Empate estratégico en el teatro de la guerra Para el cierre del segundo gobierno de Álvaro Uribe Vélez y el paso al primer gobierno de Juan Manuel Santos, los objetivos propuestos por la Fuerza Pública para derrotar a las FARC en sus territorios habían quedado a medio camino y se empezaba a notar un declive en la Seguridad Democrática frente a un repunte de acciones por iniciativa de la guerrilla. El reacomodo de las estrategias de ambos actores enfrentados, trajo un escenario en que las FARC pasaron a pequeños grupos en Unidades Tácticas de Combate, extendieron el uso de minas antipersona, los francotiradores y el aumento de hostigamientos. Mientras que la Fuerza Pública desarrolló acciones de asalto combinados con bombardeos1. El estancamiento de la Seguridad Democrática se veía reflejado en el manejo de cifras oficiales sobre el conflicto. La escasa confiabilidad del número de guerrilleros abatidos, capturados y desmovilizados aportadas oficialmente, era poco creíble pues según éstas, entre 2002 y 2009 el total de guerrilleros fuera de combate superaba las 40.000 bajas, lo que significaba que en escasos siete años las FARC habían desaparecido dos veces y se habían vuelto a reproducir una tercera vez. El segundo hecho eran los llamados “Falsos positivos”, las estadísticas demostraban que estos se habían disparado desde 2004 hasta 2008, involucraban más de 30 unidades de la Fuerza Pública, habían causado graves problemas con la comunidad internacional y con los norteamericanos que financiaban el Plan Colombia, 3.43022 colombianos asesinados y presentados como guerrilleros muertos en combate era algo inaceptable y constituía crimen de lesa humanidad.
1
ÁVILA, Ariel, “Las FARC: la guerra que el país no quiere ver”, en Revista Arcanos - Las Bacrim retan a Santos, n° 17, Corporación Nuevo Arco Iris, Bogotá, 2012. Pp. 36-59 2 VERDAD ABIERTA. Falsos positivos, una herida que sigue abierta. La Fiscalía adelanta 3.430 investigaciones por estos hechos. Disponible en: http://www.verdadabierta.com/especiales-v/2015/falsos-positivos/. Consultado: 9 de septiembre de 2016
1
A continuación se relaciona el número de ejecuciones extrajudiciales por departamento3.
El tercer tema álgido era el conteo de soldados fuera de combate, heridos o muertos, el asunto no era de menor cuantía porque mostraba una tendencia ascendente, en los 8 años de Seguridad Democrática murieron en el campo de batalla 4.983 soldados y fueron heridos 16.053, muchos de ellos por acción de minas ‘quiebrapatas’ o por artefactos explosivos a la vera del camino, con todo el drama personal que tal situación conlleva. Como un comparativo el total de bajas superaba las víctimas del volcán Nevado del Ruíz. Un último tema de importancia era la guerra en las fronteras que condujo al deterioro de las relaciones con los vecinos especialmente Venezuela y Ecuador. Catatumbo, Norte de Santander, Nariño y Putumayo habían pasado a ser los principales escenarios del conflicto con todos los riesgos de la “persecución en caliente”, el desarrollo de los mercados de criminalidad y el traslado de las acciones de los grupos delictivos a los países vecinos.
3
Ibídem
2
La Fuerza Pública había pasado de 313.506 hombres (203.283 militares y 110.123 policías) en 2002 a 453.014 hombres (267.629 militares y 185.385 policías) en 2010, en ese periodo crea o amplía destacamentos especializados para la lucha en tierra (66 batallones de contraguerrilla, 6 de operaciones especiales en Sogamoso y Duitama en Boyacá, 6 de alta montaña, 18 brigadas móviles, 15 territoriales y 43 destacamentos de tiradores de alta precisión) y aumenta el número de soldados profesionales de 21.908 (2002) a 89.918 (2010). Sin embargo, el desbalance se dio en la Fuerza Aérea con el avance en los sistemas de identificación de metales, electrónicos y de calor de alta precisión, el empleo de los aviones “Fantasma” y Tucano con “bombas inteligentes”, el trasporte de tropas y materiales en helicópteros Black Hawk y una mejora sustancial en las labores de inteligencia que dio origen a la “Operación Burbuja”, un modelo de guerra diluida cuyo objeto era dar de baja a los comandantes guerrilleros basado en una división del trabajo entre las diferentes fuerzas para su seguimiento.
3
En el mapa elaborado por la UPRA Unidad de Planeación Rural Agropecuaria del Ministerio de Agricultura se observa en la elipse roja un área de color ocre o pardo claro en el norte de los departamentos de Meta y Vichada y en el sur de Casanare y Arauca, la Altillanura plana que se destinará a las grandes plantaciones
para
el
cultivo
de
commodities
alimentarias
y
de
agro
combustibles donde ya han adquirido tierras los agro negocios de las multinacionales agro industriales Cargil, Mónica Semillas , Poligrow y los grandes grupos económicos, Aval, Valorem, Manuelita, Riopaila, Grupo Empresarial Antioqueño etc.
4
En la parte intermedia en un óvalo amarillo se observa el colchón agroforestal que corresponde a las zonas selváticas de Meta, Guaviare y Vichada.
En el óvalo azul, al sur de la Altillanura, se encuentran las zonas históricas de retaguardia estratégica de las FARC durante los últimos 50 años. Corresponde a lo que se ha llamado “la colonización armada” de los cañones de los ríos Duda, Pato, Guayabero, Ariari, Caguán, municipios de Medellín del Ariari, La Uribe, Vistahermosa, Mesetas, La Macarena, San Juan de Arama, San Vicente del Caguán han sido las zonas históricas de las FARC, forman su retaguardia y sus corredores estratégicos que continúan con el cañón de Las Hermosas, el sur del Tolima (Chaparral, Planadas, Marquetalia), la región del Sumapaz en Bogotá y Cundinamarca (Cabrera), zonas alrededor del Nevado del Huila (Santamaría, Colombia, Iquira), el noroccidente del Cauca (Padilla, Miranda, Caldono,
5
Jambaló, Caloto, Corinto Toribío) y termina en los municipios de Pradera y Florida en el Valle del Cauca. En esos territorios se encuentran las Zonas de Reserva Campesina (ZRC) consolidadas
como
la
de
Cabrera
(Sumapaz,
Cundinamarca),
Calamar
(Guaviare), Pato –Balsillas (San Vicente del Caguán, Caquetá) y Bajo Cuembí y Comandante (Puerto Asís, Putumayo). Y en proceso, Lozada Guayabero, AriariGüejar (Puerto Rico, Meta), Sumapaz (localidad 20 de Bogotá) y al otro lado de la Cordillera en el Cauca, en los municipios de Inzá, Totoró, Paéz, Itaibe, Caloto, Corinto y Miranda. Esta área también ha sido la mayor presencia de frentes de las FARC con no menos de 30 estructuras armadas.
6
El Bloque Oriental “en el momento de su creación estaba conformado por 15
frentes que fueron destinados a los departamentos de Cundinamarca, parte de Boyacá, Arauca, Casanare, Meta, Vichada, Guaviare, Guainía, Vaupés. A partir del momento en el que se decide su expansión, esta unidad subversiva sería la que más crecería en todo el país, alcanzando a tener casi el 40 por ciento de los hombres de las FARC. Según las autoridades, en el 2002 llegó a tener 7 mil hombres armados con 36 frentes, 3 columnas móviles y 18 compañías móviles, lo que suma 57 estructuras.”4
Entre 2003 y 2010, en el marco del desarrollo del Plan Colombia, en la zona de la altillanura se presentó lo que Mauricio Romero Vidal denominó un efecto 4
Verdad Abierta, “Así planearon las Farc tomarse el país en los años 90” 2 de octubre de 2016. En: http://www.verdadabierta.com/justicia-y-paz/imputaciones/4923-asi-planearon-las-farc-tomarse-el-pais- en-losanos-90
7
balón referido a los cultivos ilícitos de cocaína en la región que trasladó sus centros productivos hacia la costa pacífica que aumentaron de 15 mil has a 25 mil has, mientras en la región oriental disminuyó de 34 mil has a 16 mil has, como resultado del Plan Patriota en contra del Bloque Oriental de las FARC, los programas de erradicación de cultivos, y el Plan de Consolidación Integral de la Macarena, PCIM5. Al finalizar los años de la Seguridad Democrática la fuerza pública ganó porque rompió el cerco de Bogotá impuesto por los 7 frentes de Cundinamarca (frentes 22, 42, 51, 52, 53, 54 y 56), limpió la zona de la Altillanura (Ovalo rojo, repliegue de los frentes 16, 28, 38, 39 y 53) y ganó porque para 2010 el Bloque Oriental solo contaba con 3.390 hombres; pero perdió porque no pudo derrotar a las FARC en sus zonas históricas con la Fuerza de tareas Omega (Ovalo azul), las FARC habían logrado concentrar fuerzas en su retaguardia estratégica, mantener operativos sus corredores de movilidad y encajar los golpes del enemigo; pero además no pudo impedir el “Efecto Balón” cuando las FARC desplazan el centro de gravedad de la guerra al Sur y Occidente del País.
