1 minute read

● El primer estilo: Rikka

Hacia 1460, un nuevo tipo de arreglo fue introducido por Ikenobô Senkei, uno de los más importantes maestros de Ikebana de su época. El concepto principal de este estilo es el nanatsu dōgu, “las siete ramas”: el shin, el shoshin, el soe, el mikoshi, el nagashi, el hikae y el maeoki. Estos son los principales componentes de este nuevo estilo, rikka (立花), y su existencia transformó el tatehana en rikka.

Las primeras decoraciones florales budistas pretendían simbolizar la belleza idealizada del paraíso, y por ello eran generalmente ornamentadas y suntuosas.

Advertisement

Los mismos atributos se conservaron en el rikka, cuyo objetivo no era tanto revelar la belleza de las flores, sino utilizarlas para encarnar un concepto elevado del cosmos. Un arreglo de rikka siempre tiene la intención de lograr algo que trascienda el mundo natural.

La colocación habitual del altar budista era una tríada con un Buda en el centro y un asistente más pequeño a cada lado. Cuando rikka tomó forma, mantuvo la disposición de tres floreros, rememorando el grupo budista de tres imágenes. Al pasar de los altares budistas a las residencias, estos ramos de flores en posición vertical fueron aumentando de tamaño y los materiales florales adquirieron una forma asimétrica. La asimetría, un aspecto de diseño fundamental en la estética japonesa, se basa en la naturaleza.

This article is from: