Cucaracha de papel 16

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nce

alca u t a a í g o l o tecn

Ciencia en el rojo

Cuarta jornada de conferencias público, impartida por especialistas

para todo en áreas

de la ciencia y tecnología

Los

sábados de febrero a las

•Micropropagación

vegetal

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en méxico

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en alimentos

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•Tecnología •Ingeniería

18:00

Guadalupe Zuno 2027 casi esquina Chapultepec informes: cucarachadepapel@amayaediciones.mx

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Lorena Aguilar Yerenas, Francisco Castellón Amaya, Amaya Castellón Ponce, Arianel Flores Vázquez, Carlos Godínez Hernández, Cristina Lupercio Coronado, Alberto Osuna Verdugo, Rosa Ponce López, Alicia Preza Marín, Maria Lourdes Ramírez, Sarah Ratkovich González, José Manuel Sánchez Revilla consejo editorial

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ediciones

S. R. L.

de

Anunciate con nosotros, tu vendes y nosotros seguimos promoviendo la cultura. Informes y precios:

Monica Anaya Segura

Amaya

colaboradores en esta edición

José Manuel Ángel Calvillo

Alberto Osuna Verdugo

Carlos Godínez Hernández

Alejandra Isabel Rodríguez Núñez, O. Rodríguez, L. Villaseñor, A. Flores Silva, A. Arias, Mariana Ruiz, Eduardo Ríos Jara, Luan Catori, La Locha, Hikari Yue y UTEG

La revista Cucaracha de papel es una publicación independiente trimestral impresa en papel reciclado, con un tiraje de mil ejemplares. Lo expresado en esta publicación es responsabilidad de su autor. ISSN en trámite. Año 2 • número 16 • invierno 2010 Para publicar con nosotros necesitas escribir un correo electrónico a la dirección cucarachadepapel@ amayaediciones.mx solicitando los requisitos técnicos para recibir tu artículo. La revista Cucaracha de papel sólo publicará artículos originales e inéditos.

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Editorial Cristina Lupercio Coronado

E

n la vida existen cosas que se vuelven tradiciones porque las repetimos constantemente. Nos enajenamos tanto con lo que hacemos que lo creemos lo mejor del mundo. Lo sabemos propio, mágico, único y nos lo quedamos, lo hacemos nuestro. ¿Qué determina que una tradición se vuelva ceremonia? Todo es subjetivo así como la levedad de ser en este mundo, como nuestro pasado o nuestro espacio.

gar a suceder si le agregamos magia a un pueblo o misticismo a un hongo natural. Esperamos que desde hoy, leernos se convierta en una ceremonia. Agrégale magia, misticismo, dedicación y ahora sí ¡Qué te sepa rico!

Cotidianamente nos reencontramos y hacemos posible que “nuestro mundo” fluya, que se deslice tras las sábanas blancas de nuestro cuerpo y nos forme con un ideal, un proyecto o al menos con algo interesante para pasar nuestros ratos libres. En este nuevo número, La cucaracha de papel ha intentado recuperar algunos de los momentos y lugares que hemos convertido en ceremoniales o tradicionales por su magia, su esencia o su rareza, las ceremonias más extrañas que se han vuelto un rito y los momentos conmemorativos que representan una vida. Te sorprenderás de lo que una cultura puede ser capaz de idealizar, de lo que puede lle-

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web Lo

bueno de tener esguince...

La jornada en la ciencia Francisco Castellón Amaya francisco@amayaediciones.mx

¿

Qué puede hacer uno cuando, por descuido personal e institucional da un paso al vacío con la pierna por delante? Primero adquiere por lo menos un esguince de primer grado y varios días de cambio de rutina: que las muletas, la cremita, el gel, el pie sobre cojines, chiqueo cuando se pueda… Pero lo más aburrido es ¡ver la televisión de la mañana! (¿puede existir algo más inútil? La programación de la tarde) Lo bueno del descanso obligado es tener más tiempo de leer, escuchar música (recomiendo a Patricia Petibon), navegar por Internet… y es aquí donde descubrí cosas interesantes. Por costumbre consulto varios periódicos en línea, entre ellos La Jornada, pero nunca ni por error le dí click a la liga de La Jornada en la ciencia, posiblemente, y de

