5 minute read
ES POSIBLE DISEÑAR EL FUTURO? DESCUBRE QUÉ ES LA PROSPECTIVA ESTRATÉGICA
E M P R E S A R I A L
Desde tiempos históricos, el futuro le ha inquietado a la humanidad y ello le ha llevado a buscar adivinar, profetizar y anticiparse a él y a sus efectos adversos. Pero solo después de la Segunda Guerra Mundial diversos países emprendieron esfuerzos sistemáticos para aproximarse al futuro de una manera si no científica, al menos sistematizada y metódica.
Advertisement
En momentos de destrucción, incertidumbre, carencias y peligro, en un ambiente de debacle y con la amenaza latente de un cataclismo de alcance mundial derivado de una guerra nuclear, el futuro dejó de ser una certeza y el resultado del designio divino y las sociedades comprendieron que estaba en sus manos incidir en el devenir tanto para bien como para mal.
Esta vertiente de pensamiento se afianzó primeramente en Francia y cobró fuerza en el resto de Europa a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Esta primera vertiente se distingue por su cariz reflexivo, casi filosófico y una de sus grandes aportaciones es sin duda la Caja de Herramientas de Michel Godet.
La prospectiva en Estados Unidos se orientó en mayor medida hacia el análisis estadístico para realizar previsiones y pronósticos, si bien hoy en día coexisten diversas posturas en torno al estudio de las imágenes posibles de futuros. Un célebre prospectivista norteamericano, Jim Dator, formuló lo que se ha dado en llamar las Leyes de Dator, que han devenido en un principio esencial para el estudio de futuros:
El futuro no se puede predecir, no existe. Damos forma a nuestras ideas según las herramientas de las que disponemos. Cualquier idea útil sobre el futuro puede parecer ridícula, (al menos al principio y durante el tiempo que dure su normalización en la vida de la sociedad).
El sentido que confiere el Director del Centro de Investigación de Estudios de Futuros de Hawaii al término ridículo, refiere que una idea emergente puede parecer obscena, imposible, estúpida, chocante, ofensiva, de ciencia ficción, al menos al principio, hasta que en algún momento se nos vuelve familiar y predecible, es decir, se normaliza en la vida cotidiana. No obstante, a quienes nos interesa el diseño de futuros posibles, nos mueve el desafío de hacer que lo ridículo se vuelva una idea plausible en medio de la incertidumbre del contexto inicial. ¿Cómo hacerlo? El camino recomendable consiste, a decir de Dator, en realizar la recopilación de la evidencia apropiada y tejer escenarios alternativos acerca del posible desarrollo de la idea inicial (Dator 2002).
La prospectiva hoy en día es considerada una herramienta de análisis para conocer, diseñar y construir futuros alternativos a partir de la definición de futuros posibles, probables y deseables; es una metodología conformada por una amplia gama de técnicas y herramientas de orientación interpretativa y crítica. Es también una actitud
que se orienta no a predecir el futuro, sino a anticiparlo para actuar, por lo que mantiene una estrecha relación con la estrategia y la innovación.
Señala el Dr. Tomás Miklos, uno de los más connotados estudiosos de futuros en México, que la prospectiva es un movimiento de anticipación que puede ser definido como el esfuerzo de hacer probable el futuro más deseable. Esto es la prospectiva: es la actitud de la mente hacia la problemática del porvenir, a decir de Miklos y Tello (2001).
El enfoque de la prospectiva (pensamiento prospectivo o pensamiento de futuros), se caracteriza por dos rasgos esenciales:
1) Su carácter emancipatorio de la idea de un futuro predeterminado, para dar paso a la idea de que es factible construir posibilidades diversas de futuros preferidos y razonables; 2) Su carácter proactivo, en la medida que los futuros pueden ser construidos como convenga y por ello, la acción puede ser vista como innovación.
Esta forma de predicción emancipatoria (Foresight, Prospective o Prospectiva), difiere de la predicción técnica (Forecast) en la medida que ve al futuro como “escenario múltiple y construible” donde la acción normativa es innovación y no reacción/adaptación frente al cambio, emancipándose con ello de la existencia de vías predeterminadas hacia el porvenir. Es decir, la Prospectiva es gestión del cambio (Bas y Guilló 2011:18).
Por otro lado, si la prospectiva aborda el futuro como diversidad de posibilidades que demanda el conocimiento y el esfuerzo suficientes para construir alternativas y anticipar los escenarios respectivos, entonces cabe preguntarse si es factible diseñar tales futuros.
La respuesta a priori es que sí. Desde sus orígenes la prospectiva estratégica ha permitido que los países puedan adelantar posibles escenarios en diversos campos como el de la defensa nacional, la economía, la educación, la planificación urbana, la salud pública, la alimentación y el trabajo. A este enfoque se le denomina Planeación Estratégica y Prospectiva.
¿Cómo se lleva a cabo? Los pasos se pueden enunciar fácilmente, aunque la elaboración de planes bajo este enfoque no es sencilla. El proceso se resume así:
1) Se realizan consultas entre personas que posean conocimiento y experiencia en el tema que se trate y se “construye” el problema público a atender conforme a un horizonte temporal mayor a 10 años; pueden ser 20, 30 o más; 2) Se formulan diferentes imágenes de futuro denominadas “escenarios” y se identifican las variables más importantes. A cada escenario se le identifica con un nombre metafórico; 3) Se formulan objetivos, líneas estratégicas, líneas de acción e indicadores estratégicos que faciliten el seguimiento de avances y la posterior evaluación.
Para profundizar en el estudio de la prospectiva y su utilidad para los gobiernos, las empresas, y las personas en lo individual, es muy recomendable leer a nuestros autores mexicanos líderes en los estudios de futuros por excelencia:
Los textos del Dr. Tomás Miklos y la Dra. Guillermina Baena Paz son de lectura obligada, existen abundantes textos en internet y publicaciones de acceso abierto.
También contamos con la posibilidad de acceder a organizaciones en la materia en México: la UNAM cuenta con un Seminario Permanente sobre Prospectiva, el Instituto del Futuro en Palo Alto, California, ofrece cursos y publicaciones por la red y la World Future Society, capítulo mexicano, realiza webinars con frecuencia para difundir entre el público interesado el pensamiento de futuros.
Esta es una muy breve descripción de lo que puede aportar el enfoque prospectivo a las organizaciones, pero hay mucho más por conocer. Por el momento, te decimos que en estos tiempos de retos y complejidades, los gobiernos enfrentan muchos desafíos frente a un futuro que no espera.
S o b r e l a a u t o r a : M A E S T R A A L M A L I L I A C A M P O S E S P Í N D O L A