De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
La revista El invitado : EXILIOS
conozcamos a TANGO NOVEDADES Literatura lij ENTREVISTA Arte POESÍA I PUEBLO CHICO, INFIERNO GRANDE PERSONAJES POESÍA II
LOS HORRORES DE LA HISTORIA Cuentos
FOTOGRAFÍA DE LILI MAJIC NUESTRO IDEARIO Sin academicismos, con nuestra desnuda maravilla ante el universo humano (épocas, geografías, pueblos, dirigencias y dirigidos, miserias y excelencias), los invitamos a recorrer el mundo y sus manifestaciones literarias, con ojos de lector, narrador, poeta, amigo.
**Décimo número de “Palabras al Sol”, artículos nuevos, notas nuevas. *Revista digital que desde (2006 a 2010) fue publicada online y por grupos cerrados (2007-2010). Habrá artículos cuyos autores no siguen con nosotros pero que quisimos recordar como parte del alma de la revista. 1
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 *Comité de Redacción,
*Colaboran en este número:
compaginación y corrección:
Elisabet Cincotta Emilio Medina Muñoz Ana Lucía Montoya Rendón Liliana Varela
EDITADOS EN ESTE NÚMERO
--ºº-*Edición de este número:
Elisabet Cincotta *Corrección de este número:
Liliana Varela --ºº-*Dirigir comentarios, sugerencias, críticas a: grupomuestrario@gmail.com
•Teresa Vaccaro •María Eugenia Caseiro •Elisabet Cincotta •Gladys B. Cepeda •Malcolm Peñaranda •Emilio Medina Muñoz •Ana Lucía Montoya Rendón •Liliana Varela
-DANIEL MONTOLY -VALENTÍN HUERTAS -EMILIO MEDINA MUÑOZ -MARÍA FERNANDA MACIMIANI -GRISELDA OLEA -LUIS FELIPE RUANO -DELMIRA AGUSTINI -ELISABETH LUNA DÁVILA -ALBERTO MORAVIA -ANDREA SÁNCHEZ -OSCAR PERDIGÓN -CYNTHIA RASKOVSKY -ALBA ESTRELLA GUTIÉRREZ -MATILDE SWANN -ANDRÉ CRUCHAGA -VLADIMIR JANTUS CASTELLI -MIGUEL ANGEL ASTURIAS -MANUEL CUBERO -PIERO DE VICARI -LAURA NICASTRO -ROGELIO RAMOS SIGNES -OLIVERO GIRONDO -JUAN RULFO -DAVID LAGMANOVIC
Revista en pdf ISBN: en trámite Año VI- Nº 10 grupomuestrario@gmail.com MAYO-JUNIO 2019
El material editado goza de todos los Derechos Reservados. La administración confía en la autoría del material que aquí exponen los autores, no responsabilizándose de la veracidad de los mismos. Las imágenes, en su mayoría, son tomadas de la web, por los autores de los artículos, si alguna de ellas infringiera derechos de autor, el autor puede comunicarse con nosotros y la quitaremos.
2
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
EL INVITADO María Eugenia Caseiro María Eugenia Caseiro, Mariú. La Habana, 1954. Poeta y narradora. Miembro de la Unión de Escritores y Artistas del Caribe, Unión Hispanoamericana de Escritores, Asociación Caribeña de de Estudios del Caribe, Miembro Correspondiente de la Academia de la Historia de Cuba-USA, Miembro Colaborador de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE). Colabora con la Asociación Canadiense de Hispanistas. Integra la Muestra Permanente de Poesía Siglo XXI de la Asociación Prometeo. Es coeditora de La Peregrina Magazine y de la revista ARJE. Bibliografía: “Pedazos de paisaje”, versión original en español, La luna del perito, Alicante, España 2005 y, en versión bilingüe (español y rumano), Literra, Rumania 2005; “No soy yo”, Poemápolis, Bilbao, España 2008; “Nueve cuentos para recrear el café”, en versión bilingüe (español y francés), Editions Equi-Librio, Lyon, Francia 2009; “ESCAPARATE, el caos ordenado del poeta”, Editorial Glorieta, Miami, USA 2011; “Arreciados por el éxodo”, ICE, Miami, USA 2013 “A Contraluz”, ICE, Miami, USA, 2016; “Antecedentes y Morfología de la Fobia”, Editorial Exodus, Barcelona, Cataluña 2016; “Arreciados por el éxodo”, (edición especial), Imagine Clouds Edition, Miami, USA 2017; “El Correo de la Mañana” (comedia satírica), Proyecto ICE & Lamparilla S.A., Miami- Barcelona, 2018; “Galeato por un suicida”, Proyecto ICE & Lamparilla S.A., Miami- Barcelona, 2018; “El Escarmentador”, Cuentos de Azotea, Volumen I, Vitrales C.E., Miami, USA, 2018; “E SHÈ BABÍ. Testimonios para deponer lenguagenomas”, Cuentos de Azotea, Volumen II, Vitrales C.E., Miami, USA, 2018; “La Hipótesis del otro”, Cuentos de Azotea, Volumen III, Vitrales C.E., Miami, USA, 2019; “PENTAGONIAS”, Proyecto ICE & Lamparilla S. A., Miami- Barcelona, 2019; “Balada para el duende enano”, Canciones y poemas infantiles, Lamparilla S. A., Everglades Resv., 2019; “El Rapto de Palissy”, Proyecto ICE & Lamparilla S. A., Everglades Resv., 2019.
E X I L I O S. El vocablo “exilio” cuya acepción y alcance dan lugar a un abarcado de otros términos que sirven para identificar las características individuales en cada caso, si bien coincide con el desarraigo, ya sea involuntario o no, es un término digno de atención cuando se refleja en la obra de un artista. Por ejemplo, el destierro y la expatriación son dos formas de exilio; en una está presente con mayor fuerza que en la otra, el consentimiento. Si hablamos de expulsión, proscripción y confinamiento, estamos hablando de un exilio completamente involuntario. Si hablamos de desarraigo, abandono, retiro o aislamiento, estamos en presencia de uno voluntario. La emigración es un tipo de exilio que incluye ambas variantes, la voluntaria, que se lleva a término para dejar atrás las causas del viaje, y aquella impuesta por una situación imposible de abordar de otra forma, porque la causa del traslado es completamente forzosa. Así se da un exilio de amplias dimensiones que a su vez separa, clasifica y cataloga al exiliado. Pero el exilio sigue siendo una de alternativa que no sólo cuenta con “el viaje” a manera de traslado físico. Hay un exilio en el que el viaje es interior y el exiliado se instala finalmente en ese espacio intocable. Su aislamiento es causal. La situación de aislamiento y exclusión vivida por los intelectuales y escritores en tiempos de la Guerra Civil, dio origen al reconocimiento de este fenómeno de manera extensiva, ya no tan inclusivo como en otros casos. Aquí el estado de exilio interior se extiende entre los intelectuales. Salvador Espriu, por mencionar tan solo uno de ellos. El exilio interior no depende de una voluntad propia, el exilio interior sucede y en ello hay involucradas circunstancias de toda índole. En este caso fue la citada guerra. Aunque los factores que conducen a un exilio interior son variados, en todos se halla presente la enorme necesidad de aislarse, de sumirse en una intimidad entrañable que se conoce también como la patria interna. Todo ello implicará la obra y ese producto será, por consiguiente, reflejado en la misma. 3
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
DIERA YO TODA MI CASA “¡Sólo las ceibas patrias / del sol amparan!”
José Martí
Eran de un júbilo beligerante en los cascos de las bestias, el viento zarandeador de abril, la calle adoquinada y la glorieta. Nos llevaba consigo aquel país, sus ceibas
que a su vez arrastrábamos con paso de comparsa revolviéndonos de Iremes al reírnos. Diera yo todo; mi casa, un girasol amarillo diera por un abril desvestido nuevamente. Aquel país… Visto de fuego en la albahaca de su piel rojo pulpa de mamey encendido pabilo entre sus calles. Y surgió de repente en el batey aquel otro fuego congelado en que temblamos el país y yo, todos nosotros (aún temblamos). Rojo tierra, muchedumbre brillante, resbalosa como aceite de majá. Doblábamos las cosas todas antes de escapar. Yo doblada el país para que el viento no le estrujara los balcones, las terrazas; no levantara la tierra con filones de mujeres laboriosas o acarreara cocuyos; para que no se adelantaran ni un segundo los relojes y no se estropeara de pronto el vuelo de mis dedos doblando también la lámpara.
4
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 Doblaba las iglesias, Nuestra Señora de la Merced, doblaba al propio Redentor, a la Ceiba indestructible de mi infancia. Pero un país yacimiento no se deja doblar concretamente y elevándose de brazos sus balcones
nos envolvía el alma a todos con sus sábanas tendidas al viento que no lograba estrujarlo que nos devolvía el blanco de las sábanas pintado con hollín, hollín de los centrales. Ahora el azúcar se nos ha convertido en hollín, en polvareda, y el país nos sigue arrastrando vertiginosamente con el paso de comparsa que antes fue nuestro,
país al que llevamos cargando un destino entero, aquel país de Ceibas maternales nutriéndose del cielo, de raíces con fronteras de calizas aferradas a la sal, al agua. Aquel país ahora, aquel país una visión coagulada.
ANDAR LA NOCHE
Andar la noche en largura de colonias abrir sus válvulas de insectos ir a la antigua habitación donde florecen paramecios, reencarnados ancianos borrachos de criptografías, ermitaños y misóginos… calar las hendiduras en que germina el apacible parásito esperar que la hidra crezca mezclada con el frío hueso de antiguos cobayos, taponar la raíz, el precipicio del crepúsculo
5
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 cuando a la oruga del primer fantasma comienzan a brotarle alas. Andar, andar la noche que traspasa el polvo, quedar insomne en la visión que tiembla
desleírse en lo que brota de los ojos si aún no llueve eternidad en la obtusa comisura de su hangar, se curva el ángulo, y no se alcanza infinitud en el ascenso… Andar, andar y posponer de nuevo una vez más ese descenso de caléndulas en los contornos que vagaron íntimamente alguna claridad sinfín a oscuras
en análoga ignorancia. Andar, andar… andar la noche ameba, y luego atrincherarse en esa anchura, en esa latitud resuelta inusitadamente: soplo que mueva los flecos de la ley, larguísima pierna, monumental brazada, cola que espante la tarántula.
Andar la noche ingénita con sus visiones abrazar el esternón de la agonía pesar la conjetura en todas las pisadas, tomar el tiempo y la distancia entre los brazos subir la cuesta del dolor hasta la cumbre franquear las barreras del equinoccio sin doblar el espinazo que nos hizo un puente. Entonces nacerán de nuevo el rayo, el fuego a pesar de aquella muerte apostada detrás de los ocasos. Andar la noche y su tejado en que pululan hermosos camaleones, sedosas y brillantes las serpientes, helmintos de azafrán y escarcha. azules y esmeraldas espantajos…
6
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 Una cuadrilla de búhos amarillos que alisan la piel de los espejos conduce a la morada en que se pierde el hilo; sed inmensa de gritar, mover las manos en los muros de bruma y de majaguas. Andar la noche enroscados en su velo de medusa, y así, entender la muerte.
María Eugenia Caseiro
N.A. Tanto el texto introductorio como los poemas, son propiedad intelectual de la autora y queda estrictamente prohibido cualquier tipo de reproducción sin su consentimiento expreso. Para contactar con la autora: buhowriter@hotmail.com
7
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
CONOZCAMOS A Elisabet Cincotta Daniel Montoly
Nació en Montecristi, República Dominicana, 1969, poeta y traductor. Obtuvo el primer premio del concurso de poesía convocado por la revista literaria Niederngasse, el “Editor’s Choice Award The International Poets Society”. Aparece en las siguientes antologías de poesía: Colección Sensibilidades (Alternativa Editorial, España 2001), Maestros Desconocidos de la Poesía Contemporánea (Ediciones El Salvaje Refinado, USA, 2004), Colección de Poesía Abrace (Uruguay 2007). Jóvenes Poetas Cantan a La Paz (Casa de La Cultura Latinoamericana, Sydney, Australia 2004), Antología El Verbo Decenrrejado( Apostrophes Ediciones, Santiago de Chile, Chile, 2006), Antología Nueva Poesía Hispanoamericana ( Editorial Lord Byron, Lima, Perú, 2008), y en la antología norteamericana: A Generation Defining Itself –In Our Onw Words- (AMW, Interprises, North Caroline, USA, 2009). Libros de poesía: La Ritualidad del Círculo (Obsidiana Press, 2008, USA), Tránsito del Agua (Editorial Taller del Poeta, 2008, Galicia, España) y Papeles Robados al Más Allá (Linden Lanes Press/ Colección de Poesía, San Antonio, Texas, USA 2014). Su poesía aparece traducida al inglés, alemán, portugués, catalán y al rumano. Colabora activamente con publicaciones literarias latinoamericanas y europeas, y dirige el blog literario: El Wong Side dedicado a la promoción y difusión de la poesía hispanoamericana. Ha participado en
diversos encuentros y festivales internacionales de poesía.
