Separata Apuntes para la Paz No. 1 / Febrero de 2007

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P B O G OT Á , • EL

2007

FEBRERO DE

LENTO Y DUBITATIVO

AVANCE DEL

ELN

HACIA

L A PAZ

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QUE HACER HECHOS

DE PAZ ”

• H ACIA

UN CONSENSO

NACIONAL PARA L A PAZ Y L A RECONCILIACIÓN

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COLOMBIANO

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GUERRA ENTRE EL

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ste ejemplar de Apuntes para la Paz pretende provocar y cualificar los debates en torno al proceso emprendido por el gobierno de Álvaro Uribe Vélez y el Ejército de Liberación Nacional, ELN. Un primer ensayo, de León Valencia, es un amplio y detallado balance de los temas en los que se desenvuelve hoy la negociación. Lanza polémicas afirmaciones tanto sobre la situación del ELN en el conflicto, como su postura ante la nueva situación de la izquierda colombiana, la forma en que ha venido construyendo propuestas de negociación y delinea una tesis sobre lo trascendental que es tanto para el ELN como para Colombia el que se concrete esta negociación. Alejo Vargas, catedrático -que conoce al dedillo los “vericuetos” de este proceso- nos presenta lo que considera son los puntos centrales a abocar por las partes en las rondas por venir; la importancia de concretar el cese del fuego y de hostilidades así como la correspondiente verificación; sobre la agenda de la negociación se coloca en un punto medio, ni rendición, ni mucho menos una agenda que “ponga patas arribas el país”. Por el contrario, una agenda en la que, a su centro, deben estar los temas de la política y la democracia local. Camilo González Posso, con especial tino, llama a “Anunciar poco y mostrar más” en un artículo en el que muestra que hay un sentimiento nacional mayoritario por las salidas políticas, analiza la propuesta del “Grupo de Garantes”y presenta, así mismo, un conjunto de propuestas para la mesa. Por otro lado, la pastoral social de la iglesia católica colombiana y Codhes, han formulado una propuesta, frente al tema de desplazamiento, que han presentado tanto al gobierno colombiano como al Ejército de Liberación Nacional. Por la importancia del tema, reproducimos en su integridad el texto. El Grupo de Garantes presentó, en diciembre pasado, la propuesta “Hacia un consenso nacional para la paz y la reconciliación”. Por el papel jugado por los garantes, igualmente, reproducimos el conjunto de la propuesta presentada. Con el ánimo de enriquecer el debate, reproducimos la Declaración Política del IV Congreso del Ejército de Liberación Nacional, sus posturas frente al proceso en curso y una entrevista con uno de sus comandantes, Antonio García. El tema que más ha causado preocupación, en las últimas semanas, es el enfrentamiento que se está dando entre las Farc y el ELN. Publicamos un análisis al respecto del Observatorio Sobre la Dinámica del Conflicto Armado de la Corporación Nuevo Arco Iris. Apuntes para la Paz, constituye un aporte para el debate y está, en consecuencia, abierto y al servicio de la construcción de procesos que contribuyan en las salidas políticas y la construcción de acuerdos de paz. Agradecemos, finalmente, a la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo, por su aporte en el desarrollo del proyecto “Por una Política Pública de Paz”, del cual hace parte Apuntes para la Paz.

Corporación Nuevo Arco Iris POR

UNA

POLÍTICA PÚBLICA

DE

PAZ


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O C U M E N T O S

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N T E R C A M B I O

EL LENTO Y DUBITATIVO AVANCE DEL ELN HACIA LA PAZ • P OR L EÓN V ALENCIA *

F

ue una sorpresa que el Ejército de Liberación Nacional tomara la iniciativade buscar un acercamiento en el exte- rior con el gobierno del presidenteÁlvaro Uribe Vélez a finales del 2005, precisamente con un gobierno que había desafiado con derrotar a la guerrilla y, así mismo, desatado la mayor ofensiva militar de los últimos 15 años. También fue una sorpresa que la iniciativa hacia un acercamiento se produjera en plena campaña electoral donde el mandatario aspiraba a su reelección. El Ejército de Liberación Nacional ha explicado que quería contribuir a cambiar el signo de esa campaña. Que en la campaña electoral de 2002 la solución militar había sido el tema central. Y el ELN buscaba que en la campaña presidencial del 2006 el tema de la salida negociada tuviera un espacio importante. Dicho escenario sólo podría lograrse si se comprometían o se sentaban a negociar el tema de la paz con el presidente Uribe, obligándole a que tuviera la carta de la negociación en sus manos en medio de la campaña. En cierta forma lo lograron. Uribe se refirió en varias oportunidades en su campaña a la necesidad de sacar adelante unas negociaciones de paz con las guerrillas. En su discurso de posesión, el siete de agosto de 2006, señaló que aún con el temor de contradecir su política de seguridad democrática iba acometer la búsqueda de la paz. A los pocos meses de iniciado su segundo mandato, se atrevió a decir que estaba dis-

• LEÓN VALENCIA

Fue miembro del Comando Central del ELN, en la década del 80, del siglo pasado. En 1994 participó en la firma de un acuerdo de paz con el gobierno nacional para la desmovilización de un sector de esa organización. En los últimos años ha sido columnista y analista de temas políticos en los diarios El Tiempo y El Colombiano y en revistas como Semana, Diners, Credencial. Entre sus libros más recientes se encuentran “Adiós a la política, bienvenida la guerra” y “Miserias de la guerra, esperanzas de la paz” ambos, ensayos de carácter político. También ha escrito su primera novela “Con el pucho de la vida” publicada por editorial Alfaguara. *

puesto, incluso, a ir a conversar con Manuel Marulanda Vélez a las montañas, ofreció un nuevo marco jurídico basado en el indulto y amnistía, en el caso de que se iniciaran conversaciones, y anunció la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente como fórmula para coronar las negociaciones de paz. Después daría reversa a muchos de estos ofrecimientos, cuando se produjo el bombazo en el Cantón Norte, la última semana de octubre. La acción, atribuida a las Farc, no sólo estre meció la principal instalación militar del país en la capital de la república, sino que enfureció al primer mandatario que liquidó, de un tajo, el nuevo discurso de reconciliación. Los miembros del ELN explican también su iniciativa de paz porque han visto un cambio en América Latina y un ascenso de fuerzas de izquierda en el continente y encuentran allí una posibilidad de hacer política, de participar y de fortalecer procesos alternativos. Lo explican, igualmente, por el avance que ha tenido la izquierda colombiana en algunos casos de gobernabilidad local como la alcaldía de Bogotá, la gobernación del Valle y la alcaldía de Medellín a manos de Sergio Fajardo -un gobierno que no se puede considerar de izquierda, pero que tiene una actitud independiente frente a los partidos tradicionales- la alcaldía de Bucaramanga, la de Pasto y otras de municipios menores. Esas son las razones que hicieron que el ELN tomara la iniciativa de buscar una mesa de negociaciones en el exterior. Pero hay otra razón de fondo. El Ejército de Liberación Nacional se ha colocado por fuera de la dinámica de la guerra que se desarrolla en la actualidad en Colombia.


P OR

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FUERA DE L A DINÁMIC A DE L A GUERRA

l ELN se ha colocado por fuera de la dinámica que el conflicto armado colombiano ha adquirido en los últimos diez años. Tres aspectos han marcado la guerra en el país: • Un aumento exponencial de las finanzas, • Un reclutamiento masivo de combatientes y, • Un control a sangre y fuego del territorio, con desalojo de la población y repoblamiento de las regiones. Los paramilitares y las Farc han seguido, punto a punto, este libreto. También el Estado ha cumplido con algunos requisitos de esta nueva dinámica. En cambio, el Ejército de Liberación Nacional, ELN, perdió el ritmo de la confrontación. Los paramilitares le echaron mano el narcotráfico, empezaron a vender cara la protección que ofrecían a los empresarios del campo y también acudieron a otras fuentes de finanzas como la apropiación de tierras, el robo de gasolina, el saqueo de los recursos del Estado y el blanqueo de dinero a través de empresas plenamente integradas en la economía nacional. Carlos Castaño, sin duda el más grande jefe paramilitar, antes de su muerte, reconoció que el setenta por ciento venía de participación en el negocio de las drogas ilícitas. El departamento de Estado de Estados Unidos, por su parte, señalaba que al país regresaban, al empezar el siglo, aproximadamente, cinco mil millones de dólares por año provenientes del tráfico de drogas. Una parte importante iba a parar a los paramilitares y otra a las Farc. El vicecontralor, Luis Bernardo Flórez, decía que los paramilitares y narcotraficantes se habían apoderado de la mitad de las mejores tierras del país1. Con este enorme flujo de finanzas, los jefes paramilitares no sólo se enriquecieron personalmente sino que pudieron crear una gran maquinaria de guerra en pocos años. Para mayo de 1998, cuando fundaron las Autodefensas Unidas de Colombia, tenían 6.000 miembros, en la desmovilización parcial que realizaron en el marco de los acuerdos con el presidente Álvaro Uribe Vélez, se contabiliza-

CARLOS CASTAÑO, SIN DUDA EL MÁS GRANDE JEFE

PARAMILITAR , ANTES

DE SU MUERTE,

RECONOCIÓ QUE EL SETENTA POR CIENTO VENÍA DE PARTICIPACIÓN EN EL NEGOCIO DE LAS DROGAS ILÍCITAS .

ron 31.000 combatientes, 37 estructuras y 17.000 armas2. Ahora, después de la negociación, el propio jefe paramilitar Salvatore Mancuso ha dicho que más de 5.000 hombres han vuelto a realizar acciones en las regiones a nombre de los paramilitares. En el proceso de expansión realizada en estos diez años los paramilitares llegaron a 223 municipios y controlaron de manera casi absoluta territorios en 12 departamentos. En esos lugares lograron una gran influencia social y un impacto en el poder político. Produjeron miles de muertos y desplazaron a cientos de miles de personas de sus regiones3. Las Farc también se han ajustado a los requerimientos de esta dinámica de la guerra y se metieron, a fondo, a conquistar dineros provenientes del tráfico de drogas, a reclutar combatientes en forma masiva y a defender sus territorios a sangre y fuego. Hasta 2003, cuando el Estado colombiano inició una gran ofensiva en el sur del país, las Farc mantuvie-

Flórez, Luis Bernardo. Editorial Revista Economía Colombiana No 309. Bogotá julio de 2005. 2 Datos de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz de Colombia. 3 La Corporación Nuevo Arco Iris, con el auspicio del gobierno de Suecia, adelantó una investigación entre finales de 2004 y mediados de 2006 sobre el fenómeno del paramilitarismo y las negociaciones de Santa Fe de Ralito. Se trabajó en monografías regionales en Medellín, Córdoba, Urabá, Sucre, el Magdalena grande, Cundinamarca, Bogotá, Valle, Catatumbo, Norte de Santander, Casanare y Meta. Esta labor estuvo en manos de investigadores regionales y contó con la colaboración de los centros de estudios de las universidades de Antioquia, Valle y Magdalena. También se hizo un seguimiento de prensa, documentos y foros públicos y se realizaron entrevistas a los propios actores del proceso de negociación a cargo de un equipo central de investigación, con sede en Bogotá. La dirección de la investigación estuvo a cargo de Mauricio Romero y León Valencia. 1

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ron un crecimiento de sus fuerzas y una expansión de sus frentes. Llegaron a la mayoría de los departamentos del país y acumularon más de 20.000 combatientes. Luego se han dedicado a proteger sus fuerzas y lo han hecho con relativo éxito. Han perdido combatientes, han sido desalojados de lugares clave como los alrededores de Bogotá y la comuna 13 de Medellín, han sufrido reducción de sus finanzas. Pero mantienen intacta su estructura de mando, conservan su retaguardia estratégica en las inmediaciones de los departamentos de Meta, Caquetá, Putumayo y Guaviare y han mostrado que pueden recuperar la ofensiva en cualquier momento. La acción del Estado ha implicado una cuantiosa inversión en defensa. Al terminar el gobierno del presidente Pastrana se estaban destinando 3.6 puntos del PIB en la guerra y al culminar el primer mandato de Uribe el presupuesto había llegado a 4.7 puntos del PIB. La fuerza pública había aumentado en más de un treinta por ciento pasando de 260.000 efectivos a cerca de 400.0004. El gobierno también ha logrado mantener la ayuda de Estados Unidos en un promedio de 700 millones de dólares por año. “La política de seguridad democrática” como se denomina el plan del gobierno ha puesto igualmente el acento en el control del territorio. En cambio el ELN ha perdido, paso a paso, sus fuentes de finanzas. Sólo algunos frentes guerrilleros se han metido a cobrar contribuciones a los campesinos que cultivan la hoja de coca o los productores de pasta de coca. Los secuestros han disminuido, también el cobro de extorsiones a las compañías extranjeras. A sus filas han llegado pocos combatientes nuevos y una parte de los viejos ha salido de la guerra. Tanto que hace diez años el número de combatientes profesionales, es decir, hombres con fusil al hombro, se calculaban en diez mil. Hoy se habla de cuatro mil. Debido a que sus vínculos con los pobladores y con los territorios se basa más en un trabajo político y social que en la contunden-

DEBIDO A QUE SUS VÍNCULOS CON LOS POBLADORES Y CON LOS TERRITORIOS SE BASA MÁS EN UN TRABAJO POLÍTICO Y SOCIAL QUE EN LA CONTUNDENCIA DE

SU FUERZA MILITAR , HA SIDO DESALOJADO

DE MUCHOS

TERRITORIOS . E STO ,

DESDE LUEGO , OBEDECE A

DECISIONES POLÍTICAS QUE TOMÓ EL

EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL A FINALES DEL SIGLO PASADO.

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cia de su fuerza militar, ha sido desalojado de muchos territorios. Esto, desde luego, obedece a decisiones políticas que tomó el Ejército de Liberación Nacional a finales del siglo pasado. En cabeza de Manuel Pérez, esta guerrilla optó por no meterse en el tráfico de drogas y por dedicar mayores energías a la acción política que a la construcción de un ejército guerrillero. La percepción que hoy existe sobre esta guerrilla es la de que se trata más de un partido armado que de una organización de tipo militar. En todo caso, las estructuras del ELN han pagado caro estas decisiones. No sólo en los enfrentamientos con la fuerza pública, sino también en la confrontación con los paramilitares y con las Farc. Entre 1999 y 2001 sufrió la gran expansión de los paramilitares hacía el sur de Bolívar y el Magdalena Medio. Carlos Castaño abrió el camino para que se instalara en estos territorios el Bloque Central Bolívar de las Autodefensas que, en poco tiempo, rompió la retaguardia del ELN en mil pedazos, tomó el control de multitud de municipios, entró en el puerto de Barrancabermeja, tradicional bastión de la guerrilla. En las elecciones de 2003 ya se habían alzado con la alcaldía de esta importante ciudad. Los paramilitares, instalados en estas tierras que habían sido por décadas lugares de una importante influencia del ELN, organizaron una gran fuerza económica y social apelando a la intimidación y a la amenaza, pero también a los ingentes recursos del narcotráfico y a la inversión en minería y en la agricultura. Con esa fuerza desataron marchas campesinas, bloqueos de vías, protestas en todo el territorio, para oponerse al despeje de una zona que sirviera de sitio de encuentro y negociaciones entre el ELN y el gobierno cuando corría el año 2000. A la cabeza de estas acciones se encontraba Carlos Arturo Clavijo quien luego, en las elecciones del 2002, alcanzó una curul al senado de la república a nombre del Movimiento Convergencia Popular Cívica.

Datos tomados del Ministerio de Defensa colombiano.


Lograron el objetivo y enviaron un mensaje al país de cuanto poder estaban acumulando. Ahora, a lo largo de 2006 y principios de 2007, el ELN ha sufrido una dura agresión de las Farc en el departamento de Arauca y en el sur del país. Una cantidad de enfrentamientos han dejado más de trescientos muertos -según lo cuentan las principales revistas políticas del país: Semana y Cambioy, la peor parte, la ha llevado el ELN. Las Farc han manifestado su desacuerdo con las negociaciones que el ELN adelanta con el gobierno nacional y tienen la idea de ocupar los territorios de esta guerrilla para impedir que luego el Estado tome posesión de ellos5. La situación del ELN es, entonces, muy desventajosa frente a los demás actores de la guerra y no le quedan más que dos caminos: meterse de nuevo de lleno a la guerra, asumiendo las mismas fuentes de finanzas de los demás actores del conflicto, planteando menos exigencias políticas al reclutamiento de combatientes y desatando una ofensiva de ocupación de territorios al estilo de los paramilitares y de las Farc; o dar un salto hacia la paz. Muchos analistas dicen que el primer camino es un imposible para el ELN, que esta fuerza se encuentra derrotada estratégicamente y ya no puede recuperar un poder militar que compita en esta nueva dinámica de la guerra. Esta aseveración no es certera. Ya el ELN ha estado en momentos de mayor debilidad militar y se ha recuperado. Nicolás Rodríguez Bautista no tiene menos pericia que Manuel Marulanda Vélez. Es más joven que el jefe de las Farc, se metió en los avatares de la guerra en los años sesenta, cuando se fundaron las dos guerrillas. Pero, al parecer, los mandos del ELN han desechado esta ruta y han decidido buscar un ingreso a la vida civil. La audacia de proponerle una negociación al presidente Uribe en me-

dio de su campaña de reelección es, quizás, la muestra más palpable de que tienen serias intenciones de ir hacia la paz.

