NADA TIENE MAS FUERZA QUE UNA IDEA CUANDO LE HA LLEGADO SU HORA

Page 1

NADA TIENE MAS FUERZA QUE UNA IDEA CUANDO LE HA LLEGADO SU HORA A propósito del triunfo de la agrupación ‘PODEMOS’ en las recientes elecciones españolas, rescatamos este texto de Juan Carlos Monedero que es uno de sus fundadores. A continuación, su intervención en el acto de conmemoración de los veinte años de la firma del acuerdo de paz de la CRS, el 10 de Abril del año pasado: Me gusta repetir una frase de Marx que dice: “nada tiene más fuerza que una idea cuando le ha llegado su hora”. No he dejado de preguntarme, por qué hace veinte años ustedes optaron por cambiar la lucha armada por la lucha política y después lograron poner en marcha esas mismas quimeras políticas con el apoyo popular. Lo que quiero compartir con ustedes tiene que ver con los relatos que hacen que la mayoría de un país se identifique con unos objetivos políticos.

Foto CNAI/ Juan Carlos Monedero el 10 de abril de 2014 en el Centro de Memoria Histórica

La unidad de Europa después de la Segunda Guerra Mundial se construyó sobre el antifascismo. Se basó en la idea del Estado social y democrático de derecho construida por aquellos que resistieron y derrotaron al fascismo. Fueron integrantes del Consejo Nacional de la Resistencia, entre otros, los que diseñaron las reformas de finales de los cuarenta, con un fuerte énfasis en los derechos humanos y sociales que hicieron de Europa un lugar de referencia. Las luchas de ayer son los derechos de hoy y las luchas de hoy serán los derechos de mañana. En Europa los movimientos sociales no peleamos nuestros derechos desde Mayo del 68, al contrario, llevamos más de cuatro décadas perdiendo derechos, pues lo que no se pelea se pierde. Les sorprenderá saber que España es el segundo país del mundo con mayor número de fosas comunes y desaparecidos desde la Guerra Civil 1936-1939 y la dictadura Franquista. Tenemos


todavía 140 mil personas en fosas comunes, en zanjas, asesinados por defender la República y todavía, la democracia española que se pretende tan modélica como para ir por el mundo a decir que merece ser imitada, tiene todavía a los mejores de sus hombres y mujeres enterradas en fosas comunes por el delito de querer defender la democracia. El Obispo brasileño Hélder Cámara, defensor de los pobres , que encarnaba en los años sesenta la Teología de la Liberación en América Latina; dijo en una ocasión que cuando cuidaba de los pobres le decían que era un santo, en cambio, cuando preguntaba por qué eran pobres lo llamaban comunista. No basta solamente con evaluar cuáles han sido las causas que llevaron a determinados colectivos, primero a la lucha armada y luego a la negociación de paz, sino también cuál ha sido el desempeño posterior para que no se traicionen los objetivos políticos iniciales. La verdad es siempre la primera víctima en un conflicto. Hay un determinado grupo de personas a las que les molesta invariablemente la verdad, y a quien le molesta la verdad es porque tiene algo que ocultar. Como decía Lenin, la verdad es revolucionaria y debemos asumir, insisto, en que todos aquellos que tienen algo que ocultar, son precisamente aquellos que no tienen un compromiso claro con la verdad. Hablemos algo de gobernabilidad. La palabra gobernabilidad es un concepto del pensamiento social norteamericano para decir que la culpa de los problemas no es de los gobiernos sino de unas gentes que exigen demasiado y se convierten en personajes ingobernables. Por lo tanto, cuando la izquierda habla de gobernabilidad es como cuando los sindicatos hablan del mercado de trabajo, ¡oiga!, cien años peleando para la gente y luego interiorizamos desde el propio mundo del trabajo la expresión “mercado laboral”, devolviéndole, de alguna manera el favor a los empresarios de tratar a los trabajadores como meras mercancías.

Foto CNAI/ Evento de conmemoración de los 20 años de la firma del acuerdo de paz de la CRS. Lugar, Centro de Memoria Histórica. De izquierda a derecha, Juan Carlos Monedero, España; Fernando López de Alessandro, Uruguay; José de Jesús Zambrano, México; Fernando Hernández, Colombia; Rafael Pardo, Colombia; Damián Alegría, El Salvador; Sandino Asturias, Guatemala.


