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RIGEL HUMBERTO BENITO GUEVARA
RIGEL HUMBERTO BENITO GUEVARA
MÉRIDA, MÉXICO
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Digo lo mío
Es necesario tener a la mano un delineador, a una persona con actitud y una canción de La JuanGa o La Dúrcal; esto con la finalidad de completar tu transformación. Las acotaciones se pueden leer o no, según convenga.
(En voz alta) SOY (Lee esta acotación. Produces un silencio contenido en la audiencia. Full total dramatismo, Digno de un Opening Drag Show. Repite con seguridad y altanería) Soy una cáscara rota de huevo de su almíbar nace el niño que eras; y no hay gracia para ti retenida en la calidez paterna, y las palabras no existen se vuelven esqueléticas miradas. Mirada que se mantiene feroz calidez que se torna en suspenso ayuno que es mórbido temblor;
y el almíbar, se vuelve flema sedienta del sazón no sentido su amor es odio, su odio es GRACIA resplandeciente como purpurina, con el recuerdo herido todavía.
SOY, (Toma el delineador. Hazte las líneas de los ojos. Si te arde No importa El dolor nos servirá. Toma tu tiempo) fui el matrimonio de juguete de un primo tío vecino amigo desconocido (Brinda el texto a la persona con actitud. Que lea lo siguiente): “Ven te siento en mis piernas, juguemos debajo de las sábanas, tus piernas están regordetas mamá no lo sabrá mi niño melocotón serás”. (Continúa leyendo por tu cuenta) Enceguecido y mudo; desnudo estás desnudo estoy, te descubres desamparado, (Recuerda algo triste Y llora.
No limpies el delineador que escurra en tus mejillas. Toma tu tiempo) entonces ya no hay deseo sólo calor de perro golpe a golpe crees aprender en el revuelo.
SOY, (Señala con el dedo índice a una persona de la audiencia) eres el resultado de aquello veloz inmóvil lento arriba abajo duro más adentro: Si se enteran mis padres me matan. Soy en la escuela la burla y el deseo de Martín Pablo Alberto, hiendes en la oscuridad y adentro: no hay nada. Me avergüenzo. Tú igual has sido la vergüenza una y otra vez una y otra vez ¡No lo golpees! ¡Es tu hijo! una y otra vez una y otra vez ¡Lárgate de mi casa! una y otra vez una y otra vez Romanos 1:26: te irás al infierno.
una y otra vez una y otra vez SÓLO ACTIVOS. NO pasivos; y la sombra del “HOMBRE” reaparece una y otra vez. Hombre atado al cuello de todos: el duro en motocicleta que desea tu ombligo el de caminatas políticas que ha pedido tus servicios el conservador con familia que nos ha llenado de besos las muñecas los hombros el pecho las entrepiernas.
SOY (Reproduce a la JuanGa o la Dúrcal) el que sabe recibir soportar aguantar la carencia la injusticia las muertes de mis hermanas o el miembro duro de un pródigo arquero de armario. Soy el que enciende veladoras a la Guadalupana mientras lleno de polvo las mejillas y dibujo suculentos labios me pongo tetas falsas de destripadas almohadas y me monto en candado como me enseñaron La China La Neifa La Karla. Soy el que escucha quejas asustadas mi madre aconseja callar no decir nada. Ella
teme que se cruce en el camino una golpiza una pistola una navaja. SOY el que debe NO mostrar mala cara, NO mandar a la chingada, vomitar y tragarse las tripas cuando en la calle desde un automóvil alguien grita: ¡MARICÓN!