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manera subliminal, sospechando que era información de la

ciencia del mundo, que puedo encontrar en cualquier lugar, ¡error! Me atrajo, de entrada, un artículo sobre el sueño y la actividad del cerebro. Lo leí sin fijarme en el autor del artículo. Al leer que se refería de asuntos muy nuestros noté que no era ningún texto hecho en otras latitudes, ¡era mexicano y sobre investigaciones en México! Con esto me puse a navegar entre sus secciones y artículos y se me olvidó por un momento los asquitos del gober etílico y la nueva balacera a tres cuadras de mi casa. El sitio esta dides áreas: físico rra; sociales de la vida, menes Pero

vidido en cuatro granmatemáticas; de la tiey humanas; química y la portada con resúde lo más nuevo. además, de lado izquierdo, tiene apartados muy interesantes: nuestros investigadores, noticias, convocatorias y, foros. En la sección de ciencias físico matemáticas se incluyen artículos realizados por investigadores de las áreas básicas y aplicadas de la


física, así como de las matemáticas de lo teórico a lo educativo. También se incluye la astronomía. Las ciencias de la Tierra son un conjunto de disciplinas que estudian la estructura y evolución del planeta. La geografía, geofísica, geología, hidrología y sismología, entre otras, se encuentra aquí. En el apartado de la química y de la vida colocan textos sobre la estructura química de la materia y sus transformaciones, así como todas las áreas de la investigación sobre la vida en el planeta. Lo gratamente sorprendente es que a las ciencias sociales se les da el estatus de eso precisamente y eso ya es ganancia. El comportamiento y actividad del ser humano al interactuar con otros miembros de la especie en comunidades y formas de organización complejas, son el territorio de las ciencias sociales. Al entrar a cada sección, por ejemplo la de ciencias sociales, nos muestra su propia portada con resúmenes de los artículos más recientes. Al navegar por cualquiera de ellos, aparece del lado izquierdo un índice genial de temas tratados por investigadores de distintas universidades, incluso la nuestra, Universidad de Guadalajara (digo incluso no por mala onda, sino por costumbre de que en publicaciones chilangas no se acuerdan “del resto del país”). Algunos de los temas tratados son: ¿por qué es más factible que los precios del crudo au-

menten en lugar de disminuír?; la responsabilidad de la ciencia ante el discurso neoliberal; edificios y sustentabilidad; ciencia, comunicación y desarrollo humano… En otras secciones se encuentran textos sobre: ¿para qué le puede servir a un científico social saber sobre mecánica clásica?; buscando la(s) dimensión(es) desconocida(s); disección de la materia; ¿qué es la luz? Además: ¿por qué estudiar el agua?; lo bueno y lo incierto del calentamiento global; aspectos confusos sobre el calentamiento global; el agua; las insustituibles fibras de agave para las sogas finas de charro; James Watson y la nueva derecha; conservación de agaves y vides; arrecifes de coral: el canario en la mina, y un largo etcétera. El culpable de esta sección de La Jornada es Javier Flores, que además de coordinar los trabajos, hace entrevistas y efemérides de los científicos mexicanos. Los universitarios udegeístas, docentes y alumnos, debemos como tarea tener el hábito de la lectura de sitios como este, que si bien no esta lleno de imágenes impresionantes, están las básicas que complementan el texto. Lo malo del esguince es que no permite acompañar estas lecturas con una copa de vino tinto. La farmacología debe aparar el paso para remediar esta incompatibilidad entre la medicina y el vinito.

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literatura

La levedad Alejandra Isabel Rodríguez Núñez aleisabel_rodríguez@hotmail.com

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a insoportable levedad del ser de Milan Kundera, se desarrolla en un contexto histórico a finales de la década de los 60 y principios de los 70, donde Checoslovaquia se encontraba en un conflicto político conocido como la Primavera de Praga, sin embargo, el título mismo del libro sugiere que la levedad sea el principio de su abordaje.

La levedad podría considerarse como la ausencia de gravedad, siendo la gravedad una fuerza capaz de mover algo que genere una resistencia y dirigirlo entonces hacia el centro de la tierra, hacia lo más tangible. Kundera afirma que entre más pesada sea la carga, más real y verdadera será nuestra vida. Mientras que la levedad, nos distancia de la tierra y convierte nuestros movimientos en movimientos libres, pero a la vez, insignificantes. A través de la lectura se puede contemplar la rutina e inercia de la vida cotidiana, al mismo tiempo, permite analizar el peso y la levedad del ser humano desde la perspectiva de cuatro personajes principales, cada uno totalmente diferente al otro, y al mismo tiempo, irremediablemente igual. Hay una característica en específico que hace que ellos sean iguales y es que, por diferentes motivos, situaciones y formas, todos y cada uno de ellos son traidores.


