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De 6 a 12 años Por qué hurtan y mienten
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Opinan los expertos
Cefalea en adolescentes: cuando el dolor de cabeza ataca
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Prevención
Accidentes: ‘más vale prevenir que curar’
Crianza Salud &
A ñ o 9 • n ú m e r o 3 • j u n i o - j u l i o 2 0 11 • p u b l i c a c i ó n b i m e s t r a l • B o g o t á , C o l o m b i a
Para el bienestar de la familia
Nuestros hijos y el BlackBerry
¿Comunicados o esclavizados?
Contenido
Así es su mundo
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Desde el nacimiento Estimulación del desarrollo La estimulación en el recién nacido favorece su desarrollo y se puede aplicar en actividades cotidianas como el baño o la lactancia.
Junta Directiva Nacional 2010 – 2012 Presidente Ana Cristina Mariño Drews
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Vicepresidente Juan Fernando Gómez Ramírez
De 6 a 12 años ¿Por qué mienten y hurtan? Comportamientos como la mentira y el hurto tienen que ver con inconsistencias en los hogares. Lo importante es corregirlos a tiempo.
Secretaria Olga Lucía Baquero Fiscal Marcela Fama Pereira Fiscal suplente César Augusto Arango Posada
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Vocales Lila Visbal Spirko Luis Eduardo Abello Ángela María Giraldo Javier Criales Jairo E. Ascencio Héctor Hernández
13 a 18 años Raíces y alas: emancipación del adolescente No hay por qué temerle a la independencia de los hijos, en vez de eso, los padres deben fomentar en ellos la autonomía, la autoestima y la responsabilidad.
Presidente anterior Hernando Antonio Villamizar Gómez Representante de los capítulos Luz Stella Caycedo
Entorno
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Gerente Gloria Zuccardi
Nuestros hijos y el BlackBerry: ¿Comunicados o esclavizados? No se trata de cerrarse al uso de herramientas de comunicación, pero hay que educarlos y volver al diálogo cara a cara.
Coordinadora de publicaciones Mónica Vivas
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Cefalea en adolescentes: cuando el dolor de cabeza ataca
Prevención
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Accidentes: ‘más vale prevenir que curar’
Preguntas y respuestas
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A propósito de la etapa preescolar, ¿sabía usted que...
Editorial
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El derecho a la participación de los niños y las niñas
Cartas de los lectores
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Recuerde que...
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Caricatura
Opinan los expertos www.crianzaysalud.com año 9 - número 3 junio - julio 2011 ISSN 1692-150X
Si los dolores de cabeza interfieren con el rendimiento escolar y la vida social del niño, hay que consultar de inmediato al pediatra para buscar las causas.
Director
Juan Fernando Gómez Ramírez Producción Editorial IPE- Mercadeo Relacional Legis S.A.
Avenida calle 26 No. 82-70 Bogotá D.C. Tels.: 4255255, 4255262 – Fax.: 4255316 ana.castillo@legis.com.co andres.rivera@legis.com.co Fotos © 2011 Thinkstock Photos Portada Foto: Fernando Valderrama Modelos: Sofía Iregui Rozo y Felipe Morales Aristizábal Crianza & Salud es una publicación bimestral de carácter informativo y educativo, editada por la Sociedad Colombiana de Pediatría, especializada en la crianza y la salud de los niños, desde el nacimiento hasta los 18 años, dirigida a la familia y al público general, de circulación gratuita a pediatras y ginecólogos de todo el país, y por suscripción a particulares. Envíe sus cartas, colaboraciones, preguntas o materiales informativos a nuestra dirección, fax o correo electrónico. Sociedad Colombiana de Pediatría Cra. 19 A No. 84-14, oficina 304 Bogotá D.C. Tel.: 5300757/59/60 • Fax.: 6916110 Correo electrónico: scp@cable.net.co
Si bien los pequeños están expuestos a riesgos, la solución no está en sobreprotegerlos sino en inculcarles tener precaución.
... en la etapa preescolar, entre los 2 y los 6 años, los niños pasan fácilmente de un estado de ánimo a otro?
Además...
Recomendados en todos los sentidos
El concepto de salud
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Editorial
El derecho a la participación
de los niños y las niñas
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l devenir histórico de la sociedad se ha caracterizado en su dinámica por un claro adultocentrismo, en el sentido de que la toma de decisiones ha estado siempre focalizada en las concepciones y pensamientos propios de la adultez, con un claro desconocimiento de la participación necesaria y posible de los niños, niñas y adolescentes en aquello que los afecta y que determina de manera importante su diario vivir como personas. En la década de los 90, a consecuencia de la promulgación de la Convención sobre los Derechos del Niño, el derecho a la participación, entendida esta como “el proceso de compartir las decisiones que afectan la vida propia y la vida de la comunidad en la cual se vive”, empezó a adquirir una importancia creciente en la dinámica social, habida cuenta de la trascendencia que tiene para la generación y el fortalecimiento de los conceptos de democracia y ciudadanía. Esta participación de los niños, niñas y adolescentes debe entenderse como un proceso y no como un evento, como bien lo anota el profesor en psicología e investigador Roger Hart (1950). Se inicia desde antes de la gestación concomitante con los idearios afectivos de los futuros padres, y luego se refuerza durante este proceso, cuando, por ejemplo, la madre percibe los movimientos del feto en su vientre, que le dicen amorosamente: “Aquí estoy yo”. Así continúa sucesivamente después del nacimiento con el
llanto como único lenguaje en los meses iniciales; posteriormente, con la sonrisa social y otros elementos interactivos, se va fundamentando el proceso participativo que lo irá acercando paulatinamente a la toma de decisiones, siempre en consonancia con su momento de crecimiento y desarrollo. Tiene entonces esta participación una dinámica gradual acorde con la evolución de las facultades de los niños, sin excluir en ningún momento la necesaria acción orientadora del adulto, que abarca la instauración gradual y progresiva de rutinas, límites y normas en un contexto creciente de concertación y diálogo. El concepto de preciudadanía que involucraba a los niños hasta hace pocos años ha evolucionado hacia el de ciudadanía con las características propias de su desarrollo evolutivo, fortalecida con la titularidad de derechos que le confieren los nuevos desarrollos legislativos universales. Todo lo anterior apunta a que la sociedad evolucione hacia el concepto de comunidad mediante el reconocimiento de todos sus integrantes como sujetos sociales, con el interés y la idoneidad suficientes para la toma de decisiones asertivas. Reconocer la importancia de la participación temprana en estos procesos está en concordancia con la sabia afirmación de Fernando Savater: “Los ciudadanos democráticos no nacen como los hongos o los cardos, así, sin más, libremente, sino que son una empresa de la propia democracia”. Fotografía: © 2
011 T h in
k st ock P ho to s
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Cartas de los lectores
Recuerde que: Según el artículo 11 del Decreto 806 del 30 de abril de 1998, el niño puede acceder directamente al pediatra sin que tenga que ser visto primero por un médico general. El artículo dice textualmente: “Condiciones de acceso: para acceder a cualquiera de los niveles de complejidad del plan obligatorio de salud (POS) se consideran como indispensables y de tránsito obligatorio las actividades y procedimientos de consulta de medicina general y/o paramédica del primer nivel de atención. Para el tránsito entre niveles de complejidad es requisito indispensable el procedimiento de remisión. Se exceptúan de lo anterior solamente las atenciones de urgencias y de pediatría”.
