UN LETRADO MILLONARIO EN EL COMPLOT DE MELILLA

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Vacaciones

Expedición

PESCANDO CON LA MOSCA AHOGADA

EN LA ISLA DE LOS NEGROS AMARILLOS

ZP tampoco ha tenido suerte con su gran pasión: la pesca. Sólo bajó un día al río, en su 50 cumpleaños, y ninguna trucha picó su anzuelo con «moscas ahogadas» / 5

Shanga (Kenia) está repleta de negros con los ojos achinados. Son los vástagos de Zheng He, que ‘descubrió’ África Oriental 80 años antes que Vasco de Gama / 8

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CRONICA

DOMINGO 22. AGOSTO. 2010

EL MUNDO

Javier Guisasola es el caro abogado contratado desde Marruecos para llevar el caso que inició la tensión en la frontera. Posee cuadros de Goya, una compañía de jets, colecciona armas...

Javier Guisasola Arnaiz, de 45 años, en el avión propio que usó para ir a Marruecos. Es quizás el abogado penalista mejor pagado de España. En el país vecino le abonaron sus servicios por adelantado. / ROBERTO CÁRDENAS

UN LETRADO MILLONARIO EN EL COMPLOT DE MELILLA Ɂ «Si

el Gobierno no sabe resolver el problema, que nos contrate y le solucionamos la papeleta en minutos. Ojo, pagando previamente», dice jocoso Ɂ Y la maniobra de Aznar, que fue a la frontera «escoltado» por su hijo Alonso


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CASO MELILLA / UN MILLONARIO EN EL COMPLOT

Utilizó un Falcon, un avión de presidentes de gobierno y milmillonarios, para trasladarse de Rabat a Nador. Iba con una escolta especial

RUMBO A RABAT.

N

MARTÍN MUCHA

ívea corbata; el logotipo de Louis Vuitton multiplicado por toda la tela en distintos tonos de blanco. Rolex Cosmograph Daytona en la muñeca izquierda. Un maletín enorme de piel, con los papeles de la denuncia de cinco jóvenes belgas con ascendencia marroquí contra la policía española en su interior, en el mismo brazo. Javier Guisasola Arnaiz [Madrid, 1965] completa su exquisito atuendo con un traje a medida de Loewe, gris con raya diplo-

mática. ¿El modelito ideal para hablar del caso que inicia el conflicto que enfrenta a España contra Marruecos? El PSOE acaba de pedir «sentido de Estado» ante la situación que se vive en Melilla. Es ya un asunto entre gobiernos. La tensión es tal que el propio Rey Juan Carlos ha tenido que llamar a Mohamed VI. Hay la amenaza de desabastecimiento de alimentos... Y un abogado está en el epicentro del debate. Guisasola, uno de los letrados más importantes de España y, por ende —es casi una tautología—, de los mejor pagados [si no el más], asume el reto y descubre los intríngulis de su trabajo en Marrue-

«NO PUEDO DECIR QUIÉN ME CONTRATA», AFIRMA. «ES SÓLO UN CASO DE BRUTALIDAD POLICIAL»

cos. De su periplo judicial. De sus viajes en jet privado al corazón de la denuncia que incendia la frontera. A las 11 de la noche del viernes 16 de julio de 2010, recibió una llamada a su teléfono móvil personal. Su interlocutor le dijo: «Hay un asunto importante que debe tratar en Marruecos y lo queremos contratar». Guisasola tenía que evaluar la situación in situ con la persona o instituciones que le iban a pagar. No habla de dinero. «Es poco elegante», asegura el letrado. Basta ver la oficina de su bufete para darse cuenta de que quien lo llamaba conocía su tarifa. Ubicada en plena milla de oro madrileña, sus vecinos son Yves Saint Laurent y Prada. El ático de 400 metros cuadrados tiene baños de mármol. Al lavarse las manos, uno puede asearse con un set completo de Acqua di Parma. Frente a su escritorio, dos Goyas —«auténticos, eh»— reposan en el suelo,

a punto de ser colgados. Su otro despacho en Coruña es «aún mejor», en sus propias palabras. El 17 de julio, por la mañana, fue al aeropuerto de Torrejón. Un Cessna de su empresa The Jet Society, pues es dueño de varias aeronaves, le esperaba listo para despegar. Es un avión confortable con asientos de piel beige y capacidad para ocho pasajeros más tripulación. Una limusina que vuela. Dentro del pequeño mundo de la aviación comercial de lujo, su compañía es famosa por la belleza de sus azafatas, una de ellas, Adriana Ricardo, ex de Air Comet y célebre portada de Interviú [chica de enero del calendario que protagonizaron las ex empleadas de Díaz Ferrán que, dicho sea de paso, Guisasola financió]. Su plan de vuelo era Madrid-Casablanca. No más de una hora en el aire, 858 kilómetros de distancia, y llegaron a Marruecos. A su paso se

