El Summum 05

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Euroyeyé

Víctor Erice

Fez

Fiambrera Obrera

Sólo nombres

11 días en Cannes

Beef

Ramón Isidoro

Cananas

Chus Fernández

Noches diferentes

Marianne Faithfull

Hangar

María Regueiro

Videoclub

Alexander Sokurov

Dennis Cooper

Espejo de miradas

Ferruñu

Martín López-Vega

Programme

García-Alix

Cecilia Bartolomé

Après la pluie

Al camar

Laura Blanco


LA MEZCLA DE LO VERDADERO Y LO FALSO DA COMO RESULTADO ALGO FALSO. LO FALSO

3 CUANDO ES HOMOGÉNEO, PUEDE DAR COMO RESULTADO ALGO VERDADERO. ROBERT BRESSON

Editor: Inaciu Iglesias. Coordinación de redacción: Ramón Lluís Bande (rllbande@telecable.es) y José Luis Piquero (jlpiquero@eresmas.com). Dirección de arte: Cuerpo 7 (L. Zapico & A. Suárez). Escriben en este número: Ovidio Parades, Esther Monasterio, Josep Carles Laínez, Beatriz R. Viado, Fran Gayo, Manolo D. Abad, Juanjo Barral, Hilario J. Rodríguez y Martín LópezVega. Fotos: Lola G. Zapico, Toni Serra, Nacho R. Somovilla, María Regueiro, Ramón Isidoro, Alberto Suárez, Hilario J. Rodríguez, Joan Fitó, José Luis García Martín y Alberto García-Alix.

Foto portada: Lola G. Zapico. Empresa editora: Publicaciones Ámbitu, S.L. Argüelles, 7, 1ºB. 33003 Uviéu (Asturies). Maquetación: Lola G. Zapico. Publicidad: Alberto Suárez. Administración: José Trabanco. Teléfono redacción: +34 985 221 537 Administración y publicidad: +34 985 204 601 ambitu@araz.net Impresión: El Comercio, S.A. Depósito legal: AS-1372/01

número cinco - publicación gratuita trimestral - doce mil ejemplares - ¡nos vemos en octubre!


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Balseiro y Álvaro de Campo. Las proyecciones se realizan en el salón de actos del Centro Cultural Antiguo Instituto, a las 17 horas. Marcos Torres y Ángel G. Balbeiro son los artistas plásticos invitados en esta edición. El primero llega con “Cult and Colour” (Café Guetu) en la que enseña su pasión por el pop art y los medios de comunicación de masas (televisión, publicidad, cómic, cine...) en una serie de piezas de obra gráfica estampadas sobre lienzo de gran formato. Por su parte Balbeiro colgará de las paredes del Louie Louie Café (Cimavilla) una exposición fotográfica en la que recoge dos series distintas: una colección de retratos de grupos mods de toda Europa y otra de rallies scooteristas. Los “responsables” de la asociación Trouble and Tea, organizadores del sarao, tienen la palabra: “A casi nadie hay que explicarle lo que es el Euroyeyé. Pero a esa minoría que lo desconoce habrá que introducirla en contexto: agosto, Xixón, cientos de fans de la cultura de los 60 tomando la ciudad al grito de “We are the mods, we are the children”. Cinco allnighters en dos pistas de baile simultáneas, con los mejores dj’s del ramo pinchando sonidos mods y sesenteros; escogidas bandas en directo de

Además de toda esta programación, no van a faltar las fiesta allnighters (duran toda la noche) amenizadas por los pinchadiscos más destacados de la escena sesentas europea, la scootercruzada (2, 3 y 4 de agosto) y los puestos para llevar la fiesta a casa (en forma de disco, pantalón o gafas de sol). La fiesta esta asegurada y... lo dicho, todos a cantar: “We are the mods, we are the children”.

todo el mundo; exposiciones de jóvenes artistas pop; muestras de cine de culto de los años sesenta; la emergente scootercruzada, que atrae cada vez a mayor número de scooters a la ciudad (¡100 el año pasado!) de todo el estado y de más allá; puestos de venta de discos, ropa y complementos...”. Como ya nos tiene acostumbrados, el Euroyeyé 2002 viene cargado de propuestas. Ocho bandas subirán a los distintos escenarios de la ciudad (Plaza Mayor, Parque del Piles, Bola 8...) para hacer bailar a todos los asistentes: The Teenagers, The New Mastersounds, The Natural Thing, London Underground, Magic Bus, The Impact y Phaze. En el ciclo cinematográfico, siempre sesión doble compuesta por un largometraje y un cortometraje, nos encontramos con “Morgan, a suitable case for treatment” (Karol Reisz, 1966), “La muria d’Adriano” (Diego Taboada, 2002), “Qui êtes-vous Polly Magoo” (William Klein, 1966), “Topical Spanish” (Ramón Masats, 1970), “2001: a Space modissey” (Achim Juergues, 2002), “Wonderwall” (Jue Massot, 1968) y un montaje con las mejores imágenes de los anteriores Euroyeyés, firmado por Ángel G.

EUROYEYÉ. Xixón, del 31 de julio y 4 de agosto. Organiza: Trouble and Tea. Más información: www.pagina.de/troubleandtea Foto: Lola G. Zapico.



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ALUMBRAMIENTO de Víctor Erice. Rodada en Llanes, 2001. Estrenada en Cannes como parte del largometraje colectivo “Ten Minutes Older”.


La joya del maestro español procede de la gradual pero excepcionalmente precisa sucesión de potentes imágenes, así como del acompañamiento de sonidos rítmicamente coordinados pero con muy pocos diálogos. La figura central es un pequeño bebé en su cuna cuyo pijama muestra inicialmente una minúscula mancha de sangre; su madre duerme profundamente al lado. La gota de sangre en el ombligo del niño va creciendo rápidamente, alguien lo nota y el grito «¡El niño está muriéndose!» despierta a los habitantes de la granja española, que saltan a la acción en un bello final pleno de suspense. Además del efecto hipnótico creado por el sonido repetitivo del tic-tac de los relojes, las gotas de los grifos y las herramientas que alguien usa, la atmósfera ominosa se incrementa con los bien medidos cortes que muestran la fotografía de tres nazis en un periódico fechado el 28 de junio de 1940, cuando las tropas alemanas llegaron a España desde Francia por Hendaya con la intención de empujar a Franco a una alianza con Hitler. Queda el dato de que Erice nació dos días después, con las enormes posibilidades de que el niño pueda ser el mismo director, lo que presta a la película un significado personal extraordinario que, en cualquier caso, es enteramente irrelevante para la comprensión de la obra. Variety

• Traté de ser lo más fiel posible al tema propuesto (el tiempo). Para un ser humano, venir

El alumbramiento del título hace referencia al cordón umbilical de un niño recién nacido que,

al mundo significa inscribirse en el tiempo: es justamente a este hecho al que se refiere,

mal suturado, pone en peligro la vida del bebé. Entretanto, brillantes imágenes en blanco y

en líneas generales, la película. • Al tratarse de una dimensión breve, la del cortometraje, he adoptado de una manera muy

negro montadas con suma precisión van mostrando a los otros miembros de la familia que hacen sus tareas diarias sin darse cuenta de nada, bajo el ritmo del reloj.

explícita la forma del poema cinematográfico. Como el tema era muy abstracto, lo he que-

Un periódico sitúa la acción: 28 de junio de 1940; aunque esa pequeña vida logre ser sal-

rido arraigar todo lo posible. Me parece que el cine, por su propia naturaleza, tiene el prin-

vada, los nazis cruzan la frontera francesa hacia España, amenazando otras muchas vidas.

cipio de hacer sus cuentas con lo real, incluso para llegar a la abstracción.

Misteriosa, sensitiva y conmovedora, logra en miniatura el mismo poder alegórico que la soberbia primera obra de Erice, «El espíritu de la colmena». Sheila Johnston, Screen International

• He buscado la expresión y el ritmo de ciertos cortos del Cine Mudo. Aunque la banda sonora es muy importante, en “Alumbramiento” apenas hay diálogo. Pero este rasgo no supone una novedad, ya que lo mismo sucedía en muchos pasajes de “El espíritu de la colmena”. Un detalle nuevo de verdad es la adopción del blanco y negro en la fotografía. • Básicamente se trata de una ficción, aunque sea muy leve. Aludo al parto a través de la banda sonora, pero lo que he rodado son diez minutos de la vida de un recién nacido. Me he fijado de una manera especial en todo lo que sucede a su alrededor, ofrezco una imagen primordial de ese mundo marcado, escindido, al cual el niño acaba de llegar. Víctor Erice

Nos encontramos frente a una obra de reducido tamaño pero de resonante alcance, capaz de condensa, dentro de ciento treinta bressonianos planos fijos (que remiten explícitamente al cine de los orígenes), dentro de diez apretados minutos, dentro de una lacónica síntesis de imágenes primordiales, dentro de una fructífera convivencia de lo real y lo ficcional, todo el latido del mundo. Carlos F. Heredero, El cultural

[...] Los pocos que hemos asistido a este nacimiento, bien sea a su fase de rodaje como de montaje, hemos sentido la contemplación de este tramo de vida, el sentimiento de que, de nuevo, el cine se atrevía a mostrar algo de verdad; que, al menos por unos momentos, abandonaba la impostura del sustituto audiovisual, de vano entretenimiento de masas al que desde hace tiempo parece condenado, y dejaba ver algo vivo por debajo del cliché. ¿Y cómo, si el cine se atreve a ser verdadero, no va a saber contar lo que precisamente le es más cercano por naturaleza, la experiencia directa del tiempo, sea lo que ello fuere? Por ello, Víctor Erice no sólo nos habla aquí del tiempo como tema, de las cosas que pasan, o que no pasan, en ese tramo de diez minutos, sino que va más allá, o mejor dicho, ahonda más abajo... Sí, nos muestra muy hermosa y serenamente las cosas que llenan eso que llamamos Tiempo, pero eso valdría de poco si, a la vez, como ya acertó a hacer en “El sol del membrillo”, no nos mostrara cómo esta breve obra –a la par breve e interminable– es ella misma en sí puro tiempo en marcha. Y ese es el más conmovedor de los alumbramientos. Isabel Escudero, El viejo Topo



Después de sorprender a todos los presentes en la pasada edición del Festival de Cannes con “Russian Ark”, un plano secuencia de noventa minutos de duración en el que resumía tres siglos de historia rusa, Alexander Sokurov vuelve a rodar. Y la noticia es doblemente buena, ya que su nuevo proyecto lleva el título de “Padre e hijo”. Para los mínimamente conocedores del trabajo del artista ruso, el título muestra gran cantidad de información. En 1996 presentaba “Madre e hijo”, una de las películas más intensas y emocionantes de la reciente historia del cine. El propio Sokurov confirma la idea que todos tenemos en la cabeza sobre el nuevo filme: “Es como si fuera una continuación de aquella cinta”. “PADRE E HIJO” empieza así. 1. Apartamento (habitación del hijo) - Interior - Mañana. Una cama con mantas de un material gris y grueso. Los contornos de un cuerpo humano

se ven en la cama. Semi oscuridad. La cámara se aproxima tanto a la cama que se ve la textura de las mantas. Un cuerpo gira “artificialmente” dentro del encuadre. El cuerpo gira otra vez, como si quisiera disolverse en ella... El cuerpo de un joven. Blanco como el marfil... El joven parece estar soñando. Algo le pasa. Quizás esté luchando, quizás esté haciendo el amor. Al poco se comprende que en el sueño el joven perdió la pelea y fue abatido por los golpes. Gime y grita pidiendo ayuda. La sombra de otra persona cae sobre su cuerpo. Los brazos del otro ya se ven abrazando al cuerpo firmemente intentando calmarlo. Hubo lucha, y el joven no entiende dónde está ni lo que está pasando. Intenta liberarse de los brazos que quieren calmarlo. Como si luchase por su vida. La lucha dura mucho tiempo. Mucho tiempo, hasta que los brazos, más fuertes, acaban calmando al joven. Vemos los rostros de esas personas. Uno es joven, el otro más viejo. Los dos están cansados de la lucha. Los dos hombres se miran a los ojos. Uno es el hijo, el otro es el padre. HIJO: Usted volvió a salvar mi vida. Si no, yo podría haber sido asesinado otra vez. PADRE: Un día no voy a escuchar sus gritos. Entonces ellos le mataran. Usted tiene que gritar más alto. HIJO: ¿De nuevo usted no consigue dormir? PADRE: No. Ya estaba despierto. HIJO: Está sudado... PADRE: Estoy... El hijo apoya su cabeza contra el pecho del padre, más confortable en esa posición. HIJO: (Suavemente, sin entonación) Te quiero. (Pausa) PADRE: (En off) ¿Dónde está usted ahora? HIJO: Veo árboles y un camino. Es bonito. El padre gira el cuerpo de su hijo hacia él para abrazarlo mejor. (Pausa) 2. Paisaje con un camino - Exterior - Día Arbustos y hierbas a lo largo del camino... PADRE: (En off). ¿Esto también yo? El hijo entra en cuadro. Camina de frente con el paisaje de fondo. Responde al padre nada más que empieza a caminar, mirando todo el tiempo a cámara. HIJO: No. Estoy solo aquí... Sonríe.

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LamiĂŠndonos las heridas en el cabaret

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Marianne Faithfull

Teatro Jovellanos de Xixón. Miércoles 17 de julio. 20,30 horas. Texto: Ovidio Parades.

Después de las piedras, de las que cruzamos y de las que nos quedan

de los pantanos, engancharse y desengancharse de la heroína, deam-

por cruzar, sólo espero que en el infierno, ese cabaret caliente y peli-

bular por las calles de Londres sin rumbo, sin éxito, siendo la trémula

groso al que únicamente están invitadas las chicas malas y los tipos

huella de lo que pudo haber sido y fue y volvería a ser, después de todo.

más canallas, suenen músicas selectas, emotivas, exquisitas. Confío que el infierno, a diferencia de tantas otras cosas, no nos traicione, no

Son sólo algunos de los tramos de su camino, de su andadura por la vida, por todos sus rincones, y también por el paseo del que ya es leyenda. “La balada de Lucy Jordan”, incluida en la banda sonora de “Thelma y

nos defraude, no nos decepcione. Si así es, allí, sin duda, estará Marianne Faithfull, acompañada de su banda de amigos, de genios y perdedores, de lúcidos incomprendidos, de dudosos transgresores. Fantasmas del delirio. Piratas con cigarro de marihuana y sombrero negro, de ala ancha. Rubias sofisticadas y auténticas, aunque estén teñidas, deliciosamente mal teñidas, y putones con clase, sin moral, dinero, sujetadores, ni prejuicios. Poetas que jamás madurarán, ni falta que les hará, más arrastrados por un corazón loco que un tango sucio y arrabalero, cantado a media voz y dañino como el desamor, como el desengaño, como la maldita ausencia de esperanza. Los compañeros del callejón negro, del cuarto oscuro. Los colegas del boulevard de los sueños rotos, imposibles. Marianne Faithfull, superviviente de todo, incluso de sí misma, es, con Tom Waits, Ute Lemper, Liza Minnelli –más turbia aún que su turbia madre– y alguna otra cabaretera más que ahora no recuerdo, la verdadera heredera de Marlene Dietrich, aquel ángel azul y pecaminoso que se pasea con sus largas piernas por las más cálidas ensoñaciones de nuestra cansada y cascada memoria. Todos esos soñadores son los únicos que, cada uno con sus propias señas, con su propio estilo, con su propio glamour, arrastran el espíritu, la clase, la decadencia, de aquella alemana rotunda e inmortal que murió, hace algunos años, entre las sombras de su apartamento parisino, entre las miserias de su mito, de su leyenda, de sus ruinas, cuando había pasado ya mucho tiempo desde que los focos dieran luz a su propia luz por última vez. Comenzó Marianne a cantar, mientras se paseaba enamorada de la mano de Mick Jagger, allá por los sesenta. Era una muchacha más bien dulce y modosita, al menos en apariencia, sobre el escenario, en las grabaciones televisivas de entonces. Y poseía una voz aún más dulce, casi aniñada, adolescente, juvenil. Luego, con los años y el descenso a todo tipo de infiernos y paraísos artificiales, transformaron aquella voz en una caverna, en divina cazalla, aguardiente puro. Áspera y rota voz de corazón machacado, de piel rasgada. Y la imagen, al poder de los golpes y el voraz paso del tiempo, también se endureció. Subir y bajar

Louise” (Susan Sarandon, inmensa como acostumbra, conocía bien el peregrinaje sobre parecidas piedras), sirvió para que un público más amplio la conociese, la recordase, se emocionase con aquella mujer que, sorprendentemente, seguía viva. “Broken English”, “Strange weather”, “Trouble in mind”: son sólo algunos ejemplos de la categoría musical de esta artista vagabunda y espléndida. Hace algunos años, entre humo y poesía, más cabaretera que nunca, cabaret berlinés-años 30, acompañada tan sólo de un piano, grabó algunas de las más famosas e inolvidables canciones de Bertold Bretch, con música de Kurt Weill. El tiempo está dando a aquel trabajo, “20th century blues”, categoría de clásico, de auténtico lujo para el gusto de los sibaritas de verdad. También hace algunos años, con la voz salvaje en perfecto estado, volvió a grabar “As tears go by”, su primer gran éxito. Y, cada vez que la escuchamos, sigue emocionando como aquella lejana tarde de abril en que su voz entró en la habitación azul. Después grabó “Vagabond ways”, verdadera obra maestra, reflexión sincera y sentida ante el espejo, ante los espejos. Y, ahora, en esta primavera revuelta y lluviosa, acaba de publicar “Kissin time”, con canciones de Beck, Dave Stewart o Blur, que, pese a todo, a mi juicio, no supera al anterior. Ya está todo dicho sobre Marianne Faithfull y no se ha dicho nada. Sólo los que tocamos fondo, de una manera u otra, alguna vez sabemos disfrutarla plenamente. Un grueso nudo agarrota las agarrotadas gargantas, deshechas de excesos, de lunas reventadas, de miedos y ginebra. Y, escuchándola, en las noches tristes, que son la mayoría de las noches, aprendemos a lamernos las heridas, a protegernos de ellas, a aniquilarlas, cuando, ya casi al amanecer, abandonamos el cabaret, cualquier cabaret en el que tratamos de escondernos del destino y del tiempo, allí donde los diferentes no lo somos tanto. Y se llora y se canta por el amor perdido, por aquel amor que, sin escrúpulos, sin piedad, sin miramientos, nos hirió de muerte.


Ciudá interior Averar los llatíos de la ciudá marroquina de Fez a la puerta de la nuestra casa ye lo qu’intenta la esposición “Fez. Ciudá interior”. Un trabayu audiovisual del artista catalán Toni Serra que nos propón un viaxe al interior d’esa ciudá del Magreb, concretamente a la parte antigua –Fez el Bali–, al traviés d’once proyecciones que recueyen les distintes grabaciones en vídeo y audio que Serra realizó al par de la so progresiva inmersión na ciudá norteafricana ente los años 2000 y 2001. El responsable d’esti montaxe audiovisual señala que la “esposición” amuesa la realidá complexa, mista y conflictiva de Fez, mui alloñada de los tópicos turísticos, al traviés d’un viaxe que fai transitar al visitante del espaciu públicu al priváu, y permíte-y entender les complexes y riques rellaciones que se producen nes formes d’entender l’espaciu y el tiempu.

