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JORGE LÓPEZ
from ESP_qg_09_21_esp
by aquiaqui33
JORGE LÓPEZ parece más joven de lo que es. Aunque, por su dilatada carrera profesional, que empezó en Chile –su país natal– con 16 años, también podría dar la impresión de que es un actor mucho más maduro de lo que le corresponde. Interpreta, canta, baila y, a sus 29 primaveras, se ha hecho mundialmente famoso gracias a su participación en Élite. Su igura tiene estrella, y así lo ha visto Carolina Herrera, que lo ha convertido en uno de los embajadores de CH 212 Heroes: una fragancia que reivindica a una generación creativa, urbana, y de espíritu inconformista y libre. Forever Young, reza la campaña de Heroes. ¿Y quién no querría ser un joven como Jorge López para siempre?
GQ: Naciste a principios de los años 90, por lo que perteneces a la generación millennial. ¿Qué eventos culturales dirías que te marcaron más? Jorge López: El inicio de la era digital y las hiperconexiones. Se acabaron los botones y los televisores con tubo y las máquinas de escribir. Fin del romanticismo.
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Hoy en día la fama es mucho más rápida. ¿De qué modo te ha afectado en tu vida? ¿Alguna vez has tenido que pedir ayuda para manejarla?
Jorge López posa junto a otro de los embajadores de CH 212 Heroes, el skater y rapero californiano Lil Dre. Es cierto, fue un proceso bastante loco y rápido, desde mis inicios en Disney Channel en el año 2016. Creo que nunca ha escapado de mi control, porque separo el trabajo de mi vida personal y espiritual. De esta manera todo luye muy ordenadamente.
Como estrella de Élite, ¿crees que la serie refleja bien el universo, las emociones y deseos de los jóvenes? Élite plantea una temática adolescente, pero no nos olvidemos de que es icción, está hecha para entretener y cautivar a la audiencia. Hay mucho efectismo, pero también mucha realidad, es una mezcla, por eso creo que funciona tan bien.
Asimismo eres embajador de CH 212 Heroes. ¿Cuáles han sido los héroes de tu juventud? Peter Pan, el personaje de mi infancia, recuerdo que me cautivó ese guion de vida alucinante. Es el gran héroe de mi niñez. Hoy, después de bastantes libros, recuerdo que Pedro Lemebel, el artista chileno, uno de mis grandes referentes de la literatura contemporánea, me mostró un país sin vendas, crudo y real, en ese sentido fue un héroe.
Tienes más de 10 millones de seguidores en Instagram. ¿Qué impresión te merece que tú puedas ser el héroe de tanta gente?
Una responsabilidad muy fuerte, pero la relativizo, porque desde mi lugar de actor contribuyo con las historias a las que doy vida; y en lo personal, al ser iel a mis valores y principios, no busco inluir a nadie. Si a alguien inspiro, es un honor, pero no es mi objetivo ser un ejemplo de nada. Todos somos seres responsables y cada quien se tiene que construir a sí mismo.
¿Te preocupa la influencia que puedas tener sobre mucha otra gente joven? No lo veo como algo malo, no voy por la vida queriendo imponer un modelo o profesando que mi visión sea la correcta. Amo mi trabajo, contar historias y poner mis emociones a su servicio, es sólo eso.
La campaña de la fragancia está muy unida al skate y al universo urbano. ¿Te gusta ese tipo de cultura? Totalmente. Desde chico he practicado patinaje, que es bastante similar. Es un movimiento totalmente libre y honesto, algo que compartes con tu grupo de amigos divirtiéndote y potenciando tu cuerpo.
Se ha dicho que las generaciones más jóvenes son también las más comprometidas. ¿Cuáles son las causas que más merecen tu atención ahora mismo? Al venir de un pueblo, siempre me vi enfrentado a mucho clasismo y discriminación, hoy lucho constantemente para deconstruir esa realidad en mi entorno cercano, estoy muy comprometido con el apoyo a las minorías, y llevo a todas partes mi bandera de diversidad. Creo que el mundo se enriquece con nuestras diferencias y particularidades, lucho por el respeto y marcho por la igualdad.
