Nezahualc贸yotl poes铆a Estudio preliminar, versi贸n y notas
Miguel Le贸n-Portilla
Nezahualc贸yotl / Poes铆a
B I B L I O T E C A N E Z A H UA LCÓYOT L
Nezahualcóyotl POESÍA Estudio preliminar, versión y notas Miguel León-Portilla
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Eruviel Ávila Villegas Gobernador Constitucional R aymundo Édgar Martínez Carbajal Secretario de Educación Edgar Alfonso Hernández Muñoz Director General del Instituto Mexiquense de Cultura Ingrid M. C. E stévez Herrera Directora de Servicios Culturales Graciela Gpe. Sotelo Cruz Responsable de la publicación ©Miguel L eón-Portilla / Nezahualcóyotl / Poesía Biblioteca Nezahualcóyotl Primera edición: 1985 Segunda edición: 1993 Tercera edición: 2002 Cuarta edición: 2010 Quinta edición: 2012 DR © Instituto Mexiquense de Cultura Bulevar Jesús Reyes Heroles 302, delegación San Buenaventura, Toluca, Estado de México, C.P. 50110 gemimccs@mail.edomex.gob.mx ISBN 968-484-289-9 (colección) ISBN 978-607-490-044-6 DR © C.E.L.T.A. Amaquemecan, A. C. Bolívar Sierra 29, Fracc. Las Delicias, Amecameca, Estado de México ISBN: 978-607-8196-07-4 Autorización del Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal No. CE: 205/01/83/12 Impreso en México / Printed in Mexico Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra –incluyendo las características técnicas, diseño de interiores y portada– por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía, el tratamiento informático y la grabación, sin la previa autorización del Instituto Mexiquense de Cultura. El contenido es responsabilidad del autor.
Significación de Nezahualcóyotl
Toda conmemoración de vidas o hechos pretéritos debería de ser búsqueda de significaciones con que alumbrar mejor la propia realidad presente. De este modo queremos recordar aquí la figura y la obra de Nezahualcóyotl. Y pensamos que nuestro acercamiento puede encaminarse desde tres puntos de vista: ¿qué ha sido Nezahualcóyotl para el hombre indígena? ¿Cuál es su significación en el contexto del ser étnica y culturalmente mestizo del México contemporáneo? ¿Qué sentido puede tener hablar de él a la luz de la historia universal? Fue un descendiente del mismo señor de Tezcoco, en los tiempos ya de la Nueva España, quien nos dejó una respuesta a la primera cuestión: Nezahualcóyotl ante el hombre indígena. Nos referimos a don Carlos Ometochtzin Chichimecatecuhtli, cacique tezcocano, que en 1539 fue juzgado y condenado por la Inquisición bajo los cargos de apóstata, idólatra, libertino y predicador de las antiguas creencias. Don Carlos, luchando por preservar el alma de su propia cultura, aquello que los vencedores tenían como mera invención del demonio, había dicho, entre otras cosas, a varios indígenas principales: —Mira, oye, que mi abuelo Nezahualcóyotl y mi padre Nezahualpilli ninguna cosa nos dijeron cuando murieron ni nombraron a ningunos ni quiénes habían de venir. Entiende, hermano, que mi abuelo y mi padre miraban a todas partes, atrás y adelante... Que en verdad te
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digo que profetas fueron mi abuelo y mi padre, que sabían lo que se había de hacer y lo que estaba hecho; por tanto, hermano, entiéndeme, y ninguno ponga su corazón en esta ley de Dios e divinidad...1