11 PROYECCIONES

1. Les puertes de la ciudá. (10 minutos). Fez el Bali, l’antigua medina de Fez, fundada l’añu 809 por Idris II, ye agora una ciudá arrodiada dafechu poles muralles. Les

5. El bar. (59 minutos). La estructura urbana y social de los barrios de la medina ye d’una riqueza y complexidá enormes. Organízase alredor d’es-

El conxuntu de proyecciones que configuren esta esposición tien

puertes (Bab Bu Jeloud, Bad Fteuh, Bab Rsif, Bab Guissa...)

tablecimientos básicos pa la vida cotidiana de los sos habitan-

por oxetivu crear una viaxe iniciáticu al interior de la ciudá de

inda caltienen tol so valir social y simbólicu, asociaes a les diferentes actividaes de la ciudá y los sos habitantes. 2. Mercaos y cais principales. (22 minutos). Los mercaos de Fez, accesibles dende les víes principales de la medina, conviértense normalmente nes entraes de la ciudá y reflexen la vitalidá d’un microsistema económicu vinculáu a les

tes, como’l hammam, el fornu de pan, les escueles o los

necesidaes básiques de la medina y de l’entornu rural inmediatu. 3. Los artesanos. (23 minutos). Fez ye la ciudá de Marruecos que caltién más viva la tradición ancestral. L’actividá del artesanu, lloñe de ser un meru oficiu, reflexa toa una concepción del mundu y una manera de vivir el tiempu y otorga-y sentíu. Una sabiduría popular que se tresmite

visiten la ciudá pasen la nueche y guarden provisionalmente los sos productos. De poco p’acó la mayoría perdieron la so antigua función y adáptense a otros usos, como talleres. 6. Madrasses. (14 minutos). Fez ye una de les ciudaes del norte d’África que dispón d’un númberu mayor de madrasses, y de mayor belleza arquitectónica.

de padres a fíos, de maalem (maestru) a aprendiz. 4. Dar Debagh. Assaonadors. (23 minutos). Dar Debagh ye’l más grande y más antiguu establecimientu d’assaonadors del norte d’África, y una de les industries más emblemátiques de la ciudá de Fez.

Les madrasses, antigues escueles corániques, anguaño visitables como monumentos públicos, cumplieren una de les funciones que dieron mayor esplendor a la ciudá de Fez: l’estudiu de la tradición islámica y del conxuntu de lleis y disposiciones que regulaben la vida social. Yeren, al empar, residencia de los

Fez, nel sentíu complexu del términu: utilizando segmentos audiovisuales qu’ilustren diferentes aspectos del texíu antropolóxicu, sociolóxicu, urbanísticu y relixosu de la ciudá. Un viaxe que reclama tanto una cierta obxetividá (nel métodu de trabayu), como la suxetividá (de la esperiencia del viaxe y l’apropiamientu d’una cultura ayena). La estructura y el recorríu de les proyecciones sorrayen el carácter iniciáticu de tou recorríu que signifique un internamientu real, nel sentíu de dir a la busca de dalgo desconocío al entamu, nel que cada nivel avanzáu representa un cambiu de perspectiva sobre lo visto con anterioridá, asina como una puerta d’accesu al nivel siguiente. Toni Serra añade que “les proyecciones nun respuenden al criteriu fílmicu d’un principiu y un final, sinón que la so intención ye más la de crear un paisaxe, del que l’espectador tien qu’escoyer el fragmentu y la duración”.

foundouks. El farnatxi ye’l fornu que suministra escalfor a los baños públicos (hammam), establecimientos plenamente actuales y de gran importancia pa la cohesión del texíu social de la ciudá. Los foundouks son establecimientos onde los mercaderes que


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estudiantes. Madrasses: Bu Inaniyya (1350), al-Attarin (1323), Seffarin (1280), al-Sahri (1321). 7. La casa y el derb. (60 minutos). El derb, caleya ensin salida, ye al empar un ámbitu físicu y de socialización, que constitúi’l nivel semipúblicu del espaciu de la medina, ente la casa y la cai. 8. Laid el Kbir. (20 minutos). Laid el Kbir, la fiesta grande, ye la principal celebración del calendariu musulmán. Tien un marcáu carácter familiar y relixosu (los sos raigones atópense nes escritures: Abraham y Isaac), y un componente simbólicu: la vida y la muerte, por mor del sacrificiu ritual d’un corderu. Esta folixa tresforma dafechu les actividaes y l’aspectu de la ciudá: instálase un gran mercáu de corderos, realízase la gran oración comunitaria al amanecerín, apaecen los afiladores y los caleyones enllénense de fogueres espontánees. 9. Lila Gnawa. (20 minutos). La música gnawa tien los sos raigones, inda vivos, nel África negra. Los músicos gnawa son descendientes llonxanos de los esclavos que proveníen de Guinea, Senegal... Los que traxeron consigo la enorma bayura del mundu máxicu y animista de les

sos cultures, que se fusionó cola mística islámica creando cofradíes y hermandaes dafechu vives anguaño. La música gnawa tócase en lila, celebraciones nocherniegues que suelen conducir al trance al traviés de temes qu’esploren lo hipnótico y lo repetitivo. Cada tema ta asociáu a un personaxe, a una fuerza, a un color..., y convoca a los xenios qu’habiten nes persones. Ye d’esta manera como estos rituales caltienen viva una de les rellaciones más vieyes: la de la música de la curación. 10. Espacios relixosos. (13 minutos). El mausoléu de Mullai Dris (qu’alberga los restos del fundador de la ciudá Idris II y foi recostruíu dafechu en 1437) ye’l corazón de Fez. Alcuéntrase nel centru de la ciudá y axunta, singularmente, lo comunitario y lo íntimo. Les families colos sos fíos, los homes o les muyeres, acuden a él en busca d’un momentu de descansu, de paz o de devoción. Y xunto cola estraordinaria belleza de los sos mosaicos, o la elegancia de los ancianos qu’ellí s’aconceyen a meditar o intercambiar saberes, destaca la constante superposición d’alabances y oraciones, sobre’l fondu del mermullu del agua, un ruxerrux d’una guapura respigante. La mezquita Qarawiyin (862-933) ye la mayor y principal de Fez, y sé d’una de les primeres universidaes del mundu. Nel so recintu

atópase la llamada Habitación del Tiempu, con una colección de relós perantiguos, y una biblioteca que conserva manuscritos lligaos al orixe de la ciudá nel añu 809. 11. Dikr. (12 minutos). El dikr, l’alcuerdu d’Alá, ye ún de los rituales relixosos más guapos y efectivos de la tradición islámica. Como la mayoría de los rituales sufíes, celébrase na nueche de los xueves, en munches de les zqwiya, refuxos o sitios de devoción de la ciudá. Suel entamar con cánticos y alabances al profeta Mahoma, pa pasar depués a recitar repetitivamente la profesión de fe: “La illaha ila Allah” (nun hai otru dios qu’Alá), o dalgún de los sos atributos, nun continuu que culmina nel soníu de la propia respiración, la inhalación y la exhalación, y que mui de xemes en cuando conduz al trance. Ye d’esta manera como’l dikr recuerda a Alá y revélanos la haddra (la so presencia). Información: Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB). “FEZ. CIUDÁ INTERIOR” va poder vese nel Palaciu Revillaxixéu de Xixón ente los díes 8 d’agostu y 6 d’ochobre. Entama: Cajastur. La entrada ye llibre.


Alquiler de estudios, acceso a equipos, residencia e intercambios son algunas de las posibilidades que ofrece Hangar, un centro de creación artística barcelonés que funciona desde 1997 y en el que trabajan actualmente dos autores asturianos, Avelino Sala y Soledad Córdoba. Más información: www.hangar.org Texto: Esther Monasterio.

Hace ya casi veinte años, la Associació d’artistes Visuales de Catalunya comenzó a buscar un espacio en el que dar solución a la acuciante carencia de estudios para artistas, sobre todo en el inicio de sus carreras. De este modo, y tras una intensa búsqueda por varios locales de Barcelona, se encontró una antigua fábrica textil que había sido dividida en varios talleres. En ella se alquilaron 1.800 m2 y se procedió a la remodelación de la instalaciones para adecuarlas al nuevo uso que se le quería dar. El arquitecto Mirko Meyetta, especialista en reconversión de espacios industriales, fue el encargado de dar funcionalidad a las plantas diáfanas del edificio. Finalmente, Hangar comenzaba a funcionar en junio de 1997. Hangar es hoy un centro de creación artística situado en el barrio del Poblenou de Barcelona. Las funciones de Hangar son diversas, pero todas responden al mismo objetivo: dar apoyo a las nuevas generaciones, sean cuales sean la naturaleza de su trabajo y las herramientas que utilizan para desarrollarlo. Hangar ofrece tres grandes servicios a la comunidad artística: el alquiler de espacios a precios muy asequibles, el acceso a equipos, programas y técnicos cualificados en la creación con tecnologías digitales y, finalmente, intercambios internacionales y residencia. Una de las funciones de Hangar es paliar la

necesidad de estudios y por este motivo destina una gran parte del edificio que ocupa a espacios de alquiler. Actualmente el centro ofrece entre 10 y 16 talleres de 30 y 60 m2 a precios muy asequibles y un espacio polivalente de 200 m2 para proyectos puntuales o de gran formato. Además, dispone de tres espacios destinados a tres colectivos residentes con unas condiciones especiales. Sensible a los cambios y a las necesidades de la comunidad artística y a la dinámica de la cultura de nuestro tiempo, Hangar intenta atender aquellos campos en los cuales las novedades y las expectativas son más evidentes. Los artistas, por la naturaleza de su trabajo y por la fun-

un impacto tan grande en la comunidad artís-

Las sociedades y las culturas más fructíferas

tica y en el conjunto de la sociedad como las tecnologías digitales y sus posibilidades en los terrenos de la comunicación, la cultura, la creación o la actuación en el espacio público. La cultura digital que creamos actualmente también nos crea al mismo tiempo a nosotros, en la medida en que aumenta algunas de nuestras potencialidades y atrofia otras. Tanto nuestros sentidos como los medios y la manera en

han sido y son aquéllas capaces de asimilar aportaciones exógenas a ellas y de provocar condiciones para que el mestizaje y la hibridación cultural sean posibles; por esta misma razón, cualquier artista necesita la confrontación y el debate en contextos culturales y sociales ajenos a los propios para madurar, regenerarse y enriquecer su trabajo. El artista joven se interesa, además, por introducirse en

que nos relacionamos con el mundo quedan

los circuitos internacionales de creación, debate, reflexión y visualización. Hangar tiene en marcha un programa de intercambios con diver-

ción que tienen en la sociedad, han estado y están siempre muy abiertos a los cambios e incluso se involucran en la producción de estos

es necesario dotar de conocimientos y herramientas a los artistas para que puedan desarrollar sus investigaciones con las posibilidades

mismos cambios con un dinamismo que difí-

digitales. En este sentido, Hangar dispone de un com-

cilmente pueden seguir instituciones ancladas por el peso de su tradición o por la categorización de sus funciones. Hangar, libre de todo

afectados por la tecnología digital hasta el punto de que inauguramos ahora un nuevo horizonte cultural del que Hangar no quiere quedar al margen, en el que desea intervenir y en el que

esto, muy próximo a las nuevas generaciones de artistas y teniendo en cuenta su función como centro de creación y producción, dispone

pleto laboratorio multimedia y de equipos de edición de vídeo y organiza talleres y seminarios –destinados a la experimentación, la reflexión y el acercamiento a las herramientas digitales– desde los cuales se pueda crear cul-

de equipos, programas y técnicos que permiten a los creadores desarrollar sus proyectos. Posiblemente, desde que apareció la fotografía o desde que se extendió el vídeo, no habíamos encontrado ningún otro medio que causase

tura digital, bien desde el terreno de la producción de obras, bien desde el campo de la producción de sentido, sin olvidar la tarea básica e ineludible de transmitir conocimientos técnicos.

sos centros de todo el mundo. El primer acuerdo se estableció en el año 1998 con la prestigiosa Non Profit PS1 Contemporary Art Center de Nueva York (actualmente fusionada con el MOMA) y consiste en la residencia de un artista durante un año en uno de sus talleres con una beca de producción y manutención. Además, Hangar tiene programas de intercambio con Kaus Australis, de Rotterdam (Holanda); Astérides y Triangle France, de Marsella (Francia); y la Fondazione Pistoletto, de Biella (Italia). De esta manera se pretende normalizar la circulación de artistas y el aprovechamiento que pueda obtener cada uno de los diferentes contextos sociales o culturales, aunque tan solo con su presencia ya se enriquece la escena cul-


tural barcelonesa, que se alimenta del contacto entre los diferentes artistas con visiones diversas del mundo, del arte y de la cultura de nuestro tiempo. En este fructífero marco de intercambios, Hangar en colaboración con la Dirección Provincial de Juventud de Asturies ha seleccionado a dos artistas de la Muestra de Artes Plásticas para realizar una residencia de tres meses cada uno en el centro barcelonés. Avelino Sala y Soledad Córdoba trabajan con discursos que bucean en temas como la identidad: ella desde las premisas performativas y Avelino desde el mundo de los proyectos e instalaciones interconectados. En un mundo cada vez más interrelacionado, y el artístico lo es, los límites de lo local y lo global aparecen cada vez más difusos, produciéndose así un flujo de corrientes e interferencias que van perfilando sus particulares y personales modos de afrontar el hecho artístico. Experiencias de intercambio deberían ser la moneda de uso corriente que funcionara dentro de la comunidad artística, y en especial en Asturies, tan cerca y tan lejos de muchos lugares, abandonando faraónicas ideas de almacenaje de objetos artísticos y dedicándose a apoyar la producción del arte que se se está creando hoy en día, para el que siempre ha habido una sangrante falta de recursos.

15


Fue un día de julio, tal vez el primer día de julio de 1988, cuando bajé la escalera de mi casa, en la calle Carcaixent de la Ciudad de Valencia. Iba con las llaves en la mano y con dos libros en una pequeña bolsa: los “Sonetos” de Michelangelo y los “Cuatro cuartetos” de T.S. Eliot. Abajo me esperaba un taxi rumbo a la Estación de Autobuses, pero el destino final era Roma, es decir, la primera salida fuera de la Península. Antes de mi llegada a la calzada, de mi subida al automóvil y de tomar la avenida Pérez Galdós, un diminuto papel, que como todas las cosas diminutas de la vida pueden ser luego las más decisorias, se iba

Texto: Josep Carles Laínez.

a interponer entre el sol de julio y mis querencias. Casi con un movimento reflejo, abrí el buzón. Se trataba de una caja horizontal en forma

las paradas camino de la capital

recuerdo, por ejemplo, los rodeos

soy capaz de aislar un poema, un

finales: “Nombres de lugares donde

de rectángulo, de color azul brillante,

interna, que entonces llamaba Roma

de Texas y las cataratas del Niágara.

fragmento de diario o una prosa cir-

clavada junto a otras veintisiete, una por cada puerta del patio.

y que hoy puedo llamar con cualquier otro nombre vivido.

Pero también había aprendido, tal

no estaré. / Nayinayibamiet’a”. El último vocablo lo extraje del “Monitor”. Se trata del término para

Introduje la llave, palpé, como siem-

Cuando regresé, pasé algunos días

cunscritos exclusivamente a aquellos días. O quizá miento. Una de las noches de calor, cuando

pre hacía, en su interior y extraje

en mi ciudad. Era a mediados de julio y todo aquel que conozca Valencia sabe en qué se convierte

la correspondencia. Había –recordar si sola en medio de las planchas metálicas o sumergida entre folletos publicitarios– una carta de la Embajada de Australia dirigida a mí. Y los nombres del deseo comenzaron a mudar en ese inicio de travesía. La carta era meramente de cortesía. Me contestaban a una misiva donde solicitaba información sobre organismos australianos para la defensa de las lenguas aborígenes y me hicieron llegar un par de direcciones y alguna referencia bibliográfica. Nada relevante o no de toda la relevancia que habría deseado. No sé el porqué de la atracción, entonces, hacia las lenguas de esa Europa transmeridional, pero ahí queda ese documento histórico, al menos de la pequeña historia; por lo menos de una historia sin interés para nadie. La carta me acompañó en el trayecto hacia Italia: el sobre con el escudo australiano en azul, las breves líneas corteses respondiendo a mis pesquisas y la geografía de la distancia, la propia, trazando sus mapas predilectos, ajena también al verdadero hilar de

vez mucho antes, en mi pueblo, Caudiel, en una guía, de un periplo por el globo, de las mismas fechas o quizá de unas décadas anteriores. Y también lo había hecho en un

en el verano: en la imagen más cercana a la beatitud. De pocos transeúntes durante la mañana se pasa al vacío y a un calor de casi cuarenta grados en las primeras horas de la tarde. La humedad te paraliza y sólo queda regodearse a la brisa o al poniente, no hacer nada, existir simplemente bajo el cielo, con ecos de músicas venidas de más allá de uno mismo. El aire acondicionado era un lujo doméstico no a nuestro alcance y las corrientes de aire desaparecían del mundo en el

texto sobre Java y Sumatra, de la década de los treinta o cuarenta igualmente del siglo XX, comprado en la librería donde al cabo de los años trabajé durante trece meses. Cualquier dibujo, mapa, impresiones de viaje, cualquier nombre exótico fue prendiendo en mí los señuelos del universo entero en la

transcurso de la noche: sólo hay silencio, el recogerse de tantas palabras escritas o nada más pensadas, y las altas horas cerniéndose y apoderándose. Fue entonces cuando realicé, sobre el papel, el recorrido por Italia, ajeno como había estado a las evoluciones del autobús en su momento. Ya había aprendido a mirar en los mapas años atrás, en el pueblo de mi padre, en un libro de los años cincuenta para niños donde cada ciudad de cada continente estaba representada por un dibujo típico:

cifra mágica de sus sílabas. La nostalgia de lo imposible, pues imposible hubiera sido aun en el caso de realizarse, conformó desde ese instante una filiación por territorios de

se amanece desnudo y sudando entre las sábanas, imposibilitado para todo salvo para gozar de la temperatura infernal, me levanté y me puse a hojear un volumen, el segundo, de la “Enciclopedia Monitor”. Pasé las páginas lentamente, deteniéndome sobre todo en sus ilustraciones: fotografías de ciudades africanas con todo el entusiasmo de la independencia, retratos de antiguos príncipes y princesas, fondos marinos, fauna, escudos y monedas... Así hasta que, en ese desorden de hechos y de cosas, apareció ante mí la entrada

“contemplación” en un idioma sudoriental de aquella isla. Es decir, una afirmación categórica y adolescente (como todas las afirmaciones de este cariz) y una voz exótica de un territorio del que nada conozco. Podría hacer una exégesis completa de los meses posteriores a ese texto, de la fascinación por el Pacífico ante otro mar, fuera de agua o de papel... En pocas palabras, de las rutas inéditas de una conflagración: la de mí mismo conmigo mismo, la de distinguir entre saber y entre querer. Podremos soñar muchos viajes, pero nunca realiza-

de Australia: la imagen de un puerto,

remos aquellos que soñamos. Trazo con un dedo sin tinta una línea

bondad, por paraísos inexistentes, por verdaderos ensueños de mediodía frente al mar centelleante del

de niñas indígenas, de un canguro,

imaginaria sobre un mapamundi y

de un dibujo del siglo XVIII... Y en el texto, unas breves indicaciones

soy consciente de que las geogra-

estío. Los días pasados en Valencia tras regresar de Italia los recuerdo muy bien. Oí sin interrupción lo que acabó

sobre su riqueza lingüística y algu-

habrá un país bifronte, como Jano,

nos ejemplos concretos de lenguas sin nombre. Pero aún había más, pues entre las páginas del tomo encontré una cuartilla con un poema mío, de 1987, sin titular. Lo tendré en algún sobre donde iba metiendo

donde el deseo y lo real sean inversamente proporcionales, donde ya nunca llegaremos si en los años de

siendo el último trabajo de Comité Cisne, “Beber el viento”, recordando a una muchacha vasca de nombre María con quien sólo compartí asientos de autobús, y empezando a subrayar un curso de swahili. También debí de escribir, creo yo, alguna cosa esas semanas, pero no

todos mis inéditos permanentes. Lo tendré allí o no lo habré conservado en parte alguna. No lo recuerdo en su totalidad, pero sí me atrevería a reproducir dos versos, los dos

fías no coinciden, de que siempre

la plenitud, en los años extinguidos de ser joven, no conseguimos arribar a sus orillas. En 1988 traje de Roma una foto del coliseo y el recuerdo de dos chaperos una noche. De Australia, todo lo que aún sigue haciéndome poner puntos seguidos en lo que firmo.



