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Workplace - Enero 2023
La transformación digital es uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan las empresas actualmente y no basta solo identificar las necesidades materia tecnológica, si no también evaluar las posibilidades obtienen por medio del outsourcing.
Y cuando se habla de la inclusión de la tecnología, me refiero a la posibilidad de migrar tareas, utilizar aplicaciones y transformar procesos e información que permitan acceder a capacidades integrales y tecnologías de bajo costo que sean de utilidad para el personal y para la organización y que las mismas permitan generar resultados eficientes y en el menor tiempo.
El outsourcing permite a los empresarios delegar ciertas funciones a una empresa o equipo especializado para aumentar su productividad, acceder a mejores tecnologías y reducir costos dentro de la organización, lo cual permite que éstas puedan enforcarse en funciones estratégicas dejando las funciones operativas y de recursos humanos en manos de un tercero que tiene la capacidad de adaptarse a sus necesidades.
El Outsourcing surge hoy como una solución y herramienta para que muchas empresas, pequeñas o grandes, puedan delegar funciones vitales y no vitales con el fin de mejorar su productividad, aumentar rentabilidad y ganar experiencia en terrenos tecnológicos y de gestión inexplorados hasta el momento por ellos.
La adaptación inmediata a las necesidades de las distintas empresas es un valor que puede convertirse en una ventaja competitiva dentro del gremio de empresas de outsourcing y puede generar un valor agregado para las empresas o empresarios que buscan contratar este servicio.
Por tal motivo, todo empresario debe considerar contratar los servicios de outsourcing en al menos un proceso dentro de su empresa, no solo porque trae beneficios innegables en términos financieros, también porque conduce hacia la cooperación con otras empresas.