Eras un estudiante brillante, por lo que he leído, pero decidiste desde muy joven perseguir el mundo de la actuación. ¿Qué encendió esa chispa? Desde muy pequeño tuve una personalidad muy fuerte y creativa, nunca tuve vergüenza de nada, eso se sigue manteniendo [risas]. Creo que puntualmente lo que me motivó a dedicarme profesionalmente fue mi maestra de ballet clásico, un día me dijo que yo debía ser actor, y con 17 años fui y lo hice.
'Dame una tabla de skate y moveré el mundo', podría ser el nuevo lema de una juventud creativa, liberal y desacomplejada que lleva en las venas la cultura urbana.
¿En qué actores de otras generaciones te miras como si fueran un espejo para ti? Creo que este arte es un viaje tan particular, personal y único que me resulta difícil espejarme, pero sí tengo varias personas que me inspiran, desde su historia biográica hasta su talento. Crecí con la música de Michael Jackson, pero mis gustos siempre fueron más atrás: Prince, Queen o David Bowie. Actoralmente, Johnny Depp, Jack Nicholson o Jim Carrey.
Tu vida, ¿es cómo te la imaginabas cuando soñabas con ser actor? La realidad es que pocas veces caigo en que estoy viviendo mi sueño, como todo va tan rápido a veces, sumado a que llevo más de diez años trabajando… A veces cometo el error de normalizar y dar cosas por sentadas. Como en cualquier trabajo, hay días y días, pero si me detengo a mirar el trayecto me invade una gran satisfacción, porque ha sido un proceso largo y he vivido las dos caras de la moneda. Eso es lo más gratiicante. El camino recorrido como ser humano, ver lo bueno y lo mano como oportunidades de crecimiento.
Tu próximo proyecto, Now and Then, explora el contraste entre las aspiraciones de la juventud y la realidad de la madurez. ¿Qué puedes contar de la serie? La juventud es una etapa polémicamente compleja, de muchos aciertos y desaciertos. De la serie en sí no puedo adelantar mucho, pero el reparto es brutal, estoy muy contento de formar parte de ella, me lo estoy pasando súper bien y eso es fundamental.
Con una voz absolutamente reconocible y unas canciones que acumulan miles de millones de reproducciones en 'streaming', es una de las estrellas mundiales del pop más ubicuas. La pregunta es: ¿dónde está la frontera entre Abel Tesfaye y su oscura personalidad pública? MARK ANTHONY GREEN logra que el artista lo cuente por primera vez.
foto DANIEL JACKSON estilismo
GEORGE CORTINA
Éstas son las comodidades con las que cuenta el Harvard Boulevard, un motel escondido en Hollywood Boulevard. Cuando uno de sus clientes valoró la estancia con una estrella en internet y escribió el comentario "Haced lo posible por evitar este agujero", dudo que se le pasara por la cabeza que se iba a convertir en la guarida temporal de una de las más grandes estrellas del pop de nuestro tiempo. Puedo verlo ahora mismo apoyado en la pared, luciendo un traje de Louis Vuitton y unas botas de Celine con un tacón cubano tan alto que no parece seguro sostenerse sobre ellas. A su alrededor, una corte de asistentes de estilismo y peluqueros le ponen a punto. Hoy, su pelo, tan famoso como él, presenta unos pequeños rizos que se amontonan para componer una perfecta melena afro. Cada mechón rebelde atrae la luz del sol, creando algo así como un halo. Aunque Los Ángeles está en alerta por calor extremo, no hay una gota de sudor en su frente. Ni siquiera un pequeño brillo. Nada.
TODO AQUEL QUE SE AGOLPA en el monitor para supervisar las fotos piensa exactamente lo mismo: es él. El Starboy, el responsable de la música más sexy que copa las listas de éxitos, el verdadero vencedor de la última edición de la Super Bowl. El que se relaciona con algunas de las mujeres más deseadas del mundo, el chico etíope con un falsete insuperable que cambió el R&B y que nunca ha mostrado su verdadera cara. También la estrella del pop que fue nominada a un galardón en un show infantil tras cantar sobre lo que ocurre cuando se te duerme la cara por una bolsa de coca. Estamos seguros de que el Harvard House ha visto cosas, al igual que Abel Tesfaye, a.k.a. The Weeknd.
