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EVA RODRÍGUEZ MARTÍNEZ

EVA RODRÍGUEZ MARTÍNEZ

TAMAULIPAS, MÉXICO

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Aguja*

Sonoro cántico que no se pierde en el arrebolar de las aves o el gris de las nubes apresuradas. Inspiración para plasmar los colores en el tatuaje de fina textura; diferentes flores, relieves y experimentar el arte de hilvanar. Entretejí coherencia y admiración.

Cautelosa protejo mis dedos, mientras el paisaje toma el brillo del atardecer. Con la rapidez del pedal la aguja lleva a otra dimensión su talle y poder punzante semejante al dolor del aguijón.

El mundo del zigzag mide el contorno, bastilla, remaches, botones, pinzas; una obra de arte en el delicado textil, la blusa en combinaciones azul y blanco colores dispuestos difíciles de unir; privilegio de originalidad, que solo se admiran.

* Publicado en “Justo en el borde”, compilación de Adán Echeverría, (2019).

Tú y yo*

¡Sublime amor! Entre el valle oscuro y silencioso, una luz irrumpió el cielo, un relámpago iluminó nuestros corazones y en nuestros ojos la electricidad consagró su brillo. Soberano momento que la vida y los astros se alinearon.

¡Sublime amor! Porque lo más cercano al espejo de mi alma son mis letras Y tú leíste cada una con punto y coma; te aprendiste cada uno de mis versos que los minutos se [contaron, llegaron las horas y éstas se esfumaron con tus ansias de mi [tinta.

¡Sublime amor! Quedó plasmado el boceto de tu rostro en mi pensamiento, Los tiernos y suaves pliegues de tu sonrisa en mis poemas, La sedosidad y el susurro de tu corazón tan cerca del mío Que solo lo escuche decir: ¡Tú eres mi deseo!

* Publicado en “En el tiempo no es olvido”, antología del XIV Encuentro Internacional de Escritores de Salvatierra. Guanajuato, México, 2018.

Camino*

Entre camino rocoso tambaleo, la piedra lamosa abraza mi senda, punzantes e inesperados los zarcillos me quitan el aliento, la serpiente sigilosa se arrastra zigzagueando la lengua calculadora, aprovecha mi descuido y deja fluir su veneno. Cansada, mis pies se rehúsan a continuar. Bajo la sombra los protejo y con el perfume de los tiernos y suaves lirios, los froto lentamente como quien da brillo al oro y les susurro. “No hay censura en tus pasos, no conocías el afanoso camino, no hay yerro cuando conoces la lección de la vida”. Los sueños hacen el camino para no huir, son alas volando sobre el escarnio. Mis pies rejuvenecieron como el águila aprendieron de las veredas pantanosas, asfixiantes caminos que carcomen los huesos. Dejar huella solo se hace con “columnas de mármol”.

* Publicado en “En el tiempo no es olvido”, antología del XIV Encuentro Internacional de Escritores de Salvatierra. Guanajuato, México, 2018.

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