LAS FACTURAS DE LA SOLEDAD “Somos al fin lo que hemos hecho.” Derek Walcott
Quise negarme a confesar quién era cuando ambas mujeres tocaron a mi puerta e intenté pegarles un portazo para que nada, ni nadie, inquietara el éxodo interior de esos días, de lujo, sentado alrededor de una mesa con un libro de poemas, y un blues de Howlin’ Wolf royéndome los tímpanos, y esos bellos ojos arcoíris, quebraron la necesidad de mis apetitos, mirándome del otro lado de su imagen, enmarcada por el tiempo.
Negar el que había sido no hubiera despejado sus dudas sobre la deshonestidad de mi persona, tampoco el portazo hubiese servido para mucho cuando, se ha vivido para mentir, sin el mínimo de escrúpulos tantas veces. 8
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 EL CAMARADA RAÚL AFUERA DEL HOTEL SHANGHÁI Te acercas a la barra del hotel Shanghái pero recuerdas tus promesas y aquellos sucios días de frías cárceles, retrocedes y las viejas entrañas del monstruo suben a flote diciéndote que “una copa no le hace mal a nadie”, que ya no eres el mismo animal político de entonces, que tampoco son aquellos los tiempos de sangre y plomo. Sudas y quieres arrebatarle la botella al camarero de las manos, para celebrar a la vieja juventud, por los retrocesos de la muerte.
las barbas para ir de incógnito a los bares, pero la desgracia termina denunciándote; los rotos de tus pantalones y los aullidos de tus zapatos, dicen, que eres un infiltrado entre la alegre multitud que habita el ocio público, y te empujan gritándote que te marches al paraíso, o al purgatorio. Eso a ti te da lo mismo, después de todo, los has vivido en carne propia.
En ese instante recibes una punzada en el estómago, te sobrecoges, caminas hacia la estación de trenes en donde te esperan, el frío, la soledad, y el desprecio. II Naciste tatuado por los muertos, condenado a recordarlos, y te emborrachas como un desquiciado. Como los poetas beatniks te dejas poblar 9
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 DEL OTRO LADO DEL PUEBLO Lo malo de la tragedia es, que me dejó completamente solo.
nos llegan malas noticias de los que viven al otro lado del pueblo.
Después de llevarse, también a mis hijos, entre sus uñas de hierro, me quedé bailando con el amor de la soledad como única compañera, en este pueblo, con solo tres almas vivientes: El carnicero, el sepulturero y el embalsamador de cadáveres. II Aunque ya no quedan muertos, siempre
10
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
TANGO-PATRIMONIO INMATERIAL DE LA HUMANIDAD Por Elisabet Cincotta chuelo”, “Pa’ que bailen los muchachos” y el monumental “Los mareados”, y “Garúa” con CUARTA ENTREGA estos geniales versos finales
LOS POETAS DEL TANGO
Enrique Cadicamo
¡Qué noche llena de hastío y de frío! No se ve a nadie cruzar por la esquina. Sobre la calle, la hilera de focos lustra el asfalto con luz mortecina. Y yo voy, como un descarte, siempre solo, siempre aparte, recordándote. Las gotas caen en el charco de mi alma hasta los huesos calados y helados y humillando este tormento todavía pasa el viento empujándome.
Nació en Luján, Provincia de Buenos Aires. Su primer libro de poemas, “Canciones grises”, fue escrito, a sus 26 años. «El Pigall ha quedado desierto y bostezando, / enmudeció la orquesta sus salmos compadrones, / las rameras cansadas se retiran pensando / en sus lechos helados como sus corazones». Otros dos poemarios seguirían a éste: “La luna del bajo fondo” (1940) y “Viento que lleva y trae” (1945). Cadícamo publicó, ade- Sin dudas, Enrique Cadícamo fue uno de más, una novela, “Café de camare- los autores más prolíficos de nuestra ras” (1969) y un libro de recuerdos, “El des- música popular. conocido Juan Carlos Cobián” (1972). El primer tango de Cadícamo fue “Pompas de jabón”, con música de Roberto Goyheneche. Primer tango que Gardel le grabó al poeta Enrique Cadícamo y principio de sus notables creaciones. Además le cupo a Enrique Cadícamo ser el autor del último tango que Gardel grabó en la Argentina, antes de emprender su última gira, el tango “Madame Ivonne”, grabado el 6 de noviembre de 1933. toda su producción se distingue por un notable decoro literario, a continuación algunos ejemplos. “Compadrón . “Anclao en París” “Tres esquinas” “Muñeca brava”, con reminiscencias de algunos tangos de Celedonio Flores, escrita para una música de Luis Visca “Cruz de palo”; “De todo te olvidas”, “Niebla del Ria11
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 Cátulo Castillo Recorrió con sus letras los temas que siempre obsesionaron al tango: la dolorosa nostalgia por lo perdido, los sufrimientos del amor y la degradación de la vida. No tuvo en cambio espacio para el humor ni para el trazo despreocupado, y tampoco para el énfasis rítmico de la milonga. La palabra "último" figura en varios de sus títulos, como dando testimonio de ese desfile de adioses que atraviesa sus letras, donde hay siempre compasión por quienes padecen y un frecuente recurso al alcohol como fuga. Su obra como músico en su juventud concibió páginas de gran hermosura, varias llevaron letra de su padre, José González Castillo, Tangos como "Organito de la tarde" que musicalizó cuando contaba 17 años Un dato asombroso es que Cátulo haya podido ser, al mismo tiempo músico y poeta y un boxeador de renombre, que llegó a conquistar el título de campeón argentino de peso pluma. El compromiso político con los explotados inspiró una de sus obras tempranas, "Caminito del taller composición clave dentro del tango de protesta social. "Tinta roja", de 1941, con música de Piana, donde se funden en la añoranza el barrio y la propia infancia. "¿Dónde estará mi arrabal? ¿Quién se llevó mi niñez?", pregunta su protagonista. De ese mismo año, y de la misma pareja autoral, es "Caserón de tejas", un hermoso vals que llora las mismas pérdidas y, dentro del repertorio de compás ternario, es también una obra sobresaliente.
De otro carácter es "María", con música de Aníbal Troilo, creado en 1945. Poema intensamente romántico, que evoca un amor encerrado entre dos otoños, puede ser elegido para representar toda aquella corriente sentimental que bañó al tango durante la década de los '40, con influencia del bolero y con el papel protagónico del cantor de orquesta, que seducía al público femenino con su voz, sus temas y su estampa. el liderazgo poético del género lo alcanzaría recién en la década del '50. fue Castillo quien dominó el panorama y tuvo el mérito de abrir nuevos caminos, que sin embargo se irían borroneando con la declinación que sufrió el tango desde finales de aquella década. Cerca ya de sus cincuenta años, sus letras comienzan a expresar una actitud desesperada ante la vida. Es con esos tangos de la desesperación, impregnados de sensualidad y de filosofía, que construye el último apogeo poético del género, irguiéndose por encima de sus contemporáneos. "La última curda", de 1956, con música de Aníbal Troilo, es probablemente el tango cantado más trascendente de esa década. Ya en los años '60 forjó importantes éxitos con el áspero "Desencuentro" (1962), y el más convencional "El último café" La amplia y sobresaliente nómina de compositores con los que colaboró confirma el compromiso de Cátulo con el mejor tango.
Elisabet Cincotta
12
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
NOVEDADES Por EMILIO MEDINA MUÑOZ UN ABUELO CASTELLANO-MANCHEGO PUBLICA SU PRIMER LIBRO DE CUENTOS A LOS 90 AÑOS
"Salí de allí con 10 años, y aunque estuve tres en un internado de Aranjuez, la situación económica no era muy boyante y con 14 años me puse a trabajar de aprendiz en un taller en Madrid", relata. A pesar del poco tiempo que pasó en el colegio, Valentín ha cultivado el hábito de la lectura a lo largo de toda su trayectoria laboral como torValentín Huertas, jubila- nero, y cuando llegó la jubilación se puso a escribir, indo y vecino del madrileño ducido por su nieta Elena. barrio de Canillas, donde es conocido como 'el abuelito Valentín', ha "Cuando era pequeña y estábamos cuidándola, me decía: presentado este sábado "abuelo, ¿me cuentas un cuento hasta que me duerma?" su primer libro de cuen- Y la contaba los tradicionales, como 'Caperucita roja' o tos, con el que ha cumpli- 'El gato con botas', pero un día me dijo: "estos me abudo el sueño de su vida a rren, quiero que te los inventes". Y me pasaba todo el los 90 años: ver editadas día pensando en la historia que iba a forjar para contarla las historias que comenzó por la noche", recuerda. ideando para su nieta y que en los últimos años ha compartido con niños y De aquello han pasado ya 15 años, y su nieta Elena, hoy veinteañera, le hizo otra petición. "Esta vez me dijo que niñas en colegios y hospitales. Ahora han sido recopiladas en 'Los cuentos del abue- le escribiera los cuentos de cuando era pequeña para guardarlos en un cuaderno", explica Valentín, que cogió lito Valentín', de la editorial LoQueNoExiste. bolígrafo y papel, y descubrió siendo octogenario una "Imagínate, estoy flotando como en una nube. Yo siem- vocación literaria que no tardó en difundir por internet. pre había tenido una ilusión desde que empecé a escribir "Porque mi otro nieto me hizo un blog, y ahí están los cuentos: que el día que me falte la vida me quede la pa- cuentos", aclara. labra. Y la editorial ha hecho factible que si un niño tie- Valentín comenzó a escribir cuentos, y como su nieta ya ne un libro mío, habré conseguido que me quede la pala- había crecido, se puso a contárselos a otros niños y niñas de su barrio. Las visitas a los colegios de Canillas y Horbra", explica Valentín a Europa Press. taleza se hicieron frecuentes, y el abuelito Valentín acaValentín nació en la localidad de La Roda, en Albacete, bó convirtiéndose en reclamo de cualquier celebración pero la guerra le sacó pronto del pueblo y de la escuela. infantil.
13
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 A veces, hacía textos "ilustrados", y un día, mientras confeccionaba uno de ellos, le ofrecieron llevar sus relatos al Hospital Niño Jesús de Madrid. "Surgió de casualidad, porque yo iba a una fotocopiadora del barrio con mis textos para ponerles imágenes, que encontraba en Google para decorar el cuento, y el dueño, que también trabajaba en el hospital, me hizo el ofrecimiento", rememora divertido. "Y he estado yendo mientras las facultades físicas me lo han permitido, porque ya me empiezan a fallar las piernas", puntualiza. VALENTÍN MANTIENE INTACTA LA MEMORIA Y LA CREATIVIDAD A pesar de los achaques, Valentín mantiene intacta la memoria y la creatividad, que vuelca a diario en todo tipo de textos, también comprometidos con su tiempo. "Cuando trabajaba fui delegado sindical, porque he sido un poco revoltosillo", afirma. Militó en el PCE y fue fundador de una asociación de vecinos durante la Transición. También de la asociación de padres y madres de alumnos del instituto de sus hijos, el Conde de Orgaz de Madrid, que reivindica como estandarte de la defensa de la educación pública. "En aquella época, muchos alumnos tenían que dejar los estudios por necesidades económicas para incorporarse al mundo del trabajo. Entonces la dirección del instituto creó clases nocturnas para que pudieran seguir estudiando, algo que no gustó a las autoridades de la época, ni tampoco a unos grupos de mozalbetes que venían a apedrear las ventanas. Y formamos la asociación de padres para hacer patrullas que evitarán el gamberrismo, y así los chavales pudieran estudiar tranquilos en horario nocturno", dice recordando los últimos años de la dictadura.