Los perfiles políticos de la Fiambrera Obrera son unu chatu, otru respingón y un terceru más normalín. Nació hai unos diez años en Valencia alredor del movimientu d’insumisión. Reproduciéronse y acamparon en Sevilla, Barcelona y Madrid. Dende diferentes escenarios y contextos combaten contra “el pensamientu únicu, o la vida única, y los sos pequeños axentes desmaravilladores”. Y si nel so trabayu se-yos crucien “planes de rehabilitación espulsores, obispos robaparques y tantos planes de privatización ye porque toos ellos formen una especie de puré conxuntu, con un enemigu común que ye la proliferación de llibertaes rellacionales que n’otru tiempu se llamó arte... o vida”. La Fiambrera ye un “mou de funcionar, de reaccionar y, poro, anque tien tapadera como cualquier fiambrera que se precie, almite rellenos diversos”. Los fiambreres dicen: “Distinguímonos por nun distinguinos en cuasi nada, por peganos al tarrén y furrular dende ehí, sabiendo claramente en qué llau tamos, anque nun tengamos nin idea, como’l restu de los mortales, de pa ónde va esto”.

Estos son dalgunos de los moos nos que la Fiambrera muestra “resquiebres nel gran-cuentu-moude-vida”. Y quiciabes puean “instalase a vivir nes sos resquiebres, amuesar posibilidaes d’ignoralos, de vivir ensin les sos prioridaes”. Dicen los de la Fiambrera que “non sólo nun podemos xenerar una estratexa global alternativa, sinón que nesti momentu resulta que podemos nun querer”. Lo que sí puen querer ye siguir faciendo arte collaborativo. A saber: “Procesu pol qu’un grupu de xente constrúi les condiciones concretes pa un ámbitu de llibertá concreto y al facelo llibera un mou de rellación, ye dicir, lliberar una obra d’arte...”. Estes palabres materialícense, por exemplu, na Convocatoria d’Intervenciones “ReHABI (li)TAR lavapiés”. Too entamó de la manera que vien darréu: “Nel centru del madrid más vieyu y abandonáu, si non de la mano de dios, sí de la de les sos autoridaes municipales, alcuéntreste’l barriu de Lavapiés, parte del cualu un tiempu foi xudería y siempre

Como a los fiambreres nun-yos presta distinguise y tienen un sanu afán collaborativu, un día deci-

abellugu de población dedicada a actividaes peligroses...

dieron cooperar cola campaña que la Comunidá de Madrid desarrollaba nos vagones del metro, vía

Agora asocede que con europa llegó Mr. Euro y hai perres pa rehabilitar Lavapiés, eso sí, ensin cun-

edificantes cartelos, cola intención d’afalar al pueblu d’a pie, d’a metro nesti casu, a lleer a los clá-

tar demasiao cola xente qu’insiste en vivir ellí, que por supuesto sí tenía coses que dicir y facer...

sicos.

La Fiambrera pasaba perellí y sumán-

La Fiambrera consideró que sí, que

dose a les redes d’otres xentes pún-

la idea yera bona, pese al golor a “bon rollu castizupopular y la correc-

xose manes a la obra. Camentamos

ción moralizante” que desprendíen

qu’ehí podía dase un trabayu en que los recursos plásticos que La

los testos escoyíos pol Gobiernu de

Fiambrera movilizare foren trespa-

turnu. Con too y con ello, decidieron

rentes a les xentes que trabayaben

aportar el so granín de sable, o lo

con nós, de mou que tolos engue-

que se terciare, cola fin de contri-

deyos alredor de la disolución de lo

buyir al “cultivu y al ameyoramientu del pueblu que viaxa en metro”. Asina que con procuru y cuidando que los diseños fiambrerescos foren lo más asemeyaos a los oficiales –“ñoñez de los dibuxinos, tipografía, brillu del papel...”– estraron el metro d’edificantes cuentos como ésti: “Llevaba na cabeza una llechera un cántaru al mercáu, pensando cómo

artístico y demás se concretaren nun mostrar continuu d’espacios y dimensiones intervenibles. ¿Que si salió bien? Pues nin idea, porque agora mesmo tamos nello, empecipiamos trabayar n’avientu pasáu y van saliendo delles cosines. Dende entós, xunto con collacios y parientes, tamos intentando que les autoridaes se dean cuenta de qu’Agustín Lara, n’efixe pétrea na

de lo que ganare la metá yera pal empresariu, otra metá pa la empresa de trabayu temporal –que nin ye empresa nin trabaya, que yo sepa–, un bon cachu pal bancu pola camioneta, por nun falar del alquiler del pisín... ¡Uf! A too eso y viendo que naide la miraba, la llechera mandó’l cántaru a tomar vientu, ui qué accidente más tontu, h.e, h.e, díxose, y pensó en pidir la baxa y dar por finaos unos vagos suaños ganaderos qu’en dalgún momentu llegó a tener (unos pitinos, un gochín, otra ETT...). La lleenda encargaríase del restu, pero ésta, ensin dulda, debe ser la verdadera historia de la llechera”. Naide nun midió’l grau d’elevación del espíritu madrilanu tres atopase coles llectures recomendaes por La Fiambrera, pero resultó que cuando los trabayadores del metro, “llevaos poles fuercies históriques”, tuvieron que dir a la fuelga, camentaron lo formoso que diba ser tresmitir les sos cuites a la xente que “diba al trabayu, o al paru, en metro” col formatu popularizáu pola Comunidá de Madrid y los conteníos de collecha propia. Dalgo asina foi lo que salió del llabor conxuntu de Solidaridá Obrera y La Fiambrera (tamién Obrera): “Cuando cambiaron les taquilleres por máquines pensasti que nun diba la cosa contigo, cuando sustituyeron a los trabayadores del metro por guardias xuraos pensasti que nun suponía pa ti nengún perxuiciu. El día que la máquina te dexe ensin dineru y ensin billete y el guardia xurao te solmene por protestar y sacudir la máquina decataráste de que yá ye demasiao tarde...”

plaza del mesmu nome, ye un sudaca ensin papeles nin permisos y al qu’habría que deportar nel intre, si nun queremos que l’arbitrariedá s’instale ente nós. Tamién redistribuyimos la vexetación de los parques de madrid, tomando prau de riosrosas y llevándolu en préstamu a Lavapiés, onde ye posible atopar neños y vieyinos que nun teníen vista tala cosa (un cachu de prau) más que pola tele (y en blanco y negro)...” D’esti mou, La Fiambrera va afitándose n’espacios, estableciendo redes artístico-vecinales que denuncien, por exemplu, la “especuración” d’un arzobispu que pretendía construyir un edificiu priváu y un parking, pola so divina voluntá y cola venia d’un alcalde del manzano, nel solar nel que cuantayá venín prometiendo destinar a parque públicu. Ello ensin cuntar col “cálidu anticlericalismu de madrid”. La Fiambrera y los vecinos punxéronse en movimientu y mira per onde qu’a la fin trunfaron los paganos y terrenales deseos vecinales. Pasinos contra la “teoría de l’amenaza qu’oblíganos a escoyer cada vez más temprano una vida menos nuestra y más rentable”. Arte político y bromes en xeneral, porque nun ye poco enfrentase a l’amenaza, el mieu y el poder que medren ensin parar. La Fiambrera nun ye’l guerreru del antifaz que va cambiar el mundu y nin siquiera tien la receta máxica pa vencer a les fuerces del mal. Pero ta enfotada en trabayar no local, que ye’l


principal ingrediente de lo global, y bien de veces termina’l primer asaltu cola victoria del equipu que xuega en casa. Los Equipos Fiambrera son grupos autónomos que se definen polo que van faciendo... lo que yá-yos abulta una responsabilidá curiosa. Nun afirmen que fain “arte público”, porque lo cierto ye que lo de dicir “arte” suéna-yos a vender una moto y dicir “arte público” paez que-yos presta menos, anque nun saben mui bien por qué. Otramiente, igual podíen identificase como urbanistes, pero nun aspiren a soluciona-y la vida a naide y nin siquiera venden pisos. Tampoco nun s’afayen difiniéndose como escultores porque “nin vendemos monigotes pétreos, nin cabañines”. Nun se consideren facedores de performances porque nin van a concursos nin tienen certificaos de nada. Y muncho menos van de creadores de “arte rellacional”, d’esi consistente “n’entablar rellaciones dientro del mundu del arte a base de sopes, tes y otros caldos más o menos espesos”. Finalmente reconocen que lo de “arte político” davezu suena a broma y amás a broma tonta. Anque igual lo qu’habría que definir entós diba ser qué ye esautamente una broma tonta. De toes maneres sí constaten que “la xente nin fai la so ciudá, nin fai’l so arte”, lo que camienten que ye asemeyao a que nun fai la so vida, sinon que “la compra prêt-àvivre y cuésta-y cara, cai-y mal, saleny peluses a los cuatro díes y encueye namás llavala”. Por eso caltienen que la so mayor tensión teórica ye pensar un tipu de trabayu que vaya contra too eso. Afítense en cuatro firmes non-creencies: “Nun creemos nes obres ensin implicación político, nun creemos que la inclusión de consignes ‘polítiques’ nes obres nos solucione nada, nun creemos que valga disolver l’arte pa que yá too seya arte, nun creemos que valga con caltener un cotu priváu d’arte pa que subsista l’arte y funcione como talu”. No que sí paez que camienten ye que “facese unu una vida ye zarrase, considerar les demás posibilidaes como estrañes”. A resultes de les sos acciones, lo mesmo consiguen qu’a les autoridaes municipales d’un barriu de Sevilla-yos empiecen a molestar les banderines coles que vecinos y fiambreres marcaron los escrementos perrunos que formaben yá cuasi parte del mobiliariu urbanu. Tamién se dediquen a romper “consensos cómodos”, facer concursos de cascotes y ruines, desvelar nos “atristayaos güeyos ensin pupiles d’una estatua” la gamberrada que ye tar parada, convocar una fuelga de monumentos o organizar una competición de peluches, “la vie en peluche” que cuerre peles “vides-carreres-d’obstáculos” o les “vides-codazu”. Nel trescursu de la mesma llegóse a: entrugar pol ser ideal, qu’igual ye un “ánxel devastáu pol humor”, retrucar que “nenguna vida conduz a nada, y namás se vive’l devenir ilusionáu de la vida”, decidir que “una vida faciéndose ye un amontonamientu d’ilusiones y decepciones”, volver a entrugar hasta cuándo hai de plazu pa cambiar de vida y dicir que “si fores feliz nel to mou de vida, enxamás diríes de vacaciones, idiota”, recordar que “tienes una vida per delantre, ¿tas decidida a siguir aguantando esta miseria?”. Too ello porque quiciabes “vivir ye cuestionar y lluchar pa que les vides seyan más anches y más llargues”. Milenta enguedeyos qu’entren y salen de la Fiambrera Obrera. Testu: Beatriz R. Viado.

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“Si temo / mis imaginaciones, / no es porque vengan de mi fantasía, / sino de la memoria. // Si me asusta / la muerte, / no es porque la presienta: / es porque la recuerdo” (Ángel González). La memoria puede ser un estupendo ejercicio de introspección o la más aterradora de las iluminaciones. A ella recurre la obra de María Regueiro expuesta en la sala Borrón de Uviéu, dentro de la muestra colectiva del Certamen Injuve: una memoria fragmentada, reconstruida, obsesiva, hecha de vivencias personales y de referentes de la cultura. Un ejemplo: el título de la serie remite a Tennessee Williams y a aquel “poema del año” que el protagonista de “De repente el último verano” escribía sucesivamente. Hay en la obra de Regueiro una suerte de intimismo, sutilmente narrativo, que señala a ciertos pintores, como Edward Hopper o Andrew Wyeth, a una de cuyas obras, “Cristina’s world”, se rinde un homenaje expreso: una mujer, medio echada en la hierba de espaldas al espectador, contempla una casa en la lejanía. ¿Es su casa? ¿Qué es lo que está mirando realmente? ¿Existen esa casa, esa mujer? En estas imágenes flota la atmósfera de un sueño, el aire impreciso de lo que se recuerda al despertar. Técnicamente, su obra se basa en un formato polaroid tratado digitalmente. La escena se divide en cuadrículas; cada una repite un fragmento del paisaje y unas pocas introducen el pequeño elemento de variación que centra la mirada: la mujer, un perro que corre, la casa, la copa de un árbol... Desde lejos tenemos una impresión de totalidad; al acercarnos distinguimos la manipulación, la

fragmentariedad, la repetición, la construcción de ese paisaje. Se trata de no-lugares, de una fabulación o un espejismo. Comentando precisamente la obra de Hopper, Rolf Günter Renner aludía a “diseños que ponen de relieve una reacción del observador, en concordancia con la ley de la intertextualidad”, ley imperativa, por cierto, de la postmodernidad. En las fotografías de María Regueiro no existen contextos aislados, islas de significación, sino puentes tendidos a la colaboración activa de un espectador necesario, aquel que pone en juego sus propias vivencias y sentimientos, sus propios recuerdos. No es extraño que las figuras estén vueltas de espaldas: esas mujeres que adoptan nuestro punto de vista somos también –y sobre todo– nosotros mismos mirando una casa, el mar... Todos nos hemos preguntado alguna vez qué ocurre con las cosas cuando no las vigilamos, si realmente siguen estando allí, en su silencio y su soledad para nadie, posadas y quietas como cosas muertas. Las fotos de María Regueiro, en gran parte, contestan a esa pregunta egótica, maravillada y terrible: las cosas se multiplican sobre sí mismas cuando no las miramos, revelando su reverso y su condición plural, su infinitud siempre repetida. Foto: María Regueiro. Texto: José Luis Piquero. CERTAMEN DE FOTOGRAFÍA INJUVE 2001, muestra colectiva de los autores premiados. Sala Borrón (Uviéu), hasta mediados de julio.


días en Cannes

he ido de sala en sala recogiendo souvenirs. Auténtica ida de olla con los precios. Cerramos el día con la adaptación de “Balzac y la costurera chica”,

Miércoles, 15 mayo 2002 Llegamos a Cannes a primera hora de la tarde. Temperatura sim-

dirigida por el propio novelista, el afrancesado Dai Sije. La película es aún más peste y babosa que el libro. El pase fue en la sala Debussy, como es habitual a reventar, colas en forma de laberinto (para que no nos empujemos) y una proyección impe-

hermosa. Tiene una carrera breve pero sin lamparones: se llevó el premio a mejor actriz en Donostia por “Finales de agosto, principios de septiembre”, ha trabajado con Raoul Ruiz, Jacques Rivette... Beatrice Dalle hizo hace años aquel melodrama atormentado y tontorolo, “Betty Blue”. Lo demás es leyenda negra; y mito, claro. Veo 40 minutos de la película y me voy, sopor brutal. Y lo peor

pática y calma amenazante en los pasillos del Palais. A poco que converses con dos o tres personas el comentario de rigor no falla. Cada nueva edición te encontrarás con varias que aseverarán: “Este año Cannes viene flojito”. En esta ciudad los contrastes brutales tienen ganada una concejalía de modo vitalicio: un yonqui atraviesa la rue d'Antibes con dos barras de medio bajo el brazo y una cerveza, sudando. En dirección contraria la gente corre hacia la Lumiere, encopetados, trajes de noche y mucha laca. Ellos también sudan. Atravesarán la alfombra roja procurando disimular la respiración agitada por

Viernes 17 Hoy va a hacer calor, a estas horas ya canta. Primera proyección a las 10,00, aprovecho la hora antes para revolver un poco en el Palais, coger todo el material que nos pueda interesar. Paso a saludar a la gente de Farabi Cinema, algo así

Sábado 18 Se puede decir que esto es ser testigo de un Festival desperezándose. Sala Debussy, pase en An Certain Regard de la libanesa “Terra incógnita”. Falta un cuarto de hora y aún no han puesto la alfombra azul, mala señal. Llueve. Los de seguridad van llegando con aspecto de críos en su primer día de escuela: peinados a la fuerza, medio dormidos, cara de mala hostia... Casi huelen a nesquik. Algunos llevan la pajarita en el bolso y se la ponen al tiempo

las prisas y asistirán a la gala de inauguración.

como el Instituto del Cine Iraní. Hablamos brevemente, el buen

que suben la escalinata. Llegado este momento podemos hablar

De momento hoy nada de interés, dos películas japonesas que,

rollo desborda, Reza Tashakkori es un buen chaval. Quedamos en

de uniformes. En esta sala he podido contar hasta cinco unifor-

o mucho me equivoco o tendrán un ciclo vital que no irá más allá

vernos otro día para tomar un café. Me carga de catálogos y

mes diferentes, funciones diferenciadas, distintos físicos...

de julio.

salgo corriendo.

Primero los operarios, que se mueven con prisa para colocar la

Colofón del día: una proyección accidentada. En los Star estre-

La primera película del día es un horror francés con Amanda Lear

alfombra, un rollo de moqueta azul que extienden hasta el fondo

nan el nuevo Cedric Klapische (“Un aire de familia”, “Cada uno

en el reparto. Salto a otra sala sin pensarlo y aprovecho para ver

de las escaleras. Lo que sobra lo cortan con una cuchilla y carre-

busca su gato”...), una coproducción ambientada en un piso de

un paquete de trailers de Celluloid Dreams. Todos impresionan-

tera. Polo negro, pantalón de tergal gris y mucha tensión entre

estudiantes barcelonés. El pase lo organiza Wild Bunch, división

tes. El día avanza, el calor avanza. Consigo un hueco para entrar a un pase discreto y apretado de

ellos. Luego los encargados de seguridad de segunda; llevan un

de Studio Canal dedicada al cine de (más o menos) rompe y rasga, riesgo y nuevos realizadores.

