El siglo XIX fue de la emancipación de América hispana y de la incesante búsqueda del modo de hacer efectiva esa independencia, por conseguir la cual se realizaron sacrificios humanos y materiales sin cuento. El primer cuarto de siglo se combatió desde México hasta Chile y Argentina. Hombres extraordinarios salieron a dirigir a los pueblos con amplitud de pensamiento, desinterés de procedimientos y entrega abnegada y total a la causa. Hidalgo, Bolívar y San Martín despertaron a las naciones aletargadas, las llenaron de esperanzas y las condujeron a la victoria. Olmedo, nuestro Píndaro cantó luego a la libertad y Bolívar, dejando por un momento la espada, sobrecogido de terror sagrado porque el porvenir de los pueblos libertados se columbraba incierto, escribió Mi Delirio sobre el Chimborazo.