LA PERRITA FELIZ Andrés esa noche no había podido dormir, ¡era la noche de Reyes Magos! Apenas era de día cuando fue a mirar en el Árbol de Navidad. La caja más grande estaba llena de agujeros y pensó en una broma, pero al quitar la tapa ¡su grito de alegría despertó a todos! De la caja salió lo que tanto deseaba ¡¡Una perrita! Los demás regalos casi quedaron olvidados. Le dieron el nombre de Estrella y todos los mimos eran para ella. Pero al poco tiempo ya no había mimos, discutían a quien le tocaba sacarla a la calle. Cuando sintió miedo fue al llegar la Semana Santa, les oía decir enfadados: Que pena que este año no podemos ir al mismo sitio ya que allí no admiten perros. Se tranquilizó al ver que el día del viaje recogían su mantita y cacharros. Pobrecilla no se suponía lo que tramaban contra ella. Nada más amanecer paró el coche y le pidieron bajar para hacer sus “cositas”. Pero al instante el coche arrancó dejándola en tierra. Pensó en una broma, pero después de mucho tiempo no volvieron a por ella. Estrella abandonó aquel peligroso lugar y se dirigió hacia una luz que pensó que era una casa, pero era una hoguera debajo de un puente y junto a ella el personaje más raro que había visto nunca. Una larga cabellera y una poblada barba casi le ocultaban el rostro; pero cariñosamente le ofrecía un poco de lo que estaba comiendo. A partir de ese día no se separó de aquel nuevo amigo. Aprendió que la bondad y el cariño se pueden encontrar en cualquier persona por raro que sea su aspecto físico. Lo importante es que tenga buen corazón y sentimientos. Y como así ocurrió, ahora se lo cuenta a sus queridos niños y mayores… El abuelito Valentín.
Como jubilado, Valentín ha mantenido esa sensibilidad social. Una noche de desvelo, llamó a un programa nocturno de radio para leer uno de sus escritos. En concreto una carta contra la violencia de género. Un periodista de televisión le escuchó, y quiso ponerse en contacto con él para hacerle una entrevista, y de aquella entrevista surgió el encuentro con la editorial que acaba de publicar el libro 'Los cuentos del abuelito Valentín', que ha presentado este sábado rodeado de familiares, amigos y "sus queridos niños", como llama a los destinatarios de sus historias. "Si me mantengo así es porque cada abrazo que me da un niño es como echarle combustible al depósito de un coche viejo para que ande unos kilómetros más", sentencia poético Valentín.
14
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
LITERATURA INFANTIL JUVENIL Por Teresa Vacaro MARÍA FERNANDA MACIMIANI, de Tres de Febrero. Buenos Aires. Creó la revista virtual “Léeme un cuento”. Premio Pregonero y Hormiguita Viajera. Sus producciones para niños y adultos son parte de diferentes antologías y libros escolares. Es miembro de la Comisión Directiva de la Academia Argentina de Literatura Infantil y Juvenil.
UN CARAMELO EN EL ESPACIO
Cuando estaba en cuarto grado, fuimos con la seño al Planetario, para conocer un poco más el universo. Pero a todos nos llamó la atención, un caramelo de cristal colorido que flotaba en la inmensidad. Yo lo descubrí: —¡Un caramelo en el espacio! —grité. Y después de algunos: “¡JUA JUAJUA!”, todos mis compañeros también lo vieron. Sólo la seño seguía sin verlo, pero Mile, July, todos mis compañeros saltaron sorprendidos al ver el descubrimiento. La señorita creyó que estábamos haciéndole una broma. July y yo teníamos telescopio, algunos de los chicos también, así que planeamos verlo desde nuestras casas. Pero cuando lo intenté, pude ver de todo menos ese caramelo espacial que me tenía atontada. Esa noche fui a dormir con cara de buldog, no entendía por qué no podía encontrar ese planeta que desaparecía cuando quería. Al día siguiente llamé a mis compañeros y tampoco habían podido verlo, no entendíamos qué estaba pasando. Cada uno buscó por su lado en libros de Astronomía y en Internet, pero ni noticias de un planeta como ese. Los días pasaron y el misterio fue creciendo como nuestra desilusión. Llegamos a pensar que fue casualidad lo que vimos en el Planetario. Pero por las dudas, decidimos investigar hasta descubrir al menos, cómo un planeta podía esconderse de nosotros o de la seño. Una noche más sin novedades, saludé a todos y me fui a dormir. Cerré mis ojos agotados y me acomodé en la almohada, como un gatito triste. El aire acariciaba mi cara y me fui durmiendo, cuando la oscuridad se transformó de repente en luz… No podía ver bien, pero no hacía falta, una voz metálica me dijo: —¡BUS-CAR!¡EN-CON-TRAR! ¡JU-GAR! ¡JUN-TOS! —La gota rosada me quería dar un mensaje y ondulaba borrosa en mis sueños: —¿Venís del CARAMELO ESPACIAL? ¡Queremos encontrarlos! ¿Me escuchas? Y un zumbido largo terminó con la conexión. El corazón se me escapaba del cuerpo, fue el sueño más real detoda mi vida. Esa madrugada volví a revisar toda la información, las fotos del universo y nada… Era muy tarde, desde la ventana recorrí el cielo con mi telescopio y 15
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 una vez más, no lo encontré… Temprano nos juntamos en la plaza y les conté a mis amigos sobre el sueño, aunque no me creyeran. Esperaba un montón de: “¡JUA JUAJUA!”. Pero esta vez se quedaron en silencio. Y de a uno fueron contando un sueño parecido al mío. —¡¡¡Se están comunicando con nosotros, chicos!!! — dijo July. —¡Alguien vive en el caramelo y nos busca, tenemos que hacer algo! —aseguré. —Ya sé —dijo Mile —Vamos a tratar de ver el planeta pero todos juntos, como en el Planetario, esa fue la única vez que lo vimos. ¡Separados parece imposible! Así que corrimos a la casa de July y llamamos a los que faltaban. Cuando estuvimos todos, lo intentamos. ¡¡¡Y ahí estaba, derramando colores, nuestro caramelo tornasolado!!! ¡Pero esta vez más brillante y de muchos más sabores!! Uno a uno fuimos mirando ese astro tan extraño. July quiso que su mamá lo viera, para que entendiese tanto alboroto, pero no pudo. Por más que intentó no vio nada. Tampoco el papá, sólo los niños lo pudimos ver. A una enorme distancia de la tierra, sin que lo supiéramos, existía un planeta con seres diferentes pero parecidos a nosotros. Los chicos del Caramelo buscaban conectarse con otros mundos. Tenían un aparato muy grande que se parecía a un telescopio súper potente. Pero era mucho más que eso, porque además de ver lejos, muy lejos, con él podían oír y descifrar idiomas. Con el aparato descubrieron, planetas, estrellas, cometas y agujeros negros… pero no encontraban habitantes amigables, algunos les temían otros no querían amistad. Cierto día comenzaron a jugar con el aparato, lo giraron a la derecha, a la izquierda, lo subieron, lo bajaron, tocaron todos los botones pero, no había nada interesante hasta que: “¡Uyyyyy! ¿Qué es eso? Los pequeños extraterrestres descubrieron con sus ojazos luminosos, un planeta todo manchado de colores, verdes, marrones y azules, grandísimo y redondo… Giraba acompañado por una pequeña esferita blanca que lo rodeaba. Dicen que sintieron una gran energía que los atrajo a ese lugar desconocido. ¿Serían nuestras ganas de encontrarlos? La conexión entre los dos mundos se dio mágicamente, no sé bien por qué. Creo que sentíamos lo mismo. Más allá de las palabras nos entendi-
mos.Nos buscamos. ¡Sin perder tiempo, ellos vinieron a la Tierra! No llegaron en naves, ni se teletransportaron de un planeta a otro. Desde allá lejos extendieron un arco iris de colores radiantes y esponjosos, para deslizarse a nuestro encuentro. ¡Qué divertido fue verlos llegar en arco iris! Todos iluminaban el cielo con las luces de sus miradas, mientras aterrizaban por el mágico tobogán. Así llegaron a distintos lugares: al norte, al sur, a bosques, a ciudades, a islas y montañas, también fueron a los rincones más fríos y cálidos. Los niños los esperaban, así como Mile, July, mis compañeros del cole y yo. No fuimos los únicos en invitarlos a venir. Ellos se sorprendieron de este planeta con tantos seres amistosos, tantos como siempre habían soñado. Fue una linda sorpresa saber que chicos de todo el mundo los recibían con la misma alegría que nosotros. Pero los adultos siguieron sin creernos, no los vieron. Después del primer encuentro hubo muchos otros. De vez en cuando se aparecían en nuestros sueños para llevarnos a conocer el universo. Nos enseñaban a dibujar con las llamas de los cometas, pintando estelas de luz en el cielo. Lo que más me gustaba era buscar los agujeros negros y la basura espacial, donde jugábamos a las escondidas. Los años pasaron, tuvimos muchos encuentros espaciales, con amigos de aquí y de allá. Fuimos creciendo y ese caramelo que encontramos en el espacio se fue alejando, hasta quedar guardado en los recuerdos de la infancia. Dulces estrellas Caramelos, amigos Color del sabor.
16
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
LA ENTREVISTA Por Gladys Cepeda ENTREVISTA A GRISELDA OLEA, CREADORA de “CALLE NUESTRA”
un poco el sentido de lo importante que es nuestro aporte a la comunidad a la que pertenecemos y es valioso poder arte sin esperar nada a cambio más que el saber Por Gladys Cepeda que alguien aprecia una obra puede valorarla y atesorarla. Estamos viviendo tiempos caóticos y es importante que los artistas nos manifestemos. ¿Cuándo y cómo surge la idea de ¿Por qué pensás que los artistas perdieron esos ideales “Calle Nuestra”? o los han olvidado? La idea surge de una necesidad muy personal a mediados del año Porque no somos ajenos al mundo alocado en el que vipasado (2018) nace de las ganas de vimos y eso en ovaciones hace que nos chupe la corriendar y compartir arte más allá de las te y nos ciegue algo del "Ego" que todos en menor o muestras y del circuito comercial, mayor medida tenemos. las ganas de hacer llegar arte a diferentes personas desTambién realizas intercambio con conocidas. otros países ¿Cómo surgió esta ¿Fue hecho como convocatoria abierta o comenzaste actividad y como hacen para poder financiarla? con obras tuyas poniéndolas en espacios abiertos? Alegremente se sumaron colegas como Rachelline Centomo de Veracruz y Blanca Sarre en Querétaro (ambas de México) y Alexsandra Gargiulo Pimienta de Barranquilla Colombia todas se enteraron del proyecto gracias a la repercusión en las redes y se sumaron a liberar obras en sus lugares de origen. ¿Cuántos artistas aproximadamente pensás que partici- Desde Mar del Plata mandamos obras para Veracruz y que Rachelline las libere en las calles de México, el proparon hasta ahora? yecto no maneja dinero solo en el momento que mandaHasta el momento más de 20 de Argentina, de Venezue- mos obras a otros lugares costeamos la encomienda en partes iguales entre quienes participamos. la y Colombia. A parte de eso no se cobra para liberar ni nada de eso, es ¿Qué reacción tiene la comunidad frente a esta pro- una gestión fuera de todo circuito comercial. puesta? Comencé compartiendo mis obras y en un encuentro de artista que se hace acá en la ciudad "Café con artistas" comenté la idea y sorpresivamente para mi mucha artista se sumaron inmediatamente a la idea, dándome algunas de sus obras para liberar en la Calle, desde ese día el proyecto se volvió completamente colectivo. Siempre compartimos las obras en espacio público de allí el nombre "La calle es nuestra".
En principio he recibido solo mensajes de agradecimiento de las personas que encuentran obras y deciden mandarme mensaje para contarme su experiencia de hallazgo. Algunas personas me dicen que rescata el espíritu de los años 60 por lo solidario ¿Qué pensás al respecto? Creo que quienes nos dedicamos al arte hemos perdido 17
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 ¿Qué futuros proyectos tenés para Calle abierta?
tu formación?
En principio seguir compartiendo colectivamente tanto arte como pueda y seguramente cuando "La calle es nuestra" cumpla el primer año de vida es mi idea celebrar con mucho arte. Esto será en Septiembre de este año así que seguramente surgirá algo bien bonito para compartir con todos. Desde la poesía, la plástica, la escultura, la fotografía, la música y la ilustración este ha sido un proyecto multidisciplinario que felizmente ha llegado a la gente y ha podido juntar a muchos artistas que amorosamente deciden dar amor a través de sus obras, así que eso merece que el trabajo continúe.
Soy artista desde que tengo memoria, jajaja nunca imaginé ser otra cosa, pero mi formación académica la realicé en la escuela de Cerámica de la ciudad de Mar del Plata realizando el profesorado de artes visuales hasta el año 2007. ¿Cómo ves la relación que el arte tiene con la educación que cosas habría que modificar para mejorarlo?