Guisasola suele viajar en su lujoso jet cuando acude a importantes pleitos dentro y fuera de España. A Marruecos, dice el abogado, era la primera vez. / REPORTAJE GRÁFICO: ROBERTO CÁRDENAS

abrían todas las puertas. «Cuando iba a presentar mi pasaporte, un hombre vestido de civil me dijo que “él se encargaba”. No pasé el control normal de fronteras. Todo estaba muy bien organizado», confirma. Fuera estaban preparados un grupo de vehículos. Partió con una escolta que abría el paso. Fueron 96 kilómetros donde los potentes coches apenas se detuvieron. Unos 50 minutos. Llegó a Rabat, la urbe donde Mohamed VI tiene uno de sus más suntuosos palacios [posee casi 30]. Allí se enfrentó a las primeras reuniones. Una hora estuvo allí. En el aeropuerto de la capital del


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¿Lo recomendaron los servicios secretos marroquíes? «Sólo sé que me localizaron a las 11 de la noche y nunca había hablado con mi interlocutor» ca sin rodeos. El 23 de julio volvió a coger su limusina aérea. La ruta era Madrid-Melilla. Se reunió en el hotel Tryp con los hermanos Yassine, Khalid y Samir Achaouni y sus amigos Youssef El Mahi y Mohamed Boutiri, los jóvenes cuya denuncia encendió la mecha de la tensión sobre Melilla. Todos residentes en Bruselas, con edades entre los 18 y los 28 años. Ese día ratificó la denuncia contra los integrantes del puesto fronterizo por agresiones. El escrito presenta como pruebas los testimonios de los muchachos. «Nos llamaron perros». «Me daban fuertes golpes en el torso». «Aporrearon el coche» [un Golf descapotable con tapicería de piel blanca]. Guisasola añade fotos y partes médicos de lesiones. Solicita que no se destruyan las grabaciones de la agresión. La descripción es tan sobrecogedora que sólo falta que los policías españoles los atacaran al ritmo de Killing an arab [The Cure]. «Son chicos educados que visten estupendamente, de Gucci y Versace. La policía se equivocó con ellos». Volvió en su jet privado a Madrid. En total, los kilómetros recorridos para este caso superan los 5.000. El maremagnum posterior es intenso. Los medios marroquíes pro-

élite de Rabat. Sobre sus honorarios, se resiste también.] —Para contratar a un primer espada de un gran estudio, el presupuesto puede rondar los 100.000 euros. ¿Es su cifra? —Nosotros solemos cobrar más. Sus tarifas son acorde a su estatus. A una carrera que comenzó cuando apenas había superado los 20. Estudió en el colegio Hispania de Oviedo y la carrera de Derecho en Santiago de Compostela. Su fortuna, a pesar de que su familia fuera propietaria de una fábrica de cerámica de Lugones [Asturias] que se vendió a la multinacional alemana Deutsche Magnesit, afirma que se «la ha ganado trabajando 20 horas al día como abogado». Su ritmo de vida es como el de un lawyer de EEUU. Parece un mix de dos personajes de la serie Boston Legal. Recuerda a Alan Shore, el personaje que interpreta James Spader. Que es capaz de enfrentarse y demandar al propio gobierno si su cliente lo convence. Y a Denny Crane, su mentor [ver wikipedia para más datos], quien habitualmente luce trajes con raya diplomática. Bienpagaos. Abogados de puro y galanteo; sin límites en los gastos, con fama ganada en retos imposibles.

FINANCIÓ EL CALENDARIO DE LAS AZAFATAS DESNUDAS DE AIR COMET. EN SU JET TRABAJA UNA DE ELLAS

reino de Marruecos, le espera un Falcon, avión que utilizan presidentes como Zapatero o Sarkozy. Un aparato que en el país norteafricano sólo disponen la familia real y los militares. Siguiente destino: Nador, a unos 400 kilómetros de distancia. Se reúne por primera vez con sus representados. Fue una charla de un par de horas para saber los detalles y definir cómo se llevaría el caso. «No puedo confirmar quién me contrató, sólo que es gente muy importante de Marruecos. En ningún momento me he tomado este asunto como un tema diplomático, sino simplemente como un asunto jurídico». Repitió el trayecto a la inversa: Nador-Rabat-Casablanca-Madrid. El 18 de julio estaba de vuelta. Dos días después envió el presupuesto con sus honorarios. «Siempre cobro por adelantado. Les envié el número de cuenta. Una vez hicieron la transferencia, comencé a trabajar», expli-

pagaron la noticia de la agresión. Se habló del racismo de la policía española. Comenzó un boicot comercial a Melilla en pleno Ramadán. El jueves 12 de agosto, la llamada del Rey Juan Carlos a Mohamed VI hacía público el nivel de la crisis. Ni en el caso de Aminatu Haidar, la activista saharaui que puso en riesgo su vida en una larga huelga de hambre, se permitió que el Rey descolgase el teléfono para hablar con el monarca marroquí. Fue el propio Zapatero quien le pidió a Don Juan Carlos que hablara para detener los «incidentes tontos» en la frontera. Pero los contratiempos siguieron. Carteles insultantes que retrataban a los policías como basura aparecieron en la frontera, con la permisividad de las autoridades del país africano. Mañana se prevé el viaje del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. El efecto dominó de la denuncia interpuesta por Guisasola continúa. Durante el miércoles, jueves y viernes de esta semana, Crónica mantiene largas conversaciones con el abogado que han permitido esta reconstrucción de su itinerario. —¿Quién le paga? —No estoy autorizado a decirlo. Es el acuerdo al que he llegado. —Como dueño de una compañía aérea reconocerá que, en Marruecos, un Falcon sólo lo tienen miembros de su casa real y los militares... Es fácil inferir quién le contrata. —Eso lo dice usted. Es cierto que allí los Falcon sólo lo tienen personas muy importantes. Pero no puedo confirmarlo. [Todos los indicios apuntan a la

