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El origen del puente Q’eswachaka
El origen del puente Q’eswachaka
Desde el tiempo de los incas, se han construido puentes de piedra y de fibras vegetales que servían para conectar a las comunidades. Un día, los pobladores de la margen izquierda del río Apurímac, decidieron construir un puente de piedra. Para ello tenían que derrumbar el cerro llamado Llanthuku y extraer la piedra tallada que había ahí. Estas eran arriadas por las personas con lazos y zurriagos, y las rocas caminaban solas hasta el lugar donde se iba a construir el puente.
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Estos pobladores fueron caminando hacia el cerro Llanthuku y se les apareció una serpiente muy grande.
—¿Para qué están arriando las piedras? —les preguntó la serpiente con curiosidad.
—Para construir un puente que cruce el río —respondió el más joven y avezado del grupo.
La serpiente, mirándolos fijamente, les dijo:
—No lo hagan de piedra será muy pesado. Más bien háganlo parecido a mí, flexible como paja brava porque los españoles nos van a invadir pronto y necesitamos ser más astutos que ellos.
Desde ese momento, los comuneros empezaron a construir las alvinas con piedras y cal, en los dos lados del río Apurímac, mientras que otros realizaron el sogar de q’uya y con ello construyeron el puente Q’eswachaka.
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Así, cuando los españoles llegaran con intención de invadir, cortarían el puente y de esa forma no podrían cruzar el río.
Desde aquellas fechas, decidieron construir Q’eswachaka cada año, con pagos rituales y ofrendas a la madre Tierra y a los apus.
Autor: Edu Noe Callasi Puma Edad: 8 años