Por Conrado Xalabarder.
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SPENCER Mercury KX. 45’. HHHHH
La música como parte del proceso de destrucción de un personaje es un recurso que, si bien ha sido usado en abundantes ocasiones, no es muy frecuente verlo en un cine actual tan poco dado a lo sutil y lo sofisticado, a primar la inteligencia sobre el puro espectáculo. Jonny Greenwood trabaja aquí con dos tipos de música distintas: por un lado, de corte clásico, barroco, refinadas, aristocráticas; por el otro, el jazz. Los Windsor tienen un tema estático, serio, solemne, impasible, y Diana tiene para sí otro tema (el principal) que es del mismo estilo (ella es, después de todo, una Windsor) y que la
EL AMOR EN SU LUGAR ata al resto de la familia real. Pero esta música la impregna de tristeza, la asfixia, no le deja respirar. De hecho, la melodía con la que ella llega al castillo es el jazz, música de libertad, moderna, no sometida a reglas…, pero no puede sobrevivir en el entorno de los Windsor y acaba por ser destruida. Cuando Diana logre recuperar su libertad seguirá con el tema que la unía a los Windsor… pues nunca dejará de ser princesa.
Quartet Records. 43’. HHHH
EL PODER DEL PERRO
ÚLTIMA NOCHE EN EL SOHO
Lakeshore Records. 42’. HHHH
Back Lot Music. 63’. HHHH
El film arranca con un largo plano-secuencia en el que la música de Víctor Reyes marca una de las pautas que caracterizarán su aportación: la dignidad frente a lo indigno, la luz en contraste de la oscuridad… porque todas las canciones que luego se interpretan en el escenario buscan dar felicidad, diversión y hacer olvidar las penurias a los asistentes. No son ni grandes canciones ni sus intérpretes virtuosos bailarines o cantantes, pero eso es lo que da autenticidad a la película y su música.
Jonny Greenwood aplica en el film una banda sonora de raíz orgánica pero enrarecida, tóxica y en algunos momentos también oscura y siniestra. El contraste es otra música en la que el piano es instrumento destacado por ser el que toca uno de los personajes, la esposa, la que es precisamente objetivo de su cuñado… y de su música. Todo funciona en segundo plano apoyando lo que acontece sin añadir nada nuevo, salvo una tensión latente que va tomando forma hasta la sorpresa final.
La presencia justificada y excelente de las canciones ambientales deja poco margen a la música instrumental, pero pese a ello Steven Price encuentra espacio para un tema que aporta el personaje interpretado por Terence Stamp, que se desarrolla hasta finalmente expandirse como la música que lleva a la protagonista y espectadores al ‘gran secreto’ del pasado. Sirve, pues, de camino hacia un destino. Junto a este hay temas que evocan a Goblin y a otros compositores. Por C. X.
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EN EL MOMENTO DEL PARPADEO ECAM 192 págs. 16 € HHHHH
Hay pocas, pero esta es sin duda una de las ‘Biblias del cine’ que todo amante y sobre todo estudiante del séptimo arte debe tener. Publicado inicialmente en 2002, este libro de Walter Murch prologado por Francis Ford Coppola y que lleva por subtítulo Una perspectiva sobre el montaje cinematográfico se reedita con nuevos capítulos que se suman a una gran lección de cinematografía que demuestra la enorme aportación que se hace desde el montaje a la dramaturgia y narración de las películas. Y es que, como tantas veces insistimos, hay que dejar de llamar ‘técnicos’
a los montadores, directores de fotografía, compositores, diseñadores sonoros… que son cineastas, porque con su oficio lo que hacen es cine, que es una suma de esas artes, una cooperación de talentos unidos para la consecución de un bien común: la película. Con la guía del director… o dándole ideas. Murch es montador y también diseñador sonoro, tiene tres Oscar y en este tratado desgrana valiosísimas claves de su arte. Conviene conocerlas.
LA MÚSICA TRAS LA MÁSCARA
LA CAJA DE MADERA
EL ALMANAQUE DEL VÍDEO
Kane Ediciones 520 págs. 25 € HHHHH
ECAM 384 págs. 22 € HHHHH
Males Herbes 192 págs. 24 € HHHH
Este monumental ensayo repasa la música en el cine de superhéroes. Es solo un primer volumen, con alrededor de 150 títulos comentados en sus contextos históricos y en la importancia de la aportación de sus compositores. Frederic Torres, el autor, lo estructura por temáticas: aquí, seriales y el universo Marvel. Todo impecablemente presentado y con entrevistas a Carlo Siliotto y John Ottman. Es una guía imprescindible para cualquier amante del cine y su música.
Carlos Gómez y el cineasta Enrique Urbizu se unen para publicar un libro que, bajo el subtítulo Estudio sobre puesta en escena cinematográfica propone un interesante y muy instructivo recorrido por algunas de las facetas que han llevado el cine a la categoría de arte. Empezando desde lo básico (relatos, espacios, escenas…) a temas más complejos como la expresividad o el empleo del sonido. Todo ello, con ejemplos de películas y con material gráfico. Muy interesante.
La llegada de las plataformas digitales y sus catálogos inabarcables de films ha hecho pasar a la historia uno de los negocios más prósperos desde los años 80: el videoclub, un lugar donde se han formado muchísimos cinéfilos. Este libro de Xavi Sánchez hace un recorrido año a año de los acontecimientos más relevantes en el negocio del vídeo, junto a conversaciones con profesionales y un amplio material gráfico. El videoclub ya no volverá nunca más, pero queda el recuerdo.
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