Creo que la relación que el arte tiene con la educación en nuestro país no es suficiente, creo que lamentablemente el arte no se toma como eje fundamental en la formación de los más pequeños y deberíamos tenerlo mucho más ¿Contás con un grupo para realizar la liberación de presente, alentar a la creatividad estoy segura mejoraría obra o sos vos sola? al desarrollo los resultados individuales y colectivos de nuestra sociedad serian sin duda mucho más amorosos. Por el momento libero sola aquí en Mar del Plata, los artistas me hacen llegar sus obras yo las preparo y luego las libero cuando digo que las preparo me refiero a agregarles un apartado donde cuento que este es un proyecto de arte libre y que si esa obra es encontrada puede ser llevada. Esto es necesario ya que sino quien encuentra la obra no sabe muy bien de que se trata el proyecto por eso es importante aclarar. En Buenos aires la liberación de poemas está a cargo de tu maravillosa labor te estoy muy agradecida por acompañarme en Argentina con la liberación de arte.
¿Sos oriunda de Mar Del Plata? Si, nacida y criada sobre las orillas de la costa Atlántica jajaja. ¿Desde cuándo hace que sos artista plástica y cómo fue
18
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 ¿Qué opinas de las nuevas tendencias que se utilizan en el arte? Mientras sean verdaderamente sentidas por los artistas y no sean una excusa para el circuito comercial o nos aleje de lo que realmente somos y sentimos no me parece que sean algo que sea perjudicial para quienes hacemos realmente lo que sentimos. ¿Proyectos para este año? Al momento estoy participando de dos muestras colectivas en la ciudad. Me gusta participar con mis obras en diferentes muestras, eso me mantiene activa y en contacto con otros artistas, mi trabajo con la pintura en permanente y en diferentes espacios. ¿Alguna palabra o mensaje final? A quienes encuentren arte en la calle en cualquier parte de Latinoamérica sean capaces de disfrutarla y sepan que siempre alguien más piensa en ellos.
Para contactarse -Mar del Plata, Argentina Calle Nuestra https://www.instagram.com/callenuestramdq/
-Veracruz, México Rosa Mexicano Colectivo Cultural https://www.instagram.com/rosamexicanocolectivocultural/ - Avellaneda, Argentina https://www.facebook.com/groups/385201952259122/ - Querétaro, México Proyecto Libélula https://www.instagram.com/callenuestraqro/ - Barranquilla, Colombia Alexsandra Gargiulo Pimienta
Gladys B. Cepeda
19
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
ARTE Por Ana Lucía Montoya Rendón A TRAVÉS DEL ARTE, PARTO Y LACTANCIA EN LAS CULTURAS ANTIGUAS A través de grabados, cerámicas o esculturas, la tradición oral y escrita, y el hallazgo de muebles y herramientas utilizados para esos menesteres, se ha podido acceder a algunas de las diferentes formas de parto y crianza en las culturas antiguas.
En recorrido por diferentes páginas web hemos recolectado valiosas imágenes y textos, y sus respectivos enlaces, que a continuación presentamos. Transcribimos de:
El parto en diferentes posiciones a través de la ciencia, la ... Biblioteca Virtual en Salud de Cuba - Infomed “Asimismo, existen ilustraciones de diferentes épocas que muestran el diseño de sillas para el parto en posición sentada y, específicamente, en la edad media se vio florecer la fabricación de sillas para el parto en posición vertical.10,11 Del mismo modo, en el Perú antiguo, esta intención se evidencia en la cerámica de la cultura Moche.10 “Pero aún hay más testimonios al respecto. Los egipcios de épocas remotas tenían curiosas maneras de tratar los asuntos relacionados con el embarazo y el parto. No solamente se tenía en cuenta la posición durante el parto, sino también otros aspectos más disímiles, tales como el cabello. En efecto, las mujeres que parían en Egipto tenían por costumbre no anudar ni recoger los cabellos de ninguna forma, pues se pensaba que esas ataduras podrían dificultar el parto y su satisfactoria evolución.12 Christian Jacq, en su libro "Las egipcias" comenta que la parturienta debía de estar desnuda con el pelo suelto, pues debía de estar libre de cualquier nudo que lo complicara. En las representaciones antiguas de partos se ve en el momento del nacimiento a la madre con el pelo suelto. 12 En cualquier caso, resulta curiosa esta costumbre de las antiguas egipcias de no recogerse el pelo durante el parto para evitar complicaciones. Seguro que algunas prácticas populares infundadas de este tipo se siguen manteniendo en algunos lugares del mundo… y no siempre tan lejanos. “La diosa Tauret o Tueris cuyo nombre significa "Gran Hembra de la Tierra" o "Una Gran Mujer", era la diosa
egipcia de la fertilidad. "La Grande" también era protectora de las embarazadas y diosa celeste, la "Misteriosa del horizonte", era la patrona y protectora de las mujeres embarazadas, el parto y el nacimiento, y su imagen era uno de los amuletos más usados para tener hijos al igual que los que representaban al dios enano Bes, la diosa Neith o Hathor.13 A esta diosa se le representa como una mujer con cabeza de hipopótamo, con grandes pechos (tradicional símbolo de fertilidad) y un vientre de embarazada. Tenía las extremidades de un león y la cola de un cocodrilo. Su apariencia grotesca es probablemente debida a que se pretendía desviar o "asustar" así a los espíritus maliciosos y para otorgarle los poderes de animales tan peligrosos como el hipopótamo, el león, y el cocodrilo, para que ellos actuaran como la protección para las mujeres y sus descendientes. A menudo aparece junto a símbolos como un tocado con plumas o los cuernos y el disco solar. La diosa egipcia embarazada Tueris es una muestra más de la importancia que se le otorgaba en las antiguas civilizaciones a lo sobrenatural, en cualquier ámbito de la vida. El embarazo y el parto, que hoy día nos siguen pareciendo mágicos, no podían ser menos.
20
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 Parto de los siameses en Cochinchina | TiraBUZón Blog de la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza blog.biblioteca.unizar.es
De acuerdo con los códigos religiosos y sociales, hay tanta diversidad de ellos, como grupos étnicos existen. Desde antiguo, la maternidad y sus diferentes acciones, en muchas culturas ha estado rodeada de mitos, rituales, admiración y belleza, a excepción de lo que ocurría y aún ocurre en culturas puritanas donde se ha satanizado el enseñar alguna parte del cuerpo y sus respectivas funciones, como es el caso puntual de las mamas de la mujer al lactar, por lo que ha sido obligada a cubrirlas o alimentar a su bebé a escondidas. Adjuntamos fragmento de un poema que alude a la lactancia y la dicha que embarga a muchas madres al lactar. Anexamos también imágenes sobre el tema, representativas de la pintura y escultura universales.
EROS MATERNA (*)
Parir en el antiguo Egipto | Francisco Javier Tostado
volaba entre las nubes y la bruma la veía y recordaba... 1. encontré a Eva lactando lactaba excitada porque lactaba de la Vida su fruto mamaba con ahínco ella estremecida con espasmos de celo y parto como aroma de pan recién hechoasí este recuerdo que guarda bien su cuerpo 2.
El parto en la Edad Media http://eldiariodeanabolena.blogspot.com/2012/07/elparto-en-la-edad-media.html
lactar la excita la vuelve mariposa y agua la vuelve fuego y pájaro erecto su pezón espera el juego que acelera sus delirios que la regresa al borde húmedo donde duerme la Luna, al sereno Fotos gratis: Estatua bebé mamá escultura art figura dibujo ilustración mural https://pxhere.com/es/photo/1242652
PLACIDEZ DE LA LACTANCIA Si embarazo y parto han inspirado a los artistas desde la antigüedad, mucho más en la mayoría de las culturas, la lactancia materna.
21
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 FUENTES: Archivo: Andrea Solario 002.jpg https://es.m.wikipedia.org/wiki/ Archivo:Andrea_Solario_002.jpg
Biblioteca virtual en Salud de Cuba - Infomed http://bvs.sld.cu/revistas/gin/vol38_1_12/gin15112.htm Blog de la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza http://blog.biblioteca.unizar.es/exposicion-sobre-el-partoen-otras-culturas/parto-de-los-siameses-en-cochinchina/ El parto en la Edad Media http://eldiariodeanabolena.blogspot.com/2012/07/el-partoen-la-edad-media.html
Flor de Quetzal: Xochiquetzal http://puriaprendiendovida.blogspot.com/2012/06/la-florde-quetza-xochiquetzal.html
Historia de la lactancia materna https://sites.google.com/site/lalactanciamaternaexclusiva/ historia-de-la-lactancia-materna
Lactancia materna y ayuno durante el Ramadán https://apilam.org/lactancia/lactancia-materna-y-ayunodurante-el-ramadan/ La cultura del nacimiento https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/8421/ MicrosoftWord1COMPLETOlasculturasdelna.pdf
https:// elpincelconlienzo.wordpress.com/2014/09/22/ alcmena-y-anfitrion/ Hera alimentando a Hércules
La Sagrada Maternidad: la mujer primitiva y su rol social. https://lamujerantiguaunimet.tumblr.com/ post/133399201007/la-sagrada-maternidad-la-mujerprimitiva-y-su-rol ………
(*) Fragmento del poema “Eros Materna”, de almr.-.
Fotos, pinturas y esculturas que no satanizan la lactancia https:// www.angelcupmexico.com/ fotos-pinturas-esculturas-nosatanizan-la-lactancia/
22
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
POESÍA I DOS POEMAS DE DELMIRA AGUSTINI Boca a boca Copa de vida donde quiero y sueño Beber la muerte con fruición sombría, Surco de fuego donde logra Ensueño Fuertes semillas de melancolía. Boca que besas a distancia y llamas En silencio, pastilla de locura Color de sed y húmeda de llamas… ¡Verja de abismos es tu dentadura! Sexo de un alma triste de gloriosa; El placer unges de dolor; tu beso, Puñal de fuego en vaina de embeleso, Me come en sueños como un cáncer rosa…
Joya de sangre y luna, vaso pleno De rosas de silencio y de armonía, Nectario de su miel y su veneno, Vampiro vuelto mariposa al día. Tijera ardiente de glaciales lirios, Panal de besos, ánfora viviente Donde brindan delicias y delirios Fresas de aurora en vino de Poniente…
Inaccesible… Si otra vez mi vida Cruzas, dando a la tierra removida Siembra de oro tu verbo fecundo, Tú curarás la misteriosa herida: Lirio de muerte, cóndor de vida, ¡Flor de tu beso que perfuma al mundo! La ruptura Érase una cadena fuerte como un destino, Sacra como una vida, sensible como un alma; La corté con un lirio y sigo mi camino Con la frialdad magnífica de la Muerte... con calma Curiosidad mi espíritu se asoma a su laguna Interior, y el cristal de las aguas dormidas, Refleja un dios o un monstruo, enmascarado
Delmira Agustini Uruguaya, (1886-1914). Su familia apoyó su vocación, mientras sus escritos cargados de sensualidad y erotismo, escandalizaron a la sociedad burguesa de su tiempo. Gracias a su posición económica estudió francés, música y pintura. Perteneció al Modernismo, fue precursora de la poesía femenina del siglo XX en Sudamérica, y participe de la generación del 900 junto a J. Herrera y Reissig, L. Lugones y R. Darío.
Estuche de encendidos terciopelos En que su voz es fúlgida presea, Alas del verbo amenazando vuelos, Cáliz en donde el corazón flamea. Pico rojo del buitre del deseo Que hubiste sangre y alma entre mi boca, De tu largo y sonante picoteo Brotó una llaga como flor de roca. 23
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
ELISABETH LUNA DÁVILA DESPERTAR
Morder la palabra, masticarla, desguasar la idea, dibujar otro mapa, cambiar el recorrido, erigirse en estatua de sal, saborear lágrimas anegadas por el miedo, caminar con la sombra del atardecer, cantarle a los recuerdos, abrir los cerrojos del naufragio. Y despertar. ATREVERSE Mi vuelo se desliza sobre el renglón que aguarda este canto, que ahora es canto rodado. Rueda en el pentagrama para encontrar el modo de decir, de expresar, de arrancarle al silencio su latido de misterio. Ser uno mismo tiene una alto precio, para nacer poema y atreverse.
***********
y encendieron las lámparas. Luego la tarde ya no tuvo otro grado de ocupación que su propio fastidio proyectado a pico de montes y selvas y a medio camino entre tu tiempo, que no es otro que éste atiborrado de lodos y mieses por todo el orbe, abrillantado por carne letal, y la hostilidad de ácidas cáscaras burbujeando sobre el carbón ardido, con malquerencias de consignados herejes y todas las sombras concebidas. Encendieron las lámparas pero no hubo grana en la luz sino cava-ceniza, menguó el ojo frágil, cerrado a visibilidad, y el rojo piel de sapo del melón de Tántalo avivando las cimas del Sípilo, tal y como vi en la foto aquella tarde de Valencia en que me saltaron los ojos zambullidos de espejeantes fluidos sonoros hechos a la suma de rebrillos y luces y para despistar a los cocuyos. Pasaron los dedos sobre el barniz ardiente y una multitud de dulces muchachas pasó, sabor oscuro, frente al mar, masticando uvas caletas. No hubo oleaje esa tarde porque todos mis sábados son una prolongada preparación para ese domingo que vendrá echando por tierra todas las buenas versiones de mis semanas y mi mejor discurso y todas las insignes omisiones de mis palabras con todas las columnas de mis aburrimientos.