El día antes de la sesión de fotos, me cité con él en el estudio de grabación de Century City. Llevaba una sudadera negra de Online Ceramics y unos pantalones de chándal que primaban más la comodidad que el estilo. Ni siquiera me acuerdo de los zapatos que calzaba, pero puedo asegurar que no tenían tacones cubanos.
Una mochila colgaba de su hombro, repleta de todo lo que iba a necesitar en un día de ir de un sitio para otro. No lucía gafas de sol y su melena no estaba iluminada. Se suponía que debíamos encontrarnos a las 6 de la tarde y me pidió perdón en repetidas ocasiones por llegar tarde. Se presentó a las 6:07.
Está claro que los rumores son reales: Abel y The Weeknd son dos personas diferentes. The Weeknd puede presumir de la canción de un artista en solitario que más tiempo ha permanecido en la listas de éxitos de la historia, así como de miles de millones de reproducciones en todo el mundo. The
Weeknd pasó la pandemia lamiendo ranas untadas en LSD.
Abel, mientras tanto, se dedicaba a ver Expediente X en bucle
("Todo el mundo les ha copiado", me dice. "Todo el mundo"). Abel habla sobre el placer de dormir bien una noche de la misma manera que otros hablan del buen MDMA. También ha estado redescubriendo Los Ángeles: el año pasado, cuando las calles se vaciaron, se dedicó a caminar. Su nivel de educación sólo lo vas a encontrar en el lugar más educado del mundo (Ontario, Canadá). The Weeknd es el tipo que destroza la suite del Caesars Palace a lo Resacón en Las Vegas, pero Abel es ese modosito al que los protagonistas pierden en los primeros 30 minutos de la película para Abrigo SAINT después pasarse el resto del tiempo in-LAURENT BY ANTHONY tentando encontrarlo. VACCARELLO, jersey RALPH LAUREN, pantalones WRANGLER, botas (en todo el reportaje) CELINE HOMME BY HEDI SLIMANE, gafas de sol (en todo el reportaje) JACQUES MARIE MAGE y collar SARAHJANE WILDE. GQ: ¿Cuál es la diferencia entre Abel y The Weeknd? The Weeknd: Las líneas estaban algo borrosas al principio, pero conforme mi carrera avanzaba y yo me formaba como persona, se hizo más claro que Abel era con quien me iba a casa cada noche. Y The Weeknd es con quien voy al trabajo. Entonces, ¿a quién estoy entrevistando ahora, a Abel o a The Weeknd?
Creo que estás ante un caso de Jekyll y Hyde ahora mismo. [Risas] ¿Quién es Jekyll y quién es Hyde? No lo sé. Abel puede ser bastante badass a veces, pero creo que The Weeknd es Hyde. Abel es el doctor Jekyll. ¿Qué te parece que la gente piense que tienes una personalidad oscura? No soy oscuro. Mi arte puede ser oscuro y he pasado por etapas oscuras, y las he utilizado como inspiración para mi arte. Pero precisamente porque yo no soy oscuro, he sido capaz de canalizar todo eso a través de mi música y de mi arte. ¿Por qué buscaste ser anónimo? No lo sé. Puede que obedezca a razones más profundas, pero creo que nunca he querido priorizar al artista y su imagen. En House of Balloons, nadie sabía cómo era yo. De esa manera puedes acercarte a la música sin ideas preconcebidas, porque no sabes la cara que hay detrás. Especialmente cuando hablamos de R&B, un género en el que la apariencia del artista tiene mucha inluencia. ¿Cuándo escuchaste tu voz por primera vez y te diste cuenta de que era especial? Cuando era joven me castigaban por cantar, porque siempre quería cantar. No sabía si era bueno o malo. Cantaba durante las clases o en la mesa mientras cenábamos, y me metía en líos porque no era lo más apropiado. No sabía valorar mi voz hasta que conocí a La Mar, mi mejor amigo. Él me escuchó cantar y me dijo que debía ir a Canadian Idol [un talent show televisivo]. ¿Intentaste ir a 'Canadian Idol'? ¡No! [Risas]. Pero en ese momento empecé a cantar para las chicas y las reacciones fueron muy positivas. La segunda vez fue cuando salió What You Need. Fue la primera canción de The Weeknd y nadie sabía el aspecto que tenía. Entonces no me iban bien las cosas y un amigo me encontró un trabajo en American Apparel. Estaba un día ahí doblando ropa cuando sonó la canción en la tienda. En ese momento nadie sabía quién era The Weeknd. ¿No te volviste loco? Pues no. Empecé a escucharla y a observar cómo reaccionaba la gente. A eso me refería con lo de no tener ideas preconcebidas. En el momento en el que todo el mundo empezó a reaccionar como si fuera la leche, fue cuando me dije: "¡Oh!".