En esta obra se puede apreciar como las verdades se tuercen al punto de poderles cambiar el nombre; cómo es que el afecto tiene precio, cómo la sensación de vértigo al estar en el borde del precipicio puede convertirse en un placer y cómo se puede caminar por la vida con los ojos cerrados.

Todo esto, nos da como resultado una novela de corte existencialista, dejando a conciencia que las decisiones tomadas siempre tienen un porqué, y éstas a la vez pueden ir de la mano del peso o de la levedad. Ilustración de la izquierda Perspectiva, Carlos Larracilla Dibujo abajo Praga, Alejandra Valenzuela

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Ceremonia y tradición

Los hongos alucinógenos y la etnomicología O. Rodríguez, L. Villaseñor, A. Flores Silva, A. Arias

Dpto. de Botánica y Zoología, CUCBA, Universidad de Guadalajara oliviaro@cucba.udg.mx, lvillase@cucba.udg.mx, alondra.floresilva@gmail.com, aarias@cucba.udg.mx

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os hongos tienen una gran importancia en la naturaleza por sus funciones al ser degradadores de materia orgánica, formar parte importante de los recursos de muchas culturas, y por su papel probablemente relevante dentro de los aspectos religiosos y espirituales.

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Se sabe que el consumo de los hongos alucinógenos se practica desde la llegada del primer hombre al continente americano, a través del estrecho de Bering, ya que los inmigrantes utilizaban tradicionalmente a la Amanita muscaria como hongo alucinógeno, lo que viene a ser una forma de persistencia de los cultos de chamanismo euro-asiático que sobrevivió en Siberia hasta el siglo actual. La presencia abundante de A. muscaria en Norteamérica, facilitó que se continuará su consumo por las diversas culturas en dicha región, pero en su peregrinaje hacia nuevas tierras situadas al sur, en las que es escaso, el hombre buscó otras especies hasta sustituirlos del todo por hongos alucinógenos distintos como los del género Psilocybe.

En México se tienen datos y pruebas sobre el consumo de Amanita muscaria por las culturas mesoamericanas, como es el caso de los Mayas, en cuyos antiguos yacimientos se han encontrado figurillas de piedra, que representan al “hongo del trueno” a quien atribuían propiedades venenosas y místicas. O que decir de la región Purépecha en donde también se ha encontrado una estatuilla de piedra que representa a un botón de A. muscaria la que al parecer utilizaban en sus ceremonias. Algunas transformaciones de tipo religioso y socioeconómico produjeron la erradicación del chamanismo en la mayor parte de Euro-Asia, por otro lado, un conjunto muy distinto de circunstancias favoreció la supervivencia de éstas en América, nos referimos al culto mágico religioso para el género Psilocybe, de las cuales se sabe que los ritos indígenas relacionados con los hongos, fueron muy perseguidos durante la época posterior a la conquista de México, sin embargo, los indígenas continuaron dichas ceremonias en zonas poco accesibles, como las

Esculturas procedentes de Kaminaljuyú y Chimaltenango, Guatemala


montañas que, en la mayor parte, eran desconocidas por el mundo científico. El descubrimiento de estos hongos, tuvo lugar en los años 50´s cuando el matrimonio Wasson los divulgó, lo que tuvo como resultado inmediato la creación de una nueva ciencia, la etnomicología (estudio de los caminos por los que el conocimiento y uso de los hongos ha afectado pasado y presente), esto despertó a nivel mundial el interés de los estudios de la Micología de ese entonces, lo que también propició el auge a nivel nacional y así, en la década de los 80’s, ocurrió el “boom” de los estudios etnomicológicos en México donde los principales temas abordados durante éste período fueron los aspectos ligados a entender cómo son los hongos, los usos y las prácticas alrededor de ellos. Hablando del consumo de los hongos alucinógenos en nuestro país, esto aún se lleva a cabo, principalmente en la región “mazateca” de Oaxaca, donde son utilizados en ceremonias que se efectúan durante la noche y que pueden comprender un ritual curativo o la consulta acerca de la suerte y el porvenir de una persona. Dichas ceremonias son realizadas por los llamados “chamanes”, en la que las percepciones aparecen alrededor de media hora después de haberlo consumido y los efectos pueden llegar a durar de 5-6 horas o más.