“Gerry”, el nuevo Gus Van Sant. La película viene precedida por

hechos, arrugas incontables, rostros y poses chulescas (aunque

La sala hasta arriba, unas 350 personas. El responsable de Wild

una división de la crítica yanqui muy chocante. No es para menos: un porcentaje de revisionistas del cine americano consideran este

suelen ser sorprendentemente amables...), chaquetas de un azul

Buch presenta la película, advierte que no es la versión definitiva

cable. Nos vamos antes de que termine a preparar la jornada de mañana. Son las 23,30. En el hall de la sala vemos una exposición de storyboards de Kurosawa. Poderío.

y presenta al director. Alguien grita “¡¡Más alto!!” (no hay megafonía...) y Klapische se arranca advirtiendo que sólo habla francés. Cinco minutos de explicaciones y la proyección da comienzo. El logotipo de Wild Bunch aparece al revés sobre pantalla, descojone generalizado de la platea, parece ser que no han montado bien la película. Luces. Tras 10 minutos de espera Klapische vuelve a entrar en la sala y da una serie de explicaciones incomprensibles para los que no sabemos francés. La sala rompe a reír y aplauden. Foco y proyección.

título un puente importante entre su cine y las maneras de “otras” cinematografías (Irán en el punto de mira). Salgo con la sensación de haber viajado en una montaña rusa, momentos mágicos, gran fotografía, GRANDES paisajes (así, con mayúsculas) y la autocomplacencia de quien sabe que no se juega nada con esta película. Sigo yendo, como cada año, al restaurante tailandés: barato, mesas de chigre, platos recalentados... Mola. Hoy he conocido a un cubano en silla de ruedas, con pinta de cantautor guerrillero, residente en Cannes desde hace años. Me dice

Jueves 16 El plan de seguridad “vigicopy” funciona tal y como había anunciado la organización del mercado: detector de metales, control de bolsas y acreditaciones... Todo con una gentileza desbordante,

de todo, estridente. En la sala no se oye un murmullo a mi salida.

traje horrible, como un disfraz de agente secreto. Trajes mal

desvaído. Los delatan sus zapatos, es lo único que no les dan con el uniforme, así que hay un auténtico baile de náuticos, castellanos y mocasines de todo pelaje. Luego están los responsables de seguridad, corbata, traje mucho mejor hecho, guapetes, entran y salen constantemente y deciden cuándo se mueve la cola. Muy amables, espigados. En medio la policía, con cara de que esta historia no va con ellos, pasean con las manos en los bolsillos, ríen, miran a las chavalas... lo que se dice pasar de todo. Finalmente están las azafatas, con sus combinados de falda chaqueta horribles, se esfuerzan por ser sofisticadas y pasarte el detector con su dosis de coquetería. Y vaya, alguna lo consigue. No nos dejan entrar hasta las 10,35; esto hace tres cuartos de

un laboratorio genético donde fabrican el personal más hermoso

que tenga cuidado con los especuladores, yo le contesto que nuestro festival es muy poca cosa para los especuladores, no hay peligro. Me pregunto cuánto medirá de pie, 1,80 mínimo. Como algo en 15 minutos y salgo corriendo. El guerrillero se queda lanzando una proclama a los chigreros sobre el color de su piel y el absurdo de sentirse franceses. Cierre del día absurdo con la película de An Certain Regard que se proyecta esta noche. Dos inconve-

que uno se puede echar en cara, “pedazos de lozanísima carne”,

nientes: es francesa (esto es, cola brutal) y para más inri con

cuando nos vamos a la cama. Mañana tenemos el primer pase a las 9,00, así que esto del cine empieza a dejar de tener gracia. Hoy no ha sido del todo una mala jornada: los vendedores de para-

que diría Emilia Pardo Bazán.

una Beatrice Dalle en plan divona sufridora. Tercer inconveniente: Viernes noche, se puede aventurar un petazo de órdago. Hago 55 minutos de una cola que no avanza,

guas han salido a la calle y en algunos casos las colas han tomado proporciones absurdas, llegando a ocupar la carretera. Unos chavaletes que salen de marcha han aprovechado esta coyuntura:

no dejan subir a nadie y la película lleva ya 20 minutos de retraso. La gente empieza a especular cuando llega una limusina blanca y los fotógrafos, directamente, enloquecen. Era eso, faltaban las

pasan en sus coches junto a las colas con las ventanillas bajadas y les tocan el culo a dos americanas.

estrellas por llegar. Empiezan todos a subir las escaleras, avalancha de flashes al grito unánime y desquiciado de (pese a que son seis los actores presentes): “Beatrice, Beatrice!!”. A la pobre Jeanne Balibar nadie le dice nada, sube las escaleras discretita, con cara de ida, muy

Domingo 19 Domingazo encantador. Hoy todo el mundo camina, habla y enseña su acreditación (tres acciones básicas aquí) de modo ralentizado. El día ha empezado bien, la holandesa “Scars” es bonita. “Stand by me”, “Mi vida como un perro”... por ahí va la cosa. Todo ello

mucho “Si vous plait monsieur”, “Merci, monsieur”, sonrisas que derriten y un año más la sensación de que en Cannes se oculta

11,00 Calor de cojones en la sala Miramar, sede de las proyecciones de la Semana de la Crítica. 18,00 Unos minutos para que de comienzo la nueva película de Medhi Charef (hace años estuvo en boca de todo el mundo con “El te del harén de Arquímedes”). Esperemos que sea la gota fresca en un día decididamente dedicado al cine más imbécil. Esto es habitual, no desesperarse. A pesar del Medhi Charef, correcto sin más, termino con la sensación de que este podía haber sido buenamente el Día Nacional de la Cinematografía Estúpida, sólo que yo no me he enterado y

hora bajo la lluvia. ¿Qué pasa este año con los horarios? El día se sucede en un abrir y cerrar puertas, un entrar y salir de salas, empalmando títulos, mirando el reloj a oscuras, retocando el horario en cuanto una película es descartada. La 1,30


con alguna concesión puntual en momentos, planos o diálogos sueltos a las normas básicas del “Cine para niños” que se hace en la Europa del bienestar. Tomo un café de diez minutos con Yann Marchet, de MK2. Tenemos una conversación de estas gloriosas, mucho eh, uh, ah... pero bueno, nos entendemos. Es extraño encontrarse cara a cara con alguien a quien llevas enviando faxes y emails durante un par de

rior de una sala X: una acumulación de momentos grotescos, humor grueso con sus pizcas de ternura, bla bla bla... La película funciona muy bien pero el sexo mostrado en pantalla (carnes flojas, travestís apayasados...) ha molestado a la refinada platea. Discusión amistosa entre Carlos Heredero y Angel Quintana en torno a las tendencias políticas de Alexander Sokurov. Los dos convencen, aunque la vehemencia de Heredero se impone, entra-

la digestión sentado ante el portal de su casa. Me desea feliz noche. Lo mismo para él.

años. Al fin, una película emocionante. Salgo de “Une part du ciel” con un nudo en la garganta. Sin acostumbrarme aún a la luz de la calle empalmo esta sesión con la sala de al lado. Vuelven a apagarse las luces, el proyector se pone nuevamente en funcionamiento. Yo sigo claveteado al último plano de “Une part du ciel”. Menuda mierda. He intentado entrar en el tailandés a comer algo. Imposible, cola de órdago. Me dirijo a la sala Debussy para la última de hoy (van nueve, creo). En la calle peatonal una mujer de unos 70 años ron-

ñable verborrea aprendida en los 70. Estas discusiones son de los pocos soplos de aire fresco a los que esta semana se puede asistir. Gracias mil a los dos. Aún no he cenado y del bocadillo del mediodía ni me acuerdo. Otro chiste: unas tiritas y un cepillo de dientes, 11 euros con 60. Parece que sólo el tailandés ha mantenido unos precios medianamente razonables. 22,15, hago cola en la sala Noga Hilton. Hay fiesta en la playa, un láser en el cielo y el sonido de la música que llega hasta aquí. De lejos el eco de las fiestas es siempre el mismo.

zas, como casi todo en la Quincena de Realizadores este año. El público de la Quincena suele ser moderadamente respetuoso, al contrario de los asistentes habituales a An Certain Regard, platea asilvestrada dotada de una paciencia máxima de 10 minutos. A media tarde esto ya huele a fin de fiesta, el plan vigi-copy ha pasado a mejor vida y hay un constante paseo de maletones frente a los hoteles. Una chica se peina en medio de la calle mirándose en el escaparate de una relojería, cepillo de plástico y vestido de noche. La vida en breve retomará su ritmo normal, en la Rue de Antibes

ronea una canción para el cuello de su jersey, acompañada de

Viernes 24 A las 9,00 haciendo cola en el Noga Hilton para ver “Welcome to Collinwood”, una producción a dos manos de George Clooney y Steven Soderbergh. Es un remake de “Rufufu” cogidito con pin-

los abuelos han empezado a sacar sus sillas a la calle y conversan a media tarde. Hoy ha hecho un calor de cojones. Alguien ha

como un saldo de Jean Seberg. Cada día veo en la Croisette a un

Miércoles 22 13,50. Mercado. Mal trago tras una espera estúpida para entrar

organillero de película, dando a la manivela al tiempo que sus

a la nueva de Shane Meadows. Los de Film 4, la distribuidora,

pedida agridulce. Cena de último día con los amigos. A algunos

hijas, de unos cinco o seis años cada una, pasan la taza, vesti-

dicen que de momento sólo entran compradores, luego ya ire-

no volveremos a verlos hasta dentro de un año. Otros en

das de princesas doradas, con un pelo de un rubio trigo difícil de

mos los demás. Vale, esperamos, al fin y al cabo la cola es mínima.

Noviembre, en Xixón. En el restaurante han olvidado cobrarnos

creer. Al menos no los han expulsado del centro de la ciudad hasta que el festival termine. Cuando Mike Leigh recorra este año la

Cinco minutos, diez minutos en blanco. Cada poco vocean “Buyers, just buyers!!!” pero nada, este va camino de ser el Annus Horribilis

la bebida, así que nos vamos de puntillas sonriendo. Buenas noches, bendita ciudad de gente delgada, hermosísima

gran alfombra roja, si gira la cabeza un poquito, podrá ver al orga-

de las Ventas Internacionales. De repente alguien de Film 4 son-

y morena. Mañana los feos al fin nos vamos.

nillero y sus dos hijas. Pura inspiración.

ríe y casi perversamente dice “Lo sentimos, está lleno”.

Empieza el último pase de hoy. A mi lado se sienta un clon galo

Corro al Riviera, es tarde pero quizás tenga suerte y pueda esca-

de Pocholo Martínez Bordiu: con la grasa haciéndole coletillas en

parme a ver el corto de Erice. Lleno.

la melena, traje con camisa de cuello mao, chaquetilla torera remangada y camperas rojas. Qué miedo, c'est la France. Mañana más.

Cuidadito con estos momentos muertos, estos instantes tontos en que desde la barandilla miras eclipsado las luces de los estanes y escuchas las voces que se superponen. Entre el ruido se entrevé la melodía de “In your blue room” de U2. Doy vueltas buscando la canción, persiguiéndola. Doy con ella, me apoyo en la barandilla y escucho 30 segundos, 40 segundos. Se interrumpe bruscamente. Sólo era un promo de alguna película, aquí no hay hilo musical, nada más trailers solapándose. A estas alturas, con unas 50 y pico películas vistas la paciencia empieza a flaquear.

una guitarra de juguete. Con el pelo cortado a lo garçon, vestida

Lunes 20 Me ha llevado tiempo retomar hoy el diario. Son las 18,00 y de momento no ha sido un gran día. Nuevamente me he encontrado con el hombre de la silla de ruedas, hemos compartido mesa en el tailandés. Me comenta que es antillano y lleva unos ocho años en Cannes. Es, entre otras muchas dolencias, diabético. “Lo principal con la diabetes es tener cuidado con las heridas en los pies”, me dice. La mala noticia del día es que han cerrado los baños del Riviera, así que no hay más remedio que hacinarse en los del Palais, a escasos minutos pero auténticas pocilgas. Ceno algo en Mc Donalds antes de volver al hotel. 23,55 horas. Hoy no tengo ganas de escribir. Martes 21 Ha habido pitada al final del “Demonlover” de Olivier Assayas. Hace calor en la sala Debussy. Son las 13,41 y me siento como si llevase varias horas paseando con una bolsa de plástico en la

Dos días y a casa. Al fin, la fiesta organizada por el Festival de Donostia. Cada año el ambiente es más acogedor, esto empieza a parecer más una espicha de amigos que otra cosa, algo impagable a estas alturas. Gracias por el vino, los embutidos, gracias por ser unos benditos.

conseguido confundirnos inundando este día con un sabor a des-

Sábado 25 El día más caluroso de la semana, con diferencia. Antes de la última sesión, a las 10,30, paseo por el Mercado (no el de cine): joyas, antigüedades, libros, tarjetas de teléfono usadas..., en definitiva, nada que comprar. Me despido del antillano. Hablamos del viaje y de las antenas de telefonía móvil, de trayectos en tren y de alguna otra cosa sin mayor ciencia. 14,30, cogemos la línea de autobús que va al aeropuerto, casi vacía. Esto se acaba; ahora que lo pienso quizás el tiempo no haya sido tan agradable, ni la comida tan cara. Posiblemente no haya visto las películas que aquí menciono, sino otras, y la cena de ayer es probable que haya sido con otra gente. Quizás para ser fieles a una verdad debería empezar de cero, escribir otro diario completamente distinto, y luego otro más. Sólo quizás. Una pija venezolana nos revuelve el estómago durante el viaje. Se sienta detrás nuestro y habla por el móvil no se con quién.

Jueves 23 Buena mañana, los lujos a estas alturas son cosas como empezar el día viendo el “Russian arc” de Sokurov (majestuosa, mágica

Entusiasmada de su vida, promete visitar a su interlocutor aunque antes pasará unos días en Londres. Ayer asistió a la fiesta de Hugh Grant, que andaba por allí y estaba “goooordo, feíiiisimo” No me había dado cuenta, pero estos once días he seguido mordiéndome las uñas. Ahora tengo cinco monstruos al final de cada

cabeza. Como los peces que los domingos comprábamos en el

y alguna cosa más) para empalmar con el nuevo Bahman Gobadhi, “Canciones de mi tierra natal”, que empieza chiflética e inesperada para cerrarse de modo conmovedor, como su anterior “El tiempo de los caballos borrachos”. Todo se empieza a relajar ante

rastro, siempre a la hora en que el sol picaba más. Paseábamos una hora dejándolos cocer en igualdad de condiciones medioambientales que las cebollas o los pepinillos, flotando en vinagre. En el pase de “La chatte a deux tettes” se va buena parte del público, gente despistada en una proyección de sobremesa. El golpeteo de las butacas al cerrarse, los haces de luz entrando cada vez que la puerta se abre... La historia tiene lugar en el inte-

el inminente final, la oficina de la Hong Kong Film Comisión ya ha retirado la vitrina en la que exhibían el vestido de Maggie Cheung en “In the mood for love”. Ceno sólo en L’avion. El organillero se detiene con sus dos hijas en la heladería, les compra una Coca-cola y se van sin hablar ninguno de los tres, pasándose la lata de mano en mano, con un perro diminuto tambaleándose sobre el organillo. El antillano hace

Texto: Fran Gayo. Jefe de Programación del Festival Internacional de Cine de Xixón.

mano.

días en Cannes


Entrevista: J. L. Piquero.

Tu obra, que siempre ha sido muy esencial, da la impresión de ir haciéndose cada vez más desnuda... No lo creo así. Ahora he cambiado de estudio y al recolocar las obras me he ido encontrando con

es que las últimas exposiciones eran “muy claritas”. Pero eso es lo que se expone y no indica que mi

obra que hacía meses o años que ni siquiera veía. Y estoy retomando cosas que parecían pasadas

mando cosas e incluso repitiéndome. Me parece forzado empeñarse en cambiar lenguajes, estilos,

y vuelven otra vez. Estoy en una fase que es menos de hacer cosas nuevas que de volver a cosas que tenía casi olvidadas. No creo que haya que estar siempre... ¿Quemando etapas? Sí, trabajando en cosas nuevas o que piensas que son nuevas. Luego el mercado

fórmulas. ¿Evolucionas en círculo, podríamos decir? De alguna manera sí, aunque siempre vas haciendo camino.

dice otra cosa. La novedad hay que ponerla siempre entre comillas. Tu pintura podría calificarse de silenciosa. Crea mundos que están más allá de lo físico, atmósferas que no se pueden tocar. Eso son más bien definiciones de los críticos, aunque qué duda cabe de que yo he apoyado a veces ese tipo de comentarios. Pero también puede decirse que mi obra tiene mucha musicalidad. No sé, no me lo planteo cuando me pongo a trabajar. Si tienes las ideas claras, te pones y... Bueno, siempre hay unas constantes: oir música, trabajar por la tarde o por la noche... Son pasos que das casi inconscientemente y que suelen tener que ver con el resultado. ¿Qué escuchas mientras trabajas? Uf. De todo. Todas esos cambios de ritmo, esas variaciones de color, de materias... quizá se expliquen porque un día estoy escuchando a John Coltrane y al siguiente a Mus. O algo de clásica... Lo que importa es estar a gusto. ¿De ahí los títulos musicales? Sí. Reconozco que a veces es aleatorio: tienes que titular y a lo mejor llevas una semana o dos oyendo tal disco y ese es el título que le pones. Pero suele ser una forma de acercar la obra al público y a mí mismo. Van quedando referencias. A veces anoto por detrás de

si funciona o no funciona, si le quitas o le pones, si lo llevas o no a la galería... Has tocado muchas facetas plásticas (del grabado a la pintura o el diseño). ¿Se puede abolir la distancia entre unas y otras tranquilamente? Yo no escribo porque soy torpe y no valgo, pero pienso que el individuo, a la hora de expresarse, puede utilizar todo lo que le de la gana. Si pudiera escribiría. ¿Que me vuelco más en la pintura? Me encuentro a gusto y me da muchas cosas. Pero luego tengo la suerte de poder hacer cosas paralelas, como trabajar con músicos o incluso montar exposiciones, que es lo que me da de comer. Es decir, que la pintura es donde más puro me puedo encontrar pero me sirve todo. ¿Cómo llegas a la colaboración con grupos como Manta Ray, Viva las Vegas, Mus...? Hay una confianza mutua. Si no conectáramos no haríamos cosas juntos. Me lo tomo como otra faceta creativa y eso es fundamental. Si yo tuviera la sensación de que voy a enroscar bombillas seguramente no estaría

los cuadros un título o un poema... que hasta puede que no tengan una relación directa con la obra. La tienen para ti, simbólicamente. Es un juego con la memoria. De algún modo la memoria que me va quedando es una memoria sensitiva. No recuerdo cosas sino músicas, palabras... Tampoco recuerdo nunca mis sueños. Entonces la etiqueta de metafísica que le han puesto a tu pintura te resulta de lo más ajena... Me encuentro muy perdido en los textos que escriben sobre mí. Unos aciertan más que otros pero yo no soy nadie para explicar lo que hago. No creo que esa sea una labor del pintor. Tu obra tiene referentes literarios muy claros. Valente es de los más explícitos. A Valente lo leo desde hace muchos años y siempre me gustó. La serie sobre Valente coincidió con una época en que quería romper con una etapa de mucho color. Pero las referencias ya existían mucho antes. Tus cuadros no son mundos que puedan ser habitados... Creo que eso depende de quien los mire. Ahí estamos en manos del espectador. A veces tengo la sensación de que lo que pintas es un gran vacío. Pero que el espectador se encuentre un vacío puede ser precisamente lo positivo. ¿Para que él mismo lo llene con su experiencia? Sí, la interrelación del espectador con la pieza es importantísima. Yo cuando miro un cuadro es para divertirme, para emocionarme, para reir... Tiene que afectarme. Yo no voy a ver una exposición como quien sigue un itinerario turístico. Tus cuadros han ido perdiendo el cromatismo tan marcado que los distinguía en cierta época. Lo cierto

obra vaya hacia una “claridad”. Yo en el estudio estoy trabajando con colores muy potentes, reto-

El viaje hacia adelante lo determina simplemente el sacar la pieza del estudio o no, mirarlo y decidir

haciendo este trabajo. Me tiene que empapar y lo hago como si estuviera pintando. Pero ahí estás haciendo un trabajo para otros. ¿Eso no supone una cortapisa? Yo utilizo las luces como si estuviera manejando los colores en mi pintura. Quizá tienes algo más de responsabilidad porque con un cuadro te enfrentas tú solo al público. Pero yo creo que es una forma de creatividad que está funcionando. Me dejo llevar por lo que me estén diciendo en ese concierto. Lo que me divierte es que cada concierto es diferente, aunque hagan los mismos temas. Y cada sala es distinta. Y nunca sé qué mesa de luz me voy a encontrar; yo nunca llevo equipo: llego virgen. ¿Qué tratas de crear, un espacio, una atmósfera, algo que envuelva al grupo, incluso al público? Eso depende mucho de los músicos. Me gusta mucho hablar con ellos, me paso muchas horas ensayando con ellos... porque quiero empaparme de lo que ellos están creando. Se puede plantear una gira mucho más lenta, más densa, alternando temas más lentos o más rápidos... Entonces creas una atmósfera que lumínicamente sea más plana o... También influye la sala, quién toca antes... ¿No crees que rompes a veces el equilibrio que hay en tus cuadros? No, yo creo que está muy cercano. El trabajo que hago para Manta o para Mus son como cuadros míos. Pones una luz muy plana, luego otra más potente... Y en mis cuadros también tienes una parte que es muy azul y la otra a lo mejor más blanca... Entonces a donde llegamos es a que tus cuadros si que muestran mundos habitables... La verdad es que sí. ¿El arte puede ser decorativo o eso es lo peor que le puede ocurrir? El arte puede ser lo que quiera. Tú trabajas en tu estudio y cuando lo llevas a la galería queda en manos de otra gente.