¿De dónde salió ese nombre de The Weeknd? Era como se llamaba al principio el álbum House of Balloons: The Weekend. Yo seguía siendo Abel, pero no me gustaba especialmente mi nombre, por lo que empecé a presentarme como The Weeknd. ¿Te sigue gustando el nombre tanto como entonces? Sí. ¿Tanto como entonces? No, no tanto como entonces. Todavía me gusta, pero creo que ahora es más fácil quitarme el disfraz. Me gusta tener esa opción para escapar un rato de Abel, pero me gustaba más entonces. Ahora, sin embargo, me gusta mucho mi nombre real, Abel. ¿Alguna vez harás música como Abel? Creo que ya lo hago. Mis fans no me llaman The Weeknd, me llaman Abel. Es algo complicado, pero creo que The Weeknd es ya un nombre que tiene un legado asociado a él. Y su historia aún no ha acabado. En la mayoría de tus vídeos, a The Weeknd le asesinan o le dan una paliza. ¿Por qué te fascina matar a The Weeknd? Es una locura, ¿verdad? Creo que tiene que ver con separar a The Weeknd de Abel. Creo que mucha gente piensa que tengo tendencias suicidas, pero se trata de sacar a The Weeknd de la ecuación, aunque luego vuelva a encontrar el camino de vuelta. Siempre vuelve, y obviamente Blinding Lights no va a contribuir a que desaparezca a corto plazo. Cuando sales con alguien que no es famoso, ¿te sientes culpable por traer tanta atención mediática a su vida? Sí, me siento culpable. Desde luego. Por eso… intento no hacerlo mucho. Intento también no atraer la atención sobre mí. Me encanta poder vivir situaciones normales, es una sensación grandiosa poder salir a caminar por la calle en lugar de ir en un todoterreno. Hay rumores en internet de que te decantas por la sobriedad. O por lo menos la sobriedad a medias. Me gusta lo de la sobriedad a medias. ¿Bebes? Sí. De manera ocasional. Ya no bebo como lo hacía antes, para mí ha perdido el romanticismo que podía tener. ¿Fumas hierba? Sí. ¿Consumes otras drogas? No. Las drogas fueron una carga. Era yo el que creía que las necesitaba y no hacía el esfuerzo por darme cuenta de que no las necesitaba. Me he dado cuenta de ello en los últimos años y doy gracias a Dios por no necesitarlas. Sé que para mucha gente es complicado llegar a ese punto, pero yo supe que no las quería. Es complicado tener una vida larga cuando las drogas están presentes. Sí, y yo quiero formar una familia. Y sé que dije que no quería, pero ahora sé que sí: quiero tener hijos. ¿Por qué dijiste que no querías tener hijos? ¿Que por qué lo dije? Sí. ¿Fue una especie de mecanismo de defensa?
"Me gustan las críticas. Me gustan los críticos. Me gusta leer incluso las que muestran prejuicios
Creo que es algo interesante y que te mantiene humilde, lo que siempre es genial"
Probablemente. Puede que lo dijese porque me gustaba la trayectoria que estaba tomando mi carrera, pero ahora también creo que tener hijos sería una buena inluencia y me inspiraría más. Eso me hace pensar en la letra del remix de 'Hawái' que cantaste con Maluma: "Prefiero que compartamos un bebé / Porque por lo menos sabría que no es temporal / Y compartiríamos algo que es real". ¡Muy tóxico! [Risas]. Pero, ¿estaba mintiendo? Es cierto que no hay nada más real que eso, ¿sabes? ¿Alguna vez piensas sobre cómo vas a explicar tus letras más sexuales a tus futuros hijos? Desde luego. Y estoy preparado para ello. Al in y al cabo se trata de mi arte. Así era papá.