EL

INTERÉS DEL

ELN

EN L OS A V ANCES

D E L A IZQUIERD A IZQUIERDA

E

s evidente que el ELN tiene una alta valoración de lo que está ocurriendo en la izquierda colombiana. En su Cuarto Congreso ratificó que su énfasis principal era la acción política y señaló que lo más valioso que estaba ocurriendo, en el movimiento popular, era el ascenso de fuerzas independientes a los gobiernos locales y el progreso electoral del Polo Democrático Alternativo6. El ELN ha percibido que la sociedad colombiana está viviendo un proceso muy importante. Por primera vez, en los últimos cincuenta años, se ha configurado la pareja amigoenemigo en la democracia colombiana y esto es decisivo para la política. Carl Schmitt dice que la política se funda en la relación amigo-enemigo -como la estética entre lo bello y lo feo o, como la religión entre lo bueno y lo malo-7 y esta pareja se había perdido en la política colombiana. La renuncia a la competencia política entre verdaderos rivales degradó la confrontación democrática. Por muchos años se instaló una coalición clientelista que gobernó a Colombia, sin controversias de fondo, sin un debate serio sobre los problemas nacionales. Esta ausencia de oposición se había oficializado en el acuerdo del Frente Nacional en los años sesenta cuando se instauró la alternación presidencial entre los partidos Liberal y Conservador y el reparto igualitario de todas las instancias del estado entre los miembros de estas colectividades. El Frente Nacional terminó, formalmente en 1978, pero su espíritu Edición de las revistas Cambio y Semana, del 5 al 11 de febrero de 2007. Conclusiones del Cuarto Congreso del ELN. Revista Unidad. 2006. 7 Corporación Nuevo Arco Iris. Investigación ya citada. 5 6

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perduró como un lastre en la vida pública colombiana. En las elecciones presidenciales de 2006 se recuperó la vitalidad de la controversia política, por que hubo dos fuerzas realmente contrarias. Cuando el Presidente Uribe decía TLC, Carlos Gaviria, a la cabeza del Polo Democrático Alternativo, decía no al TLC; cuando el presidente Uribe decía seguridad democrática con énfasis en la solución militar, Gaviria decía solución negociada como el énfasis principal; Uribe decía nada de matrimonio gay, Gaviria decía sí al matrimonio gay; Gaviria había defendido la despenalización dosis mínima de marihuana y Uribe la atacaba con vehemencia; Gaviria impulsaba la despenalización del aborto y Uribe la confrontaba. Había, por fin, una pareja de contrarios en la política colombiana y esto lo sintió la ciudadanía. Tan claro era el asunto que, a pesar de que Uribe no concurrió a los debates en televisión y eludió las confrontaciones públicas, se fue poco a poco presentando una sorda polarización en la cual los candidatos que no presentaban discursos realmente contrarios al presidente Uribe o que la opinión no los percibía como verdaderamente antiuribistas se fueron desinflando. Horacio Serpa Uribe, candidato del Partido Liberal, que al principio del gobierno Uribe aceptó la embajada ante la Organización de Estados Americanos y que no podía exhibir un pasado claramente diferenciado de Uribe, pasó a un tercer lugar; y Antanas Mockus, que hablaba de un post uribismo en medio del furor uribista, obtuvo una mínima aceptación de los electores. Las categorías de izquierda y derecha, que ya no se utilizaban en la política colombiana, empezaron a tener uso. El lenguaje corriente, para definir a los partidos o movi-

EN

LA S ELECCIONES

PRESIDENCIALES DE

2006

SE RECUPERÓ

LA VITALIDAD DE LA CONTROVERSIA

POLÍTICA , POR QUE

HUBO DOS FUERZAS REALMENTE

CONTRARIA S .

C UANDO EL P RESIDENTE U RIBE DECÍA TLC, C ARLOS G AVIRIA , A LA CABEZA DEL P OLO D EMOCRÁTICO A LTERNATIVO , DECÍA NO AL TLC...

mientos políticos, era el de partidos tradicionales para denominar a los liberales y conservadores y de fuerzas independientes para llamar a quienes se ponían por fuera de estos agrupamientos. A los mismos líderes políticos no les gustaba que los ubicaran en la izquierda o en la derecha. Entendían estas calificaciones como ilegítimas o inadecuadas. La izquierda, por primera vez, ocupó el segundo lugar en la contienda electoral presidencial y se alzó con dos millones seiscientos mil votos, postulándose como una verdadera alternativa de gobierno para el 2010. Ahora exhibe con orgullo el rótulo de izquierda. El ELN entiende, entonces, que la existencia del Polo Democrático le puede aportar muchísimo a su negociación. Pero sabe también que la negociación del ELN, le puede aportar al Polo para las elecciones del 2010. El Ejército de Liberación Nacional ha empezado a mostrar que comprende que tanto las banderas políticas del Polo Democrático Alternativo como su crítica a la violencia tienen razones fundadas en esta nueva etapa del país. La forma elogiosa como se han referido al destacado papel que cumplió Carlos Gaviria Díaz en la campaña electoral y a las ejecutorias de Luis Eduardo Garzón en la alcaldía de Bogotá testimonian estas nuevas ideas del ELN. La izquierda civilista está en la vida política nacional reivindicando las mismas banderas sociales que levanta la guerrilla, pero es mucho más avanzada en algunas formulaciones de la agenda contemporánea. Es decir, Colombia presenta la paradoja de que la izquierda no armada, la izquierda que critica la violencia venga de donde viniere, se muestra más radical en sus banderas políticas que la izquierda armada. No me imagino a Rodríguez Bautista y a Marulanda defendiendo los derechos de los gay, o rom-


piendo lanzas para despenalizar la dosis mínima de marihuana, o hablando abiertamente de la autorización del aborto. Ahora bien, tal como están las cosas en Colombia, la gran beneficiada de la violencia política es la derecha. Mientras el tema de la guerra siga vigente y los problemas de seguridad ocupen el primer plano, la ciudadanía no votará tranquilamente a la izquierda. Lo anterior porque la ciudadanía le cree más a la derecha en estos asuntos. El triunfo de la izquierda sólo será posible, si hay un proceso de civilización del país, si la violencia sale de la competencia política. La izquierda en América Latina debe buena parte de sus triunfos a que, en la región, han saltado a primer plano los problemas sociales y ella recibe respaldo ciudadano para promover los derechos sociales; pero aquí seguimos con los temas de seguridad, donde se le cree más a la derecha. El principal aporte de la guerrilla al desarrollo de la izquierda es dar el salto hacia la paz. Si además pueden, en el marco de las negociaciones, conquistar algunos cambios que refuercen la democracia y traigan algunas mejoras sociales en las regiones, el aporte sería redondo. Superar la violencia y la guerra dejaría a la derecha sin pretextos. No podría invocar más ese fantasma para seguir cometiendo atrocidades. Eso es lo que quizás ha empezado a entender el Ejército de Liberación Nacional que, además, tiene una tradición política bien fundada en su principal líder, el padre Camilo Torres Restrepo, creador del Frente Unido en los años sesenta. La coyuntura del país ofrece, además, al ELN una gran oportunidad. No sólo hay un gran avance de la izquierda sino que la derecha está entrando en una crisis profunda. La vinculación entre paramilitares y políticos en las elecciones del 2002, 2003 y 2006 se ha empezado a destapar. Un buen número de congresistas ha sido llamado a juicio por la Corte Suprema de Justicia. Al parecer, la justicia colombiana empieza a reaccionar con diligencia y con honestidad y si este proceso va al fondo de lo ocurrido, la relación de fuerzas

MIENTRAS EL TEMA DE LA GUERRA SIGA VIGENTE Y LOS PROBLEMAS DE SEGURIDAD OCUPEN

EL PRIMER PLANO, LA CIUDADANÍA NO VOTARÁ TRANQUILAMENTE A LA IZQUIERDA.

políticas sufrirá un cambio profundo. Según la investigación académica que adelantó la Corporación Nuevo Arco Iris, con el apoyo del gobierno de Suecia, durante dos años largos, en el país se presentó una gran ola de expansión del paramilitarismo entre 1999 y el 2003. Los paramilitares llegaron a 223 municipios y establecieron un control del territorio. Buscaron una alianza con la clase política y la lograron. En el 2002 eligieron a 26 senadores y sus fórmulas a cámara; en el 2003 a 251 alcaldes, 8 gobernadores y no menos de 4000 concejales; y en el 2006 se alzaron con 33 senadores y 50 representantes a la cámara8. Si la justicia logra llevar a la cárcel a una buena parte de estos dirigentes políticos, el terremoto que se producirá en la vida nacional será demoledor. Quiere decir que buena parte de los partidos uribistas se van a ir al suelo o van a entrar en una crisis profunda. Un eventual acuerdo de paz con el Ejército de Liberación Nacional reforzaría la idea en la opinión pública de que la izquierda colombiana, a diferencia de la derecha, ha dejado atrás la utilización de la violencia. El ELN, a su vez, podría llenar espacios que dejan estas fuerzas en las regiones y podría contribuir a profundizar el cambio político en el país. Obviamente esto implicaría meter el acelerador en el proceso de negociación, cuestión que aún no está muy clara para esta organización.

UNA

P

NEGOCIACIÓN DIFICIL

ero la negociación entre el Ejército de Liberación Nacional y el gobierno no es fácil, especialmente porque parten de puntos de vista muy distantes. El ELN cree y plantea una negociación en dos fases: una primera fase incluiría acuerdos humanitarios, un cese de hostilidades convenido o tregua bilateral financiada con un apoyo internacional y con mecanismos de juego político como la Convención Nacional. Luego, una segunda fase de negociación de contenidos, donde el ELN es una

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Corporación Nuevo Arco Iris. Investigación ya citada

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guerrilla que, a pesar de las desventajas militares, tiene un orgullo de 40 años de acción militar y tiene ambiciones importantes de reforma política y de cambios sociales como producto de esta negociación. Una tregua bilateral o un cese de hostilidades tienen al frente variados obstáculos. Se realiza en medio de un conflicto en el que intervienen otros actores armados poderosos: las Farc y los sectores paramilitares que aún no se han desmovilizado. Estas fuerzas, como vimos atrás, perturban los intentos del ELN de avanzar hacia la paz. Lo hicieron en el pasado cuando los paramilitares se atravesaron en el despeje de una zona en el sur de Bolívar para la negociación entre el presidente Pastrana y el ELN. Lo hacen ahora cuando las Farc han desatado una ofensiva sobre las zonas de influencia “elena”. Incluso algunos sectores de la fuerza pública abrigan la esperanza de que el ELN desaparezca en medio de la inercia de la guerra atroz que se libra en el país. En voz baja hablan que lo mejor es dejar que esta fuerza se vaya liquidando en medio de los embates de todos los actores armados y no ven con buenos ojos que se le tienda la mano para una negociación generosa. La dispersión de las fuerzas del ELN, y su tendencia a mantenerse en estas regiones durante el cese de hostilidades, hace muy complicada tanto la labor de verificación como la de protección. Esta guerrilla tiene pequeños núcleos armados a la largo y ancho del país desde Nariño, en el extremo sur, hasta la Guajira, en el norte. Desde Arauca, en el oriente, hasta Chocó, en la costa occidental. Son grupos que conservan algunos nexos con las comunidades y quieren mantenerse allí y buscar la realización de acciones humanitarias y sociales en estas zonas. En no menos de 23 departamentos hay presencia de células del ELN. A la dispersión geográfica de las fuerzas del Ejército de Liberación Nacional se le suma un funcionamiento interno que tiene mucho de federalismo y de democracia consensual. El Comando Central no es un organismo que pue-

U NA

TREGUA

BILATERAL O UN CESE DE HOSTILIDADES TIENEN AL FRENTE VA R I A D O S

O B S T Á C U LO S .

SE

REALIZA EN

MEDIO DE UN CONFLICTO EN EL Q U E INTER VIENEN OTROS ACTORES ARMADOS

PODEROSOS.

da tomar decisiones rápidas y definitivas sobre los temas de negociación. Debe consultar permanentemente a la Dirección Nacional y a los frentes guerrilleros. En muchas de las estructuras del ELN existe, además, la aspiración a participar de manera más directa en la negociación. Quieren que las conversaciones se desarrollen en el país y tengan en cuenta las particularidades de cada región. La inconformidad de algunas estructuras y las contradicciones internas del ELN en estos temas ya se han empezado a filtrar a la opinión pública. El ELN, en los muy diversos intentos de negociación que ha emprendido en los últimos quince años, ha ido acumulando, igualmente, una agenda sustantiva de negociación. En esa agenda están reformas políticas con acento importante en variaciones al poder local y tiene mecanismos como la Convención Nacional y la Asamblea Nacional Constituyente; proyectos de desarrollo regional; acuerdos humanitarios; respuesta a las aspiraciones de movimientos sociales y de minorías étnicas; aspiraciones que no son fáciles de tramitar en una mesa de negociación, cuando la fuerza militar que las respaldan atraviesa por dificultades inmensas. Por su parte, el gobierno quiere una negociación rápida, cuyo centro y eje inicial sea el cese de hostilidades. Además, quiere avanzar hacia una desmovilización pronta con garantias para la acción política de la fuerza


del ELN, integrada a la vida civil. El proyecto de negociación del gobierno no incluye un proyecto de reformas y de cambios políticos y sociales y una negociación de aspectos institucionales. Lo ha señalado el presidente Uribe desde un principio: hay garantías para las fuerzas políticas que se desmovilicen y hay garantías para unirse a la política pero, difícilmente, se negociarán en la mesa cambios importantes. Sólo en algunos momentos y espoleado por circunstancias coyunturales ha ofrecido ir más allá como cuando ofreció una Asamblea Nacional Constituyente en los meses que siguieron a su reelección. Las distancias son muy grandes, pero existen algunas cuestiones que favorecen la negociación. Al ELN no se le ha involucrado a fondo con el tema del narcotráfico. A algunos frentes guerrilleros se los acusó de implicarse con el narcotráfico pero, de hecho, el ELN no ha participado de manera decisiva en este tema. Esta es una situación que, ante la comunidad internacional y sobre todo, frente a Estados Unidos, da cierto aval para iniciar un proceso de negociación. La negociación entre el ELN y el gobierno tiene cierto “ángel”. Cada vez que se realiza un intento, a pesar de la cantidad de fracasos que ha habido y a pesar de la desconfianza generada por las desilusiones, siempre aparecen países que quieren acompañar. Personalidades como Gabriel García Márquez, que quieren aportar; todo el mundo quiere ayudar e involucrarse en la negociación. Parece una situación un tanto extraña, pero sucede. A su vez, siempre existen territorios y garantías que se le ofrecen al ELN, lo que representa una fortaleza importante. Pero la negociación encuentra obstáculos cuando se empieza a discutir la parte sustantiva. En este momento el forcejeo se concentra en el cese de hostilidades. El Ejército de Liberación Nacional seguramente prolongará mucho la posibilidad de acceder al cese de hostilidades, no porque se la esté jugando militarmente y tenga allí grandes posibilidades, sino por un hecho simbólico: la negociación entraría en un punto de

E N ESTE MOMENTO EL FORCEJEO SE CONCENTRA EN EL CESE DE

HOSTILIDADES .

E L E JÉRCITO DE L IBERACIÓN N ACIONAL

SEGURAMENTE PROLONGARÁ MUCHO LA POSIBILIDAD DE ACCEDER AL CESE DE HOSTILIDADES , NO

PORQUE SE LA ESTÉ JUGANDO MILITARMENTE

no retorno. Y el ELN quiere sacar réditos políticos para tomar esa decisión, por ejemplo, la Convención Nacional y proyectos sociales para las regiones donde tiene influencia. Algunos grupos de la sociedad civil que se acercan a ayudarle al ELN en la negociación tampoco aconsejan bien a esta guerrilla. Le crean la ilusión de que en una negociación larga y pausada pueden acumular importantes fuerzas sociales y políticas en las regiones, a través de mecanismos como las “Casas de Paz”, o de una sucesión de eventos públicos realizados alrededor de la Convención Nacional. Incluso, hay quienes animados por un afán de oposición al gobierno Uribe, le señalan al ELN que debe adelantar la negociación con este gobierno, pero debe esperar con paciencia para firmar con el mandatario que surja de las elecciones del 2010. Es una evidente falta de responsabilidad con el propio ELN y con el país. El ELN tiende a tomar como referencia los procedimientos y los contenidos de la negociación que tuvo lugar en El Salvador entre el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y el gobierno del presidente Alfredo Cristiani. En el proceso salvadoreño se gastaron su tiempo en hacer unos acuerdos humanitarios y en acordar un cese de hostilidades, para entrar luego a discutir los contenidos políticos, económicos y sociales de la negociación y la dejación de las armas. Pero en la Colombia de hoy son otros los tiempos y las urgencias.

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S

GOBIERNO LE F AL ACIA ALTT A A U D DACIA

i al ELN le sirve la negociación, al gobierno también le presta un gran servicio. Conquistar un cese de hostilidades y avanzar hacia el final del alzamiento armado de esta guerrilla, significa restarles fuerzas a los actores ilegales, avanzar en la recuperación del monopolio de las armas para el Estado, reducir los índices de violencia en algunas regiones y dar un paso más hacia la reconciliación del país. También le sirve para enviarle un mensaje a la comunidad internacional y a la opinión pública nacional. Al gobierno del presi-

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dente Uribe se le ha acusado, permanentemente, de favorecer a los paramilitares y de rehusar cualquier acercamiento a las guerrillas. Una negociación exitosa con el ELN le mostrará al país y al mundo que Uribe tiene un espíritu de paz pluralista, que es capaz de sentarse a concertar salidas para el país con fuerzas evidentemente contrarias a sus ideas. La negociación con el ELN podría prestar otro servicio especial. Forjar un modelo de negociación que con variaciones sirva también para ofrecer una alternativa de salida política para las Farc. Con el ELN se podría hacer el primer ensayo de una tregua con una decisiva veeduría internacional imprescindible al momento de negociar con las Farc. Otro experimento serían los acuerdos humanitarios que den pistas para el intercambio con las Farc. También empezar a encontrarle soluciones a las zonas cocaleras. Igualmente examinar las demandas de reformas políticas. Establecer una ruta probable de negociación que parta de acuerdos humanitarios, pase por el cese de hostilidades y termine en la negociación de la agenda sustantiva y en el ingreso a la vida civil. Pero al presidente Uribe y al Alto Comisionado de Paz les ha faltado audacia en los acercamientos con el ELN. Es más, no han aprovechado suficientemente el ambiente favorable que hay en algunos sectores del país y en la comunidad internacional hacia esta negociación. En el gobierno no hay audacia y no hay una comprensión de la situación del Ejército de Liberación Nacional. No hay ofertas importantes para el ELN. No quieren entender que, a pesar de las dificultades militares y políticas por las que atraviesa en la actualidad, el ELN es una guerrilla orgullosa que tiene una larga historia. En sus filas estuvo Camilo Torres Restrepo. La historia del país pasará y pasará y Camilo permanecerá. Este sacerdote, pionero de la teología de la liberación y de los cambios políticos en América Latina, está en el corazón de la historia colombiana. El ELN tiene unas demandas y se alzó en armas por una cosa políti-

EN

EL GOBIERNO

NO HAY AUDACIA Y NO HAY UNA COMPRENSIÓN DE LA SITUACIÓN

DEL E JÉRCITO

DE L IBERACIÓN

N ACIONAL . N O HAY OFERTA S IMPORTANTES PARA EL

NO

ELN.