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Supervivientes del equívoco

b

e

e

f

Beef siguen vivos. “La Bohème” (Elefant, 2002) es el testimonio en forma de álbum que certifica la pervivencia de un grupo único e irrepetible. Un díscolo ente fundado a finales de 1993 por David Rodríguez, que había liderado a los históricos Bach Is Dead, con los que formó parte de la mítica gira Noise Pop´92. Desde Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), Beef han transitado a lo largo de seis álbumes y varios EPs por los caminos más tortuosos del rock alternativo: Joy Division, The Fall, Pere Ubu, Sonic Youth, Faust, Neu!... Un largo etcétera de rock denso y oscuro que ha sido calificado de “experimental” y “vanguardista”. “Beef Songs” (La

Tras “Misery and lies” os separasteis.

características principales, que es la iro-

¿Por qué os separasteis y por qué habéis vuelto? No nos separamos. Bueno, sí, nos separamos. Estábamos pensando en separarnos y todo ese rollo, no sé por qué. La verdad, no me acuerdo. No me acuerdo ya (Risas). Estaríamos un poco agobiadillos y todo eso. Es difícil que nos separemos, porque nos vemos mucho,

Fábrica Magnética, 1994) fue su provocativo debut, al que seguirían el EP “Beef Sings” (Acuarela, 1994), su aclamado segundo

somos amigos y todo el rollo. Siempre acabamos quedando para tocar. Sí que escuchando el álbum “Misery and

nía y el juego con los dobles sentidos. Tiene mucho de doble sentido. Es un título del que estamos muy orgullosos. Estamos un poco obsesionados con el mundillo de la música, del indie-rock y todo eso. Esto de “La Bohème” es un poco eso. Tú mismo, por ejemplo, formas parte de la bohemia esta roquerilla (Risas). No hay más que ver en los festivales cómo nos ponemos todos de contentos, cómo nos comportamos como treintañeros bohemios… Aparte

álbum –mejor disco del año para la revista Rockdelux–; “Tongues” (Acuarela, 1995), grabado en Nueva York con producción del renombrado Wayne Kramer; su mini “A.O.R. EP” (Elefant, 1996); “Fi Qasr Sheik Al-Dabant” (Elefant, 1997); “España a las 8” (Elefant, 1998); y “Misery and lies” (Elefant, 2000), con producción del colaborador de Sonic Youth Wharton Tiers. Paralelamente, David fundó Telefilme junto a Tito Pintado (Penélope Trip), orientándose a la música electrónica y el tecno, firmando el celebrado “Fade in, fade out” (Elefant, 1996) y el interesante “Pocket horror symphony” (Elefant, 1997). Asentada una formación con David y Juanjo López como cantantes y guitarristas, más Blas Oliva a la batería desde 1995, presentan a Ramón García (bajo) como nuevo componente de un grupo que, tras el amago de retirada a finales de 2000, regresa con inusitado entusiasmo, como bien pudo comprobarse en la barcelonesa sala Apolo a mediados de mayo. Al otro lado del hilo telefónico, David me saluda con un “¿Qué tal el rock?”, con voz de alma somnolienta y cansada tras el ajetreo de fin de semana.

lies” se entiende que estuviérais un poco hartos. La canción “Misery” lo demuestra con ese estribillo, “Este es el negocio de la miseria y de la mentira”, ¿no? Sí, daba un poco ese rollo. No recuerdo porqué nos separamos. No porque la gente no nos hiciera caso, sino porque quedábamos para tocar y no nos salía nada. Cada vez que sacas un disco, tienes que motivarte un poco más. No es como antes, que hacías los discos porque sí. Tienes que montarte tu película para hacerlo y hasta que no sacamos la película esta del disco nuevo estábamos un poco perdidos. El título del nuevo álbum (“La Bohème”) también responde a una de vuestras

de eso, era un bar de mi pueblo cuando yo era joven. “La Bohème” la relaciono mucho con el fenómeno socialista de los 80 y todo ese rollo de que vuelven los

de estar grabado como está grabado, por elección propia, en una semana, rápido, porque considerábamos que no necesitábamos más tiempo para grabarlo. Sí, si quieres es un poco el negativo del anterior. Después de este disco se pueden hacer mil cosas diferentes. Son discos que responden a estados de ánimo, ¿no? Sí, el otro era muy introspectivo, un poco enfermizo. A mí “Misery and lies” me gusta mucho. Este es un poco más luminoso, lo que tú dices. Es un disco pop. De todas maneras, me pongo a pensar y tampoco creo que sea un disco demasiado diferente a todo lo que habíamos hecho porque, quieras o no, somos muy

80, que me hace mucha gracia a mí tam-

limitadillos como músicos y nos move-

bién. Este sexto álbum me resulta el trabajo

mos dentro de unos parámetros muy

más luminoso de Beef, el más pop. El más normal, sí. Con canciones normales y corrientes. Estábamos haciendo canciones así, en ese plan, entre comillas, normales. Canciones de tres minu-

ciones, hemos intentado hacer un disco pop. Tal vez sean las instrumentaciones, mucho

tos, de pop, con estribillo y todo eso. “La Bohème” sería como el negativo de “Misery and lies”. “Misery and lies” es más roquerillo, más punky. Este no deja de ser punky, no deja

cerradotes. Dentro de nuestras limita-

más variadas, que habéis hecho. El anterior estaba dominado por las líneas de bajo y las guitarras oscuras. Era guitarra-bajo-batería prácticamente todo el rato y en éste, pues nos hemos abierto… ¡buah, …abierto…! Simplemente, había canciones que teníamos


hechas en casa con máquinas y todo eso, y las hemos incluido. El anterior no, era un disco de rock, o de punk, de guitarra-bajo-batería y poco más. Es como si cogieras alguna canción del “Fi Qasr Sheik Al-Dabant” con teclado o alguna que podría ser de Telefilme, ¿no?

siada gente, sino hacerlo un poco a nuestra bola, y lo que hemos aprovechado ha sido el contacto para que lo masterice. Nada más que eso. En un momento dado, como productor y eso, el tipo con el que más a gusto he estado ha sido

diferenciarte de los que no son como tú, de los mainstream. Hace dos o tres años parecía que estábamos asistiendo al fenómeno de acoso y derribo de todo el fenómeno independiente gestado a principios de los 90. Ahora parece que muchos de los grupos

Sí, hay alguna que podría haber entrado en Telefilme. Algún instrumental hay por ahí, sí. “Yo soy el cantante” me parece directamente inspirada en “Operación Triunfo”. ¡Ah, pues no! Cada uno dice lo suyo (Risas). Ayer me dijo un crítico, y me gustó mucho porque no lo había pensado, que es una canción muy Roger Waters, esa con la que comienza “El

él. Sobre todo, después de la experiencia con Kramer, ¿no? Sí, el Kramer era… Hombre, es un señor que… es muy bueno y tal… Lo que pasa es que no se va a romper los cuernos con grupos de Barcelona y tal… Simplemente, lo hacía por el rollo alimenticio, me parece a mí. Y el Wharton Tiers, este señor es como más profesional. Es muy bueno y, aparte, como

Muro”. Lo de “Operación Triunfo”, ¿en

persona nos cae muy bien. Más ade-

¿Con Telefilme? Te acabas creyendo que eres muy bueno

qué lo ves? Lo que dices en la letra… Yo lo veo más politiquillo. Comparar los

lante, para el siguiente, estoy pensando

y eso te mete presión pero luego es la

en llamarlo, porque me gusta mucho

única presión que acabas teniendo.

como trabaja. ¿En qué consiste para un grupo como

Cuando vuelves a la realidad te das

vosotros, después de tanto tiempo, la

cualquier otro. Nosotros nunca hemos

provocación? No te creas que buscamos provocar. Lo

tenido la oportunidad de vendernos a nin-

conciertos de rock con la necesidad que tiene la gente de que le digan por dónde tiene que tirar, qué tiene que hacer. Da lo mismo que te lo diga un político que un cantante de rock. “Hasta hoy ninguno de vosotros quería

que han sobrevivido a todo aquello están sacando buenos trabajos. Parece que ya no existe esa presión. Nosotros la presión esa nunca la hemos notado demasiado, la verdad. Sí, bueno, después de salir el “Tongues”, que te acabas creyendo un poco las mentiras que dicen las revistas de que somos unos genios, de que somos un grupo bueno…

cuenta de que eres tan mediocre como

gún capital, porque nadie nos lo ha ofre-

que pasa es que, a veces, ser uno mismo ya se toma como una provocación. A

cido, no porque seamos más íntegros

veces se nos toma como por cínicos o por provocadores, cuando lo único que

mos… Da la impresión que habéis estado siem-

todos queréis oir mi voz: hoy yo soy el cantante”. Creo que esta parte define a la perfección “Operación Triunfo”, ¿no? No lo había pensado por ahí, pero sí: tienes razón (Risas). “No he tenido que ser el más listo/ No he necesitado ser el más guapo/ Sólo he tenido que esperar a que el escenario se quedara vacío”. Es decir, que ahora que

estamos haciendo es decir lo que pensamos. Y luego te encuentras a una mayoría de gente que piensa lo que nosotros. No entiendo por qué no se dice (Risas). No sé. No es que seamos más provocadores que nadie, sino que sim-

pre dentro del movimiento, pero un tanto al margen, ¿no? Supongo que a la gente le debía parecer como interesante o algo así. Tiene un poco fama lo que hacemos de aburrido por la coletilla que se le pone siempre a todo lo que hacemos de experimental, innovador y ese tipo de cosas que echan mucho para atrás. El sambenito de grupo

no hay absolutamente nada que ofrecer, aparecen ellos y resulta que son la octava

más listos que nadie, sino que aplica-

acompañarme/ Hasta hoy ninguno de vosotros quería aplaudirme/ Pero hoy

maravilla. No lo había pensado. Lo había tomado por el lado de cualquier curriqui, cualquier persona (incluidos nosotros, en un

plemente decimos lo que pensamos y si un disco que hemos hecho no nos gusta pues lo decimos. Pero, vamos, no somos mos el sentido común en todo esto de la promoción y a veces quedamos como bichos raros. De hecho, lo que más nos apena no es vender más o menos discos, sino que la gente nos malinterprete,

momento dado, si fuéramos guapos y con glamour), pues, se le da la oportunidad de que diga la suya, de que la gente se la crea y convertirse en un líder mediático. Ya no hablo de cantantes de rock,

nos tome por graciosos, cuando lo único que hacemos es decir lo que pensamos. Estaba pensando en el estribillo “este es el negocio de la miseria y las mentiras”… Sí, hasta el nivel éste misérrimo del

sino de Luis del Olmo y gente así,

indie, de la independencia y tal, la gente juega el juego de la promoción de verdad, de decir las cosas que todo el mundo espera oir y eso, no sé, no lo entiendo. Teóricamente, eres un grupo independiente o como quieras llamarlo y no puedes ceñirte a las estrategias de las multinacionales, tienes que jugar tu juego. Precisamente por eso, tienes que

¿sabes? Que son gurús de la comunicación, que dicen lo que está bien y lo que está mal y el mundo se lo cree. Habéis vuelto a contar con Wharton Tiers. Sí, no ha sido como productor. Simplemente como colaborador para pasterizar el disco. No queríamos liarnos demasiado, comprometer a dema-

LA BOHÈME, Elefant Records, 2002. Entrevista: Manolo D. Abad.

que nadie. Si me lo ofrecen, ya vería-

intelectual y para listos supongo que echa un poco para atrás y a mí, si veo una entrevista con un grupo que empieza a hablar de vanguardia, de experimentación y rollos de esos, digo, agua, al lorito, cágate. Me puedo temer lo peor. Siempre me he considerado un grupo de pop-rock. No de post-rock, ¿eh? (Risas). De poprock. Sin embargo, cuando tocasteis en Gijón sí que fue experimental, ¿no? (Risas). Fue porque no podía venir Blas, que es el batería y optamos Juanjo y yo por hacer el freak ahí, con unas maquinitas. Me parece que no le gustó a casi nadie (Risas). Un recuerdo infausto marcamos allí (Risas). Yo me lo pasé bien, ¿eh? (Risas). Esteban, de Medication, me dijo que le gustó y a mí con eso ya me llega.

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L A Ú LT I M A C A N A N A D E PA N C H O V I L L A

autoría. Cuando el abate Sieyès, con su inmortal panfleto “¿Qué es el Estado [llano]? Estamos de rodillas, levantémonos”, asestó el primer golpe a la aristocracia política, fundó sin saberlo la aristocracia literaria. canana. Una canana es un ejemplar de ideas, que busca aglutinar con excelencia pequeñas y grandes joyas en verso, prosa, ensayo, dibujo, fotografía, pintura, culinaria, cartelismo, pichurraditas

dinero. Se puede hacer una canana desde

haces tú, y éste es un punto de una importancia extrema, hasta el punto de que a todos los

barato barato: 30 ejemplares, 4 pliegos, cartulina en color de portada: 10 euros. Y de aquí, ya, para arriba. Eso, tú mismo. editor. La última canana de Pancho Villa NO es una editorial. El editor de cada canana es el que la hace. historia. La primera canana se publicó en la primavera de 1995. La última hasta ahora (la 382), en mayo de 2002.

que han alcanzado esta percepción fundamental del tinglado en sí, se les llama Iluminados. // P. ¿Tengo que poner un seudónimo a mi canana? R. No necesariamente. Hay gente que no pone nada y otros las firman con seudónimos, heterónimos, anonimatos, alfónimos, alias, alónimos, anemónimos, antropónimos,

y el número de canana adjudicado. 3. Una vez hecha la canana, remitir al comité de apoyo un mínimo de cinco ejemplares de la misma. Pronto, como en cualquier pirámide que se precie, comenzarás a recibir en tu buzón ejemplares de cananas hechas por otros cofrades. // Véase canana, véase comité de apoyo. tipografía. Utiliza estas tipografías: LA ÚLTIMA CANANA DE PANCHO VILLA:

holísticas, ex periodismo, y

imagen. Sirve para unificar

nombre y un apellido, su pro-

Times New Roman (en

aquí un etcétera largo como

la colección. Se apoya en 4

pio nombre y dos apellidos,

negrita). El cuerpo: 16 ó, si

un tren de carga.

requisitos, que debe cumplir

títulos nobiliarios, apodos de

no te entra por los márge-

comité de apoyo. Existe,

cada canana: 1. El tamaño,

guerra, etcétera. Muchas son

nes, 14, tampoco hay que

por razones prácticas, un

que será, en postura de

colectivas. Otras de clásicos.

volverse loco, esto son las

comité de apoyo que se encarga de la coordinación de

reposo de la canana, DIN A-

LUCDPV. Si quieres un número

CANANA DE PANCHO VILLA,

para hacer una canana, si quieres que se te mantenga infor-

que debe figurar en la portada

Las hay con créditos exhaustivos. Las hay sin créditos en absoluto. Cada cual hace lo que le parece, con su canana.

mado de las actividades de otros cananeros, si tienes dudas prácticas o de doctrina, si la fe parece como si quisiese abandonarte, escribe a J. Barral en jjbarral@teleline.es; a J. Berros, en Polledo 10 / 33172 Ribera de Arriba / Asturias / España, o a B. García, en paquebot@las.es. difusión. Se distribuyen por el sistema de a ver si te gusta esto a personas distintas en cada caso. Es el autor el que elegirá a qué manos confía el grueso de su obra. No existen listas de envíos, suscripciones, etc. Esto es un punto. Con treinta cananas, se pueden tener quizá veinte de público, y cinco de ellos, atentos. Esto es un puntazo. El comité de apoyo (véase) se encarga de intercambiar las cananas que les llegan entre los autores de anteriores cananas, y de esta forma, fluyen y se mezclan los líquidos de cada cual, y sus pólvoras.

5. 2. La cabecera LA ULTIMA

La cosa es hacerla. Consulta las ideas generales en autoría y la lista exhaustiva de límites, en límites. // P. ¿Puedo yo hacer una canana? R. ¡Pues claro, tronco, colega, agricultoras de todos los hemisferios todas, damas ciegas de té y Miguel Ángel, herr profesor, tío: eso es precisamente lo que estamos intentando transmitir: tú la haces, se la pasas a tus amigos, la envías a tus colegas extramuros, la

de cada canana. 3. El número de canana, que debe figurar en la contraportada de cada canana 4. El año de publicación, que debe figurar, inmediatamente antes del número de canana, en cada canana. // A quien quiera hacer una canana se le facilita la cabecera de la colección y el número de canana correspondiente, así como todo el asesoramiento necesario para llevarla a cabo. De esta manera, cualquiera puede hacer una canana desde cual-

mueves por los barrios bajos de tu posición, y te quedas más ancho/a que largo/a, etcétera. registro. Para que una canana vaya a ser tenida por tal entre los especialistas de

quier punto del planeta. límites. Las cananas tienen en su formato en posición de reposo DIN A-5 (148 x 210 mm) el único límite a la cre-

2090, es imprescindible cum-

ación, y en su registro (véase) el único requerimiento para formar parte de la colección. preguntas más frecuentes. P. Oye, me

plir estas condiciones, en el orden que se citan: 1. Pedir un número o los que sean para la/s canana/s que se desea/n hacer. 2. Incluir en la portada la cabecera LA ULTIMA CANANA DE PANCHO

gusta esta historia. Ahí os mando un original a ver qué os parece. R. Amigo, tres jugadas sin tirar y vuelves al principio: la canana te la

VILLA y en la contraportada el año de edición

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cananas, recuerda, no engaleradas tracias. Año en números romanos: Bookman Old Style 14 (en negrita y minúsculas). Número de canana: Symbol 14 (escribe tras la fecha el número de tu canana en cualquier tipo español en minúsculas y sin negrita (uno, dos, ciento cuarenta y tres), pínchalo con el ratón y engriégalo a Symbol (uno, dos, ciento cuarenta y tres) a tamaño catorce o al que te pete. Luego pilla la línea entera y ajústala a la derecha, o no. // En un detalle que honra al cuerpo de cajistas, estas tipografías pueden alternativamente pedirse, en formato papel, listas para montar, al comité de apoyo. tirada. Hasta la fecha, la tirada media de una canana es de treinta o cuarenta ejemplares, pero hay gente que ha tirado diez, y otros, cien, doscientas, cuarenta y cinco, veintidós, etc. // “Nuestro vino es rico, como para mil tazas” (Li Po). // Véase siempre, ante cualquier circunstancia, canana y límites.



Emparentado con escritores malditos como Rimbaud, Burroughs o Genet, políticamente incorrecto desde antes de que se inventara la corrección política, radical

Cooper

hasta el paroxismo, Dennis Cooper (Pasadena, California, 1953) ha ido construyendo a lo largo de varias décadas una obra narrativa y poética en la que la violencia, las drogas y la homosexualidad, el amor y la muerte, constituyen los argumentos e impulsos principales. Más

¿Cómo te sientes con la publicación en España de tu poesía? Bueno, naturalmente estoy muy contento. Escribí la mayor parte de mi poesía cuando era más joven, mucha de ella cuando era un adolescente, así que me resulta curioso que todavía haya gente interesada en ella. Por supuesto, me pregunto cómo habrán quedado los poemas después de ser traducidos al castellano. Hablaba español con fluidez cuando era pequeño, pero lo he perdido casi por completo, así que leo las traducciones y no puedo decir lo que ha cambiado. Creo

conocido como novelista

que no saberlo es lo que lo hace más interesante.

