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Amazonía en la
from Revista Amalamar 12
by ams
l proyecto de reforestación de Bosques Amazónicos (BAM) tenía como propósito restaurar bosques secundarios, purmas, pastizales y otras formas de suelos degradados, buscando reproducir la estructura original del bosque. En ese momento, se hizo un análisis técnico completo para identificar y seleccionar las especies nativas de mayor viabilidad técnica, calidad y valor. Especies que los mercados internacionales demandaban, como el shihuahuaco y la marupa.
Es así como se dio inicio a un piloto financiado por Bosques Amazónicos, apoyado por el Fondo de las Américas y el gobierno regional de Ucayali, para diseñar y probar un modelo de reforestación que permita revertir la situación de destrucción de la Amazonía, reestableciendo el valor económico de los bosques y devolviendo la biodiversidad a la zona, biodiversidad que se había perdido.
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El piloto se desarrolló inicialmente en 20 hectáreas. El éxito técnico fue inmediato. Luego de un proceso exhaustivo, se logró diseñar un modelo que aseguraba el crecimiento adecuado de las futuras plantaciones. El problema surgió al momento de buscar financiamiento para escalar la iniciativa. A pesar de tener ventajas competitivas, el sector forestal del Perú estaba atrasado en comparación a otros paises de la región. En ese momento no había acceso a financiamiento que se adapte a las necesidades o periodos (12 años a 18 años) que requiere este tipo proyectos. En 1997 se adoptó el Protocolo de Kyoto y en 2005 entró en vigencia. Desde entonces, el mercado de carbono comenzó a jugar un papel clave en el financiamiento de proyectos que buscaban mitigar el impacto ambiental y hacer frente al cambio climático a nivel internacional, como los forestales. En este contexto, BAM tuvo la oportunidad de participar en la segunda Feria Internacional del Mercado del Carbono, donde se concretó el apoyo de un fondo internacional que estaba interesa- do en la compra de créditos (certificados de carbono). Es así como BAM accedió al financiamiento necesario para llevar adelante sus operaciones. Los fondos permitieron dar nacimiento al proyecto de reforestación a gran escala y a dar inicio a los proyectos de conservación y restauración de bosques que maneja la empresa.
En la actualidad BAM cuenta con 6 proyectos forestales en el Perú y en el extranjero. Entre ellos, un proyecto de conservación de bosques de castaña en Madre de Dios, una de las áreas más biodiversas del planeta, el cual protege alrededor de 500,000 hectáreas en sociedad con 600 familias concesionarias. Además, como parte de la propuesta de valor de la empresa, han institucionalizado un programa científico, el cual busca evaluar, monitorear y conservar la biodiversidad que habitan los bosques en sus zonas de influencia. Walter Wust, es el director científico. Como parte del programa, acaban de colocar 300 cámaras trampa, en alianza con el Zoológico de San Diego, en la propiedad de BAM en Pucallpa, con el fin de monitorear la biodiversidad del área. Resultados iniciales de sus expediciones científicas en Ucayali han logrado registrar un total de 286 especies de aves. Esto representa el 15 % de las aves del Perú en apenas 12 lineales de bosque. Siendo que el Perú es el segundo lugar del mundo con mayor diversidad de aves.
¿Cómo funcionan los créditos de carbono?
En este sistema están por un lado las empresas que desarrollan proyectos que minimizan en impacto ambiental de las actividades humanas y que contribuyen a hacer frente al cambio climático, como los proyectos forestales también llamados “soluciones basadas en la naturaleza”.
Los compradores de certificados o créditos de carbono son empresas o personas que, luego de haber reducido las emisiones de sus operaciones, buscan compensar aquellas emisiones que no han llega- do a eliminar mediante el financiamiento de proyectos que evitan o suprimen las emisiones de gases de efecto invernadero y, por lo tanto, contribuyen a la transición hacia el objetivo global de cero emisiones.
Para generar créditos, un desarrollador de proyectos como Bosques Amazónicos debe diseñar y registrar sus proyectos bajo estándares internacionales con metodologías aprobadas por expertos a nivel internacional, como el estándar Verified Carbon Standard (VCS) líder en el mercado voluntario de carbono administrado por VERRA. Adicionalmente, los proyectos deben cumplir con procesos de evaluación exhaustivos para demostrar, de acuerdo a los requisitos de las metodologías, el im- pacto ambiental de sus proyectos, probando que sus operaciones hayan secuestrado CO2 de la atmósfera o evitado emitir toneladas de CO2 a la misma.
La comercialización de créditos de carbono en el mercado permite generar recursos para implementar actividades que permitan restaurar y/o proteger los ecosistemas más valiosos, buscando el bienestar y desarrollo de las comunidades que dependen de estos bosques.
Es el caso del proyecto de conservación de bosques de castañas en Madre de Dios que desarrolla Bosques Amazónicos en sociedad con más de 600 familias concesionarias de la región. Cada una de las familias recibe beneficios de las inversio- nes que realiza el proyecto en pro de la conservación de sus bosques y el beneficio de la comunidad, además de utilidades directas para sus familias producto de los esfuerzos de conservación.
Este sistema permite restaurar y proteger los ecosistemas, mitigando los efectos del cambio climático, ayudando a minimizar la pobreza y facilitando la recuperación de la biodiversidad del planeta. Un mundo sostenible nos obliga a seguir este camino. Empresas y personas debemos construir sistemas de desarrollo que nos permitan generar valor en respeto y armonía con el entorno. Sistemas como el que viene desarrollando Bosques Amazónicos.
GASTÓN ACURIO
Cuando se comía pescado en la casa de mi infancia, por cosas de la costumbre, siempre llegaba en forma de filete sea frito, arrebozado, apanado y alguna que otra vez, guisado, en chupe o en escabeche. Pero siempre en filete. De hecho, cuando por algún descuido, alguna de mis hermanas encontraba una espina en su filetito, el escándalo era tal, que un poco más