QUIEREN

ENTENDER QUE , A PESAR DE LAS DIFICULTADES MILITARES Y POLÍTICAS POR LAS QUE ATRAVIESA

EN LA ACTUALIDAD , EL

ELN ES UNA

GUERRILLA ORGULLOSA QUE TIENE UNA LARGA HISTORIA .

ca y ha mantenido un estandarte político. Se ha preocupado por mantener unas banderas políticas, aún en medio de la degradación de la guerra en la cual, igualmente, tiene responsabilidades el ELN, pero en medio de eso ha mantenido un discurso y un proyecto político. Incluso su actual debilidad militar se debe a la lucha que libra para no perder, totalmente, los ideales que inspiraron su surgimiento en la ya lejana década de los sesenta. Su negativa a meterse de lleno en el narcotráfico, su disposición a mantener el trabajo comunitario, su apego a ideas de justicia social inspiradas en la teología de la liberación, no le han permitido coger el ritmo feroz que la guerra a adoptado en los últimos años del país. El gobierno, la comunidad internacional y la sociedad civil tienen que ayudarle al ELN a fugarse hacia delante. A desechar toda tentación de responder militarmente a las agresiones de los paramilitares y de las Farc o las acciones de la fuerza pública. Es preciso insistir, una y otra vez, en que es un verdadero suicidio responder con las actuales fuerzas del ELN, a la atroz dinámica que tiene ahora el conflicto colombiano. También que es un gran descalabro ético y político volver atrás y echar mano del narcotráfico, del reclutamiento masivo y de la ocupación militar del territorio para defenderse de la acción de todos los actores de la guerra y emprender así una reactivación militar del ELN. Es preciso convencer a los “elenos” de la necesidad de entrar a tramitar rápidamente un cese bilateral de hostilidades y, sobre esta base, acordar un cordón humanitario que proteja tanto a la población civil de sus zonas de influencia, como los combatientes comprometidos en la tregua. Con el despliegue de la comunidad internacional, de organizaciones de la sociedad civil y de la iglesia, con la contribución de partidos como el Polo Democrático Alternativo, se pueden organizar misiones humanitarias y formas de resistencia civil activa que protejan a esta organización en su camino definitivo hacia la paz.


Pero al Ejército de Liberación Nacional no se le puede llegar sólo con admoniciones y consejos. Es preciso ofrecer alternativas para sus problemas reales. La situación económica de los frentes guerrilleros es difícil, también las condiciones de vida de los pobladores de las regiones donde ellos tienen influencia. La búsqueda de recursos económicos para crear zonas de paz ofrecería alternativas, tanto a los combatientes como a los pobladores, para comprometerse a fondo con un proyecto de reconciliación. La superación del secuestro, que generaría una gran confianza en la negociación y liberaría a esta guerrilla de este lastre aberrante, está muy ligada a encontrar fuentes de financiación legítimas para la transición del ELN hacia la paz.

U NA

U

AGEND A ACUMUL AD A EN AGENDA ADA

15

AÑOS

na mirada a los distintos intentos de negociación del Ejército de Liberación Nacional con el estado colombiano nos permite comprender de donde han salido muchos de los temas que hoy lleva a la mesa de negociación esta guerrilla y de las metodologías que reivindica. Nos permite comprender qué dice, cuando dice algo, el ELN. Todo ha sido discutido en este largo proceso. Las zonas de paz y los proyectos de desarrollo para las regiones, la Convención Nacional, La posibilidad de reformas políticas y sociales y de una Asamblea Nacional Constituyente, algo sobre la amnistía y el indulto, la reglamentación de una zona de despeje, la participación de la sociedad civil y de la comunidad internacional, el cese de hostilidades. Nada se ha quedado por fuera. La experiencia del ELN en conversaciones de paz es vasta. Arrancó cuando apenas empezaba la década del noventa del siglo pasado, en 1991. Conjuntamente con las Farc y con la disidencia del EPL se fueron a Caracas y a Tlaxcala para buscar la reconciliación del país con un gobierno que había sido particularmente duro en la confrontación. Se había atrevido incluso a atacar “Casa Verde”, un remoto lugar en el municipio de la Uribe, donde las Farc tenían su mando central que goza-

EN

SUS FILAS

ESTUVO C AMILO

T ORRES R ESTREPO . L A HISTORIA DEL PAÍS PASARÁ Y

PASARÁ , Y C AMILO

PERMANECERÁ .

E STE

SACERDOTE ,

PIONERO DE LA

TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN Y DE LOS CAMBIOS POLÍTICOS EN

A MÉRICA L ATINA , ESTÁ EN EL CORAZÓN DE LA HISTORIA

COLOMBIANA .

ba de inmunidad en virtud de la tregua que habían establecido años atrás con el presidente Belisario Betancur. El cese de los fuegos no se había roto formalmente, aunque era evidente que ya no operaba en los hechos y Cesar Gaviria lo volvió añicos, inesperadamente. En este periplo por México y Caracas se discutió, intensamente, sobre los problemas colombianos y se llegó a dibujar en el mapa nacional una multitud de zonas donde se establecerían las guerrillas para empezar a adelantar nuevamente un cese de hostilidades y a impulsar labores de paz con la población. Las conversaciones se rompieron a raíz de la muerte, en cautiverio, del dirigente político Argelino Durán Quintero, pero es evidente que de allí el ELN sacó lecciones que luego ha utilizado en sus diálogos. Las llamadas zonas humanitarias o de paz -que ahora empiezan a invocar como mecanismo para resolver la ubicación de sus fuerzas en las regiones en el marco de un posible cese de hostilidades- algo tienen que ver con aquellas primeras conversaciones. En 1997 una delegación del ELN se va, en forma discreta, a Madrid, España y se reúne en el Palacio de Viana con miembros del gobierno del presidente Ernesto Samper Pizano. Tenían el acompañamiento de representantes de la Comisión de Conciliación Nacio-

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nal. Tenían, igualmente, la plena autorización del presidente de la república y suscribieron un detallado y ambicioso preacuerdo de paz. En este preacuerdo se diferenciaban los temas políticos y los militares. Para los primeros, se establecía un itinerario que pasaba por una Convención Nacional y terminaba en una Asamblea Nacional Constituyente, que habría de realizar reformas importantes para el país. Para los segundos se establecía, como meta, poner fin al alzamiento armado y se exploraban distintas posibilidades para el destino de las armas. Por esos días se habló, incluso, de que algunos de los mandos militares del ELN podrían participar en una fuerza pública renovada por los acuerdos de paz. Este documento debía ser examinado y ratificado tanto por el Comando Central del ELN como por el Presidente de la República para adquirir plena validez y, antes de que esto ocurriera, se filtró a la opinión pública y suscitó un intenso debate que inhibió a las partes para avanzar. Era también el momento en que el gobierno de Samper se debatía en una aguda crisis producto de las acusaciones de infiltración de dineros del narcotráfico en su campaña electoral. Tanto la Convención Nacional como la Constituyente se han convertido en temas recurrentes en los eventos en los cuales el ELN acude a buscar un pacto de paz. La idea de una amplia participación de la sociedad civil en las negociaciones de paz está claramente articulada a estas ideas. El Preacuerdo de Viana es el documento que da aliento al complejo proceso de conquistar un protagonismo importante de la sociedad civil en un proceso de

negociación entre las guerrillas y el Estado. Con el correr del tiempo, tanto el gobierno como los distintos sectores que se acercan a los intentos de negociación con el ELN, aceptan que la participación de la sociedad civil es importante y podría ayudar mucho a generar un modelo participativo en las conversaciones de paz. También aceptan que una vinculación activa de sectores de la sociedad en el postconflcito sería una novedad importante en Colombia. Pero la lentitud de las negociaciones con el ELN se ha derivado también de las dificultades para establecer mecanismos de vinculación de la sociedad civil y para darle trámite a las agendas con que concurren a la mesa estos sectores.

DE

E

TANTO LA CONVENCIÓN NACIONAL COMO LA

CONSTITUYENTE SE HAN CONVERTIDO EN TEMAS RECURRENTES EN LOS EVENTOS E N LOS CUALES

EL

ELN

ACUDE

A BUSCAR UN

PA C T O D E PA Z .

N U E V O ...

n el verano de 1998 el ELN vuelve a hacer otro intento de acercamiento al gobierno. Había sido elegido el presidente Pastrana, pero aún no se había posesionado cuando, a instancias de organizaciones de la sociedad civil, se organizó un encuentro en Alemania en el que participaron tanto sectores de la sociedad civil como miembros del gobierno que salía y posi bles funcionarios del gobierno entrante. La idea fue desarrollar una especie de empalme entre un gobierno y otro en los temas de paz con el Ejército de Liberación Nacional. Pero la iniciativa fue de la sociedad civil. El gobierno alemán y la Conferencia Episcopal de ese país auspiciaron el evento. La participación de la sociedad civil fue nutrida: empresarios, dirigentes políticos, miembros de las organizaciones no gubernamentales, una importante delegación de la iglesia. Se discutieron con ardentía los temas de una agenda de negociación que se dejaría como herencia al nuevo gobierno y se abordó, por primera vez, con franqueza, el tema del secuestro, que sin duda, es una de las más arduas violaciones a los derechos humanos. También afloraron otros temas humanitarios. El desminado de zonas. El respeto a la población civil. El desplazamiento forzado de


personas. El ELN dijo con la mayor sinceridad -para algunos de los asistentes fue un gran descaro-, que el abandono del secuestro estaba indisolublemente vinculado a encontrar una fuente de financiación para el ELN en el marco de un proceso de paz. Incluso el gobierno alemán, a través de los esposos Mauss9 que habían servido también de promotores de la reunión, insinuó que podría ayudar a establecer un fondo económico que contribuyera tanto a superar el secuestro por parte del ELN como a cesar el ataque a la infraestructura del país. La discusión quedó abierta. No obstante, como hecho simbólico, el ELN se comprometió a no secuestrar ancianos mayores de sesenta y cinco años y mujeres embarazadas, declaración que luego suscitaría controversias en el país, porque se decía que los participantes habían tenido el desatino de firmar un documento en el que tácitamente se aceptaba el secuestro de las personas que no correspondían a la especificación señalada. El gobierno del presidente Pastrana no le prestó suficiente atención a las conclusiones de esta reunión. La ilusión de que podría llegar a un acuerdo de paz con las Farc se robó todo el esfuerzo del mandatario y de su comisionado de paz en el primer año y medio de gobierno. El Alto Comisionado de Paz, Víctor G. Ricardo, miró muy poco hacia el lado del ELN. Incluso en algunas reuniones justificaba esta desatención al tema “eleno” diciendo que un acuerdo con las Farc arrastraría al ELN inmediatamente. El legado de la reunión de Alemania es bastante amplio. De ahí en adelante los temas humanitarios empezaron a tener mucha importancia en todas las mesas de conversaciones con el ELN. Lo mismo la presencia de la comunidad internacional. También la presencia de los diversos sectores de la sociedad civil. Después nunca han faltado estos ingredientes en las reuniones entre el gobierno y el ELN. En el verano de 2000, del 25 al 27 de julio, en el hotel Movenpick de Ginebra, se realizó el “Encuentro por un consenso nacional por la paz de Colombia” entre delegados del gobierno del presidente Pastrana y dirigentes del

EL

GOBIERNO DEL

PRESIDENTE

PASTRANA

NO LE

PRESTÓ SUFICIENTE AT E N C I Ó N A L A S C O N C LU S I O N E S D E

E S TA R E U N I Ó N . L A I LU S I Ó N D E Q U E PODRÍA LLEGAR A UN ACUERDO DE

PA Z CON L A S F ARC SE R O B Ó T O D O EL

ESFUERZO DEL M A N D ATA R I O Y D E SU COMISIONADO D E PAZ EN EL PRIMER AÑO Y MEDIO DE

GOBIERNO.

ELN, con participación de la sociedad civil. En el se intentaba organizar una agenda para una negociación que corriera paralela a la que estaba desarrollando el gobierno con la guerrilla de las Farc en San Vicente del Caguán. Se inició, igualmente, la discusión sobre una posible zona de encuentro en el sur de Bolívar, donde se pudiese efectuar tanto la negociación directa entre el ELN y el gobierno, como la Convención Nacional. En medio de la segunda reunión se presentó una aguda crisis. Había empezado el evento con buenos augurios por la gran participación de distintos sectores de la sociedad colombiana y porque Camilo Gómez, Comisionado de Paz de entonces, quería probar si podía dar un salto en las conversaciones con esta guerrilla para estimular las negociaciones del Caguán, que empezaban a tener dificultades. Pero a la lejana Ginebra llegó la información de que se estaba produciendo un gran ataque de los paramilitares, comandados por Carlos Castaño, a los principales campamentos del ELN en el sur de Bolívar. La delegación del ELN, en cabeza de Antonio García, suspendió las deliberaciones y señaló que estos ataques no podrían hacerse sin una colaboración efectiva de la propia fuerza pública. Entendían que era una provocación para impedir que se avanzara hacia un acuerdo. La reunión se reanudó muy pronto y culminó, con relativo éxito, señalando una ruta para establecer la zona de encuentro en el sur de Bolívar y dar impulso a un proyecto serio de negociaciones en el que estuvieran presentes los mandos fundamentales de la organización. Pero el hostigamiento armado de los paramilitares continúo y también las movilizaciones sociales en contra del despeje de un territorio se acentuaron. Entonces las conclusiones de aquel evento se fueron quedando en el archivo. Pero Ginebra había aportado la idea de “zona de encuentro”

Los esposos Mauss son una pareja de alemanes muy controvertidos en Colombia. Miembros de una empresa internacional de seguridad ayudaron a liberación de varios secuestrados mediante negociaciones y luego se dieron a la tarea de ayudar a los acercamientos del ELN hacia las conversaciones de paz. 9

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que tendría otras rondas de discusión en La Habana y en la misma Ginebra a lo largo del 2001. En esas discusiones se logró elaborar un documento común en la que se consignaba una detallada reglamentación del tipo de zona de despeje que se establecería en una eventual negociación.

L O S EVENTOS S E A L A H ABANA

TRASL A D AN DA

E

n una declaración firmada en esa ciudad, el 12 de marzo de 2002, entre el gobierno del presidente Pastrana y el ELN aparece “el compromiso de avanzar hacia una tregua”. Esta decisión se había preparado durante varios meses, en pacientes reuniones, que empezaron a mediados de noviembre de 2001 en la capital cubana. El primer convenio tiene fecha 24 de Noviembre y se denomina “Acuerdo por Colombia” y en el se plantea “reiniciar formalmente el proceso de diálogo mediante una agenda de transición hasta la terminación del actual gobierno”. En desarrollo de este compromiso se realizó también en Cuba “La Cumbre por la Paz” entre el 29 y el 31 de enero, a este evento concurrieron más de 70 personas entre representantes de la sociedad colombiana y delegados de la comunidad internacional, el gobierno colombiano estuvo encabezado por Camilo Gómez y el embajador Julio Londoño Paredes y por el Ejército de Liberación Nacional estuvieron presentes Ramiro Vargas, Oscar Santos, Milton Hernández, Francisco Galán y Felipe Torres. El Presidente Fidel Castro, en un hecho inusual, hizo un seguimiento paso por paso a esta Cumbre. Estuvo en la apertura y ofreció en la clausura un agasajo especial con comida y ron habanero. Habló con varias delegaciones colombianas, con los empresarios, con los gobernadores, con organizaciones no gubernamentales y, por supuesto, con el gobierno y el ELN. A todos les expresó su preocupación por la situación colombiana, señalando la necesidad de avanzar hacia la paz

PA S O P O R PA S O A

para evitar que una generalización del conflicto lleve a una intervención norteamericana que impacte a toda América Latina. En esta cumbre se hizo un llamado a las partes para que superaran las simples deliberaciones orientadas a preparar una negociación que debía hacerse en el próximo gobierno y se abocaran de inmediato a “analizar el tema de la tregua y del cese de hostilidades, que incluye el respeto a la vida y a la libertad de las personas”. Es decir la reunión invitaba a las partes para que no esperaran hasta la instalación del nuevo gobierno el 7 de agosto del 2002. Pero las partes no atendieron el llamado y esperaron a que empezara un nuevo periodo de gobierno. Y el próximo gobierno fue el del presidente Uribe que logró, cuando ya terminaba su primer mandato, sentar al Ejército de Liberación Nacional a una mesa de exploraciones y que ahora en su segundo mandato debate con esta guerrilla el recurrente tema del cese de hostilidades. Quizás ahora si se pueda. Quizás las enormes posibilidades que se han abierto en el país para que el Ejército de Liberación Nacional haga política empujen a esta guerrilla, rápidamente, a pactar una tregua bilateral y a convenir un acuerdo base para su ingreso a la vida civil y a la paz. Pero van a necesitar de la audacia del presidente Uribe y del comisionado de paz, de una actitud más sensata de la sociedad civil y de una inmensa ayuda de la comunidad internacional.

