OCCIDENTES DEL SENTIDO / SENTIDOS DE OCCIDENTE
Biblioteca A —————————————————————————————
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Jean-Luc Nancy Juan Carlos Moreno Romo
OCCIDENTES DEL SENTIDO / SENTIDOS DE OCCIDENTE
Occidentes del Sentido / Sentidos de Occidente / Jean-Luc Nancy y Juan Carlos Moreno Romo. — Barcelona : Anthropos Editorial, 2019 172 p.; 18 cm. — (Biblioteca A ; 63. Conciencia) ISBN 978-84-17556-24-2 1. Filosofía occidental: deconstructivismo 2. Filosofía social y política 3. Filosofía: estética 4. Filosofía de la historia 5. Historia social y cultural I. Título II. Colección
Primera edición: 2019 © Jean-Luc Nancy y Juan Carlos Moreno Romo, 2019 © Anthropos Editorial. Nariño, S.L., 2019 Edita: Anthropos Editorial. Barcelona www.anthropos-editorial.com ISBN: 978-84-17556-24-2 Depósito legal: B. 20.197-2019 Diseño, realización y coordinación: Anthropos Editorial (Nariño, S.L.), Barcelona. Tel.: (+34) 936 972 296 Impresión: Lavel Industria Gráfica, S.A., Madrid Impreso en España - Printed in Spain Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia. com; 917021970/932720447).
Sans Occident / Occident sens
OCCIDENTE Y NOSOTROS (PRÓLOGO)
Más allá de las columnas de Hércules De entre los cuatro puntos cardinales, si nos situamos en el viejo continente —en Barcelona por ejemplo, en donde se edita y se imprime este libro para emprender en seguida su viaje sobre todo en esa dirección (pero también en Atenas, en Roma o en Madrid)—, el nuestro es efectivamente el del ocaso o hundimiento, o el de la siempre siempre misteriosa puesta o partida del sol. —¿A dónde va el sol cada tarde, por cierto, cuando se va y nos deja al pálido amparo de la luna, y de su ciertamente muy consolador cortejo de estrellas? ¿Y a dónde van, también, todas las cosas que se van, y las personas, y las grandes, y las no tan grandes acciones de las personas? No debemos olvidar que tras el sol partieron —del puerto de Palos primero, y del de Las Palmas de Gran Canaria después, y del de la Gomera—, hace poco más de medio milenio la Niña, la Pinta y la Santa María que se fueron buscando, por el camino del ocaso, nada menos que el de la aurora. Y honestamente no se puede negar que lo hayan encontrado —aunque deshonestamente sí—, tanto esas primeras tres realmente heroicas carabelas como las innumerables naves a las que les abrieron la ruta y de las que nació, amén del definitivo encuentro de todas las demás, toda una civilización, la nuestra, que tras doscientos 11
cincuenta años de sistemático ostracismo cuenta de cualquier manera entre las más grandes y gloriosas de todo el orbe, y de toda la historia. Y de esto el mejor testimonio sigue siendo, junto al de los numerosos indios, negros y mestizos que hoy la encarnan —y que en su momento la defendieron incluso con las armas, en batallas tan heroicas como injustamente olvidadas—,1 de la grandeza de la hispanidad dan fe —esto ya lo apuntaba, en su tiempo, don Miguel de Unamuno— la tan tremenda envidia y la tan obstinada animosidad que sigue despertando esa vigorosísima empresa civilizacional y evangelizadora de cuya inercia vivimos todavía nosotros, nada menos que a unos doscientos años de su derrota política y militar, y de su consecuente descabezamiento y desmembramiento temporal —que no por ello, ese es el punto, espiritual—. A la insoslayable leyenda negra, tan corriente el día de hoy entre los clercs o «intelectuales» y «académicos» oficiales de prácticamente todos nuestros Estados «inde1. De esos indios vencidos —del general Tomás Mejía que fue fusilado en Querétaro, al lado del también general Miguel Miramón y del emperador Maximiliano de Habsburgo, por ejemplo— no parece que se quiera ocupar esa tan victimista sensibilidad que ha hecho del ilustre nahuatlato Miguel León Portilla todo un clásico, especialmente a partir de esa compilación suya —de documentos traducidos por el padre Garibay— titulada Visión de los vencidos. Relaciones indígenas de la conquista (editada por primera vez en 1959, y desde entonces constantemente reeditada o reimpresa, principalmente por la UNAM). Véase, en cambio, de José Antonio Ullate Fabo, Españoles que no pudieron serlo. La verdadera historia de la independencia de América, Libros Libres, Madrid, 2009, p. 14: «Políticamente parece que solo existieron los triunfantes independentistas; pareciera que al inmenso número de criollos, indios y negros que lucharon por la causa de la unidad hispánica solo es posible recuperarlos —en el mejor de los casos— como objeto de afecto y simpatía». Y dice bien que «en el mejor de los casos», pues el victimismo selectivo de nuestra triste burocracia intelectual o universitaria ni siquiera eso les concede.
