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Volver a Mí
En este camino de crecimiento espiritual, has tomado muchas decisiones a tu favor, la mayoría eterminadas por tu convicción de que estabas eligiendo lo bueno y evitando lo malo.
Esta semana, cuestiona aquello que has considerado malo… y lo bueno también. Este es un paso importante para recuperar la paz. Cuando eliges ver esta diferencia, estás generando en tu mente la posibilidad de que Dios sea capaz de crear algo que puede no ser bueno para ti. Y esta creencia es la base del caos.
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Lo bueno y lo malo está determinado por tu percepción, alimentada de todas las vivencias que has tenido.
Las relacionadas con el miedo son malas, las otras son buenas. Pero no es necesariamente así.
Detrás de lo bueno y lo malo, existe una sola intención: ¡Que seas feliz!
Esta semana, no permitas que esta intención divina quede postergada por tu decisión de seguir dividiendo el mundo entre el miedo y el amor.
Mantente atento a escucharte al definir el mundo y descubrirás que todas tus sentencias están dedicadas a determinar qué o quién es bueno o es malo, y a actuar en función de esto.
Cuando ocurra, recuerda que no debe ser necesariamente así. Puedes justificar lo bueno y lo malo, pero cuando tu mente lo hace, se cierra a ver el propósito por el cual esa persona llegó a tu vida o esa situación ocurrió.
Tenemos todo lo suficiente para ser la persona que soñamos, sólo falta un paso para darnos cuenta: que lo aceptemos.
Tomado de: 52 semanas para vivir en la zona - Julio Bevione