ESTA

lvalencia@nuevoarcoiris.org.co

EL PRESIDENTE FIDEL CASTRO, EN UN HECHO

INUSUAL, HIZO

UN SEGUIMIENTO

CUMBRE.


D OCUMENTOS

DE

INTERCAMBIO

“HAY QUE HACER HECHOS DE PAZ” ARDO C ELIS M. • P OR L UIS E DU DUARDO

C ORPORACIÓN N UEVO A RCO I RIS

Luego de un año largo de acercamientos entre el gobierno y el Ejército de Liberación Nacional, de cuatro rondas y una expectativa nacional; con la comunidad internacional rodeando este proceso, ¿cómo ve los retos y las posibilidades de este proceso? Alejo Vargas: Creo que el proceso vivió lo que podríamos llamar la etapa de estabilización de la mesa de negociación, que básicamente fue lo que se dio en las distintas rondas anteriores en La Habana Las dos partes lograron contar con una mesa estable, con acompañantes, con reglas de juego. En este sentido me parece que el proceso no tiene otra alternativa que avanzar en la vía de formalizar un proceso de conversaciones, lo que implica dar el paso del cese al fuego y de las hostilidades. Esto manda un mensaje de seriedad, de compromiso. En el 2007 se debe avanzar también en el inicio del proceso de Convención Nacional, de participación de la sociedad, tan caro a los discursos del ELN que, como bien sabemos, enfatizan en que la negociación para ellos pasa tanto por el proceso de participación de la sociedad, como en la necesidad de dar respuesta a los problemas que han estado históricamente ligados a la confrontación y al proceso en las regiones donde la presencia del ELN ha sido importante. ¿Qué significa avanzar en este proceso, en términos de los intereses regionales? A. V: Lograr acuerdos entre gobierno y Ejército de Liberación Nacional, de tal ma-

• A LEJO V ARGAS *

* Maestro titular de la Universidad Nacional, estudió en Lovaina, Bélgica. Se ha dedicado, en los últimos años, a participar en los procesos de facilitación a las iniciativas que ha emprendido el ELN con los gobiernos de los presidentes Samper, Pastrana y Uribe. Voz autorizada sobre los temas de negociación, por su condición de académico, de persona que le sigue el pulso a la política colombiana y por que tiene la firme convicción de que las salidas negociadas y las concertaciones son el camino. La Corporación Nuevo Arco Iris, le agradece la deferencia que tuvo al concedernos esta entrevista en la segunda quincena de enero del año en curso.

nera que las comunidades sientan que, efectivamente, esa cosa que están hablando unos personajes, tienen efectos reales en su vida cotidiana. Me parece, entonces, que el proceso tiene ese desafio: mostrar avances que impliquen respuestas concretas para la gente y es a partir de allí que, efectivamente, se construye una credibilidad en la sociedad colombiana con relación al proceso. Me atrevería a decir, en este momento, que hay una entendible posición de escepticismo de la mayoría de la sociedad colombiana porque se dice: ¨siempre conversan y hacen escarceo de diálogos pero, no pasan de allá¨. En ese sentido, digo, es entendible ese escepticismo; por eso es lo que hay que tratar de modificar. Creo que esto no se modifica con comunicados, con discursos. Hay que hacer hechos, hechos de paz que permitan que las cosas avancen ¿Cómo ve el tema de las elecciones de octubre y la posibilidad de participación del ELN en ellas? AV. Esto era un poco la propuesta que hacíamos a fines del año pasado el grupo de garantes de Casa de Paz, cuando le proponíamos a las partes definir un cronograma, definir un cese del fuego que esté, digámoslo así, coincidiendo con el período electoral y creo que eso puede contribuir a que se creen condiciones de participación democrática. No se trata de que el ELN, simplemente con un cese del fuego, pueda participar de una actividad política. Creo que una participación política del miembros del Ejército de Liberación Nacional tienen que estar, sin duda, pospuesta a cuando hayan acuerdos definitivos. El punto del cese al fuego es muy duro. Ahora hay otra realidad política. ¿Cómo entrarle al cese al fuego y hostilidades? ¿Cuáles son los puntos cruciales a trabajar? A. V: Ese es un punto que en cualquier proceso de negociación es muy importante. En primer lugar, este punto es una decisión estratégica para una organización guerri-

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llera. Sin duda, es una decisión muy difícil para ellos pero, además, porque tiene implicaciones de orden operativo, concreto. En ese sentido yo diferenciaría dos cosas: una es la decisión política, obviamente importante y compleja. Tengo la impresión de que ya en el ELN han avanzado en esa decisión. No sabría si ya han llegado a la decisión, pero tengo la impresión de que han avanzado bastante y creo que cada vez han mirado con realismo que eso es una necesidad para que el proceso tenga avances. La segunda dimensión, es la parte meramente operativa, sobre todo en un conflicto como el colombiano, con tantos actores a nivel regional. Si estuviéramos hablando de un único actor, el tema sería más o menos simple; pero si estamos hablando de zonas donde se traslapan grupos o frentes del ELN, con presencia de las Farc, de paramilitares de la vieja o nueva generación; con otros tipos de grupos asociados a los narcos y a otro tipo de delincuentes, entonces obviamente ahí la situación es muy compleja. ¿Se han discutido el cese del fuego y hostilidades y su correspondiente verificación? A. V: Se ha estado pensando, analizando. Digamos que se ha estado discutiendo, por lo menos, entre los garantes, Francisco Galán y Juan Carlos Cuéllar, en la idea de ir avanzando. Por supuesto las discusiones las van a tener que tomar las partes: gobierno y ELN. Es, un poco, tratar de dar ideas en ese sentido. Creo que lo importante radica en dos dimensiones: Uno, un fuerte y eficaz sistema de verificación, que se logre acordar un sistema de verificación creí-

HAY

QUE

ENCONTRAR UNOS PUNTOS

INTERMEDIOS, QUE NO SEAN LO QUE EN ALGUNA ÉPOCA SE MENCIONÓ COMO

“LAS

CORRALEJAS”.

IMPLICA

ESTO,

DE TODAS MANERAS,

ALGÚN TIPO DE

TERRITORIALIDAD.

ble y fuerte; no puede ser una verificación de orden retórico, lo cual implica un compromiso de la comunidad internacional. Eso, me parece, es un elemento importante y, en segundo lugar, serán los miembros del ELN y del gobierno quienes deben precisar de manera clara, alguna manera acordar territorialidades. Los grupos guerrilleros tienen mucha resistencia a los temas de localización, sobre todo cuando recién empiezan este tipo de diálogos. Hay que encontrar unos puntos intermedios, que no sean lo que en alguna época se mencionó como “las corralejas”. Implica esto, de todas maneras, algún tipo de territorialidad. Creo que eso es parte de la letra menuda que tienen que definir. Estoy convencido, sobre todo con lo que tiene que ver con verificación. A mi juicio, son aprovechables las experiencias del pasado. En el gobierno Pastrana trabajamos bastante con la Comisión Facilitadora en ideas en este sentido, en varios intentos que hubo tanto cuando se planteó la idea de distensión, así como al final, en que se planteó la posibilidad de un cese al fuego sin zona de distensión. Entonces hay muchas ideas que se pueden recuperar, que se pueden plantear pero me parece que lo fundamental es que haya una decisión política. Me parece que si hay una decisión política por hacer el cese al fuego, los otros problemas se van a ir resolviendo. No quiero decir que sea sencillo, pero creo que se puede ir encontrando y me parece que ELN y el gobierno cada vez son más conscientes que ese es el paso que deben abordar prontamente. Y... ¿quién debe integrar la verificación? A. V: En general, creo que en eso hay experiencias internacionales que hay que aprovechar. Creo que no es ponerse a inventar lo que ya está inventado. Uno sabe que organizaciones como Naciones Unidas, por ejemplo, tienen un acumulado de experiencia en muchos otros conflictos internacionales y hay acuerdo en eso, lo mismo que con la OEA.


Uno sabe que con el Ejército de Liberación Nacional , y con la guerrilla en general, probablemente no va a ser sencillo; al principio habrán algunas resistencias por el hecho que han jugado este rol con los grupos paramilitares pero bueno, habrá que ver si se logra la participación de la OEA. Yo creo que hay países que también han tenido experiencias, como España, Noruega, Suiza, Suecia en otros conflictos. Hoy mismo están negociando en Sri Lanka, en Filipinas, etc. Hay experiencias. Pienso que estamos, afortunadamente, en un mundo bastante globalizado donde ya no tenemos la parroquialidad del siglo XIX,. Creo en eso; en que podemos tratar de ver cómo se aprovecha y se logra que expertos que han estado en otros casos, nos pueden ayudar, echar una mano y, seguramente, también va a ver la necesidad de que participen organismos de la sociedad colombiana. ¿Cómo se entiende la veeduría? A. V: Seguramente esa veeduría va a tener que tener un componente más militar, digámoslo así, como también un componente más civil de legitimación. Por eso me parece que ese es el fuerte, por el que se le va a dar legitimidad al proceso. Buena parte de la no legitimidad del proceso con las autodefensas, con los paramilitares, radica ahí, en que no había una veeduría y no la hubo porque obviamente era una cosa muy pequeña, una oficina muy pequeña, no tenia recursos y así no se podía. Si se quiere una cosa seria, hay que pensar en una cosa que tenga una dimensión mucho mayor. Ahora, el tema de la Convención, como parte de la negociación, se ha discutido mucho desde el 97. Usted ¿cómo ve la Convención? AV: Frente a este tema, como parte del proceso de negociación, probablemente uno encuentre posiciones desde las maximalistas hasta las minimalistas. Así como en las negociaciones uno encuentra a los que consideran que la negociación es para voltear patas arriba un país, también a los que consideran el otro extremo: que lo único es que entreguen las

ASÍ

COMO EN LAS

NEGOCIACIONES UNO ENCUENTRA A LO S Q U E CONSIDERAN QUE LA NEGOCIACIÓN E S PA R A V O LT E A R PA TA S A R R I B A U N

PA Í S , T A M B I É N A LO S Q U E

CONSIDERAN EL

OTRO EXTREMO:

Q U E LO Ú N I C O E S QUE ENTREGUEN LAS ARMAS Y VER CÓMO SE UBICAN ESOS TIPOS EN ALGÚN LADO.

SON

LO S D O S

EXTREMOS.

armas y ver cómo se ubican esos tipos en algún lado. Son los dos extremos. Probablemente frente a la Convención Nacional, y haciendo una especie de equiparación, encontremos algo parecido. Una mirada maximalista que considera que la Convención es una especie de Asamblea Constituyente refundacional. Creo que esa idea es maximalista. Siempre ha estado en el tapete. Por otro lado estaría lo que alguna vez expresó el Presidente Uribe cuando decía “bueno que el ELN haga su Convención”, que es algo así como mirar la Convención como una especie de seminario o reunión de dos o tres días, donde se reúnen a echar carreta y listo. Esos son dos extremos Creo que no va haber ninguno de los dos. Eso no niega que otros sectores echen su carretazo y su discusión teórica y se planteen documentos, tema general y demás. Por eso decía hace un rato que es muy importante empezar a andar el proceso de participación, porque hay mucha retórica, muchas ideas, pero eso se concreta cuando se pone a andar el proceso. No creo que el ELN tenga ideas completamente claras, porque entre ellos también hay varias ideas, varias opiniones y, por su puesto, en la sociedad menos. En el gobierno tampoco. En la realidad, eso habrá que irlo construyendo, pero me parece que en la medida que se logre combinar eso, una importante participación de las regiones, donde históricamente el ELN tiene presencia que, a su vez, haga algo muy importante para el proceso y es que de alguna manera los frentes se logren involucrar en todo ese tema. No por allá unas cúpulas que están hablando, no se en donde, sobre la paz, y otros por allá, en el sur de Bolívar, en unos montes de la Sierra Nevada. No. Ver también cómo logran involucrar a las comunidades de sus regiones en esa lógica, como eje fundamental que considera el proceso. ¿Qué se ha avanzado en el tema de participación social, en la perspectiva de concretar la Convención Nacional? AV: Recuerde que en La Habana se acuerdan dos ejes; ambientación del proceso

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y participación para que, efectivamente, le de una legitimidad a este proceso gobierno - Ejército de Liberación Nacional, pero no solamente una legitimidad simbólica sino también una legitimidad en las regiones, es decir, que de alguna manera las poblaciones en las regiones, donde el conflicto ha estado presente, empiecen a mirar que la solución al conflicto pasa por empezar a mirar los problemas de ellos y que también esos distintos frentes guerrilleros, en las regiones, se vayan involucrando. Lo otro tiene un riesgo muy grande y es el riesgo de la completa desconexión. Estarían allá unos dirigentes, seguramente con capacidades analíticas y teóricas y discursivas, que echan carreta con la dirigencia nacional de todos los tipos, y unas bases por allá en las regiones que dicen eso no tiene nada que ver conmigo, no con mi realidad. Creo que el proceso de Convención, o si quiere el proceso de participación, tiene que lograr eso. Por su puesto ese es un desafío muy interesante, porque es necesario construirlo. Está claro que hay un esfuerzo en el involucramiento de las regiones. ¿Qué considera que pueden ser los temas factibles de ser trabajados en la Convención y llevados a un proceso de legitimización, vía Congreso? A. V: En estos días discutía con los colegas de la Comisión Facilitadora, donde se decía que nosotros tenemos también el desafío de deshacernos del pasado sin olvidarnos de las experiencias, pero no podemos seguir prisioneros, entonces les decía: nosotros no podemos seguir prisioneros de Río Verde, donde se definió una agenda de Convención. Si fuera otra guerrilla, más dogmática, probablemente uno diría; esa es la Convención, porque eso no cambia nunca. Evidentemente el Ejército de Liberación Nacional es otro tipo de guerrilla, es una que probablemente se adapta mucho más a las transformaciones. Tanto es así, que el mismo Antonio García ha dicho públicamente “no estamos pensando en zona de distensión, eso es un tema del pasado ya eso no esta hoy en día en la agen-

EVIDENTEMENTE EL EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL ES OTRO TIPO DE

GUERRILLA,

ES UNA QUE PROBABLEMENTE S E A D A P TA M U C H O MÁS A LA S

TRANSFORMACIONES .

TANTO

ES ASÍ,

QUE EL MISMO

ANTONIO GARCÍA HA DICHO PÚBLICAMENTE

“NO

E S TA M O S

PENSANDO EN ZONA DE

DISTENSIÓN, ESO ES UN TEMA DEL

PASADO YA ESO NO ESTA HOY EN DÍA E N L A AGENDA ”.

da”, obviamente la Convención que pensamos en el inicio del gobierno de Pastrana estaba pensada en función de eso, entonces teniendo en cuenta todo ese importante acumulado hoy en día hay que ponerse y enfrentarse al desafio de pensarla hoy. En los temas de Convención, a mi juicio, deben estar por un lado los temas humanitarios, por ejemplo un tema como el desplazamiento toca las fibras del ELN y lo tienen pospuesto y el gobierno también. Todos esos temas de orden humanitario que afectan las regiones, en segundo lugar yo creo que el tema central de orden nacional es el tema político, el tema de la Reforma Política, que en últimas, como todos sabemos, no es partir de cero porque hay una democracia que ha venido mejorando, por supuesto todavía estamos lejos de lo que desearíamos, pero es mucho mejor que hace 20 años. Pero a esa democracia hay que introducirle una serie de cambios y yo creo que hay una tarea importante a trabajar, el tema de la Reforma política que, para muchas fuerzas y para el gobierno, es aceptable porque es avanzar a tener una mejor democracia. ¿La democracia local está en la agenda? A. V: Yo diría que el tema territorial es un tema que seguramente va aparecer. Creo que es una necesidad de la sociedad colombiana. No se si todavía hay una maduración, pero si usted recuerda en la campaña presidencial de 2002 tanto Álvaro Uribe, como Lucho Garzón tenían el tema territorial como tema de su programa. Dentro de los 100 puntos de Uribe, se consideraba establecer 6 grandes regiones, prácticamente la idea de departamento desaparecía y esa es una idea que sigue siendo un tema inconcluso en la sociedad colombiana. Obvio que ese es un tema complejo, porque implica en buena manera un reordenamiento del poder político que se deriva, es de ahí, pero ese es un tema que yo creo podría ser muy importante para la democracia colombiana y, eventualmente, podría ser un tema de interés para muchas fuerzas políticas, no solo


para las fuerzas elenas, que también no están implicando reformas no viables en el momento de hoy. ¿ Y los temas sociales? A. V: Yo pensaría que un tercer tema importante los temas de política social pero, más allá de esos tres grandes temas; la reforma política, el ordenamiento territorial y la democracia local, políticas sociales y la agenda humanitaria, no vería más temas con mucha fuerza, hoy en día en la Convención Nacional. Creo que, incluso, temas que en el pasado quizás fueron muy importantes en los discursos del Ejército de Liberación Nacional, como el tema petrolero o los recursos energéticos, tienen otra valoración hoy día, porque también el mundo es otro, tiene otras circunstancias, yo creo que no habrían esos temas agrarios y demás, siempre van a estar ahí empezando porque la sociedad del siglo XXI ya no es la del XIX. Hablar hoy en día de reforma agraria, es casi un anacronismo, pero bueno seguramente el día que se hable con las Farc, habrá que hablar de eso. Entonces, a mi juicio, el problema político, el problema territorial son los temas centrales. ¿Por qué la insistencia en los temas de reforma política? A. V: El tema político es el fundamental, porque me parece que si hay algo que ha movido mucho al ELN estos últimos años a andar este camino de la salida negociada, me parece que es el impacto de las transformaciones que han hecho por la vía de los votos, luego eso es un mensaje muy claro, ellos admiran a Evo, admiran a Chávez, a Lula, todos han llegado a gobiernos por la vía de los votos no por la vía de las armas. Esto es un mensaje que los sitúa frente a una contradicción interesante y segundo el

CREO QUE LA ALCALDÍA DE

BOGOTÁ CON LUCHO GARZÓN; LA DE MEDELLÍN CON SERGIO FAJARDO Y LA GOBERNACIÓN DEL

VALLE,

CON

ANGELINO GARZÓN HAN

VENIDO SIENDO UN SOPORTE MUY I M P O R TA N T E.

avance de la izquierda en Colombia, pero yo en eso coincido mucho con lo que decía Lucho Garzón en el reportaje a El Tiempo, creo que hay una opción de gobierno real para la izquierda en Colombia, la izquierda democrática pasa por respuestas en este proceso en particular, yo creo que sino hay una solución con el proceso con el Ejército de Liberación Nacional eso va a incidir negativamente en las posibilidades de la izquierda, entonces ese hecho, el avance de la izquierda a sido muy importante, el proceso del Polo sin duda y que el ELN mire con gran simpatía todo esto, es lo que hace que el tema político, el tema de la reforma política es el tema central que se coloca en la agenda. ¿Qué papel puede tomar Lucho Garzón en este proceso? A. V: Creo que Lucho ha venido jugando un papel muy importante, Diría que muy, pero muy fuerte. Creo que ha demostrado una gran voluntad política de apoyo; creo que la alcaldía de Bogotá con Lucho Garzón; la de Medellín con Sergio Fajardo y la gobernación del Valle, con Angelino Garzón han venido siendo un soporte muy importante, de hecho han sido prácticamente si lo podemos decir así la contrapartida de los países acompañantes, creo que estos tres gobernantes, especialmente Lucho, han dado un apoyo político muy importante y creo que lo van a seguir dando. Pienso que así como Lucho, más allá de las tensiones que puedan haber en el Polo, es sin duda el referente de gobierno más importante que tiene la izquierda y también diría que la opción política más importante para el 2010, a mi juicio. Creo que, también, el Ejército de Liberación Nacional mira con mucha simpatía estos esfuerzos que han venido haciendo en la alcaldía de Bogotá y en estos otros gobiernos alternativos. Entonces, me parece, que el papel jugado ha sido muy, muy importante.

