Transformación Empresarial hacia la Sostenibilidad

Por Bastián Oyaneder C. Presidente Comisión Responsabilidad Social

La Sostenibilidad ha pasado por diferentes etapas, resistencia inicial, comprensión, evolución y adaptación del concepto al contexto y a las necesidades predominantes, tanto de las empresas como de la sociedad. La incorporación de un modelo de Sostenibilidad Corporativa en las empresas, ya no se trata de una moda, un sello distintivo o una posibilidad reservada solo para unos pocos, actualmente, se ha convertido en una necesidad urgente para la conservación de los medios ambientes naturales, para el desarrollo de las comunidades, y a su vez, un componente clave para la continuidad de las instituciones.

La pandemia del COVID-19, ha generado un retroceso en muchos indicadores sociales y económicos transversales y ha sido especialmente notorio para algunos grupos de la población: los de menores ingresos, las mujeres y los niños y niñas.

Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la pandemia generó un retroceso de más de una década en los niveles de participación laboral de las mujeres en la región. También se ha observado un aumento de la pobreza y las proyecciones para los años venideros son muy poco alentadoras. En otro frente, el cierre o disminución en la pre especialidad en las escuelas no sólo impacta en los aprendizajes del año en curso, también genera pérdidas en los conocimientos adquiridos previamente y dificultará la adquisición de conocimientos a futuro, sumando a esto todas las dificultades de socialización y los efectos en la salud mental de las niñas, niños y jóvenes que esto acarreará.

Las dificultades que nos plantea la pandemia son múltiples y de complejidad creciente, afectando a gran parte de la población. Ante este escenario es urgente tener muy claro que las personas, e instituciones que necesitan ayuda no se encuentran exclusivamente en algún lugar lejano, si observamos bien, podremos darnos cuenta de que con distintos grados y matices, existen muchos casos en las comunidades en que se encuentran nuestras empresas e instituciones.

El escenario es incierto y plantea una prueba real a los compromisos que las empresas han plasmado en sus estrategias de sostenibilidad corporativa. Es el momento de revisar y en algunos casos replantear los propósitos de las empresas, para poder crear un valor que no sea sólo económico, que incluya componentes medioambientales y que tenga foco en la cooperación y el fortalecimiento de las capacidades de los individuos y organizaciones de las comunidades en que estamos insertos, como un vecino más.