¿Pero cuáles y cuántas especies alucinógenas se conocen? Actualmente, en el mundo suman más de 80 las especies del género Psilocybe que poseen propiedades alucinógenas. En México se encuentran alrededor de 53, de las más importantes y conocidas se tienen a Psilocybe aztecorum (dormilón, niñito, niño de las aguas), P. caerulescens (cañada, derrumbre, hombrecito), P. cubensis (San Isidro, hongo de caballo), P. mexicana (angelito, pajarito), P. muliercula (mujercitas, sanito), P. zapotecorum (cañada, gran hongo santo, hongo sagrado, hombrecito). Pero además de Psilocybe, también Amanita sp, Carlos Godínez

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de las relaciones establecidas entre los hongos y el hombre a través del tiempo y espacio, así como los mecanismos mediante los cuales se generan, transmiten y evolucionan de manera formal, lo que podría ofrecer elementos para el mejoramiento de las formas de manejo de los recursos a partir de estos “saberes”. Es importante señalar que la etnomicología no es sólo la recopilación de información sobre los hongos, sino que forma parte del acervo cultural de nuestro país. Entender que este acervo nos ayudará a buscar la mejor forma de resolver algunos de los problemas de alimentación, salud pública, ingresos económicos y conservación de los recursos naturales atendiendo entre otras cosas, nuestras raíces culturales. Elaphomyces granulatus, tomado de www.fungipedia.es

se consumen otros hongos con propiedades alucinógenas, como Cordycep capitata (hombrecito), C. ophioglossoides (hombrecito) y otras especies como Elaphomyces granulatus (bola, bola de tierra, gran mundo) y algunas especies de gasteromycetos como Vacellum pratense (bolita de conejo, bolita de tierra), V. qudensii (hongo de primera clase), Lycoperdon candidum (bolita de lagartija, bola de monte, bolita blanca) y Dictyophora indusiata (oloroso, velo de novia).

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En la actualidad la visión del etnomicólogo ya no es solo el estudio de los hongos alucinógenos, sino que hoy día se define a la etnomicología como un área de la etnobiología que se ocupa de estudiar el saber tradicional y las manifestaciones e implicaciones culturales y/o ambientales que se derivan

La divulgación y difusión del conocimiento sobre el uso de los hongos alucinógenos por los científicos, desde su descubrimiento, influenció corrientes negativas que sin respeto alguno, atropellan las tradiciones indígenas de nuestro México. Lo que ha propiciado que hoy en día, por simple juego o curiosidad, todavía existan imprudentes que se aventuran a buscar hongos alucinógenos sin los conocimientos básicos. Por lo que finalmente, resta acentuar la recomendación de regir con respeto nuestros actos dirigidos a las costumbres para evitar profanar las tradiciones que nuestros antepasados nos legaron.


Una ofrenda de vida o muerte Mariana Ruiz

lilieth@live.com.mx

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l contexto sanguíneo puede tener diferentes perspectivas según sea la persona que lo refiera, para algunos puede ser repugnante, incluso hasta ocasionar desmayos con sólo mirarla, otros tal vez la consideren como un fetiche de la vida cotidiana, sin embargo, en culturas antiguas y unas tantas actuales, la sangre es algo más que líquido rojo carmesí fluyendo dentro del cuerpo, es fuente demandada por la inagotable avidez de los Dioses, representante de la vida, un vínculo con los fallecidos, así como unión entre los participantes de la ceremonia y sus Dioses.

Un ejemplo de lo anterior se encuentra en la cultura prehispánica donde realizaban múltiples rituales en los cuales era incluida la sangre, ya sea como elemento vital del rito o simple recurso del proceso de éste. Para los teotihuacanos, el ritual de extracción de corazón era una ceremonia muy importante y, gracias a estudios realizados en osamentas encontradas en las Pirámides de la Luna y del Sol, se conoce que estos sacrificios eran ofrecidos a Tláloc. A diferencia de los ellos, los mayas realizaban sacrificios especialmente de niños. Los mixtecas realizaban una celebración en la cual la sangre tenía un papel muy importante; consistía en que al término del ciclo comprendiente

de 18,980 días (el cual se repetía cada 52 años), finalizaba el “Quinto Sol” (Nahui Ollin) y se corría el riesgo de extinguirse para siempre y que la tierra fuera dominada por seres de la noche. Para evitar esto, un enemigo debía sacrificarse en el monte Huixachtépetl haciendo emerger el fuego nuevo, después periódicamente, se tenía que ofrendar sangre y corazones humanos para nutrir al Dios por los siguientes 52 años.