LUIS FELIPE RUANO
Se encendieron las lámparas y las muchachas mascaban sus uvas. EPOPEYA El oleaje empezó, pero Proust volvió el rostro y fugó a los manglares, junto a los farallones, “La vida que tú buscas donde iniciaban las dionisíacas del golfo nunca la encontrarás”. y el Hermes cuero-azul desnudaba solícito su palenque de altivos Antinoos Poema de Gilgamesh. Tablilla X- Columna I y el guijarro fiero punzaba pisando el follaje umbroso Alguien pasó los dedos y la buena zafra de las destilaciones. 24
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 Alguien pasó los dedos y encendieron las lámparas. Nosotros estábamos allí aquella tarde mientras el acre soluble enrarecía el manantial de termas y extendía sus láminas púrpuras hasta la misma embocadura de cañadas.
Correo: yinfiro61@gmail.com EXPOSICIONES PERSONALES:
Hotel Vista al mar…C. Habana 1992 Oleos y acuarelas Galería Orígenes C. Habana 1991 1993 1995 2000 Encendieron las lámparas Oleos, acuarelas y pasteles para que viésemos, Hotel Inglaterra. 2005. 2017. 2018 Oleos porque pudiésemos ofrecer testimonio. Galería Sambo 22. Chile. 2013 Oleos Sin embargo, luz no hubo Galería Factory Imege. Cali. Colombia 2012. 2014 sino mas bien una suerte de flema escarchada Oleos y acuarelas chorreando los términos Galería Lambert. Paris 2014. 2015 Oleos y la nulidad sin cuenta de los imponderables sacrifi- Hotel Cohíba 1917.1918 Oleos, acuarelas y pastecios les. en la fútil búsqueda de nuestra comprometida inmortalidad. LIBROS PUBLICADOS: Las muchachas partieron desilusionadas ante la mezquindad de las segregaciones. –“PETRARCA FURIOSO”. Poesía. Premio “Pinos Encendieron las lámparas, nuevos” 1996. Editorial letras cubanas. la eclosión de arenas y la epopeya hubo –“SI BEMOL PARA UN ACTO BREVE”. Poesía. y fuimos apisonados Editorial Letras cubanas 2001. bajo la bota del quinto Rey de Uruk. –“NUEVE CÍRCULOS”. Poesía. Editorial letras Cubanas 2007. – “UN PUNTO DE FUGA”. Ensayo. Editorial Alquibla. 2002. LUIS FELIPE RUANO. –“PALMERAS, GIRASOLES, UN RÍO”. Ensayo. Revista Hispanoamericana de cultura 2019 “POESIA Y CUENTO”. Revista Linden Lane Magazine & Press 2019 “NUEVOS JUEGOS PROHIBIDOS”. Antología de la nueva poesía cubana 1997 Sociedad de servicios de artes gráficas S. L. Madrid. y Editorial Letras Cubanas. –FINALISTA PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA 'MACEDONIO PALOMINO PARA OBRA PUBLICADA 2008' México. Azafrán y Cinabrio Ediciones. Poemario ”SI BEMOL PARA UN ACTO BREVE”. –ANTOLOGIA DE LA DECIMA CUBANA Siglo XXXXI Letras cubanas 2016.
Nació en Ciudad de la Habana 1961 Pintor Y Escritor. Miembro de la UNEAC. 25
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
26
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
PUEBLO CHICO, INFIERNO GRANDE Malcolm Peñaranda Cuando creíamos que iban a derrumbarse por la caída de los precios del café y la competencia desleal de Brasil y Vietnam, nos demostraron que eran inquebrantables y empezaron a diversificar sus cultivos y a convertir sus fincas en finca-hoteles donde Serie: PUEBLO CHICO, INFIERNO GRANDE ahora alojan a capitalinos snob que se hacen miles Infierno inspirador: Aranzazu - Provincia, Esta- de selfies para aparentar que tienen finca cafetera y do, Región o Departamento: Caldas (Colombia) a extranjeros aventureros que quieren vivir la cultura cafetera o rememorar los escenarios donde vivía la chapolera protagonista de la telenovela “Café con Aranzazu es uno de esos pueblos que en Colombia aroma de mujer”, que se emitió hasta en los países llamamos “perdidos en medio de la nada y de la ba- balcánicos. ba”, pues además de su abandono estatal y de su ubicación geográfica, caen presas de la baba men- Y es que cuando llegás a esas fincas, llegás a patirosa de los políticos de turno que siempre les pro- raísos escondidos y llenos de tanto verde y tanta meten que van a pavimentar la carretera, hacer el tierra fértil que a menudo te frotás los ojos para acueducto o lograr que la electricidad llegue a cada comprobar que no estás soñando y que tanta belleza junta sí existe. Cada finca, cada plantación, cada vereda y a cada finca. arroyo y cada pajarito que te encontrás, te regocijan Pero cada año, en las dos temporadas de lluvias, el el alma. pueblo vuelve a quedar incomunicado y a merced Camino a una de esas fincas conocí a Nicolás, un de la misericordia de Dios, como dicen sus católi- Tarzán de Vereda que manejaba un yipao y cuando cos y camanduleros habitantes. Tienen que acudir se atascaba entre el lodo de la carretera que siementonces a su ingenio y a los trasbordos de un pre van a pavimentar después de las próximas yipao a otro, desafiando todas las leyes de la física elecciones, se bajaba y levantaba el carro él solito luego de desocupar parte de la carga con meticuy de la inercia. Y es que los yipaos solamente existen en la zona losa precisión. Lo desatascaba como si nada, con cafetera de Colombia. Son vehículos de la marca una fuerza de macho vulgar y unos gritos de camioJEEP, tipo campero, que llenan completamente con nero emputado. Le gritaba instrucciones a su ayubultos de café, plátano o frutas que cultivan en tan dante que era medio lerdo y medio vivo, con unos fértil tierra desde que empezó la crisis del café y ojos verdes chiquiticos que lo semejaban a un léColombia dejó de ser un país cafetero para conver- mur.
Tarzán de Vereda
tirse en un país petrolero y minero. Los cafeteros son campesinos extraordinarios que parecen hechos de hierro y oro. Dan la impresión de ser indestructibles, como creados por un dios de la mitología griega. Algunos son muy corpulentos, otros flacuchentos pero de músculos notables que ponen a prueba todos los días. Lo que todos tienen en común es el ingenio.
Los hombres nos quedábamos viéndolo con una mezcla de admiración y envidia, como preguntándonos porque no teníamos nosotros esos genes de superman y esa fuerza descomunal. Las mujeres en cambio, lo miraban con lascivia y entusiasmo. Se mordían los labios y cruzaban angustiosamente las piernas como tratando de frenar el caudal que mojaba sus otros labios. 27
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 Cuando logró sacar el carro del lodazal y a fuerza de empujones lo encarriló nuevamente en la trocha que llaman carretera, nos animó a volver a subir en él luego de acomodar eficientemente la carga en los mismos lugares. Se limpió las manos con un trapo rojo de franela y empezó a manejar como soldado de película gringa. En pocos minutos llegamos a La Paila, la vereda a la que todos nos dirigíamos. Esperé a que volviera a respirar normalmente para preguntarle un poco más sobre el lugar donde íbamos y sobre las condiciones de la carretera, temiendo otro derrumbe al regreso. Cuando llegamos a la vereda, me dio su número de celular para que le avisara una hora antes de regresar y así garantizar mi regreso sano y salvo a Aranzazu. Estaba a punto de agradecer su amabilidad, cuando uno de los conductores lo interpeló bruscamente diciéndole: -Eh! Vos si ni colás ni dejás colar, no Nicolás?
Aproveché para entrevistarlo sin que él se percatara y me contó de sus hazañas automovilísticas y de su lucha cotidiana con la naturaleza salvaje del lugar. Y no sé si exageró, pero me contó que hasta había matado culebras en el monte y escapado de un enfrentamiento entre la guerrilla y el ejército. Su lenguaje era ameno y cautivante. Cada frase la acompañaba de los movimientos acompasados de sus fuertes manos, como italiano emocionado. De vez en cuando se acomodaba el sombrero o se lo quitaba y se rascaba la cabeza como tratando de forzar sus recuerdos. Se lo volvía a poner porque estábamos en una de las mesas exteriores donde el sol pegaba de soslayo. Tenía mucho pelo. Era crespo, negro y abundante. Se lo acomodaba a lo no me jodás y seguía hablando como si le hubieran dado cuerda. De vez en cuando pasaba una que otra montañera linda que él piropeaba con gracia. No dejaba pasar una sola. La sonrisa tímida o coqueta de ellas le confirmaba que les había gustado el piropo. Luego las invitaba a conocer al gringo bronceado, pero ninguna aceptaba. Me invadió la curiosidad y le pregunté a quién se refería.
Con su juego de palabras hacía alusión a su intento de acaparar los pasajeros para él solo y dejar a los demás conductores mirando pa’l páramo. No quise quedarme a presenciar una discusión de montañeros, por lo que me limité a agradecerle por habernos salvado el viaje. -A vos, hom’e! A quién más? La Paila era una vereda no muy grande pero llena de gente amable que me colaboró mucho en mi profundización de la cultura cafetera para escribir una historia. Pero la señora que buscaba, había sido desplazada por la violencia y nunca más volvieron a saber de ella. Sintiendo que en parte había perdido el viaje a semejante lugar tan inaccesible, regresé a la tienda donde llegaban los transportadores un par de horas después. Llamé a Nicolás y me sorprendió saber que venía ya con otro viaje de vuelta. Esperé a que llegara y lo invité a tomar un café en la tienda que era a la vez fonda, cantina y bar de despechados. Debíamos esperar a que se llenara el carro y a que llegara un dueño de finca que le había pedido que luego de Aranzazu lo llevara hasta Manizales, la capital del departamento.
Me dio mucha risa su apodo y le pregunté por qué me lo había chantado. Me dijo entre una sonrisa afable y una risa medio contenida que porque yo tenía pinta de gringo pero que mi color de piel y mi acento delataban mi origen paisa. Su tono de voz cambió un poco y ya me hablaba como a un amigote. Me contó que era feliz en aquella vereda porque tenía todo lo que un hombre de la tierra podía tener: aire puro, alimentación sana, un trabajo decente, un pasacintas para escuchar música montañera y un cura que iba a confesarlos y a darles misa una vez por semana. Nicolás aprovechaba cada misa para conquistar alguna montañerita porque el que peca y reza empata, y el que es paciente, machaca.
28
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 Al regreso no hubo derrumbes, pero su pericia de Glosario de Paisismos conductor le ayudaba para esquivar los conductoy Colombianismos res atravesados y las mulas cargadas de todo tipo de cosas que de pronto surgían como de la nada mientras el arreador lo hijueputeaba. Él respondía con todo su repertorio de boquisucio experimenta- Vereda = territorio rural de un pueblo, donde se lodo. Insultos iban y venían, pero se portaban como calizan fincas y haciendas. perros de rico que se ladraban y no se mordían. Todos esperábamos una pelea, pero ni se daban Chantar = poner en la jeta ni se apartaban de su meta. Hom’e = deformación o abreviatura de hombre. Los enfrentamientos verbales eran parte de la sinfonía de sonidos salvajes de la región. Los ecos de esas voces recias de machos que querían aparentar ser el más fuerte de la manada se perdían entre la montaña tupida de cultivos y casitas de tapia. No había lugar para los débiles. Tenían que bravearse para mostrar que podían vencer al otro si había trompadas. Y si las había, el que se sentía perdido sacaba el machete y a punta de planazos ahuyentaba a su contrincante o le mochaba un brazo si resultaba muy gallito. Pocas veces pasaba, pero cuando pasaba, la vereda entera terminaba enfrentada, porque el orgullo del macho herido lo remendaban su padre, sus hijos o sus hermanos. Lo importante era no dejar la imagen de cobarde o de vencido. Porque macho cagado, macho montado, me decía Nicolás mientras nos acercábamos a Aranzazu. El viaje terminó con un fuerte de apretón de manos, de esos que te dejan la mano medio encalambrada y las ganas de gritar: ¡Soltá, güevón!, pero te aguantás porque no querés que piensen que sos nene de ciudad, de los que no toman aguardiente y se ponen bloqueador solar. Y bueno, no todos los días te estrecha la mano un Tarzán de Vereda.