Señores Revista Crianza & Salud Agradezco mucho que me respondan esta inquietud: tengo un bebé de tres meses y medio y me preocupa que sin mayor esfuerzo suda. ¿Debo llevarlo al pediatra? Cordialmente, Josefina Hernández Medellín
Rta./ Apreciada doña Josefina: Cordial saludo y gracias por su mensaje.
Como respuesta al mismo, le indico que la situación que usted describe en su hijo se llama médicamente diaforesis, y en un niño tan pequeño, en quien además ocurre sin esfuerzo, amerita una consulta al pediatra, pues aunque la causa más común es el sobreabrigo al que son tan propensas las madres para aplicar a sus hijos, hay algunas enfermedades -entre ellas de tipo cardíaco- donde esta situación puede presentarse. Así es que bien pueda consultar con su pediatra. Cordialmente, Juan Fernando Gómez Ramírez Pediatra y puericultor Fotografía: © 2011 Thinkstock Photos
Guía de
anunciantes
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02. Alpinito
29. Smecta Synthesis
04. Nestlé
33. Nazidil-Glaxo SmithKline
13. Gourmet
35. Sociedad Colombiana de Pediatría
15. Dettol
39. Compañía Nacional de Chocolates
19. Pony Malta
40. Alpina Baby
27. Pequeñín 6
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Así es su
mundo La vida es un largo camino hacia la sabiduría Konstantino Kavafis
08 Desde el nacimiento 10 De 6 a 12 años 16 13 a 18 años
Estimulación del desarrollo ¿Por qué mienten y hurtan? Raíces y alas: emancipación del adolescente
Así es su mundo
Desde el nacimiento
Estimulación del desarrollo
La alegría, el amor y la ternura son sentimientos que se despiertan en la familia ante la llegada de un nuevo ser; no obstante, a veces hay angustia al pensar cómo será. El niño llega con capacidad de captar y aprender, con unos ojos que parece que miraran todo, con ganas de llevarse todo a la boca, con manos que se agarran fuertemente para que no lo dejen solo y con una mente abierta. Pero, a su vez, es muy indefenso, depende completamente de sus padres y de las personas que lo rodean para lograr amor, confianza, alimentación, abrigo, moverse, permanecer limpio y relacionarse con los otros.
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Así es su mundo
Médica y psicóloga
Liliana Zuliani Arango
Médica y neuropsicóloga infantil y
Adriana Uribe
Miembro del grupo de puericultura U. de Antioquia
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esde la gestación, y durante todas las etapas de la vida, el niño puede asimilar o captar sentimientos, y en la medida en que se le estimule adecuadamente, sin exceso, en un acompañamiento afectuoso y respetuoso de su capacidad, irá avanzando en el logro de las metas del desarrollo integral y diverso. El niño tiene necesidades básicas que no puede resolver o satisfacer sin la ayuda de sus padres o personas que lo rodean. Estas necesidades propias de su edad son: • La de protección frente a las amenazas a su salud y a su vida. • La de recibir cuidados básicos, como la alimentación, la higiene y un ambiente adecuado. • La de establecer vínculos afectivos. • La de explorar el medio físico y social que lo rodea. • La de jugar con personas y objetos. Para que el niño tenga un desarrollo integral y adecuado es bueno estimular su mente para que adquiera conocimientos; sus emociones para que tenga vínculos afectivos fuertes; su ser social para que forme su conducta, y su cuerpo para que desarrolle destrezas que le darán autonomía. En el nacimiento, y durante los primeros dos años de vida, son especialmente importantes para un desarrollo integral algunos procesos afectivos como el apego, así como el inicio de los procesos mentales y de los hábitos sociales.
La historia de José José estaba mirando el ser más bello del mundo. Más bello que los árboles, que las nubes o que un atardecer sobre un lago. Estaba mirando dentro de una cuna a un lindo niño. José lo miraba, sonriendo. Se imaginaba todos los momentos maravillo-
sos que él y el niño iban a compartir. Entonces, de repente, se le borró la sonrisa. ¿Cómo haré para criarlo bien?, se preguntó. Después de una gestación de nueve meses en la que el niño se encontraba en un ambiente tranquilo, agradable y en el que todas sus necesidades estaban satisfechas sin necesidad de pedir nada, nace el nuevo ser y llega a un mundo en el que inmediatamente se siente solo, indefenso y muy dependiente de su madre y las personas que lo rodean, pero preparado para poder sobrevivir con su corazón, sus pulmones, su cuerpo y su cerebro.
En las primeras cuatro semanas, los niños recién nacidos son capaces de:
• Pasar la mayor parte del tiempo dormidos, entredormidos o despiertos. Se despiertan cuando tienen hambre, frío, están mojados o se sienten solos. • Sentir algunas emociones de los demás. Si la mamá está triste, se sienten tristes. Mediante la succión sienten placer al contacto con la madre y, mediante el arrullo, tranquilidad con el padre. • Repetir posturas, como la del amamantamiento (succión), la del movimiento de su cuerpo, la del movimiento de brazos y piernas y la del baño (jugar con sus manos y pies). • Reconocer la voz de las personas más familiares y responder a ellas girando la cara o mirándolas. • Manifestar diferentes conductas, como llorar, acariciar, mirar; y sentir placer, disgusto y sorpresa, entre otras. • Reclamar sin capacidad de espera, por lo cual, cuando lloran por hambre requieren que se les alimente de forma inmediata.
¿Cómo se estimula el desarrollo en un recién nacido? • La lactancia materna es un estímulo de vital importancia para el desarrollo del niño: favorece el apego entre madre e hijo y le da beneficios nutricionales y protectores. • El desarrollo físico del niño se estimula mediante movilizaciones suaves y rítmicas de los muslos, piernas, pies y dedos, y de los brazos, codos, manos y dedos. También, meciéndolo, girándolo suavemente y poniéndolo por pocos minutos boca abajo, luego estirándolo y encogiendo sus piernas como si pedaleara. • Se estimula su visión acercando su rostro al niño, mostrándole colores u objetos móviles. Su piel, con caricias, besos, abrazos y contacto de piel con piel. Su audición, con la voz, la música, los latidos del corazón y llamándolo por su nombre. Y, su olfato, con el olor del cuerpo de la madre, del padre, de los hermanos y de otros familiares. • Varios momentos pueden ser considerados como un juego para el recién nacido; estos son: el baño, la hora de tomar el sol, a la hora de vestirlo o hidratar su piel. Antes y durante la postura de la ropa se le debe hablar suavemente. La ropa debe ser cómoda y holgada, que permita el movimiento de sus brazos y piernas, y que no le dé mucho calor o frío, siempre debe ser adecuada, según el clima.
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Fotografías: © 2011 Thinkstock Photos
Por: Yolanda Giraldo Giraldo
Desde el nacimiento
Así es su mundo
6 a 12 años
¿Por qué mienten
y hurtan?
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Así es su mundo
6 a 12 años
Si ha notado que sus hijos no hablan con la verdad, llegan a casa con objetos ajenos en sus morrales o intuye que hacen trampa en los exámenes, es hora de poner freno a estos comportamientos. No se los tome a la ligera.
Por: Ana María Gómez Periodista
Con la asesoría de Roberto Chaskel, psiquiatra infantil
P
Sin darse cuenta, los padres pueden ser los primeros promotores de un hijo mentiroso, cuando obligan a los niños a ‘excusarse’ por ellos.
Fotografías: © 2011 Thinkstock Photos
adres que mandan a sus hijos a negarlos al teléfono, que acuden a sus citas tarde e inventan la historia de una estrellada, del trancón y hasta llegan a enfermar a sus familiares como excusa, son los primeros modelos de mentira para un niño. Aunque a simple vista podrían parecer comportamientos inofensivos, resultan sumamente perjudiciales. Y después, ¿con qué cara pueden quejarse de que sus “pequeños” se están convirtiendo en “deshonestos”? Decir mentiras es un elemento “normal” en el desarrollo del ser humano, pero desde las leyes mosaicas (los 10 mandamientos) está mal visto, según el psiquiatra infantil Roberto Chaskel. Hay dos tipos de mentiras: las blancas, que no tienen la motivación de hacer daño al otro y abarcan situaciones realistas como el niño que dice: “Yo soy el más fuerte del curso”, “Juan es mi mejor amigo”, etc. Un caso distinto es el de las mentiras que se dicen con el propósito de engañar, bien sea por evitar un castigo, una crítica o por hacer algo prohibido. En el caso de las “blancas”, cuando los niños llegan a los 4 ó 5 años, dejan de decirlas porque las encuentran absurdas o porque sus compañeros, amigos y padres se vuelven intolerantes con ese tipo de mentiras, que con frecuencia resultan de soñar despiertos y englobarse.
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Así es su mundo
6 a 12 años
¡Cuidado! El hurto y las mentiras pueden darse acompañados. La manera más adecuada de corregir es el diálogo.
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Sin embargo, algunos adultos promueven que las digan porque les parecen divertidas y, en casos contrarios, las castigan porque temen que su hijo se vuelva un mentiroso. Pues bien, para el psiquiatra, entre menos se les moleste, más rápido las dejarán. “El caso es que pueden equivocarse tanto castigándolas como premiándolas”, indica. Con las que tienen el propósito de engañar no sucede lo mismo, porque se trata de mentiras que deben ser sancionadas en la vida de los niños porque se oponen a los conceptos de buena conducta. De acuerdo con el especialista, hay cuatro formas de discrepancia de lo moral: decir mentiras, hacer trampa, hurtar y destruir objetos.
Padres, los modelos Lo cierto es que son comportamientos que nacen de las inconsistencias en los hogares: “Es malo de-
cir mentiras, pero me hago negar al teléfono”, comenta. Y si los padres se salen con la suya, ellos por qué no. La mentira es un concepto cercano a la trampa, es engaño. Con el hurto tienen en común que llevan una sensación de culpa o vergüenza, y se aprende en sitios donde la disciplina es inconstante. El niño la tiene desde los seis años de vida, en el primer grado de colegio. “Cuando una profesora pregunta a sus alumnos quiénes hicieron la tarea y contesta que sí hasta el que no la hizo, la maestra lo que está midiendo es la culpabilidad. Si esta se castiga, el niño va a aprender a no decir mentiras. Pero si no siente culpa ni vergüenza de decir mentiras o hurtar, esos comportamientos se vuelven patológicos”, enfatiza el psiquiatra. Sucede cuando un niño se lleva a casa el carrito de uno de sus compañeros y dice que se lo prestaron. Si la mamá lo asume como algo natural ya comete un error. Lo mínimo que debe hacer es averiguar si eso es cierto y, si no lo es, decirle a su hijo que su amigo debe estar muy triste sin su carro y que debe devolverlo. Si no se corrigen, las mentiras y el hurto continuarán, y no es raro que vayan acompañados.
Así es su mundo
6 a 12 años
La culpa hace la diferencia El mitómano (que sufre un trastorno psicológico que se caracteriza por mentir patológica y continuamente falseando la realidad) entre más se sale con la suya, más miente porque no siente vergüenza. “Pero es un mito pensar que la gente se las cree, lo que pasa es que las sostiene. Como el niño que dice que hizo la tarea, pero se le quedó en la casa y sugiere que llamen a su mamá para preguntarle, porque sabe que su profesor no lo va a hacer. O el marido infiel que lo niega”, afirma el psiquiatra, para citar algunos ejemplos. Cabe recordar que entre los 3 y los 6 años es cuando los niños dicen más mentiras y que estas desaparecen poco a poco antes de los 14 años. Antes de esa edad, ellos saben que es un comportamiento grave y ahí se construye la confianza. Pero en la adolescencia, muchos vuelven a decirlas y la única manera de controlarlos es que se descubra socialmente que no están diciendo la verdad. Por ejemplo, el muchacho que le cuenta a sus amigos que una niña lo asedia sin ser cierto; y lo peor, es cuando los papás se dan cuenta de que así funciona en todo y no hacen nada al respecto. “Entre más temprano se resuelva, mejores ciudadanos tendremos”, afirma. Con el hurto sucede igual, si no se castiga, persiste. En términos generales, las líneas de desarrollo con
las mentiras son básicamente las mismas. Tomar objetos ajenos es una conducta que arranca en la infancia porque el niño tiene la sensación de que todo es suyo; sin embargo, a los 3 años empieza a darse cuenta que no es así. A los 4 años ya sabe que no debe tomar nada que sea ajeno sin pedir permiso, antes de esa edad es difícil captar la diferencia. Una buena manera de buscar señales es revisar las maletas del colegio para saber si traen a la casa cosas que no son suyas. Más que el hecho de hurtar, esta es una forma de llenarse de afecto con las cosas que no les pertenecen. Obviamente, cuando es patológico lo hacen sin voluntad, pero conscientemente hay un gusto por ese riesgo. Mientras unos guardan las cosas que toman, otros las regalan para ganar afecto. Tanto el hurto como la mentira durante la infancia son motivos frecuentes de consulta, según refiere el psiquiatra Roberto Chaskel. “Algunos casos son remitidos directamente por los colegios”, agrega. Curiosamente a la consulta llegan niños con edades entre los 6 y los 14 años, grupo de edad en el que estos impulsos se deberían haber “apagado”. El experto anota que son problemas más fáciles de tratar en menores que en adolescentes.
Psicoterapia, el tratamiento Cuando los castigos o el diálogo con los padres no funcionan para combatir estas patologías, la salida es la psicoterapia, tratamiento que involucra tanto al niño como a su familia. En el caso de las mentiras, debe mostrarle al pequeño las ventajas de decir la verdad, y si tiene que ver con la falta de afecto, se debe tratar este problema. Eso sí, los papás no deben culpar a los amigos: “En un niño sano, las malas influencias no tienen éxito”, enfatiza el psiquiatra infantil.
