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Entrevista a Javier Ibarreche

Javier Ibarreche: Una forma especial de ruido

Por Patricio Ventosa Rodríguez

Para nuestra segunda entrevista completa, platiqué con el teatrero, comediante y “personalidad”, Javier Ibarreche mientras él se hacía de comer desde un lado del mundo y yo me hacía de desayunar desde el otro. Tengo el gusto de conocer al “¡No mamen esta película!” desde hace tiempo y me pareció, por contraste, el sujeto perfecto para la temática de esta edición. Lo siguiente fue editado por claridad.

Alkymia: ¿Quién eres?

Me llamo Javier. Soy una persona que es afín ante todo a las historias. Tanto contar historias, como escuchar historias. Todo lo veo a través del lente de una narrativa. De manera muy esencial, eso es quien soy. Si lo reduzco aún más, soy una persona curiosa. Si esto fuera Intensamente y tuviera que aparecer un dibujito representando mi pilar, eso sería. La curiosidad es el motor que más me mueve.

Alkymia: ¿Dirías que te dedicas a ser un personaje?

Yo haría una distinción con la palabra “dedicarse”. No porque esté incorrecta, pero entiendo que tiene varias descripciones. Puede ser de qué vivo, puede ser para qué vivo, puede ser la cosa que más paso tiempo haciendo, puede ser la cosa a la que apunto llegar. En ese sentido, no. No me dedico a ser un personaje, creo que me dedico a terminar de definirlo. A encontrarle nuevas capas, a encontrar que algo que yo creía fundamental no lo es. Sí es cierto que en redes sociales soy un personaje. Ahora, ¿que tan complejo es ese personaje? Creo que ya no depende de mí, depende de la percepción de la gente. Quienes me conocen íntimamente tienen una versión de ese personaje, quienes solo me conocen por redes tienen otra, quienes me conocen por otras facetas de mi trabajo me conocen de otra. Digamos que a nivel más ruidoso, a nivel redes, donde se encuentra la mayor parte de gente que sabe de mi existencia, se me conoce por solo la cara. Es ahí mero que sólo soy definitivamente un personaje. Es un personaje que ya tiene sus caras, una forma de hablar, entusiasmo por ciertas ideas, etc. Sí he construido un personaje, pero no a propósito.

Sí noto que el personaje en redes es una versión exacerbada de mí en la vida real; sí hablo rápido, sí me apasionan las películas, sí suelo contar historias de manera muy sintetizada. Es una caricatura que parte de quien soy yo. La forma en la que esta situación permea el resto de mi vida, tiene que ver con la percepción de la gente. Alguna vez vi un fragmento de un podcast donde Conan o’Brian entrevista a Ed Helms de ¿Qué pasó ayer? Y hablaban de su asenso en la fama. De como él fue dando saltos hacia niveles más grandes de fama. Él veía como en su proceso de crecimiento la gente le decía cosas como “oye, no vaya a cambiar”. Él habla de como las personas cambian inevitablemente, uno crece y se transforma en otro y de como es difícil no ser diferente cuando, de repente, todos a tu alrededor te tratan diferente. Porque ya no era Ed Helms, era el que salió en The Office y en The Hangover. La mirada externa lo convierte en una persona y, por consecuencia, él es otra persona . Va un poco por ahí; en la medida que gente se me acerca y me trata como el personaje de TikTok, yo respondo y me convierto en el personaje de TikTok. Va más hacia ese lado.

Alkymia: En tu trabajo en redes sociales y todo aquello que no vemos del otro lado de la pantalla, ¿dónde crees que entra tu formación teatral y docente?

Lo teatral forma una parte inmediata. Hay una parte enorme de guionismo en lo que hago. Busco que sea entretenido y poder mantenerte enganchado en la pantalla y hay una bola de recursos que te da el teatro, la noción de narrativa, la actuación que te enseña a ser entretenido en ese formato. La parte de dar clases es algo que luego parecería que no tiene mucho que ver, pero el hecho de saber retener la atención de otra persona, saber comunicar de manera breve, es una herramienta que sí creo que me dió el haber dado clases. Viendo a los alumnos como un público, no son un público pasivo. La intención es que esté activo más de la mitad de la duración de la sesión y, como no son personas que pagaron por un boleto o que decidieron atender a un show, son personas que te tienes que ganar. Es parte del reto y me ha servido mucho.

También creo que gran parte de lo que hago, más allá de recomendar cosas, es contar historias o lanzar reflexiones acerca de algo. Es el contenido que más me gusta sacar. Esa era mucho la forma en la que daba las clases, tú no me dejarás mentir, pero creo que en mi materia de análisis de texto había mucho que reflexionar sobre cortometrajes, rascarles un mensaje, una estructura. Es lo que yo más gozo hacer en la redes. De forma increíblemente reducida, a veces lo que yo hago en un video de 3 minutos es dar una clase. Bajita la mano, cortos y cosas que llegué a poner en clase están palabra por palabra en un TikTok, solo que le corté el 80%.

