Albistegia / Boletín informativo 35. zkia - 2016 - Martxoa - Marzo
Armeria Eskola reunió a Antonio Cancelo y Ángel Toña para hablar sobre las relaciones en las empresas Junto a Tomás Arrieta, participaron en el ciclo ‘Ondo egindako lana’ ante un centenar de asistentes The series “Ondo egindako lana”, which Armeria Eskola promotes, held a new session in January where the following people took part: Antonio Cancelo, Eroski founder and ex-president of Grupo Mondragon; Angel Toña, Work and Social Policies Adviser; and Tomás Arrieta, president of Labour Relationship Committee. Before hundreds of people, the three broke down their points of view on the challenges which companies have to overcome in the current century. They talked about work models, the relationships between the company and the workers, ethics in the company, the trade unions role, the workers involvement in the enterprise management and the corporate social responsibility. Some thoughts which enriched a debate that was followed with great interest by those present. Antonio Cancelo, fundador de Eroski y expresidente de MCC, y Ángel Toña, consejero de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, se encontraron cara a cara junto a Tomás Arrieta, presidente del Consejo de Relaciones Laborales, en el coloquio que mantuvieron el 25 de enero en Armeria Eskola dentro de ciclo “Ondo egindako lana”. Fue un intercambio de reflexiones, pero cada uno con sus propios matices. Cerca de un centenar de asistentes pudieron escuchar un coloquio sobre los retos a superar por las empresas en el siglo XXI. Arrieta planteó la necesidad de búsqueda de nuevos modelos y Cancelo recordó que en unos tiempos en los que la innovación es clave, la composición del modelo empresarial permanece inamovible, con capital por un lado y trabajo por otro. “El modelo actual gasta mucho tiempo en la confrontación” señaló. Frente a ello reclamó la “necesidad de hacer. Que cada comunidad ponga en marcha tres ejemplos de nuevo modelo. En Euskadi por ejemplo, cuando se comenzaron a implantar sistemas de calidad parecía algo utópico. Hay que pasar de la prédica a la práctica”. Toña recordó lo antiguo del discurso de búsqueda de nuevos paradigmas y señaló la necesidad de “hacer confluir nuestros intereses. Hace falta una forma de ser que lleve a compartir. Hay trabajadores que no quieren compartir y empresarios que no quieren compartir, y primero hay que querer” reclamó. Cancelo ve complicado un cambio de cultura y frente a ello apuesta por la transformación en espacios reducidos, “personas comprometidas dispuestas a ese cambio”. Recordó que hay experiencias ejemplarizantes que están dando participación en la gestión a los trabajadores, especialmente en empresas punteras en las que el trabajador se siente “parte de”.
Los dos expertos analizaron las dificultades y ventajas de la participación de los trabajadores en la gestión de la empresa desde distintos enfoques. “La participación en resultados existe en muchas empresas, y genera conflictos” advirtió Cancelo. En su opinión “la participación se fundamenta en la dignidad de las personas”. Toña apuntaba la parte complicada, “participación sí, pero una participación que deje satisfechos a todos, y eso es lo más difícil. Participar significa mojarnos, y en general nos gusta mojarnos lo justo”. En apenas una hora de charla Tomás Arrieta tuvo tiempo de introducir aspectos como la ética en la empresa. Ángel Toña lo definió como “lo que tenemos que hacer en la organización para tener una organización más feliz y más justa”. Para ello señaló la transparencia como algo necesario aunque insuficiente. Cancelo también defendió la transparencia en la empresa. “Tenemos la obligación, dentro y fuera, de decir cuáles son nuestros compromisos. Si no, ¿quién va a creer en nuestro proyecto?”. Además planteó la posibilidad de tener una posición ética en los mercados actuales, una cuestión difícil, y propuso un test: “¿Lo haría si fuese de dominio público?” El papel de los sindicatos ocupó la recta final del debate. El consejero apuntó los casos de empresas modernas que han sabido implicar a los sindicatos y apostó por esa vía.Dos puntos más sirvieron para alinear a ambos expertos. Sobre la ‘responsabilidad social corporativa’, ambos lamentaron la artificialidad de algunas de sus herramientas. “La primera responsabilidad de una empresa es responder a la dignidad de sus trabajadores” planteó Toña.