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Los objetivos de la mayoría de los sacrificios eran compartidos por todas las culturas de la época prehispánica: el tener satisfechos a los dioses y que estos los gratificaran con su sabiduría; que las cosechas recibieran su bendición o simplemente que la ira y el poder de los dioses no los destruyeran. A pocos kilómetros de ahí, en el culto del vudú haitiano, la sangre forma parte de sus fiestas como símbolo de alimento para los difuntos, esta se obtiene de ciertos animales previamente bañados (ya que no se puede ofrecer alimento sucio a los muertos), se realiza principalmente el sacrificio de gallos, gallinas, un toro y un chivo. Los animales son ofrendados por los participantes que se encuentran “poseídos por el espíritu del gran toro” y la sangre es dada a los loases (espíritus del vudú). Curiosamente, es esta la parte más criticada del vudú haitiano.

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Según la tradición católica, la Eucaristía es el sacramento del sacrificio de la sangre y el cuerpo de Jesucristo, esto para perpetuar en los tiempos venideros hasta el sacrificio de la Cruz; en este rito se usa el pan de trigo y el vino de vid, la frase que reci-

ta Jesucristo en la última cena explica por sí misma la representación de cada elemento del ritual: Tomad y comed, este es mi cuerpo que será entregado por vosotros para el perdón de los pecados. Tomad y bebed todos de él porque esta es mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por vosotros y por muchos para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía. La sangre es el puente de unión entre dioses y fieles, la representación de nuestra vitalidad, una de las más preciadas ofrendas de nuestro cuerpo, además sin ella simplemente no podríamos vivir. La interpretación y representación que se le da a la sangre es cosmopolita, pues no depende de qué predique la religión, ni de qué lugar del mundo provenga simplemente LA SANGRE ES VIDA.


Las conchas marinas en las sociedades prehispánicas de México Eduardo Ríos Jara

Profesor Investigador de la Universidad de Guadalajara edurios@cucba.udg.mx

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os moluscos marinos (lapas, caracoles, almejas y ostras) fueron parte de los alimentos prehispánicos de México, además de ser utilizados para extraer tintes y teñir ropajes ceremoniales y cotidianos (en la costa Mixteca oaxaqueña persiste esa costumbre). Sin embargo, una de las materias primas más apreciadas en la elaboración de bienes de prestigio de las sociedades prehispánicas fueron sus conchas, las cuales se utilizaban para elaborar objetos ornamentales y piezas votivas a los que sólo individuos con cierto status podían tener acceso. Además, las conchas marinas se usaron como moneda, para confeccionar herramientas, y elaborar objetos ornamentales asociados a las elites prehispánicas. Algunos caracoles marinos fueron también utilizados como instrumentos de viento como el caracol rosado del Caribe, llamado quicuiztli, que produce un sonido largo y grave. Asimismo, las conchas marinas influyeron en la arquitectura y esculturas prehispánicas; ejemplo de esto es el edificio del denominado observatorio maya “El Caracol” en Chichen Itza.

De acuerdo con el Dr. Luis Gastelum, investigador del Departamento de Estudios Mesoamericanos y Mexicanos de la Universidad de Guadalajara, las conchas de moluscos fueron utilizadas como ofrendas u ornamentos en entierros humanos du-

rante toda la época prehispánica, aunque en realidad estos adornos fueron también utilizados por los seres humanos vivos. Los ornamentos de conchas incluyen incrustaciones, cuentas, pendientes, pectorales y anillos y fueron elaborados mediante técnicas de desgaste, corte y perforación para obtener las formas y usos deseados. En el terminado definitivo de cada pieza se llevan a cabo pulidos y bruñidos hasta obtener una apariencia llamativa de las superficies del objeto, y como parte de la decoración de estos objetos, se usaron técnicas de esgrafiado y acanalado. Por su parte, el Dr. Adrián Velázquez, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y director del Taller Experimental de Conchas del proyecto Templo Mayor, subraya la importancia de los pendientes de caracol en el México prehispánico,

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framundo y dirigirse hacia los cuatro puntos cardinales. Sin embargo, la trompeta todavía tenía que ser creada; había que hacerle una perforación para formar la boquilla. Quetzalcóatl lo logró con su magia y con la ayuda de insectos que perforaron el caracol. Después de que Quetzalcóatl tocara la trompeta, Mictlantecuhtli tuvo que permitir la salida de su adversario con los huesos preciosos. La creación del hombre fue anunciada en el inframundo con la trompeta de caracol, atribuyéndosele por ello un gran potencial creativo a su sonido. Como instrumento de viento con su canal en espiral, la trompeta estuvo estrechamente asociada a los poderes mágicos de Quetzalcóatl. El mito proporciona además una explicación sobre por qué se tenían que tocar los instrumentos musicales hacia los cuatro puntos cardinales, para garantizar la eficacia del ritual. El caracol, observatorio maya de Chichen Itzá. Foto por Francisco Castellón

ya que tenían una fuerte carga simbólica pues eran objetos ligados a divinidades especiales, personas con alto rango social y guerreros reconocidos.

