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Silencio, tentación y promesas

De Ophelia Cámara

Todo hace el amor con el silencio.

-Alejandra Pizarnik

I

En un arranque de ira Caín dejó caer la quijada de burro sobre Abel y después de un grito de inmenso dolor, lo único que queda es el silencio.

II

La culpa nace en el silencio, la culpa nace del silencio. Es el el silencio óvulo y esperma, vientre, cordón umbilical y placenta. El silencio es la inmaculada concepción de donde nace la culpa y su hermana gemela la violencia. Sin silencio no hay crimen, porque el silencio siempre será el primer testigo, el hecho después del hecho. No fue la voz de Dios la que enloqueció y maldijo a Caín, sino que fue el silencio y el reconocimiento de que sin su hermano estaba solo en el mundo.

III

Eva muerde la manzana, y después de que su jugo y poder se escurran por su piel, lo único que queda es el silencio.

IV

El silencio es conocimiento, y como ya todxs saben, el conocimiento es poder. Si el pecado original es comer los frutos del árbol del conocimiento, entonces el pecado original es ser consciente del silencio, de su sabiduría y de sus peligros. El pecado de Eva no es traicionar a Dios, sino que en realidad se trata de darse cuenta que antes que Dios estuvo el silencio, y que en el silencio nada es certero.

V

Y entonces Dios dijo “Que se haga la luz”. Pero antes, segundos antes, la oscuridad, el caos y el silencio eran lxs dueñxs del mundo.

VI

Saber que el caos es silencio y que el silencio fue la semilla de la que germinó el universo es entender que fundamentalmente la vida es soledad, y que la soledad se vive en lo común. La soledad es la forma en que nos entendemos, en la que entendemos a lxs otrxs. El silencio es un lenguaje común, el lenguaje previo a la torre de Babel. El lenguaje con el que se comunica la vida, sin diferencia numérica, sin contornos.

VII

Y entonces el corazón de la última estrella del universo dejó de latir, y el universo regresó a un estado de completo silencio. Entonces, la vida comenzó de nuevo.

VIII

Si la culpa, la violencia, el conocimiento, la vida y el universo nacieron del silencio; entonces la muerte, el final, el vacío también es inicio, también es vida. Hay que entender, aunque no podamos comprenderlo, que el silencio es donde se esconde todo lo que ha sido, es y será. El silencio es oportunidad, el silencio es la piel de todos los cuerpos, la piel donde se trazan nuestras historias, nuestros sueños y nuestras pesadillas. Un universo consumido por el silencio es un silencio que no puede estar callado.

IX

Y en ese silencio, en la oscuridad una poeta escribió y susurró para sí misma “Todo hace el amor con el silencio”.

X

Cierro el libro de poesía de Alejandra Pizarnik y disfruto del silencio de la noche. Después de desgarrarme la piel mientras imitaba los gestos poéticos de Pizarnik me pregunto sobre mi propio silencio, del silencio de mis propias palabras. No espero una respuesta, sé que la única respuesta posible, está en el inicio, en el génesis, en el silencio.

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