El niño, más que hurtar, busca una forma de llenarse de afecto con las cosas que no le pertenecen. 14
Así es su mundo
13 a 18 años
Raíces y alas: emancipación del adolescente
“Solo hay dos legados duraderos que podemos abrigar la esperanza de dejar a nuestros hijos: uno, las raíces, y el otro, las alas”. J. Salk
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Así es su mundo
Pediatra y puericultor Universidad Nacional de Colombia
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l ser humano en su ciclo de vida avanza desde la dependencia absoluta del recién nacido a la dependencia afectiva de aquellos a quienes ama. Los humanos somos seres dependientes de humanidad, del contacto con el otro, de los afectos construidos y vividos, de los recuerdos. Por eso, cuando hay una despedida esta es solo parcial porque parte de nosotros siempre estará en los demás, y en nosotros se queda lo que vivimos y compartimos con quienes nos despedimos. Las despedidas son inevitables en la vida. Se despide el niño parcialmente de su casa cuando ingresa a la educación preescolar; se despide el adolescente de las normas familiares cuando se reúne con su grupo de amigos; se despide el joven del contexto escolar cuando ingresa a estudiar en la universidad; se despide el adolescente mayor cuando decide vivir fuera de la casa de su padres, y se despide el viejo cuando va a morirse. El hogar es un nido de protección, crecimiento y formación para los hijos y es, esencialmente, un laboratorio de partida. Durante la adolescencia el joven se prepara para ser responsable de su autonomía, la que debe trascender la capacidad de garantizar sus propios ingresos económicos que le proporcio-
nen la satisfacción de sus necesidades básicas. Debe entonces el adolescente ser capaz de establecer vínculos afectivos estables por fuera de su contexto familiar, manejar satisfactoriamente su mundo emocional, controlar sus acciones y hacerse responsable de ellas.
Moratoria social La preparación para lograr lo anterior se da en muchos escenarios que se inician desde el hogar, pasan por la escuela, la universidad u otros sitos de capacitación, y transcurren también en esquinas, dormitorios, parques, conciertos, salas de cine, clubes, bares, etc. Todo ese tiempo de formación, de reflexión sobre lo que es ser joven y cómo se es adulto -ensayo y error, acierto, satisfacción, desconcierto, confusión, miedo, temor, arrojo, impulsividad, inconsciencia, irresponsabilidad y empatía, entre otros- se ha denominado período de moratoria social. La moratoria social es el tiempo que la sociedad le da al adolescente para que adquiera las herramientas que le permitirán vivir satisfactoriamente en el mundo de las normas y compromisos de los adultos. La necesidad de prepararse cada vez más para poder competir en el mercado laboral actual ha condicionado el aumento del tiempo de moratoria social. En otras épocas bastaba un tí-
tulo de bachiller para abrirse campo en el mercado laboral; actualmente, con este nivel de preparación un joven solo puede tener acceso, si lo consigue, a condiciones laborales muy desfavorables, de tal modo que las mejores oportunidades laborales solo se consiguen, mas no se garantizan, mediante la capacitación superior, sea técnica, tecnológica o universitaria. Las posibilidades de estudio superior para los adolescentes y jóvenes son muy diferentes para los distintos estratos socioeconómicos. En el país, la mayor parte de las instituciones de educación superior son privadas y tienen unas exigencias económicas poco accesibles para la mayoría de la población colombiana que es pobre. Lo anterior, plantea una situación muy complicada para las familias colombianas de escasos recursos: el adolescente al crecer se convierte en una carga económica que es difícil de mantener y con frecuencia es expulsado al mercado laboral para aliviar el presupuesto de la familia, ingresando en condiciones desfavorables por su baja capacitación. Esta situación, que es vivida en gran cantidad de hogares, afecta significativamente el proceso de emancipación de los jóvenes. Buena parte de ellos forman una nueva familia que tiene
La autonomía del joven debe consolidarse en todos los aspectos, entre ellos el económico y el afectivo.
Fotografías: © 2011 Thinkstock Photos
Por: Miguel Barrios Acosta
13 a 18 años
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13 a 18 años
que vivir, por necesidades económicas, en la casa paterna. Otros se mantienen solteros por períodos prolongados en el hogar paterno, pero en condiciones de poca autonomía. Y otros se arriesgan a la aventura de la emancipación solos o acompañados, sin las herramientas económicas de formación, psíquicas o sociales, que les permitan adquirir un nivel de vida digno. Las condiciones de maltrato y exigencia a adolescentes en los hogares condiciona la emancipación de muchos de ellos en condiciones desfavorables ante la sociedad. Con frecuencia, cuando esto ocurre, lo que buscan los adolescentes con la salida de la casa es mayor libertad para manejar sus horarios y salidas. Otras veces buscan defender una ideología o un estilo de vida que en casa no se les respeta. Muchas veces es solo la necesidad de vivir un amor que no es aceptado por los familiares y, tristemente, otras veces es la reivindicación de los derechos básicos que deberían garantizarse desde el hogar. Otro problema de la emancipación, distinto de la expulsión precoz, es la limitante de la familia para promover la salida del adolescente por razones diferentes de las económicas. Se encuentran situaciones, por ejemplo, de adolescentes encargados del cuidado de adultos mayores discapacitados; y de aquellos que con su comportamiento problemático o dependiente
Entre las razones de emancipación de los adolescentes está el convivir con grupos de amigos que no son aceptados por su familia.
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mantienen a sus padres juntos en torno a su cuidado. Se ha descrito la situación de autonomía dependiente como una posible solución al dilema que genera la emancipación. Esta autonomía dependiente exige de los padres un elevado nivel de sacrificio, generosidad y amor, ya que tienen que renunciar al control y demandas que de una manera explícita o implícita se dan dentro de la dependencia del adolescente e implica, a su vez, conceder la autonomía que facilite la moratoria social de manera más segura. La salida del joven del hogar, además de condiciones familiares favorables y capacitación técnica, le exige algunas características, tales como: es necesario tener confianza para asumir el riesgo, estar dispuesto a renunciar a las comodidades implícitas en la casa paterna, sentirse capaz de asumir responsabilidades, aceptar el proceso de crecimiento y, sobre todo, haber encontrado un sentido de vida que le permita empezar a construir un proyecto. La salida del hijo adolescente del hogar, en especial del último que se va, puede ocasionar en los padres la aparición de un sentimiento de vacío y desolación. Esta situación se ha descrito como el “síndrome del nido vacío”, que muchas veces se asocia con crisis serias en la relación de pareja de los padres o con un vacío existencial en el padre de las familias monoparentales y, además, crea una mayor dificultad para la emancipación del último hijo del hogar. Cuando esto sucede es frecuente encontrar que el sentido de vida de los padres se ha fundamentado en su rol como progenitor descuidando su propia vida. Debe hacerse énfasis en que el sentido de vida es la base del proyecto de vida, el que a su vez, ayuda en la organización del sentido de la existencia. Ese proyecto tiene implícito descubrir la singularidad del adolescente y los mecanismos para hacerla florecer,
Recomendaciones • Prepárense y acompañen a su hijo en la decisión de la partida del hogar para encontrarse con su proyecto de vida. • Fomenten en su hijo el interés por el estudio como una manera de tener acceso a mejores condiciones laborales. • Ahorren para que su hijo pueda alcanzar un nivel de educación superior. • Mientras su hijo esté con ustedes sean respetuosos de sus necesidades y derechos. • Hagan sentir a su hijo que están preparados para asumir su partida. • Fomenten en su hijo los valores que promueven la emancipación: autoestima, autonomía y responsabilidad. por lo cual, debe contener una mezcla de realidades y fantasías, de sueños y posibilidades, de aspiraciones e ilusiones. Es un gran sueño que puede convertirse en realidad si se llevan a cabo las acciones necesarias. Cuando un adolescente tiene claro su sentido de vida el proceso de emancipación es más fácil. Los padres no deben temer la emancipación de los hijos, ya que ella implica un crecimiento en la relación padres-hijo. Sin embargo, la independencia de los hijos es solo un mito, pues lo vivido y compartido genera un sentimiento de interdependencia que nos acompaña por siempre.