(“Cacheo”, “Tentativa”...),

En estos últimos años te has concentrado en tu trabajo como narrador. ¿Has olvidado completa-

recientemente, Acuarela Libros ha publicado una

mente la poesía? Completamente no, pero ahora muy raramente escribo poemas. Ya no me llegan de forma espon-

amplia selección de sus poe-

tánea. Por ejemplo, llevo cuatro años trabajando en una serie de cinco poemas. Antes un poema

mas bajo el título de “Dream police” y en versión de Jesús Llorente. Un viaje al lado más

me llevaba un día, una semana como mucho. ¿Por qué has preferido publicar los textos sólo en español, sin las versiones originales? En los Estados Unidos los libros de poemas de otras lenguas casi nunca se publican en versión

salvaje de la existencia.

bilingüe, así que supongo que me parecía normal y natural hacerlo así. Además, quería que el lector se enfrentase al poema como si éste hubiera sido escrito originalmente en castellano,

30

especialmente al haber hecho la traducción otro poeta. ¿Recuerdas tus primeras lecturas públicas? ¿Qué otros poetas leías entonces? Di mis primeras lecturas en los primeros años 70, cuando iba al colegio. Allí gané varios premios literarios y tenía que leer en público cuando los recogía. Tengo un recuerdo terrible de aquello; los estudiantes que me escuchaban parecían pensar que estaba endemoniado... Los primeros poetas que amé fueron Rimbaud, Baudelaire y Lautreamont, a los que leí cuando tenía quince años. Me interesaba mucho, en general, la poesía francesa. Más tarde, en el colegio leí a poetas americanos como John Ashbery, James Tate, John Wieners y James Schuyler, que fueron muy importantes para mí. ¿Siguen interesándote los mismos nombres? ¿Qué poetas lees ahora? Sí, aún los leo. Rimbaud en particular es todavía uno de mis dos o tres escritores favoritos de todos los tiempos. Sin embargo ya no leo actualmente tanta poesía como leía. Mucha de la poesía americana contemporánea es aburrida y academicista, y la poesía de otros países casi no se publica aquí porque los americanos sienten un desinterés crónico por otra cultura que no sea la propia. Eso hace difícil encontrar nuevos poetas interesantes y es probablemente la razón de que lea menos poesía. Hay algunos autores americanos actuales que leo y que me gustan mucho: Amy Gerstler, Elaine Equi, Eileen Myles y David Trinidad son algunos de ellos. Tu poesía es de un realismo casi brutal, lejos de cualquier concepción academicista... Como escritor de poesía y narrativa soy básicamente un autodidáctica y además dejé la escuela después de un año, así que no pudo afectarme ninguna concepción academicista de la escritura. Mis escritores favoritos siempre han sido rebeldes y visionarios con un mundo propio, y siempre he visto mi obra como un espacio para decir la verdad absoluta. El arte que me gusta es el que me produce una sacudida, el que me hace sentir y pensar en cosas nuevas e intensas, y lograr eso es mi meta también como escritor. Tu poesía es abiertamente homosexual y presenta una visión sombría de ese mundo, lo que ha provocado el rechazo de la comunidad gay. ¿Cómo te sientes respecto a ese rechazo? En realidad, no es mi poesía lo que suscita el mayor rechazo de la comunidad gay, sino mis novelas. En comparación, el desolado romanticismo de mi poesía en lo que se refiere al amor y al sexo debe parecerles un mal menor. En cualquier caso, mi obra no es muy popular entre la comunidad gay más conspicua. Mis lectores gays suelen ser jóvenes que sienten lo mismo que yo:


¿Cómo imaginas las reacciones de tus lectores heterosexuales? My experiencia me dice que los heterosexuales comprenden mi poesía bastante bien. Los sentimientos y las ideas que expresan mis poemas no son específicamente gays. Creo que las mujeres heterosexuales los comprenden mejor que los hombres, obviamente. Pero a mí me interesa mucho la poesía de tema heterosexual así que lo contrario es lógico. ¿Qué encuentras tan fascinante en un personaje como John-John Kennedy? Supongo que lo ves como un paradigma. Estuve realmente fascinado por John Kennedy Jr. durante unos cinco años. En esa época él era joven, un adolescente que se convertía en un muchacho, y los americanos todavía estamos muy obsesionados con los Kennedy. A JFK Jr. se le veía como un príncipe, aunque en realidad era un chico introvertido, confuso y dubitativo. Yo también me sentía identificado con él de un modo personal, como hijo de padres sanos que tampoco vieron cumplidas sus expectativas. Básicamente, cada vez que veía un reportaje sobre JFK Jr. en las noticias, yo escribía un poema sobre él, y los que aparecen en “Dream Police” proceden de esa serie. Así que supongo que le veía como un paradigma del sueño americano, pero también como un paradigma de mí mismo. ¿Qué sentiste cuando murió? Cuando murió ya no me interesaba realmente. Sentí lo que sintió todo el mundo, que era triste y trágico porque se trataba de un tipo decente. ¿Conoces la poesía española? ¿Qué opinas de ella? Casi no me atrevo a decir que conozco algo, principalmente los nombres más importantes, porque la verdad es que no he leído mucha poesía española. Me gustan mucho algunos autores pero no tengo una opinión exhaustiva, informada, de la poesía española. Nunca tuvo para mí la trascendencia que tuvo la poesía francesa, lo cual tiene que ver con mi extravagante sensibilidad, que por algún motivo parece hallar camaradería en algunos poetas franceses. ¿Cómo viviste los acontecimientos del 11 de Septiembre? ¿De qué modo te han afectado? Al principio, me sentí aturdido, como todos aquí, porque fue espantoso y porque no había precedentes de algo parecido en nuestra historia. Como mucha gente que conozco y respeto, me ha politizado. Los ataques y la respuesta del gobierno, el tratamiento de los medios de comunicación y el repentino y duro patriotismo del público americano han mostrado muy claramente la arrogancia, la codicia, la mezquindad y la deshonestidad de nuestra política exterior, y cómo los americanos nos hemos crecido en los aspectos más feos de nuestra democracia capitalista. Creo que por primera vez en décadas hay una clara posibilidad de que la gente joven, los artistas y la izquierda empiecen a andar juntos para crear algún tipo de movimiento sólido que tenga fuerza para cambiar nuestro sistema, y eso es excitante. ¿El abismo entre cierta “cultura oficial” y la cultura popular es insalvable? Hay, definitivamente, un abismo insalvable, pero hasta que la gente no supere la fascinación por cosas como la fama y la industria de la moda y empiece a pensar por sí misma, el abismo permanecerá invisible y será insuperable. Supongo que me gustaría que la gente tuviera ansia de conocimiento y deseo de abolir ese abismo, pero por el momento la gente sólo está interesada en el placer y en mantener las cosas como está.

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Entrevista: José Luis Piquero.

la oportunidad de construir nociones del amor, la política y la vida en general completamente nuevas, pero en vez de eso la mayoría de los gays aquí prefieren adoptar lo peor, los aspectos más descerebrados de la cultura americana, agrupándose en comunidades estrechas en las que todos y todo es gay, pretendiendo que el resto del mundo no existe. Después de tanta lucha por los derechos y el reconocimiento, es grotesco ver que se desperdician de este modo las nuevas libertades. Recientemente, algunos de tus poemas se han publicado en una antología de poesía gay y lésbica. ¿Qué opinión te merece? Bueno, soy gay y mis poemas tratan a menudo del amor y el deseo entre hombres, así que me parece normal.

Romanticismo desolado

que la comunidad gay representa el peor aspecto de la sociedad americana (consumismo, antiintelectualismo, narcisismo, superficialidad y conformismo en general). Me gustaría que profundizaras en este punto, en tu percepción del “lobby gay”. Es muy deprimente ver cómo los gays americanos dedican su existencia a la búsqueda de un estilo de vida burgués, sin inquietudes políticas o de otro tipo que no sean su propia comodidad, su erotismo light o el mero hecho de ser gays. La tradicional marginación de los gays nos daba



la mirada

honesta contra el

olvido

que los informes más o menos oficiales de lo que fue la evolución política. El trabajo a pie de calle, de recoger cómo estaba viviendo todos los cambios el pueblo español sólo lo hicimos nosotros. ¿Cómo recuerdas aquel tiempo y aquel rodaje? Lo que más recuerdo es el desconcierto de

como defendían sus propias ideas. A mí me parecía magnífico que una chica estupenda defendiera la ideología fascista. Me parecía importantísimo mostrar a alguien que sin ser un monstruo defendía el fascismo a pecho descubierto, porque eso era lo más preocupante del fascismo, que había gente estupenda en

me permite fijar imágenes para que queden ahí para siempre –dentro de lo que pueda ser para siempre–. Lo importante es recuperar la memoria para las futuras generaciones, eso es lo que me preocupa. Mi apuesta es contar la realidad de manera que quede para el futuro, más que otra clase de compromisos de tipo ideológico

encontrarnos un país que no pensábamos que estaba en tal estado. Fuimos descubriendo lo que pasaba a medida que rodábamos. Por otro lado, lo recuerdo como algo apasionante, como estar descubriendo un nuevo mundo, un país que desconocíamos en muchas cosas y que creíamos distinto. El trabajo fue muy duro, dos años de rodajes continuos, selección de material, sonorización... Hubo muchos momentos difíciles, incluso peligrosos... Pero si tuviera

sus filas. Y lo mismo pasaba en el extremo opuesto. Esa forma de hablar tan libre de prejuicios me asombró en aquel momento y me sigue asombrando ahora. Ahora sería muy difícil un resultado parecido. Ya nadie es nada. No lo sé, me dan ganas de volver a echarme a la calle con una cámara y bucear en fenómenos nuevos, como el de la antiglobalización, para ver lo que me encontraba. Por lo que una lee no acaba de saber

o político. Pero también habría otras lineas maestras: la identidad femenina. Claro, eso es lo que a mí me afecta. Tengo que ver el mundo desde mi óptica y como desde mi óptica no se cuenta nunca... eso transciende aunque no lo quiera. Cuento historias desde una perspectiva que no es la habitual porque es la mía y me preocupa. Me interesa la evolución y la integración de la mujer en determinados espacios.

que definirlo con una sola palabra ésta sería

muy bien qué es lo que la gente piensa en rea-

Cecilia Bartolomé es un nombre oculto del cine

apasionante, sin duda fue un rodaje apasio-

lidad. Hay que entrar en los sitios donde no hay

En estos momentos también eres productora. ¿Vocación o necesidad? Necesidad. De voca-

español. Responsable de películas como “La

nante. En su estreno no fue entendido del todo... Era

cámaras, en los que no son políticamente

ción nada, aunque ya le voy cogiendo el gusti-

siesta” (1962), “La noche del Dr. Valdés” (1964),

correctos, y desde ahí investigar la realidad.

llo. En estos momentos los directores que no

“Carmen de Carabanchel” (1965), “La Brujita”

una película en la que, ya que la objetividad es

Me apetecería mucho rodar una película así

producen se pueden contar con los dedos de

(1966), “Plan Jac Cero Tres” (1968), “Margarita

imposible, intentamos ser lo más honestos que pudimos. Dimos voz a todos los grupos, todas

pero no creo que lo haga porque realmente es

una mano. Todos acabamos produciendo o por lo menos siendo promotores de la idea. Los

por una serie de problemas de todo tipo –unas

un trabajo agotador. ¿Cómo valoras la actual resurrección del documental como género cinematográfico? Esto es como una especie de péndulo que va y viene. Hubo épocas en las que se consideró que el documental no era un género interesante; ahora,

prohibiciones de censura no directas–, no se estrenó a su tiempo sino dos años después y ya sin promoción y de mala manera. Las dos semanas que estuvo en cartel en Madrid, el cine estaba hasta los topes. Por ejemplo, Víctor Erice me contó que se tuvo que sentar en el suelo porque no encontró una silla. Después, los pases por televisión dieron los mayores rankings de audiencia, lo que quiere decir que la

afortunadamente, vuelve a estar en boga. Un cine que no tiene una vertiente documental importante está castrado. El cine documental es una de las líneas de actuación más interesantes e importantes, porque abarca todo aquello que no es ficción pura: psico-drama, cinema-verité, reportaje... Es un terreno de investigación importantísimo con el que buceas en la realidad de un país... Es como el ensayo

eso sólo pasa con los directores jóvenes, por el tema de las subvenciones. Date cuenta de que incluso Víctor Erice acaba de montar su propia productora para sacar adelante la película en la que está trabajando ahora. ¿Y tú, en qué estas trabajando en este momento? ¿Qué proyectos tienes más avanzados? Tengo dos al mismo nivel. Uno es la adaptación de “El silencio de las sirenas”, la novela que Adelaida

gente entró muy bien en la película. Un problema añadido fue que cuando se pasó en el Festival de San Sebastián había miedo de que despertara una reacción contraria y lo que nos

García Morales escribió a la vez que “El Sur”.

encontramos fue una postura supercivilizada por parte de todos los grupos. Por ejemplo, el

en la literatura, fundamental. ¿Crees que la buena salud actual de este género se puede deber a un cierto fracaso de las propuestas ficcionales? No, lo que pasa es que cuando hay un documental que funciona, las productoras dicen: “Vamos a por otro”. La fic-

diario abertzale Egin hizo una doble crítica de

ción ha funcionado siempre, hay películas de

ción. El otro proyecto va un poco más retrasado. Se titula “La torre de Babel” y es una comedia satírica, en una línea muy esperpéntica, sobre el racismo y otros problemas. Quiero rodarla

la película: una ideológica, en la que expresaban su desacuerdo con cómo estaba tratado

éxito y películas de fracaso. Dicen que este año fracasó mucho la ficción española. Yo vi casi

en América Latina y en estos momentos el proyecto está entre Cuba y Venezuela porque quiero

su grupo político, y otra muy honesta sobre el

todas las películas y no considero que sea un

contenido de la película. La dificultad estaba en las altas instancias políticas, a las que debió molestar mucho la película porque no podían catalogarla. La gente no me dio problemas; los únicos problemas vinieron del Gobierno, que

año especialmente malo. Hubo buenas películas que no tuvieron la promoción suficiente y “grandes peliculones” que fracasaron estrepi-

montarlo en coproducción con dos países de la zona. No sé cuál de los dos arrancará pri-

pensaba que la película podía ser inoportuna. Esa mirada honesta que algunos no entendieron es lo que, a vista de hoy, revaloriza la cinta. Por supuesto; ahora veo la película y todavía me asombro de cómo la gente se expresaba y

comprometida, detrás de la cámara. Sí, a mi me interesa mucho el olvido, rescatar las cosas. Me preocupa mucho, tanto en la ficción como en el documental, trabajar por el recuerdo y tengo la suerte de trabajar con un aparato que

y el lobo” (1969), “Vámonos Bárbara” (1997), “Después de... Primera Parte: No se os puede

las tendencias y todos los partidos. Esto des-

dejar solos” (1981), “Después de... Segunda Parte: Atado y bien atado” (1981) y “Lejos de

pertó susceptibilidades en todos los bandos,

África” (1996). Con “Después de...” salió a la calle a captar el pulso de la transición, consiguiendo el retablo más completo de aquel momento histórico. Ahora, peleona, intenta sacar adelante dos nuevos proyectos. ¿Cómo se ve “Después de...” tantos años más tarde? Desgraciadamente hay temas que siguen estando de absoluta actualidad, aunque hay otros que por suerte evolucionaron. De todas maneras creo que en general se aguanta bastante bien. La gente joven, hablo por mis hijos y sus amigos, la siguen poniendo porque les interesa saber lo que pasó y se divierten mucho

cula fue muy bien recibida. El problema fue que,

viéndola. ¿En qué temas hubo menos cambios? En el tema de la mujeres, uno de los que se trata en la película. Los problemas que se planteaban entonces siguen de plena actualidad: la inseguridad, el aborto, el divorcio... aún están sin resolver. Son cuestiones que no encontraron una unanimidad, sobre todo entre el colectivo afectado. Después de treinta años el valor de esta película es todavía mayor como documento. Sí, sólo nosotros nos preocupamos de recoger las opiniones de la gente de la calle y ver lo que estaba pasando a nivel de pueblo. Por eso aumentó el valor de la película, porque es un documento histórico de gran valor. Actualmente lo están pasando en algunas facultades de historia como testimonio de un periodo del que no hay más

pero no la recibieron mal, al contrario; la pelí-

tosamente. Volviendo a tu cine, siempre una mirada social,

proyectos en los que estoy trabajando ahora espero no producirlos yo, pero sí que estoy luchando desde el origen para sacarlos adelante. Es muy difícil que en estos momentos un productor te llame para dirigir una película;

Conseguí el apoyo de varias televisiones y estamos intentando acabar de cerrar la produc-

mero... Tendrás muchas ganas de volver a coger una cámara. Muchísimas. Llevar la producción significa parones muy fuertes. Estar metida en las dos procesos es estar en misa y repicando las campanas al mismo tiempo. Resulta muy difícil. Entrevista: Ramón Lluís Bande.


El sol quema pero no consigue calentar. Nos escondemos en la sombra. Las palabras van saliendo despacio, reflexivas. Aceleran. Frenan. Se ralentiza el día. Las palabras derriban los muros que el miedo construye a nuestro alrededor... Chus Fernández (Uviéu, 1974) acaba de publicar su primer libro. Un libro importante. Muy importante: “Los tiempos que corren”.