5
ROMERO VIDAL, Mauricio; Globalización, “Espacios sin Gobierno” y narcotráfico: Buenaventura y el pacífico colombiano; Pp. 14.
8
Frente Oriental, OMEGA vs EMBO, este fue el principal teatro de la guerra, la ofensiva de la Fuerza Pública tiene 2 momentos críticos para el EMBO de las FARC; el primero coincide con la muerte de “Urías Cuellar” (agosto de 2001)6, jefe de la columna Juan José Rondón conformada por 1.000 guerrilleros, allí finalizan las grandes movilizaciones de contingentes farianos en complejas operaciones de logística que requerían del traslado de varios frentes al teatro de operaciones llamada “la nueva forma de operar”, periodo que va de 1995 hasta 2001, durante el cual hubo más de 300 tomas de cabeceras municipales, el uso masivo de los cilindros de gas “Bomba”, durante ese periodo las FARC le propinaron a la Fuerza Pública una seguidilla de 13 derrotas mediante una guerra de posiciones en las zonas de mayor presencia de las FARC; “Urías”
“estuvo encargado de los ataques guerrilleros a Coreguaje (Putumayo), La Carpa, El Retorno (Guaviare), Mitú (Vaupés), Inírida (Guainía) y Puerto Lleras (Meta)7”,las tomas a El Billar, Caquetá (5 de mayo de 1998); Miraflores, (3 de agosto de 1998); La Uribe (4 de agosto de 1998), Puerto Rico (10 de julio de 1999) en el Meta y La Arada, Tolima (7 de noviembre de 1998). El segundo momento coincide con la muerte del “Mono Jojoy” en un bombardeo aéreo (Operación Sodoma el 22-23 de septiembre de 2010), su muerte significó el fin del proyecto de una guerra de posiciones en pos de una victoria. Desde 2002 el EMBO había encajado 15 acciones contundentes contra sus estructuras, (Operaciones Libertad I y II del Ejército) y los bombardeos aéreos habían dado de baja a por lo menos 21 mandos importantes. La derrota el Bloque Oriental fue el objetivo principal del Plan Colombia, Plan Patriota y Plan de Consolidación; por ende, recibió el que mayor número de los golpes
de
la
fuerza pública.
6
EL TIEMPO “Las FARC acorraladas en Mapiripan” 24 de agosto de 2001. En: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-469214, Consultado: 8 de septiembre de 2016 7 EL TIEMPO, “ACORRALADAS LAS FARC EN MAPIRIPÁN”, 24 de agosto de 2001. Disponible en: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-469214, Consultado: 8 de septiembre de 2016
9
Para 2009 en plena Seguridad Democrática la guerra se desarrollaba en tres corredores estratégicos: el primero y el más importante era el corredor oriental desde la cordillera y el piedemonte llanero hasta la Altillanura y la selva amazónica formado por los departamentos de Arauca, Casanare, Meta, Caquetá, Vichada, Guaviare y parte del Putumayo. En este escenario la Fuerza de Tareas Conjunta OMEGA que comprendía la FUDRA Fuerza de Despliegue Rápido, el Comando Específico del Caguán CEC y el Comando Específico del Oriente se había “metido al rancho” de las FARC, pero lo que era claro al cabo de 7 años de guerra era que había logrado consolidar su dominio en las cabeceras municipales, los centros de producción y las vías de comunicación pero no había podido consolidar el control territorial en las áreas rurales. Este proceso de buscar control sobre territorio y llevar el Estado a regiones que han estado sin él no es nuevo, desde Alberto Lleras Camargo en 1958, lo que preocupa es que “si se comparan las regiones priorizadas por el presidente Lleras con las regiones priorizadas por el presidente Santos, la sensación que queda es de estruendoso fracaso. Cuatro de las cinco regiones seleccionadas por Lleras en 1958, Tolima, Huila, Cauca y Valle, siguen en la lista del
10
presidente Santos, aunque con variaciones en los municipios específicos a intervenir.” (Arcanos 18, Pág. 23). Una de las operaciones más importantes fue el PCIM Plan de Consolidación de la Macarena, que aunque no desarticuló las estructuras militares de las FARC, si logró erradicar grandes áreas de cultivo de coca especialmente municipios como Calamar, San José del Guaviare y El Retorno.
