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LEODAN MORALES

LEODAN MORALES

ESTADO DE MÉXICO, MÉXICO

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Oscar

No puedo más he perdido el norte ya por culpa de tu sur. (Love of lesbian)

Eres el sonido ausente de un verso incompleto. Buscas tu identidad a partir del orden inconexo de las palabras ¿Poeta o prosista en potencia de desgarro?

Girones del alma entregados al misterio del universo

¿Cuál es el camino que traza el caos de tu vello púbico? Señalan acaso el origen de la vida o el placer de habitar los 365 círculos del infierno.

“Traje” conjugado en tres tiempos por inventarse, corbata subjuntiva canonizada en hipótesis y posibilidades alternas. No se cumplen, no llegan, solo presumen una efímera existencia. (Inalcanzable)

El sabor salado de las gotas de semen que derramas, no atentan contra el sudor con que se mezclan.

La luna, el infinito y el suelo como última frontera entre el espíritu y la muerte.

Las partículas videojugueísticas se ocultan eternos entre las moléculas de tus ojos… Mirada tostada de café sempiterno ¿Qué observan tus pupilas en la virtualidad que no hallen en el mundo real?

El único fracaso, es el orden invertido en que crece tu cabello.

Negras púas rodean el desierto de tus labios. Inalcanzables, misteriosos, secos, ajenos.

Insisto, el azul tiñe tu aura de un aroma especial. Profético color atmósfera, resguarda el oxígeno de sobrevivir viajando a inmensa velocidad.

Expides surrealidad en cada lectura. Dicta mi futuro, alimenta mi pasado y bajo esta invocación, hazte presente en lo tangible y no solo aparezcas en sueños. Sueños enmarcados por tu piel. Pecho fuerte de pezones remarcados, tatuajes de capítulos marchitos,

tinta indeleble que se llevará la muerte.

¿A qué sabe tu altura?

Observo ataúdes y cementerios, en cada lápida, la inicial de tu nombre. Aprendí a no acentuar la “O” que te compone, despiste mío de buscar el orden y la perfección donde solo existen tus vocales.

Érase una vez Érase una Érase

Aún no descifro el orden de tus pestañas, toboganes que llevan mi cuerpo a los confines del cielo.

Nunca serás mi equilibrio

Deseo encontrar mi propia estructura

¿Cuál es el ritmo natural con que conversa el terror contigo?

Más gotas de semen que se mezclan, más gotas de sudor que se funden, más gotas de nada que existen con solo nombrarles.

Llega la medianoche, trae consigo tu aroma. Hueles a ermitaño hombre de modales formales, tu piel expele el tabaco quemado que ingieres. Sabor amargo a tu dermis.

No existe final alguno que pueda describir el amor a tu existencia.

Miles de soles bailan a un ritmo desenfrenado. Llegó la hora de ser engullidos por el agujero negro, nos espera una mañana incierta disfrazada de pasado.

*El verso que usted busca, ha caducado*

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