Alkymia: En todo aquello a lo que dedicas, se ve involucrada tu voz. Por decirlo de alguna forma, haces todo menos guardar silencio. Cuéntanos sobre eso.

La misma acción que puede ser vista como una virtud puede ser vista como un vicio bajo un lente diferente. Tenía un maestro en la carrera que cito muy seguido, tanto que la gente a mi alrededor lo conoce solamente a través de las historias que contamos sus alumnos. Él nos ponía el ejemplo de como una persona muy poco constante y que a cada rato cambiaba los planes se enamora de una persona muy firme de sus convicciones. Esta firmeza ante una cara negativa se convierte en terquedad. En cuanto la persona que defiende sus cosas empieza a defenderse ante ti, te cambia la perspectiva. Creo que va mucho por ahí. Trato de usar el sonido como una virtud en mi vida a pesar de que en momentos puede y llega a ser un vicio. Todo el tiempo hay ruido. Me es muy difícil mantener la mente en silencio. Hay gente que no es que no tenga nada que decir, si no que eligen no decir nada. Yo no sé como lo hacen. Creo que por eso mismo soy más propenso a la ansiedad, como emoción. Me es fácil entrar en espirales donde no salgo de una idea y la desarrollo y la desarrollo, pero, al mismo tiempo, el buen uso de eso mismo me permite desarrollar a profundidad una historia o un chiste. Lo que intento ejercitar es no explayarme de más, saber cerrar, aterrizar en una conclusión. Esa es la parte que me cuesta trabajo porque es ahí donde pones punto final. Es ahí donde entra el silencio. Alguna vez te contaba yo que Borges, me parece, dijo algo como “yo no termino, yo publico”. Es una forma de obligarte a darle un cierra a las cosas.

Alkymia: ¿Encuentras la idea de “publicar en lugar de terminar” a la hora de tomar decisiones?

No lo había pensado así. Tendría sentido que a una persona que le cueste terminar un pensamiento o le de muchas vueltas a las cosas pudiera encontrarse problemas al tomar decisiones, pero creo que no es así en mi caso. Afortunadamente, a lo largo de mi vida, he procurado obligarme a tomar decisiones complicadas. Procuro no acomodarme demasiado en una situación porque también soy propenso a eso. Es fácil encontrar un lugar y decir “bueno, ya tengo este trabajo, ya tengo estabilidad, ya me quedo aquí”. No tiene nada de malo sentirse satisfecho, pero más que satisfacción, hablo de estasis. Las satisfacción tiene que ver con el movimiento; viene de hacer las pases con que el mundo avanza y tú te puedes quedar quieto o viceversa. Porque me es fácil acomodarme, quedar inmóvil, procuro evitar las zonas de confort. Por ejemplo, la primera vez que hice teatro fue por salirme de ahí; he tenido obras que me pusieron a prueba de formas que yo no imaginaba. Después, treparme a hacer stand up fue un movimiento también.

Alkymia: Siendo una persona ruidosa, ¿en dónde encuentras el silencio? ¿Lo buscas? ¿Le huyes? ¿Cómo funciona esa relación?

Definitivamente lo busco. Es algo que encuentro en el contraste opuesto de lo aquello a lo que me dedico. Gran parte del tiempo hablo en redes sociales; en un mundo que, si bien existe, es un espacio virtual, un espacio que nos inventamos. Después de un año y cacho de entrarle al mundo de las redes, me empecé a saturar de dedicarme a algo que ocurre en un no-espacio. Hago videos sobre películas, pero nada era real. Necesitaba algo concreto y no tenerlo me puso muy ansioso. Fue por esa época que hice un viaje a Zion, el parque nacional, y descubrí mi amor por el senderismo. Yo no sabía lo mucho que disfrutaba simplemente caminar en la naturaleza. Porque, claro, ¿te saturaste de algo? Ve a lo contrario. Ve a la naturaleza donde, además, no tienes señal. Ni aunque quisieras podrías conectarte al mundo a ver qué hay. Con estas piernas vas a subir esa piedra y vas a llegar a ver la vista desde arriba. Todo existe ahí, todo eso es concreto, todo eso es tangible. Me dió una calma muy cabrona. Esa es la forma en la que yo activamente entro en silencio, tiene que ver con el espacio. Dejar la ciudad donde puedo ver el horizonte para llegar a un lugar en donde no alcanzo a ver donde termina.

Alkymia: El caminar por mucho tiempo induce una especie de trance, ¿no?

Totalmente. No te das cuenta y pasaron dos horas desde la última vez que intercambiaste palabras con alguien. No te das cuenta y ya pasaste dos horas solamente en tu cabeza. Creo que es una forma muy particular de meditación. No es algo que yo practique, pero entiendo que tiene que ver con este tipo de ideas de silencio o de darle una suerte de pausa a la mente.

Alkymia: Tomando el concepto de forma más literal, ¿sientes la necesidad de guardar silencio?