Las palabras de don Carlos Ometochtzin fueron apelación a la proverbial sabiduría de Nezahualcóyotl, compartida por su hijo, el también señor Nezahualpilli. Dramáticas eran las circunstancias y ellas mismas acrecentaron la fuerza del símbolo cuando hubo que afrontar la muerte para conservar vivas las raíces. Si Cuauhtémoc tipificó el heroísmo y la voluntad de ser libre, pensar en Nezahualcóyotl significó reafirmar el valor de la cultura espiritual prehispánica. Ampliemos el círculo y atendamos ahora al sentido que puede darse a la vida y la obra del sabio tezcocano en el marco del México entero, país de rostro y cultura mestizos. Admitamos como cierto que la civilización de Occidente, después de cuatro siglos, ha acabado por implantarse en esta tierra. Reconocemos la importancia que tiene en nuestras vidas sobre todo el legado específicamente hispánico. A través de él estamos hoy en comunicación con los otros pueblos de la América nuestra y así participamos en un mundo afín de creación y pensamiento. Pero, ¿podrá negar alguien el antecedente más hondo que, de múltiples formas, pervive en nuestro ser mestizo? Vida y riqueza esencialmente humanas son para México su pasado y también su presente indígenas. Si hoy nos interesan arte y ciencia, literatura y pensamiento al modo de Occidente, ¿se desconocerá por ello el auténtico valor de las
Proceso criminal del Santo Oficio de la Inquisición y del fiscal, en su nombre, contra don Carlos, indio principal de Tetzcuco, nota preliminar de Luis González Obregón, Publicaciones del Archivo General de la Nación, I, México, 1910, p. 40. 1
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creaciones alcanzadas por quienes han sido los más antiguos dueños y señores de esta tierra? Su legado es también de arte, de sabiduría y maravilla en su expresión de flor y canto. Y aquí es donde Nezahualcóyotl viene de nuevo a ser símbolo. De todos los antiguos rostros y corazones cuenta él entre los más conocidos y admirables. Han llegado hasta nosotros su poesía y pensamiento. Su saber es riqueza de un pueblo en cierto modo joven y viejo a la vez. Para el México moderno decir Nezahualcóyotl es apuntamiento a la esencia y los valores indígenas que perviven en su ser. Finalmente, ¿puede tener algún otro sentido hablar de Nezahualcóyotl a la luz de la historia universal? Hoy las culturas de Mesoamérica son objeto de investigación para propios y extraños. Al menos en sus rasgos fundamentales empieza a conocerse la evolución, a través de milenios, de los pueblos que, en esta parte del Nuevo Mundo, llegaron a crear instituciones de alta cultura y una auténtica civilización. Por los cuatro rumbos se sabe que floreció aquí un arte monumental digno de hondas apreciaciones estéticas. También se reconocen y buscan los testimonios del pensamiento y las literaturas prehispánicas que comienzan ya a ser difundidas en varias lenguas de Europa y aun de Asia. Nezahualcóyotl –como sus flores y cantos– es aquí otra vez símbolo. Con biografía apoyada en genuinos testimonios, su rostro, lejos de ser fantasía, se sitúa al lado de aquellos que, en el contexto de las culturas de la antigüedad clásica, dejaron un mensaje como escudriñadores de problemas en torno a la posibilidad de pronunciar palabras verdaderas, el destino del hombre, la temporalidad, la muerte y el enigma de las realidades divinas. Esta es la significación que, más allá de ingenuas pretensiones, cabe descubrir en Nezahualcóyotl si se le mira desde la atalaya de una historia en verdad universal.
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Hemos abierto y cerrado tres círculos en reiterados intentos de comprensión. Con su poesía y pensamiento, y también como símbolo, Nezahualcóyotl, al retornar a nuestro presente, parece confirmar que la historia es mucho más que un relato tocante a los muertos. El acercamiento que aquí ofrecemos a su vida y su obra –siendo conmemoración a más de medio milenio de distancia– pretende ser, por encima de todo, búsqueda ya más cercana de significaciones en verdad comprensibles para quienes, como él, vivimos también en el temor y la esperanza ante lo que está por venir.
