Pág. 1
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA AÑO III. NO 130 / 13-11-2016
PROLOGO César Rengifo. Obra Teatro. ULA. Mérida 1999. Parte III Alexis Márquez Rodríguez 1988
Estas ideas teóricas, por lo demás, no sólo se vinculan raigalmente a su praxis artística, sino que se ensamblan también en su conducta general y en su concepto del hombre y de la vida. En este sentido se podrán leer una serie de notas, artículos y semblanzas sobre diversos personajes venezolanos y universales, por quienes Rengifo sintió una profunda admiración. La selección de estos personajes es una muestra viva de lo que acabamos de decir, de cómo su concepción teórica del arte se adminiculaba perfectamente a su praxis vital, expresada en este caso por el valor y la significación de esas personalidades que eran sus héroes, a los cuales amaba y admiraba, y por ello proponía como paradigmas del Hombre, con mayúscula, espejo moral en el que debieran mirarse principalmente los jóvenes. ¿Quiénes fueron esos personajes? La nómina es por sí misma definitoria: Simón Bolívar, Eugenio O'Neill, Ernesto Che Guevara, José Clemente Orozco, Mario Briceño Iragorry, Alejandro de Humboldt, Sergio Eisenstein, Henrik Ibsen, Antonio Spinetti Dini, Tomás Borge, Aquiles Nazoa, Carlos Marx, Rafael Monasterios, José Félix Ribas, Francisco de Miranda, José Martí, Carmen Clemente Travieso, Cristóbal Rojas, Luis Carlos Prestes, Andrés Bello... El trabajo sobre este último es, a nuestro juicio, sumamente importante, no sólo porque su escogencia refleja, como ya se dijo, la admiración que Rengifo sentía por esa gran figura de nuestra historia, sino también porque el análisis que allí se hace de la vida y la obra del gran caraqueño es ejemplar, y difiere sustancialmente de la opinión que sobre Bello suelen sostener ciertos intelectuales venezolanos, incluso sedicentemente marxistas, fundamentada en los
prejuicios y las calumnias con que, durante mucho tiempo, han pretendido empañar la imagen de Bello sectores e individualidades interesados en desvirtuar la auténtica figura del eminente humanista. Rengifo penetra mucho más allá de lo superficial, deja a un lado las insidiosas acusaciones que se han alzado contra el famoso, autor de las "Silvas americanas", y pone el acento en lo que este significó para su época, valor que trasciende desde entonces hasta nuestros días. Rengifo demuestra en su ensayo que las ideas de Bello eran avanzadas en su tiempo, y que las mismas no sólo fueron expuestas por él en textos conceptuales, sino que incluso tuvieron expresión en su poesía. El simple examen de la lista de personalidades sobre quienes Rengifo escribió con admiración y afecto, atestigua lo que antes dijimos acerca de su amplitud de criterio, totalmente ajeno a sectarismos ideológicos o partidistas. Obsérvese que en esa lista se va de Carlos Marx a Andrés Bello, de Miranda al Che Guevara, de Humboldt a Luis Carlos Prestes, por encima de fronteras filosóficas o políticas. Pero nótese también que entre todos esos nombres hay un rasgo común, que hace que el grupo; dentro de su diversidad, sea coherente; todos sirvieron lealmente a la humanidad, con desinterés y desprendimiento; cada uno en su esfera más o menos extensa; unos limitados, por razones diversas al ámbito de su país y de su pueblo; otros, dentro de un horizonte de universalidad; pero todos como exponentes de una concepción humanística del arte, de las ciencias, de la política, de la vida, en suma. Y decir humanismo — bien se sabe — es decir progreso, desarrollo social independiente, amor a la paz, fe
¡¡¡CÉSAR RENGIFO EN EL PANTEÓN NACIONAL!!!