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20

D O C U M E N TO S

DE

INTERCAMBIO

HACIA UN CONSENSO NACIONAL PARA LA PAZ Y LA RECONCILIACIÓN

E

n septiembre de 2005 un grupo que firmaba como “Garantes de casa de Paz” le propusieron al gobierno de Álvaro Uribe Vélez y al Ejército de Liberación Nacional, que se autorizara la salida de la cárcel de Itagui de Francisco Galán para que se estableciese en una “Casa de Paz”. Ambas partes estuvieron de acuerdo y así se dio inicio a este nuevo intento de construir un acuerdo de paz. Los garantes son un grupo de colombianos que han asumido jugar un papel de facilitación y, para ello, han recurrido a la amplia experiencia acumulada por sus integrantes, a un sentido de la discreción y del apersonamiento, en buscar fórmulas que acerquen a las partes. El pasado 11 de diciembre, en el Congreso de la república, presentaron la propuesta “Hacia un consenso nacional para la paz y la reconciliación” que Apuntes para la Paz reproduce en su integridad por considerarla como un insumo de primer orden en los intercambios y debates en curso sobre las perspectivas y los retos del proceso gobierno nacional - Ejército de Liberación Nacional.

D

esde el Congreso, órgano que ha de representar a toda la república, para una nación en paz, en democracia y sin narcotráfico, los Garantes de Casa de Paz, sabiendo que el proceso de paz con el ELN es una oportunidad para transformar la crisis en beneficio de la reconciliación nacional, conscientes de la necesidad del intercambio humanitario como parte de la solución política del conflicto proponemos al gobierno nacional, al ELN y a toda la sociedad colombiana: Negociar un cese del fuego y de las hostilidades desde el 1° de mayo -Día Internacional del Trabajo- al 31 de octubre de 2007, a cambio de: 1. Convenir un impuesto para la paz con destino a un Fondo para la Reconciliación y la Reconstrucción Nacional y Local, sobre los patrimonios mayores de 3000 millones de pesos. Estos dineros serían administrados en su inversión por una entidad internacional reconocida por las partes a fin de que no sean escamoteados por el clientelismo local. Si se negociase un cese del fuego y las hostilidades semejante con las Farc proponemos aplazar el impuesto de guerra. 2. Abordar abiertamente y en profundidad el tema del narcotráfico, en tanto que no se puede resolver el conflicto de Colombia sin resolver el tema del narcotráfico. Abordar su desvinculación de la política, la sociedad y los actores armados conformando un equipo de expertos - nacional e internacional- que proponga soluciones al Estado colombiano, a la comunidad internacional y a los actores en conflicto. 3. Establecer estímulos para la más amplia participación de la sociedad, de las localidades y de las regiones en la escogencia de sus representantes y administradores locales y regionales, ofreciendo garantías de seguridad, abriendo espacios en los medios de comunicación de manera convenida con sus propietarios y directores para asegurar un equilibrio informativo que dé igualdad de oportunidades a todos los actores políticos que compitan en la gesta democrática, constituyendo una Comisión Internacional de Garantías del Equilibrio Informativo que apoye la labor del Consejo Nacional Electoral, CNE.


I E T A PPAA Del 1º de enero al 31 de abril - Construcción de un Acuerdo Base Acuerdo Humanitario 1. Parar el desplazamiento mientras se para la guerra. 2. Acuerdo para facilitar el retorno organizado de los desplazados a sus regiones a partir del 1° mayo de 2007, conformando una comisión de alto nivel, nacional e internacional, que desde 1° de enero de 2007 haga un censo de desplazados del sur de Bolívar, Catatumbo, Arauca y el Cauca. 3. Acuerdo entre el gobierno y el ELN para adelantar desminados humanitarios en Nariño, Cauca y Cesar. 4. Acuerdo de no reclutamiento de menores y de separación de los que se encuentren en filas. Acuerdo Político Partiendo del diseño del proceso convenido en la 4° Ronda de La Habana, que señala como ejes la participación de la sociedad y la construcción de un ambiente para la paz 1 . Acuerdo para la construcción de una Comisión Conjunta de Verificación para tramitar los informes del organismo de verificación internacional y para el desarrollo de un acuerdo de garantías, de control del riesgo y de reducción del daño. 2. Acuerdo sobre territorialidad o zonas de ubicación del Cese al Fuego y las Hostilidades. 3. Acuerdo sobre la sostenibilidad del proceso: - Financiación de las zonas de conflicto y sostenibilidad de los combatientes. 4. A cuerdo sobre la libertad individual: - Censo y liberación de secuestrados - Amnistía política a rebeldes. 5. Reconocimiento político del conflicto y reconocimiento político del ELN. 6. Acuerdo de sustitución de cultivos ilícitos con apoyo internacional 7. Gira nacional por la construcción de confianza y para la operatividad de los acuerdos humanitarios y políticos de una Comisión Mixta del Gobierno la Sociedad y el ELN. Proponemos considerar como criterios de esta nueva etapa del proceso: - La Bilateralidad; entendida como el compromiso de no obtener ventajas estratégicas ni militares por ninguna de las partes. - La Transitoriedad; entendida como el carácter temporal y secuencial de las diversas fases del proceso. La Verificación internacional ; entendida como la construcción de un mecanismo y la definición de una entidad responsable para que, una vez convenido el Cese al Fuego y las Hostilidades vele por el cumplimiento de los acuerdos.

II E T A PPAA Del 1º de mayo al 31 de octubre - Cese del fuego y de las hostilidades Por la solución política definitiva del conflicto 1. Cese recíproco de acciones militares, de acciones contra la infraestructura y cese de toda acción hostil contra la población. 2. Inicio de la liberación individual. 3. Desarrollo del acuerdo sobre la participación social en el proceso: - Primeros niveles de la Convención Nacional: Instalación 1° de Junio de 2007. - Desarrollo de Casa de Paz - Garantías para el diálogo político nacional - Garantías para el diálogo local y regional 4 . Ejecución del acuerdo de garantías sobre la equidad en los medios de comunicación. 5. Gira internacional de una Comisión Mixta del Gobierno la Sociedad y el ELN para la comprensión y consolidación del proceso. 6. Acuerdo para el inicio y desarrollo, desde el 1° de Mayo de 2007, de un diálogo con los tres (3) poderes y toda la Nación, para iniciar el estudio de una legislación que establezca unas Zonas Especiales y Experimentales de Gobiernos de Reconciliación que incluyan a los diferentes actores de la sociedad y el Estado. Estas zonas entrarían en vigor a partir del 2008.

III E T A PPAA Del 1º de noviembre al 31 de diciembre De evaluación y transición Evaluación 1. Del Cese al fuego y las hostilidades para su prórroga y la del proceso 2 . De la participación social. - Niveles de cumplimiento en el retorno de los desplazados, en el desarrollo y las transformaciones de las zonas de conflicto. - Niveles de cumplimiento de los desminados humanitarios. - Nivel de desarrollo de la Convención Nacional y Casas de Paz - Garantías para el diálogo político. - Garantías para el diálogo con los tres poderes - Garantías de movilidad nacional e internacional. - Nivel de percepción social del Cese al Fuego y las Hostilidades, tanto nacional como internacional 3. Del verificador Internacional - Informe de la entidad internacional sobre verificación efectiva, control del riesgo y reducción del daño. - Verificación de la libertad personal. - Nivel de desarrollo de los proyectos económicosociales y de la sostenibilidad del proceso. Transición 1. Presentación pública conjunta del Gobierno, el ELN y el Verificador Internacional de los resultados de la evaluación y de la prórroga del Cese de hostilidades y del proceso. 2 Formulación de un proyecto piloto de Zonas Especiales y experimentales de Gobiernos de Reconciliación Esta propuesta la hemos puesto previamente en conocimiento del Gobierno Nacional y del ELN. La hacemos pública con la esperanza deuna respuesta pública. Hacemos una invitación al Comando Central del ELN para que acuerde con el Gobierno Nacional una visita del Comandante Antonio García a Bogotá para que de cara al país y a la comunidad internacional presente su decisión frente a esta iniciativa. Este proceso es de la sociedad y a la sociedad se debe. No abandonaremos nuestro empeño hasta obtener una respuesta. Moritz Akerman, Alvaro Jiménez M, Alejo Vargas, Daniel García-Peña, Gustavo Ruiz M, Carlos Rodríguez, Horacio Arango S.J.

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D O C U M E N TO S O TRA

CITA GOBIERNO

DE

INTERCAMBIO

– ELN

ANUNCIAR POCO Y MOSTRAR MÁS • P OR C AMILO G ONZÁLEZ P OSSO I NDEPAZ

E

l próximo 22 de febrero se encontrarán de nuevo, en La Habana, los voceros del ELN y el Alto Comisionado de Paz del Gobierno para avanzar en la definición de temas sobre el diseño de un proceso de negociación, incluidos mecanismos de participación social y construcción de un ambiente favorable para la paz. Las expectativas sobre los resultados de esa ronda han ido creciendo al ritmo del escepticismo de la población, que en las encuestas indica mayoritariamente poca posibilidad de avances. En una encuesta nacional realizada en diciembre pasado por investigadores de la Universidad de los Andes en acuerdo con Indepaz, el 45% se pronunció a favor de las negociaciones de paz; el 37% por la combinación de guerra - diálogo; y solo el 16% por la solución exclusivamente militar; pero al mismo tiempo el 69,6% manifestó que un acuerdo con el ELN lo consideran poco o nada probable. La fragilidad del ambiente convoca a no plantearse metas inalcanzables o inadecuadas. ¿Es un buen camino para el avance del proceso con el ELN proponer un cese del fuego y de las hostilidades por seis meses, a cambio de una reforma tributaria pro-paz, abocar la solución definitiva del problema del narcotráfico y ampliar las garantías políticas? Si el ELN ha definido ceses unilaterales transitorios en momentos electorales, como ocurrió en las pasadas presidenciales ¿qué sentido tiene proponer ahora semejantes condiciones? Y más preguntas: ¿el centro de la nueva ronda de conversaciones debe ser el cese de fuego o establecer el itinerario y reglas de con-

• C AMILO G ONZÁLEZ * Camilo González Posso se ha consagrado con pasión y argumentos a la búsqueda de la solución política al conflicto interno. Jugó papel destacado en el proceso de paz del M-19 con el gobierno de Barco. Fue promotor de la Asamblea Nacional Constituyente y Ministro de Salud durante el gobierno de César Gaviria. Se destacó en el impulso del Mandato Ciudadano por la Paz de 1997 y ha mantenido la iniciativa en promover la participación ciudadana y la construcción y divulgación de conocimiento para la búsqueda de la paz, desde Indepaz.

versación hacia acuerdos humanitarios y de paz que abran un camino a un pacto definitivo de paz con el ELN? Esta reflexión es provocada por las propuestas de los “garantes de Casa de Paz”, contenidas en el documento “Hacia un consenso nacional para la paz y la reconciliación” entregado a consideración de las partes y publicado para debate ciudadano. Los “garantes” proponen un cese del fuego y de las hostilidades entre el 1 de mayo y el 31 de octubre de 2007, “a cambio de tres condiciones” y proponen, ligado a lo anterior, un itinerario hasta el 31 de diciembre del año en curso, que incluye acuerdos humanitarios y políticos que permitirían un salto adelante en el 2008. La propuesta está muy bien formulada y seguramente está siendo consiP OSSO * derada en las reuniones de los voceros del ELN realizadas en Caracas y por el gobierno. Todo lo relativo al itinerario es novedoso y un excelente punto de referencia, pero la presentación de las condiciones para un cese


al fuego dejan mucho qué pensar. Veamos las tres condiciones recomendadas por los garantes “a cambio de un cese del fuego y de las hostilidades”: 1. Convenir un impuesto para la paz sobre los patrimonios mayores de 3.000 millones de pesos. 2. Abordar el tema del narcotráfico “en tanto no se puede resolver el conflicto de Colombia sin resolver el tema del narcotráfico” y... 3. Establecer estímulos para la participación en las elecciones locales y regionales, en particular garantizando equilibrio en medios de comunicación. Los tres son temas importantes y deberían ubicarse en la agenda de conversaciones, pero no parece claro que deban ser pre condiciones de un cese temporal de fuegos y hostilidades. Ese cese bilateral, recíproco o simultáneo podría justificarse para el trámite de los acuerdos humanitarios y políticos contenidos en el Itinerario esbozado por los garantes y otros similares. 1. El Fondo para la reconciliación y la reconstrucción local es una buena idea y va en la misma dirección de las propuestas de garantizar en la Ley del Plan 2007 – 2010 que se des-

L O RELATIVO A LA DISCUSIÓN DEL TEMA DEL NARCOTRÁFICO Y LA FORMACIÓN DE COMISIONES DE ALTO NIVEL , ES MÁS SENCILLO QUE TRAMITAR UNA LEY TRIBUTARIA COMO LA

PROPUESTA ; LO QUE SOBRA EN LA FÓRMULA DE LOS

GARANTES ES LA IDEA DE QUE NO SE PUEDE RESOLVER EL CONFLICTO ARMADO

EN C OLOMBIA SIN RESOLVER EL TEMA

DEL NARCOTRÁFICO .

tine 1% anual del PIB al Fondo de Reparación de las Víctimas. Se podría pensar en un solo fondo que integre objetivos y considerar varias posibilidades sobre el origen y monto del recaudo. La simultaneidad de dos impuestos a los patrimonios mayores de 3000 millones de pesos, uno para la paz y otro para la guerra, es una propuesta con muchas resistencias. 2. Lo relativo a la discusión del tema del narcotráfico y la formación de comisiones de alto nivel, es más sencillo que tramitar una ley tributaria como la propuesta; lo que sobra en la fórmula de los garantes es la idea de que no se puede resolver el conflicto armado en Colombia sin resolver el tema del narcotráfico. La solución definitiva al problema del narcotráfico depende de muchas variables nacionales e internacionales que escapan a un escenario de negociación entre el gobierno y la guerrilla, de modo que no ayuda condicionar la terminación del conflicto a semejante meta, que supone cambios de la política mundial. Son pertinentes, en cambio, las iniciativas de incluir en la agenda propuestas sobre desvinculación de la política y la economía de las redes del narcotráfico, declaraciones de la guerrilla de rechazo a la financiación con recursos

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de ese negocio y adopción de mecanismos gubernamentales y estatales de combate frontal a la narcopolítica y al narcoparamilitarismo. De igual manera, se destaca en el Itinerario 2007 la firma de un “acuerdo de sustitución de cultivos ilícitos con apoyo internacional” que podría ser parte de programas regionales de desarrollo y paz en zonas especiales de influencia del ELN, en el curso de las negociaciones y sobre todo en el pos conflicto. 3. Es llamativa, también, la tercera precondición del cese al fuego sobre la formación de una “Comisión Internacional del Equilibrio Informativo” que fortalezca garantías políticas en las elecciones locales y departamentales de octubre de 2007. Pero todo ese capítulo de estímulo a la participación electoral y garantías a la oposición y a nuevos partidos resultado de acuerdos de paz, podría ser parte de los puntos políticos a considerar en el proceso o en la primera etapa de negociaciones que se iniciaría en marzo, si se acoge la propuesta de los garantes. Por otra parte, le corresponde a la oposición legal velar, en lo inmediato, por la transparencia y las garantías electorales y esto lo hará con independencia de un eventual cese al fuego del ELN. Los debates en los seminarios y foros realizados en la primera semana de febrero en el Valle, Cauca, Antioquia y Bogotá, con presencia de invitados internacionales, observadores de 15 misiones diplomáticas y más de 700 líderes de organizaciones sociales, gremiales, académicas, llamaron la atención, entre otros asuntos, en los riesgos de condicionar las negociaciones de paz a pactos exigentes sobre cese al fuego y desde el análisis de muchas experiencias internacionales se llamó a repensar propuestas como la entregada por los “garantes de Casa de Paz”. El tema del cese al fuego ha tenido una historia traumática en Colombia, que reclama tratamientos pacientes. En las conversaciones de Caracas y Tlaxcala entre el gobierno de Gaviria y el ELN y las Farc se esbozó un esquema de cese al fuego y hostilidades con zonas de concentración y mecanismos de verificación.