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pendientes» —o entre los de la propia España europeísta ahora, en donde curiosamente arrecian los ataques (y contra la que vemos con gusto cómo en este último par de años se despliegan, formando incluso una pequeña flota ya, al lado del tan exitoso de Roca Barea, un buen número de libros)—,2 Borges le respondió bastante bien, en el ya lejano 1964, desde su amada Argentina, en un poema que en tres versos dice todo lo esencial: España de la larga aventura que descifró los mares y redujo crueles imperios y que prosigue aquí, en Buenos Aires...3
Y que prosigue en todo el continente, hay que agregar, y bastante más allá de nuestro inmenso continente. Que perdura en toda una añeja «capa de cultura», todavía no del todo recubierta, en la propia América anglosajona (y en la nueva mano que ahora mismo va y le da, con sus 2. Cfr. María Elvira Roca Barea, Imperiofobia y leyenda negra, Siruela, Madrid, 2016 (con 23 reediciones ya, en tan solo un par de años); y también, por ejemplo, Antonio Sánchez Jiménez, Leyenda negra. La batalla sobre la imagen de España en tiempos de Lope de Vega, Cátedra, Madrid, 2016; Stanley G. Payne, En defensa de España. Desmontando mitos y leyendas negras, Espasa, Madrid, 2017; Iván Vélez, Sobre la leyenda negra. Nueva edición con prólogo de María Elvira Roca Barea, Encuentro, Madrid, 2018; Sverker Arnoldsson, Los orígenes de la leyenda negra española. Prólogo de María Elvira Roca Barea, El Paseo, Sevilla, 2018; y en fin, para no hacer demasiado extensa la nota, Alberto G. Ibáñez, La leyenda negra. Historia del odio a España, Almuzara, Córdoba, 2018. A otro nivel también hay que citar el último libro de Miguel Ayuso: La Hispanidad como problema, Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, Madrid, 2018. 3. Cfr. Jorge Luis Borges, Obras completas II (El otro, el mismo), Emecé, Barcelona, 1989, p. 309. Y en torno a este poema y a lo que celebra o invita a celebrar puede verse también mi viejo artículo «12 de octubre: por el encuentro del hombre con el hombre», en Auriga 8, septiembre-diciembre 1993, pp. 37-42.
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millones de braceros que suben hasta el Canadá, o hasta Alaska misma, y que son mucho, pero mucho más que meros «brazos»). Y que prosigue sobre todo y ante todo en cientos y cientos de ciudades, pueblos y poblados, de Sacramento hasta Salta, pasando por Zacatecas, por Querétaro, por Taxco, por Oaxaca, por San Cristóbal, por Antigua, por León, por Cartagena de Indias, por Antioquia, por Ayacucho... Y hasta a la isla de Guam tendríamos que ir a parar, donde con gusto aprendemos que también sobrevive el amor por España, y por la Nueva España también. Todo eso es, por cierto, lo que hace alrededor de un siglo Ortega no estaba preparado para —¿o estaba preparado para no?— entender, ni siquiera en virtud de sus diversos viajes a Argentina, a Chile y a Uruguay, en los que si alcanzó a ver algo de la vastedad de nuestro cuerpo no captó empero, o no quiso captar la grandeza de nuestro «espíritu», que él se aprestaba a substituir —como Sarmiento y compañía, medio siglo antes, con el francés— nada menos que con el alemán. —¿Y si ahora le dijéramos a España, don José, que «Europa es el problema e Iberoamérica es la solución»? Ese es ciertamente el tema de otro libro —el de Ortega y la filosofía del arrabal, en parte—, pero no irrumpe aquí del todo fuera de lugar pues me parece que uno de los resultados más claros de esta conversación que ahora presento —la que mantuve no con José Ortega y Gasset, sino con Jean-Luc Nancy—, es el de confirmar que hay un profundo parentesco entre esos dos grandes pensadores «europeos» que sin embargo piensan, y escriben o se expresan en dos momentos muy distintos de la historia europea. Ahí donde para Ortega la Europa que Alemania dominaba a principios del siglo XX era esa solución que, paradójicamente, invitaba a España a regresar, o a ir en el rumbo contrario al de su grandeza, Nancy reconoce, a principios del siglo XXI, en una Europa otra vez dominada, por 14
otra Alemania, que Europa es el problema y que Occidente mismo ha dejado de ser, para sí mismo incluso, ninguna solución.4 Occidente sucumbe en nuestros días —observaba Nancy hace un par de años, por ejemplo, en una entrevista concedida al ABC— a su propia fuerza. Occidente se ha extendido ciertamente por el mundo entero pero entre tanto, y en la cima de su éxito aparente, el triunfal Occidente de las revoluciones científica, política, industrial y societal «ya no cree —él mismo— en su propia civilización». De hecho —agrega Nancy—, ya no existe Occidente, sino más bien unos polos de poder tecno-económico cuyas cabezas visibles son los Estados Unidos de América y los Estados No Unidos de Asia, pero cuyas posesiones y acciones se encuentran en casi todas partes, ahí donde hay recursos que explotar. Europa —subraya— no tiene ninguna consistencia propia, y está sometida a este reparto mundial de poderes.5
Este diagnóstico recuerda, y viene de algún modo a completar el que el famoso historiador inglés Arnold Toynbee daba ya, en 1953, en su libro The World and the West en el que observaba que si las potencias protestantes habían logrado franquear, en el siglo XIX, las testarudas barreras del lejano Oriente, «superando» al fin al Portugal y a la España de dos y hasta de tres siglos atrás, fue precisamente porque se habían vaciado antes, esas modernísimas po4. Si bien es cierto que, por su parte, Alain Badiou lo que propone ahora, en substitución de la Unión Europea, es nada menos que la fusión, en un solo Estado con dos lenguas oficiales, de Francia y de Alemania. Cfr. Alain Badiou y Jean-Luc Nancy, La tradition allemande dans la philosophie, Lignes, sin lugar (dice, en el colofón, que está «impreso en Europa»), 2017, p. 11. 5. Cfr. Jean-Luc Nancy (entrevistado por Elena Cué), «Occidente no existe», en ABC Cultura, 13 de julio de 2016.
