ยกLAS TRES BANDIDAS INVADEN LA CLASE DE 3-4 Aร OS!
Realizado por: Sara Hidalgo Araceli Ruiz Sara Ortiz 2ยบA/Libre configuraciรณn Educaciรณn Infantil
Érase una vez tres bandidas con sombreros negros y negras capas, que fueron a buscar aliados en lo alto de un barrio granadino llamado Albaicín. Allí se encontraron con un gran edificio llamado colegio Gómez Moreno, repleto de niños de todos los tamaños. Pero no les interesaban todos, sólo los más grandes y fuertes. Nos dijeron que esos niños se encontraban en lo más alto. Subieron y una vez allí, se metieron en el aula y comenzaron a seleccionar bandidos. Se eligieron cuatro estupendas bandidas, que al principio sintieron miedo, aun así empezamos a contarles lo que íbamos hacer. No estaban muy entusiasmadas pero al final después de tanto convencerlas se implicaron en el asalto, que tendría lugar en la parte baja del edificio con los más pequeños. Entraron sus aliadas para anunciar su llegada. Los pequeños estaban sorprendidos y se quedaron mudos ante su presencia. Con ellos había dos mujeres a su cargo. Éstas se hicieron también aliadas de las bandidas y comenzaron a dirigir a los niños al aula en fila y cantando una canción. Una vez allí, las aliadas decoraron el espacio con objetos tenebrosos y colocaron las diferentes cestitas con los materiales (rotuladores, ceras, lápices, pegamento, purpurina) por toda la mesa, mientras “Las bandidas” contaban el cuento de su historia. Asombradas se quedaron de ver a los pequeños mirándolas cuando estaban escenificando la historia, ¡todos estaban muy atentos y escuchando! Al acabar la historia, les cantaron su canción y les pidieron que les ayudaran a cantar. Cuando consiguieron su confianza, les ofrecieron hacer unos antifaces de bandidos que colorearon y decoraron a su gusto, para ser así auténticos bandidos, y ser sus pequeños aliados.
Reflexión: En nuestro día de prácticas en el colegio surgieron muchos sentimientos. En
la
preparación
de
nuestra
actividad,
estábamos
muy
ilusionadas a la vez que nerviosas. El día que llegó la actividad, esos nervios se acrecentaron enormemente sobre todo en la espera previa al encuentro con los niños. Durante la puesta en marcha de la misma, en ocasiones nos sentimos frustradas por la actitud de las educadoras hacia los pequeños, y a su intromisión en nuestro taller, la cual nos impidió cierta libertad. Decir que como experiencia personal, nos llevamos la gran experiencia vivida con los niños, así como las ganas de empezar a trabajar con ellos y poder llevar a cabo nuestra metodología, ya que cada día nos damos un poco más de cuenta de lo que queremos hacer en el aula y lo que no.