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GIBRAN DANIEL LEÓN PIÑA

GIBRAN DANIEL LEÓN PIÑA

CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO

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La contradicción de aquel que escribe

He aquí dos poemas que muestran una contradicción. El primero muestra a quien ama lo que hace y su salvación en las palabras. El segundo revela a quien niega su propia condición, aquel que se lamenta al escribir.

Poemas

Entre los sentimientos abundan palabras, cuya belleza yo desconozco, me son ajenas, las expresiones envueltas en unas letras, hermosas, tristes, esperanzadoras y profundas. Me veo rodeado de un mar de signos, en una vorágine que altera sentidos, que confunde mis percepciones, causando serías alteraciones. Busco la palabra ideal en esa corriente, aquella que exprese lo que dice mi mente, la cual pueda traer a la vida la deseada emoción, ¿existirá tal palabra? Pregunto con precaución. Soy escéptico ante el mar y la posibilidad, no sé si cuente con la gran habilidad, me confundo ante la tormenta de letras, pero una palabra reluce, “aquí dice poemas”.

No hay

Al escribir solo soy un ente triste, solo hay un corazón desgarrado, no existe un intenso y gran amante, lo único que se ve, es el corazón atado. Sin nada más que unas cuantas palabras, palabras que no pertenecen, son prestadas, letras que expresan aquel sentimiento, buscan transmitir y recordar ese momento. No hay poeta, se presenta la notable tristeza, no hay artista, se opaca la exagerada proeza, no hay poema, se reflejan las incoherencias, no hay belleza, se apagan las reverencias.

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