Pasacintas = radio con casetera que pasa cintas o casetes de los que se usaban en el siglo XX. Montañera = habitante de la montaña, campesina. Arreador = campesino que arrea o hace andar las mulas. Chapolera = mujer que recoge café en la época de cosecha. Machacar = tener sexo. Trompadas = golpes en la trompa, que es como vulgarmente le dicen a la boca. Planazo = golpe seco que se da con un machete para amedrentar al adversario.
© 2019, Malcolm Peñaranda.
Malcolm Peñaranda. 29
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
PERSONAJES Ana Lucía Montoya Rendón ALBERTO MORAVIA
Entre sus últimas obras se encuentran algunas de gran contenido teórico, con un estilo que busca una noveladebate ideológico, como El hombre que mira (1985) y 1934 (1982), que relata un encuentro entre un joven antifascista italiano y una joven alemana. A la misma época pertenece además Cuentos romanos (1983), una colección de 20 narraciones cortas.
“UN HORRIBLE BLOQUEO DE LA MEMORIA”
Nació el 22 de noviembre de 1907 en Roma y, también en Roma, falleció el 26 de septiembre de 1990, a los 82 años. Su pasión por la escritura comenzó mientras que se recuperaba de una tuberculosis, que le obligó a permanecer internado hasta los 18 años en una clínica de Cortina D'Ampezzo. Entre las obras que publicó después de la guerra se cuentan Agostini, sobre las tribulaciones de la adolescencia (1944); La romana (1947), una novela cuya protagonista es una prostituta; y la colección de narraciones breves El amor conyugal y otros cuentos (1949), en los que lleva a cabo una profunda prospección psicológica. En su trabajo más conocido, La ciociara (La campesina, 1957), utilizó sus propias experiencias para relatar la historia de dos refugiados italianos. La noia (El aburrimiento, 1960), en cambio, trata de la desesperación que arrastra consigo la humanidad en nuestros tiempos, mientras que La mentira (1965) es una reflexión sobre la condición de novelista.
¿Ha sucedido o no ha sucedido? En mi cabeza se ha formado un vacío ambiguo, que podría deberse igualmente al trauma de lo que ha ocurrido o al cambio que significa lo que está por ocurrir; y no acierto a llenar ese vacío. Sin embargo, la cosa en cuestión me concierne directa e inmediatamente: si no sucedió hace quince minutos, debe suceder dentro de quince minutos. Pero las dos posibilidades tienen en común un mismo sentimiento de impaciencia casi frenética, que me impide esperar que los hechos me proporcionen la explicación definitiva que necesito. No puedo esperar ni siquiera un minuto no sólo porque debo prepararme para enfrentar dos situaciones muy distintas, o sea, aquella de lo ya ocurrido y aquella de lo no ocurrido todavía, sino también y sobre todo porque debo indispensablemente superar lo antes posible esta especie de bloqueo que me impide hacer algo para mí fundamental: tomar conciencia. En efecto, precisamente de eso se trata, y no hay quien no vea la enorme diferencia que hay entre tomar conciencia antes de la acción y tomar conciencia después de la acción. Pero, ¿cómo se hace para tomar conciencia cuando la acción está, por así decirlo, en la punta de la lengua y no se decide a adoptar el aspecto sea de lo ya visto, ya hecho, ya padecido, sea el de lo todavía no visto, todavía no hecho, todavía no padecido?
30
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 Con una mano sola me llevo el cigarrillo a la boca; lo tomé del paquete que está sobre el tablero y lo prendo con el encendedor del automóvil. Entretanto, sigo apretando con el brazo izquierdo, doblado, el cierre relámpago de la chaqueta, que, no sé cómo, se ha trabado y quedó abierta, de modo que la empuñadura de la pistola se asoma visiblemente. Se me ocurre que para saber si la cosa ha sucedido o aún debe suceder yo podría, en vista de que la memoria está bloqueada, interrogar la realidad, buscar indicios de lo ya ocurrido o lo no ocurrido todavía. Por ejemplo, el cierre relámpago trabado. Ayer funcionaba, por lo tanto se trabó esta mañana. Pero, ¿se trabó después de algo hecho, o antes de algo que todavía falta hacer, debido a un tirón demasiado brusco, causado por la sorpresa de lo ya ocurrido, o por la nerviosidad de lo que todavía no ocurrió?
supiese que sólo tengo pocos segundos para salir a flote. Mi urgencia de saber, por lo demás, es justificada por un embotellamiento de tránsito donde mi automóvil se ha encastrado, según todas las apariencias, irremediablemente y como para siempre. Estamos en un gran camino periférico que no conozco. Los automóviles están quietos, en cuatro filas de ambos lados, adelante y detrás. Exactamente frente a mí, la visión es interrumpida por el rectángulo negro y amarillo de un colosal camión de transporte. A la derecha del camión, allá lejos, la luz del semáforo ya se tornó tres veces alternativamente verde y roja, sin que los vehículos se hayan movido. Debe de tratarse de un accidente; o bien de uno de esos bloqueos inextricables que pueden durar varias horas. Y yo, antes de que el embotellamiento se resuelva, tengo absoluta necesidad de llegar a saber sólo por mis propios medios, es decir, exclusivamente con ayuda de la memoria, y no Abandono de pronto el tema porque reconozco allí la gracias a indicios proporcionados por objetos, si la cosa misma ambigüedad indescifrable que hay en el principio ya sucedió o todavía debe suceder. de la amnesia; y me digo que hay una sola manera de comprobar inmediatamente si el hecho se ha consuma- Recuerdo en este momento (mi memoria funciona tanto do ya o no: examinar la pistola, verificar si ha disparado. mejor cuanto más lejos están los hechos que intento reEl alivio con que recibo este proyecto me dice que he cordar) que hace algunos años atravesé el Sahara, de pensado con exactitud. ¿Cómo no se me había pasado ya Túnez a Agadesh, y que varias veces me extravié por perpor la cabeza una solución tan lógica y tan simple? der el camino. ¿Qué hacía entonces para encontrar el camino correcto? De acuerdo con una regla dictada por Pero el alivio dura poco. Sí, la pistola puede proporcio- la experiencia, volvía atrás hasta el punto de donde hanarme la prueba que tan afanosamente estoy buscando; bía partido. De allí partía de nuevo y, en efecto, al cabo pero es una prueba “exterior”. Es como si le pidiera a las de un recorrido más o menos largo, descubría el lugar ropas que llevo puestas, a los zapatos que calzo, la prue- preciso donde me había desviado. Una vez debí recorrer ba de mi existencia. Prueba que debe ahora, en cambio, tres o cuatro veces el mismo camino equivocado antes residir en la certeza de que existo sin necesidad alguna de descubrir el error. Me perdía siempre de la misma de pruebas: en el hecho mismo de que nadie busca prue- manera, siempre en el mismo lugar. Al fin, sin embargo, bas. Por otra parte, la prueba de la pistola me espanta, cuando estaba ya por desesperar, con el sol cerca del porque confirmaría esta disociación mía, funesta e inso- poniente y la perspectiva de quedar sin gasolina, de portable. Después de la prueba, sabré con certeza que la pronto encontraba el camino. Estaba tras un matorral no cosa ha sucedido o no ha sucedido; pero tendré al mis- más alto que un niño, y borrado por un tramo no mayor mo tiempo otra certeza, desconcertante, la de que la co- de tres o cuatro metros. Es fácil perderse en el desierto. sa ya ha sucedido o no “a otro”, puesto que yo, “dentro” de mí, seguiré ignorando si el hecho se ha verificado o Ahora haré lo mismo. Volveré atrás hasta el punto en no. que mi memoria dejó de funcionar; hasta el punto en que empieza el vacío (estuve por decirme “el desierto”). Sin embargo, debo saber, no puedo esperar. Es como si Pero debo apresurarme a emprender esta operación me hubiera sumergido hasta el fondo del mar, mi esca- mnemónica, porque de un momento a otro el embotellafandra de buzo se hubiera averiado, y yo me sofocara y miento de la ruta puede resolverse; y en ese caso es muy 31
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 muy probable que minutos después llegue a saber con certeza si la cosa ya sucedió o todavía debe suceder. Pero no llegaré a saberlo por mérito propio, sólo gracias a mis fuerzas, sino por obra del choque con la realidad: eso jamás podré perdonármelo, y por otra parte no resolvería nada, porque mi problema ya no consiste en saber sino en recordar. Veamos, entonces, en qué momento de la mañana (ahora son cerca de las doce) mi memoria dejó de funcionar. Entonces, con súbito sentimiento de estupor, descubro que no recuerdo nada hasta… hasta el momento del despertar. Esto quiere decir que sólo recuerdo el despertar, y nada más, porque antes del despertar está el vacío de la noche, que pasé durmiendo; y después del despertar está el vacío del bloqueo mental. Pero el despertar, esos pocos o muchos minutos que pasé en la oscuridad esta mañana, antes de levantarme, ese instante lo recuerdo muy bien y puedo describirlo con todos sus particulares. De modo que, ahora, lo describiré, y mediante esa descripción, estoy seguro, recobraré la punta de la madeja de la memoria; descubriré, como en el desierto, el pequeño matorral tras el cual se esconde el camino. Por lo tanto, coraje. Me desperté más o menos a la hora fijada, pero por mí mismo, antes de que sonara el despertador. Encendí la luz, miré el reloj de pulsera y vi que faltaban cinco minutos; mi primer impulso fue apagar la luz, acurrucarme y dormirme de nuevo. Pero no era posible; no se puede dormir nada más que cinco minutos; de modo que apagué la luz, pero me quedé sentado en la cama, con los ojos perdidos en la oscuridad. No pensaba en nada; o, más bien, pensaba en el color de la oscuridad. ¿Qué color tenía la oscuridad? ¿Color café muy tostado? ¿Color negro de humo? ¿Color ébano? ¿Color tinta? ¿Y qué consistencia tenía, de qué estaba hecha? ¿Era un hormigueo de moléculas negras sobre un fondo imperceptiblemente luminoso, o en un hormigueo de partículas luminosas sobre un fondo uniformemente negro? Recuerdo que descarté una tras otra esas definiciones porque no me satisfacían; pero sentí, en compensación, que la oscuridad me “apetecía”, que tenía hambre de ella, como se tiene hambre de comida después de un largo ayuno. Recuerdo también que de vez en cuando encendía la lámpara, miraba el reloj, veía que habían pasado dos minutos, después tres, después cuatro, y cada vez
apagaba de nuevo la lámpara, para gozar, aunque fuera durante un minuto, durante treinta segundos, de esa oscuridad deliciosa. Por fin encendí la lámpara sabiendo que era la última vez que lo hacía y que ya era hora de que me levantara. Fue justamente en ese instante, precisamente en esa diminuta fracción de tiempo en que encendí la luz, cuando dejé de registrar lo que hacía, porque a partir de entonces no recuerdo nada más de lo sucedido. Observo el rectángulo amarillo y negro de la parte trasera del camión de transporte; veo que no se ha movido; por otra parte, la luz del semáforo, allá lejos, pasado el camión, está roja; tal vez me quede todavía un minuto; tal vez, si al prenderse la luz verde los vehículos no avanzan, haya todavía dos minutos. Entonces reanudo con encarnizamiento la reconstrucción del despertar. La memoria, pues, se apagó en el preciso instante en que se encendió la lámpara. ¿Qué significa esto? ¿Cómo puede haber ocurrido semejante cosa? ¿Y por qué precisamente a mí? Me digo que no es difícil imaginar lo que hice. Soy una persona más bien rutinaria: he de haberme levantado, he de haberme duchado, he de haberme afeitado, etcétera, etcétera, etcétera. Pero todo esto, como lo advierto de pronto, no lo recuerdo; me limito a reconstruirlo sobre la base del recuerdo de mis otros despertares anteriores. Y en cambio debo recordar precisamente el momento de asearme esta mañana, no el de alguna otra. Sólo si lo recuerdo podré recordar lo que aconteció después; es como encontrar de nuevo el matorral tras el cual se esconde el camino. Hago un gran esfuerzo; me repito: “Entonces encendí la lámpara… entonces encendí la lámpara… entonces encendí la lámpara…” Ya demasiado tarde. La luz del semáforo ahora es verde; y, casi instantáneamente, toda la calle se pone en marcha. Se mueven los automóviles que están delante, detrás y a ambos lados del mío; se mueve el rectángulo amarillo y negro del camión de transporte. Así pues, muy pronto sabré si la cosa ya ocurrió o aún debe ocurrir. Pero comprendo con angustia que no seré yo, con mi memoria, quien lo descubrirá; en cambio, me lo revelarán los objetos y las circunstancias. 32
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
POESÍA II ANDREA SÁNCHEZ
LA PLATA-ARGENTINA
JOSÉ OSCAR PERDIGÓN BUENOS AIRES-ARGENTINA
...Viajarás al borde de la niña de mis ojos que llorará sólo a veces... esos días en que el viento levanta la copa de los tilos y me decís que custodie por lo que dejaste a mi cuidado un rosal un jardín bajo un gris de lluvia la casa desnuda su intemperie en las tardes de otoño y tus retoños que sabré cómo -advertisteacompañar hasta su brote. Días de remar aguas arriba torbellino de cenizas donde tu sonrisa se dibuja y pensar qué tan lejos llegó la historia en la que no creímos que sí Aquí estoy sola, la rosa y el jardín sólo a veces...
a destiempo apremia lo esencial en túneles de horas desencajadas Lo otro lo intangible como la soledad sin sombras sucede irreversible Nunca me propuse rasgar el velo con que se cubren los ángeles el instante es eterno cuando el silencio me encandila sin que nada esté en movimiento
33
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
CYNTHIA RASKOVSKY
BUENOS AIRES-ARGENTINA Tal vez Mañana tal vez sea tarde tal vez la boca sea otra boca o tal vez la vida sea esa boca. Mañana tal vez sea tarde en el cantar de los cantares o tal vez en los silencios de Mirra. Quién más que mi lengua o tal vez la comisura de mis labios para saber de tu boca en mi boca tal vez, no sea tarde.