Sí me he dado cuenta, de pronto, que puedo llegara a ser muy complaciente con ciertas discusiones. Tengo claro que las respuestas ante el peligro de los animales son, en inglés, freeze, fight or flight [cóngelate, pelea o huye]. Me vengo enterando hace poco que dicen que hay una cuarta que es fawn y tiene que ver con apareamiento o algo así. En presencia de una amenaza, en lugar de huir o pelear, te acercas a la amenaza. En lugar de alejarte, tratas de seducirlo de alguna forma, de complacer. En contexto, puedo pelear, puedo irme, paralizarme o puedo estar de acuerdo para salir de una discusión. Creo que eso, en sí, es una forma de guardar silencio. Al final, me es más fácil darle la razón a alguien, estar de acuerdo, que discutirlo. Hay una parte de mi a la que le gusta discutir y le gusta enfrascarse en debates, entonces me pregunto por qué me doy la vuelta. En la serie Community, hay un capítulo donde los personajes van a una boda y uno de ellos es un hombre negro que, para mantenerse a flote en la industria de la tecnología en los ochentas, aprende a echarle porras a la gente blanca. Es esa idea.

Aunque, una vez más, son dos caras. El poder empatizar tan rápido con una persona, el poder entrar en su mentalidad, apropiarlo, ayuda mucho como entrevistador. Me ayuda a entrevistar sin juicio, preguntar desde la curiosidad, desde “neta quiero saber cómo fue trabajar en x proyecto”. Sería problemático si yo fuera entrevistador de un tema político o trascendental para el mundo, pero siendo entrevistador de espectáculos, entrevistando a actores que están promocionando su película, francamente no necesito ser controversial. Necesito ser curioso. Como entrevistador me viene increíble, pero sí siento que me falta firmeza para encarar. Más de una vez me he sentido en la tentación de participar en algún debate que ya tiene lados más complejos en redes. Pelear en redes no tiene ningún sentido, pero, al final, sí tengo una plataforma. A veces me pregunto qué pasaría si yo diera mi opinión directa sobre temas políticos. Creo que en ese momento se convierte en algo más escandaloso y chance me metería en problemas. Entonces, de pronto, agradezco saber no meterme, pero siempre siento esa espina de “verga, quizá debería”.

Alkymia: ¿Hasta qué punto el silencio se convierte en demasiado?

Lo veo como una ola. Cuando persigues el silencio, eventualmente llegas a un momento de quietud y tranquilidad muy chida y poco después entra una nueva forma de pánico. “No me he movido en un rato, estoy haciendo lo mismo, me estoy estancando, me estoy acomodando” y te mueves. Entonces otra vez entras al ruido y cuando ya es mucho ruido vuelves a perseguir el silencio. Lo ideal es encontrar un equilibrio entre movimiento y quietud, entre aventura y hogar. Ruido y silencio.

Alkymia: ¿Puedes desarrollar esa relación entre movimiento y ruido?

Estoy viendo el silencio como ausencia de ruido y la quietud como la ausencia de movimiento, cuando perfectamente pueden ser, en sí mismas, una acción o un espacio . Creo que hay un concepto budista que habla del vacío como un espacio. El silencio, a lo mejor, no es ausencia de ruido pero puede ser una forma especial de ruido. A lo mejor es más sabio verlo desde ese lado. Creo que por eso me gusta verlo como hogar y aventura. Ambas tienen lo suyo, ambas son lugares, pero ambas tienen su peligro. Sales del hogar a la aventura y entre todo el ruido rescatas un par de cosas para volver a tu espacio donde puedes aprender de eso que rescataste.

Alkymia: ¿Llegas a sentir presión para guardar silencio? ¿De donde viene?

Si siento presión, viene desde adentro. Donde hay presión para hacer una cosa, la hay en igual medida para hacer la contraria. Donde hay gente que quiere que hables bien de algo, hay gente que quiere que hables mal; donde hay gente que quiere que no digas nada y gente que quiere que digas todo. Hacia afuera hay tantas presiones diferentes, apuntando hacia lugares diferentes que siento que se cancelan. No es que sean poca cosa ni se minimizan, pero, en mi caso, habiendo tanta gente de la cual puedo recibir comentarios, teniendo una audiencia tan grande a la cual pueda activamente escuchar, se vuelve abrumador pensar en qué debo hacer. Las presiones, entonces, las ejerzo yo desde adentro; desde lo que yo creo que es a lo que me debo inclinar.

Alkymia: Para concluir, ¿qué relación tienen el ruido y el silencio para ti?

Tanto el ruido como el silencio se identifican con la escucha. La escucha funciona pa’ ambos lados. Procuremos escuchar. La vida nos mueve de un lugar a otro, pero se trata de encontrar el equilibrio. La idea de la cuerda floja es una imagen linda porque quien esté sobre ella no puede quedarse quieto. Tiene que avanzar y de repente echar un pasito para atrás para posicionarse, pero lo que no puede es quedarse quieto.

Javier nos comentó que estará trabajando silenciosamente en sus propios proyectos, pero, por lo pronto, lo puedes encontrar en sus redes sociales y, francamente, por todos lados.

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