Entorno
Nuestros hijos y el BlackBerry
¿Comunicados
Se han visto en manos de niños hasta de cinco años, a los que sus papás decidieron comprarles desde ya el BlackBerry(BB) para que puedan estar en comunicación con ellos. Pero, ¿qué clase de comunicación es? Y, ¿a qué costo? En las familias ya no se dialoga, solo se chatea por el BB. Análisis de una tendencia que parece advertirse como la nueva modalidad de esclavitud.
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Entorno
o esclavizados? Por: Ana Cristina Restrepo Jiménez Comunicadora social de la UPB Magíster en Estudios Humanísticos de la EAFIT
Fotografía: Fernando Valderrama
¿ “
Es cierto que les permites a tus alumnos de la universidad sacar el BlackBerry(BB) en el salón de clase?”. No recuerdo cuántas veces me han hecho esa pregunta -¿crítica?- mis colegas y amigos. No obstante, la respuesta siempre es la misma: “sí, lo hago”. La razón es de simple comprensión y complicada aplicación. Cuando el alumno entiende lo que significa el chateo en su proceso pedagógico, deja de hacerlo... por lo menos en clase. En la primera sesión de este semestre, les advertí con tranquilidad: “Acepto el uso del BlackBerry, ustedes asumen las consecuencias”. Así, uno que otro sacó su BB y, con disimulo, comenzó a chatear; y yo, con el mismo disimulo, empecé a grabar en mi mente las caras de los chateadores. En la segunda clase, uno de mis alumnos con BB levantó la mano e hizo una pregunta sobre el tema visto durante la semana anterior, a la cual respondí: “Consúltalo con tu BB”. Y seguí con el taller del día. Después de la tercera clase, rara vez observé un BB fuera del bolsillo.
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Entorno
Fotografías: © 2011 Thinkstock Photos
El contacto a través del BB, hace que los niños ignoren a quienes están alrededor.
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Ese trato, que a primera vista puede parecer discriminatorio, no obedece a razones “sociales” relacionadas con la “mala educación” de no atender a quien habla. Hasta la fecha no hay evidencia científica difundida que demuestre el efecto del chateo en el proceso de aprendizaje, durante las clases magistrales y talleres prácticos; no obstante, quienes nos desenvolvemos en aulas de universidades o de colegios ya hemos apareado la columna del rendimiento académico mediocre (o deficiente) con la del chateo en clase.
¿Qué otras consecuencias tiene el uso del BB en la vida de nuestros hijos?
Efectos de la ola BB Si su hijo es usuario de un BB, responda esta pregunta con sinceridad: ¿desde hace cuánto el niño (o adolescente) no conversa con usted apelando a frases encadenadas con sentido completo y mirándolo a los ojos? Los efectos inmediatos que observamos en los jóvenes usuarios del BB son los siguientes: • Pérdida de la noción de comunicación interpersonal: el joven descuida el contacto visual y físico, la gestualidad; así como oler, escuchar, percibir y sentir al otro (se esfuma la capacidad sensorial). • Fragmentación en el pensamiento y procesamiento de ideas complejas: la concentración se desvanece en el instante en que el joven intenta mantener múltiples chats abiertos y, además, rendir en sus actividades normales (estudiar, arreglar su habitación, conducir auto, etc.). Los chats suelen quedar “abiertos”, sin conclusión, lo cual fracciona las ideas y evita profundizar en ellas. • Desacato a las normas básicas de la escritura: esto implica una manía por las abreviaturas, la omisión de la puntuación, el destierro de la ortografía, y el olvido de elementos básicos en el mensaje (con frecuencia el exceso de comunicación propicia que los jóvenes olviden el propósito mismo de enviar un mensaje. Chatean solo por hacerlo). • Desatención a la norma social: lo que podría parecer a simple vista un asunto de “etiqueta”, rebasa los límites de la corrección social. Lo grave de tener en frente a un joven que chatea en un BB mientras otras personas se dirigen a él, no es que “se vea feo”, sino que su actitud demuestra que el contacto con un aparato supera en interés al contacto directo con una persona. El factor humano pasa a segundo plano.
Entorno
• Énfasis en la idea del hombre contemporáneo de “vivir de afán”: el “afán” implica rapidez y, algo peor, desempeñar varias actividades al mismo tiempo. Apoyar sin medida este estilo de vida desestima la reflexión en el joven. • El ruido: el BlackBerry, Facebook, Twitter y demás elementos de comunicación rotulados como “redes sociales”, son una revolución en las comunicaciones y deben ser usados como estímulos para el pensamiento y generación de ideas colectivas... y no como el ruido de ambiente que aleja al ser humano de ese silencio fundamental que necesitamos (mucho o poco) en nuestro interior para encontrarnos con nosotros mismos.
Aceptar los nuevos tiempos Aún no se ha editado un “manual de Carreño” para enseñar las “buenas maneras” en el uso del BB; por otra parte, los pocos años de circulación del producto nos convierten en conejillos de Indias de una nueva forma de comunicación, cuyo poder ha superado la comprensión de jóvenes y adultos. No se trata de cerrarnos a la realidad. La vía de la prohibición es la misma del deseo: negar a nuestros hijos el uso de estas herramientas de comunicación no parece ser la solución, como tampoco lo es rechazar sus formas de socialización (redes sociales), que a veces nos son ajenas. La alternativa es educar. La primera vía, que por lógica responde al requerimiento más natural del comportamiento humano, es el ejemplo: los padres chateadores, que no respeten la palabra y el tiempo con sus hijos, habrán de ver las consecuencias.