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Me puse a leer tu libro y en la mano tenía un espejo. Eso me gusta. Me halaga, porque el espejo depende más del que mira que de lo que refleja. Conseguir que el reflejo sea el mismo partiendo de modelos diferentes me gusta mucho. Me hace sentir satisfecho. Creí que era una novela y me encontré con una colección de poemas. No creo que sea una novela. No sé lo que es una novela. Tampoco creo que sean poemas; cuando estaba escribiendo no tenía esa sensación. También hay gente que piensa que es una colección de

Endurecimiento del cuerpo y endurecimiento del espíritu. Creo en este tipo de cosas como una consecuencia y no como un objetivo. La gente que menos respeto son los falsos mártires, los que van de Henry Miller y en el fondo son Antonio Gala. Tienen lo marginal como un objetivo y no como un resultado; no es una consecuencia de no poder vivir la vida que quieren y tener que vivir la propia. Cuando intentas seguir adelante a pesar de todo endureces el espíritu. No soy la misma persona ahora que hace un año y medio, hubiera preferido no pasar por nada de lo que pasé, pero me siento más fuerte ahora mismo.

relatos... No lo sé. Hay un personaje y alrededor de él se va formando una historia. Ahora no me importan los géneros, antes sí. Antes creía que lo que no era novela, relato o poema no era nada... En este momento sólo me importa el resultado, no el mapa del camino. ¿Qué viene después de un punto y aparte? Una mayúscula, dicen... Un espacio, y con ese espacio viene el silencio. En mi vida llegaron mucho más al fondo y son mucho más importantes los espacios que separan las partes de mi vida que las propias partes. Mi vida no es nada, una sucesión de espacios vacíos. ¿Valen más esas palabras que no quieren salir del silencio? Importa lo que no has dicho. No podría vivir sin silencio, necesito el silencio más que nada, pero también necesito saber que puedo salir de él. Descubrir que detrás del silencio sólo hay otro silen-

No importa la ciudad de la que se sale ni a la que se va, sólo importa el viaje. Por supuesto. No recuerdo ningún viaje que no empezara con un entusiasmo increíble y terminara decepcionando. Si me había ido bien el viaje, no quería volver y si me salía quería volver y entonces el viaje no servía de nada. Soy la misma persona en cualquier parte del mundo. La diferencia es el silencio. Estar en una ciudad llena de ruido en la que nadie conoce tu nombre es un privilegio que me gustaría poder disfrutar. ¿Las mejores cosas son las que no empiezan ni acaban pero existen? No sé cuáles son la mejores cosas. Las cosas son buenas o malas según cómo estés tú; de hecho las mismas cosas cuando se repiten son diferentes. Prolongamos todo más de lo que debería durar y el dolor es un círculo. Lo único que intentamos, ante la imposibilidad de vencerlo, es arrinconarlo.

cio me hace sentirme tranquilo porque tengo la sensación de saber algo que los demás no quieren

¿La trama siempre es un accidente? Eso me llegó a obsesionar. Siempre intentas que pase algo, que las cosas tengan un principio, un

saber, pero a la vez es muy malo porque no veo ninguna salida. Un silencio impuesto o un silencio construido. A raíz de ser un silencio impuesto desde fuera, llegó la necesidad de prolongar ese silencio desde

nudo y un desenlace. Ahora eso me parece jugar y perder y decidí escribir hacia adelante. Sin preguntar hacia dónde ni para qué. Seguramente si dejara de hacerme esas preguntas también en mi

dentro.

vida, empezaría a disfrutar de la vida y no a cargar con ella. Pero no puedo dejar de preguntarme

Marguerite Duras es la mejor amiga en la noches de insomnio. Es una de las más importantes. Pero también están Bukowski, Carver, Salinger, Berger... Estos cinco supongo que me van a acompañar siempre. ¿Qué aprendiste? Que no hay ninguna posibilidad. ¿De quién? De mí mismo. Otra gente (el chico de la moto, García Alix, Bowie, Young, Cave, Alfaro...) me ayudaron a sentirme acompañado, pero no me ayudaron a sentirme menos solo.

para qué. Lo malo de hacerte esa pregunta es que la respuesta es siempre la misma: no hay nada que merezca la pena. En mi libro la trama llega como resultado de la escritura y no la historia como resultado del argumento. Nick Drake dijo: “Me gustaría que las canciones fueran como las palabras en una conversación”. En tu libro es así. Nick Drake también decía: “He fallado en casi todo”. Supongo que con palabras de Nick Drake te contesto a palabras de Nick Drake. Se escapa de lo que se quiere. No, se escapa de lo que se puede. Lo malo es cuando te da un ataque de dignidad y te dices: se acabó escapar, voy a afrontar. No sabes qué afrontar, no sabes cómo y si ganas te das cuenta de

¿La emoción se trasporta mejor en frases cortas? Son disparos que no tienen por qué matar. La poesía tiene la capacidad de concentrar la emoción y ser más directa que nada. Me interesa la respiración de la poesía en la narrativa. ¿Qué marca más el punto del que sales o el punto al que quieres llegar? Del que sales no puedes elegirlo; puedes intentar negarlo o convertir los vicios en virtudes. Al que quieres llegar es un poco el faro. Si tienes claro cuál es el origen y ves bien la luz del faro quizás llegues a algún sitio; si no, es muy posible que te pierdas. ¿La conciencia de clase es importante? Creo que sí, pero no me gusta lo que se entiende por clase. Más que la conciencia de clase me importa la identidad. No cambiar sino añadir. No prender fuego a un bosque para después plantar otra vez, sino intentar buscar más allá de los límites de ese bosque. Me importa la mirada más que los hechos. Cuando las cosas dejan de tener interés sólo importa la manera de nombrarlas. ¿La escritura como ejercicio moral? Más gente me comentó que en todo lo que escribía había una carga moral. Lo único que puedo decir es que todos los artistas (escritores, cineastas, músicos...) que me interesan tienen una fuerte intención moral. Cuando te comprometes con algo y llegas a ser dominado más por la necesidad que por la intención, siempre hay algo moral detrás de ello. ¿Cómo se consigue no perder el equilibrio a pesar de los golpes? No sé cómo se puede conseguir. Creo que sólo hay dos clases de golpes, los que te matan y los que te dejan seguir.

que estabas más vivo cuando escapabas. Cuando viví movido por el entusiasmo de encontrar algo me perdí, era mentira. Y no hay nada peor que la mentira, nada. Vivo rodeado de mentira por completo. Sólo tengo lo que está en la dedicatoria del libro: a mis padres, a mi hermana y a mi novia... y algún amigo. No hay nada más. Sólo partidos que se pierden y partidos que se ganan y ya no disfruto jugando... Tengo ganas de volver a saltar al campo nervioso, santiguándome y atando con firmeza las botas. La familia. La familia es todo. Los padres son ese teléfono que deja de sonar cuando te decides a descolgarlo, tengo pánico a eso. Tengo pánico a no ser agradecido con mis padres, a machacarlos, a fatigarlos, a no darles ni la mitad de lo que me dieron. Tengo pánico a que mi sombra mate de frío a mi hermana, quiero que sea ella la que caiga y se levante, que encuentre su propio espejo y no se mire en el mío... Tengo miedo a todo... Me siento mal cuando despierto.

Entrevista: Ramón Lluís Bande. Foto: Alberto Suárez. LOS TIEMPOS QUE CORREN, Premio Asturias Joven. Editado por Tal y Cual, 2002.


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Los libros son fotografías borrosas, desenfocadas, que van ganando nitidez a medida que sus páginas corrigen la distancia focal, ajustando la apertura del diafragma y la velocidad de obturación. Si en un principio basta con el título para leer un libro, al cual se le imaginan mil y una peripecias encerradas en un par de palabras, luego basta con haberlo leído para poder verlo, para darle forma de verdad. Cuando la niebla que lo cubre todo en las páginas de un libro desaparece, uno puede encontrarse con un paisaje o con un retrato, o con ambas cosas. El paisaje sería lo que el escritor vio pero no pudo fijar en un fotograma, describiéndolo entonces con palabras; y el retrato sería el del escritor, cuyas facciones asoman en cada punto y aparte, en cada coma o paréntesis, en cada adjetivo, nombre, adverbio o preposición. De esa forma, la lectura implica un doble ejercicio para la mirada: por una parte reconstruye el


lugar sobre el que se han posado unos ojos, y por otra intenta asimismo ver esos ojos. Nada más lógico. Al fin y al cabo, para entender el valor de un paisaje, tanto su relación con quienes lo habitan como su relación con quien lo describe con la mirada, es necesario estudiar el rostro del espectador. En el caso de los libros, es imprescindible observar el rostro de sus autores, porque sólo así se desvela su verdadera naturaleza, quizás incluso su significado. Estas fotografías de fotografías no son intentos de ver sino de entender miradas. Puede decirse, por tanto, que no inician un trayecto, sólo lo prolongan. Su valor, de tener alguno, reside en absorber imágenes dentro de imágenes, poner de relieve cómo, de hecho, en el mundo que aparece ante el ojo cada mañana hay fragmentos que ya no existen realmente, son espectros a los que se les da el nombre de miradas, fotografías o imágenes, como guste cada cual. En mi mundo en estos momentos, muchos fantasmas son rostros de escritores. El rostro de un escritor es un fantasma que habita en el interior de los libros, y yo vivo ahora rodeado de libros. Los libros son espectros que habitan en la enorme biblioteca de la realidad, donde hay siempre una parte de cada uno que queda atrás sin que llegue a su destino, acaso por las prisas o porque todo está abocado a desaparecer antes o después. Me considero un taxidermista de miradas; las embalsamo y luego las coloco en mi mundo, para ampliar con ellas el tamaño de mis miradas, que por sí solas serían demasiado limitadas. También ellas me embalsaman a mí, luchando contra mi mirada e imponiéndose a mi mundo o intentándolo al menos. Pero al final, mis miradas desaparecen en las miradas ajenas y éstas, a su vez, desaparecen al coincidir todas al mismo tiempo en el mismo espacio. Yo adoro aquello que otros desprecian; no me gusta verme en los lugares a donde llegan mis ojos; sin embargo me gusta encontrar en ellos las miradas que con anterioridad dejaron quienes me precedieron. En dos espejos frente a frente la misma imagen se proyecta hasta el infinito. Comienzo entonces a verla y tengo la sensación de estar abriendo un libro, un libro todavía en blanco que pronto comenzará a narrar una historia, la más seductora de todas las historias, la de la mirada, que se acaba cuando una imagen se pierde para siempre en su propio encuadre; por eso yo la libero y le doy nueva vida, añadiéndola al paisaje de mi existencia.

Texto y fotos: Hilario J. Rodríguez.


Pocos cambios de siglo han sido en la historia del arte tan turbulentos y revolucionarios como el paso del XIX al XX, con la supervivencia de las estéticas clásicas y el alumbramiento de las nuevas tendencias que darán paso, ya entrada la centuria, a la ruptura de las vanguardias. En España es también el momento del surgimiento de las identidades artísticas regionales: los modernistas catalanes (Santiago Rusiñol, AngladaCamarasa...) o los pintores asociados al núcleo vasco (Zuloago, Echevarría...), asturiano (Piñole...), cántabro (Iturrino), etcétera. Es también el momento del surgimiento en Cataluña del Noucentisme (término acuñado por Eugeni d’Ors), con autores como Joaquím Sunyer o Joaquín Torres García. En escultura, personalidades como Julio Antonio o Pablo Gargallo empiezan a trabajar al margen de cualquier academicismo. Se trata, en suma, de un periodo rico en propuestas y nombres propios al que ahora podemos acercarnos en el Palacio de Revillagigedo de Xixón, gracias a la exposición “Cambio de siglo (1881-1925)”. La muestra, fruto de un convenio entre el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) y la Confederación Española de Cajas de Ahorro, forma parte de un plan que a lo largo de cuatro años acercará a distintos puntos de España los fondos del centro, trazando un recorrido que empieza en 1881 (año del nacimiento de Picasso) y termina en 2000, con la creación más rigurosamente contemporánea. «Cambio de siglo (1881-1925)» comprende pues el primer tramo del plan, titulado genéricamente «Arte para un siglo». A finales del XIX, un cierto estilo realista e histórico sigue cosechando los éxitos institucionales y las medallas de los principales certámenes. Sin embargo, los pintores más jóvenes ya manifiestan una clara inquietud de búsqueda de estilos más modernos, alejándose de las represen-

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taciones folclóricas, paisajísticas o míticas más tradicionales. El País Vasco y Cataluña aglutinan a la mayor parte de estos nuevos creadores, genuinos representantes de un simbolismo renovador con fuertes raíces regionales. La renovación, en algunos casos, tendrá fuerza suficiente para impregnar durante años la cultura y el alma españolas (Gutiérrez Solana sería un ejemplo). Los neucentistas, por otro lado, marcarán la vuelta hacia un clasicismo moderno a partir sobre todo de la Primera Guerra Mundial. En cuanto a los escultores, mayormente alejados de la vanguardia, se empeñarán en una revisión de los procedimientos técnicos que les lleva a prácticas más personales, como la talla directa, que recupera la figura del artista artesano frente a los procesos industriales. Serán autores como Julio Antonio quienes rompan también la ligazón de la escultura española a los ambientes oficiales. La nómina completa de pintores representados en la exposición es la siguiente: Hermen Anglada-Camarasa, Eduardo Chicharro, Juan de Echevarría, Julio González, Francisco Iturrino, Isidre Nonell, Nicanor Piñole, Darío de Regoyos, Julio Romero de Torres, Santiago Rusiñol, José Gutiérrez Solana, Joaquím Sunyer, Joaquín Torres García, Daniel Vázquez Díaz, Ramón de Zubiaurre, Valentín Zubiaurre e Ignacio Zuloaga. En cuanto a los escultores, se recogen piezas de Emiliano Barral, Enric Casanovas, Josep Clará, Ángel Ferrant, Pablo Gargallo, Julio González, Daniel González, Mateo Hernández, Manolo Hugué, Mateo Inurria, Julio Antonio, Victorio Macho y Emilio de Madariaga. CAMBIO DE SIGLO (1881-1925). Fondos del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Centro Cultural Cajastur Palacio de Revillagigedo, Xixón. Hasta el 27 de julio de 2002.


39 nació en Xixón en 1975 y en el momento de realizar este reportaje esta embarazada, embarazadísima. Por alguna razón, sin embargo, posa mejor al lado de un graffitti que de unos columpios. Su obra fue una de las propuestas más interesantes de la Muestra de Artes Plásticas de 2000. Este año repite en solitario en el mismo espacio, la Sala Borrón e itinerancia, y confirma previsiones. En “El color de la luz” vuelve a la técnica gráfica que le es más querida –la xilografía– para indagar en geografías naturales o espacios arquitectónicos y cuelga del techo una serie de esculturas móviles (cristal, alambre). Estas son algunas de sus claves.

Laura Blanco

EL ARTE COMO JUEGO Juego para el artista que observa la realidad atentamente y después de conocerla crea objetos que han de convivir con esa realidad que observó.

MÓVILES Es un tipo de escultura que, como espectadora, me gusta, y me apetece tener en casa. Desde otro punto de vista, es una buena solución para el dilema "el cubismo llevado a la escultura": la representación de un espacio y unos objetos, incluyendo el paseo del espectador por ese espacio, en torno a los objetos. Representación que al tener forma escultórica, al ser una escultura, tiene que ser colocada después en un segundo espacio actual: véase casa, museo, patio exterior, escalera, esquina... REPRESENTAR EL VACÍO Representar el lleno –lleno por un objeto– y el vacío. Es una ambición cubista que pocas veces he visto en escultura. Creo que no se trata de agujerear esculturas, sino de representar el espacio que rodea al objeto y a la vez al objeto, desde todos los puntos de vista. Para ser vista la escultura (representación), a su

Y la Historia del Arte como juego (Duchamp) de ajedrez en el que cada Movimiento, cada artista, hacen su jugada particular a partir del nudo que eligen del árbol de la Historia. LA XILOGRAFÍA Una técnica que consiste en trabajar la madera primero, conseguir colores después, aplicar esos colores sobre la madera, y estampar las maderas manchadas en el papel.

vez, desde todos los puntos de vista. UN ARTE A LA MEDIDA DE LAS PERSONAS En los años de carrera, yo aprendí mucho. Sobre colores, sobre pintura, sobre una historia que es

Fuerza bruta para tallar las maderas.

Llegó un momento en el que pensé ¿para qué? ¿para hacer Arte?

Exactitud y paciencia para el entintado y la estampación. LUCES Y SOMBRAS Cuando en 1998-99 volvía andando, de noche, de la facultad, empecé a sentir atracción por los cuadrados de luz de las ventanas, los haces de los faros de los coches, las nubecillas en torno a las bombillas de las farolas, la nieve cristalizada que brillaba y crujía bajo las pisadas, como la costra de sal de una dorada. Desde entonces intento dar forma a la luz: tallar los perfiles de la luz. Luz en suspensión, con su propia masa. Luz reflejada por los objetos.

¿Para quién? ¿para mí? Entonces hice un esfuerzo por recordar mi disfrute del Arte como espectadora. De retratos interiores de Picasso; de móviles de Calder; de poemas de Carver; de esculturas en su lugar como El

EL COLOR Esta última exposición se titula "El color de la luz". He querido ver y representar la luz del día. La luz del día tiene una cualidad: el color. Más caliente, más frío. Más cercano, más lejano.

Entrevista: José Luis Piquero. Foto: Lola G. Zapico. EL COLOR DE LA LUZ, itinerante (Colunga, A Veiga, L.luarca, Llanera Lluanco, Samartín del Rei Aurelio, Grao, Llangréu y Sieru).

la Historia del Arte...

Elogio de Chillida; de edificios como La Universidad Laboral de Gijón. Y decidí dedicarme a producir objetos de arte que hiciesen disfrutar a la gente, con los que además sea posible convivir.


¿Quién organiza? Scope y Razzmatazz. Scope ye una revista gratuita de cine y audiovisuales que reemprendió'l vuelu’l pasáu febreru de 2002. La so vocación ye clara: nun falar namás de películes, emprestando una especial atención a toles otres disciplines de la imaxe, como l’animación, el curtiumetraxe, la televisión, la publicidá, los videoxue-

I MUESTRA DE VIDEOCLIPS MADE IN SPAIN

Sala Razzmatazz, Barcelona. 11 de julio.

gos, internet o el videoclip. Razzmatazz ye la sala de conciertos más importante de Barcelona. Collaboren: Rock de Lux (revista musical especializada), Sputnik (programa musical de Televisió de Catalunya) y FNAC. ¿Ónde y cuándo? Na sala Razzmatazz de Barcelona. El día 11 de xunetu, a partir de les 22 hores hasta les 2,30 de la nueche. La entrada ye llibre. Aforu máximu de 1.300 persones. ¿Por qué? Porque’l videoclip nel Estáu español tien bastantes problemes. Esisten poques oportunidaes pa la so difusión, la televisión nun apoya cuasi al xéneru y les discográfiques invierten poco porque la so rentabilidá ye mínima. El mundu anglosaxón avasállanos con ellos porque’l mercáu permítelo, porque los sos mecanismos de difusión son muncho más sofisticaos y masivos. Esto nun quier dicir qu’equí nel Estáu nun heba xente que realiza pequeñes obres maestres, anque seya ensin un duru. Na I Muestra de Videoclips Made in Spain van poder vese. Conteníu: Sección competitiva producción 2001-2002 (con premios al Meyor Realizador, Meyor Discográfica pola so Contribución al Videoclip y Premiu del Públicu al

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meyor Clip). Muestra de realizadores. Proyecciones paraleles: Películes de los directores participantes (“L’aire les castañes”, “Malu”, “Esconde la mano”, “El hombre esponja”, “Woman in a Train”...); Películes pop de cultu (“1,2,3, al escondite inglés”, d’Iván Zulueta, y “Crespià”, d’Albert Serra; Especial directores de llargos que realizaren videoclips (Manuel Huerga, David Trueba, Julio Medem, Juanma Bajo Ulloa, Jaume Balagueró...). Directores participantes: Nicolás Méndez (La Buena Vida), Ramón Lluís Bande (Manta Ray, Mus, Nacho Vegas, Viva las Vegas), Marc Lozano (Los Planetas, Beef, Nosoträsh), André Cruz (Macaco, Tonio Carotone), J. A. Bayona (OBK, Raphael), Jorge Torregrossa (Najwa Nimri), Juan Lesta & Belén Montero (Astrud, Fangoria), Sergi Casamitjana (Fundación Tony Manero, Los Elefantes), Rita Clip (Andrés Calamaro, Natalia), David Gallart & Bernat Vilaplana (12Twelwe), Ignacio Rodríguez Piedra (Sr. Chinarro, Migala), Pedro Sevilla (Mogwai), Chema de la Peña (Carlos Jean), Agustín Martínez (Chucho), Borja Crespo (Fangoria, Fromheadtotoe), Rafal Vergara (Mercromina), Enrique Urdanoz & Manuel Gil (Fermín Muguruza, Compay Segundo), Luis Párraga (Australian Blonde, Kiko Veneno, Manta Ray), Alejandro García & Sergi Jiménez (Cecilia Ann), etc. Discográfiques participantes: Elefant, Subterfuge, Siesta, Acuarela, BMG-Ariola, B-Core, Fohen Records, Virgin, Chewaka, K-Industria, Dro East West, RCA, Sony, Universal, Astro, DiscMedia, Vale Music, Limbo Starr...