El único momento en el que The Weeknd apareció en el estudio fue cuando Abel me puso algunas de las canciones del álbum que está preparando. Se giró y con una sonrisa me preguntó. "¿Estás preparado?". No sentí la preocupación de tener que sacar mi bloc de notas o abrir una botella de agua. Las preocupaciones son cosa de Abel. La pregunta tenía algo de condescendencia, de arrogancia, como sabiendo 100% que yo no estaba preparado. Y tenía razón. La música inundó el estudio con la fuerza de un camión. Su nuevo proyecto está plagado de canciones que invitan a la iesta, a bailar. Una mezcla entre Quincy Jones y Giorgio Moroder que te invita a pasar la mejor noche de tu vida. No hay nada de música disco anacrónica (no se trata de "cosplay", como dice Abel). Lo retro está pegando mucho ahora en la música pop, pero sus grabaciones suenan a algo nuevo. A algo que te va a hacer sudar mientras bailas con la chica o el chico de tus sueños. "Es el álbum que siempre he querido hacer", dice Abel. Esas palabras resonaron en mi cabeza durante días, al igual que la música. Se me hizo imposible escuchar otra cosa, porque todo me sonaba blando, sin el ritmo suiciente, o me parecía demasiado alegre o demasiado triste. Me di cuenta de que éste no es sólo el álbum que The Weeknd siempre ha querido hacer, sino el álbum que todos hemos querido que haga. El proyecto no está terminado, pero si sigue
Abrigo y camisa CELINE HOMME BY HEDI SLIMANE.
en esa línea estaremos ante su mejor trabajo hasta ahora. Después de 'After Hours', 'Starboy' y 'Beauty Behind the Madness', seguirá copando la radio de una manera que casi nadie ha hecho. Y pone de relieve también la curiosidad que es 'Kiss Land', que se considera su primer álbum de estudio tras sus tres mixtapes. No llega a las cotas de sus siguientes trabajos desde el punto de vista del sonido, la letra o el conjunto visual, aunque incluye algunas muy buenas canciones ('Adaptation' o 'Wanderlust', por ejemplo). En perspectiva es, sin embargo, una mezcla de ideas, una rareza en su catálogo si tenemos en cuenta que, desde que era un adolescente, The Weeknd siempre ha tenido una visión muy clara a la hora de hacer música.
¿Por qué 'Kiss Land' se quedó algo corto? ¿Fue el sello discográfico el que te empujó a ir en distintas direcciones? Pues no, fue al contrario. Kiss Land no es el tipo de álbum propio de un sello discográico, especialmente porque era el de debut. Y como tal, había ciertas expectativas sobre él. Creo que, para mí, fue el cuarto álbum. Sentía que ya había dicho todo lo que quería decir con Trilogy, todo el sonido y todo lo que quería que el universo conociera. Creé un género e hice 30 putas canciones de ese tipo, así que cuando llegué a Kiss Land estaba vacío emocionalmente. Hice tres álbumes en un solo año y a la vez estaba trabajando en Take Care también. Todo eso pasó en el año 2011. Es una secuencia brutal. Luego me fui de gira. Jimmy Iovine me dijo una cosa que nunca olvidaré: "Nunca inalices un álbum ni por supuesto trabajes en uno mientras estés de gira". Y aquel álbum lo hice precisamente estando de gira. Kiss Land estuvo muy inluido por ello y tienes que entender también que yo nunca había salido de Toronto hasta entonces. Había estado ahí toda mi vida y ni siquiera me había montado en un avión hasta los 21 años. A los 21 años fue la primera vez que actuaste en Coachella, ¿verdad? ¡Sí! La segunda vez que me subí a un avión fue para ir a Coachella. La primera vez fue para unas vacaciones en Costa Rica. Ir de gira, conocer el mundo –fui a Tokio, Estados Unidos…–. Supuso
