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LIZETH EK GUILLERMO

LIZETH EK GUILLERMO

MÉRIDA, MÉXICO

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Como te vas

A mi abuelo Fabio

En la tierra todavía toco tus huellas, en el aire hay voz tuya, en el riachuelo convergen tus maíces. Detrás de la albarrada consientes tus huesos en polvo. De

vela

en

vela. Venas en mis brazos, en mi madre vino tu sangre, si te vas, que vaya bien. Apuesto la invisibilidad de Dios, que te vas y dejas tu memoria en mí.

De flores que parten

Coágulos entre las manos parteras del inicio del Sol. Dejemos espacio para que crezca la pequeña jacaranda que caminará con nosotras en señal de fuerza. Desde el momento que abriera los ojos verá que otros estarán detrás de su sendero, no será nunca costilla ni silencio porque de la tierra nace fruto para cosechar, no para vender.

En cuanto entres al mundo, cuidaremos tu espalda entre todas las que estamos, las almas de las que se fueron, los ojos de las madres que desbordaron en ríos, las manos de las hijas que callaron en casa, las abuelas que no tuvieron un respiro, las sombras que pintan muros para la lucha. Todas ellas estarán, para ti, y verán que ni una huella quede en el cuerpo tuyo.

Y crecerás, crecerás en la calle sin miedo al color de la oscuridad.

Y tus raíces dejarán de ser ajenas, Y tus cicatrices serán actos revolucionarios, Y tus lágrimas pintarán caminos, Y tu columna erguirá monumentos, Y tu corazón abrumará las nubes, Y tú serás tuya.

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