El segundo corredor estratégico era el suroccidente del país departamentos de Nariño, parte del Putumayo, Cauca, Valle del Cauca y Chocó. Este fue el objetivo de las FARC para romper el cerco del Bloque Oriental y desplazar el centro de gravedad de la guerra, en este sector también fue notorio el crecimiento de las
11
BACRIM de “Urabeños” y “Rastrojos”. Las FARC lograron trasladar a este escenario su pie de fuerza y aumentar significativamente los combates. El tercer corredor estratégico era el centro y el norte del país, aunque las FARC aumentaron su presencia en las zonas históricas de Sur del Tolima, Nevado del Huila, nororiente del Cauca y Cañón de las Hermosas, fueron obligadas a salir del Cundinamarca y Sumapaz; en Antioquia y Costa Atlántica aunque lograron conservar algunas fuerzas, especialmente en Catatumbo, no pudieron evitar la consolidación de los grupos sucesores del paramilitarismo ni de las élites de la parapolítica8.
El meollo de la concepción estratégica de la guerra paramilitar tiene dos facetas, con base en el modelo de expansión paramilitar que venía consolidándose en la 8
ÁVILA MARTÍNEZ, Ariel Fernando. “La guerra contra las FARC y guerra de las FARC”. Revista Arcanos. No. 15. Bogotá: Corporación Nuevo Arco Iris. Abril de 2010. pp. 4-21.
12
región de Urabá desde 1995 y 1997 con la avanzada de Carlos Castaño y el repliegue de las FARC a zonas periféricas de la región 9, la primera es que Farouk Yanine Díaz10, oficiales del batallón Bárbula y de la escuela Luciano Del´huyar, habían sido los primeros en ejecutar una estrategia paramilitar integral sobre el terreno que era el empleo sistemático y masivo de fuerzas irregulares al margen de la Ley, entrenadas por mercenarios extranjeros (Yahir Klein) y oficiales de las Fuerzas Militares (Ariel Otero) en tácticas terroristas para aterrorizar
la
población
civil
y
para
desestabilizar
la
institucionalidad
democrática del país si fuese necesario. El grupo de los seis asesores de Castaño pensaba exactamente igual. La
segunda
es
que
para
Farouk
Yanine
las
operaciones
militares
contrainsurgentes debían concentrarse primero en la Costa Atlántica ( Norte del país) y luego cortar la ruta de abastecimiento de armas de la guerrilla por el Nudo de Paramillo en el Norte de Antioquia; esa operación se conoció como “La T estratégica“ que consistía en establecer un cordón sanitario antiguerrilla correspondiente a una línea imaginaria que partía del Golfo de Urabá y comprendía el sur de Córdoba, zona minera de Antioquia, Sur de Bolívar, Sur del Cesar alrededor del municipio de San Alberto, hasta el Catatumbo en la frontera con Venezuela. La línea perpendicular a ella corría desde el Municipio de San Alberto Cesar hasta el nororiente del Tolima pasando por Barrancabermeja, Puerto Boyacá, La Dorada y Honda.
9
VALENCIA AGUDELO, León (Director ejecutivo); “Negociaciones con las FARC y la expansión paramilitar entre 1999 y 2003”. Revista Arcanos. No 13. Bogotá: Corporación Nuevo Arco Iris. Marzo de 2007. Pp. 7. 10 El Espectador, “La demanda del general Yanine”, 18 de noviembre de 2013. Disponible en: http://www.elespectador.com/noticias/judicial/demanda-del-general-yanine-articulo-459149,Consultado: 8 de septiembre de 2016
13
Las FARC perdieron ante la arremetida paramilitar el Magdalena Medio (repliegue o desaparición de los frentes 4, 9, 11, 12, 20, 23 y 46), el Urabá y en general Antioquia (repliegue de los frentes 5, 35, 36, 37) y Costa Atlántica (repliegue de los frentes 18,19, 33, 41 y 24) donde se consolidan las élites de la parapolítica con el apoyo de grupos ilegales. Inicialmente las Autodefensas de Puerto Boyacá en la década de los 80, luego las Autodefensas de Urabá y sur de Córdoba ACCU de Fidel Castaño (1993-1997) convertidas en Autodefensas 14
Unidas de Colombia AUC bajo el mando de Carlos Castaño(1997-2006) y luego de Santafé de Ralito continuaron las Bacrim de “Los Urabeños” , el ERPAC y “Los Rastrojos” principalmente.