EL

TEMA DEL CESE

AL FUEGO HA TENIDO UNA HISTORIA TRAUMÁTICA E N

C O LO M B I A ,

QUE RECLAMA T R ATA M I E N T O S PA C I E N T E S .

Se quedó en veremos. Luego, cuando la administración Pastrana, se frustró el diseño de una zona de encuentro en las inmediaciones de la Serranía de San Lucas, donde se ubicarían los negociadores a discutir las agendas, incluida la de cese al fuego. En otros procesos se han mostrado éxitos y fracasos del esquema de concentración como condición del cese al fuego y, en el plano internacional, son más frecuentes los ceses de hostilidades después de pactos parciales o definitivos o para acciones humanitarias en territorios y tiempos definidos. Toda esa historia llama a no generar expectativas en un esquema de “territorialidad o zonas de ubicación del Cese al Fuego y las Hostilidades” como el que sugieren los garantes que se pacte en los próximos tres meses. ¿Quçe entienden los “garantes” por territorialidad o ubicación del cese al fuego? Lo mencionan como objetivo de la primera etapa y la enigmática construcción gramatical indica la complejidad del asunto. En pocos días se verán las nuevas cartas en la ronda de La Habana y la gramática se dará la mano con la pragmática para ofrecerle al país una ruta de negociaciones ajustada más a las posibilidades que a nuestros deseos de anuncios espectaculares.


D OCUMENTOS

INTERCAMBIO

tende lograr un cese del fuego y hostilidades y una devolución de las personas secuestradas en poder del ELN y, por parte de este, se aspira a lograr compromisos referidos a la situaA PROPÓSITO DE LA V RONDA ENTRE EL GOBIERNO URIBE Y EL ELN ción de la población desplazada por la violencia en general y en particular al retorno de comunidades a zonas de su interés, se ha mencionado el sur de Bolívar y el Magdalena Medio, Nariño, Cauca y el oriente antioqueño. Tres son los retos sustanciales de esta ronda; establecer con claridad la agenda de temas a abocar, dar señales de parte • L UIS E DUARDO C ELIS M ÉNDEZ y parte, gobierno y ELN de que se está “atornillando” a la mesa de el 22 al 28 de febrero próximos se diálogos y negociaciones, tratanha anunciado la realización de la V do las prioridades de cada uno; de Ronda de Diálogos entre el gobier parte del gobierno el complicado no del presidente Álvaro Uribe Vétema del cese al fuego y liberación lez y el Ejército de Liberación Nacional, ELN, de secuestrados y de parte del en La Habana, Cuba. ELN el bloque humanitario, y Se llega a esta ronda luego de fluidos inavanzar en definiciones sobre la L UIS E DUARDO C ELIS M. * tercambios entre las partes desde su último enpresencia internacional y el papel cuentro formal, en octubre de 2006, y una a jugar, complementario a lo que gran expectativa por que se den pasos signifihan venido aportando los países facilitadores cativos en el orden de establecer una agenda y amigos del proceso; España, Noruega y Suide temas a tratar y se logren abocar dos granza desde que se inicio la fase exploratoria en des bloques temáticos; uno de procedimienseptiembre del 2005, con la salida de Francistos en torno al cese de fuego y hostilidades y co Galán a la casa de paz y luego la incorporala correspondiente verificación que este reción de Suecia, Holanda, Canadá, Italia y Ja* Se ha desempeñado quiere y un conjunto de temas referidos a pón, desde la IV ronda en octubre pasado. como asesor del área acuerdos humanitarios especiales; secuestraIntensas han sido las consultas de las parde la paz de la Corpodos, desplazamiento, desminado entre otros, tes por escuchar razones y posibilidades de ración Nuevo Arco Iris de este bloque humanitario. contar con nuevos actores de la comunidad desde el 2000. internacional en el proceso, ya no solo de paíSus temas son los de D E HISTORIAS Y DESICIONES ses, sino de organismos multilaterales, y han seguimiento a los procesos de negociación ay analistas de este proceso que sostienen saltado las propuestas de la pertinencia de que política con grupos arque difícilmente se podrá avanzar en este la organización de naciones unidas, ONU, y mados; la acción ciuintento de enrutarse por la solución política negola misión de apoyo al proceso de paz de la dadana por la conviciada a este alzamiento de más de cuarenta años, organización de estados americanos –MAPPvencia; de manera parde una guerrilla tesonera y orgullosa de su histoOEA-, se hagan participes de este proceso. ticular trabaja en debaria, como el ELN, si no se logra dar, de parte y Ambas instituciones han estado prestas te e incidencia política. parte, señales de querer fortalecer la mesa de a declarar de manera muy discreta su total Coautor de “El regreso diálogos y negociaciones con decisiones claras e compromiso de participar, son organizaciones de los rebeldes” y un inequívocas de que hay voluntar de concertar y con experticia en los temas de negociaciones especial sobre la histosobre todo de discutir temas sustanciales. políticas y tienen la credibilidad y la capaciria del ELN, con Juanita Por parte del gobierno colombiano, en dad de hacerse partes de un proceso que esLeón, publicado en cabeza del Alto Comisionado de Paz, se pretará urgido de participación de terceros imwww.semana.com

EN

DE

L A PUERTA DEL HORNO ...

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H

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parciales con la posibilidad de acometer tareas complejas en el terreno de lo humanitario, de la verificación del cese del fuego y hostilidades, de proteger a la población civil de agresiones de otros actores armados, de acompañar el desminado de una manera técnica y rigurosa, en fin de jugar un papel, en cada uno de los momentos de un proceso que tiene complejidades enormes y que en algunas fases de su desarrollo deberá contar con la propuesta y la acción de organismos internacionales y lo mejor es contar con una misión mixta, ONU-OEA. El ELN ha dado señales de querer apostar duro a este proceso y la última de ellas fue la designación de Pablo Beltrán, integrante del comando central –COCE- como parte del equipo negociador, dicen, los conocedores de las intimidades del ELN, que Pablo Beltrán es un hombre sereno, calculador al extremo, pragmático y doctrinario a la vez, que su salida como miembro del equipo negociador es una señal, de que el ELN esta jugando cartas fuertes y que se apresta para darle ritmo a la mesa de negociación. Si se quiere que esta negociación se desarrolle, hay que involucrar a las estructuras regionales del ELN, se ha reiterado una y mil veces el carácter federativo de la organización, no es suficiente con tener una mesa en el exterior, sin duda importante, pero se debe avanzar en contar con dinámica regional, punto álgido pero necesario, si se quiere que este proceso sea abarcador de lo que es el ELN y en consonancia con la importancia que tienen los temas regionales en un futuro acuerdo de paz. ELN y gobierno nacional, han dado muestras de flexibilidad, el ELN, se desmarco de un compromiso con las FARC de no entablar ningún tipo de proceso con el Presidente Uribe y este no le exigió cese al fuego previo para sentarse a unos primeros contactos exploratorios, ambas partes han hecho un gasto significativo, pero ha llegado la hora de la hora, o de esta ronda sale agenda y mecanismos para su discusión o es muy posible que se pueda quemar el pan a la puerta del horno, lo cual sería una nueva frustración para quienes deseamos un acuerdo de paz con el ELN y quizás un salto al vació por parte de esta guerrilla, que debe pensar con mucho calculo, que el camino de la acción armada ya no se ajusta a sus anhelos de aportarle sus energías a la acción transformadora, la cual ya no pasa por las balas sino por los votos. lcelis@nuevoaroiris.org.co


D OCUMENTOS

PARAR

DE

INTERCAMBIO

EL DESPLAZAMIENTO

El desplazamiento forzado por las dinámicas de la guerra, han causado en el país la salida de tres millones de personas de sus comunidades originarias.

E

ste es un punto central en la búsqueda de salidas políticas a la guerra. Dos de las instituciones más concentradas en el tema, la Pastoral Social de la Iglesia Católica y Codhes han venido trabajando en la construcción de una propuesta en el marco de este proceso de diálogos entre el gobierno del presidente Alvaro Uribe y el ELN, que presentamos, como un aporte a su difusión.

PARAR

EL DESPL AZAMIENTO MIENTRAS

SE P ARA L A GUERRA

E

l país requiere hechos de paz que alivien la dura situación de la gente que padece la guerra. Por eso presentamos al gobierno nacional y al Ejército de Liberación Nacional esta propuesta de Acuerdo Humanitario Especial sobre el Desplazamiento, reclamando a las partes avances concretos en la construcción de soluciones políticas para superar el conflicto armado y la iniciación de una fase definitiva de negociación que consolide este esfuerzo de paz. En tal sentido: 1. Recordamos que el reconocimiento de la existencia de un conflicto armado interno obliga, con mayor razón, a las partes a ob-

servar y respetar las normas del Derecho Internacional Humanitario, que protegen a la población civil y regulan este tipo de contiendas de carácter no internacional. 2. Advertimos, una vez más, que en medio de este conflicto persiste una grave y prolongada crisis humanitaria que se manifiesta, principalmente, en el desplazamiento forzado de ocho de cada cien colombianos en los últimos 20 años. 3. Reiteramos que es urgente prevenir las causas del desplazamiento, atender de manera integral a las víctimas (tierras, restitución de derechos, retornos voluntarios y reparación) y proteger eficazmente a la población afectada, tal y como lo ordenó la Honorable Corte Constitucional en la sentencia que declara un estado de inconstitucionalidad y una precaria realización del Estado Social de Derecho para las personas en situación de desplazamiento. Esto exige desarrollar enfoques diferenciales para mujeres, niñas, niños, pueblos indígenas y comunidades afro descendientes. 4. Llamamos la atención sobre las invaluables pérdidas de vidas humanas, capital social, bienes patrimoniales, culturales, desarticulación del tejido social y fragmentación de la familia y la sociedad que conlleva el desplazamiento. Así mismo, que las personas afectadas son en su mayoría productores rurales

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que contribuyen significativamente al sostenimiento de los sistemas de abastos agroalimentarios en el país. 5. Expresamos nuestra preocupación por el trámite de iniciativas gubernamentales y legislativas, como el proyecto de Ley de Desarrollo Rural, que favorece la legalización del despojo y el destierro, agrava la situación de la población desplazada y se convierten en un nuevo obstáculo para la construcción de la paz. 6. Consideramos que la superación de la crítica situación que padecen más de tres millones 800 mil colombianos exige la mas amplia convocatoria, participación y concertación con las organizaciones y comunidades de desplazados, proceso que debe ser acompañado de acuerdos entre las partes involucradas en el conflicto para evitar que más personas sean afectadas por el desplazamiento forzado. 7. En consecuencia, proponemos al gobierno nacional y al Ejército de Liberación Nacional que suscriban un Acuerdo Especial, en el marco del Derecho Internacional Humanitario, de tal manera que contribuya a aliviar la situación de la población civil, construya confianza entre las partes e incorpore los derechos humanos en la consolidación de la paz

A CUERDO E SPECIAL

SOBRE

DESPL AZAMIENTO FORZADO

E

l gobierno nacional y el Ejército de Liberación Nacional teniendo en cuenta la grave crisis humanitaria provocada por el desplazamiento forzado y el confinamiento que viola los derechos humanos de la población civil, tomando como referencia que “los principios humanitarios refrendados por el artículo 3 común a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 constituyen el fundamento del respeto a la persona humana en caso de conflicto armado sin carácter internacional”, asumiendo los principios humanitarios contenidos en el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra relativo a “la protección de víctimas en los conflictos armados sin carácter internacional”, aprobado por la “Conferencia Diplo-

PROPONEMOS

AL

GOBIERNO NACIONAL Y A L

EJÉRCITO DE LIBERACIÓN QUE SUSCRIBAN UN

ACUERDO ESPECIAL , E N EL MARCO DEL DERECHO INTERNACIONAL H U M A N I TA R I O , D E TA L M A N E R A Q U E C O N T R I B U YA A ALIVIAR LA S I T UA C I Ó N D E L A

P O B L A C I Ó N C I V I L.

mática sobre la reafirmación y desarrollo del derecho internacional humanitario aplicable en los conflictos armados” el 8 de junio de 1977, conscientes de la incorporación de esta normatividad internacional en la legislación interna desde el 15 de febrero de 1996, en concordancia con la Ley 171 de 1994 y en desarrollo de un compromiso de solución política del conflicto armado,

AC U E R DA N

1

. Dar pleno cumplimiento a las disposiciones del artículo 17 del Protocolo II, Adicional a los Convenios de Ginebra, relativo a la prohibición de los desplazamientos forzados, según el cual “No se podrá ordenar el desplazamiento de la población civil por razones relacionadas con el conflicto, a no ser que así lo exijan la seguridad de las personas civiles o razones militares imperiosas. Si tal desplazamiento tu-


viera que efectuarse, se tomarán todas las medidas posibles para que la población civil sea acogida en condiciones satisfactorias de alojamiento, salubridad, higiene, seguridad y alimentación. No se podrá forzar a las personas civiles a abandonar su propio territorio por razones relacionadas con el conflicto”. 2. Dar pleno cumplimiento a la disposición del artículo 14 del Protocolo II Adicional a los Convenios de Ginebra relativo a la protección de los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil, según el cual “queda prohibido, como método de combate, hacer padecer hambre a las personas civiles. En consecuencia, se prohíbe atacar, destruir, sustraer o inutilizar los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil, tales como los artículos alimenticios y las zonas agrícolas que los producen, las cosechas, el ganado, las instalaciones y reservas de agua potable y las obras de riego” u otras acciones que provoquen confina-

E STE RETORNO DE LA POBLACIÓN DEBERÁ HACERSE EN EL MARCO DE PLANES CONCERTADOS DE

DESARROLLO LOCAL , CON INVERSIÓN SOCIAL ,

COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y ESTÍMULOS QUE CONTRIBUYAN AL RESTABLECIMIENTO

DE SUS DERECHOS .

miento o presionen desplazamiento. En el marco de este Acuerdo Especial, el gobierno nacional asume el compromiso de cumplir los requerimientos de la Corte Constitucional para garantizar los derechos fundamentales de las personas en situación de desplazamiento. Para restablecer esos derechos el gobierno dispondrá de manera prioritaria los recursos necesarios en el presupuesto general de la nación y dará especial relevancia a una política sobre desplazamiento en el Plan General de Desarrollo. Así mismo, el gobierno nacional implementará un programa de retorno voluntario digno, seguro y concertado de comunidades y personas desplazadas y tanto el gobierno como el ELN se comprometen a respetar la condición de población civil de las personas retornadas y/o asentadas en zonas humanitarias para la paz. Este retorno de la población deberá hacerse en el marco de planes concertados de desarrollo local, con inversión social, cooperación internacional y estímulos que contribuyan al pleno restablecimiento de sus derechos. Para el cumplimiento de este Acuerdo Especial, el gobierno nacional y el Ejército de Liberación Nacional convienen la creación de una Comisión de Seguimiento y Protección encargada de conocer y evaluar eventuales hechos que infrinjan este Acuerdo y contribuir a la protección de la población civil. Esta Comisión será integrada de común acuerdo por el gobierno nacional y el Ejército de Liberación Nacional y la Secretaría Técnica será ejercida por el Comité Internacional de la Cruz Roja. • Secretariado Nacional de Pastoral Social -Conferencia Episcopal de Colombia• Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento -CODHES• Planeta Paz • Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz • Indepaz • Corporación Nuevo Arco Iris

29


ELN CONSTRUYE NUEVA AGENDA EN CARACAS La delegación trabajará entre Colombia, Venezuela y Cuba. Libertad de Francisco Galán le permitirá profundizar diálogo social. Delegación de ese grupo insurgente prepara próxima cita con el Gobierno. Futuro. • CARLOS SALGADO

LA

CONDICIÓN

D E CIUDADANO LIBRE D E

G ALÁN , DIJO GARCÍA DURANTE UNA

E N T R E V I S TA , SERÁ CL A VE PA R A

PROFUNDIZAR EN EL DIÁLOGO CON LA

SOCIEDAD.

30

L

COLPRENSA a noticia sobre la libertad condicional para el vocero del ELN, Gerardo Bermúdez Sánchez,alias “Francisco Galán” la recibió el beneficiado durante una reunión en Venezuela con miembros del Comando Central (Coce), de esa organización insurgente. Galán viajó junto con Juan Carlos Cuéllar, recluido en la cárcel de Itagüí, a una reunión de la delegación del ELN que participa en los diálogos con el gobierno nacional. La delegación del ELN trabaja en ese país en la construcción de la agenda que presentarán a la contraparte durante la próxima reunión, que sería probablemente en febrero. El grupo lo lidera Antonio García, jefe militar de esa organización y miembro del Coce.

García aseguró que, culminada la fase exploratoria del diálogo que se desarrolló en Cuba durante cuatro reuniones el año pasado, llegó el momento de acordar los puntos centrales para una posible negociación. La condición de ciudadano libre de Galán, dijo García durante una entrevista con este medio, será clave para profundizar en el diálogo con la sociedad. ¿Qué implicaciones tiene para el proceso esta decisión judicial? Antonio García: Es una decisión autónoma del juez. Creo que ni el gobierno sabía. ¿El Eln había hecho alguna solicitud al respecto? A. G.: El ELN nunca ha tocado ese tema con el gobierno, no lo ha solicitado, no lo ha pedido. Creíamos que en algún momento se debería revisar el caso, desde el punto de vista de los marcos legales, pero nunca solicitamos nada. No se trata de pedir el favor para alguien porque cuando se trata el tema de los presos, debe ser desde la perspectiva de una amnistía para los presos políticos. ¿Qué cambia con la liberación de Francisco Galán? A. G.: Él va a seguir cumpliendo las funciones que le encomendó el ELN, sigue siendo un militante del ELN y va a seguir trabajando en la búsqueda de la paz. Es una misión y un compromiso que ha adquirido con el pueblo colombiano y con la organización. La libertad condicional le dará más movilidad, pero va a seguir vinculado a la delegación del ELN atendiendo el diálogo con la sociedad a través de Casa de Paz. ¿Han tomado decisiones con respecto a su seguridad?