Por otro lado, es hora de reconsiderar la idea de “gran hermano” que manejan algunos padres, quienes insisten hasta el cansancio en permanecer conectados con sus hijos para controlar sus movimientos. Un BB es un instrumento de comunicación, ¡no de persecución! Así mismo, es preciso volver a la conversación cara a cara. Sí, algo
tan simple como retomar elementos poéticos de la formación tradicional, esos que marcaron nuestra infancia: salir a caminar con nuestros hijos, ver juntos fotos y revivir, a través de la palabra, momentos memorables. Escuche a sus hijos. Si hay alguna noticia del día, discútala con ellos, respete su opinión, refuerce su capacidad de argumentación y aprecie cada esfuerzo que el niño o adolescente haga por sentar su posición frente al tema. ¿Estamos compitiendo con una tableta electrónica de 10x5 centímetros? ¡Sí!... pero contamos con todas las armas para ganar la batalla: no tenemos una programación única como el BlackBerry, nuestros “chips” son dinámicos y readaptables. Después de una noche conectado, el BB amanece con las mismas posibilidades del día anterior; mientras que nosotros, después de una noche “desconectados”, nos recargamos y podemos saludar el día cada vez mejor... con nuevas ideas. El BB es solo una herramienta de comunicación y no un instrumento de condena. Así lo deben entender nuestros hijos. Y, por supuesto, nosotros también.
¿Qué quiere decir BlackBerry? En la época de la esclavitud en los Estados Unidos, a los nuevos esclavos se les ataba al pie una irregular bola negra de hierro, con cadena y grillete, para que no se escaparan corriendo de los campos de algodón. En las plantaciones, los amos solían llamar “Blackberry” que se traduce al español como mora a esa bola de hierro, por su semejanza con dicha fruta. Ese era el símbolo de la esclavitud: quien tuviera la “mora” atada estaría forzado a conservarla hasta morir, sin poder escapar de los campos de siembra.
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Opinan los expertos
Cefalea en adolescentes
dolor de cabeza ataca
Cuando el
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l dolor de cabeza no es una enfermedad, pero podría indicar que hay algo que no está bien. Los dolores de cabeza son cosa común en los adolescentes y, generalmente, no son serios. De hecho, del 50 al 75% de todos los adolescentes indican que tienen al menos un dolor de cabeza al mes. Sin embargo, los que se presentan más frecuentemente pueden ser molestos y causar preocupación a ti y a tu familia. Los más comunes en los adolescentes son los causados por la tensión y las migrañas. Algunas veces, estos problemas pueden estar relacionados con inconvenientes de salud que requieren una visita al pediatra.
Si el dolor de cabeza interfiere con las actividades, hay que consultar al pediatra.
¿Qué causa los dolores de cabeza?
Fotografías: © 2011 Thinkstock Photos
Los dolores de cabeza son causados más comúnmente por: • Enfermedades: son muchas veces síntomas de otras enfermedades. Las infecciones virales, de garganta, de senos paranasales y del tracto urinario, así como los cuadros alérgicos pueden dar dolor de cabeza. La fiebre también puede ocasionar el síntoma. • Omitir comidas: incluso si el adolescente está tratando de bajar de peso necesita comer con regularidad. Las dietas de moda pueden hacer que le dé hambre y también podrían causarle un dolor de cabeza. No beber suficientes líquidos (lo que conduce a deshidratación) también podría causar esta molestia.
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• Drogas: el alcohol, la cocaína, las anfetaminas, las píldoras dietéticas y otras drogas son detonantes de las cefaleas.
Otros detonantes Muchas veces los dolores de cabeza son desencadenados por problemas de sueño, lesiones menores de la cabeza o ciertas comidas (productos lácteos, chocolate, aditivos de alimentos como los nitratos, nitritos y el glutamato monosódico). En otros casos, los dolores de cabeza también pueden ser causados por medicamentos recetados, tales como píldoras anticonceptivas, tetraciclina para el acné y altas dosis de vitamina A. Con menos frecuencia pueden ser generados por una infección o absceso dental y por problemas de ali-
Llevar un diario puede dar luces sobre los factores desencadenantes de las migrañas.
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neación de la mandíbula (síndrome de articulación temporomandibular, TMJ por su sigla en inglés). Aunque los dolores de cabeza son causados con muy poca frecuencia por problemas de los ojos, el dolor alrededor de estos -lo cual puede sentirse como un dolor de cabeza- puede ser producido por una falta de balance de los músculos oculares o por no usar anteojos recetados exclusivamente para ti. Solamente en muy pocas ocasiones los dolores de cabeza son síntomas de un tumor cerebral, alta presión y otro problema serio.
Tipos de dolores de cabeza Los dolores de cabeza causados por la tensión se sienten muy frecuentemente como si uno tuviera una venda apretada alrededor de la cabeza. El dolor es continuo y normalmente se siente en ambos lados de la cabeza, pero también puede afectar la parte delantera y trasera de esta. La presión en la escuela o en la casa, las discusiones con los padres o amigos, tener muchas cosas que hacer y sentirte ansioso(a) o deprimido(a) también puede causar un dolor de cabeza. Las migrañas muchas veces son descritas como pulsantes y normalmente se sienten solo a un lado de la cabeza, pero podrían igualmente afectar ambos lados. La migraña podría hacerte sentir la cabeza ligera o mareado(a) y/o podría hacerte sentir mal del estómago. Podrías ver manchas o tener sensibilidad a la luz, los sonidos y los olores. Si te dan migrañas, es probable que tus padres u otros miembros de la familia también hayan tenido ese problema. Un tercer tipo de dolor de cabeza menos común es el psicogénico. Estos son parecidos a los causados por la tensión, pero la causa es un problema emocional tal como la depresión. Los signos de la depresión consisten en una pérdida de energía, pobre apetito o comer demasiado; pérdida de interés en las actividades normales, un cambio en los patrones de sueño
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La depresión puede ser una de las causas a explorar.
(problemas para dormir, despertarse a mitad de la noche o demasiado temprano por la mañana) y dificultades para pensar o concentrarse.
¿Cuándo debo ver al pediatra? Si estás preocupado(a) acerca de tus dolores de cabeza o si el problema comienza a interferir con la escuela, las relaciones en casa o la vida social, ve a ver a tu pediatra. Otros signos que podrían indicar que debes visitar al pediatra son:
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• Lesiones de la cabeza: hay que hacer que el pediatra examine inmediatamente los dolores de cabeza causados por una lesión de esta ocurrida de manera reciente, especialmente si te desmayaste a causa de dicha lesión. • Ataques/convulsiones: cualquier dolor de cabeza relacionado con convulsiones o desmayos requieren de atención médica inmediata. • Frecuencia: si tienes un dolor de cabeza más de una vez a la semana. • Grado de dolor: si el dolor de cabeza es severo y evita que hagas las actividades que deseas. • Hora de ataque: si los dolores de cabeza te despiertan o si ocurren muy de mañana. • Dificultades de la vista: si los dolores de cabeza causan que tengas la vista borrosa, que veas manchas o que tengas otros cambios de la vista. • Otros síntomas relacionados: si tienes fiebre, vómitos, el cuello tenso, dolor de dientes o dolor de la mandíbula, además del dolor de cabeza, es posible que necesites que te hagan un examen, incluso análisis de laboratorio o radiografías.