El empate estratégico se da cuando las 2 fuerzas enfrentadas en el campo de batalla llegan a una línea roja infranqueable: El Plan Patriota había terminado en empate; esta operación militar venía desde 2003 y se había propuesto dos objetivos, uno recuperar las vías de comunicación y las zonas urbanas de los departamentos de Caquetá, Meta y Putumayo y dos desarticular las estructuras de las FARC en las zonas rurales. El primer objetivo se logró pero el segundo no. 15
Sin embargo y a pesar de los duros golpes recibidos, las FARC lograron demostrar fuerza y mantener el control de su retaguardia con los corredores estratégicos en el Sur y Suroriente del país y adicionalmente avanzar en el litoral Pacífico, Occidente y su zona histórica del centro del país. (Fortalecimiento de los Comandos Conjuntos de Occidente y Comando Conjunto Central al mando de “Alfonso Cano” y “Pablo Catatumbo”).
“La evolución de las zonas de cultivos de coca entre el 2003 y el 2010, años de implementación a fondo del Plan Colombia en el oriente de Colombia, muestran dos grandes cambios y dos continuidades reveladoras (Cuadro N° 1). Primero, el
16
crecimiento de los cultivos de coca en la zona del Pacífico, de 15 mil has. a 25 mil, sobre todo en los departamentos del Cauca, Valle y Chocó. En estos departamentos se pasó de 1.500 has. a casi 9 mil en los años mencionados, abriendo las oportunidades para una mayor participación en el tráfico de cocaína para el Cartel del Norte del Valle y los grupos asociados. El llamado efecto balón de las operaciones contra los cultivos de coca en el oriente se puede observar nítidamente en este desplazamiento geográfico de los cultivos en un mismo país. Este cambio de la zona de cultivos de coca ocurrió junto con la disminución en la región Oriental, la cual pasó de 34 mil hectáreas a 16 mil, sobre todo en el departamento del Meta. Esta disminución sucedió principalmente en los municipios con influencia de las FARC, y como consecuencia de las diferentes políticas gubernamentales: El Plan Patriota – plan militar en contra del Bloque Oriental de esta guerrilla y del secretariado de la misma -, los programas de erradicación de cultivos – manual y aéreo -, y el Plan de Consolidación Integral de la Macarena, PCIM, un plan cívico-militar orientado a la recuperación del apoyo de la población al Estado”.11
11
GLOBALIZACIÓN, “ESPACIOS SIN GOBIERNO” Y NACOTRÁFICO: BUENAVENTURA Y EL PACÍFICO COLOMBIANO Mauricio Romero Vidal1
17
Frentes Occidental y Centro “Cano y Catatumbo”: La respuesta del Secretariado de las FARC fue volver a la movilidad propia de las fuerzas guerrilleras y desplazar el centro de gravedad de la guerra a nuevos frentes fortaleciendo los Comandos Conjuntos de Occidente y Centro del País en Nariño, Cauca, Valle y Tolima que realizan el 90% de las acciones de las estructuras diferentes al Bloque Oriental. En movilidad guerrillera la orden fue, aumentar los combates que pasaron de 1057 (2007) a 1353 (2008), subieron a 1614 (2009) y alcanzaron su punto más alto con 1900 en 2010; volvieron a utilizar el factor sorpresa mediante los hostigamientos, los campos minados con “quiebrapatas” y sobretodo la emboscada activando minas y explosivos al paso de la tropa de la fuerza pública.
18
Estos hechos demuestran que la política de Seguridad Democrática de Uribe logró controlar los grandes centros urbanos del país y las principales vías de comunicación pero en el resto del país especialmente en sus zonas históricas las FARC conservaron su presencia.
El esfuerzo más grande para producir el desbalance estratégico que se había dado a finales de la década de los 70 y principios del 80, cuando se conformó en el Magdalena Medio (alrededor de la llamada capital contrainsurgente de Colombia, Puerto Boyacá) una amplia alianza de políticos locales (Pablo Emilio Guarín Vera, Ernesto Báez y Luis Alfredo Rubio), narcotraficantes del Cartel de Medellín (“El Patrón” Pablo Escobar y “El Mexicano” Gonzalo Rodríguez Gacha), autodefensas (Gonzalo y Henry de Jesús Pérez, Ramón Isaza), terratenientes, 19
narco-terratenientes, empresarios de la agroindustria, comerciantes e incluso esmeralderos (Víctor Carranza y Gilberto Molina) si ellos habían contado con el apoyo de Batallones enteros de las Fuerzas Militares y de Policía destacados en la zona, puestos a disposición de las autodefensas por sus oficiales (Luis Bohórquez del Batallón Bárbula y Marco Fidel Mendieta comandante de la Policía de Puerto Boyacá), si habían sido apoyados por ex militares dirigidos por “Ariel Otero”, si habían sido entrenados en técnicas terroristas de la “guerra sucia” proporcionadas por mercenarios Británicos, Sudafricanos e israelíes como Yair Klein, si habían sido financiados con los ingentes recursos del ala militar del Cartel de Medellín dirigida por Rodríguez Gacha alias “El Mexicano”, si habían sido apoyados por sectores importantes de la población agrupada en entidades como ACDEGAM,
pero lo más importante, si habían contado con la
correspondiente visión estratégica del conflicto elaborada en lo fundamental por el general Farouk Yanine Díaz.