LOS TESTIMONIOS Y LAS LEYENDAS Varios son los códices, y también las antiguas crónicas y los poemas en idioma náhuatl, en los que la figura de Nezahualcóyotl de diversas formas se nos vuelve presente. Por una parte están las palabras, testimonio de admiración, acerca de su casi proverbial sabiduría como forjador de cantos, como maestro versado en todas las artes y como profundo conocedor de las cosas ocultas. Por otra, se reiteran también los relatos, en los que se da cabida incluso a presagios y portentos en torno a lo que llegó a ser su actuación. Así, por ejemplo, en las colecciones de antiguos cantares una y otra vez afloran alabanzas, como ésta de un poeta anónimo de la región culhuacana que, dirigiéndose al sabio señor de Tezcoco, dejó dicho: Sobre la estera de flores pintas tu canto, tu palabra, príncipe Nezahualcóyotl. En los libros de pinturas está tu corazón, con flores de todos colores
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pintas tu canto, tu palabra, príncipe Nezahualcóyotl.2
Un elogio que rivaliza con la anterior afirmación de que el corazón de Nezahualcóyotl da vida a los libros de pinturas, lo hallamos en otro breve canto que apunta a la más honda raíz de la sabiduría que llevaban consigo sus palabras: Dentro de ti vive, dentro de ti forja un libro de pinturas, inventa, el Dador de la vida, ¡príncipe chichimeca, Nezahualcóyotl!3
Si nos fijamos ahora en algunas de las crónicas indígenas, los presagios sobre lo que habría de alcanzar el príncipe tezcocano, repetidas veces nos salen al paso. De los Anales de Cuauhtitlán tomamos, como una muestra, el relato de lo que aconteció a Nezahualcóyotl cuando todavía era muy joven, poco después de la muerte de su padre, perpetrada por las gentes de Azcapotzalco. Lo que en estos Anales se consigna, siendo legendario y portentoso, es sin duda reflejo de la nunca disminuida admiración de que fue objeto Nezahualcóyotl en el mundo de Anáhuac: Así se entretenía jugando Nezahualcóyotl, pero, una vez, se cayó en el agua. Y dicen que de allí lo sacaron los hombre-búhos, los magos; vinieron a tomarlo, lo llevaron
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Ms. Romances de los señores de la Nueva España, f. 18v. Ibidem, f. 34r.
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allá, al Poyauhtécatl, al Monte del Señor de la niebla. Allí fue él a hacer penitencia y merecimiento. Estando allí, según se dice, lo ungieron con agua divina, con el calor del fuego. Y así le ordenaron, le dijeron: tú, tú serás, a ti te ordenamos, este es tu encargo, así, para ti, en tu mano, habrá de quedar la ciudad. En seguida los magos lo regresaron al lugar de donde lo habían traído, de donde lo habían tomado...4
Ser llevado por los magos para que hiciera merecimiento en el Poyauhtécatl y ser luego ungido con el agua divina y con el calor del fuego, símbolo de la guerra, fue presagio, al que de inmediato siguió nueva palabra profética en relación con Tezcoco, dominado entonces por los tecpanecas: “así, para ti, en tu mano, habrá de quedar la ciudad”. Otro relato, de contenido afín, nos lo ofrecen también los Anales de Cuauhtitlán. Es ésta la tradición de un prenuncio: el sueño que tuvo Tezozomoctli de Azcapotzalco, el anciano usurpador de la herencia de Nezahualcóyotl. Hondamente perturbado por la visión que había tenido en su sueño, manifestó Tezozomoctli: En verdad tuve un sueño no bueno: un águila se irguió sobre mí,
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Anales de Cuauhtitlán, f. 36.