¿Cuál es el tratamiento para los dolores de cabeza? Independientemente del tipo de dolor de cabeza que tengas y cualquiera que sea la causa, tu pediatra puede explicarte la razón de dichos dolores y la manera de controlarlos. Asegúrate de hacer cualquier pregunta que puedas tener. Si te dan dolores de cabeza debido a la tensión o si te dan migrañas ligeras, tu pediatra podría recomendarte que tomes aspirina o un sustituto de esta, como el acetaminofén o el ibuprofeno y que descanses. Si te dan cefaleas más severas o migrañas clásicas (cuando se tiene un proble-
ma de la vista llamado “aura”), podría ser necesario tomar medicinas recetadas. Tu pediatra podría recomendarte que escribas un diario de dolores de cabeza para ayudar a indicar la información sobre la causa de estos. Un diario al respecto ayuda a mantener información sobre lo siguiente: cuándo ocurren, cuánto duran, lo que estabas haciendo cuando comenzaron los dolores, lo que habías comido, cuánto descanso habías tenido y qué parecía aliviarlos o empeorarlos. Si lo que comes parece causar los dolores de cabeza, el pediatra te recomendará dejar de consumir ciertos alimentos. Si la tensión es la causa, tu médico podrá ayudarte a lidiar con la tensión por medio de tratamientos especiales, tales como los ejercicios de relajación. Los dolores de cabeza causados por problemas emocionales o psicológicos requieren de visitas adicionales al pediatra u otros profesionales de la salud para eliminar la causa del problema. A veces, las familias enteras necesitan de consejos para acabar con la tensión que causa dichos dolores. Es importante saber que, cualquiera que sea la causa, el dolor de cabeza es real. Lo más importante es que con la ayuda del pediatra podrás identificar la causa y tener el problema bajo control.
©No deberá usarse la información contenida en esta publicación a manera de sustitución del cuidado médico y consejo de su pediatra. Podría haber variaciones en el tratamiento, las cuales su pediatra podrá recomendar, con base en los hechos y circunstancias individuales.
Prevención
Accidentes: Padres y cuidadores deben prestar atención a los peligros que acechan a los niños, sin sobreprotegerlos.
‘más vale prevenir
que curar’
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Prevención
Los más frecuentes
Por: Ernesto Duran Strauch
L
os niños pequeños son torpes en sus movimientos y fácilmente se caen; los preescolares son un terremoto y todo el tiempo se están moviendo; los escolares son curiosos, quieren averiguarlo todo, explorarlo todo; los adolescentes son arriesgados, les gustan las cosas extremas y se sienten invulnerables. Todas estas son condiciones que corresponden a momentos del desarrollo y facilitan aprendizajes necesarios. Ante esto, compete a los adultos encargados de su cuidado, sin limitarlos en sus actividades, protegerlos ante posibles accidentes. Los niños, si bien tienen un gran instinto de supervivencia, no tienen la capacidad para asociar riesgos; no asocian, por ejemplo, enchufes o cables con energía eléctrica, o no saben que tomar en exceso un medicamento que tiene un sabor agradable puede ser dañino para su salud. Ellos se distraen con facilidad, centrando su atención en lo que les causa curiosidad, olvidándose de todo lo demás. No saben reaccionar adecuadamente ante el peligro o su coordinación muscular no se los permite. Es necesario que padres y cuidadores tengan una actitud de actuar antes de la de prevenir. Para ello, deben agudizar sus sentidos, estar atentos a evitar todo posible riesgo, sin caer en la sobreprotección. Si bien cada casa, cada barrio, son un mundo y tienen sus propios lugares de riesgo, es necesario que padres y cuidadores conozcan cuáles son los accidentes más frecuentes, para que puedan contribuir a prevenirlos. Los mismos niños, si conocen de estos peligros, pueden ayudar a evitarlos.
• Los accidentes más frecuentes son las caídas. Pueden ocurrir en la casa desde escaleras, azoteas, ventanas, butacas, camarotes o aun desde su propia altura, cuando el piso está resbaloso por alguna causa. También pueden suceder en los parques, en la escuela o en la calle. Situación similar es la de las heridas, que pueden suceder en cualquier momento, principalmente cuando los niños manipulan objetos cortantes como tijeras o bisturíes escolares u objetos de vidrio como vasos, botellas, ventanas, etc. • Los accidentes de tránsito con mucha frecuencia involucran a los niños, bien sea como peatones, como ciclistas o como ocupantes de los vehículos. Ellos se deben a la imprudencia de los adultos, pero también a la falta de conocimiento de los niños sobre las normas de tránsito. •
Las intoxicaciones accidentales son un problema frecuente en los niños pequeños. Los medicamentos, los insecticidas, los detergentes, la gasolina, cualquier cosa puede ser un tóxico peligroso en las manos de un niño, pues su curiosidad los lleva a probar todo lo que encuentran.
• La piel de los niños es más sensible que la de los adultos, por eso las quemaduras son mucho más graves en ellos. La mayoría de estas ocurren en casa, directamente con fuego o con líquidos hirvientes, pero también pueden ocurrir por electricidad. Desafortunadamente, todavía siguen presentándose quemaduras por pólvora.
Fotografías: © 2011 Thinkstock Photos
Pediatra y puericultor Universidad Nacional de Colombia
• Cuando se habla de ahogamiento se piensa en ríos, lagos, mares o piscinas; los cuales representan un riesgo para los niños, pero es necesario saber que los pequeños también se pueden ahogar en una alberca, en un tanque de agua o incluso en la tina de baño. Dos minutos sumergidos en el agua pueden ser fatales para un niño. • Los más pequeños, dado que tienen vías aéreas también muy pequeñas, se pueden ahogar con cualquier cosa que se lleven a la boca: botones, monedas, pastillas, joyas, maní, nueces... en fin. Por eso, los juguetes que tienen partes pequeñas dicen en su empaque que no son recomendados para menores de tres años. • A los niños las armas les pueden despertar curiosidad, por eso tenerlas en casa es exponerse a graves consecuencias, en especial, si están en un lugar donde los niños las pueden alcanzar.
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Prevención
Recomendaciones
A los adolescentes, amigos de lo extremo, hay que inculcarles precaución. 32
• Hablen con sus hijos sobre los riesgos de accidentes que existen. Cuando ocurra un accidente, traten de que reflexionen y aprendan al respecto. Enséñenles a ser cuidadosos y responsables. • Establezcan, respeten y hagan respetar las normas de seguridad, explicando siempre por qué hay que cumplirlas. • Sean modelo de prevención como muestra de que la mejor manera de aprender es con un buen ejemplo. • No dejen niños pequeños solos en casa, debe haber siempre un adulto responsable cerca. • No los dejen solos en lugares públicos o sitios congestionados. No les permitan ir a sitios peligrosos. Enséñenles en la medida de sus capacidades a desplazarse por el vecindario, a conocer el entorno, a saber su teléfono y dirección. • Enséñenles a medida que crecen a actuar ante los peligros, a apagar incendios y a aplicar primeros auxilios. • No les asignen tareas que no son capaces aún de hacer, como cuidar a sus hermanitos, cocinar o manipular herramientas. • Examinen periódicamente su casa y alrededores en búsqueda de posibles riesgos. Arreglen o cambien equipos defectuosos y vidrios rotos, entierren bien las puntillas, limen las aristas o superficies cortantes. • Usen rejas de seguridad en las escaleras. Mantengan sillas y otros muebles alejados de las ventanas. No permitan el acceso libre a azoteas y terrazas. Aseguren cierres de ventanas y balcones. Eliminen pronto y de manera segura los vidrios rotos, juguetes defectuosos, latas, trozos de madera y otras cosas que puedan hacer daño.