20
Es necesario destacar que el triunfo en la guerra de Urabá significó la consolidación de la “cabeza de playa” desde la cual “los paras” extenderán el musculo militar de las nuevas AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) por todo el país (abril de 1997 a 2005). Esta segunda etapa se inicia con lo que Claudia López12 llamó “operación Ganzúa” en las zonas periféricas de Antioquia (19951997 siendo gobernador Álvaro Uribe Vélez) hasta llegar al Valle de Aburra, el 12
Romero Mauricio. Parapolítica la ruta de expansión paramilitar y los acuerdos políticos. Intermedio editores. Bogotá. 2007
21
momento álgido será la operación Orión dirigida por el General Mario Montoya; y la operación de pinzas convergentes13 que partiendo del Sur del Cesar dirigida por “Jorge 40” quien une los grupos paramilitares de “Juancho Prada” (Cesar), “Chepe Barrera” (Magdalena) y “El Viejo” Hernán Giraldo (Sierra Nevada) y del Sur de Córdoba en cabeza de Mancuso crea los grupos “Montes de María” de “Diego Vecino” y “Cadena”, Canal del Dique “Juancho Dique” que finalmente atenazarán las grandes ciudades de Cartagena y Barranquilla, en esta última “Don Antonio” crea el Frente “José Pablo Díaz” una estructura criminal en alianza con el Departamento Administrativo de Seguridad DAS de la Presidencia de la República cuyo director era Jorge Aurelio Noguera Cotes y con la función de liquidar al Movimiento Ciudadano un grupo político alternativo. Merecen especial mención 2 operaciones que fueron la puesta en ejecución de la doctrina de la T estratégica de Farouk Yanine Díaz: una es la incursión al Catatumbo adelantada por Mancuso al mando de los cuarenta camiones de la muerte, cargados de paramilitares atraviesan sin ningún tropiezo todos los retenes de las Fuerzas Armadas desde el Urabá hasta el Catatumbo donde realizan la brutal masacre de la Gabarra y los aviones de la muerte, que parten del Urabá transportando los paramilitares que realizarán la masacre de Mapiripán (Llanos Orientales), en alianza con las autodefensas locales de “ Martin Llanos “ y Víctor Carranza, hechos por los cuales fue condenado el General Uscategui. De tal forma que la toma de estos territorios estratégicos vino acompañada de una expansión paramilitar hacia los cascos urbanos no solo militarmente, sino consistió también en una expansión de su influencia política sobre las autoridades locales de los municipios que para el caso del Departamento del Meta en 2002 y 2003 implicó la renuncia de tres de cinco candidatos a la gobernación, y el asesinato del candidato perdedor que no asumió la renuncia14.
13
Romero Mauricio. La Economía de los Paramilitares, redes de corrupción, negocios y política. Bogotá. Random House Mondadori.Bogotá.2010. 14 VALENCIA AGUDELO, León (Director ejecutivo); “Negociaciones con las FARC y la expansión paramilitar entre 1999 y 2003”. Revista Arcanos. No 13. Bogotá: Corporación Nuevo Arco Iris. Marzo de 2007. Pp. 12
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El Plan Consolidación se programó para establecer de manera indefinida el control territorial en las zonas históricas de presencia de las FARC dada en el marco de la Política de Seguridad Democrática, en la presidencia de Álvaro Uribe Vélez. Como se puede observar en el mapa, destacan las zonas de La Macarena, Putumayo, Cauca, piedemonte llanero en la vertiente de la cordillera oriental y la zona de la cordillera Central. Además de Catatumbo en Norte de Santander y Arauca. “El proceso del fortalecimiento de las Fuerzas Militares, el incremento del pie de fuerza, la puesta en marcha de las nuevas unidades militares, así como la dotación en apoyo táctico y de movilidad para las ya existentes, fueron aspectos claves para que el Ejército Nacional y los demás organismos de seguridad. 23
Helicópteros, aviones, buques y plataformas de inteligencias, fueron entre otras herramientas adquiridas por la Fuerza Pública con el fin de desarrollar operaciones en zonas muy apartadas”15. En el documento de directiva presidencial, con fecha de 20 de marzo de 2009, con asunto: Coordinación del Gobierno Nacional para llevar a cabo el Plan Nacional de Consolidación Territorial menciona: “Con el propósito de cumplir con los objetivos de la Política de Consolidación de la Seguridad Democrática, mantener la confianza inversionista y avanzar en la política social efectiva, el Gobierno Nacional, se ha concentrado en diseñar un mecanismo que permita fortalecer la alineación de los esfuerzos militar, policial y antinarcóticos y los esfuerzos en el área social, de justicia, desarrollo económico e institucional del Estado en zonas estratégicas del territorio nacional, denominado salto estratégico”16. En este momento se evidencia que el propósito de este Plan es dejar el camino libre hacia la inversión extranjera.