"Que te
mucha nueva información. Y, al mismo tiempo, quería hacer más música. Todo en un momento en el que no era todavía una estrella del pop, estaba a mitad de camino. Todo esto se releja en Kiss Land, que es un álbum muy honesto. Releja mi tozudez, lo reacio que era a recibir comentarios. En un momento dado me bloqueé y mi amigo Belly me ayudó con eso. Puede que intentara decir: "Esto es lo que tengo, pero no sé lo que es". Y eso se convirtió en Kiss Land. ¿Qué aprendiste de aquello? Me recuerda que nunca debo renunciar a correr riesgos. Si no fuera por Kiss Land, nunca habría podido hacer este nuevo álbum. ¿Esa canción que acabas de escuchar? Tiene mucho de Kiss Land. Releja cómo he aprendido a utilizar Kiss Land ahora. Aquel fue deinitivamente mi álbum más honesto, el más desnudo y vulnerable. Es lo que era. ¿Te decepcionaron la recepción y las críticas? Sí, desde luego. Creo que la gente se quedó confundida. La música no era mala, pero confundió a la gente. Al igual que yo estaba confuso en ese momento, y es algo que me gusta. ¿Te desalentó de alguna manera? No. Al contrario, me animó. Leí absolutamente todas las críticas, todos los comentarios. Todo. Y me gustan las críticas, me gusta leer hasta las que muestran prejuicios hacia mí. Creo que es algo interesante y que te ayudan a mantenerte humilde, lo que es genial. Ahora entiendo más cosas cuando las leo, como si pudiera leer entre líneas. ¿Te dolieron? Sí, claro. Entonces, ¿para qué las leías? La mayoría de la gente en tu posición no lo suele hacer. Que te rompan el corazón no es agradable, pero siempre te inspira para hacer buena música. ¿Podrías haber hecho una cuarta 'mixtape' en la misma vena que la trilogía? Honestamente, creo que no. Estaba emocionalmente vacío, no me habría parecido auténtico. Kiss Land me pareció mucho más auténtico, algo genuino. Quizá no fuera lo que la gente esperaba, quizá no fuera muy grande en su momento, pero relejaba lo que yo era. Y eso es lo que hacen todos estos álbumes: relejar lo que yo soy en un momento dado. Como Melancholy y sus seis canciones. Eso es todo lo que di de sí. ¿Por qué no tiene nueve canciones? Porque no tenía nada más que decir. ¿Cuál fue tu inspiración para tu EP de 2018, 'My Dear Melancholy'? Lo utilicé a manera de terapia. Lo hice en tres semanas. Sabía exactamente lo que quería decir y cómo quería que sonara. Y luego lo toqué en Coachella y fue terapéutico, porque podía oír a la gente gritar y cantar Call Out My Name. Estaba yo solo con una guitarra. Más tarde fui a Brasil y a todos esos festivales, y escuchar a 80.000 o 90.000 personas cantar a grito pelado la letra de Call Out My Name fue increíble. ¿Cuándo empieza la parte terapéutica, cuando compones la canción o cuando la escucha la gente? Creo que cuando otra gente la escucha. Parece que tendría que ser al revés, ¿no es así?
No lo sé. Yo me siento mejor cuando comparto algo, porque se vuelve real, porque lo inmortalizas. Cuando vas a terapia, compartes algo con otra persona, no te estás desahogando contigo mismo.
El último noviembre, The Weeknd acusó a los Grammy de corrupción después de que 'After Hours' –que llegó a lo más alto de las listas y se convirtió en doble disco de platino– no recibiese ni una sola nominación. Ese olvido resultó especialmente extraño cuando estos premios siempre suelen favorecer los trabajos que alcanzan esos niveles de éxito comercial y de crítica, y él decidió boicotear los galardones de ahí en adelante. Un tuit de Kid Cudi resumió bastante bien la situación: "A Abel le han robado, esto es un mierda".