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ALGUNAS PÁGINAS HAN SIDO ELIMINADAS
ALGUNAS PÁGINAS HAN SIDO ELIMINADAS
A propósito, en fin, de esta edición La idea de este libro surgió al calor de un agradable momento de charla, durante el brindis que la Société Française de Philosophie ofreció, en las instalaciones de la editorial Jules Vrin, de París, tras la conferencia «Que faire?» que Jean-Luc Nancy dictó en el pleno de dicha asociación, en la Sorbona, el 17 de marzo del 2012. El plan original, del que, si exceptuamos la tan prologada espera de su conclusión, al final de todos modos no nos hemos apartado demasiado, era escribir tres partes, de manera que, aprovechando el año sabático del que gozaba entonces yo, en París, las primeras dos pudieran ser adelantadas en revista mientras, ya con más calma, y en el tiempo «normal» de la vida académica ordinaria, nos poníamos de acuerdo para escribir una tercera parte que las viniese a completar de modo que pudiésemos armar, con todas, el presente libro. Y así lo hicimos y de nuestros dos primeros capítulos «El sentido y la distancia» apareció, en enero de 2013, en la revista Open Insight, del Centro de Investigación Social Avanzada de la ciudad de Querétaro (vol. 4, nº 5, pp. 183211); y un poco más tarde, «El espíritu existe de manera plural» se publicó en el número 47, la revista Escritos, de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, correspondiente al segundo semestre de 2013 (vol. 21, pp. 395-418). Luego, lo del «tiempo normal» de la «vida académica ordinaria» nos volvió a mostrar cuán inseguro es eso del «dominio» que, de «nuestro tiempo», tenemos todos, todos los hombres. Con todo, o a pesar de todo el libro ya está aquí —ya lo tienes, amigo lector, en tus manos—, y no creo que se me tome a mal que diga incluso que es, en mi opinión, un muy buen libro, y desde luego un libro pertinente, en sí mismo, y también una excelente intro54
ducción a la obra de Nancy lo mismo que a mi propia propuesta de una filosofía del arrabal. Aunque desde el primer momento, entonces, el destino expreso de esta conversación era el de su publicación en español, y es por ella que efectivamente comenzamos, el hasta ahora todavía inédito original lo escribimos en francés. La traducción y la edición son desde luego mías, y he aprovechado naturalmente esta ocasión para pulir, creo que significativamente, las versiones que adelanté en los antedichos artículos de revista. JUAN CARLOS MORENO ROMO Las Palmas de Gran Canaria, 4 de octubre de 2018, fiesta de San Francisco de Asís —y el mes, hispanos, de la patria grande—.
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ÍNDICE
OCCIDENTE Y NOSOTROS (PRÓLOGO) Más allá de las columnas de Hércules ....................... Sans Occident / Occident sens .................................... ¿De qué sirve dominar el mundo si es al precio de la propia alma? ................................................. El fin del Fin de la Historia ....................................... Cuando por fin llegamos, nosotros, a la auténtica y genuina «democracia» ....................................... En el ocaso de la «representación política» .............. A propósito, en fin, de esta edición ...........................
11 19 25 35 42 46 54
EL SENTIDO Y LA DISTANCIA Rumbo al horizonte, con Joan Manuel Serrat .......... Todo pasa / Tout fout le camp! ................................... Cada loco con su tema ............................................... Y Don Quijote con el suyo ......................................... Y los poetas, y aun los místicos .................................
59 72 77 79 82
EL ESPÍRITU EXISTE DE MANERA PLURAL Entre Estrasburgo y París .......................................... Y entre Descartes y Cervantes ................................... El francés filosófico contemporáneo .........................
91 93 106
CÓMO PENSAR OTRO MUNDO ¿Y qué hora es, por cierto? ........................................ Estamos cambiando de época ................................... ¿Silencio? ................................................................... La Fábula de los tres hermanos y la «Madre Revolución» .......................................
115 116 118 119
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¿Es también el fin de la canción? .............................. Inercias y testigos ...................................................... ¿Y el fin de la ciudad? ................................................ ¿Leer los periódicos? ................................................. Entre la filosofía y el periodismo... ............................ Se impone hacer un poco de historia ........................ Camiones y guerras insensatos .................................. ¿Por fin dejaremos atrás las presuntuosas Lumières? ............................................................... Y al horizonte... ¿la nada? .......................................... ¿Personne? .................................................................. Siempre seremos capaces de Infinito ........................ El amor es más fuerte que la muerte, y que el Capital ...................................................... Frente a Babel... .........................................................
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