asesinato en Mendoza en el ‘76, en un enfrentamiento con la policía.

Páginas que se dedican a García Lorca, Raúl de Lange y María Casares, o críticas a puestas de Los disfrazados, Soledad para cuatro, Lisandro, de David Viñas, Ivonne, princesa de Borgoña, de Witold Gombrowicz, Un enemigo del pueblo de Ibsen, o Torquemada, de Augusto Boal, entre otros, hacen a esta Obra de lectura imprescindible para amantes de la literatura, el pensamiento, el cine y el teatro argentino.

Nuevas presentaciones Durante los últimos meses se presentaron en Paraná dos nuevos títulos dedicados al teatro, de autores bien conocidos por nuestra revista. Tanto las investigaciones de Valeria Folini y Oscar Lesa, publicadas en una nueva colección producida por la Delegación Entre Ríos del INT, como los textos de Gabriel Cosoy, reunidos en una reciente edición local, representan una parte no menor del teatro entrerriano en la postdictadura. Mientras que Folini indaga acerca de la competencia de los principios de la Antropología Teatral, Lesa analiza dos espectáculos modernizadores y aporta documentos reveladores de los mismos. En el caso del director de Desesperados albaneses, suma a su conocida …Cuando los cerdos arrasan…, (2004) sus piezas inéditas Las Pascuas del Principal, Traslasierra y la que da nombre al volumen, Aún con sol se ve la luna, a lo que se suman “otros textos” que completan el volumen.

Según confió Cosoy, la escritura del monólogo Aún con sol…, surgió tras la lectura de las memorias de Alfredo Ebelot, un ingeniero francés contratado en el siglo XIX para hacer la denominada “zanja de Alsina”, proyecto para detener a los malones.

Generacionalmente diferenciados, los tres creadores ofrecieron estas producciones propias en distintos espacios de la ciudad capital, acompañados por numerosos amigos, estudiantes y seguidores de sus obras.