Realmente no conocemos la historia entera sobre lo que pasó entre tú y los Grammy. ¿Qué ocurrió? Puede que no fuera lo suicientemente bueno. Tú no crees eso realmente, ¿verdad? No, no lo creo, pero de acuerdo a sus estándares fue así. No era lo suicientemente bueno y ésa es la realidad. ¿Crees en serio que un grupo de personas se sentó para considerar tu álbum de manera objetiva frente a otros trabajos y decidió no nominarte? ¿Crees que eso fue todo lo que pasó? Cuando ocurrió, me vinieron muchas cosas a la cabeza. Estaba enfadado, confundido y triste. Pero ahora, mirándolo con perspectiva, ni siquiera quiero saber lo que realmente pasó. ¿De verdad? No me importa, porque ésa nunca será la razón por la que hago lo que hago. No lo era antes y me alegro de hacer música sin tener que pensar en ello. Jamás me meteré de nuevo en esa discusión. ¿No volverás a mandar tu música a los Grammys? No. Quiero decir, no me interesa. Todo el mundo me dice: "Hazlo mejor la próxima vez". Lo haré mejor, pero no para ellos. Lo haré mejor para mí. ¿Qué es lo que definirá si tu próximo álbum es un éxito o no? Lo que hace que cualquiera de mis álbumes sea un éxito, especialmente éste, es poder sacarlo y que siga con muchas ganas de hacer el siguiente. Que tenga ganas de embarcarme en el siguiente proyecto quiere decir que el último es un éxito para mí. Quiero hacer esto para siempre. Incluso si me introduzco en otros medios y formas de expresión, la música siempre estará ahí. No me voy a alejar de ella.
Una cosa admirable de Abel Tesfaye es que no tiene ningún problema para bromear sobre The Weeknd. Como todas las grandes estrellas del pop, no se toma demasiado en serio a sí mismo. En 2020, escribió a medias (y apareció en) un episodio de 'Padre Made in USA'. En él, se presentaba como alguien que había ocultado que era virgen y una luz emanaba de su entrepierna. Aunque nunca ha concedido una entrevista en un 'late-night' (a The Weeknd no le gusta hablar delante de las cámaras, al parecer), sí que hizo un largo segmento con James Corden en preparación para la Super Bowl, con bailes, circuito de obstáculos y los gags habituales de Corden. Incluso su papel en la película 'Diamantes en bruto', en la que se intenta ligar a la novia de Adam Sandler en un cuarto de baño, es una parodia de The Weeknd (llevaba una peluca emulando su antiguo pelo enmarañado). Y durante la promoción de 'After Hours', The Weeknd siempre aparecía como un hombre sin nombre vistiendo un blazer rojo con corbata negra y la cara cubierta de vendas y sangre artiicial.
"Me pongo en situaciones en las que me hago daño a mí mismo psicológicamente, porque hacer buena música es como una
Es una adicción y siempre quieres poder hacerla"
¿Cuántos blazers rojos de la etapa de 'After Hours' tienes en tu armario? Muchos. ¿Más de diez? ¿15? Diría que unos 20. Y luego está el blazer de la Super Bowl, así que unos 21. Adiós a los blazers. ¿Te alegras de haber dejado atrás el personaje? Sí. También me alegro por las ganas que tengo de empezar con el nuevo proyecto. Pero fue un viaje emocional que culminó en la Super Bowl. Creo que fue la mejor manera de despedirme de ello. Cuidaste mucho los detalles del personaje. ¿Cuál era el significado de todo aquello? Creo que intentaba simbolizar lo oscura que puede llegar a ser esta ciudad. Y cómo esa oscuridad puede llevarte a hacerte daño a ti mismo. Sobre eso trataba el álbum. Y creo que también quería crear algo inquietante. Era mi descripción sobre lo que es Hollywood, o mejor dicho la descripción de The Weeknd sobre Hollywood. No de Abel, sino de The Weeknd. Para alguien que lo ve desde fuera, parece como si The Weeknd floreciera en la toxicidad de Hollywood. Es increíble. Creo que a Abel le encantaría dividirse y distanciarse de The Weeknd. Es como lo de Venom [en los cómics de Spider-Man, Venom es un extraterrestre simbionte que traslada su conciencia a un huésped humano]. Lo único es que él no sabe aún cómo hacerlo, ¿sabes? Y ése es el viaje que me queda por hacer, aunque no sepa todavía exactamente cómo. ¿Os gusta a los dos el mismo tipo de mujer? Sí. [Risas]. Enhorabuena por tu próxima serie para la HBO, por cierto. ¿Tienes planes para escribir y dirigir películas algún día?