Es muy importante entender que la base de la política es el conflicto. Las preguntas que le hago a mis alumnos son estas: ¿Qué le tienes que quitar a una sociedad para que la economía no haga falta? La escasez, si no hubiera escasez no haría falta la economía. Hace cien años no había una economía del agua, ni del aire, porque no eran bienes escasos. ¿Qué le tienes que quitar a la sociedad para que la política no haga falta? El conflicto, si no hubiera conflicto no haría falta la política, por lo tanto no caigamos en la trampa de la idea de gobernabilidad y su correlato, que es la gobernanza. ¿Cómo que ya no hay conflictos? Estamos en el momento de la historia con mayor crisis, y este es un dato del Banco Mundial, nunca en la historia ha habido tantas desigualdades como ahora. Por lo tanto los conflictos forman parte de la constitución de la política. El conflicto no es cogernos a tiros, es entender que hay intereses contrapuestos. Sin embargo no todos los conflictos son iguales, no es igual atacar que defenderse, es absolutamente diferente. En segundo lugar es importante entender que la historia de los conflictos no es igual si ganas que si pierdes. Es que si los alemanes hubieran ganado la Segunda guerra Mundial el bombardeo sobre Stalingrado que arrasó toda la ciudad, no estaría por encima de otro tipo de barbaries que atribuimos a los nazis porque perdieron la guerra. Los que ganan escriben la historia y ese es un elemento central que hay que clarificar, porque una de las ideas que he visto en esta discusión sobre la memoria es que en todos los países, en el mío también, en España, lo que hace siempre el poder es establecer un reparto de culpas, ya que las culpas son de los dos, dicen: olvidémonos del pasado y empecemos otra vez desde cero. ¡Oye!, pero es que durante estos 25 años me has estado machacando y ahora quieres que me olvide, o sea, ¿me vas a impedir construir mi propia realidad? Una cosa que no debemos olvidar es que todo acuerdo de paz es una correlación de debilidades, lo importante no es solamente firmar los acuerdos sino determinar cómo gestionar su cumplimiento. El acuerdo entre el poder y las guerrillas es un acuerdo de paz, pero después, quienes tienen el monopolio del relato de la guerra y de la paz, los que tiene el poder, así se haya logrado un buen acuerdo de paz, van a establecer la idea de que usted es el único responsable de lo que ha ocurrido.

Foto CNAI/ Centro de Memoria Histórica. En el evento de los 20 años, los participantes (en la foto) contaron, cada uno, su experiencia personal del país respectivo. Juan Carlos Monedero, Fernando López de Alessandro, José de Jesús Zambrano, Fernando Hernández, Gustavo Petro, Damián Alegría, Sandino Asturias.


Al poder le molesta la verdad del pasado, y es muy importante entender por qué. En primer lugar porque pierde la impunidad, pierde la posibilidad de volver a hacer lo mismo. En España argumentamos que es necesario recordar la inexistencia de armas de destrucción masiva en Irak que fue la falacia inventada por Bush para justificar la agresión, para que no nos vuelva a pasar lo mismo en Ucrania, o en Siria, es decir, la memoria es un argumento necesario contra la repetición de las barbaridades. Por eso al poder nunca le interesa la historia, porque la historia también es revolucionaria, como la verdad. En segundo lugar, no les interesa el pasado porque se debilita su identidad heroica: no es lo mismo que se reclame la continuidad de un pasado heroico, a que se le demuestre que realmente representa la continuidad de una barbaridad. Al poder le molesta que escarbemos en el pasado, ¿Saben por qué? porque cuando escarbamos en el pasado, de repente vemos que hubo otras posibilidades y una serie de caminos que nos fueron negados, por lo que ellos ganaron y detentan el poder, y de repente vemos que hubo otras posibilidades, de repente el presente no nos parece tan virtuoso como ellos pregonan, indagar en el pasado y ver que la historia podría haber sido distinta, hace del pasado una cosa menos gloriosa y por lo tanto debilita también la posición de los que detentan el poder. Cuando reclamamos memoria histórica, lo que estamos diciendo es que queremos recuperar esa memoria que no está en los libros, que queremos cepillar la historia a contrapelo como decía Walter Benjamín, cuando cepillas una alfombra a contrapelo sacas todo lo que había escondido. Nosotros con la memoria histórica lo que queremos hacer es que emerja todo eso que no está en los libros de historia, que no está en los relatos oficiales, porque de no ser así, la verdad oficial se va a convertir también en nuestro propio relato.

Foto CNAI/ Juan Carlos Monedero y Fernando López de Alessandro en el Centro de Memoria Histórica

En España estamos haciendo nuestra propia lectura de la parte de violencia que fue responsabilidad de la izquierda en la Guerra Civil, esto es esencial. Todo aquello que nosotros no expliquemos, nos lo va a explicar nuestro adversario; todo aquello que hayamos hecho mal, si nosotros no lo enfrentamos, nos va a venir devuelto, magnificado y tergiversado por


nuestros adversarios políticos. Por tanto no debiéramos tener ningún tipo de pudor, ningún tipo de miedo a enfrentar todas nuestras meteduras de pata, porque es la única manera de que no se conviertan en un bumerán contra nosotros, que nos impida hacer valer toda la razón que tenemos. La memoria histórica, aparte de impedir que se repita la historia, es lo único que nos permite cerrar las heridas, nos permite a todos nosotros, en todos nuestros países, crear un ADN democrático diferente. La historia recuperada es la que permite superar nuestra propia historia. En Colombia, solamente cuando se recupere la verdad histórica, se podrá empezar a construir el país de otra manera. ¿Qué va a pasar cuando los compañeros de todos los luchadores que fueron masacrados aquí, de todos los luchadores de la Unión Patriótica que fueron masacrados, se encuentren con que no reciben el apoyo del resto de la ciudadanía, o que las generaciones más jóvenes se van alejando?. Se quedan con el dolor de haber dado la vida, la de sus compañeros, y encima no tener el reconocimiento, eso es terrible. En 1930 un cacique político quería comprar el voto de un campesino, y le pagaba bien, pero el campesino le dijo, “no, no quiero su dinero, en mi hambre mando yo”. Ojalá podamos decir siempre que en nuestra memoria mandamos nosotros”.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.