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Tu camisa para ahora y siempre
El modelo Oxford blanca permanece invicto.
¿POR QUÉ ES TAN difícil encontrar una
buena camisa de botones de tela Oxford? En los últimos años, este pilar del armario estadounidense parece haberse desvanecido. O más bien los que la queremos llevar. Gran parte del estilo es subjetivo, pero hay al menos una verdad sartorial objetiva: una camisa blanca endeble no es una buena inversión. Es una maldita vergüenza. Si realmente quieres usar tu ropa, –y permitirte darle un uso más bien rudo–, vale la pena buscar el algodón más pesado que puedas encontrar. El crujido es importante. Esta versión, de Thom Browne, probablemente pese el doble que esas otras camisas de vestir pero también es el doble de buena. Cuando la estrenas, tiene una robustez que hace eco a la ropa built-to-last de la generación de tu abuelo. A medida que envejece, las cosas se ponen interesantes. El cuello y los puños se deshilachan hasta que su botón se asienta en una larga vejez que se les niega a versiones inferiores de camisas. Si hay una palabra para ese momento fugaz, justo antes de que se desintegre, cuando alcanza la perfección existencial, nos encantaría saber cuál es. La mayor parte de nuestra ropa nunca llega allí.
Camisa, Thom Browne
F OTO : J E N N I F E R L I V I N G S TO N
N O TA S C O R TA S T I M E L E S S
Por NICK SULLIVAN