Dos años defendió casos ligados al narcotráfico. «Ha sido sólo el 0,3% del trabajo de mi despacho y el 99% de mis defendidos resultó absuelto. Nunca acepté ni mafias organizadas ni a quienes creí que eran culpables. En este momento ya no acepto este tipo de litigios». «Mis clientes actuales no van en esa línea». Sus contratantes, «por ética profesional», son un misterio. Directivos de fútbol, consejeros delegados, estrellas de cine y de la música... creen en su talento para librarles de la cárcel o de Hacienda. Uno de sus casos actuales es la defensa de los españoles que tenían cuentas en el paraíso fiscal de Liechtenstein [decenas de millones de euros en juego]. Defiende a los acusados por la recalificación de terrenos para la construcción de la ciudad financiera del banco Santander, en Boadilla. Logró cerrar la oficina del banco suizo AIC Private Bank en Ginebra por apropiación de fondos de clientes españoles... «Una buena parte de los delitos financieros que se ventilan en la Audiencia Nacional están a cargo de mi despacho». Es coleccionista de armas. «Siempre con licencia y con un estricto control». Tiene como joyas una Zanardini —monotiro 6,5, de cañón octogonal— y un M16, fusil de asalto utilizado en la guerra de Vietnam. —¿Teniendo en cuenta lo sucedido a posteriori, rechazaría el caso? —No. Éste es un caso de brutalidad policial que otros han manipulado para crear un conflicto diplomático absurdo. —¿Se siente utilizado? —Mi cliente fue claro. «Sólo le pe-

El abogado Javier Guisasola muestra fotos de las supuestas agresiones a sus clientes.

TRES CLAVES DE UNA CRISIS nas inoportunas fotografías y un helicóptero estarían detrás de la tensión desatada estos días en Melilla entre España y el vecino Marruecos. Mohamed VI habría sido fotografiado desde un helicóptero español mientras descansaba en un yate fondeado en la bahía de Alhucemas en compañía de invitados. Fue en junio. Al parecer la pasada aérea enfureció sobremanera al rey alauí, hasta el punto de que el Ministerio de Defensa suspendió los vuelos de abastecimiento a la guarnición militar del peñón de Alhucemas. Al monarca no le fue suficiente. ¿Se tomaron esas fotos? ¿Hay algo que ocultar? Hace ya siete meses que Marruecos sigue sin embajador en España. Rabat ha propuesto al saharaui Ahmedu Uld Suilem, quien abandonó el Frente Polisario en 2009 para apoyar el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental. El Gobierno español, que dio su visto bueno en abril, sigue esperando. «El embajador marroquí llegará en un mes», dijo el viernes, el ministro Moratinos. La escasez cada vez mayor de agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en el norte de África (algunos hablan de desmantelamiento del espionaje en esa zona por la crisis económica) habría sido aprovechado por Marruecos para fabricar la tensión de Melilla. Este y otros escenarios, según comentaba a Crónica un ex agente, «no se hubieran producido si el CNI se tomara más en serio lo que ocurre ahí abajo...». Falta dinero para ver y oír. / P. REGO

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Tras la denuncia, llegaron las agresiones y pancartas de protesta como ésta.

dimos que represente a esos chicos y defienda sus derechos», me dijo. —¿Lo recomendaron los servicios secretos marroquíes? —Lo desconozco. Sólo sé que me llamaron a las 11 de la noche, a mi teléfono personal y nunca había charlado con mi interlocutor. Su despacho en la calle Serrano está vacío. Están él y los 3.000 expedientes de los casos que dirige. «Mi bufete soy yo como puede ver». —¿Qué cree que sucederá entre Marruecos y España? —Esto es excesivo. Pero se debería resolver sin problemas si a cargo estuvieran personas capaces. Si el

Gobierno no sabe cómo hacerlo, que nos contrate, que se lo hacemos. Ojo, pagando mis honorarios previamente, y le solucionamos la papeleta en dos minutos.— afirma, jocoso. No ha comido en todo el día. Cenará en su jet. Guisasola va a Coruña. El Cessna tiene el motor encendido. Se acomoda en una de las butacas. Se acerca Adriana, la chica Interviú, traje azul ceñido. El viento que se cuela por la puerta le mueve la melena rubia recién alisada. Sonrisitas. Escucha instrucciones y ella se va. Vuelve con una Coca-Cola light con hielo. Hay gominolas multicolores en todos los asientos.


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