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La importancia de las conchas marinas en la cultura prehispánica es evidente en La Leyenda de los Soles, la cual relata el origen de la trompeta de caracol: Al principio de la quinta era, Quetzalcóatl viajó al inframundo para buscar el reino del señor de los muertos: Mictlantecuhtli. Ahí tenía que conseguir los huesos de los seres de eras pasadas, con los cuales sería creado el ser humano. Para poder llevarse los huesos, Quetzalcóatl debía tocar cuatro veces la trompeta de caracol del señor del in-

Efectivamente, las trompetas de caracol alcanzaron tal estatus sagrado, que se les dedicaron templos. Un ejemplo de esto es el Templo de los Caracoles Emplumados de Teotihuacan; los murales del Conjunto de los Jaguares muestran a felinos soplando trompetas de caracol emplumadas y emboquilladas, en la representación de una procesión de sacerdotes jaguar. Otros murales de Teotihuacan muestran que las trompetas emiten sonidos por sí mismas, acompañando la aparición de dioses. Es notable que muchas conchas marinas procedieran de lugares relativamente distantes de algunos asentamientos humanos prehispánicos, por lo que debieron ser adquiridos a través de rutas de comercialización y transporte de estas conchas desde el mar. Por ejemplo, Emiliano Melgar, investigador


del Museo del Templo Mayor del Instituto Nacional de Antropología e Historia, señala que en el caso de Xochicalco, Morelos, ubicado en el altiplano central de México, debido a su lejanía del mar, los más de dos mil moluscos hallados debieron llegar por intercambio de larga distancia con grupos asentados en las costas que las explotaban. En este sentido, su posición estratégica y el control que ejerció sobre la ruta de circulación de productos (terrestres o marinos) de Michoacán y Guerrero, siguiendo la cuenca del río Balsas hacia el Altiplano Central, permitió que este sitio concentrara y restringiera la distribución de determinados materiales en la región. Es sorprendente también que, aunque la mayoría de las especies de moluscos proceden del Pacífico mexicano, un número significativo proviene del Golfo de México y el Caribe, lo cual indica la importancia de las rutas de transportación y el valor que se daba a determinadas especies.

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Ceremonia y tradición

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Una

mirada a la crítica social...

¿Por dónde hay que empujar este país para llevarlo adelante? Mafalda

Luan Catori

La locha es una revista de moneros publicada en Culiacán, Sinaloa que se une en esta ocasión a la revista cucaracha de papel para mostrarnos su visión del México hoy en día.

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Cataclep Cristina Lupercio Coronado clupercio@amayaediciones.mx

G

erardo se había enamorado de las palabras desde que comenzó a tener conciencia de ellas. Durante su educación primaria peguntaba constantemente a la maestra el significado preciso de cada monosílabo, de cada palabra, de cada frase. Hasta que, la paciente docente con el ángel en los ojos, le mostró un diccionario enorme, negro, con la inscripción en el dorso que decía: “Mi pequeño Larousse”. A partir de entonces, el mismo mamotreto lo acompañó sin descanso por todas partes, en la secundaria, la preparatoria, la universidad, los posgrados. Cada vez que escuchaba una nueva palabra, sonoramente hermosa y extraña, la buscada en su “biblia gramatical” Se divertía componiendo canciones con ellas, siempre encontraba una oquedad precisa, un verso, una estrofa; una frase efímera que anotaba en un papel mientras viajaba en el camión de regreso a casa, una servilleta manchada de grasa mientras comía; el papel higiénico o el kleenex .

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Cada víctima gramatical se convertía en su esclava. La descuartizaba hasta su raíz, encontraba en ella, los posibles significados y los usaba en un oración.: mar, marinero, marino, ultramarino, bajamar o marejada “El mar de tus ojos profundos me

aterra cuando navego en tu cuerpo desnudo”. Escribía enamorado sin mujer alguna, a todas, a ninguna. Entre más extraña fuera la palabra, más se enajenaba con ella. La juventud se volvió una excusa para Gerardo, sabía más que ninguno las connotaciones precisas de casi todo lo que pudiera escribirse en grafías en español –aunque también había estudiado etimología greco-latina- siempre encontraba excusas perfectas para escribir –manipular- las nuevas palabras que había destrozado y reconstruido en un poema para la novia en turno, una oda para su madre el día de su cumpleaños, una carta elocuente para su colega letrado. Todos lo consideraban en las reuniones, contaba con un carisma impresionante desde la universidad, había estudiado la Lic. En Letras Hispánicas, no sólo por hobbie sino porque no existía ninguna otra carrera en el mundo que le hubiera gustado hacer sino, dedicarse al mundo literario.