15
Revista Ejército. Plan de Consolidación. Bogotá. Ejército Nacional. 2009 https://www.ejercito.mil.co/?idcategoria=236149 16 DIRECTIVA PRESIDENCIAL 1 DE 2009. http://www.suinjuriscol.gov.co/clp/contenidos.dll/DirectivasP/30021378?fn=document-frame.htm$f=templates$3.0
24
En el mapa se observan las zonas históricas de las FARC Marquetalia, Riochiquito, Pato, Guayabero, Sumapaz, Ariari y duda en los círculos grises y los dos municipios que fueron sede de negociaciones entre el gobierno y las FARC durante los Gobiernos de Belisario Betancur en La Uribe (Meta) y Andrés Pastrana Arango en San Vicente del Caguán. Todas las Conferencias Guerrilleras que han tenido como eje central la problemática Nacional y la necesidad de generar estrategias para la resistencia a través de la guerra, ha sido totalmente transformado ese discurso, siendo este en esta quizá la última, la décima conferencia de este grupo armado, para dedicarse a hablar de paz y para lograr consolidarse para ser incluido de forma efectiva dentro del sistema político colombiano, a través de un partido político. Llama el interés a esto ya que en Colombia siempre se ha negado esta posibilidad de crear no una oposición tradicional como la que ha existido, Liberal/Conservadora, que ha sido más una guerra sucia de elites, sino la sincera oportunidad de transformar la realidad social y política de Colombia a través de las nuevas ideas que van a traer desde esta nueva fuerza política que en un principio su principal apuesta va a ser efectuar la oposición a las políticas de gobierno que no sean favorables a sus proyectos políticos, demostrando así
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ser una fuerza completamente alternativa capaz de lograr un estado efectivo de derecho y con un alto nivel de democracia. Básicamente esto trata la última conferencia guerrillera, de aprobar por unanimidad los acuerdos a los que llegaron las partes de forma unánime en La Habana, es decir, que cada día está más cerca el momento en el que todo estará acordado, hasta donde todo sea acordado, con el proceso legitimador del 2 de octubre del plebiscito.
Municipios donde se fijaron las zonas veredales de transición y las zonas campamentarias para la desmovilización de las FARC y su paso a la vida civil y económica del país, se observa que corresponden en gran medida a las zonas de retaguardia estratégica de las FARC y en gran medida coinciden con las más importantes Zonas de Reserva Campesina de Pato-Balsillas, Calamar, Alto Cuembí y Cabrera, zonas de economía campesina de cultivos de pancoger (plátano, arroz, yuca, maíz, caña para panela y frijol) o tradicionales como café; las excepciones son el cacao y la palma.
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Con respecto a las Zonas Veredales de Transición y Normalización (ZVTN) y las Zonas de Reserva Campesina (ZRC), como territorios estratégicos para la implementación de los acuerdos en términos del desarrollo de una economía campesina solidaria bajo el marco de la Reforma Rural Integral, y de reincorporación de los combatientes de las FARC-EP a la vida civil, resulta preciso establecer una relación entre estas zonas y el proceso de consolidación paramilitar, con el propósito de proyectar un escenario futuro de conflicto entre actores armados y grupos de base social para el proyecto político-electoral de las FARC-EP en el periodo de los pos acuerdos. Según lo establecido en el punto 3.4 del acuerdo sobre el fin del conflicto, los grupos paramilitares consolidados en Colombia son tratados como población objeto del mismo bajo el término de organizaciones criminales que hayan sido
denominados como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, en este sentido el acuerdo entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP se sostiene bajo el imperativo de ajusticiar a estas organizaciones como medio para garantizar la seguridad de los reinsertados y conseguir la paz estable y duradera. Dentro de sus principios orientadores (3.4.1.) el acuerdo busca que las vías institucionales del Estado aseguren garantías de no repetición, el monopolio tributario por la Hacienda Pública haciéndole frente a los mercados de criminalidad, el monopolio del uso de la fuerza por las Fuerza Pública, y un reconocimiento diferencial del desarrollo de los conflictos en los distintos contextos territoriales. Así mismo, la implementación del acuerdo se valdrá de la constitución de un Pacto político nacional que funcionará sobre la creación de organismos institucionales como la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad, la Unidad Especial de Investigación para el desmantelamiento de jurisdicción ordinaria, la Integración de un Cuerpo Élite, y la creación de un nuevo Sistema de prevención y alerta en la Defensoría del Pueblo. Dichos organismo actuarán coordinados entre sí, con las comunidades y organismos internacionales garantes del DIDH y el DIH, concibiendo a las ZVTN en el punto 3.4.9 como territorios priorizados para el desarrollo de las tareas de monitoreo y mapeo de las actividades de las organizaciones criminales.