Desde luego. Cuando llegue el momento correcto. El cine siempre ha sido mi primera pasión. Cuando empezaste en esto con 19 años, ¿cuál era tu película favorita? Mmm… eso era en 2009, así que probablemente Audition, de Takashi Miike. Es una película muy oscura. Si pudieras interpretar un papel de una película que se haya hecho ya, ¿cuál sería? Voy a ser completamente honesto: el puto Neo de The Matrix. ¿Quién no quiere ser el puto Neo? Esa película cambió mi vida. Y si tú fueras Neo, ¿quién interpretaría a Trinity? Carrie-Anne Moss. Seguiría siendo ella. Lo hizo de la leche. ¿Con quién te gustaría trabajar pronto? Me encantaría trabajar con Arca. Arca es muy grande. Me gustaría trabajar otra vez con Kanye, especialmente en lo relativo a la producción. Me encanta Tyler, the Creator, y todo lo que está haciendo ahora mismo. Es muy gracioso. Recuerdo que vino a una de mis actuaciones, creo que en un festival, y dijo muchas veces que Starboy era su canción favorita en aquel momento. Podía ver que él estaba esperando esa canción y en cuanto la toqué reaccionó como: "Genial, tío. Muchas gracias". Y se marchó. Fue muy gracioso. Es alguien a quien realmente admiro, porque nunca esconde sus sentimientos. ¿Cuál es el momento más loco que recuerdas en el que alguien haya vivido una de tus canciones con verdadera pasión? Cuando vi a Tom Cruise cantando Can’t Feel My Face en un late-night. "¿Qué es lo que le está pasando a mi vida?", pensé. Cuando hizo aquello fue una locura, porque él no es una persona real. Es un fragmento de mi infancia. ¿Qué es lo que te falta? ¿En mi vida? Nada. ¿Nada de verdad? Nada que me venga a la cabeza. A mis 31 años, nada. ¿Pudiste celebrar la llegada a la treintena o la pandemia no te dejó? Mi cumpleaños fue justo antes. La iesta no fue muy grande, la hice en un sitio pequeño, en un lugar del Eastside con mucha iluminación. Hice de DJ con mis amigos y estuvimos unas cien personas.
Abrigo FIRST BY MADELINE, chaqueta de esmoquin y pajarita BRIONI, camisa TURNBULL & ASSER y vaqueros vintage LEVI’S DE STOCK VINTAGE. Nos lo pasamos genial y la verdad es que no tuvimos cuidado, creo que abracé a todos los asistentes. Estuvo muy bien. Y conocí a Jim Carrey. ¿Fue a la fiesta? No. Estuvimos intercambiando mensajes durante un tiempo y en mi 30º cumpleaños decidió darme una sorpresa. Se plantó en mi casa y me invitó a desayunar. ¿Cómo sabía tu dirección? Vive como a dos bloques de mí. Él tiene un telescopio y yo también, así que me preguntó en qué piso vivía y nos observamos el uno al otro a través de nuestros telescopios. Hermanados por un telescopio Eso fue el comienzo para mí de la treintena. Lo que me hizo preguntarme: "¿Qué está pasando?". Últimas preguntas: ¿haces mejor música cuando estás triste o cuando estás feliz? Creo que cuando alguien está triste siempre hace mejor música. Tiene más emoción, es más honesta. Es catártica, terapéutica. Y desde luego yo soy una víctima de querer sentirme triste por ello, porque me doy cuenta de eso. Me pongo en situaciones en las que me hago daño a mí mismo psicológicamente, porque hacer buena música es como una droga. Es una adicción y siempre quieres poder hacerla. Afortunadamente, la he superado y ahora sé cómo canalizarla. He experimentado suiciente oscuridad para toda una vida. Me siento muy afortunado de tener la música y por eso quizá no he ido mucho a terapia, porque para mí la terapia es la música. ¿Cómo te sienta que te comparen con Michael Jackson? Es como una montaña rusa, porque Michael es alguien a quien admiro. No es una persona real, ¿sabes? Cuando empecé a hacer música, quería aspirar a eso, como cualquier otro músico. Así que cuando empecé a recibir ese tipo de comparaciones las recibí con agrado, porque, ¿quién no quiere que le digan eso? Pero según me he ido haciendo mayor y he ido entendiendo mejor quién soy, ha sido muy importante darme cuenta de una cosa: ¿cómo me puedo convertir yo en eso para alguien? Porque James Brown supuso eso para Michael. No quiero decir con ello que yo sea su sucesor. Estoy encantado de ser el primer Weeknd.