Tienen vida las cosas. Súbitamente, el agua entabla un diálogo con nosotros, podemos reconocer tonalidades humanas en su voz. El aire nos acompaña, como una presencia amiga. La soledad se llena con las vibraciones

Foto: Alberto Suárez.

de algo cercano. La piedra es una extraña piel. El hierro se oxida, agoniza, se lamenta. Hemos paseado esta playa a solas con las cosas y de pronto la vida de las cosas nos sorprende como una revelación. A veces, una especial disposición de ánimo nos comunica con todo lo que habitualmente guarda silencio. Hablemos. Todos estamos siempre solos. Podía ser un fragmento del casco de un barco o de la estructura de una plataforma petrolífera. Pudo caerse al mar por accidente, alguien pudo arrojarlo sin más. No sé qué podía ser. Basura industrial. Restos de un naufragio. El mar lo devolvía. Nada. Compasión por las cosas, que es simplemente compasión por nosotros mismos: la canción musitada entre dientes, el recuerdo del último verano, gente que apura una copa al final de la fiesta... “Y yo pedí, grité que por favor, que no volviéramos / nunca, nunca jamás a casa. // Por supuesto, volvimos...”. Y mientras las cosas van lentamente deshaciéndose hacia el olvido, oxidándose hasta morir, nosotros vamos desprendiéndonos de sucesivas capas, hasta quedarnos desnudos, solos y diferentes. Para al fin renacer.


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Diabologum fueron la piedra base sobre la que se han construido dos de las formaciones más estimulantes del rock francés del nuevo milenio: Programme y Experience. “Mon cerveau dans ma bouche” (Lithium-Green Ufos, 2000) fue la carta de presentación de Arnaud Michniak, quien con la compañía de Damien Bétous buscaba un nuevo camino alejado del grupo que le dio a conocer. Lastrado por un exceso de intenciones no materializadas, este trabajo no dejó satisfechos a quienes esperaban mucho del talento de estos franceses de Toulouse. Sin embargo, “Génération finale” (LithiumGreen Ufos, 2001) anunciaba un nuevo cielo para el dúo. Una pieza experimental de treinta y cinco minutos aplastante, descomunal, que hablaba por sí sola de un duro trabajo de búsqueda que se remata con el soberbio “L’enfer tiède” (Lithium-Green Ufos, 2002). Un álbum que desafía al oyente, donde los textos y las músicas parecen unidos en una concienciación a base de opresivas atmósferas, remachadas en todo un catálogo de ambientaciones musicales: las percusiones en primer plano de “N’importe quoi n’importe qui”, herencia directa de los P.I.L. de “Flowers of romance”; la tremebunda “Et la ville disparait”, diez minutos apocalípticos redondeados por un saxo que hubiera firmado John Cage; la ironía de “C’est bien”, con esa guitarra mediterránea… En definitiva, la concreción de todas las ambiciones que no se concretaban en su primer trabajo plasmadas con una brillantez y una fuerza que no permiten descanso al oyente. Una amarga prueba de fuego, un plato crudo no apto para las masas adocenadas en los sonidos autocomplacientes. Una estimulante demostración de carácter. La soleada mañana barcelonesa nos saluda como preludio de su actuación nocturna en el Primavera Sound. Concierto al que nos será imposible acceder debido a las mareas humanas que se dirigían hacia la actuación de Aphex Twin desde la plaza mayor del Poble Espanyol, donde terminaban Echo & The Bunnymen un magistral concierto. Tratando el imposible, encuentro media hora después a Xavi Cervantes, que me cuenta maravillas de sus grandes modos en vivo. Esperemos que pronto tengamos la oportunidad de vivir en directo lo que promete ser una experiencia sin precedentes, como su gran segundo álbum.

“L’enfer tiède”, el título del álbum, no es casual, ¿no? Arnaud: Es un título que expone algo insoportable, algo que aceptas mientras vives. Es una fórmula que hay en una vida. Había otro título antes, pero no llegábamos a encontrar algo que resumiera lo que teníamos en la cabeza mejor que “El infierno tibio”. ¿Define todo lo que hay dentro del álbum “El infierno tibio”? A: No todo, pero la impresión global sí. Da la impresión de que hablas de una generación, una mirada particular con una intención general. ¿No es muy difícil partir de esas generalidades? A: Es el problema de los textos. El trabajo consiste en eso: llegar a encontrar un denominador común, el corazón de las cosas. Aunque siempre sean visiones subjetivas, lo que tú piensas. La búsqueda para este disco es encontrar algo que hable de nosotros, de gente que pueda tener nuestra edad, hablar del mundo en general, hablar de la sociedad francesa, hablar de los artistas… Somos nosotros y son los demás, diversos semblantes. A toda Europa le ha sorprendido el crecimiento electoral de Le Pen, de la extrema derecha en Francia. ¿Votásteis a Chirac para contrarrestarle? A: No, no, no. (Risas) El voto útil. Damien: Después de Chirac ya no será voto útil… Habéis trabajado en una línea mucho más sintética, más directa, más sencilla que en “Mon cerveau dans ma bouche”. D: Nos dimos cuenta que las florituras ya no servían, que el sentido de la música no era eso. De ahí que escogiéramos una alternativa. Lo que intentamos es buscar la ambientación del texto, dónde


estaba el sentido de ese texto. Superponer una línea de bajo o algo tocado y dejarlo todo en pequeñas dosis alrededor de ese hueso y ponerle pocas cosas encima. A: Intentamos agregar más, pero cada vez que lo hacíamos lo veíamos como una traición. Antes de publicar este nuevo álbum salió a la venta “Génération finale”, un trabajo muy experimental completamente diferente… Son como dos fases: de lo más complejo y experimental a lo más simple, al menos en apariencia. D: Está bien el resultado, pero lleva mucho tiempo. Nos dimos cuenta de que ahora tenemos la técnica para realizar esas piezas. Mira, hace más de cuarenta años que el rock existe, hace más de cincuenta años que la música experimental existe y hay medios para componer esas piezas. Pero hallar para cada momento un sentido tan fuerte como el sentido del texto, de forma que se produzca esa fusión, eso no llega siempre a producirse. Vuestro debut pecaba de un exceso de ambición no concretado. A: Era mucho más demostrativo. Este álbum da la impresión de estar más meditado. A: Sí. Era muy importante hacer algo diferente a “Mon cerveau dans ma bouche”. Se diría que habéis pensado mucho más cómo combinar los textos y la música. En “Mon cerveau…” el texto era demasiado preponderante. Aquí, en cambio, las cosas parecen estar más claras, como cuando hablas sobre la oportunidad de elegir. ¿Elegir qué? A: Llega un momento en el cual te haces adulto. En ese momento hay cosas que dejas atrás, que pasan. Tienes un rol visible en la sociedad. Hay muchas cosas que cambian en tu vida y eso te hace cambiar a ti, aunque tú seas el mismo. La elección es dura, porque si tú vas a cambiar, vas a vivir en una traición a ti mismo. O si permaneces igual, tendrás problemas para incorporarte a la sociedad, porque la gente que está a tu lado se encuentra en otro contexto. Es la palabra de alguien que no llega a coger una cosa y deja el resto. Intenta continuar su propio camino. ¿Cómo ha sido el proceso de trabajo para este álbum? D: Depende de las canciones, pero partimos de los textos, o de los proyectos de los textos, en la dirección en la que iban a ir. Trabajé sobre el sonido, pero no sobre la música automáticamente. Hice una búsqueda paralela a eso. Conectar las ideas de los textos y las ideas de la música. Arnaud terminó los textos, terminó las frases bien plantadas. Luego, volvimos a unirlo todo en un montaje y unimos las piezas. Canciones como “Cette page d’histoire” hablan más en plural. ¿Has pensado más en la sociedad en general o en lo particular? A: Pensé más en mí y en la gente que yo entiendo. No es la misma generación, sino las personas que tienen la misma visión de las cosas… “Et la ville disparait” habla de las cosas que desaparecen a causa de la civilización y el progreso, ¿no? A: Un poco sí. Es una crónica precisa de lo que sucedió durante el año pasado en Nueva York, en Toulouse… Es una visión un poco apocalíptica de la ciudad y de la sociedad moderna. ¿“Une vie”? A: Fue la fundación del álbum. Fue la primera pieza. Para nosotros fue el punto de partida de “L’enfer tiède”, donde nos dimos cuenta que estábamos en una nueva dirección y que queríamos trabajar sobre ella. “Une vie” es un poco todo. “C’est bien” es un poco irónico. Es algo nuevo en Programme. A: Sí, también en “N’importe quoi pour n’importe qui”. D: Creo que sí existía ya un poco de ironía en “Mon cerveau…”. No se trataba de algo tan visible. Aquí es más evidente. ¿Habeís pensado en la salida hacia la ironía para no ser sepultados por tanta gravedad? A: Sí, justamente. Es para equilibrar un tanto. Me ha sorprendido mucho que si conectamos todos los títulos del álbum por el orden en que se encuentran nos sale una frase, una especie de relato corto. ¿Ha sido intencionado eso? A (Sorprendido): Sí, sí, se hizo a propósito. Aunque es algo más que una frase… Otra de las frases que me han llamado la atención es “La única cosa que sé es continuar hasta el final”. A: Quiere decir esperar, quiere decir hacer cosas, también. Para nosotros quiere decir continuar con Programme. Quiere decir intentar permanecer así, no cambiar. Lo que decíamos antes de la elección. Es la vida misma, ¿no? L’ENFER TIÈDE, Lithium-Green Ufos, 2002. Entrevista: Manolo D. Abad. Foto: Joan Fitó.


Se acerca la Hora, se hiende la luna. Si ven un signo, se apartan y dicen: «¡Es una magia continua!». Desmienten y siguen sus pasiones. Pero todo está decretado. Ya han recibido noticias disuasivas, consumada sabiduría. Pero las advertencias no sirven. ¡Apártate, pues, de ellos! El día que el Pregonero les convoque para algo horrible, abatida la mirada, saldrán de las sepulturas como si fueran langostas esparcidas, corriendo con el cuello extendido hacia el Pregonero. Dirán los infieles: «¡Éste es un día difícil!».

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Antes de ello, ya el pueblo de Noé había desmentido. Desmintieron a Nuestro siervo y dijeron: «¡Un poseso!», y fue rechazado. Entonces, invocó a su Señor. «¡Estoy vencido! ¡Defiéndete!». Abrimos las puertas del cielo a una lluvia torrencial y en la tierra hicimos manar fuentes. Y el agua se encontró según una orden decretada. Le embarcamos en aquello de planchas y de fibras, que navegó bajo Nuestra mirada como retribución de aquél que había sido negado. La dejamos como signo. Pero ¿hay alguien que se deje amonestar? Y ¡cuáles no fueron Mi castigo y Mis advertencias!

AL CAMAR (La Luna). Capítulo 54 del Sagrado Corán. Revelado antes de Higrah. Reproducimos los 16 primeros versos de los 55 que lo forman. Foto: Lola G. Zapico. Monastir, 2002.


45 Este año hay una manera distinta de pasar las noches del verano en Xixón. Puedes renunciar al rutinario caminar por la ciudad, de bar en bar. Bares desde los que los equipos de música no pararán de torturar tu sensibilidad con los éxitos prefabricados a medida de en la Academia de Operación Triunfo o con el recopilatorio de Gran Hermano o, peor si cabe, con el último hit de Los Del Río con King África o Mélody... Como no mereces nada de eso, el patio del Palacio Revillagigedo de Xixón acogerá durante ocho noches del mes de julio, a las diez y media, varios encuentros

“La guinda” es un espectáculo de manos. Unas manos que tocan y que sin articular palabra, consiguen trasmitir todo tipo de sentimientos. Utilizando elementos tan cotidianos como una col, un plátano, o unos guantes de cocina, consigue sorprender al espectador, sumergiéndole en un mundo en el que la dimensiones son confusas. Dos manos violan a un tomate, la amputación de dos dedos, un tango y un striptease de manos son algunas de las escenas que componen este one-man-show universal y provocador. En febrero de este año el diario Le Monde de París describía esta obra de la

con distintas y estimulantes propuestas: música (jazz, folk, tango, tradicional zíngara), cuentacuentos para adultos, títeres y cabaret... Todo unido por un espíritu común: apostar por un ocio de calidad y enriquecedor.

siguiente manera: “Las manos de Nico Baixas dibujan personajes ansiosos por contar su historia. Avideces repentinas, amores tumultuosos, disputas de cuatro cuartos. Brutales como dinosaurios y lánguidos como plumas. En la primera

Sentado, tranquilo, mientras tomas unas copas con los amigos, puedes disfrutar del jazz cubano de Yelsey Heredia, del brillante acercamiento a lugares cercanos al pop de la música tradicional asturiana de la mano de Corquiéu, de los sonidos zíngaros de Kalman Balogh (en la fotografía) o marcarte unos tangos,

transición de la obra las manos pasan de masculino a femenino, qué más da, mientras sigan bailando. Sus relatos no pueden ser puestos en manos de cualquiera. La violación de un tomate, por ejemplo, perpetrada por un índice obeso. Una abominación. O la decapitación de un plátano, en directo, seguida de una

venidos directamente desde la Argentina que llora, con Marcelino Mercadante. En el apartado teatral de estas “Noches del Palacio” –nombre propio de la iniciativa de Cajastur– la propuesta no es menos diversa e interesante. En ella nos

serie de espantosas trituraciones infantiles...”. Si este verano tus noches de julio son tan aburridas como las de años pasados es porque quieres. Eso está claro.

encontramos desde los cuentacuentos para adultos de los asturianos Factoría Norte y sus “Per-Versos” hasta el teatro-cabaret representado por “Humana”, de los gallegos Ana Pudor y Javier Abraira (responsable de la prestigiosa Sala La Nasa de Santiago de Compostela), pasando por la narración oral tabernaria de Cándido Pazó (más cuentacuentos para adultos, esta vez desde Galicia) o la excéntrica propuesta del catalán Nico Baixas y su pieza teatral “La guinda”. Una obra que por su singularidad (y lo divertido de la apuesta) pide que nos detengamos un poco más en ella.

LAS NOCHES DE PALACIO Palacio Revillagigedo, Xixón. Julio, 22,30 horas. Jueves 4: Yelsy Heredia Trío. Viernes 5: Factoría Norte (Olga Cuervo). Per-Versos. Jueves 11: Ana Pudor + Javi Abraira. Humana. Viernes 12: Corquieu. Jueves 18: Kalman Balogh & The Gypsi Cimbalon Band. Viernes 19: Cándido Pazó. Por cierto… Jueves 25: Marcelo Mercadante Trío. Viernes 26: Nico Baixas. La guinda.


“ÁRBOL DESCONOCIDO”, Martín López-Vega. Premio Alarcos 2002. De próxima publicación. Foto: José Luis García Martín.

LA NIEVE EN VÁCI UTKA Cada fleco de nieve es señal de alguien a quien olvidamos para siempre, decías. Te creo ahora que nieva en la memoria como lo hacía en Váci Utka y calles y rostros se desvanecen sin remedio. Pero

EL ÚLTIMO VISITANTE A Walter de la Mare

Ahora que los amigos se han marchado, y las luces se apagaron, una a una, y su humo se perdió en el aire oscurecido; ahora que las flores se han marchitado, dejando un olor que recuerda lo hermosas que fueron;

quiero dejar aquí esa imagen de la nieve cayendo lenta, esa nieve que nos borra, y de un día

ahora que en el cielo aparece esa estrella del norte que ha sido siempre símbolo de reposo; ahora que recorro las estancias de la casa y descubro que no está descuidado sobre la mesa el libro

en el que bebí vino de Tokaj y entendí el significado de la nieve cayendo sobre quienes fuimos.

que antaño leía con placer, que no está tu ropa tirada por el suelo de mi cuarto, tu sostén negro enredado entre las sábanas; ahora sé que debo sentarme en el porche de la casa

LA ESPERA

a esperar por un último visitante que vendrá solo, en la noche.

Un bulto de aire en las cortinas Una puerta entreabierta Una taza de café frío sobre la mesa Un libro abierto

LOS VISITANTES

Sé que has venido Que me buscas Me siento frente a la tarde y te espero Aparecerás de nuevo de entre las sombras con algo entre las manos No sé qué es Dijiste la última vez Lo dejaste en mis manos y marchaste La esquina de una cafetería Una mañana Mientras dos camareros se besan Palabras como luciérnagas escritas en cartas que no serían enviadas Ni extrañadas por nadie Tal vez vengas a buscarme No importa Te esperaré junto a la ventana Tratando de adivinar tu perfil

En un café de la rue Lagrange en invierno al caer la tarde –se van vaciando las calles En una mesa cercana se sienta una muchacha que ya vi salir del baño en un cuadro de Degas– En un café de la rue Lagrange en invierno al caer la tarde uno puede creer por un momento que está a salvo del mundo Que nunca fue abandonado Que no existió cierta tarde del 97 Que no conoce la palabra melancolía Que no oye pasos en la noche Que no es quien es Que su nombre no es su nombre En un café de la rue Lagrange en invierno al caer la tarde –como de cualquier modo hubiera ocurrido en cualquier otro lugar del mundo a cualquier otra hora– aunque yo me había escondido en una esquina Han ido llegando uno a uno Eran todos mis amigos Todos mis amores Todos los que de algún modo me han acompañado

que oí en una isla y que nunca olvidé Nunca

en la travesía de la vida Y todos los que yo había sido A estos me fue más difícil reconocerlos Pero eran ellos El que por primera vez descubre el amor El que por primera vez ve Manhattan desde el ferry de Staten Island

he salido de aquella isla De aquella tarde

El que por primera vez es traicionado El que por primera vez traiciona

Habrá fotografías en tus ojos Presentiré tu llegada

En un café de la rue Lagrange en invierno al caer la tarde uno puede creer por un momento que está a salvo del mundo Pero del mundo nunca se está a salvo Porque no está fuera Sino dentro de nosotros mismos Y se repiten en cada instante todos los instantes del pasado Y nos habitan sombras que no son de este mundo

La caricia exacta de tu mano La música

Un bulto de aire en las cortinas Una puerta entreabierta Una taza de café frío sobre la mesa Un libro abierto


Unos versos de Samuel Becket (“Quisiera que mi amor muriese / y que lloviera sobre el cementerio / y las callejas por las que camino / llorando a aquella que creyó amarme”) siempre son una buena puerta por la que entrar. Ahora,

Alberto García-Alix, cazador de miradas

al atravesarla aparecemos en el mundo de Alberto García-Alix. Un mundo donde la imagen recobra todo su poder de sugestión y emoción. Las fotografías de García-Alix –y las que componen esta serie consagrada a las mujeres no son una excepción– no son exactamente trozos de tiempo capturados. Tienen vida. García-Alix no hace fotografías, hace películas. Tiene un genio especial para capturar el movimiento y la acción en un supuesto “trozo de tiempo suspendido”. Sus fotografías son sólo una pista de lo que nos quiere enseñar. Que nos enseña. Lo más importante está en las imágenes que no explicita pero en las que nos obliga a pensar: dos ventanas, un espejo y tres sillas en la esquina de un salón de baile en Tánger donde todavía suena el eco de la conversación privada; unas escaleras que conducen a un hostal en las que se nota la respiración de una persona que ya no está; una mujer apoyada en la barra de un bar, de madrugada, que lleva tatuado en los ojos todo el cansancio del mundo; una cama deshecha, las sábanas todavía trasmiten el calor; la mujer que duerme mientras el fotógrafo la apunta con la mano en forma de pistola y dispara con la mirada; el cansancio de una mujer mayor cargada de peso, aunque

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lo que más le pesa es la vida; la humillación de un perro al volar involuntariamente sobre una carretera; Marlene Dietrich esperando su turno para jugar unos dados, mientras fuma despacio en un bar vacío; el primer plano de una camiseta llena de sangre, únicos restos de la mujer asesinada; la única ventana abierta y con luz de un edificio; una colección de cartas, espejo de la soledad de la vida en la cárcel... y nombres de mujeres, muchos: Leyla D’Angelo, Marga, Susana, Julia, Pamela, Daniela (convertida en un gato asustado), Jana, Ana Curra, Rosa (una imagen robada al tiempo), Isa, Blanca Li, Virgina... Y, por supuesto, el propio García-Alix, su lado femenino.

LLORANDO A AQUELLA QUE CREYÓ AMARME. Photo España, 2002 (Madrid). Hasta el 28 de julio. Texto: R. Ll. Bande. Autorretrato: García-Alix.



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