****** ALBA ESTRELLA GUTIÉRREZ BUENOS AIRES-ARGENTINA
cuando los pasos desnuden el impiadoso regreso de un lugar apenas tibio dormido entre mis ojos cuando todo se olvide y quede una luciérnaga despierta en el insomnio un comienzo de mástil se enredará a mis cejas cuando de mí se burlen los dioses invisibles esta inmensa aventura de haber sido un acaso o tal vez otro rostro de insobornable cierto
en fugaces presagios cuando esto suceda mi voz se hará ventana de cerrojos abiertos
****** ANDRÉ CRUCHAGA EL SALVADOR
YO HIJO DE LA TIERRA
Yo hijo de la tierra. Hijo de ausencias y fugacidades. Hijo de espejos y sueños. Hijo del odio que maldigo todas las mañanas. Hijo de las distancias que tropiezan en mi conciencia. Hijo de la fatalidad de ser hombre. Hijo de tantos muertos en cementerios clandestinos. Hijo de la vigilia y hostiles imágenes. Yo hijo de la tierra. Hijo de dientes y uñas que roban el sueño. Hijo de falsos predicadores del pecado y la fe ciega. Hijo de carpinterías silenciosas y peces empalagosos. Hijo del vértigo y naufragios dispersos. Hijo de moscas y tiliches en las aceras. Hijo del cuerpo movedizo de los pájaros. Hijo de Dios y del hombre sin rumbo. Yo hijo de la tierra. Hijo de los cadáveres que lloran en una lágrima. Hijo de invernaderos agridulces. Hijo de la cópula de los mayores y la risa miserable. Hijo de lo insalubre y el hastío. Hijo de la medianoche postrera de los trenes. Yo hijo de la tierra.
34
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 MATILDE SWANN
LA PLATA- ARGENTINA
APUNTES PARA UN REPROCHE
Te esperé hasta recién; estás de fiesta. Mi casi otoño no me deja ambular tu primavera. Esperé tu regreso; yo quería escucharte contar, luz de alborozo las campanas de amor que resonaron en tu trémulo espacio. Te esperé hasta recién; tú ni recuerdas esta lámpara lenta que te aguarda. Tu padre lee, él no sabe de estas cosas profundas de mujeres. Tus hermanos, florecidas cabezas en la almohada que parecen jugar a estar durmiendo... Tardas mucho; te esperé hasta recién, ya no te espero. He de mirar tu lecho, puro nardo, el libro que dejaste abierto, tus todavía muñecos, las paredes, y devuelta
de este inmóvil vagar por un paisaje de presencias sin nadie, pensaré, con la misma tristeza inevitable de otras noches iguales, que tal vez no sé, no fuera absurdo que me hubieras llevado. Tu padre lee; él no sabe, ni sufre. Las mujeres nos sentimos tan viejas si quedamos.
****** VLADIMIR JANTUS CASTELLI LA PLATA- ARGENTINA
Detesto la poesía inútil la palabra muerta la que no golpea en la boca en el estómago en la respiración del mundo.
35
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 MIGUEL ANGEL ASTURIAS GUATEMALA
Y tú, desterrado: Estar de paso, siempre de paso, tener la tierra como posada, contemplar cielos que no son nuestros, vivir con gente que no es la nuestra, cantar canciones que no son nuestras, reír con risa que no es la nuestra, estrechar manos que no son nuestras, llorar con llanto que no es el nuestro, tener amores que no son nuestros, probar comida que no es la nuestra, rezar a dioses que no son nuestros, oír un nombre que no es el nuestro, pensar en cosas que no son nuestras, usar moneda que no es la nuestra, sentir caminos que no son nuestros... Y tú, desterrado: Estar de paso, siempre de paso, tenerlo todo como prestado, besar a niños que no son nuestros, hacerse a fuego que no es el nuestro, oír campanas que no son nuestras, poner la cara que no es la nuestra, llorar por muertos que no son nuestros, vivir la vida que no es la nuestra, jugar a juegos que no son nuestros, dormir en cama que no es la nuestra, subir a torres que no son nuestras, leer noticias, menos las nuestras, sufrir por todos y por lo nuestro, oír que llueve con otra lluvia y beber agua que no es la nuestra... Y tú, desterrado: Estar de paso, siempre de paso, no tener sombra, sino equipaje,
brindar en fiestas que no son nuestras compartir lecho que no es el nuestro, lecho y "pan nuestro" que no es el nuestro, contar historias que no son nuestras, cambiar de casas que no son nuestras, hacer trabajos que no son nuestros, andar ciudades que no la nuestra y en hospitales que no son nuestros cura de males que tienen cura, alivio al menos, que no del nuestro, que sólo sana con el regreso... Y tú, desterrado: Estar de paso, siempre de paso, tal vez mañana, mañana o nunca.. El tiempo falso de los relojes no cuenta el tiempo, cuenta la ausencia, envejecerse cumpliendo años que no son años sino descuentos del almanaque que no es el nuestro, morir en tierra que no es la nuestra, oír que lloran sin ser los nuestros, que otra bandera, que no es la nuestra, cubre maderas que no son nuestras, ataúd nuestro que no es el nuestro, flores y cruces que no son nuestras, dormir en tumba que no es la nuestra, mezclarse a huesos que no son nuestros, que al fin de cuentas, hombre sin patria hombre sin nombre, hombre sin hombre... Y tú, desterrado: Estar de paso, siempre de paso, tener la tierra como posada, tenerlo todo como prestado, no tener sombra sino equipaje, tal vez mañana, mañana o nunca.
******
36
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
LOS HORRORES DE LA HISTORIA Por Liliana Varela LOS HORRORES DE LA HISTORIA FRANCIS WILLIAMS
las personas negras fuesen educadas, hecho que se realizó debido a la riqueza amasada por el patriarca familiar.
La historia está plagada de errores u “horrores fenomenales” podríamos decir cuando nos referimos a las conductas racistas o humanitarias en general. Basta recordar la Bula Papal de 1580 que “declaraba” que los nativos americanos (indios llamados en aquel entonces) eran “humanos y por ende personas”. Francis Williams tampoco escapó a esos “horrores” de los “civilizados europeos de entonces”. Williams fue el primer escritor negro del que se tenga registro en el imperio británico.
Francis Williams fue elegido como objeto de un experimento social ideado por el Duque de Montagu que deseaba demostrar que las personas negras – con la educación adecuada – podrían tener los mismos niveles intelectuales que los blancos. El Duque avaló el viaje de Francis a Inglaterra para su educación en gramatica inglesa en una escuela primaria y luego, en la Universidad de Cambridge. Sin embargo, Francis no aparece en los regis-
Francis Williams fue elegido como objeto de tros de la universidad.
un experimento social para demostrar que las personas negras con la educación adecuada podrían tener los niveles intelectuales que los blancos. Nació alrededor de 1700 de un matrimonio negro libre en Jamaica que habían sido liberados por la voluntad de su antiguo amo. En menos de diez años, la familia Williams fue capaz de adquirir bienes y tuvo la posibilidad de tener riqueza en la industria azucarera de Jamaica. Lo menos común en esa época es que 37
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 En 1753, David Hume, reconocido como uno rencia en la nota es el primer escritor negro de los héroes filosóficos de la Ilustración y del que se tenga registro en el imperio británienemigo acérrimo del prejuicio y la intoleran- co: Francis Williams (1700-1771) cia, introdujo una nota de pie de página al
ensayo “De los caracteres nacionales”, que Más adelante Williams establecería su repuhabía publicado en 1748, como respuesta, al tación como poeta de versos en latín, en Lonmenos de facto, al Espíritu de las leyes de dres, y tras su regreso a Jamaica, fundaría Montesquieu. En esta nota, insertada en un una escuela para enseñar escritura, latín y momento cúspide del tráfico transatlántico de matemáticas. esclavos, Hume escribió: En fin, a sacar nuestras propias conclusiones “Sospecho que los negros y en general todas de la historia.
las otras especies de hombres (de las que hay unas cuatro o cinco clases), son naturalmente
LILIANA VARELA
inferiores a los blancos. Nunca hubo una nación civilizada que no tuviera la tez blanca, ni individuos eminentes en la acción o la especulación. No han creado ingeniosas manufacturas, ni artes, ni ciencias… Tal diferencia uniforme y constante no podría ocurrir en tantos
países y edades si la naturaleza no hubiese hecho una distinción original entre estas clases de hombre. Para no mencionar nuestras colonias, hay esclavos negros dispersados por toda Europa, de los cuales no se ha descubierto ningún síntoma de ingenio; mientras que la gente pobre, sin educación, se establece entre nosotros y se distinguen en todas las profesio-
nes. En Jamaica, sin embargo, se habla de un negro de notable talento y erudito, pero seguramente se le admira por logros exiguos, como un loro que ha aprendido a decir varias palabras.” El negro jamaiquino a quien Hume hace refe38
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
CUENTOS EL VIEJO TREN MANUEL CUBERO URBANO
sías”, traficante de joyas asesinado ayer, por tres sicarios llegados del Oriente.
**** Aquella nariz viva y humeante anunció en la distancia su llegada. La llegada del monstruo amigo que mostraba, orgulloso, su centenaria fecha de nacimiento. El tren, lento y pesado, pareció surgir del último rincón de la LAURA NICASTRO montaña. Desde la sima del recuerdo la veterana máMINOTAURO quina exhalaba un cierto tufillo a abuelo socarrón. Su evocador silbido anunció, desafiante, la arribada. El corazón de mi vieja maleta palpitaba al compás de su rítmica canción. ¡Qué de nostalgias brotaron a borbotones A veces, cuando en la penumbra de algún atardecer la luna del espejo me asalta a traición, distingo el brillo entre sus rancias maderas! de la locura en su reflejo azogado. Inclino sus aletas laterales hasta que rozan mi cabeza. La imagen se multiplica en infinitos túneles verdosos. Acomodo la más aguda piedra que imaginar pueda en**** tre los pliegues de mi túnica blanca. Mi corazón es un ave frenética de miedo. Oigo sus cascos que se acercan desde el final del túnel. PIERO DE VICARI Ya veo su testa bicorne, su belfo, me huele. Tiemblo. ERAN TRES Y VENÍAN DEL ORIENTE El Minotauro se excita. Trota. Lo espero sin moverme. Apunto a su frente, sin respirar, para no errar el blanTraían oro en sus alforjas, también incienso, mirra y co. otros objetos exóticos. Se los notaba cansados, hartos Voy a lanzar la piedra. de cabalgar regiones inhóspitas, parajes que sólo conoVacilo. cen de soledades e indiferencias. Preguntaron por el Silencio. Mesías, creo que le llevaban regalos, aunque no puedo asegurarlo. Parecían astrónomos salidos de otro tiem- Abro las aletas del espejo y el brillo temido desaparepo, se guiaban por el movimiento de las estrellas. Les ce, se pierde en los túneles. dije que siguieran hacia al sur y preguntaran allí, por la Una ojeada plana descubre el límite del delirio. persona que buscaban. Así lo hicieron. Nunca los tuve Temo que algún atardecer olvide cómo se abren las como individuos de temer, aunque uno de ellos fuera aletas del espejo y quedemos, el Minotauro y yo, del negro. Será por eso que me cuesta verlos como respon- mismo lado. sables de la muerte de Don Arnulfo Zapata, alias “el Me39
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
ROGELIO RAMOS SIGNES FAHRENHEIT 1976
No era el fútbol que a mí me gustaba. De hecho tampoco era fútbol, pero así le llamaban y era el único deporte que se practicaba. La pelota, de cristal transparente y alargada como un chorizo, era trasladada de campo a campo en el bolsillo del delantal; no podía ser tocada con los pies (lo que automáticamente suponía la cárcel para el involuntario pateador); los penales se decidían según cómo cayeran los dados dentro de una pileta de natación; y a los goles los anotaban los arqueros, cabeceando la pelota colgados de un helicóptero, y sólo si llovía. No era el fútbol que a mí me gustaba, insisto, pero le llamaban fútbol y era lo único que se practicaba allí por entonces. Así y todo llegué a ser el goleador del torneo, lo que unánimemente se consideraba una afrenta al país. Por ello es que fui condenado a escribir un árbol ("Graciela y Antonio se aman" fue mi frase), a plantar un hijo (en el patio de atrás del conservatorio de corte y confiscación, como es bien sabido) y a tener un libro. Eso desencadenó mi tragedia, porque los militares (otra vez) habían derrocado al gobierno. Así fue como cortaron el árbol (porque entorpecía la luz de un semáforo), se llevaron a mi hijo con incierto destino, y quemaron el único libro que tenía en mi biblioteca.