Era un joven enamorado de las palabras. Sus ojos brillaban ante el descubrimiento de un nuevo eufemismo, metáfora, adjetivo, sustantivo. Un día descubrió que podía combinar dos o tres monosílabos hasta conseguir una palabra que fonéticamente superaba sus propias expectativas de belleza literaria, así descubrió sustantivos como “candelilla”, “ránula”, “suripanta”, “troj”. Sabía que a Gerardo le gustaban los libros extraños así que, cuando llegó a mi bazar, le vendí un libro nuevo sobre mitología onírica. Libros como ése son muy raros, como había sido mi cliente desde ya varios años, le regalé el ejemplar. Me dijo que había encontrado una palabra hermosa llamada “cataclep” pero que carecía de significado, lo había buscado en diccionarios de todo tipo, se obstinaba en descubrir su origen, le parecía una bella creación sonora que se mostraba como una onomatopeya constante en las historias de sueños del libro. La repetían los personajes, la gritaban, la dulcificaban, le temían. Tuve que darle alojamamiento en mi bazar, decía que tarde o temprano llegaría un libro con la respuesta y no quería perderse el momento. Se quedaba tardes enteras en el sillón de la entraba murmurando “cataclep” “cataplep” y los clientes que entraban, salían asustados al verlo. Había perdido la razón, había perdido el lenguaje pero no la esperanza. Estaba tan obsesionado con una palabra sin origen que en más de una ocasión me burlé de él pero, ni mis mofas lo hacían reaccionar, me miraba fijamente a los ojos y decía “cataclep”. Las historias del libro se hacían presentes en sus sueños, lo supe porque murmuraba las acciones

detalladas de la narración y más aún, la palabra de su agonía “cataclep”. Tuve que pedirle que se fuera de mi negocio porque estaba al borde de la quiebra, ya nadie deseaba entrar a escuchar la misma palabra de los labios de mi huésped. Creí que me daría un puñetazo, por el contrario, salió sin decir palabra alguna, se sentó en la banqueta, se quedó toda la noche allí, dormido. Al día siguiente, Gerardo no se movía, el día ya estaba soleado, los peatones tenían que rodear el bulto inmóvil. Salí para despertarlo. Gerardo estaba muerto con la ropa mojada y una sonrisa en los labios, al voltearlo vi el libro que le había causado la crisis. Me quedé con el libro sólo por nostalgia, no siempre se tienen clientes tan constantes ni libros tan extraños como éste. Cuando abrí el libro, salió volando una tarjeta que decía: “Cataclep: Dios de la destrucción marina que envuelve en aguas furtivas inundando a su oponente”. Gerardo estaba enamorado del lenguaje. Por cierto, aquí en el libro hay una imagen que se parece a él, apenas la vi hoy por si le interesa. Disfrútelo, me hubiera gustado quedármelo por el recuerdo pero, como le dije antes, mi negocio está al borde de la quiebra y éstos libros son muy raros.

21 Ilustraciones Mayra Guadalupe Valenzuela Sanchez


Crespón Hikari Yue

M

e enjuagaba las manos, el agua seguía fluyendo con tal naturalidad que nadie cerraba la llave.

*La muchedumbre avanzaba* No había comprado un vestido nuevo, ciertamente me sentía orgullosa de ello. No me había dejado con todas esas parlafanarias emotivas, el desden a lo nuevo no era reciente.

-¡Necesitas un vestido nuevo!-No lo necesito.*El portazo* Poco a poco la pintura iba esparciéndose por toda mi cara. Todos estaban ya listos; como siempre yo era la última.

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Comencé un día con la vívida idea de un pensamiento fuera de la mente. Imaginaba lentamente un recuerdo demasiado tangible: Una calle repleta de gente, la muchedumbre era más bulliciosa que de costumbre. En la cercanía del bolsillo un timbrido de celular. Unas cuantas palabras y el brillo de los ojos casi plateado.