A. G.: Seguramente se harán ajustes en lo referente a su seguridad, a su movilidad. Podrá tener más posibilidades de trabajo en otras áreas, en otros campos, que tenemos que ajustar en los próximos días para que su labor sea mucho más productiva.

DISEÑO

DEL PROCESO

¿Qué tipo de trabajo están desarrollando en Venezuela? A. G.: Convocamos una reunión de la delegación del ELN para hacer un ajuste a las propuestas para llevar a la mesa en las diferentes jornadas de trabajo que se realizarán con el gobierno más adelante. Trabajamos en la propuesta de agenda. ¿Tendrán en cuenta la iniciativa de los garantes de Casa de Paz? A. G.: El objetivo de esta reunión es hacer un ajuste a los contenidos de la agenda, vista desde el ELN. En el trabajo posterior con el gobierno se busca llegar a un acuerdo de agenda. Ahí tienen que estar contenidos los elementos vistos desde el ELN y los del gobierno. ¿De qué sirvió, según el Eln, la fase exploratoria de diálogos? A. G.: Hasta el momento de iniciar las conversaciones no había una mesa, no se sabía quiénes se iban a sentar, si el gobierno iba a hablar con una organización terrorista o insurgente, cuáles eran las garantías, cómo iba a participar la comunidad internacional. Esas tres rondas iniciales sirvieron para organizar el trabajo de la mesa. En la cuarta ronda se pasa a una fase de transición. En esta etapa se empieza con el acuerdo de diseño del proceso. ¿En qué consiste ese diseño? A. G.: El diseño hay que llevarlo, en un primer momento, a crear en el país un ambiente de paz y de participación de la sociedad. Que los acuerdos a que lleguemos tiendan a este objetivo. En esa cuarta ronda nos intercambiamos temas de agenda, que tiene que recoger la temática que cumpla con los objetivos trazados. Es como el índice de un libro que permite construir acuerdos. ¿Para ustedes, cuáles son esos puntos? A. G.: Frente al tema de participación de la sociedad, el gobierno ha dicho que podemos ha-

blarlo en la Convención Nacional. El ELN plantea que hay que hacer un proceso de democratización de la paz. Una pedagogía. Estamos interesados en articular los procesos locales, regionales, iniciativas de paz, que se han venido desarrollando como un activo de la sociedad, para vincularlos al proceso de paz. Queremos crear más Casas de Paz porque son los sitios de encuentro que vitalizan la dinámica de la sociedad en la participación de la paz. Esperamos entrar a la etapa de preparación de la Convención Nacional. ¿Y la creación del ambiente para la paz? A. G.: En ese punto el gobierno plantea que está interesado en hablar del cese al fuego o un cese de hostilidades, el tema de los secuestros, la favorabilidad para los presos que están en las cárceles. El ELN plantea en este campo resolver el tema del desplazamiento forzado. También una amnistía para los presos políticos, dirigentes sociales, activistas, presos de conciencia; un cese al fuego bilateral; que cesen los asesinatos selectivos, la persecución. Se trata de que en las siguientes jornadas de trabajo podamos convenir una agenda común que nos interprete.

FELIPE TORRES

F

SE MUEVE EN EL TEMA DE PAZ

elipe Torres, vocero del ELN que estuvo detenido con Francisco Galán en la cárcel de Itagüí, salió en libertad en octubre de 2003. Torres se encuentra asilado en Europa y, según Antonio García, continúa vinculado al tema de la construcción de la paz en Colombia, pero con las limitaciones de su condición de protegido. De acuerdo con García, Felipe Torres no desempeñó ningún papel protagónico en las gestiones de paz luego de su salida de la cárcel, debido a que en ese momento no existía un escenario de diálogo. Era muy complejo plantearse eso. Incluso cualquier situación de actividad de él en el país se veía dificultada, amenazada de pronto, con riesgos, malinterpretada, entonces él toma la decisión de salir del país. Desde Europa sigue vinculado a esta dinámica de la paz en Colombia y está a la espera del curso que pueda tomar el proceso, dijo García.

QUEREMOS CREAR MÁS

CASAS

DE

PAZ

PORQUE SON LOS SITIOS DE ENCUENTRO Q U E VITALIZAN LA DINÁMICA DE LA SOCIEDAD EN LA P A R T I C I PA C I Ó N D E L A PA Z .

ESPERAMOS ENTRAR A LA E T A PA D E P R E PA R A C I Ó N DE LA

CONVENCIÓN NACIONAL.

31


D ECLARACIÓN P OLÍTICA

DEL

IV C ONGRESO

DEL

ELN

LLAMAMIENTO AL PUEBLO COLOMBIANO EN

E

L A RUT A DEL C AMBIO RUTA

l Ejército de Liberación Nacional de Colombia les presenta a los pueblos del mundo un parte de victoria, al culminar con éxito el IV Congreso. A pesar de los grandes operativos militares del estado, los delegados de todos los Frentes de Guerra y estructuras especializadas nos pudimos concentrar y realizar nuestro máximo evento democrático.

N UNCA

ANTES ,

COMO AHORA ,

LA HUMANIDAD Y EL PLANETA HAN ESTADO

AMENAZADOS.

HOY,

TAMBIÉN

ES MÁS EVIDEN TE QUE EL CAPITALISMO S E HA MOSTRADO INCAPAZ PARA RESOLVER C O N SENTIDO D E FUTURO LO S GRANDES PROBLEMA S D E LA CONVIVENCIA PLENA DEL SER HUMANO EN ARMONÍA CON

32

LA NATURALEZA .

LA

G LLOBALIZACIÓN OBALIZACIÓN QUE M AATT A

H

emos asistido a la globalización de la inequidad, de la injusticia social, de la exclusión. La antidemocracia se ha impuesto en el mundo mediante la práctica del militarismo, es la pretensión de hacer eterno el mundo de la desigualdad y el privilegio para la minoría imperialista y no otro, el verdadero sentido de las invasiones o guerras programadas desde los centros del poder estadounidense. Nunca antes, como ahora, la humanidad y el planeta han estado más amenazados. Hoy, también es más evidente que el capitalismo se ha mostrado incapaz para resolver con sentido de futuro los grandes problemas de la convivencia plena del ser humano en armonía con la naturaleza. La peste del hambre se extiende por todo el mundo, la pobreza reduce las posibilidades de vida a más de la mitad de la población mundial y un contingente de cientos de millones han sido colocados en el límite de la indigencia. Son numerosos los pueblos y naciones excluidos del vivir y del ser. Los ecosistemas han acumulado niveles de deterioro y destrucción impresionantes, de persistir esta dinámica, se pone en entredicho la existencia de la vida para las próximas generaciones.

Pero hay signos alentadores. Desde otra orilla, la de pueblos y naciones se continúa en la construcción de un mundo mejor, se alientan nuevos caminos en una marcha hacia la construcción de otras realidades de vida y democracia que permitan que el mundo acceda a una globalización llena de humanismo. La conciencia de los pueblos y naciones, para fundar un nuevo paradigma social, asciende para oponerse a las guerras imperialistas y se funde con la resistencia de los pueblos a dejarse colonizar.

RENACE

E

L A ESPERANZA

l sueño de una democracia planetaria renace con la fuerza de los pueblos que despiertan para sacudirse de la violencia neoliberal imperialista. Un socialismo renovado y creativo vuelve a colocarse sobre la ruta de la humanidad para salvarla de la hecatombe que la amenaza. Duros años de lucha y de resistencia han hecho brillar muy alta la dignidad del pueblo cubano. 2 Asistimos a una nueva situación en América Latina. Los pueblos, una vez más, se han puesto en movimiento hacia la conquista de su futuro y están sobre el camino de la segunda independencia. En Venezuela y Bolivia, con los liderazgos de Hugo Chávez y Evo Morales, las grandes mayorías avanzan construyendo democracia popular y diseñando un nuevo modelo económico social que favorezca los desarrollos nacionales y el bienestar de las gentes, desatando las amarras de la dependencia y dominación imperialista. En Brasil, Argentina y Uruguay han sido evidentes los anhelos de cambio de grandes franjas de la población. El pueblo ecuatoriano ha realizado, en los últimos años, varios levantamientos de trascendencia y alcance nacional, llegando a tumbar tres presidentes y estableció una Junta Popular de Gobierno por corto tiempo. En los próximos procesos electorales de Perú, México y Nicaragua las oligarquías nativas y los Estados Unidos, se empeñan para imponer sus candidatos, mientras que los anhelos de libertad, cambios y soberanía de amplios sec-


tores sociales, se movilizan con grandes expectativas. Se advierten momentos de inestabilidad política, situaciones sociales de gran conflictividad y crisis de gobierno. El modelo neoliberal, la expoliación de las transnacionales y los propósitos de recolonización de los Estados Unidos sobre América Latina, hicieron crisis en varios países de la región, generando colosales explosiones sociales y un sentimiento de cambio en sectores mayoritarios de sus pueblos, desencadenando con ello nuevos momentos y realidades en sus relaciones con el imperialismo norteamericano. Los Estados Unidos están obligados a respetar los caminos de esperanza, democracia y liberación que, una vez más, los pueblos del continente han puesto en marcha de una manera soberana. De no ser así, los pueblos seguirán estando en el legítimo derecho de defender el curso de su historia. 3 Convocamos al pueblo colombiano y a los pueblos hermanos del continente, a unirnos en un solo esfuerzo para hacerle frente a la agresión que adelantan el gobierno estadounidense y las oligarquías de la región. Hoy, al igual que ayer, cuando el Libertador y San Martín unieron las voluntades emancipadoras de la región, nos corresponde actuar con el criterio de que nuestra patria es América Latina, que ahora va construyendo su propio camino y, ya es un referente para Colombia.

C O LLOO M B I A :

L

L A DEMOCRACIA NEGAD A DA

a oligarquía nos ha negado a los colombianos la posibilidad de existir en una sociedad verdaderamente democrática. Siempre ha gobernado para su interés exclusivo y ha impedido que las grandes mayorías construyan formas de participación incluyentes y otras maneras de gobernarse, donde el interés social y nacional prime sobre los privilegios particulares y extranjeros. El pueblo colombiano durante décadas ha buscado ser escuchado, pero todas sus protestas han sido reprimidas de manera violenta. Hoy se cuentan por decenas de miles los muertos, en una lucha desigual, donde los gobiernos de

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turno, uno a uno, le declararon una guerra al pueblo. Mientras las heridas sangrantes siguen palpitando en los millones de desterrados, desarraigados y despojados, los victimarios, amparados por el estado acrecientan sus riquezas y reciben estatus de “señores” por sus crímenes. Colombia se destruye ante nuestros ojos, el control del estado y de la política se entrega a los narcoparamilitares, la impunidad campea a plena luz del día, los campos militarizados siguen desolados, nuestra población perseguida, la venta del patrimonio nacional se hace sin ninguna contemplación para favorecer el interés extranjero, a la juventud se le sigue negando en sus derechos y aspiraciones; por eso, todos los colombianos tenemos la obligación de no seguir permitiendo esto. Sólo la voz de protesta, la movilización activa y la lucha solidaria contra este gobierno, lo puede frenar y revertir.

U NA

L

GUERRILL A CON SENTIDO DE PATRIA

as guerrillas colombianas tienen sus orígenes en estas protestas populares desoídas y reprimidas con violencia, su razón de existencia es la búsqueda de cambios en el país para que se favorezcan los pobres, los humildes y excluidos de la patria. Nada diferente motiva la lucha guerrillera que el bienestar de todos y la conquista de la paz con justicia social. En este sentido las

C O LOMBIA

SE

DESTRUYE A N T E NUESTROS

OJOS , EL

CONTROL DEL ESTADO Y DE LA POLÍTICA SE ENTREGA A LOS

PA R A M I L I TA R E S ,

LA IMPUNIDAD CAMPEA A PLENA LUZ DEL DÍA ,

LOS CAMPOS M I L I TA R I Z A D O S SIGUEN

DESOLADOS,

NUESTRA P O B LA C I Ó N

PERSEGUIDA.


N INGUNO

DE

LO S GOBIERNOS SE HA OCUPADO EN LA SOLUCIÓN A LA GRAVE CRISIS QUE PA D E C E

C OLOMBIA Y , POR EL

CONTRARIO, CONTINÚAN GOBERNANDO SIN ESCUCHAR EL CLAMOR

34

POPUL AR .

organizaciones guerrilleras tenemos un ideario común, tanto para la lucha actual, como para la construcción de un futuro socialista para Colombia, pero es perentorio estar a la altura política que demanda el país y comprometernos a trabajar desde la acción coordinada, la ampliación de los niveles de cooperación, en la dirección de edificar la unidad del movimiento guerrillero. Ninguno de los gobiernos se ha ocupado en la solución a la grave crisis que padece Colombia y, por el contrario, continúan gobernando sin escuchar el clamor popular, ni la crítica que desde el movimiento guerrillero se ha hecho a lo largo de más de cuatro décadas. Su manera de hacer política y de gobernar terminaron profundizando la exclusión y la barbarie contra la población. Desde diversos sectores de la sociedad se ha propuesto buscarle una salida política al conflicto, entendida ésta como un camino diferente a la guerra, pero que le abra camino a las transformaciones estructurales en lo social, en lo económico y político, donde el dolor de las mayorías pueda ser redimido. Pero la visión estrecha de la oligarquía ha pretendido desvirtuar la solución política, reduciéndola al desarme y desmovilización de la insurgencia, cerrando cualquier posibilidad de construir futuro para Colombia. 4 La grave crisis humanitaria producida por el terrorismo de estado y su instrumento de muerte, el paramilitarismo; el despojo crecien-

te con que el neoliberalismo asfixia a casi todos los hogares colombianos; la creciente intervención militar norteamericana; y la entrega desmedida de la soberanía nacional; hacen inaplazable construir una propuesta de nación que haga posible un futuro distinto al drama que vivimos. La oligarquía ha mantenido atada a Colombia a los intereses imperialistas, negando la construcción del proyecto de nación, de su desarrollo soberano, como identidad de idearios, como construcción de sociedad con referentes históricos y culturales. La propuesta de nación y de soberanía es una respuesta a dicha negación y requiere que todos los sectores de la sociedad nos convoquemos para gestar procesos de confluencia y nuevas dinámicas de participación democrática.

P OR

UN NUEVO GOBIERNO , DE NACIÓN ,

P A Z Y EQUID AD EQUIDA

C

olombia debe marchar hacia la construc ción de un Nuevo Gobierno, de nación, paz y equidad. Un gobierno que sea construido desde cada colombiano, desde lo local y lo regional, desde hechos políticos y sociales, desde la movilización y la protesta. Tiene que ser un gobierno sustancialmente diferente, construido con la participación democrática y protagónica de las mayorías que haga viable un acuerdo nacional para transitar hacia las transformaciones estructurales que el país necesita. En tal sentido, se inscribe el propósito de la Convención Nacional, como un esfuerzo de mayorías. Llamamos a toda Colombia, a los jóvenes, a los trabajadores, a las mujeres, a todos quienes nos duele la suerte de la patria, a trabajar por una salida política al conflicto; para que en ese proceso participativo unifiquemos idearios, para que en el ejercicio de buscar la paz, construyamos democracia; para que en cada encuentro examinemos los dolores de la patria y desde nosotros mismos construyamos el futuro. La búsqueda de la paz debe colocarnos en el camino de un Nuevo Gobierno. Por un nuevo gobierno de nación, paz y equidad. Montañas de Colombia, julio 4 de 2.006


R ECIBO CON MUCHA SATISFACCIÓN Y RESPONSABILIDAD LA ORDEN DE

LIBERTAD , SALGO

CON LA MISIÓN Y LA MEJOR DISPOSICIÓN DE HABLAR CON

¡M ENSAJE

A

EN LIBERTAD !

cabo de recibir la información de la orden de libertad condicional proferida por el Juez Yimi Fernando Pulido Africano. Agradezco la disposición del Juez de Ejecución de Penas y reconozco su ejercicio garantista como profesional de la rama judicial. No he podido firmar la providencia del juez y disfrutar de la libertad por encontrarme en Caracas, Venezuela, preparando como delegación del ELN los desarrollos del proceso de paz para este año. Durante estos catorce años de prisión el ELN me orientó como militante de la Organización trabajar por la solución política del conflicto colombiano, me consagré totalmente a buscar la paz desde la reclusión y pude hablar con miles de compatriotas con quienes fuimos configurando este sueño inconcluso de paz y democracia. Hace 16 meses acepté una propuesta de sectores de la sociedad colombiana para iniciar un diálogo constructivo con la sociedad desde la Casa de Paz en busca de la solución política. Salí entonces de la cárcel de Itagüí con autorización del Comando Central del ELN y con el consentimiento del Gobierno Nacional. Hoy puedo darle parte al ELN y al país que estoy cumpliendo fielmente nuestra tarea. El proceso de diálogo que hoy estamos desarrollando, como colectivo del ELN, está cada vez más

consolidado y con buenas perspectivas para este año de 2007. Sigo trabajando como un militante del ELN consagrado en la búsqueda de la paz, mis tareas principales son: seguir como miembro representante del ELN en la mesa de conversaciones, ayudar a construir la ingeniería de la participación de la sociedad en el proceso, trabajar en la expansión de las Casas de Paz, continuar en la preparación y desarrollo de la Convención Nacional , todo esto con un solo objetivo: la paz nacional y la construcción de una nueva democracia. Recibo con mucha satisfacción y responsabilidad la orden de libertad, salgo con la misión y la mejor disposición de hablar con todo el mundo, así como suena, con todo el mundo, a trabajar entre todos en la confección de una Estrategia Nacional de Paz, me comprometo ante todos los colombianos, ante el ELN, ante la interlocución del Gobierno Nacional y ante la comunidad internacional responder fielmente hasta las últimas consecuencias en esta misión. La Casa de Paz y las futuras casas de paz que vayamos construyendo en el país serán un buen instrumento en la construcción de la democracia y de la dinámica permanente de paz. Francisco Galán Caracas, Venezuela, enero 25 de 2007

TODO EL MUNDO ,

ASÍ COMO SUENA .