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Resulta pertinente plantear el interrogante en abstracto de lo que será el desarrollo de
la implementación
de
este
acuerdo,
en contraste
a la
consolidación de los grupos denominados sucesores del paramilitarismo que se han consolidado en la Costa Atlántica desde la T estratégica, y ahora se expanden con mayor intensidad por la Costa Pacífica al ser ésta una zona estratégica desde el plano militar para ofensivas a las zonas de los acuerdos, y desde el plano económico para controlar puntos geo estratégicos que apuntalen los mercados de criminalidad al comercio exterior. Luego, solo el tiempo dará cuenta de los efectos de la implementación sobre el copamiento de las organizaciones criminales en la Costa Pacífica, que de no ser forma integral como establece la forma del pacto político nacional, dará cabida a un nuevo periodo de conflicto, donde los puntos álgidos de tensión podrían comenzar en las ZVTN de Tumaco y Policarpa (Nariño), y de Buenos Aires y Caldono (Cauca); Los primeros por su ubicación geo estratégica para establecer rutas de narcotráfico y el asentamiento de grandes hectáreas de coca; Los segundos, ligados a los procesos territoriales de las ZRC del Cauca, por su cercanía con el puerto internacional de Buenaventura y su relacionamiento histórico con el departamento del Valle del Cauca desde fenómenos de desplazamiento forzado por grupos paramilitares. Sin embargo, hasta la fecha se redujeron estas zonas veredales de 23 a 20, debido a problemas de logística, y que estratégicamente quizá no vaya a generar ningún tipo de consecuencias para el Acuerdo final, ya que los municipios de Tame (Arauca), Cumaribo (Vichada) no son zonas netamente históricas de las FARC, y Tierra Alta (Córdoba) pasó a ser una zona campamentaria.
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Las Circunscripciones electorales especiales para la Cámara de Representantes propuestas por el magistrado Armando Novoa del Consejo Nacional Electoral a modo de circunscripciones territoriales especiales de paz para la participación de poblaciones campesinas, victimas y sectores que trabajen en favor de la paz por tres períodos a partir de 2018. Este proyecto está apoyado en la decisión del Consejo de Estado que busca recuperar y mantener la personería de la Unión Patriótica en reparo a los concejales y diputados asesinados desde 1984 hasta 1997.
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Ya se conoce del acuerdo, que a las FARC se le asignarán curules en forma directa, que serán ocupadas por el movimiento político que salga de la Décima Conferencia de las FARC. Si de alguna manera, además de éstas consiguieran agruparse políticamente con otras organizaciones en los territorios, las FARC en política representativa podrían tener más que las diez curules de la negociación. Sin embargo, la evolución electoral de la parapolítica incrustada en la corrupción administrativa fija su interés en estas circunscripciones especiales, tanto así que figuras como Yair Acuña, Piedad Zucardi o Zulema Jattin están haciendo campaña por el Sí para el plebiscito de refrendación con la mirada puesta en la implementación de la paz como recursos del Estado en las regiones en que tras la guerra paramilitar se consolidaron como maquinarias políticas por fuera de maquinarias electorales como Cambio Radical. Por tanto, tras el Acuerdo se vivirá también una disputa popular por cuotas institucionales
en
clave
de
implementación,
además
de
los
conflictos
interétnicos de carácter popular también referidos al posacuerdo como lo pueden ser conflictos entre trabajadores del campo ligados a la agroindustria frente a indígenas o mineros artesanales frente a campesinos, escenarios de conflictividad tanto institucional como también extrainstitucional.
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Hernán Pedraza Investigador del Observatorio del Conflicto Armado y del Posconflicto –OCAPCorporación Nuevo Arco iris –CNAI-
Esteban Clavijo, Julian Herrera Millan, Sebastián Mayorga, Wilmer Valero Estudiantes de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales Universidad Nacional de Colombia
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