Camina lentamente y sonreía al público, a todos aquellos espectadores huraños y con olor a flores. La casa de Mina siempre era cálida y con numerosas enredaderas. Alguna vez pretendí pedirle algo hecho por ella, mientras yo apaciblemente estaba sentada en la esquina. Lo cierto es que era todo demasiado bello, no me atreví a hacerlo… -Un pequeño bocado te vendría bien-Gracias-


*El cenzontle cantando* La turba parecía navegar en ese mar de flores y vestidos negros. El cielo tan despejado y gris a la vez, yo seguía orgullosa de permanecer tranquila. Unos ojos eran más blancos que otros, la mayoría un poco rojos, otros a punto de enjugarse. Los barullos grupales eran más bulliciosos a cada paso. Yo continuaba tranquila. -Pobre-

*Yo apacible recostada* Bien lo dijo Borges: “El hombre olvida que es un muerto que conversa con muertos*”. Las enredaderas me rodeaban, todo tan cálido y blanco a mí alrededor, el vestido viejo me gustaba, me podía quejar sólo de la estrechez pero, ya no emitía sonido alguno. -Que joven-Sólo tenía 22-

-Más bien jovenEn algún momento dimos vuelta en u y retornábamos a la casa de Mina. Yo sentía que poco a poco me iba alejando de la muchedumbre pero no por ello los barullos cesaban. Mis pies firmes eran más pesados que de costumbre.

*Jorge Luis Borges; There are more things (en El Libro de Arena, 1975). Ilustración de la izquierda Mana de Alba

-Es muy pronto…-No lo notaste verdad, Nunca lo notas*Un sollozo* Un brillo plateado tan malcinado como de costumbre, esta vez había tomado fuerza; los timbridos a “n” números de celulares continuaban llegando. Yo simplemente gélida me mostraba. *Lo juro: un bello acto que se realiza con una sola palabra.* En toda la casa veladoras prendidas, los rezos ya no iban en el orden correspondiente, esos velos pequeños negros que cubren la cara ya estaban reposando en los brazos.

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Taller

de cadáveres exquisitos

Descuartizando ideas Uteg

y

CUCSH

U

n cadáver exquisito es una técnica que ensambla un conjunto de palabras o imágenes. En el taller “Descuartizando ideas” se busca armar un rompecabezas de palabras o imágenes basados en un solo concepto o tema. Es una representación colectiva social del contexto actual de los participantes. La revista cucaracha de papel es una publicación independiente, una herramienta de expresión para los lectores entusiastas de la literatura, las artes visuales y la ciencia. Busca ser una plataforma real para nuevos talentos. En el marco de la Semana de la Lectura en la UTEG del 4 al 8 de octubre de 2010, cedimos el escenario a los futuros creadores, montando una plataforma para expresar su particular visión de un día de invierno, descuartizando ideas y plasmándolas en papel.

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Además del texto, se jugó con la imaginación y se creó un cadaver exquisito en dibujo. La única regla era seguir las dos líneas dejadas por el grupo anterior. A pesar de que no siguieron está regla, sin duda los participantes se divirtieron con el ejercicio. A continuación el resultado de este experimento colectivo que se repitió “al ire” en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la U de G, dentro del concurso de altares de muertos del centro el 28 de octubre de 2010, plasmando más que un cadáver exquisito un cuento erótico en vivo. Puedes ver el video y más fotografías en www.facebook. com/cucadepapel


Un día de esos en lo s que una ner nada q familia est ue hacer, pues era u aba sin telos demás na día con , empezaro mayor frío n a planear todo sus a una gran fi amigos est esta en la uvieran jun mejores m que tos y reco omentos d r d e a n su vida, pe do los estaba con ro surgía gelada la la u n problema guna, algo naba como , sorprenden es que hu te no imag biera hech de diez gra io tanto fr dos! Y eso ío, ! a men me detiene es mas ag os en seguir radable dis y f r d u e intento enc cir que tar en est e momento ender la ch , cuando imenea, se chocolate me antoja acompañad una taza d a de mi me historias e jor amigo vividas has contándon ta el anoc esta noch os hecer para e de inviern contempla o, una per sueños cu r sona llena mplidos en d e d eseos y de esta noch sa fría en e de frío, mi piel, co sentí la br ntemplé la rostro, viv iluna con n i tu recue ostalgia, vi rdo, se bie que odia c tu n que soy on amargu un ser hu ra, ama co de en la de mano n pasión y presión, y q u t e odo lo llev se hunde alegría e amos al to n una noc pe rebosan he fría, de lofriar y m do repente em e daba mu pecé a esc cho calor mis ropas a, tuve que , pero -Oh despojarm maldiciónno me hab e de todo el mu ía dado cu ndo me veía enta. y

Con cariño UTEG

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