35


PARA QUE RENAZCA COLOMBIA

E

sta crisis de la sociedad colombiana es la peor de los últimos 50 años. El narcotráfico y sus ejércitos han tomado amplias regiones del país. A su paso han doblegado administraciones locales y regionales, penetrado a la fuerza pública, a sectores del poder ejecutivo nacional, la policía secreta estatal (DAS), parte del Congreso, políticos, empresarios, jueces y fiscales. La oligarquía colombiana y la élite de los Estados Unidos le dieron nacimiento y alimentaron este monstruo, con el propósito de contener a la oposición. Hoy el resultado es dantesco: ellos perpetraron un genocidio de medio millón de compatriotas y el desplazamiento de otros 4 millones, ellos duplicaron las exportaciones de cocaína desde Colombia y hoy tienen amenazado a todo el régimen que los parió.

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El Plan Colombia fracasa como respuesta represiva y contrainsurgente, porque la pretensión de contener la rebeldía popular se sustenta en el uso del terrorismo de estado. En consecuencia la “seguridad democrática” de Uribe muestra su carácter absurdo, pues prioriza la represión para imponer la injusticia social, propia del neoliberalismo, que es a todas luces antidemocrática. El fracaso cubre ahora los intentos por legalizar al paramilitarismo mafioso y estos, al parecer se están cansando de ser usados como instrumento represivo de los potentados, ahora enfrentan un dilema trágico: si dicen la verdad, el régimen los asesina, pero si no la dicen, serán extraditados a los Estados Unidos, con lo que estos se embolsillan la verdad sobre el genocidio y el narco dinero que les quitan, como fruto de la transacción de la impunidad. Para fortuna de la patria, hoy está a la vista pública la ruina del terrorismo de estado y del neoliberalismo, mientras que a los rebeldes y opositores a esta narco república, no los ha podido doblegar ni desaparecer y en cambio, crecen a diario las fuerzas democráticas, alternativas y de izquierda. Al tiempo que se pudre por partes el viejo régimen, nacen semillas de la nueva Colombia democrática, justa y soberana. Consecuentes con las necesidades de las mayorías nacionales, nosotros el Ejército de Liberación Nacional, llamamos a continuar y profundizar la movilización del pueblo y la sociedad colombiana, para poder encontrar soluciones definitivas a la crisis. Colocamos, también, nuestros esfuerzos por la solución política en función de aportar a encontrarle salidas a la presente crisis, tanto con la participación de la sociedad, como con la gestación de un ambiente favorable para la paz. Llamamos a todas las fuerzas políticas y sociales a seguir buscando el renacer de Colombia en los siguientes propósitos: 1. La verdadera solución a la crisis está en la búsqueda de la paz para construir democracia, equidad social y el surgimiento de una nueva institucionalidad, basada en nuevos consensos


de nación construidos a través de un proceso constituyente, como genuino tratado de paz. Hacia donde deben dirigirse la superación de la crisis y la solución política al conflicto. 2. El proceso de superación de la crisis y de solución política debe permitir la gestación de un Nuevo Gobierno de Nación, Paz y Equidad, sobre la base de una coalición de fuerzas populares, democráticas y patrióticas, con el que se haga posible el desarrollo de otro modelo económico, una doctrina soberana de seguridad y hagamos parte de la integración continental. 3. Es la mejor oportunidad para que la verdad sobre el genocidio y la corrupción, que agobian a Colombia, salga a flote de una vez por todas, y con ella se abra paso a la justicia y reparación que reclaman las mayorías del país. Que se conforme una Comisión Especial de Verdad a quienes los paramilitares informen los hechos y secretos que el país debe conocer. Se debe desmontar la estructura terrorista del Estado y dar garantías de participación para que la gente testimonie y protagonice este proceso de esclarecimiento y reconciliación. Es inaplazable que se paren los asesinatos, amenazas y persecución contra la oposición, los dirigentes populares y los activistas sociales. 4. De inmediato hay que iniciar la depuración de las instituciones y se revoquen los poderes locales y regionales construidos por medio de la presión y la corrupción narco-paramilitar. 5. De igual manera, es un momento histórico para una solución de fondo al narcotráfico, que apunte a desmontar los factores que quebraron a la economía campesina y propenda por la erradicación de los cultivos de uso ilícito sin acudir a las fumigaciones, por medio de planes alternativos de desarrollo. La legalización del consumo le quitaría la base de reproducción a la transnacional del crimen que

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se lucra del tráfico de narcóticos. Sin una solución al problema del narcotráfico, sería vana cualquier salida a la crisis del país y del conflicto. 6. Los problemas de Colombia somos capaces de resolverlos los colombianos, en tal sentido la justicia colombiana debe asumir de manera soberana el juzgamiento de los nacionales de acuerdo a nuestra legislación, por ello debe rechazarse la extradición de colombianos, para ser juzgados en otros países. 7. Este momento crucial que vive Colombia es de grandes exigencias para todos y debe ser asumido con responsabilidad, por eso seguimos abiertos al diálogo con todos los sectores, a darle continuidad al proceso de paz, para que éste contribuya en la construcción de salidas a la crisis del país. Hoy se requiere de crear un ambiente favorable que propicie la participación de las mayorías del país, en tal sentido mantenemos la disposición de acordar un cese al fuego y a las hostilidades bilateral con el gobierno y en este contexto aflore la verdad sobre la Patria y los dolores sean tratados con dignidad y de cara a todos los colombianos. Comando Central Ejército de Liberación Nacional Montañas de Colombia, diciembre 10 de 2006

L OS

PROBLEMAS

DE C OLOMBIA

SOMOS CAPACES DE RESOLVERLOS

LOS COLOMBIANOS,

EN TAL SENTIDO LA JUSTICIA COLOMBIANA DEBE ASUMIR DE MANERA SOBERANA EL JUZGAMIENTO DE LOS NACIONALES DE ACUERDO A NUESTRA

LEGISLACIÓN .


C REAR

UN AMBIENTE DE PAZ

UN PASO ADELANTE LA QUINTA RONDA , EN

CONSECUENCIA , DEBE OCUPARSE DE LOS PUNTOS DE LA AGENDA PARA ESTA NUEVA FASE Y BUSCAR UN ACUERDO SOBRE CÓMO ABORDAR Y DESARROLLAR ESTA

TAREA , DIFÍCIL Y

COMPLICADA .

38

L

as conversaciones de paz entre el ELN y el gobierno colombiano se reinician en los próxi-mos días. La cuarta ronda, de noviembre an-terior, acordó dar por concluida la fase exploratoria y pasar a una nueva con el propósito de tejer “un acuerdo base” que sea generador del ambiente para la paz y abra espacios vinculantes y de participación de la sociedad al proceso. La quinta ronda, en consecuencia, debe ocuparse de los puntos de la agenda para esta nueva fase y buscar un acuerdo sobre cómo abordar y desarrollar esta tarea, difícil y complicada. Gobierno y ELN parten de orillas no solo distintas sino contrapuestas, empezando por la forma de entender el conflicto, el país, la paz y los propósitos que se buscan con ella. Las expectativas son moderadas. Estas deben apuntar a que se generen las condiciones para que pueda avanzar el proceso, a partir de entender las distintas expresiones y componentes del conflicto, de ubicar los obstáculos que es necesario remover para que se crée un verdadero ambiente para la paz y se generen verdaderos espacios para que la sociedad participe activamente en la construcción de la paz estable y duradera.

Hay que comenzar aceptando que el conflicto interno colombiano sí existe, que además del componente armado, también es social e histórico, que el movimiento insurgente tiene propuestas para el nuevo país y es expresión y producto del mismo conflicto y no un fenómeno de terrorismo y bandolerismo como lo califica la clase política; que el Estado es también parte dinámica y generadora del terrorismo, de las políticas que han conducido a cerca del 70% de la población a la pobreza y de la extensión de la crisis humanitaria. El fenómeno de la narco-para-política que se está destapando, involucra a altos funcionarios del Estado. En la medida que aumenta la presión para que la verdad total de la guerra sucia y el narcotráfico se conozca y no se acalle con leyes de punto final, aparecen más personajes en la escena que van evidenciando la profundización de una crisis política nacional. En consecuencia el conflicto colombiano no es fácil de resolver, tiene atranques que se pueden desbloquear sólo con la participación dinámica de la sociedad en su conjunto. El ELN hace expresa la voluntad irrenunciable de participar aportando a la solución del conflicto, en pos del proyecto de construir Nación. Está abierto a llegar a un acuerdo sobre un cese al fuego y las hostilidades temporal, siempre y cuando sea bilateral e integre compromisos para la desactivación de los distintos factores que están en contravía de lo que constituye un ambiente para la paz. Compromisos que desde luego deben comprometer tanto al gobierno como al ELN. Un ambiente para la paz implica además que se suspendan hostilidades como los asesinatos extra judiciales, las amenazas y encarcelamiento de los líderes sociales y políticos de oposición, las desapariciones y desplazamientos, las políticas represivas, antidemocráticas y antieconómicas del gobierno que están afectando gravemente al pueblo en beneficio de las trasnacionales y unos cuantos oligarcas. Llegar a un “acuerdo base” para generar el ambiente para la paz, implica pensar en el país y en la construcción de su futuro como nación. Este es el reto.


U NA

VISIÓN

LA GUERRA ENTRE EL ELN Y LAS F ARC -EP • J UAN D AVID V ILL AMARÍN G ARCÍA OBSERVATORIO DE CONFLICTO ARMADO CORPORACIÓN NUEVO ARCO IRIS

H

istóricamente en Colombia han existi do gran-des acuerdos y también gran des conflictos entre las dos guerrillas más tradicionales del país. Tanto las Farc-EP, como el ELN, han tenido a través de la historia muchos puntos en común y también acentuadas diferencias. Un ejemplo que ilustra el primer caso puede ser la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar de comienzos de los 90 donde fueron aliados estratégicos. No obstante desde hace algunos meses las diferencias han crecido entre los dos grupos. A mediados de los años 60, “Tirofijo” y Fabio Vásquez Castaño fundaron, cada quien por su lado, las Farc y el ELN -respectivamente- con un ideal revolucionario que pretendía derrocar al Estado colombiano. Manuel Marulanda tenía tan solo 34 años cuando decidió crear, en el Tolima, un grupo guerrillero que años después se convertiría en el más poderoso ejército revolucionario del país. Por ese entonces, en Santander, se fortalecían las filas del recién fundado ELN. Hoy, después de más de 40 años, estas legendarias guerrillas que cientos de veces han combatido juntas o dispersas por un ideal casi común que los ha impulsado para poder tomarse el poder, han llegado al punto de enredarse en una guerra fratricida por el poder económico y territorial. El conflicto entre las dos guerrillas en el sur del país y en departamentos como Antioquia y zonas como el Catatumbo, no son los primeros que han sostenido las Farc y el ELN. Desde comienzos de 2006 el municipio de Arauca ha sido testigo de una confrontación impresionante. Como es bien sabido este departamento fue, durante muchos años, un territorio controlado por el Ejército de Liberación Nacional, grupo que cooptaba los espacios de poder político y recibía ingresos millonarios por extorsiones y secues-

tros a compañías de hidrocarburos gracias al poder que le daba tener en el Frente Domingo Laín uno de los más poderosos del país. No obstante hace un par de años las Farc llegaron a la región para disputarles las jugosas rentas de las regalías, rompiendo así el pacto de no agresión implícito entre los dos grupos, hecho que lógicamente generó tensiones, muertos y amenazas durante varios años. Ante la situación apremiante, el gobierno intervino en Arauca para desmantelar las redes de servidores públicos y políticos que estaban al servicio de los grupos insurgentes, factor que obligó a las guerrillas a volcarse al control de las rutas por donde sale la coca para Venezuela, ya que no cuentan con el poder económico que les daba el manejo de las regalías1. No obstante, el capítulo cruento que desató esta guerra, se vivió el año pasado, cuando un mando medio del ELN, apodado “la Ñeca”, asesinó a sangre fría a un jefe de las Farc, conocido como “Che”. Los hechos ocurrieron cuando, en medio de algunos tragos, trataban de encontrarle una salida al conflicto entre los dos grupos en Arauca. Rota cualquier posibilidad de diálogo entre las partes, las Farc emprendieron una arremetida más fuerte aun y, aunque no lograron aniquilar al ELN como lo había ordenado “Grannobles”, si lograron obtener el control sobre la ribera del río Cravo, sin duda alguna la ruta principal para el transporte de los insumos para la fabricación de droga. Como se puede ver, si bien las Farc han movido cielo y tierra para quedarse con el control de la región y controlar la frontera con Venezuela, no lo han logrado, ya que el ELN está empeñado en no perder en Arauca una de su más importante retaguardia histórica. Por esta razón ha resistido la arremetida de las Farc. Es increíble como las mismas armas que tantas veces se alzaron con el fin de cambiar el país, hoy se levanten para aniquilarse entre sí, a tal punto que el secretariado de las Farc le dijera a “Grannobles” que le transmitiera a sus hombres la orden de resguardarse para aguantar los golpes del ELN, y tratar de contraatacar lo más que pudiesen a estos y al Ejército. Es claro, entonces, que para la cúpula de las Farc, el ELN se ha convertido en un enemigo, y que como tal deben combatirlo. Un punto ineludible de la realidad que presenta el enfrentamiento Farc-ELN, y que va más allá de una guerra por cuestiones de diálogo o asesinatos entre las partes, está relacionado con el control territorial

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INCREÍBLE COMO LAS MISMAS ARMAS QUE

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Revista Semana. Articulo “Las FARC contra el ELN” publicado en la Edición No. 1292. 1


de cara a la campaña electoral de alcaldes y gobernadores en 2007. Es claro que fueron las Farc quienes entraron en terrenos de dominio histórico del ELN, y para ningún analista es un secreto que lo hicieron con el objetivo de disputarle la legitimidad y el poder de cooptación a las corporaciones locales hasta ahora manejados por el ELN, además de otros fenómenos como el interés en le manejo de los corredores estratégicos de los insumos para el narcotráfico. Las Farc tratan de justificar sus actos en las posibles tretas que, según ellos, fueron pactadas entre el ELN y grupos mafiosos de la región para controlar el negocio del narcotráfico, y en otras posibles alianzas que según estos tiene el grupo eleno con militares y ex paramilitares manejados por capos del narcotráfico alrededor del país. Sin embargo a estas acusaciones un alto dirigente del ELN respondió sin tapujos que no tienen nexos con grupos mafiosos, aunque no niegan que si han coexistido con varios de ellos por años, pero que no hay relevancia en esto ya que ellos no pueden pretender hacerle la guerra a todo el mundo2. Sectores de la iglesia como monseñor Mesa, obispo de Arauca, alegan que la posibilidad de un acuerdo que detenga el enfrentamiento entre los dos grupos y detenga la tragedia desatada, depende de la buena voluntad que tengan las Farc para enviar a la mesa de dialogo personas con capacidad de decisión, no mandos medios que viven apegados a un discurso guerrerista y sectario que no colabora con la intención de concesión entre las partes. Hasta el momento esa posibilidad no se ha dado, ya que al interior de las Farc, juzgan al ELN por negociar con un gobierno que para

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ellos es antidemocrático, no representativo, que presenta crisis de gobernabilidad y que para ellos no es legítimo. En resumidas cuentas, para las Farc el ELN está aliado en un proceso de paz con el enemigo. Pero, ¿Por qué cuestionar la voluntad de los elenos de hablar con el gobierno de Uribe cuando las Farc lo hacen con quienes quieren e incluso hablaron de negociar con uno tal vez menos representativo como lo fue el gobierno Pastrana?, ¿Por qué no tienen la oportunidad de entablar un proceso de diálogo con el gobierno tal y como ellos lo hicieron en el Caguán, sin pretender poseer autoridad alguna para expedir “autorizaciones” a las demás organizaciones? ¿Cuál es la diferencia de legitimidad entre los dos gobiernos mencionados o, cualquiera otro?. Es sencillo, para las FARC no es negocio que sus colegas de lucha durante tantas batallas sienten un precedente de diálogo con el gobierno, ya que si bien les dejarán libres los corredores estratégicos y los negocios de los que se lucran, también los dejarán como el único blanco de las fuerzas militares; les dejarán la imagen de grupo necio que no le interesa un proceso de paz, sino tan solo las actividades delincuenciales y fratricidas. Además, ¿qué pensará la sociedad civil? Ese sería un gran impacto en contra de la imagen de las Farc que le obligaría a redefinir sus políticas de lucha e infiltración social. Es clave entonces rescatar que ante todo este es un conflicto por razones de estrategia, de dinero y de no perder legitimidad en el campo de la lucha armada. Las Farc luchan por el control de un territorio que les era hostil, mientras el Ejército de Liberación Nacional lucha por conservar el último de los bastiones que le otorgan relevancia armada para poder negociar con el gobierno un pacto de paz, antes de que los extermine las Farc y pierdan la relevancia que aun les queda como parte del conflicto. Todos los conflictos anteriormente descritos revelan una fragmentación importante en el conflicto armado colombiano; ya que aparece un factor de degradación de los grupos guerrilleros los cuales, además de haber perdido su norte y su esencia política, se han internado en lógicas de guerra interna motivada mas por la codicia que por diferencias ideológicas o políticas relevantes. A manera de conclusión, podemos decir que lo más viable para que se acabe esta historia desde el punto de vista eleno y desde el interés de la sociedad, es que el grupo armado se decida a integrarse a la vida civil, de lo contrario, sus estructuras podrían ser desmanteladas por las Farc, o corroídas con facilidad por organizaciones mafiosas, es decir que su fragmentación militar sería inminente.


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