**** OLIVERIO GIRONDO NOCTURNO Frescor de los vidrios al apoyar la frente en la ventana.
Luces trasnochadas que al apagarse nos dejan todavía más solos. Telaraña que los alambres tejen sobre las azoteas. Trote hueco de los jamelgos que pasan y nos emocionan sin razón.
¿A qué nos hace recordar el aullido de los gatos en celo, y cuál será la intención de los papeles que se arrastran en los patios vacíos? Hora en que los muebles viejos aprovechan para sacarse las mentiras, y en que las cañerías tienen gritos estrangulados, como si se asfixiaran dentro de las paredes. A veces se piensa, al dar vuelta la llave de la electricidad, en el espanto que sentirán las sombras, y quisiéramos avisarles para que tuvieran tiempo de acurrucarse en los rincones. Y a veces las cruces de los postes telefónicos, sobre las azoteas, tienen algo de siniestro y uno quisiera rozarse a las paredes, como un gato o como un ladrón. Noches en las que desearíamos que nos pasaran la mano por el lomo, y en las que súbitamente se comprende que no hay ternura comparable a la de acariciar algo que duerme. ¡Silencio! —grillo afónico que nos mete en el oído—. ¡Cantar de las canillas mal cerradas! —único grillo que le conviene a la ciudad—.
****
JUAN RULFO NO OYES LADRAR A LOS PERROS -Tú que vas allá arriba, Ignacio, dime si no oyes alguna señal de algo o si ves alguna luz en alguna parte. -No se ve nada. -Ya debemos estar cerca. 40
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 -Sí, pero no se oye nada. -Mira bien. -No se ve nada. -Pobre de ti, Ignacio. La sombra larga y negra de los hombres siguió moviéndose de arriba abajo, trepándose a las piedras, disminuyendo y creciendo según avanzaba por la orilla del arroyo. Era una sola sombra, tambaleante. La luna venía saliendo de la tierra, como una llamarada redonda. -Ya debemos estar llegando a ese pueblo, Ignacio. Tú que llevas las orejas de fuera, fíjate a ver si no oyes ladrar los perros. Acuérdate que nos dijeron que Tonaya estaba detrasito del monte. Y desde qué horas que hemos dejado el monte. Acuérdate, Ignacio. -Sí, pero no veo rastro de nada. -Me estoy cansando. -Bájame. El viejo se fue reculando hasta encontrarse con el paredón y se recargó allí, sin soltar la carga de sus hombros. Aunque se le doblaban las piernas, no quería sentarse, porque después no hubiera podido levantar el cuerpo de su hijo, al que allá atrás, horas antes, le habían ayudado a echárselo a la espalda. Y así lo había traído desde entonces. - ¿Cómo te sientes? -Mal. Hablaba poco. Cada vez menos. En ratos parecía dormir. En ratos parecía tener frío. Temblaba. Sabía cuándo le agarraba a su hijo el temblor por las sacudidas que le daba, y porque los pies se le encajaban en los ijares como espuelas. Luego las manos del hijo, que traía trabadas en su pescuezo, le zarandeaban la cabeza como si fuera una sonaja. Él apretaba los dientes para no morderse la lengua y cuando acababa aquello le preguntaba: - ¿Te duele mucho? -Algo -contestaba él. Primero le había dicho: “Apéame aquí… Déjame aquí… Vete tú solo. Yo te alcanzaré mañana o en cuanto me reponga un poco.” Se lo había dicho como cincuenta veces. Ahora ni siquiera eso decía. Allí estaba la luna. Enfrente de ellos. Una luna grande y colorada que les llenaba de luz los ojos y que estiraba y oscurecía más su sombra sobre la tierra.
-No veo ya por dónde voy -decía él. Pero nadie le contestaba. El otro iba allá arriba, todo iluminado por la luna, con su cara descolorida, sin sangre, reflejando una luz opaca. Y él acá abajo. - ¿Me oíste, Ignacio? Te digo que no veo bien. Y el otro se quedaba callado. Siguió caminando, a tropezones. Encogía el cuerpo y luego se enderezaba para volver a tropezar de nuevo. -Este no es ningún camino. Nos dijeron que detrás del cerro estaba Tonaya. Ya hemos pasado el cerro. Y Tonaya no se ve, ni se oye ningún ruido que nos diga que está cerca. ¿Por qué no quieres decirme qué ves, tú que vas allá arriba, Ignacio? -Bájame, padre. - ¿Te sientes mal? -Sí -Te llevaré a Tonaya a como dé lugar. Allí encontraré quien te cuide. Dicen que allí hay un doctor. Yo te llevaré con él. Te he traído cargando desde hace horas y no te dejaré tirado aquí para que acaben contigo quienes sean. Se tambaleó un poco. Dio dos o tres pasos de lado y volvió a enderezarse. -Te llevaré a Tonaya. -Bájame. Su voz se hizo quedita, apenas murmurada: -Quiero acostarme un rato. -Duérmete allí arriba. Al cabo te llevo bien agarrado. La luna iba subiendo, casi azul, sobre un cielo claro. La cara del viejo, mojada en sudor, se llenó de luz. Escondió los ojos para no mirar de frente, ya que no podía agachar la cabeza agarrotada entre las manos de su hijo. -Todo esto que hago, no lo hago por usted. Lo hago por su difunta madre. Porque usted fue su hijo. Por eso lo hago. Ella me reconvendría si yo lo hubiera dejado tirado allí, donde lo encontré, y no lo hubiera recogido para llevarlo a que lo curen, como estoy haciéndolo. Es ella la que me da ánimos, no usted. Comenzando porque a usted no le debo más que puras dificultades, puras mortificaciones, puras vergüenzas. Sudaba al hablar. Pero el viento de la noche le secaba el sudor. Y sobre el sudor seco, volvía a sudar.
41
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10 -Me derrengaré, pero llegaré con usted a Tonaya, para que le alivien esas heridas que le han hecho. Y estoy seguro de que, en cuanto se sienta usted bien, volverá a sus malos pasos. Eso ya no me importa. . . Con tal que se vaya lejos, donde yo no vuelva a saber de usted. Con tal de eso… Porque para mí usted ya no es mi hijo. He maldecido la sangre que usted tiene de mí. La parte que a mí me tocaba la he maldecido. He dicho: “¡Que se le pudra en los riñones la sangre que yo le di!” Lo dije desde que supe que usted andaba trajinando por los caminos, viviendo del robo y matando gente… Y gente buena. Y si no, allí está mi compadre Tranquilino. El que lo bautizó a usted. El que le dio su nombre. A él también le tocó la mala suerte de encontrarse con usted. Desde entonces dije: “Ese no puede ser mi hijo.” Mira a ver si ya ves algo. O si oyes algo. Tú que puedes hacerlo desde allá arriba, porque yo me siento sordo. -No veo nada. -Peor para ti, Ignacio. -Tengo sed. - ¡Aguántate! Ya debemos estar cerca. Lo que pasa es que ya es muy noche y han de haber apagado la luz en el pueblo. Pero al menos debías de oír si ladran los perros. Haz por oír. -Dame agua. -Aquí no hay agua. No hay más que piedras. Aguántate. Y aunque la hubiera, no te bajaría a tomar agua. Nadie me ayudaría a subirte otra vez y yo solo no puedo. -Tengo mucha sed y mucho sueño. -Me acuerdo cuando naciste. Así eras entonces. Despertabas con hambre y comías para volver a dormirte. Y tu madre te daba agua, porque ya te habías acabado la leche de ella. No tenías llenadero. Y eras muy rabioso. Nunca pensé que con el tiempo se te fuera a subir aquella rabia a la cabeza… Pero así fue. Tu madre, que descanse en paz, quería que te criaras fuerte. Creía que cuando tú crecieras irías a ser su sostén. No te tuvo más que a ti. El otro hijo que iba a tener la mató. Y tú la hubieras matado otra vez si ella estuviera viva a estas alturas. Sintió que el hombre aquel que llevaba sobre sus hombros dejó de apretar las rodillas y comenzó a soltar los pies, balanceándolo de un lado para otro. Y le pareció que la cabeza, allá arriba, se sacudía como si sollozara. Sobre su cabello sintió que caían gruesas gotas, como
de lágrimas. - ¿Lloras, Ignacio? Lo hace llorar a usted el recuerdo de su madre, ¿verdad? Pero nunca hizo usted nada por ella. Nos pagó siempre mal. Parece que, en lugar de cariño, le hubiéramos retacado el cuerpo de maldad. ¿Y ya ve? Ahora lo han herido. ¿Qué pasó con sus amigos? Los mataron a todos. Pero ellos no tenían a nadie. Ellos bien hubieran podido decir: “No tenemos a quién darle nuestra lástima”. ¿Pero usted, Ignacio? Allí estaba ya el pueblo. Vio brillar los tejados bajo la luz de la luna. Tuvo la impresión de que lo aplastaba el peso de su hijo al sentir que las corvas se le doblaban en el último esfuerzo. Al llegar al primer tejaván, se recostó sobre el pretil de la acera y soltó el cuerpo, flojo, como si lo hubieran descoyuntado. Destrabó difícilmente los dedos con que su hijo había venido sosteniéndose de su cuello y, al quedar libre, oyó cómo por todas partes ladraban los perros. - ¿Y tú no los oías, Ignacio? -dijo-. No me ayudaste ni siquiera con esta esperanza.
****
DAVID LAGMANOVIC LA MANO
No la había perdido, pero le había quedado inútil como una flor tronchada. El soldado la miró con lástima y se preguntó qué podría hacer ahora con ella. Luchar contra los infieles ya no, pues necesitaba la fuerza de las dos manos. Necesitaba buscar otro camino y encontrar una fortaleza nueva, se dijo. Pensó entonces en escribir un libro y entrevió que eso podría otorgarle alguna nombradía. ¿Conseguiría el favor del Duque de Béjar? ¿Protegería este alto señor al desconocido soldado Miguel de Cervantes? Nada se perdía con probar.
42
De “Muestrario de Palabras”- Mayo-Junio 2019- Año VI- Nº 10
Llegamos al número 10 de nuestra revista en este casi invierno de 2019. GRACIAS por permitirnos contar con ustedes, por dejarnos entrar en vuestros hogares y difundir sus trabajos; por sobre todo, leernos. Palabras al Sol nació en el imaginario de un grupo de amigos de una lista de yahoo de literatura; hoy día la tecnología y el progresó superó ampliamente el alcance que poseían estos formatos digitales. Después de varios años pensamos en retomar el trabajo, porque más que trabajo, es un placer.
Quedaron artífices en el camino de la vida: Carlos Adalberto Fernández, Jorge Luis Estrella, Raquel Teppich. Pero seguimos y pensamos hacerlo durante mucho tiempo o hasta que ustedes dejen de leernos. Agradezco a la comisión de la revista 2017: Ana Lucía Montoya Rendón (Colombia), Blanca Barojiana (España), Emilio Medina Muñoz (España), Elisabet Cincotta (Argentina) y Liliana Varela (Argentina)
Y sigamos editando! Nos vemos en julio de 2019! Liliana Varela
43