En el frente de procesión María del Carmen Ledesma Albarrán Hermana Mayor
Queridos hermanos y hermanas en el fermedad en su familia, mi más sincero y Amor: sentido abrazo.
E
n estas fechas tan especiales para los cofrades y con la oportunidad que me brindan las páginas de nuestro boletín “Ubi Caritas 2021”, quisiera, ante todo, enviaros un cariñoso saludo en el inicio de esta Cuaresma tan distinta a la que todos hubiésemos deseado. Quizá, por las circunstancias actuales y por todo lo vivido en el último año, estas próximas semanas sean más propicias que nunca para la reflexión y nos permitan vivir un camino interior más enriquecedor en lo personal y lleno de esperanza en el futuro.
A pesar de todo y sin olvidar lo que dejamos en el camino, ahora debemos sacar fuerzas de flaqueza y seguir haciendo camino juntos, poniendo nuestra ilusión en mejores tiempos venideros, intentando que la vida de la cofradía se mantenga activa como hasta ahora -aunque las limitaciones obliguen a ritmos más lentosy sobre todo, sintiéndonos unidos en un solo corazón, ese corazón que es nuestro símbolo y que en la mano de Nuestra Madre de la Caridad nos recuerda el sentido de todo aquello que hacemos como hermandad.
Llevamos prácticamente un año en una situación inesperada y triste. El virus que ha atacado al mundo entero, invisible a los ojos, nos ha modificado nuestra forma de vivir, de transmitir y de comunicarnos. En muchos casos se ha adentrado en las familias dejando un rastro de desolación difícilmente asumible en lo referido a la salud y con unos efectos secundarios tan duros en lo social que posiblemente tardemos años en recuperarnos. Todos hemos conocido casos en nuestro entorno que nos sobrecogen desde lo más profundo del corazón, pero en especial nos duelen aquellos que sentimos en la cercanía de los hermanos y familiares de nuestra cofradía. A todos ellos, cofrades en el Amor de Nuestro Señor que han vivido la en-
Quiero mostraros la más profunda gratitud, en nombre de la Junta de Gobierno y en el mío propio, por vuestra perseverancia, por las muestras de aliento recibidas en estos meses, por el interés que demostráis por vuestra cofradía y por seguir fieles a vuestro compromiso como hermanos del Amor y la Caridad, manteniendo no solo el contacto personal, sino también algo fundamental como es el abono de las cuotas, esenciales en estos momentos y sin las cuales no podríamos seguir haciendo frente a todos los gastos fijos que tiene la cofradía. Me gustaría que la palabra gracias pudiera reflejar todo lo que lleva implícita en su más amplia acepción. Nos sentimos afortunados por la generosidad, la responsabilidad, el cariño, el
CARIDAD
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