• No los dejen correr con objetos en la boca, botellas u objetos cortantes en la mano. • No les permitan usar herramientas como planchas, taladros, podadoras, etc., sin conocer bien sus funciones y tener la edad adecuada. • No les den a los niños pequeños alimentos con los que se puedan atorar, como uvas, maní o mazorcas completas; ni dejen a su alcance objetos pequeños como alfileres, monedas o botones. • Instrúyanlos sobre los peligros de introducirse objetos pequeños en la boca, nariz, oídos o genitales. • No les pongan anillos, pulseras o collares a los niños pequeños. • No permitan que se acerquen a la estufa, ni que manipulen cosas calientes. Los mangos de los utensilios deben estar lejos de su alcance. Mantengan fósforos, encendedores y gasolina alejados de ellos. No permitan que acerquen sus dedos a las tomas de energía, y manténgalas cubiertas con muebles o protectores. No les den ninguna clase de pólvora. No permitan que estén solos en habitaciones donde haya velas o fogones encendidos. No fumen mientras estén con ellos. No
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transporten líquidos hirvientes si hay niños cerca. • Guarden las medicinas, venenos, detergentes y artículos de limpieza en recipientes claramente marcados y en lugares donde no puedan alcanzarlos. • Los ácidos, la cal, la lejía y cualquier sustancia cáustica se deben mantener bajo llave. • Mantengan objetos cortantes como cuchillos, machetes, tijeras, y objetos punzantes como agujas, anzuelos y espinas, lejos de su alcance. Guarden las botellas de vidrio en un lugar seguro. Pongan las plantas punzantes o espinosas en lugares protegidos. • Supervísenlos cuando están jugando cerca del agua. Mantengan tapados los estanques o depósitos de agua. Si viajan en bote utilicen salvavidas. Enséñenles a nadar cuando sean pequeños. No dejen a los niños pequeños solos en el baño. • Mantengan ventilados lugares donde se pueden acumular gases, como el sitio donde están el calentador o la estufa. No dejen el carro encendido en garajes cerrados.
Las mascotas de los niños deben estar entrenadas.
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• Enséñenles a cruzar las calles por los sitios indicados mirando hacia ambos lados. Edúquelos sobre las señales y normas de tránsito. Siempre que suban a un carro pónganles el cinturón de seguridad; no les permitan ir en el asiento de adelante ni en el platón de una camioneta. Respeten las señales de tránsito y manejen con precaución. • La bicicleta y los patines deben ser del tamaño apropiado y estar en buenas condiciones mecánicas. Enséñenles a usar el casco y las demás medidas de protección y a utilizar las vías
apropiadas. No los dejen jugar solos en sitios de tránsito vehicular. No permitan que vaya más de un niño por bicicleta. • No tengan armas de fuego. Si las tienen, estas deben estar descargadas y bajo llave, así como la munición guardada separadamente. No las limpien ni reparen delante de los niños. • No tengan en casa animales salvajes ni domésticos mal entrenados. Algunas razas de perros no son convenientes en los lugares donde hay niños. • Mantengan en casa un botiquín de primeros auxilios, así como un extintor de incendios. Tengan a mano los teléfonos de urgencia y enséñenselos a los niños. • Si bien es importante protegerlos, hay que evitar caer en el exceso de impedirles hacer las actividades adecuadas para su edad. Para ellos es fundamental explorar su medio y adquirir habilidades físicas; la clave está en permitírselos manteniendo unas buenas condiciones de seguridad.
Preguntas y respuestas
A propósito de la etapa
preescolar ¿sabía usted que...
Por: Juan Fernando Gómez Ramírez Pediatra y puericultor
● ... se refiere a los niños y niñas con edad comprendida entre los dos y seis años? ● ... se caracteriza por tener una velocidad de crecimiento menor que la de los años anteriores, y por un gran desarrollo en todos los aspectos que incluye habilidades corporales, la adquisición del control de los esfínteres y la consolidación de su autonomía? ● ... con relación al peso, el aumento es aproximadamente de 2 kilogramos por año y la talla aumenta en promedio de 5 a 6 centímetros por año? ● ... el preescolar pasa fácilmente de un estado de ánimo a otro, a veces es alegre, otras triste, unas amoroso y gentil y otras agresivo y violento? ● ... hay un progreso constante en su motricidad tanto gruesa como fina, lo que le permite correr, saltar y trepar, además de abotonarse y amarrarse los zapatos? ● ... el juego es su principal actividad y le permite establecer contacto con la realidad, liberar tensiones, adquirir habilidades y destrezas, y darle rienda suelta a su imaginación y creatividad? ● ... el niño y la niña en edad preescolar tienen un patrón de sueño bien establecido; por lo general, duermen toda la noche y necesitan todavía una siesta diurna de aproximadamente una hora? ● ... entre los dos y los seis años el preescolar empieza a incorporar las normas necesarias para vivir en sociedad, siendo aquí fundamental el papel de los adultos como modelos, pues el niño imita lo que hacen estos mucho más que lo que dicen? ● ... el ingreso al jardín infantil hacia los tres años de edad, les permite a los niños y niñas ampliar sus relaciones con adultos diferentes a sus padres y con niños de su misma edad, favoreciendo así su desarrollo social y el mayor conocimiento del mundo que los rodea, de acuerdo con el concepto de Jean Piaget en el sentido de que: “Mientras más ve y más oye un niño, más quiere ver y más quiere oír”?
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Recomendados en todos los sentidos
El conceptosegúndeFernando salud Savater • La salud es un recurso que debemos gastar en una existencia gozosa que, si somos capaces de ejercer el gobierno de nosotros mismos, supondrá un sabio equilibrio entre placeres y cuidados, actividad y descanso, gastos e ingresos, apuestas, pérdidas y ganancias. • La salud, como otras muchas facetas de nuestra vida, es una irrenunciable provincia de la libertad individual, un territorio lleno de posibilidades y riesgos que cada uno de nosotros debería administrar directamente. • Lo que uno haya decidido hacer con su vida (da igual que le llamemos vocación como los clásicos, proyecto como los existencialistas, o deseo como los posmodernos) determina que una cierta característica física o mental sea un grave trastorno, un elemento neutro o una ventaja. Fuente: Lázaro, José. La salud de Savater. Universidad Autónoma de Madrid Ilustraciones: Daniel Padilla
Frases Antes de casarme yo tenía seis teorías sobre cómo educar; ahora tengo seis hijos y ninguna teoría. Conde de Rochester Mi mejor maestro fue aquel que me enseñó a enseñarme a mí mismo. Isaac Stern Podemos escoger lo que vamos a sembrar, pero estamos obligados a cosechar aquello que plantamos. Proverbio Chino 37
Recomendados en todos los sentidos
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