un ocelote se irguió sobre mí, un cuetlaxtli se irguió sobre mí. El señor amarillo sobre mí se quedó. Mucho me ha atemorizado mi sueño. Por ello digo: ¡No sea que Nezahualcóyotl me haga perecer!5
Así, a los elogios expresados en los antiguos cantares, reconocimiento de la sabiduría del príncipe tezcocano, se sumaron también los presagios, los portentos y las leyendas consignadas por la tradición prehispánica que quedó al fin en las crónicas. Tan celebrada y admirada en extremo como lo fue la figura de Nezahualcóyotl entre los antiguos mexicanos, también había de atraerse más tarde la atención de otros muchos a lo largo de las centurias coloniales y después, durante el periodo independiente, hasta la época actual. Sin embargo, en las múltiples referencias a su vida y pensamiento, y aun en algunas modernas biografías acerca de él, debemos reconocer que han proliferado las fantasías y las afirmaciones que, en el mejor de los casos, han de tenerse por hipotéticas.6 En este sentido podría decirse de tales interpretaciones que, lejos de tomar en cuenta con mirada crítica los viejos cantares y los relatos de las crónicas nativas, han caído en ponderaciones, cuya única consecuencia ha sido oscurecer la significación que tuvieron el rostro y el corazón de Nezahualcóyotl. Ibidem, f. 38. Entre las biografías de Nezahualcóyotl –libres básicamente de fantasías– citaremos tan sólo dos: Vigil, José María, Nezahualcóyotl, el rey poeta (nueva edición), Biblioteca Mínima Mexicana, ediciones de Andrea, México, 1957; Gillmor, Frances, Flute of the Smoking Mirror (a portrait of Nezahualcóyotl), The University of New Mexico Press, 1949. 5
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In chololiztli icuic
O nen notlacatl,
o nen nonquizaco teotl ichan in tlalticpac, ¡ninotolinia! In ma on nel nonquiz, in ma on nel nontlacat. Ah niquitohua yece... ¿tlen naiz?, ¡anonohuaco tepilhuan!, ¿at teixo ninemi?, ¿quen huel?, ¡xon mimati! ¿Ye ya nonehuaz in tlalticpac? ¿Ye ya tle in nolhuil?, zan nitoliniya, tonehua noyollo, tinocniuh in ayaxcan in tlalticpac, ye nican.
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Canto de la huida de Nezahualcóyotl cuando andaba huyendo del señor de Azcapotzalco
En vano he nacido, en vano he venido a salir de la casa del dios a la tierra, ¡yo soy menesteroso! Ojalá en verdad no hubiera salido, que de verdad no hubiera venido a la tierra. No lo digo, pero... ¿qué es lo que haré?, ¡oh príncipes que aquí habéis venido!, ¿vivo frente al rostro de la gente?, ¿qué podrá ser?, ¡reflexiona! ¿Habré de erguirme sobre la tierra? ¿Cuál es mi destino?, yo soy menesteroso, mi corazón padece, tú eres apenas mi amigo en la tierra, aquí.
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¿Quen in nemohua in tenahuac? ¿Mach ilihuiztia, nemia tehuic, teyaconi? ¡Nemi zan ihuiyan, zan icemelia! In zan nonopechteca, zan nitolotinemi in tenahuac. Zan ye ica nichoca, ¡nicnotlamati!, no nicnocahualoc in tenahuac tlalticpac. ¿Quen quinequi noyollo, Ipal nemohuani? ¡Ma oc melel on quiza! A icnopillotl ma oc timalihui, monahuac, titeotl. ¿At ya nech miquitlani? ¿Azomo ye nelli tipaqui, ti ya nemi tlalticpac? Ah ca za tinemi ihuan ti hual paqui in tlalticpac. Ah ca mochi ihui titotolinia. Ah ca no chichic teopouhqui tenahuac ye nican.
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Nezahualcóyotl / Poesía, estudio preliminar, versión y notas de Miguel León-Portilla, se imprimió y encuadernó en 2012, en los talleres de CVC Impresos, La Hebrea 12-A, Tláhuac, 13200. En su composición se utilizaron tipos de la familia Joanna MT Std. El papel de los interiores es cultural de 90 g y el de los forros, cartulina sulfatada de 14 pts. El tiro consta de dos mil quinientos ejemplares. Cuidado de la edición: José C. Núñez Fernández. Diseño gráfico: Luis García Flores.
Miguel León-Portilla presenta en esta quinta edición interesantes datos de la existencia admirable del rey poeta y de la leyenda que lo rodea. Asimismo realiza un acercamiento –en náhuatl y español– a la expresión de flor y canto del sabio gobernante, a su palabra florida que ha trascendido el tiempo.
9 786078 196074
A más de seis siglos de su nacimiento, la figura y la obra –material y literaria– del gran texcocano Nezahualcóyotl pervive en la cultura y en la esencia mestiza de México, pues él personifica el rostro, el corazón y el pensamiento de los antiguos dueños de estas tierras cuyo legado en buena medida nos define.